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Consejos para los que presentan películas
Fabrice Henriot. Pastor
La XXIX.ª Convención de AEGUAE, celebrada entre los días 5 y 8 de diciembre de 2003, en Tortosa, estuvo dedicada a «El cristiano ante el cine». Esta interesante convención se centró en dos grandes temas: el valor de la conciencia propia para saber discernir las películas que son convenientes ver (y cuáles no) y el valor actual del cine como herramienta de evangelización.
A continuación presentamos una serie de consejos prácticos que nos dejó Fabrice Henriot, ponente de la convención y pastor en Francia, para todos aquellos que estén interesados en utilizar el cine como herramienta de trabajo.
Las siguientes sólo son sugerencias que no agotan todas las posibilidades.
APUNTES GENERALES
- La dinamización de una película no es ni una conferencia ni un monólogo, sino un debate, que se basa en una apreciación y un cuestionamiento interactivos. - Sin embargo el dinamizador que ha trabajado sobre la presentación de la película está a menudo en posesión de informaciones que el resto de espectadores no poseen: debe poder integrarlas en el debate, mezclándolas con las reflexiones que la película les ha suscitado.
RECOMENDACIONES BÁSICAS
- Hablar, pero sobre todo, hacer hablar y dejar hablar. - Estimular permanentemente el debate por medio de preguntas, si es preciso dirigiéndose directamente y personalmente a uno u otro de los participantes. - Seguir el plan trazado y evitar salirse del tema tratado. - Controlar el tiempo. - Controlar la dinámica grupal dando la palabra, evitando que varias personas intervengan a la vez y evitando las discusiones en pequeños grupos. - Siempre volver a las imágenes, pero evitar las cuestiones demasiado complejas que turben a los participantes.
EL DEBATE Tiempo: generalmente una hora.
I) BREVE PRESENTACIÓN GENERAL (máximo 1/4 a 1/3 del tiempo total)
- Algunas palabras sobre el realizador: nacionalidad, fechas, un resumen de su filmografía, su estilo, sus temas predilectos. - Breve presentación de la película: duración, origen, fecha, principales nombres de los títulos de crédito, eventualmente un breve resumen. - En ocasiones es necesario situar la película en su contexto histórico, político, económico, cultural o social. - Eventualmente, la acogida que la película ha recibido entre la crítica especializada y el público.
II) CONDUCCIÓN DEL DEBATE
A. 1. er tiempo: Apertura del debate
Es el momento más delicado. El dinamizador, que hasta el momento ha sido el único que ha hablado, da la palabra al grupo para que este participe activamente. Para ello, ha preparado preguntas abiertas susceptibles de suscitar reacciones inmediatas entre los participantes. Por ejemplo, las preguntas pueden versar sobre: - La reacción en caliente, después del primer impacto, de los espectadores en relación con la película.
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- El título (o su traducción). - El cartel y el impacto mediático de la película. - Una primera aproximación a los temas de la película. - Una escena o una imagen, importante para la interpretación de la película. (A menudo es útil preguntar cuáles son la primera y la última escena del film, las mismas resumen frecuentemente la dinámica y el sentido).
B. 2. º tiempo: El desarrollo del debate
Es preciso retomar el hilo siguiendo el plan que se ha preparado, continuar dando la palabra a los miembros del grupo e impedir que las imágenes dejen de hablar. Los puntos abordados, que dependen de la película y del dinamizador, pueden ser, entre otros: - La estructura de la película, ritmo, construcción dramática. - Los personajes y la interpretación. - Los lugares, la época, el contexto histórico y social. - Los temas tratados. - Los puntos fuertes, los puntos débiles. - La realización.
C. 3. er tiempo: La conclusión
Las posibilidades son varias. Por ejemplo: - ¿A quiénes les ha gustado la película y a quiénes no les ha gustado? - ¿Qué es lo primero que se recuerda? - ¿Se abrían podido abrir otras vías de debate?
La siguiente check-list detalla los distintos puntos tratados con anterioridad.
CHECK-LIST
Hay siete puntos esenciales a tener en cuenta en el análisis de una película. El orden de los distintos puntos es susceptible de ser modificado.
a. Estructura y desarrollo - Resumen de la película. - Dividir la película en partes, duración de estas partes, evolución de una a otra, ¿hay puntos que sean eslabones de engarce?, ¿cuáles? - Tiempo: ¿cuánto tiempo dura la película? ¿Es un desarrollo con continuidad temporal o hay diversos segmentos temporales? - Rapidez o lentitud de la narración. - El modo de narración: ¿es lineal?, ¿utiliza flashbacks?, ¿elipsis? - ¿La historia se desarrolla en un solo lugar?, ¿en varios? ¿Las escenas son estáticas o al contrario el ir de un lugar a otro o el viajar juegan un papel importante?
b. Los lugares - Los interiores y los elementos que lo constituyen (mobiliario, decorados, etc.). - Los exteriores (paisajes urbanos, marítimos, rurales, desérticos, etc.). - La importancia relativa entre escenas de interior y de exterior. - Los monumentos.
c. La época y lo que la caracteriza
d. Los personajes - Los personajes principales. - Los personajes secundarios. - Lo que caracteriza a unos y a otros, así como las relaciones entre ellos. - Su evolución. - Su vestimenta, los objetos a los que se asocian, sus modos de vida.
e. El ambiente - Ambiente social, familiar, cultural. - ¿Juega un papel importante en la película?
f. Los temas - ¿Cuál es el asunto nuclear de la película? - ¿Qué temas son los abordados por el realizador? - ¿Cómo se desarrollan estos temas y mediante qué imágenes?
g. La realización - El tipo de planos utilizados (panorámicos, medios, profundos, planos de conjunto). - Los movimientos de cámara (planos fijos, travellíngs, panorámicos). ¿Es un realizador con un movimiento fluido de cámara, la mueve sin cesar o, por el contrario, trabaja a menudo con imágenes fijas? ¿Qué es lo que esto entraña en relación al significado de la película? - El montaje (lento, rápido, con transiciones por
«cut» o por fondo). - Los encuadres, la composición de imágenes. - La luz, la manera en que es tratada, su papel. - El sentido de las imágenes y su significado simbólico. - El sonido (diálogos, música, ambiente sonoro, fuera de campo).
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Una aproximación a la apocalíptica en el Antiguo Testamento
Víctor Armenteros Cruz. Seminario Adventista de España
Límites de los diferentes tipos de profecías
Una visión panorámica del fenómeno profético nos ayuda a comprender e identificar los diferentes textos. Bajo el palio de la «profecía» se resguardan distintas actividades proféticas. La mayoría se pueden clasificar por el tiempo de cumplimiento de lo profetizado. Podemos dividir dicha clasificación en las siguientes partes:
a) Profecías a contemporáneos. Se identifican como profecías a corto plazo, usualmente a individuos y con responsabilidades sociales. Suelen acompañarse de mensajes de admonición, reprobación o consuelo (v.g.: David y Natán). b) Profecías a medio plazo. Vinculadas con naciones o individuos de gran trascendencia (v.g.: Ciro). Se relacionan con eventos de juicio. Una subdivisión de esta clasificación serían las profecías mesiánicas. c) Escatología. 1 Son profecías destinadas a las postrimerías de los tiempos. 2 La temática estriba en las vicisitudes del pueblo de Dios y el juicio posterior. d) Profecías cronológicas. Marcadas por límites progresivos y temporales se desarrollan a través de largos períodos de la historia, e) Apocalíptica. Nombre aplicado por primera vez en el Apocalipsis de Juan. Destacan por desarrollar extensos períodos de tiempo de la historia con la peculiaridad literaria de presentar mensajes cuasiherméticos y simbólicos.
Las estructuras literarias de los cuatro pri- meros tipos de profecía son comunes: mensa- jes directos, autoría divina (gran cantidad de ellos comienzan con «Así dice Yavé» – wayomer yhwh), el profeta se comunica directamente con Dios, etc. La apocalíptica, sin embargo, emplea una estructura diferenciada.
Definiendo el término apocalíptico
El término apocalíptico es de cuña reciente. 3 Es por ello que su definición no está delimitada to- talmente.
Definamos por contraste. Debiéramos comen- zar por diferenciar apocalíptica de apocalipticis- mo. Mientras que el primer término hace referen- cia a un proceso profético y literario, el segundo se refiere a una actitud social (religiosa o no) an- te los eventos que nos circundan. El cambio del año mil de nuestra era estuvo jalonado de apo- calipticismo, actitud que generó temor o desen- freno ante el supuesto fin del mundo.
Frente al concepto escatología dirá Vicente Collado Bertomeu:
«...La apocalíptica interpreta revelando –fre- cuentemente con alegorías– los distintos perío- dos de la historia, entre los cuales incluye el fi- nal del mundo. La escatología, por su parte, no es una mera especulación de las cosas últimas,
1 Una monografía que da un nuevo aire a las interpretaciones y filosofía escatológicas es la obra de MOLTMANN,
Jürgen, Teología de la esperanza, Salamanca: 1989. 2 Deriva del término griego εσχατο (esjato) que significa final o último. 3 No es hasta el siglo XVIII, con el espíritu histórico-crítico, que no se cuestiona globalmente la fecha de composición de Daniel y su vinculación con libros esotéricos, no canónicos, posteriores. Es entonces cuando se comienza a hablar de literatura apocalíptica.
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sino que está íntimamente relacionada con la historia, y su raíz –no obstante su carácter transcendente– se encuentra en la experiencia religiosa de la historia y del tiempo.» 4
D. S. Russell va a situar la apocalíptica entre el judaísmo bíblico y el judaísmo normativo posterior. 5 Para Friedrich Lücke era un género tardío de la profecía. 6 Adolf Hilgenfeld la identifica como prehistoria del cristianismo. Albert Schweitzer vindica la ética del reino de los cielos como clave para comprenderla. No será hasta finales de los ochenta que se realizará un análisis totalmente literario de los textos con J. J. Collins. Él va a indicar que es:
«[…] a genre of revelatory literature with a narrative framework, in which a revelation is mediated by an otherworldly being to a human recipient, disclosing a transcendent reality which is both temporal insofar as it envisages eschatological salvation, and spatial insofar as it involves another, supernatural world.» 7
Esta definición se refiere no sólo a los textos apocalípticos veterotestamentarios sino, además, a los intertestamentarios. Apoya esta idea G. Aranda cuando indica:
«[…] yo diría que se trata de una nueva percepción del poder de Dios en los cielos y en la tierra, que actúa directamente o por un intermediario (mesías), venciendo el mal, cuyo origen y fuerza están por encima del hombre, y salvando a los justos bien inmediatamente tras la muerte bien al final de la historia humana. Esta percepción es sentida como proveniente de una revelación de Dios, y expresada mediante un lenguaje simbólico; […]» 8
Discrepo de las definiciones previas por comparación con otros textos. Hallamos intermediarios en otros estilos bíblicos (narrativos: los ángeles que visitan Sodoma y Gomorra, el ángel de Yavé; legales: Moisés ante el pueblo, el Sumo Sacerdote en el yom hakkippurim; profecía mesiánica: Isaías; etc.), vencimientos al mal (sapienciales: Job), juicio en el final de los tiempos (profecía escatológica).
Coincido en que el fenómeno de nueva revelación y el lenguaje simbólico sí que identifican con claridad los textos apocalípticos. ¿Por qué? Entiendo que la clave está relacionada con el momento histórico y la envergadura de estas profecías.
Apocalipsis y exilio
Es indudable que los apocalipsis bíblicos están vinculados con fenómenos de exilio, destierro y vuelta.
Uno de los libros de los que más bebe el Apocalipsis de Juan es el Éxodo. 9 Es interesante observar como un desterrado (Juan) menciona a otro desterrado (Daniel) con una terminología del destierro (Éxodo). Por otra parte, un texto para desarraigados sin templo (Ezequiel, un sacerdote en la dispersión) se asemeja a un sermón para judíos que van a perder su templo (Pablo, un religioso en la diáspora). El destierro es la coyuntura que cataliza al profeta para percibir la panorámica global de su pueblo.
Cuatro han sido las hipótesis sobre el origen de la literatura apocalíptica, todas ellas vinculadas con el exilio:
a) Origen mesopotámico o persa de los textos. b) Desarrollo del mito de Génesis 6:1-4. c) Desarrollo de la profecía (Isaías 55-66). d) Desarrollo del pensamiento como dimensión trascendente. 10
Propongo una quinta explicación dentro del marco histórico del exilio. Me baso en la referencia de Daniel 12:4 ante la incapacidad del autor por comprender el texto:
«Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá y la ciencia aumentará.»
4 Excelente tesis sobre escatología. COLLADO BERTOMEU, Vicente, Escatología de los Profetas, Valencia: 1972, p. 16. 5 C.f. ARANDA PÉREZ, G., en Estudios Bíblicos, El destierro de Babilonia y las raíces de la apocalíptica, vol. LVI (1998), p. 335 citando a RUSSELL, D., The Method and Message of Jewish Apocalyptic, Filadelfia: 1964. 6 C.f. SCHMITALS, Walter, La Apocalíptica, Introducción e interpretación, Bilbao: 1994. El autor realiza una panorámica visión de la historia de la definición apocalíptica. 7 COLLINS, John J. Introduction: Towards the Morphology of a Genre. en Semeia 14 (1979): 1-20. El número 14 de Semeia está dedicado especialmente a la literatura apocalíptica. 8 ARANDA PÉREZ, G., Op. cit., p. 339. 9 C.f. Simbolismos del Antiguo y Nuevo Testamentos en http//www.apocalipsis.org/s-symbol.htm. 10 Véase ARANDA PÉREZ, G., Op. cit., pp. 341-347.
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El libro debe estar cerrado hasta el tiempo del fin para que entonces, y sólo entonces, sea comprendido. Es por esta razón que, quizá, se empleen los símbolos en este tipo de literatura. El texto debe tener un carácter hermético en cuanto a su cumplimiento. El autor, y suponemos que los lectores coetáneos, tienen acceso a intuir que estas «revelaciones especiales» tienen gran trascendencia histórica pero no captan las aplicaciones concretas a la historia.
Los lectores y oyentes de la profecía estaban acostumbrados a comparaciones (pastores, ovejas, arcilla que se rompe, esposas adúlteras, lobos, etc.) y parábolas. La aplicación semántica era fácil y directa. No es así con la profecía escatológica. El receptor no estará preparado para su comprensión total hasta el tiempo del fin. No radica, la interpretación, en un fenómeno hermenéutico sino temporal. Hasta que las profecías no se hallan cumplido no serán comprendidas.
El exilio es, una vez más, un punto de inflexión, de cambio espiritual, de reflexión histórica. Con el destierro desaparecerá la idolatría y la monarquía davídica y surgirá la apocalíptica y el judaísmo nomista.
Elementos de la apocalíptica veterotestamentaria
G. Aranda 11 sistematiza los elementos esenciales de la apocalíptica atendiendo a cuatro parámetros:
a) Lenguaje: reiterativo y simbólico, emplea animales 12 y metales. b) Estructura: acomodada al relato de las visiones. c) Contenido: origen del mal, catástrofes cósmicas, exaltación del pueblo de Dios, el
Mesías, el mundo futuro, etc. d) Doctrinas: la trascendencia de Dios.
David Lozano Medina 13 identifica los elementos siguientes:
a) Lenguaje: repetitivo, con discursos extensos, cifras y números tienen un papel importante, animales simbólicos. b) Estructura: pseudoepigráficos (hace referencia a los libros no canónicos), el profeta es transportado a lugares celestes. c) Contenido: largas secuencias históricas representan la lucha del bien y el mal, juicios, catástrofes. d) Doctrina: habla de la resurrección, del nuevo eón.
G. Aranda, 14 con relación al destierro, plantea algunas novedades temáticas:
a) La presencia continuada del tema del destierro. b) Una nueva visión de la historia. c) Conciencia de novedad en las revelaciones divinas. d) Nuevas ideas sobre el Mesías. e) El origen del mal y el diablo.
Un elemento común a la profecía escatológica es que da seguridad al pueblo de Dios sobre su vindicación en el momento del juicio y que Yavé controla los días y la historia.
Daniel: un modelo a reproducir
No sabemos con certeza si el primer capítulo de Ezequiel fue escrito antes que los textos apocalípticos de Daniel. Sí podemos afirmar que como corpus, Daniel es el primer texto apocalíptico de la Biblia. Su texto es un continuum que llega hasta el final de los tiempos. Pero un continuum que admite otros textos complementarios. Su concreción de la historia es una franja que corre con diferentes anchuras. Es por ello que, fácilmente, genere imitaciones. Las veraces (Zacarías, Apocalipsis de Juan) concretarán las franjas más estrechas y continuarán aclarando la historia. Las verosímiles (textos apocalípticos intertestamentarios y cristianos) se centrarán en el fenómeno cósmico y supranatural perdiendo, así, el parámetro inmanente de la historia. ¿Fue consciente Daniel que generaba un nuevo estilo literario? Seguramente que no. Daniel es consciente que el texto es veraz y por su veracidad es hermético. La lectura del apocalipsis Daniel es la que va a generar los apocalipsis posteriores. De igual manera que la profecía va a generar falsos profetas, la sabiduría espúreos textos sapienciales y la narrativa textos históricos reescritos, la apocalíptica de Daniel se con
11 ARANDA PÉREZ, G. «Apócrifos del Antiguo Testamento» en Literatura judía intertestamentaria, Estella: 1996, 268. En las páginas 269-270 presenta una buena bibliografía del tema. 12 Una reflexión sobre los animales en la profecía la podemos encontrar en el artículo de DENTON, Don, Apocalypticism and Jewish Resistance in the First Century, http//private.fuller.edu/-talarm/iss2/iss2a2.html. 13 LOZANO MEDINA, David, Rabinismo y exégesis judía, Barcelona: 1999, p. 84. 14 ARANDA PÉREZ, G. óp. cit en Estudios Bíblicos, 348-353.
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vierte en un estilo literario imitado. Y es ahí, en la imitación (Zeitgeist – alienation), donde, a la vez, se separan de Daniel. El Dios que ve los tiempos no se ve en ellos. Hemos de esperar hasta el Apocalipsis de Juan para que el fenómeno se repita.
Textos apocalípticos en el Antiguo Testamento
Hay diferentes listas de los textos apocalípticos del Antiguo Testamento. En algunas se incluye a Jeremías, Isaías, Malaquías e incluso algún Salmo (v.g.: 2). Comparto con Vicente Collado Bertomeu 15 que muchos de estos textos no son apocalípticos sino escatológicos.
Podemos identificar con claridad tres autores como apocalípticos:
a) Ezequiel.
El autor comienza el libro con una visión de seres vivientes claramente simbólica. Los capítulos dedicados a la visión del templo (a partir del 40) se enmarcan en la estructura de visión propia de los apocalípticos: un ser especial le muestra el mensaje, se encuentra en un mundo que no es la tierra ni el cielo, observa una representación simbólica del templo.
El pueblo necesitaba tener la seguridad de una reconstrucción del Templo. Dios presenta como podría ser dicho templo si el pueblo le es fiel. Tristemente la visión no pudo ser cumplida.
b) Daniel.
El más extenso de los libros apocalípticos del Antiguo Testamento presenta una estructura de quiasmo. El encabezamiento de la parte histórica presenta un proyecto global que posteriormente se completa en el pueblo de Israel y el pueblo de Dios tras la muerte del Mesías. Incluye profecías cronológicas que concretan los textos apocalípticos. La visión de intermediarios e imágenes celestiales se equipara con las concreciones históricas.
c) Zacarías.
El joven compañero de Hageo se enfrenta ante la desilusión y el cansancio de la reconstrucción de Jerusalén. Sus mensajes alternan las profecías inmediatas con las apocalípticas. Las visiones de mensajeros de Dios y del sacerdote Josué se enmarcan en el mundo extraterreno propio de la literatura apocalíptica. Otros textos apocalípticos
El modelo que va a representar Daniel tomaría cuerpo en otros textos apocalípticos. De igual manera que los mensajes de ley de Esdras y Nehemías involucionarían hacia una actitud nomológica en las sectas fariseas (perdiendo el espíritu de la ley), los textos apocalípticos intertestamentarios presentan un género cósmico y espectacular más propio de actitudes de apocalipticismo que de profecía (pierden el espíritu nuevamente y toman tan sólo la forma).
Algunos de estos textos son: 16
a) Primera apocalíptica judía (desde el siglo III a.C. hasta el año 70 d.C.). 17 • I ENOC (circa 225 a.C.) que tiene 5 secciones en diferentes composiciones. El
Libro de los Vigilantes presenta la noción de juicio y muerte. • EL LIBRO DE LOS JUBILEOS (circa 150- 100 a.C.). • ORÁCULOS SIBILINOS (libro III, circa 150 a.C.). • TESTAMENTO DE LOS 12 PATRIARCAS (siglo II a.C.). • SALMOS DE SALOMÓN (circa 48 a.C.). • TESTAMENTO DE MOISÉS (6-36 d.C. pero basado en uno anterior del siglo II a.C.) • MARTIRIO DE ISAÍAS (siglo I d.C.). • ROLLOS DEL MAR MUERTO (desde el siglo II a.C. hasta el 69 d.C. Un ejemplo es el Rollo de la Guerra – Sefer Hamilhamah) • VIDAS DE ADAM Y EVA (70 d.C.). • APOCALIPSIS DE MOISES (70 d.C.). • TESTAMENTO DE ABRAHAM (circa siglo
I d.C.). • II ENOC (Libro de los secretos de Enoc –circa siglo I d.C.). b) Apocalíptica judía posterior y apocalíptica cristiana. • ORÁCULOS SIBILINOS (libro IV – circa 80 d.C.). • II ESDRAS (IV EZRA) (circa 80-90 en los capítulos 3-14 y posterior en los capítulos 1-2, 15). • II BARUC (después del 90 d.C.). • APOCALIPSIS DE ABRAHAM (circa 70- 100 d.C.). • III BARUC (circa siglo II d.C.). • ORÁCULOS SIBILINOS (judíos y cristianos, libro V, circa siglo II d.C.).
15 COLLADO BERTOMEU,Vicente, Op. cit. 16 La mayoría de estos textos podemos hallarlos en la obra de DÍEZ MACHO, A., Apócrifos del Antiguo
Testamento, Madrid: 1982.
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• APOCALIPSIS DE PEDRO (principios del siglo II d.C.) • EL PASTOR DE HERMAS (principios del siglo II d.C.)
La pseudoepigrafía es una de las características, juntamente con un enfoque cósmico de la visión histórica, de estos libros.
Vínculos sociales entre Daniel y Ezequiel con Apocalipsis y Hebreos
Entrando en conversación con los textos apocalípticos 18 de la Biblia podemos contemplar algunos paralelismos interesantes. El texto bíblico es el resultado de las necesidades del mundo y del pueblo de Dios en ciertos momentos del devenir histórico. Los mensajes llegan hasta los hombres en los momentos adecuados. Es entonces cuando Dios suple la problemática del hombre con certezas y seguridades.
Un momento histórico de importancia relevante para el pueblo de Dios fue el exilio a Babilonia, igualmente la destrucción del Templo en el año 70 d.C.
Es interesante observar los mensajes de Dios en esos períodos temporales:
a) Ezequiel – Hebreos. El pueblo, en el exilio de babilonia, se encuentra desarraigado, temeroso de la destrucción de su templo, de la desaparición de la monarquía davídica.
Necesita un mensaje que le dé seguridad: el templo será reconstruido. Con un mensaje apocalíptico, Dios revela lo que vendrá si el pueblo es fiel y mantiene su certeza.
Zacarías también trabajará en esta línea de acción. En el año 70 d.C. la situación va a ser similar. El pueblo se va a encontrar indeciso y sin referentes por la destrucción del templo. Previamente Dios envía un mensaje de consuelo: este templo es tan sólo una sombra del celestial, los sacerdotes actuales son inferiores al sacerdote celestial.
Ezequiel, un sacerdote en el exilio, va a dar un mensaje de esperanza a los judíos del canal de Quebar. El autor de los Hebreos, un fariseo en la diáspora, va a dar certeza a los miles de judeocristianos que se expandan por el imperio romano con la única atadura del templo celestial. b) Daniel – Apocalipsis. El pueblo en el exilio se cuestiona quién controla la historia y los imperios. El exilio a Babilonia es un punto de inflexión que obliga a cuestionarse a Yavé como un Dios local frente al Yavé como juez del tiempo y señor del universo. El pueblo va a recibir su mensaje de una manera críptica para que observe como se cumple al pasar los tiempos, para que cuando se cumpla crea. Es como el mago que pone la solución en el sobre, crea asombro cuando se produce el hecho y este sobre es abierto.
En el Apocalipsis de Juan el pueblo, nuevamente, vuelve a cuestionar su actitud geocentrista. La iglesia sale al mundo, ¿cuál va a ser su futuro?, ¿qué luchas tendrá que confrontar? El Apocalipsis, nuevamente, en un lenguaje codificado, presentará los días y las luchas.
Daniel, el exilado en Babilonia, pasa de ser un joven en contacto con Dios a un anciano que aconseja. En el proceso de su vida contempla el proceso de la historia, o lo que intuye de ese proceso. Juan, el exilado en
Patmos, pasa de ser el joven discípulo de
Jesús al anciano consejero de la iglesia. En el proceso de su vida contempla el proceso de la iglesia, o lo que intuye de ese proceso.
Estos textos apocalípticos corren los siglos hasta el final del tiempo. Desde aquí, desde nuestra perspectiva, contemplamos el significado de la historia que hemos vivido y la presencia de Dios en ella. Ahora, en los tiempos de exilio espiritual, podemos saber que el juez cósmico, el señor de los días nos acompaña, nos da mensajes de seguridad y consuelo. Él hace nuevas a Jerusalén y a Canaán. Él aclara los símbolos, transforma los tipos, revela el futuro. Y constatamos que llegará el día en que «se acabarán las profecías» porque «el amor nunca deja de ser».
Me dijo: “Estas palabras son fieles y verdaderas. El Señor, El Dios de los espíritus de los profetas, Ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos Las cosas que deben suceder pronto.” (Apocalipsis 22:6)
17 Esquema extraído de http//www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/shows/apocalypse/primary/white.html. 18 C.f. TRACY, David, Pluralidad y ambigüedad, Madrid: 1999.
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Rubén Sánchez Sabaté. Estudiante
El presente artículo pretende ser una introducción a la antropología del Antiguo Testamento. En él se trata de dilucidar qué simbología, función o significado era atribuido a cada uno de los miembros del cuerpo humano, sin olvidar el concepto del ser humano completo como resultado de la acción divina.
Antes de centrarnos en los diferentes componentes del cuerpo humano, sería interesante apuntar brevemente el concepto que se tenía del hombre en general en el Antiguo Testamento.
El hombre era el único animal hecho a imagen y semejanza de Dios y, a partir de esta premisa, junto con el relato de la creación podemos deducir los siguientes puntos: 1
- El hombre es ser en el mundo, es decir, nace de este mundo por voluntad divina y morirá en éste mismo. - El hombre está llamado a ser mayordomo de la creación. 2 - El hombre está vinculado con el animal en el aliento y la comida. 3 - El hombre ha sido creado para estar en comunión con Dios, pues apartó un día sólo para ese fin.
¿Pero qué es el hombre? El hombre es el milagro producido por la coordinación de una seria de factores que hacen posible la Vida. Una cosa tan abstracta como es la vida encuentra su representación concreta en la cultura hebrea en dos «partes» del cuerpo aún más abstractas: el aliento y la sangre. 4 El aliento porque se siente y la sangre porque no deja de fluir. Ambos hacen posible la vida: el primero introduce el oxígeno en los pulmones; el segundo lo transporta a toda parte del cuerpo necesitada del preciado gas.
El aliento, en hebreo ~y‹tˆm:$“ n, es un atributo propio del hombre vivo, en contraposición al hombre muerto (Job 27:3;1 Reyes 17:17; Josué 11:11).
El aliento como señal de vida muestra al hombre en unión indisoluble con Yahvé. 5
No hay más que recordar que fue Dios mismo el que le inspiró al hombre el aliento de vida. 6 El aliento, pues, como función fundamental de la vida humana, deberá mantener al hombre unido a su creador y conservador, al Dios que se encoleriza y se compadece. 7
La sangre es la sede de la fuerza vital física como tal. 8 Representa la vida humana. La sangre derramada que no se entierra clama desde la tierra debido a que ésta posee una fuerza animística que Jehová puede escuchar (Génesis 4:10) «La vida de toda carne es su sangre» (Levítico 17:14).
Explica Wolf que la sangre, al ser la que alberga la vida, es sólo de Yahvé y que, por lo tanto,
1 PIKAZA, Xavier. Antropología bíblica. Del árbol del juicio al sepulcro de pascua. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1993, p. 63. 2 Génesis 1:28. 3 PIKAZA, Xavier. Op. cit., p. 63. 4 WOLF, Hans Walter. Antropología del Antiguo Testamento. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1975, p. 87. 5 Íbid., p. 88. 6 Génesis 2:7. 7 WOLF, Hans Walter. Op. cit., p. 89. 8 Íbid., p. 89. 9 Íbid., p. 91.
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los israelitas no tenían derecho a comerla. Sí, en cambio podían comer la carne, puesto que ésta provenía de la tierra, al igual que el hombre, no como la sangre que sólo pertenece a Yahvé.
Derramar la sangre humana es también un pecado contra la imagen de Dios:
«Pero este respeto no se funda en las realidades de la vida misma, sino en que aliento y sangre están ordenados a Yahvé, por lo que no es propiamente vida la que no tenga una constante unión con él ni tenga en él su meta última.» 9
Una vez tratados los dos elementos más difíciles de concretizar, pasaremos a estudiar las vísceras. Entre ellas la más importante es el corazón. Proverbios 14:33: «En el corazón del prudente reposa la sabiduría, pero no es conocida en medio de los necios». El término e‹y(•m (corazón) significa todo el vientre y las vísceras, al igual que los órganos sexuales interiores. El vientre se denomina a“+“ B e incluye el claustro materno 10 y el estómago 11 .
Pocos son los órganos internos nombrados en el Antiguo Testamento: «El Antiguo Testamento no tiene término propio para designar pulmones, estómago e intestinos, pero sí para hígado, hiel y riñones». 12
Hígado En hebreo d–b‡K aunque aparece mucho en la literatura acádica, no lo hace tanto en la hebrea. Forma parte del sacrificio. También usado como una de las prácticas del rey de Babilonia para consultar los oráculos. En Proverbios leemos una comparación en la que se presenta el caer en los brazos de la mujer ajena a una flecha clavada en el hígado, que produce la muerte. Esto parece indicar que el hígado es un órgano vital. También se usa para describir un dolor enorme. 13
Hiel Al igual que el hígado, tiene mucha importancia para la existencia del ser humano.
Riñones Junto con el corazón uno de los elementos más significativos. De los riñones se habla solo en plural y son hechos con un motivo especial por Dios. Seguidamente veremos dos características atribuidas a los riñones:
- Blanco de dios a la hora de castigar a los hombres. (Job 16:13 y Lamentaciones 3:13) - Sede de la conciencia. En Salmos 16:7: «Bendeciré á Jehová que me aconseja: Aun en las noches me enseñan mis riñones».
En Jeremías 12:2 leemos: «cercano estás tú en sus bocas, mas lejos de sus riñones». Se dice que es Yahvé quien examina corazón y riñones. En el salmo 73 se presentan los riñones junto con el corazón como los órganos de los más finos sentimientos.
«El interior del cuerpo del hombre es con sus órganos al mismo tiempo sujeto de los movimientos espirituales y éticos del hombre.» 14
Corazón El término antropológico más importante es b•l que se traduce casi siempre por «corazón». Es usado casi únicamente para referirse a una parte del hombre y es nombrado muchas más veces que los demás miembros corporales. Veamos pues que entendían los israelitas por b•l. En 1 Samuel 25:37 leemos: «entonces se le apretó el corazón en el pecho, y se quedó como una piedra. Diez días después, Jehová hirió a Nabal, y éste murió». Queda claro, entonces, que el término b•l no podía referirse al corazón, pues no hubiera tardado 10 días en morir. Lo más probable es que se refiriese a alguna función cerebral. 15 Un estudio detallado del término corazón en el Antiguo Testamento parece sugerir que «las actividades esenciales del corazón humano en la Biblia son de índole espiritual-psíquica». 16 Veamos algunas de ellas:
- Sentimientos: estratos irracionales del hombre (Salmos 25:17). - Deseo: intenciones veladas, anhelos profundos (Salmos 21:3). - Razón: funciones intelectuales y racionales (1 Samuel 25:37). Es debido a este múltiple significado que se ha llegado a pensar que el hombre bíblico se guía más por los sentimien
10 Génesis 25:24. 11 Proverbios 13:25. 12 WOLF, Hans. Op. cit., p. 94. 13 Lamentaciones 2:11. 14 WOLF, Hans. Op. cit., p. 97. 15 Íbid., p. 64. 16 Íbid., p. 64-68.
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tos que por la razón, pero según Wolf, no es otra cosa que una traducción no diferenciada del término b•l. - Decisión: para el judío el decir y el hacer apenas se separan, al igual que el conocer y el elegir, y el oír y el obedecer. 17 Por esto podemos decir que el corazón es el órgano al que también se le atribuye la voluntad humana.
Extremidades «Para las extremidades del hombre vale lo que para los órganos internos, o sea, que la parte concreta del cuerpo es considerada junto con sus actividades y capacidades. Incluso fenómenos espirituales se atribuyen a las extremidades.» 18 En Salmos 51:10 podemos ver un claro ejemplo: los miembros quebrantados se alegran por el perdón recibido. El término empleado para designar a todos los miembros en general es e“c“ (. 19
Para referirnos a la pierna y el pie: l“g“r En Deutero-Isaías 57:7 dice que los pies de los que dan buenas nuevas son amables, no por su belleza sino por su función: haber transportado una buena nueva.
En Génesis 30:30 dice literalmente que Dios bendijo a Jacob «según su pie» pero debe entenderse como «conforme a mi gestión, mis medidas, el progreso que he conseguido». 20
El término que determina las extremidades superiores es ‚( owr: z como se lee en 2 Samuel 1:10. El brazo va muy ligado a la fuerza bruta. Cuando se dice que el brazo de Moab fue destruido se entiende que fue su fuerza para la lucha la que fue destruida. Prestar el brazo entre naciones significaba prestar poder militar. Hasta se puede hablar de brazo como de todo un pueblo o estado. 21
La mano (dˆy) sin embargo, tiene un significado totalmente diferente. Estrechar la mano de otro compañero significa que se está dispuesto a ayudarse mutuamente, es, como no, señal de amistad.
También la mano tiene un sentido de control. Estar en mano de alguien viene a decir que ese alguien tiene poder sobre el objeto en cuestión. Un ejemplo claro se puede leer en Job 2:6. Es tanto así que muchas veces la mano pierde su significado literal y sólo se quedará con el significado figurado: poder. 22
Se diferencian la mano derecha de la izquierda para simbolizar la fuerza en contraposición a la debilidad, la sabiduría frente a la necedad, y la felicidad frente a la desdicha. 23
También los dedos de la mano y del pie, referidos como ( ƒB:c“), tienen un significado. Se pueden usar para hacer señas ocultas, 24 pues son mucho más precisos que la mano entera. Es esta misma precisión la que se destaca a la hora de explicar cómo los paganos construían sus ídolos, con sus dedos, dando a entender que el resultado era fruto de la más alta exactitud. Un claro ejemplo se puede leer en Salmos 8:4, donde se alaba la magnífica obra de los cielos y la tierra como obra de los «dedos de Dios».
Una vez comentado el tronco y las extremidades, sólo nos queda ver la simbología que se atribuye a la cabeza. El término hebreo empleado es $)or y su significado es muy parecido al nuestro de hoy en día. La cabeza sirve para contar al hombre en medio de la multitud 25 y para referirse a la vida de éste (por eso en 1 Samuel 28:2 leemos «custodio de la cabeza», dando a entender la vida). Al igual que nosotros, inclinar la cabeza es un acto de humillación en el Antiguo Testamento; pero si ésta es levantada no sólo señala el final de esa humillación sino que también viene a significar la reposición en un puesto. La cabeza es, pues, imagen de todo lo superior y dominante. 26
Si la cabeza era la parte más importante, el rostro aún lo era más. 27 Dicen que la cara es el espejo del alma, pues las emociones, los sentimientos y las razones se reflejan en ella de forma inequívoca. Los israelitas destacaron los ojos, la boca y los oídos, ya que éstos son los que caracterizan la comunicación humana.
17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 Íbid., p. 77. Íbid., p. 99. Jueces 19:29. WOLF, Hans Walter. Op. cit., p. 99. Íbid., p. 100. Proverbios 18:21 “.H‡y :r ŠP l^kƒ )Oy †hy“b,h_ )»:w aOwi#†l-dƒy:B yYI ƒx:wæt“ w~‡m I WOLF, Hans Walter. Op. cit., p. 101. Proverbios 6:13. Jueces 5:30. Para aprender más acerca de la cabeza, véase WOLF, Hans Walter. Íbid., p. 107. Op. cit., p. 101.
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Los que más importancia tenían eran los órganos de la visión y del oído. Ellos eran los necesarios para la formación de la persona en los caminos rectos de Yahvé. 28 Es por eso que se comparará la pérdida de la vista y del oído con la pérdida de la vida, pues no es vida humana aquélla que no puede comunicarse con sus órganos característicos.
Si nos centramos en el oído descubrimos que éste era capaz de movilizar a un hombre: 29 no sólo las palabras buenas o malas pueden modificar el estado de ánimo de un ser, sino que éste puede salvar su destino eterno según escuche a su oído o no. «Constitutivo para la humanidad del hombre es el escuchar.» 30 Moltmann lo expresará así: «El hombre que cerrando su oído parte de sí mismo y en sí mismo permanece, no sólo se hace inhumano entre los hombres, sino que se autodiviniza frente a Dios». 31
Es posible que debido a ese concepto de dominio que tiene la oreja sobre el ser humano, ésta devino símbolo de propiedad. Cuando un esclavo, después de seis años de servidumbre, decidía pertenecer para siempre a su amo se le colocaba un pendiente en la oreja como señal de esclavitud perpetua. Podríamos decir que ese hombre tenía el oído comprado y sólo debía escuchar órdenes de un solo señor.
Y finalmente llegamos a la culminación del ser humano. Ésta se da en la boca, órgano que puede reproducir lo que vista y oído han percibido. Y si estos han recibido un llamado de Dios, será gracias a la lengua que puedan responder a él, y eso es el privilegio humano. 32 Es curioso ver como en la Biblia se explica la plenitud del hombre muy relacionada con la lengua: «Mis labios se alegrarán cuando cante para ti; y mi alma, la cual redimiste. Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día». 33
Estatura La estatura del hombre en el pueblo israelita está muy ligada a su valía personal. Cuanto más alta sea la persona más tiene ya ganado a primera vista. Será por eso que Saúl parecía el más indicado de cuantos había para ser rey debido a que «[era] Saúl, joven y hermoso. Entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo» (1 Samuel 9:2).
Una lectura atenta de la historia de Israel nos revela que este pueblo era bajo en estatura (algunas excavaciones parece que así lo demuestran); 34 seguramente estaban acomplejados al respecto y es por eso que hacen continuas referencias a la mayor estatura de los pueblos que los rodean. El episodio de los doce exploradores es un claro ejemplo. Sin embargo el Dios de Israel no se fija en la estatura física de los hombres ni quiere que el hombre se guíe por ella, más bien Él puede destronar a los altos y coronar a los pequeños. 35
Belleza La belleza también fue digna de muchos comentarios. Para los israelitas la belleza empezaba por la ausencia de defecto, 36 como en el caso de Absalón, y acababa en la armonía de los colores y las líneas corporales. Sin embargo, ésta también podía ser causa de perdición, por lo tanto la auténtica belleza es aquélla que combina una apariencia agradable con un saludable diálogo con Dios. 37
Conclusión Esta breve introducción a la antropología veterotestamentaria nos ha permitido observar la gran relación que existe entre nuestro cuerpo y nyestra forma de pensar y de comunicarnos. Gracias a él, no sólo podemos intentar averiguar de dónde vienen nuestras expresiones más comunes, sino también conocernos y entender un poco más como funcionamos.
No hay duda de que nuestro cuerpo ha sido siempre un modelo de armonía, un diseño donde la estética se funde con la funcionalidad.
28 Éxodo 14:13 y Proverbios 15:32. 29 Job 4:12-15. 30 G. von RAD, Wisheit, p. 399, y Predigten, 1972, p. 81, en WOLF, Hans Walter. Op. cit., p.109 31 MOLTMANN, John. El hombre. Antropología cristiana en los conflictos del presente. Salamanca: 1973, p. 33, en WOLF,
Hans Walter. Op. cit., p. 110. 32 WOLF, Hans Walter. Op. cit., p. 110. 33 Salmos 71:23, 24. 34 WOLF, Hans Walter. Op. cit., p. 101. 35 1 Samuel 2:7. 36 2 Samuel 14:25. 37 WOLF, Hans Walter. Op. cit., p. 106.
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