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Jesús Eduardo Moronta Rodríguez
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Se nos fue José Vicente Scorza, fundador del PRV/FALN, amigo inseparable de Fabricio Ojeda, de Francisco Prada, Kleber Ramírez y de tantos otros compañeros que dedicaron hasta el fin de sus vidas su lucha por ver la patria emancipada. Ellos también caminaron entre valles y montañas, fueron presos irreductibles, los acusaron de bandoleros y guerrilleros porque fueron novios y amantes de la libertad, militantes de la utopía, estudiosos de nuestra realidad latinoamericana, porque para ellos al igual que Bolívar la patria es América. José Vicente Scorza el justiciero, el amigo solidario de siempre, indoblegable en sus concepciones ideológicas y políticas, el militante revolucionario, el maestro, el escritor y autor del libro “Ciencia y subversión”, el padre que enseñó a sus hijos lo hermoso de militar en la utopía, el científico hacedor de sueños, ejemplo de lucha y perseverancia revolucionaria, el hombre que hace escuela en la investigación redentora para la salud pública. José Vicente Scorza vivió para los haceres de la vida, haceres de vida siempre en la existencia del compromiso social, jamás tuvo el sentimiento de una vida perdida o de haber nacido demasiado tarde –al contrario- su trabajo orientó el camino en todos los sentidos, por eso vio el futuro de un mañana mejor. José Vicente Scorza, el rebelde, el hombre que enfrento las dificultades de la dictadura y de esta mal llamada democracia, al que no le pudieron poner precio, siempre digno, honesto, recto. Su mirada inquisidora fue siempre contra quienes han utilizado el poder en el ayer y hoy, para vender y traicionar la patria. José Vicente Scorza fue un hombre que le huyo a la fama, pero su obra y su ejemplo no lo pudo mantener en el anonimato porque como dijera B. Brecht vivió para: “… exponerse al peligro y huir del peligro darse a conocer y mantenerse anónimo...”
En el campo de las investigaciones sociales, la pobreza siempre ha sido objeto de estudio y sobre todo en América Latina donde se manifiesta con mayor fuerza, producto de los modelos socio-económicos que hemos tenido a pesar de la gran riqueza que siempre hemos poseído. Algunas investigaciones realizadas por las universidades latinoamericanas, han indicado, que nuestro continente produce comestibles para alimentar entre dos y tres veces su población, el petróleo representa la quinta parte del total que existe en el mundo, pero además hay oro, esmeralda, cobre, aluminio, coltan y se calcula que su mayor riqueza se encuentra en la gran cantidad de bosques que ningún otro continente posee, lo que permite poseer suficiente cantidad de agua para el consumo humano. Estas informaciones, representan una realidad que nos dice, que América Latina tiene suficientes recursos para no tener pobres. Sin embargo, de acuerdo a las informaciones de la OMS la pobreza creció en los años 80 y 90, llegando al 41% de la población en el 2000. Entre los años 2003 y 2012 retrocedió, pero entre 2013 y 2014 se
estancó en un 28%: 167 millones de latinoamericanos son pobres y, entre ellos, 74 millones son pobres en estado extremo. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) informó: “que, junto a los 167 millones de pobres, hay en América Latina 200 millones de “vulnerables” que pueden caer de nuevo en la pobreza ante “cimbronazos económicos”. Ha habido grandes progresos, pero la desigualdad sigue siendo una de las más altas del mundo. El 20% más rico acumula el 46,7% de la riqueza, mientras que el 20% más pobre sólo el 5,6%. El índice de Gini regional es de 52,7 y, en Europa del Este y en Asia Central, de 34,7. La experiencia ha demostrado que los impactos de las malas políticas económicas pueden ser corregidos, pero los daños sociales que generan son muy difíciles de remediar”.
El número de pobres en América Latina y el Caribe aumentó en siete millones en 2015, pasando de 168 millones a 175 millones de personas, según un informe divulgado este martes por la CEPAL. "Según las proyecciones del organismo, en 2015 la tasa regional de pobreza habría aumentado a 29,2 % de los habitantes de la región (175 millones de personas) y la tasa de indigencia a 12,4 % (75 millones de personas)", informa la Comisión Económica para América y el Caribe (CEPAL), en un comunicado. La cifra se compara desfavorablemente con los resultados de 2014, cuando en la región se reportaron 168 millones de personas pobres, un incremento de dos millones en relación al año previo, de acuerdo con las nuevas cifras entregadas por el organismo técnico de Naciones Unidas con sede en Santiago (Chile). En 2015 la tasa regional de pobreza habría aumentado a 29,2 % de los habitantes de la región (175 millones de personas) y la tasa de indigencia a 12,4 % (75 millones de personas)", según informa la Comisión Económica para América y el Caribe (CEPAL). "El aumento de la cantidad de personas pobres constatado en 2014 se produjo básicamente entre los pobres no indigentes, y fue consecuencia de dispares resultados nacionales, elevándose en algunos países y disminuyendo en un número importante de ellos", se explica en el documento.
En el caso de Venezuela, hemos venido arrastrando una pobreza de carácter estructural, que los grupos dominantes tratan de esconder, pero que se aprovecha en coyunturas perversas representadas en las ya tradicionales campañas electorales, que tanto la llamada izquierda como la derecha explotan para obtener sus respectivas cuotas de poder. Esa pobreza, es la expresión de condiciones socioeconómicas que se manifiesta en la población que no tiene empleo estable y digno, que le permitan satisfacer las necesidades físicas y psíquicas del grupo familiar, lo que impide tener calidad de vida, porque carece de una vivienda decente, de una buena y sana alimentación, de calidad educativa, de servicios médico-asistenciales que le garanticen una vida sana, de calidad de servicios públicos, en fin se carece de medios que le permitan satisfacer sus necesidades básicas en su condición de seres humanos. En el caso de Venezuela esa pobreza estructural, se hubiese podido en gran parte erradicar, producto de los grandes momentos que hemos tenido en su crecimiento económico, pero que lamentablemente no ha generado desarrollo social, crecimiento económico que se ha manifestado sobre todo desde el mismo momento en que apareció la industria petrolera, que le ha permitido al país millonarias entradas en dólares, pero que no se han podido aprovechar producto del despilfarro, de la avaricia, de la voracidad, del pillaje que los grupos económicos y políticos, TANTO EN LAS DICTADURAS COMO EN LAS MAL LLAMADAS DEMOCRACIAS han desarrollado desde el poder. La pobreza en Venezuela se ubicó en un 33,1 %, lo que supone la situación de 2.434.035 familias, al cierre del primer semestre de 2015, según informó el Instituto Nacional de Estadística venezolano después de más de un año de opacidad en las cifras sobre este indicador. De este número, 683.370 familias son “pobres extremos”, lo que representa el 9,3 % de las familias, según señala el estudio que mide la “pobreza por ingreso”, un número superior a los 8,4 % de registrados en el mismo periodo del año anterior, y que también fueron dados a conocer en este estudio. Este número demuestra un aumento progresivo de la pobreza extrema en el país durante los últimos años y que había roto su piso en 2012 cuando logro bajar el número hasta 6%, reseña Efe. Asimismo señaló que 1.750.665 familias se encuentran en situación de pobreza “no extrema”, es decir el 23,8 %. El INE registra que en el país con las mayores reservas de petróleo del mundo solo 4.930.666 familias son “no pobres”. Hemos venido sosteniendo, que donde existen relaciones de poder no podrá haber jamás igualdad de oportunidades para la población, porque ese poder produce jerarquías, posiciones sociales, privilegios y esto ha sucedido tanto en los países llamados capitalistas
como los llamados socialistas y lo que es peor, los que gobiernan se han corrompido desde ese poder. En estos modelos se ha formado una clase política y económica que se ha enriquecido, en unos a costa de la mal llamada democracia y en otros a nombre de una revolución que el pueblo no observa, ni ve, ni siente, porque es un espejismo que a través de la publicidad bien dirigida, alienan y manipulan toda una población, valiéndose de la miseria que esa misma clase política y económica ha generado. Han utilizado la mal llamada democracia que ambos modelos pregonan para esclavizar a nuestros pueblos y llenarlos de esperanzas fallidas, que sólo han conducido a las masas a la resignación, como si no hubiese salidas, que nos permitan encontrar otros caminos realmente emancipadores de nuestro continente, como lo han señalado muchos de nuestros compatriotas que se encuentran en el campo realmente revolucionario. Ambos modelos se agotaron, no le dieron salida a la pobreza y miseria de nuestros pueblos. En la práctica esclavizaron a la humanidad, donde el trabajo se manifiesta como mercancía al cual se le puede poner precio y donde inclusive se le pide a la clase trabajadora que labore gratis, para enriquecer el llamado ESTADO y a la burocracia CORROMPIDA que lo dirige. SOMOS LOS DE ABAJO Somos los de abajo, que junto a otros sectores que no participan ni participamos del reparto petrolero que deja el festín electoral, hemos considerado, que los modelos civilizatorios conocidos hasta ahora, le han negado la oportunidad al ser humano de poder vivir en justicia social, por el contrario, cuando ha creído estar cerca de realizar y ejecutar sus propios sueños, se encuentra nuevamente con la repetición de modelos que traen consigo la misma dominación y que se diferencian solamente por el cambio de nombres, dejando en la estructura social y económica, los privilegios de unos pocos y las necesidades de las inmensas mayorías de nuestras gentes. Hoy podemos decir con absoluta propiedad, que los modelos capitalistas de producción, ni los llamados socialismos conocidos hasta ahora, han entendido la naturaleza humana y a nombre de la libertad, la democracia y la justicia social que nunca pusieron en práctica, han convertido a los seres humanos en simples partes de la máquina, en función de la producción. Producción, que en sus relaciones sociales y técnicas, dejan la misma explotación de la fuerza laboral de los trabajadores y donde la propiedad privada del Estado o individual es incólume. En estos sistemas económicos-sociales, en estos modos de producción, donde resulta que la fuerza de trabajo de los seres humanos es simplemente mercancía, la libertad carece de valor, porque de manera alienante,
hombres y mujeres se encuentran bajo el control y el poder del Estado, y ese ESTADO no es otra cosa que la expresión de las relaciones de poder, PODER que ejercen las clases dominantes y que le cargan al ser humano una inclinación natural por la servidumbre y la esclavitud, que niega la justicia social, el respeto a la dignidad del pueblo, la solidaridad, la fraternidad y la convivencialidad manteniendo las relaciones de privilegio que da ese poder. Se trata de construir un pensamiento propio y emancipador, es parte de la dialéctica, donde no puede haber fronteras, donde nos encontremos con nuestros sueños, el humanismo militante, la solidaridad, los revolucionarios, los militares patriotas, la iglesia comprometida, la desobediencia, los patriotas rebeldes, la insurgencia popular, la esperanza y la conjura, para hacer de la utopía un proceso ontocreador que nos conduzca a la emancipación de nuestros pueblos y la construcción de un modelo civilizatorio que ennoblezca la vida. Los que somos militantes de la utopía, seguimos soñando que es posible un mundo o una civilización distinta a la que conocemos, que la patria no es un concepto abstracto, que la misma es cada uno de nosotros y que en ese espacio geográfico llamado por nuestros indígenas Abya Yala, donde nuestro pueblo sufre y ama, ríe y llora, se ilusiona, se llena de esperanzas, se cae pero se levanta, de rencores y odios, que a veces conversa cuando le dejan hacerlo, que canta, baila y a ratos se pelea, termina siempre sonriéndole a la vida. Pero sonríe, porque sabe que más temprano que tarde habrá futuro, para que las generaciones que vienen, no tengan las cadenas del colonialismo, porque también en el presente, ese mismo pueblo sabe que su lucha que es nuestra lucha, romperá con esas carlancas y con esa continuidad de la historia de la dominación y vendrá la emancipación de la patria, la ruptura histórica y creadora, porque cuando llegue el momento, no habrá retroceso.
Recientemente S.S. Francisco publicó la encíclica Laudato, si’ (LS), cuyo tema se centra en los problemas ambientales de nuestra casa común y el papel de los cristianos como defensores de la creación, obra gratuita de nuestro Padre celestial. El silencio de la Iglesia venezolana ante la amenaza que representa el Arco Minero del Orinoco (AMO) para el planeta no impide que laicos comprometidos con la fe cristiana asumamos la tarea profética de denunciar este crimen contra la vida. Nosotros vivimos en el planeta tierra y Venezuela no es un satélite extraterritorial, independiente de la casa común, como nos enseña el Papa Francisco (LS, 1). Y esto lo digo, porque está sucediendo un crimen contra nuestra casa común en un extenso espacio que ocupa el 12,2% del territorio nacional y que está localizado en el margen sureño del río Orinoco y al norte del escudo guayanés y de la Amazonía, pulmón, reservorio de agua y biodiversidad del mundo.
Esta situación provoca “el gemido de la hermana tierra, que se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro rumbo” (LS, 53), porque lo que sucede en el AMO no es problema exclusivo de Venezuela: afecta a todo el planeta. Ante este crimen ecológico no podemos adoptar una actitud de negación del problema ni la indiferencia, como tampoco la cómoda resignación o esperar de los tecnócratas su solución, como nos advierte S.S. Francisco (LS, 14). La hermana tierra clama por el daño que históricamente le ha provocado la humanidad debido al uso irresponsable y al abuso de los bienes terrenales que Dios nos ha dado gratuitamente (LS, 2). Más aún, la “distracción constante nos quita la valentía de advertir la realidad de un mundo limitado y finito” (LS, 56).
Gaceta Oficial Nº 40855 Somos una familia humana que se desplaza en órbita alrededor del sol, en palabras de Walter Martínez, en nuestra única nave espacial. En consecuencia, no puede haber limitaciones políticas o sociales que nos conviertan en especie de archipiélago humano como tampoco podemos darle rienda suelta a la generalización de la indiferencia. El 24 de febrero de este año se publicó en la Gaceta Oficial Nº 40855 el decreto Nº 2248, mediante el cual se crea la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco (AMO). Su contenido a) contradice al quinto gran objetivo de la Ley Plan de la Patria 2013-2019, que establece “preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana”, aunque paradójicamente los objetivos específicos se ajustan al discurso del decreto mencionado; b) entrega en concesión para la explotación minera una extensión de 111.843 Km2, entre las cuales se encuentran dos empresas a las que se les había rescindido las concesiones durante el ejercicio gubernamental de Hugo Chávez (Gold Reserve y Guaniamo Mining Co. Ltd.), entregando nuestro patrimonio a transnacionales extranjeras vinculadas al imperialismo que tanto critica el gobierno; c) incumple requisitos constitucionales para promover proyectos de dicha envergadura y por violar garantías constitucionales, ya que no se han realizado los estudios del impacto ambiental correspondientes e ignora derechos socioculturales y laborales de las poblaciones indígenas y de los trabajadores al servicio de las empresas que firmen contratos con el estado
Venezolano; finalmente, d) contraviene acuerdos internacionales de derechos humanos suscritos por la Nación. Para realizar el cometido gubernamental se crea un ministerio de minería ecológica, que es una contradicción en sí misma, porque las actividades mineras agreden el ecosistema y no son actividades sustentables, ya que ocasionan daños graves a los suelos, contaminan las aguas, deforestan bosques y tienen efectos secundarios en la fauna de los espacios donde se realiza este tipo de actividad. La Doctrina Social de la Iglesia (DSI), a través de la mencionada encíclica, nos advierte que “enormes intereses internacionales que, bajo el pretexto de cuidarlos (los recursos naturales vinculados a la explotación mineral), pueden atentar contra las soberanías nacionales” (LS, 38). En Argentina, por ejemplo, los obispos de Patagonia-Comahue denunciaron que frecuentemente las empresas multinacionales, como las que ya están interviniendo en el AMO, lo hacen aquí porque no se les permite en países desarrollados. Al cesar sus actividades “dejan grandes pasivos humanos y ambientales, como la desocupación, pueblos sin vida, agotamiento de algunas reservas naturales, deforestación, empobrecimiento de la agricultura y ganadería local, cráteres, cerros triturados, ríos contaminados y algunas pocas obras sociales que ya no se pueden sostener” (Mensaje de Navidad, 2009, Nº 2), como ha ocurrido en la reserva de Ticoporo del estado Barinas, luego de culminar las concesiones a empresas madereras durante el siglo pasado.
Objetivos del Arco Minero del Orinoco (AMO) El gran propósito del AMO consiste en la explotación de los minerales de bauxita, coltan, diamantes, oro, hierro, cobre, caolín y dolomita en toda la margen sur del rio Orinoco, dividida en cuatro áreas bajo control militar para sancionar y aplicar ”acciones inmediatas necesarias para salvaguardar el normal desenvolvimiento de las actividades” productivas a quienes se atrevan a ejercer derechos laborales vinculados con la libre asociación, reunión, manifestación pacífica y huelga (Art. 25 del mencionado decreto).
Pueblos Indígenas Desamparados Nos encontramos en una especie de suspensión de garantías para interponer los derechos del estado sobre los derechos individuales y colectivos, contraviniendo el procedimiento establecido en la Constitución de la República para la declaratoria del estado de excepción y el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sin embargo, el pueblo venezolano y, particularmente, los pueblos indígenas afectados, se encuentran desamparados ante el silencio que guarda el Poder Moral. Por otra parte, se afecta considerablemente el hábitat y la cultura de los pueblos originarios Inga, Mapoyo, Eñepá, Karina, Arawak y Akawako, que reúne una población superior a los 54.000 habitantes y a quienes nunca se les consultó previa y libremente como establece el Convenio 169 suscrito con la OIT y cuya voz actual de protesta es desatendida por los órganos gubernamentales competentes. No es la primera vez que el gobierno bolivariano haya marginado a los indígenas para imponer su voluntad disfrazándola con el discurso de democracia participativa y protagónica. En los primeros años de la administración de Hugo Chávez se continuó un tendido eléctrico para surtir energía eléctrica a Brasil, iniciado por el gobierno de Rafael Caldera. Los indígenas rechazaron esta construcción por amenazar la desaparición de las culturas centenarias instaladas en esos espacios desde mucho antes que llegaran los blancos y mestizos que hoy gobiernan sobre ellos. El Tribunal Supremo de Justicia declaró sin lugar recursos de amparo constitucional y el tendido eléctrico se inauguró en agosto de 2001 con altos costos ambientales. Asimismo, la tardanza de la decisión del alto tribunal acerca de los diputados electos en Amazonas en los comicios parlamentarios realizados en diciembre de 2015, refleja el trato de desprecio hacia los pueblos indígenas. Mientras decide en menos de 48 horas conflictos de poder de blancos y mestizos, aspectos relativos a los derechos indígenas son desmeritados. El gobierno nacional aprovecha la falta de organizaciones indígenas fuertes, que se han debilitado por las políticas populistas y por el retraso en la demarcación definitiva de sus territorios para acelerar decisiones políticas de extracción de minerales localizados en territorios ancestrales.
S.S. Francisco tiene sobrada razón cuando nos dice que “el ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social. De hecho, el deterioro del ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta” (LS, 48). Es decir, los más pobres, los más débiles, los indígenas padecen con mayor rigor las consecuencias de las agresiones ambientales. Por lo general, las disfunciones de la economía mundial y los modelos de crecimiento económico parecen incapaces de garantizar el respeto al medio ambiente (Cfr. Benedicto XVI, Discurso al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, 2007). Su interés principal es la recuperación del capital invertido y la obtención de plusvalía, aunque se maneje un discurso de dirigir ganancias para atender programas sociales, como ofrece el actual gobierno.
Bartolomé El mismo Patriarca Bartolomé nos explica que la velocidad de la intervención humana sobre el medio ambiente es superior a la lentitud de la evolución biológica. Esto se agrava si consideramos que los objetivos de ese cambio veloz no siempre se orientan hacia el bien común, ocasionando el deterioro del planeta y la degradación de la calidad de vida de la humanidad, especialmente de los más pobres, débiles y en condiciones de riesgo. El Patriarca Bartolomé (citado en LS) expresa con gravedad que “un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios”, porque forma parte de la complicada estructura social de pecado, ya que todo pecado afecta directa o indirectamente a todos los seres humanos. El frágil medio ambiente, en esta estructura de pecado, se encuentra “indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta” (S.S. Francisco, Evangelii gaudium, 56). El estado venezolano ha decidido establecer reglas absolutas en la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional AMO, en la que la fuerza pública tiene un papel fundamental para evitar cualquier forma humana de defensa de la casa común y de los derechos humanos.
La ausencia de estudios para medir los impactos ambientales del AMO refleja el desinterés por escuchar la voz de la naturaleza y, por tanto, tampoco escucharán la voz de los grupos humanos afectados, particularmente los pueblos indígenas y los trabajadores al servicio de las empresas depredadoras. (Cfr. Juan Pablo II, Centesimus annus, 1991, 37). Los cristianos, como seres humanos, descubrimos nuestro cometido dentro de la creación, lo que nos conduce a cumplir deberes con la naturaleza y Dios Padre, porque forma parte de nuestra fe (LS, 64). En tal sentido, reconocemos, a partir de la fe misma compromisos ecológicos ineludibles, como nos recuerda S.S. Juan Pablo II en Centesimus annus (1991, 31):” Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno”. La forma de actuación y de concebir esta intervención a la naturaleza mediante la manipulación de la información para justificar proyectos políticos o económicos nos conduce a la sospecha de la existencia de intereses particulares que prevalecen sobre el bien común. Antes de concluir, cito textualmente: “El medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos. Quien se apropia algo es sólo para administrarlo en bien de todos. Si no lo hacemos, cargamos sobre la conciencia el peso de negar la existencia de los otros” (LS, 95). Ruego a Dios porque en la próxima Asamblea de la Conferencia Episcopal de Venezuela se apruebe un acuerdo al respecto. Asimismo, exhorto a las agrupaciones de apostolado que hacen vida en la Iglesia se hagan sentir con pronunciamientos y actividades educativas.
En junio de este año, las FARC y el gobierno de Colombia anunciaron el fin del conflicto armado y el 24 de agosto 2016, firmaron el Acuerdo Final entre las partes. En ambas ocasiones el anuncio fue recibido con alegría, lágrimas, besos, abrazos y un estado de exaltación entre la multitud que la veía en pantalla, un gran jolgorio. Parecía como una de esas reuniones carismáticas de predicadores tele-evangelistas en los EE.UU. Igual que en esas reuniones, no cabía la duda, la fe exigía una creencia ciega en lo anunciado y él que discrepaba, dudaba o simplemente tenía alguna pregunta está condenado a las llamas eternas del infierno. La manera en que las ONG y los mal llamados “intelectuales de izquierda” han abordado el tema de la paz, es como una de esas iglesias, y no obstante algún que otro artículo o declaración que habla de la necesidad de discutir la paz, lo que menos se puede hacer es discutirla de forma crítica. Quieren “discutir” la paz de la misma forma que un evangélico discute un versículo de la Biblia, o un musulmán fundamentalista el Qu’ran, es la realidad que debe estar equivocada y no el versículo del texto sagrado, en nuestro caso, el Acuerdo Final. Pero nos incumbe discutirla. La Paz que nos espera
¿Qué clase de paz nos espera? ¿Cuáles son los alcances de esa paz? Y ¿la izquierda realmente está pensando en seguir luchando después de la firma de la paz? Son preguntas que nos deben preocupar. Las declaraciones hechas en La Habana por el comandante de las FARC nos arrojan algunas luces sobre lo que ellos están pensando y el camino que piensan trazar. En el discurso anunciando el final de conflicto, Timochenko dijo que las fuerzas armadas fueron las adversarias de las FARC “en adelante tenemos que ser fuerzas aliadas por el bien de Colombia. Su infraestructura y recursos pueden ponerse al servicio de las comunidades y sus necesidades, sin desmedro de sus capacidades para cumplir su función constitucional de guarnecer la frontera.” No es una descripción fortuita, las FARC realmente creen que las fuerzas represoras del Estado serán aliados de ellos y por extensión del pueblo colombiano. El comandante del Ejército tiene otra opinión del asunto y lo describe mucho mejor que Timochenko. En unas declaraciones a El Tiempo el general Mejía botó la siguiente perla. Esta es la transformación de un Ejército que entiende que ganó la guerra. Un Ejército que tiene la estatura, la moral y ética para cuidar, ahora, al enemigo de 52 años. La ONU y las FARC han pedido que ahora en su concentración al llegar al fin del conflicto, y mientras hacen ese tránsito de la ilegalidad a la legalidad que las proteja los soldados colombianos… Para nosotros no es una humillación, para nosotros es un honor porque quien las cuida es quien ganó la guerra, porque quien las cuida es quien queda con las armas, quien las cuida es quien viste los uniformes de la República /1 Es decir, ellos custodian a las FARC. Decir que son aliados es como decir que el INPEC es aliado de los presos recluidos en las cárceles colombianas. Pero el asunto es más de fondo y no sobre quién protege a quien. Pues a fin de cuentas, eso es sólo una muestra visible de la realidad de una organización derrotada, algo que el mismo general resaltó unos días más tarde. Al término de los 180 días de las zonas veredales de tránsito a la normalidad, el Ejército que queda con las armas es el de la República de Colombia. El Ejército que seguirá portando los uniformes de la patria, es el Ejército Nacional. El Ejército que seguirá luchando por la seguridad de los colombianos es el Ejército que ganó la guerra /2 El general nunca habla de ser aliado de nadie sino de servir al Estado colombiano y todo lo que eso implica. Pero hay que preguntar a las FARC si ese nuevo supuesto aliado de ellos y el pueblo es un aliado en todo. Parece que las FARC creen que sí. A los pocos días de declarar el fin del conflicto, el ministro del posconflicto Rafael Pardo (el mismo hombre que legalizó al paramilitarismo en 1994 bajo la fachada de las Convivir) anunció incentivos tributarios para las empresas que inviertan en las llamadas zonas del posconflicto. Según Pardo, “Son las zonas que todo el mundo conoce, las zonas que han tenido conflicto, que por razones del conflicto han tenido oportunidades restringidas, regiones
como el Pacífico Colombiano por ejemplo, o el Chocó o zonas del Nudo de Paramillo.” /3 ¿Qué clase de empresa invertirá en esas zonas, algunas de las cuales son remotas? Empresas mineras y petroleras para comenzar. El jefe de Ecopetrol ya anunció que el fin del conflicto abrirá zonas del país a la prospección energética, zonas que hasta hoy son vedadas a esas empresas. También llegarán empresas del agro-negocio, de palma africana y caña de azúcar entre otras. Aquí no estamos inventando nada, los intentos de empresas extranjeras como Cargill y empresas nacionales como los ingenios caucanos de apoderarse de tierras en esas zonas, ya es de conocimiento público y ha provocado largos debates. La ley de las ZIDRES es una prueba de los planes del gobierno. Timochenkorefirió a esa ley en su discurso. Son zonas donde los campesinos no entran a jugar sino las multinacionales. Cuando lleguen esas empresas, llegaron protegidas y acompañadas por las fuerzas estatales. ¿Será el Ejército un aliado de las FARC y el pueblo en ese momento también? Una pregunta que los hinchas del proceso nos deben responder. También si una protesta campesina frente a las Zidres altere la paz, ¿qué dirán? Podemos decirlo ya. Pedirán a los campesinos que acaten a la ley y el orden en nombre de la paz. Las FARC están definiendo el futuro de los conflictos sociales, legitimando no sólo el Estado sino sus fuerzas represivas, que tanto sangre de dirigentes sociales han derramado en los últimos 50 años. No se quedaron en eso. También están legitimando el imperialismo gringo y preparando el país por una nueva, pero a la vez, no tan nueva relación con los EE.UU. y de paso sus multinacionales. No hay que decir que las FARC igual que las ONG y los “intelectuales de izquierda” ya tienen muy buena opinión del imperialismo europeo, algo que es de vieja data, aun cuando el papel de las petroleras europeas en el conflicto es bien conocido. En una entrevista concedida a la televisión rusa, Timochenko dijo: Para nosotros está claro que este proceso se está dando gracias al visto bueno de los EE.UU. Al fin y al cabo, fueron los EE.UU. quienes metieron un impulso grande al conflicto en Colombia en la implementación del Plan Colombia, destinaron más de 10.000 millones de dólares, pero igualmente destinaron a asesores, mercenarios que estuvieron haciendo inteligencia, asesorando a las distintas unidades militares. En la guerra se involucró con todo lo que tenía… acompañado de Inglaterra e Israel y no pudieron derrotarnos. ¿Qué estamos viendo? Que está involucrando en intentar alcanzar la paz, por eso no pierde su naturaleza, su naturaleza [imperialista] se mantiene /4 Reconoce la naturaleza de los EE.UU. pero cree en sus bondades a la hora de alcanzar la paz en Colombia, mientras bombardea a Irak, Siria y Afganistán y además cree que ellos y el Estado colombiano reconocen su error de bombardear a Marquetalia. No hay nada que indica esa voluntad de paz ni reconocimiento de uno o varios errores en el pasado. Lo que ha cambiado es la “amenaza” que representan las FARC para los gringos. No es por nada que en 2006 las FARC mandaron un mensaje verbal a Uribe, a través de Henry Acosta que decía /5 Lejos están las luchas por la tierra, y la justicia social reemplaza cualquier pretensión socialista. Claro, las ONG, no obstante sus declaraciones, en la práctica no creen en la justicia social y, por supuesto, menos en el socialismo, y así están muy contentos. Creen en su propio bienestar y piensan lucrar de la paz como lo han hecho de la guerra.
El comienzo de un nuevo camino Iván Márquez presenta una imagen de las negociaciones que no sólo dista de la realidad de las FARC sino niega el papel que han jugado las organizaciones campesinas, obreras y de derechos humanos a lo largo de los últimos 50 años. Según ese comandante de las FARC. El acuerdo de paz no es un punto de llegada, sino el punto de partida para que un pueblo multiétnico y multicultural, unido bajo la bandera de la inclusión, sea orfebre y escultor del cambio y la trasformación social que claman las mayorías. Hoy estamos entregando al pueblo colombiano la potencia transformadora, que hemos construido durante más de medio siglo de rebeldía, para que, con ella, y la fuerza de la unión, empiece a edificar la sociedad del futuro, la de nuestro sueño colectivo, con un santuario consagrado a la democracia, a la justicia social, a la soberanía y a las relaciones de hermandad y de respeto con todo el mundo /6 Bonitas palabras (y el resto del discurso es más bonito todavía), que se dedique a la escritura una vez desmovilizado, pero lo que dice no es cierto. Puede que tenga razón sobre el punto de partida, el tiempo nos dirá, aunque no lo parece. Sin embargo, no es cierto que ellos están entregando una “potencia transformadora”, pues el pueblo siempre lo ha tenido, y las organizaciones campesinas y obreras lo han demostrado muchas veces, en los paros, las protestas y en las muertes que ellas han puesto, no están empezando a edificar una sociedad nueva, sino llevan más tiempo que las mismas FARC en construirla. Curioso que las FARC igual que el Estado niegan la agencia que las comunidades han demostrado repetidamente. Es obvio que el conflicto no termina, no sólo porque el ELN no ha acordado nada con el gobierno, sino porque los conflictos sociales continúan y el Estado reserva el derecho a responder ante las movilizaciones de la población, con mecanismos legales (Policía, Ejército, Fiscalía) y extralegales como los paramilitares. Dos días después de firmar el Acuerdo Final, un dirigente A’wá fue asesinado en Tumaco y justo en horas de dar una última revisión a este artículo llega la noticia del asesinato de tres campesinos en el municipio de Almaguer, Cauca, donde las empresas mineras están intentando entrar. Los “intelectuales de izquierda” quienes han guardado un silencio sepulcral sobre los problemas de lo negociado en La Habana, apenas ahora comienzan a señalar que no es el fin del conflicto y no resuelve todo, es decir resuelve bien poco o nada, pero da la oportunidad de trazar un camino distinto. En cierto sentido tienen razón, pues la opción armada desaparece para muchos, pero sólo se puede trazar un camino distinto si se quiere. Ya sabemos que las FARC no están pensando en eso y existen muchas razones para pensar que esos “intelectuales de izquierda”, las ONG y muchas organizaciones tampoco lo están pensando. Si no fuera así, habrían dicho algo sobre el acuerdo agrario que se limita a reiterar la legislación vigente sin mayores cambios. Su silencio desde su publicación nos dice todo sobre lo que podemos esperar de ellos sobre este y otros puntos. Son fieles al Estado, no al pueblo. El ELN y la Paz
El ELN publicó un comunicado en que decían que primero no se sentían cobijados ni obligados a nada por el contenido de los acuerdos firmados por las FARC. Esto es obvio, pues es una organización distinta, con una historia propia, un recorrido propio y con una ideología propia, no obstante los puntos en común. También dijeron que los acuerdos no solucionan nada y exculpan al Estado de su responsabilidad. Se evidencia que el objetivo principal de la comandancia de FARC, es convertirse en una organización legal, aceptando unos acuerdos que exculpan al Estado de su responsabilidad en el desarrollo de la guerra sucia y el Terrorismo de Estado, a la vez que deforman los fundamentos esenciales del Derecho a la Rebelión. Así, el gobierno niega la naturaleza política del alzamiento armado y mantiene intacto el régimen oprobioso de violencia, exclusión, desigualdad, injusticia y depredación /7 El comunicado dio paso a una reacción furiosa de las ONG y “intelectuales de izquierda” lloriqueando por el atrevimiento de los elenos de no someterse al Estado y además criticar el vacío contenido de lo acordado en La Habana. Camilo González Posso reconoció que las demandas del ELN son temas que han sido abordados por académicos y otros, pero a la vez expresó su preocupación que el ELN estaba pidiendo demasiado, algo no alcanzable. La Declaración del ELN expresa discrepancias con la esencia de los acuerdos alcanzados por el Gobierno y las FARC en La Habana. Es una discusión conocida y sobre la cual se deberá entrar en detalle en temas como los de justicia, participación o alcance de las reformas en materia rural, política, verdad o de los derechos de las víctimas. Si estuvieran de “acuerdo en lo esencial” otra sería la realidad de las negociaciones. Lo cierto es que el ELN pretende lograr en la mesa más de lo que han logrado las FARC en reformas sociales y pactar el enjuiciamiento al Estado para que reconozca su responsabilidad en la guerra sucia y el genocidio, como parte del terrorismo oficial. Todas esas pretensiones pueden entenderse como entrada al proceso pero no deberían asumirse como líneas rojas pues es poco probable como están las cosas que el gobierno pacte en Quito una condena por terrorismo de Estado que no se ha podido lograr en 20 años de movimientos sociales y reclamos nacionales e int ernacionales /8 Otros fueron más enfáticos en su condena a los atrevidos elenos. Por su parte Lucho Celis denunció al ELN en términos que serían de risa en otro contexto, los cuales nos dan una muestra por dónde van los ongeros en la paz. Replican una vieja frase “quién no está conmigo está contra mí”. Según Celis: Hay que abonarle al ELN su claridad para decir que no comparte este acuerdo de paz, lo cual lo ubica en identidad con el uribismo. Así difieran en sus argumentos, lo cierto es que en el extremo izquierdo donde está el ELN hay distancia y crítica frente al proceso con las FARC al igual que en el extremo derecho donde se ubica el Centro Democrático y el liderazgo de Álvaro Uribe. …el ELN se ha afincado en una agenda maximalista como derrotero para la solución negociada y quiere que el futuro acuerdo de paz toque todos los temas que desde su ideario político y comprensión de futuro considera que deben ser cambiados, así como incluir “las transformaciones necesarias para modificar la realidad del país” /9
Aquí tenemos un perfecto ejemplo de lo que significa la paz para los onegeros, “intelectuales de izquierda” y demás hinchas del proceso. No hay que hablar de transformaciones sociales, eso es maximalismo y las comunidades que pelean por la tierra, contra la gran minería etc. son el espejo de una extrema derecha liderada por Uribe. Hay que tener algo claro, en lo socio-económico Uribe y Santos no tienen ni la más mínima diferencia, es una de las repetidas mentiras de las hinchas del proceso que hay dos modelos de país en discusión. El segundo punto es que Celis, señala, quiéralo o no, como lo han hecho los medios a lo largo del conflicto. Hay un enemigo interno y si uno no acepta la propuesta del Estado es el aliado del enemigo o fantasma de turno que se invente. La nueva mantra es la paz, y hay que repetirla una y otra vez y aceptarla sin críticas, ¡todos por la paz como sea! peluqueros por la paz, pasteleros por la paz, pero no habrá prostitutas por la paz, esa corona la robaron un cortejo de los mal llamados intelectuales hace mucho tiempo. Si el ELN se equivoca en algo con su comunicado es que llegó cuatro años tarde. El punto en que nos encontramos hoy era previsible y algunos lo señalamos desde bien temprano en el proceso. De haberlo hecho antes, el ELN pudo comenzar un debate público sobre los alcances de un proceso de paz con las FARC y también con ellos. Si los “intelectuales de izquierda” hubiesen analizado y criticado públicamente el proceso, si hubiesen bregado por un proceso abierto, si hubiesen discutido críticamente los acuerdos, hoy tendríamos otro debate y podríamos proponer una Asamblea Constituyente, tal como las hinchas del proceso nos aseguraron las FARC no sólo iban a conseguir sino que no aceptarían menos. No fue ni la primera ni la última mentira que se les cayó de la boca. Asamblea Constituyente La idea de una Asamblea es buena, puede reunir a distintos sectores de la sociedad, sectores de izquierda y sectores democráticos, quienes no abundan en el país pero sí existen. Circulan por internet unos artículos del ex presidente de la Corte Constitucional, Jaime Araujo Rentería, donde clama por una Asamblea Constituyente, en vez del Plebiscito convocado por el 2 de octubre. Sus argumentos son sólidos, es más democrático, se puede discutir el futuro del país y a diferencia del plebiscito no es un escenario donde tenemos que aceptar o rechazar todo. Sin embargo, el gobierno rechazó esa idea hace rato y las FARC se arrodillaron sobre este punto enseguida. Es de notar que uno de los problemas en el proceso con el ELN es precisamente su insistencia en mecanismos de participación del pueblo. Las FARC, sin embargo, como buenos estalinistas no tienen mayor problema en excluir al pueblo. Sin embargo, una Asamblea Constituyente, no nace de la nada. Tiene que surgir como parte de un proceso y una demanda popular. Empero, este proceso se hizo a espaldas del pueblo y realmente no hay demandas populares, sino demandas de las ONG. El Plebiscito Entonces, el 2 de octubre Colombia votará sobre el Acuerdo Final. O eso dicen. La realidad es más compleja. No existe ninguna alternativa real al Acuerdo Final, no hay opciones reales en el plebiscito, es sí para poner fin a la balacera con las FARC o no para seguir en ese conflicto. La llamada opción de Hobson, eso o nada. Es probable que la gente vote que sí, pues a fin de cuentas ¿quién quiere la guerra? Pero en la práctica no hay una
votación sobre el contenido del Acuerdo Final, no habrá una discusión sobre eso. ¡Y menos mal! Pues se garantiza impunidad para los militares, un no rotundo, a una reforma agraria, y una impunidad total para los empresarios que financiaron a los paramilitares o mandaron matar, por nombrar solo tres cosas. Si los colombianos tuviesen que votar sobre el contenido del Acuerdo Final sería problemático. Hay organizaciones sindicales como Sinaltrainal quienes discrepan con varias partes del Acuerdo Final pero dicen que votarán que sí, y piden una Asamblea Constituyente. Además afirman que no quiere decir que ellos aceptan las políticas sociales del Estado y el gobierno de Santos ni que acepten las violaciones de sus derechos, por el simple hecho de formar parte de los acuerdos. Pero es diciente, después de cuatro años negociando en La Habana, el país no va a votar sobre lo negociado sino sobre poner fin a la balacera con las FARC o no. La izquierda y las organizaciones sociales no están debatiendo los méritos de lo acordado, porque saben que poco o nada tienen de bueno. No existe una condena más contundente de las negociaciones de los últimos cuatro años, que al fin de cuentas a nadie le importan a la hora de votar. La envergadura de la derrota de las FARC se ve en la irrelevancia del contenido de sus acuerdos en la vida nacional. Bienvenido el fin del militarismo de las FARC, nada grato el reformismo que lo reemplaza 1/ El Tiempo (24/08/2016) „Cuidar a las FARC no es humillación, es el triunfo sobre el enemigo' www.eltiempo.com 2/ El Tiempo (29/08/2016) 'El ejército que quedará con armas es el de la República de Colombia' entrevista con María Isabel Rueda www.eltiempo.com 3/ RCN (17/06/2016) “Habrá incentivos tributarios para empresas que inviertan en zonas de posconflicto”: Consejero Rafael Pardo. www.rcnradio.com 4/ RT (29/08/2016) Detrás de la noticia: Entrevista exclusiva con Timoleón Jiménez 'Timochenko', con Eva Gollingerwww.rt.com 5/ Jesús Pérez González-Rubio, Semana (25/08/2016) La paz es el camino, www.semana.com 6/ Discurso de Iván Márquez, La más hermosa de todas las batallas www.pazfarc-ep.org 7/ ELN (08/08/2016) Por La Paz, La Resistencia Continúa: Declaración De La Dirección Nacional Y El Comando Central, del Ejército De Liberación Nacional www.eln-voces.com 8/ González Posso, G. (08/08/2016) El ELN y La Paz Completa, www.indepaz.org.co 9/ Celiz, L.E. (17/08/2016) Las condiciones del ELN para negociar: ¿convicción o estrategia? www.pacifista.co Envió LACM - postaporteñ@ 1657 - 2016-09-03