LUCHA SOCIAL !!! Se agudiza el conflicto por la educación en Chile. La agitación social se sentía en el aire mientras el gobierno aseguraba que iba a poner mano dura. Qué ingenuo pensar que con policía, gendarmería o ejército podrían acallar la voz del pueblo cuando éste le hace frente. El estudiantado no aceptó las propuestas del gobierno, que no hacen ninguna referencia a sus demandas: el fin del lucro y la re-nacionalización del cobre para garantizar la educación pública. Reclamo por servicios básicos en Tupungato. En el distrito del Cordón del Plata desde hace varios meses se vienen realizando cortes de ruta en reclamo de un servicio básico como es la luz. Son más de 110 familias las que deben sobrevivir día y noche tan sólo con un foco por casa. “Cuando quiera ir al baño apaguen el foco del comedor y prendan el del baño, y cuando quieran ver tele apaguen el foco o cualquier otro artefacto eléctrico…” esta fue la respuesta que obtuvieron los vecinos por parte del intendente de nuestro querido Tupungato, hermoso como es el eslogan que ha pintado el municipio en diversos paredones. Si bien se han suspendido los cortes, se siguen reuniendo todas las semanas los vecinos para encarar nuevos modos de resolución del conflicto. Haciendo una breve reseña del origen del problema podemos decir que esto se ocasiona cuando la señora Bazán de la comunidad del Cordón vendió hace aproximadamente 6 años los lotes cobrando una urbanización y diferentes gastos, entre ellos la luz, obra que nunca realizó como es debido. Es así que el loteo aún figura en catastro como finca y consta de un solo transformador y medidor para todos los habitantes. Hoy en día y por la presión de los vecinos a través de cortes, escraches, entrevistas en radios y publicaciones, el gobierno y ciertos punteros políticos
intentan aprovecharse de esta situación; pero ninguno ha ofrecido una respuesta concreta. Otro factor a mencionar es que la vendedora que estafó a todos los vecinos esta vinculada con el gobierno de turno. Como quien dice, el último capítulo de esta sátira es que pretenden hacer pasar al barrio “1º de Mayo”, como lo autodenominaron los vecinos, como asentamiento para incluirlo en el programa nacional “luz para todos”… Continuará. Hacia la Huelga General en España e insurrección en Inglaterra. El 24 de junio la Confederación General del Trabajo (CGT), Confederación Nacional del Trabajo (CNT), Solidaridad Obrera (SO) y Coordinadora Sindical de Clase (CSC) se reunieron con el fin de buscar una respuesta a la situación de los trabajadores españoles. Ante el ataque sufrido por la política de recorte y pérdida de derechos es necesario luchar para romper esta situación con horizonte de una huelga general, con reivindicaciones comunes debatidas y asumidas por los trabajadores. Por otro lado, el asesinato de un hombre en manos de la policía generó protestas masivas en distintas ciudades de Inglaterra. El gobierno amenazó con reprimir con el ejército a los manifestantes que ya han incendiado varios edificios (el cuartel central de la policía entre otros) y vehículos simultáneamente. Lucha del pueblo Qom. El pasado 23 de Julio se realizó una movilización en avenida de mayo y 9 de julio para recordar y reclamar justicia por la represión a la comunidad La Primavera y el asesinato de Roberto López, atacado por varios policías y asesinado de un puntazo y tres tiros en la espalda.
De igual modo que todos los animales, el hombre se adapta, se habitúa a la condiciones del medio en que vive, y por herencia transmite los hábitos y costumbres adquiridos. Nacido y criado en la esclavitud, heredero de una larga progenie de esclavos, el hombre, cuando ha comenzado a pensar, ha creído que la servidumbre era condición esencial de vida: la libertad le ha parecido un imposible. Así es como el trabajador, constreñido durante siglos a esperar y obtener el trabajo, es decir, el pan, de la voluntad y a veces del humor de un amo, y acostumbrado a ver continuamente su vida a merced de quien posee tierra y capital, ha concluido por creer que era el dueño, el señor o patrono, quien le daba de comer. Ingenuo y sencillo, ha llegado a hacerse la pregunta siguiente: "¿Como me arreglaría yo para poder comer si los señores no existieran?". (Errico Malatesta)
Pequeñas luchas, grandes victorias Cuando nos encontramos con un problema, algo que nos perjudica directamente o que al menos es contrario a como “deberían ser las cosas”, rápidamente nos sentimos obligados a responder. Lo lógico sería que buscáramos dar solución cuanto antes al problema, de acuerdo a nuestras posibilidades y de la mejor manera. Pero hay condicionantes económicos, culturales y sociales (en la calidad de las relaciones humanas) que afectarán en gran medida la lógica con que busquemos esta solución óptima. Como la forma de relacionarnos que predomina es la capitalista (donde la ganancia propia es el valor fundamental), el otro tiende a ser visto como contrincante o como cosa, no como semejante. Por ello predomina la ética egoísta. Además, la mayor parte de la población integra lo que se llama clase baja (según el gobierno las familias con ingresos mensuales menores a $5000), lo que en una “sociedad” capitalista implica que esta mayoría se verá perjudicada diariamente con pocas posibilidades de reacción (donde el dinero manda estamos entre los que menos tenemos). Con el tiempo, las agresiones no respondidas van generando en los individuos de las clases bajas resignación e impotencia, difíciles de remediar. Y para terminar de acentuar este individualismo de
masas y esta impotencia es que el sistema capitalista ha desarrollado un ejército de intermediarios profesionales que terminan de disuadir a las clases bajas de comprometerse con su propia vida, de asumir responsabilidades de cambio y de actuar directamente en consecuencia (acción directa). Entonces, nuestros problemas dejan de ser nuestros para ser resueltos siempre por alguien más: políticos, sindicalistas, abogados, psicólogos, etc. Y si estos intermediarios no resuelven nuestros problemas se tiende a esperar por otro intermediario salvador o se considera al problema como irremediable, y poco a poco pasa a dejar de ser visto como problema para naturalizarse en que “las cosas son como son”. Pero nunca puede quedar cerrada del todo la posibilidad de reconocer que el llanto, la crítica pasiva y la delegación no pueden resolver ningún problema individual ni social. Y cuando el conformismo y el miedo dejan lugar a la reflexión sobre las causas de nuestros problemas y nos atrevemos a pensar más y más posibles soluciones y a actuar en consecuencia, de algún modo ya estamos levantando la cabeza. Ante los primeros avances (que llegarán sin duda si dedicamos el esfuerzo suficiente) ya estamos destruyendo barreras mentales y construyendo nuestra dignidad.
Así, a la vez, comenzamos a ver la realidad social de otra manera, como algo transformable y dinámico. Vemos que no somos los únicos con problemas y comenzamos a compartir experiencias y reflexiones, victorias y derrotas, y avanzamos hacia la asociación para mejorar nuestras posibilidades de transformación social a la vez que ya estamos creando relaciones sociales sanas y de ayuda mutua. De obtener nuestros primeros logros colectivos, el efecto contagio de estos valores sociales (ya en algún modo anticapitalistas y por una sociedad mejor) se multiplica y sirve a otros para animarse a abandonar la pasividad. Con esto, a la vez, nuestra misma lucha se fortalece. Esto lo vivimos a nivel colectivo en la Sociedad de Resistencia cuando participamos activamente en la organización de la protesta contra el código contravencional que buscaba aprobar la legislatura provincial para prohibir la protesta. O con los presos
del pabellón 3 de Boulogne sur Mer cuando coordinamos la lucha por el pliego de reivindicaciones que levantaban contra los abusos penitenciarios. La victoria en ambas luchas, si bien parciales y nunca definitivas, nos llena aún de fuerzas para encarar nuevas iniciativas y compartir estas experiencias con organizaciones afines y quienes nos rodean. Lo mismo que cuando participamos en la resistencia del pueblo de Mendoza a la instalación de las megamineras en la provincia. La victoria alcanzada hasta el momento en este objetivo, sobre todo producto de las puebladas del sur mendocino y de la persistencia en la militancia de muchos, es otro ejemplo de que los pueblos pueden y deben organizarse si pretenden que prevalezcan sus demandas por sobre los intereses de los ricos. Por Horacio Seo
Tener dónde caer muerto Por Luis y Negra El desprecio por la vida que se esconde en las políticas de este sistema, y sobre todo en quienes lo defienden y administran, alcanza en estos momentos de crisis mundial niveles inhumanos. La prioridad, ante el colapso del sistema financiero y de explotación, como siempre es el rescate de las entidades bancarias, el pago de las deudas a los prestamistas internacionales, que este año en la Argentina subió a $150.000 millones, y todo tipo de medidas para mantener a flote las corporaciones capitalistas. Mientras los poderosos se regodean en vacaciones eternas, en alguna de sus casas de fin de semana, los trabajadores luchan a diario por conseguir un lugar digno donde vivir. Actualmente solo en la zona urbana del gran Mendoza según fuentes oficiales existe un déficit habitacional de 81.666 viviendas, es decir que 81.000 familias no tienen casa, viven en condiciones de hacinamiento, o en lugares en muy mal estado. Sin embargo, lejos de responder a las necesidades de los verdaderos productores de la riqueza, el dinero que generamos acaba, por ejemplo, engordando las ya millonarias cifras invertidas en el negocio del “fútbol para todos”, pagando comerciales de campaña política, en radio o TV para algún candidato, o quien sabe que manejo. En medio del alarde que el gobierno y sus lacayos hacen de los múltiples planes limosneros y
los distintos calmantes sociales, la problemática crece día a día y las posibilidades de acceder a la vivienda se alejan cada vez más. Para poder acceder a los planes de vivienda, sean del gobierno o del I.P.V, una de las exigencias, si no se es algún favorecido político o alguien cuyo bono de sueldo supere los $5000; es formar parte de una cooperativa, para lo cual, a su vez, se exigen cientos de requisitos burocráticos y pago de impuestos. Por lo que la ayuda termina solo por ser la forma en la que se libran de una molestia. Cuando no hay alternativas y se resuelve tomar un terreno, pareciera que incluso tener un terreno vacío e improductivo vale más que la vida de una persona. Como hace poco en Jujuy donde 4 personas murieron y decenas resultaron heridas en
manos de la policía por tomar tierras desocupadas que pertenecían al Ingenio Ledesma.
Una vez más y como siempre sólo la organización entre iguales nos llevará a la conquista de condiciones más justas para todos.
Breve reseña del accionar del aparato represivo 1 Sociedad de Resistencia Mendoza Hace décadas ya que el tema de la “inseguridad” ha desplazado a los reclamos sociales básicos pre-dictadura: salarios y condiciones de trabajo, desocupación, vivienda, salud, educación y ataques a la protesta social. Con la vuelta de la democracia el control armado de la sociedad (de los sectores más pobres y de la protesta) debía justificarse de algún modo. Es así que de la guerra antisubversiva se va pasando a la lucha contra la inseguridad. Rápidamente, los lugares que dejan vacíos los militares van siendo ocupados por las policías provinciales y federal, el servicio de inteligencia es actualizado y el penitenciario no. Pero la democracia que siguió a la dictadura, defraudó las esperanzas depositadas en ella, al no hacer otra cosa que profundizar el modelo neoliberal con más flexibilización laboral, desocupación y miseria. Mientras tanto, la desigualdad se hizo más y más patente entre una clase alta que festejaba las privatizaciones tirando manteca al techo por televisión, una clase media cada vez más reducida que se daba la buena vida llenándose de novedades electrodomésticas y barnizándose de cultura en Europa y de sol en Punta del Este y Miami, y una clase baja creciente, desocupada y hambrienta. Y esta brecha, que no paraba de abrirse, entre ricos y pobres fue generando, como siempre, violencia de todo tipo y protesta social. Ni lerdos ni perezosos, los beneficiados por la desigualdad procedieron a desarrollar más y mejores herramientas represivas de control social culpando de todos los males a la misma “inseguridad” que ellos provocaban. Rápidamente se instaló este tema en la agenda mediática y política. De este modo, desde 1996 a la fecha se registra un promedio anual de 220 asesinados por las fuerzas represivas del Estado (según registro de CORREPI, Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional), esto sin contar los casos que
quedan fuera de este registro, así como las torturas, lesiones y detenciones arbitrarias que no se enumeran aquí. La mayoría de estos casos son ejecuciones, mal encubiertas como enfrentamiento o intento de fuga, en su mayoría silenciados por los medios o informados según la versión que quiera dar la policía al respecto. Al aparato represivo se suman herramientas legales como la Ley Antiterrorista (sancionada durante el gobierno de Kirchner en consonancia con la política “antiterrorista” de Bush), herramientas técnicas como la proliferación en todo el territorio de cámaras de vigilancia, nuevas armas y móviles, y la incorporación de decenas de miles de nuevos vigilantes cada año. Se suma incluso a las también crecientes fuerzas de Prefectura y Gendarmería a la tarea de control y represión. Se militarizan zonas y se declara el estado de sitio cuando la protesta se empieza a hacer más fuerte: Cutral Co y Tartagal, diciembre de 2001 en Buenos Aires, Las Heras en el sur, Andalgalá en su lucha contra la megaminería, Bariloche ante las protestas por el asesinato policial de un joven, etcétera, etcétera… Mientras, Mendoza se ubica entre las provincias con más casos de gatillo fácil y abusos policiales. Así se suceden los asesinatos de al menos 160 personas en manos de las fuerzas represivas entre 1996 y 2010. Y los gobiernos de Cobos y Jaque se comprometen a sumar 1000 policías más por cada año de gestión, justificando su efectividad en materia de seguridad con las estadísticas de secuestros cotidianos de pobres y jóvenes bajo la excusa de averiguación de antecedentes. Justamente, el gobernador actual, Celso Jaque, que ya se había destacado por criminalizar a la Asamblea por el Agua de Malargüe cuando era intendente, es un voluntarioso militante en materia represiva.