PRESIDENTE Luis Ugalde, S.J. Rector UCAB Venezuela lugalde@ucab.edu.ve
PRIMER VICEPRESIDENTE Fernando Montes, S. J. Rector U. Alberto Hurtado Chile fmontes@uahurtado.cl
SEGUNDO VICEPRESIDENTE Aloysio Bohnen, S. J. Rector UNISINOS Brasil abohnen@helios.unisinos.br
SECRETARIO EJECUTIVO Gonzalo de Villa, S. J. Rector URL Guatemala rector@url.edu.gt
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UNIVERSIDAD
Argentina
Facultades de Filosofía y Teología Dr. Gonzalo de San Miguel Zarazaga, S. J. Universidad Católica de Córdoba Miguel Petty, S. J.
Brasil
Faculdade Sao Luís Fundaçao Educacional Ignaciana "Pe. Sabóia de Medeiros" PUC/RIO UNICAP UNIFEI UNISINOS
RECTOR
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Mieczyslaw Smyda, S. J. Theodoro Peters, S. J. thpeters@unicap.br cristina@unicap.br Jesús Hortal, S. J. hortal@reit.puc-rio.br Theodoro Peters, S. J. thpeters@unicap.br cristina@unicap.br Dr. Márcio Rillo reitoria@fei.edu.br Aloysio Bohnen, S. J. abohnen@helios.unisinos.br marlise@helios.unisinos.br
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(55)(11) 41095994 (55)(51) 5908305
(55)(21) 31141000 (55)(21) 31141608 (55)(81) 32164000 (55)(81) 34230541
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(57)(1) 3208320 (57)(2) 3218200
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Chile
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Fernando Montes, S. J. fmontes@uahurtado.cl
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UIA - Torreón
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Nicaragua UCA
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Max Michel, S. J.
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Gonzalo de Villa, S. J. Etapa de transición
Luis Ugalde, S. J. La red de universidades AUSJAL y globalización Fernando Montes, S. J. Una universidad al servicio de Chile
Jesús Azcargorta Notas de reunión. Encuentro de universidades AUSJAL: estrategias para micro, pequeñas y medianas empresas (MPYME) Susana Di Trolio Encuentro andino de universidades
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jesuitas "identidad, espiritualidad y universidad"
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Antonio Marzal El Encuentro: reflexiones sobre el II Encuentro Internacional de Facultades y Escuelas de Derecho Jesuíticas
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José Ribadeneira E. Junta Directiva Ampliada AUSJAL
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Homenaje al padre Alberto Hurtado en su próxima canonización.
Jesús María Casal y Lolymar Hernández Seminario internacional “Desafíos del Estado Social y Democrático de Derecho”
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Luis Felipe Polo G. Hacia la consolidación de la Red en Derechos Humanos
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celebrada en mayo pasado en Quito, dan fe de ello. Es claro que falta mucho por hacer, que aún tenemos muchas oportunidades para crecer y que la complejidad de la región nos exige nuevos ritmos y grandes esfuerzos, pero estamos avanzando en la vía correcta. Recientemente, y luego de meses de trabajo, la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional, ACDI, aprobó el proyecto para la construcción de la Red Latinoamericana de Investigación y Educación en Derechos Humanos –RedLeidh–, un proyecto com-
sta carta marca una nueva transición en la Secretaría Ejecutiva de AUSJAL. A mediados del año pasado, y después de la Asamblea General de Rectores celebrada en UNISINOS, fui nombrado Secretario Ejecutivo de AUSJAL en sustitución de Xabier Gorostiaga, quien se encontraba enfermo, pero que con optimismo nos lanzaba mensajes desafiantes para el quehacer de una asociación de universidades latinoamericanas como la nuestra. Recientemente he sido nombrado Obispo Auxiliar de la Ciudad de Guatemala, puesto que asumiré el 25 de septiembre al concluir mi rectorado en la Universidad Rafael Landívar el próximo 28 de septiembre. Durante los años y meses precedentes, como Vicepresidente primero y luego como Secretario Ejecutivo de AUSJAL he sido testigo de los pasos que hemos dado desde que en 1999 se organizó, con el financiamiento del Centro Magis, el Centro de Apoyo de AUSJAL con sus dos sedes (Guatemala y Venezuela). Las actas de nuestra reunión de Junta Directiva Ampliada,
plejo e interesante que emprenderemos a partir del mes de octubre por un período de seis años y en el que estamos estructurando alianzas con universidades, organizaciones no gubernamentales y otras redes en Canadá, Europa y América Latina. Con igual agrado recibimos la noticia de la aprobación, por parte del Centro Magis, de un proyecto ambicioso de formación docente en tecnologías aplicadas a la educación. Encabezada y diseñada a lo largo de los
dos últimos años por un equipo comprometido de educadores e informáticos de México, Guatemala, Uruguay, Colombia y Venezuela, la iniciativa arrancará en los próximos meses y busca contribuir a la mejora permanente del capital humano vinculado a nuestras universidades. Estamos avanzando también en la negociación con e-Technologies y The Economist para la adquisición de acervos bibliográficos electrónicos para las universidades. De concretarse de manera positiva, esta primera experiencia de negociación colectiva puede abrirnos las puertas para futuros convenios que repercutan en importantes ahorros y mejores servicios para nuestros estudiantes y académicos. Una clara señal del compromiso asumido por todos se manifestó este año con el puntual y total cumplimiento de los aportes en cuotas para el 2004. Debo hacer un sincero reconocimiento y agradecer esta muestra de apoyo a la gestión. Sin embargo, no todo ha sido positivo en este período. Tenemos que lamentar la irremediable pérdida de Óscar Jaramillo, un amigo que, además de importante colaborador en la Javeriana de Cali, fue un activo Enlace de AUSJAL. Finalmente, no puedo dejar de reconocer a los rectores que recientemente han dejado estos cargos por el apoyo que durante su gestión dieron a AUSJAL. Les deseamos muchos éxitos en sus nuevas responsabilidades a Javier Pérez, de la Universidad del Pacífico; al padre Enrique González Torres, de la Iberoamericana-Ciudad de México; al padre José María Monteoliva, de las Facultades de San Luis; y al padre José María Cantó, de las Facultades de Filosofía y Teología de San Miguel. Agradezco a todos su confianza.
El poder, la necesidad, la ética y la utopía El poder, la necesidad y la ética, desde que sabemos de la humanidad, no andan de la mano y en armonía. A los que tienen necesidad les falta poder; quienes gozan de poder parecen menos interesados en someterlo a la ética. También parece igual de antigua la utopía que nos lleva a soñar en una nueva realidad en la que se dan la mano el poder y la ética y desaparece el estado de necesidad. Las nuevas épocas históricas surgen desequilibrando las culturas establecidas y nacen con particulares desajustes entre poder, necesidades o ética, hasta que se logran nuevos equilibrios. Así ocurrió en Europa con la Revolución Industrial y las revoluciones cultural y política que la acompañaron. La primera industrialización fue un extraordinario salto productivo en la historia, pero estuvo acompañado de situaciones dantescas en minas, fábricas y aglomeraciones proletarias; con hambre, miseria y explotación en condiciones inhumanas de trabajo durante jornadas increíbles. Todo ello sin ley
y con prohibición de que la ética se metiera en ello. Luego vino el estado de bienestar generalizado con la ética y las leyes reguladoras, el cual encauzó las nuevas posibilidades productivas. En los momentos más duros de la explotación a mediados del siglo XIX, se avivó la utopía y fueron soñadas diversas formas de paraíso socialista, que movilizaron a millones de trabajadores y dieron sentido y orientación a sus luchas. Al mismo tiempo, el instinto de adaptación y supervivencia de los poderes llevó a la sociedad capitalista a entender que, para el sistema, era preferible el bienestar generalizado y la correspondiente ampliación del mercado que tener proletarios famélicos que nada tienen que perder sino sus cadenas. Luego de décadas de luchas entre sí, la ética, la necesidad y el poder se dieron la mano para producir nuevos equilibrios en sociedades de bienestar a niveles de vida insospechados un siglo antes. En Estados Unidos y en la Europa desarrollada, 1970 es el día de la noche de 1870. Lo mismo podríamos decir de la utopía de la Revolución Francesa: la Europa de 1814 a la caída de Napoleón, ilustre y poderoso hijo de la revolución, distaba mucho de la utopía libertaria e igualitaria; pero se había abierto un proceso
que en 1960 cristalizó en democracias con poderes constitucionales políticamente superiores al antiguo régimen de monarquía absoluta y de estamentos sociales rígidos e injustos. La fatalidad de las utopías es que, cuando son exitosas, paren hijos que apenas se parecen a ellas; pero sin ellas la historia es estéril y no pare humanidad. Globalización y desencuentro entre poder y necesidad Hoy vivimos tiempos de globalización que de nuevo marcan un cambio de época. Tecnologías prodigiosas y unas fuerzas económicas que parecieran ilimitadas hacen de la globalización una realidad indetenible, al tiempo que dejan en evidencia a una humanidad dividida, enfrentada y cercana cuyos componentes no se pueden ignorar: por primera vez todos nos conocemos; estamos informados unos de otros; somos vecinos interactuando –así estemos a 10,000 kilómetros de distancia–; y estamos conscientes de las diferencias raciales, culturales y religiosas y potencialmente enfrentados, pero formando una sola humanidad.
El distanciamiento de pobres y ricos es mayor que nunca. La capacidad de destruir la Tierra como casa común habitable es ya una realidad. Percibimos los frutos amargos de una globalización donde el poder, la necesidad y la ética están divorciados. Al mismo tiempo, empieza a tomar fuerza la protesta y la utopía de que necesidades y poderes pueden ir al encuentro hasta producir una nueva globalización más humana, con mayores niveles de bienestar y de dignidad humana compartida entre los pueblos. Venimos de sociedades nacionales y regionales en las que se había logrado alguna forma de equilibrio con valores y normas que impedían la autodestrucción, y cuyos estados nacionales consagraban como objetivo suyo metas de bienestar colectivo con leyes que incorporaban poder y ética para responder a las necesidades de los ciudadanos de cada país. En la nueva realidad globalizada asimétrica, aparece inocultable tanto el desencuentro entre poder, necesidad y ética, como la condición inhumana de la actual humanidad y el limitado uso que hace de las enormes posibilidades humanizadoras de que dispone. Nuestro problema no es cómo convertir la utopía en realidad (imposible esfuerzo de Sísifo), sino cómo nosotros, con esa utopía en el horizonte y en el corazón y con los concretos materiales de construcción de que disponemos, podemos producir un nuevo orden mundial más humano donde el poder, la ética y las necesidades se encuentren exigiéndose mutuamente y humanizándose. La ética se ha achicado y privatizado, y tiene que agigantarse para poner en relación positiva la necesidad y el poder. La tragedia está en que no aparece ninguna fuente suficientemente vigorosa y efectiva que alimente esa inspiración y fuerza ética. Está claro que el encuentro de la necesidad humana y el poder no se produce, como ofrecían las ilustraciones liberal y marxista, por medio de
leyes cuyo desarrollo inexorablemente conducía al paraíso y al nuevo hombre. Lo que está planteado es que, en este desierto, quien tenga alguna fuente de inspiración y de ética la saque y la ponga a disposición de todos. Hay también algunas novedades en la manera misma de entender cada uno de los tres componentes. Por ejemplo, la ética y la religión, que en el pasado parecían realidades humanas indiscutibles y de superior jerarquía con su deber ser, hoy lucen arrinconadas y acomplejadas. Para cierta cultura ambiental incluso carecería de sentido la pregunta fuera de lo factual: lo que es, es lo que debe ser, parecieran pensar muchos. Una ética –no importa cuán sublimes sean sus concepciones, ideales y principios– que no logra convertirse en inspiración, motor y fuerza interior de mucha gente y no media con efica-
“...perder la inspiración cristiana realmente operante es una pérdida grave para nuestras sociedades.”
cia y autoridad entre el poder y la necesidad (con reconocimiento de ambas)... esa ética, decimos, pierde realidad. Con ello, el enfrentamiento entre el poder y la necesidad se vuelve más destructivo e inhumano: quienes malviven en la necesidad no aceptarán pacíficamente el orden impuesto por quienes lo hacen por el mero hecho de tener el poder de hacerlo. Siempre existe la posibilidad y la alta probabilidad de que la ética sea manejada (al igual que la religión) solamente para autojustificarse y para denunciar o dominar al otro. En realidad, la ética que no sea tomada en serio para orientar la propia conducta no es ética, sino disfraz.
La red AUSJAL y la globalización Aquí nos preguntamos: ¿qué hacer desde las universidades y como universidades latinoamericanas ante una realidad globalizada, que parece reforzar los problemas de América Latina?; ¿las universidades no estarán contribuyendo a agravarlos en lugar de aportar soluciones?; ¿qué es y qué pretende ser la red de universidades jesuitas de América Latina? El total de universidades jesuitas civiles llega a un centenar en el mundo. Si añadimos los grandes centros de formación eclesiástica, la cifra pasa de 150. En América Latina somos 28 universidades civiles bajo responsabilidad de la Compañía de Jesús con un total aproximado de 230,000 estudiantes. Cifra grande por un lado, pero pequeña si recordamos que hay unos 10 millones de estudiantes latinoamericanos de educación superior. La importancia y significación de esta red y de la Asociación (AUSJAL) que las agrupa, depende del grado de operatividad como red y como asociación y de que su identidad específica sea algo operante y no meramente retórico. Asimismo, su trascendencia histórica depende de su capacidad de decir, de hacer y de formar para incidir en el cambio en las formas actuales del poder hacia su encuentro con las necesidades y con la ética y su interrelación en nuestras sociedades; todo ello con clara visión del condicionamiento globalizador que las marca y que será crecientemente decisivo. Es importante comprender que la globalización ya no es sólo un condicionante exterior, sino que modela nuestras sociedades desde muy adentro. Inspiración cristiana y universidad Lo primero que debemos abordar, sin presuponer ni continuar con las rutinas heredadas, es la pregunta: ¿tiene sentido y es conveniente y necesario que, entrados en el siglo XXI, las universi-
dades de AUSJAL acentúen su inspiración cristiana? Recordemos que grandes universidades estadounidenses (Harvard, Columbia...) de identidad fundacional cristiana, hoy son plenamente laicas. Probablemente consideran (implícita o explícitamente) que este estadio es superior y más adaptado a lo que hoy exige el mundo de sus universidades. Pues bien, nosotros consideramos que no; que perder la inspiración cristiana realmente operante es una pérdida grave para nuestras sociedades. La globalización alternativa que se desea no es posible sin una fuerte inspiración y motivación capaz de ir a contracorriente, pues (en contra de lo que suponía la Ilustración) no basta que algo parezca racional para que la humanidad lo haga. Asimismo, la construcción de sociedades latinoamericanas inclusivas y gobernables donde ética, necesidades y poder (nacionales e internacionales) se encuentren de manera constructiva y efectivamente humanizadora, requiere una inspiración fuerte y movilizadora de millones de conciencias y de talentos para la conjugación humanizadora de la ética, el poder y las necesidades. No se puede remitir esa inspiración movilizadora sólo a las iglesias, pues se requiere una ética dentro de los saberes, poderes, tecnologías...; no afuera o al lado de donde se toman las decisiones en una sociedad secular. Si las universidades no sirven para eso, se convierten en reflejos reforzadores del desorden establecido. Dicho de otra manera, por mucho que la universidad denuncie los males del neoliberalismo, de la globalización, de la creciente pobreza, de la unipolaridad mundial, del individualismo posesivo o de la intolerancia de los fundamentalismos, no tiene ni fuerza ni inspiración para remontarlas ni para regular sus acciones e instituciones. Salvar la común casa de la Tierra y cuidarla para que sea acogedora para las nuevas generaciones; desterrar la guerra y el
armamentismo; y superar la pobreza y la discriminación humana por razones de raza, religión, género, cultura..., parecen objetivos imposibles y muy a contracorriente de las actuales tendencias dominantes en la economía, en la cultura, en el poder y en la tecnología. Hoy ni la familia ni las iglesias ni otros centros tienen la fuerza para contrarrestar y modelar con valores contraculturales imprescindibles, tales como la solidaridad con todo lo que implica. Ni la ética ni el poder ni la necesidad (solos) pueden cambiar la actual globalización, sino que se requiere una cierta interacción de las tres, que actúan cuestionándose y modificándose.
La inspiración cristiana que se afirma en las universidades de la red jesuita en este sentido es contracultural, pero se hace dentro (y no al margen) de realidades culturales clave y muy buscadas, como son nuestras universidades. Cada vez nos parece más cierto que la mayoría de los estudiantes escoge estas universidades porque cree que ser egresado de ellas da mayores probabilidades de éxito futuro en el mercado de trabajo y en el mundo profesional. Las universidades son centros que ayudan al 10% de los latinoamericanos que egresan de ellas a acceder exitosamente a los saberes, poderes y haberes propios de estas
sociedades globalizadas. Creemos que quienes buscan estudiar en universidades de jesuitas lo hacen preferentemente porque esperan que al egreso estén más cerca del éxito. Nosotros afirmamos que, si las universidades de nuestra red carecen de una vigorosa inspiración cristiana traducible en levadura humanizadora en el mundo y en nuestras sociedades concretas, serán instituciones que fortalecerán una globalización problemática en sociedades con permanente amenaza de ingobernabilidad y con creciente pobreza y exclusión. El poder llama al poder y los saberes y haberes se acumulan donde ya están, acentuando así la asimetría. La universidad puede ser significativa para la construcción de una globalización alternativa sólo si es una fuente de formación en valores que dan sentido al reforzamiento de la identidad y al uso solidario del poder, de los saberes y de los haberes para potenciar donde hay debilidad, ignorancia y pobreza. Puede ser significativa para una globalización alternativa. La ciega ley del mercado no lleva, ni en el ámbito nacional ni en el internacional, a intercambios desiguales a favor del débil, sino al revés. No decimos que la inspiración cristiana sea la única posible. Reconocemos otras inspiraciones religiosas o laicas que puedan sustentar y fomentar la solidaridad y el trasvase que fortalezca a los débiles y lleve a un encuentro constructivo entre poder, necesidades y ética. Lo que afirmamos es que las universidades que excluyan o marginen la ética serán instrumentos más eficaces del poder y de la globalización asimétrica que los ejércitos de ocupación. Tampoco pensamos que, por el hecho de afirmar la identidad católica de una universidad o su inspiración cristiana, se siga el fortalecimiento de los valores necesarios para construir una globalización alternativa. Las religiones y la religión cristiana han sido fuente de guerras, de exclusión y de negación de los otros como personas,
como pueblo y como cultura. Incluso han sido también impedimento para la autonomía de las ciencias y de los saberes, de los poderes civiles de la sociedad y del desarrollo económico. Todas estas dimensiones de la vida humana se emanciparon, de una manera trabajosa y conflictiva, del tutelaje eclesiástico; emancipación que no sólo es buena para la sociedad y el Estado, sino también para la identidad cristiana. Al mismo tiempo, las sociedades y las personas necesitan sentido de la vida y valores para que los adelantos y las posibilidades técnicas sean discernidos y puestos al servicio de la humanización pluralista. El reto de las universidades agrupadas en AUSJAL está en afianzar significativa, clara y eficientemente esta inspiración cristiana como distinta de las universidades que defienden una confesionalidad fundamentalista
“La necesidad de valores y de ética es una necesidad pública, aunque de ninguna manera debe ser impositiva.”
(las hay musulmanas, judías, católicas, cristianas de otras denominaciones, budistas...) y de las universidades con un laicismo que rechace toda inspiración institucional valorativa, remitiéndola al fuero interno y privado. La necesidad de valores y de ética es una necesidad pública, aunque de ninguna manera debe ser impositiva. Necesitamos que los grandes movimientos espirituales, religiones y filosofías humanistas ofrezcan sin ocultamientos a nuestra sociedad lo mejor de sí mismas, como afirmación y patrimonio común de la humanidad y no como secta que excluye y condena a los otros, a quienes no pertenecen a ella. En Occidente se ha vivido de rentas de una religiosidad que nutrió de valores, pero que cada vez es más
ajena para las mayorías, que tiene hoy menos de 30 años. Perdura como rezago cultural, pero las sociedades carecen cada día más de fuentes vigorosas que surtan y atiendan a una necesidad pública tan evidente. Afirmar la inspiración cristiana como contradistinta de la confesionalidad fundamentalista (reconocemos que los límites no siempre están bien definidos), significa que la institución universitaria no exige que todos o la mayoría de sus estudiantes y profesores sean confesionalmente católicos, ni impone prácticas religiosas ni creencias propias de una confesión religiosa, pues éstas por su naturaleza han de ser libres y producto de las propias convicciones de conciencia. El camino de AUSJAL En AUSJAL, durante los últimos 10 años hemos hecho un esfuerzo de definición común para trazar en este sentido un camino compartido. Hemos formulado de manera muy concisa dos documentos guías: Desafíos de América Latina y propuesta educativa AUSJAL, de 1995, y el Plan estratégico AUSJAL, de 2001. En ellos expresamos nuestra identidad y los acentos y líneas maestras de la formación universitaria de inspiración cristiana en conformidad con el modo ignaciano en educación. Todo el currículo del estudiante, las materias académicas y las demás actividades formales e informales, deben estar impregnados de esa inspiración y líneas de acción para que la formación que el estudiante reciba esté modelada por esos valores. Asimismo, la institución universitaria como tal tiene ese perfil en la sociedad y en sus actividades; en sus tomas de posición, foros y seminarios estará presente esa inspiración humanizadora. Lo mismo se diga de la selección de sus temas de investigación. En vista de la obligada brevedad de esta presentación, vamos a enumerar seis rasgos (no exclusivos, pero sí importantes) de esta inspiración:
1. Antropología solidaria e inspiración abierta a un Dios trascendente, cercano y hermanador, entendido y vivido como Amor, tal como se nos manifestó con rostro humano en Jesús de Nazaret. En definitiva, en Jesús se nos muestra Dios como Amor trascendente y no como reflejo de los poderes humanos; un Dios que es pura gratuidad y que revela el sentido de la vida de cada uno cuando se abre como don hacia los otros. Para encontrarse a uno mismo y su realización, es necesario abrirse a los otros en el nosotros. Esta no es simplemente una verdad cristiana para los cristianos, sino una revelación de la condición humana de toda persona en la que nos encontramos con lo más humanodivino de nosotros mismos. 2. Radical afirmación de la dignidad humana, no instrumentalizable. Hay una tendencia humana a percibir y utilizar todo lo que le es exterior como un instrumento para su realización. Así ocurre con las cosas, los animales y con la naturaleza que rodean a la persona. También está presente en la relación con los demás seres humanos, como vemos en los niños. Esa tendencia requiere el complemento dialéctico de otra tendencia humana a la afirmación del otro en sí mismo. Nosotros nos consideramos como cocreadores del mundo y como cuidadores de su equilibrio, usando las criaturas tanto cuanto nos ayuden, pero de tal manera que no las llevemos al agotamiento y a la extinción ni privemos a las futuras generaciones de una Tierra habitable. En cuanto a los seres humanos, nuestros valores reconocen que, por el mero hecho de ser tales (no por su fuerza, riqueza o belleza), no son éticamente instrumentalizables
y que tienen en sí mismos un fin trascendente y no subordinado a nosotros. Esto es fundamental en una cultura en la que tanto vales cuanto consumas o produzcas; o en sistemas políticos en los que las personas sólo son valoradas como fichas al servicio del poder. Lo mismo se diga de las demás relaciones humanas fundamentales, como son las familiares y las sexuales. La humanización no es algo logrado sino una vocación, una tarea que pasa por el camino que cada uno hace del yo al nosotros. 3. Opción preferencial por los pobres. En los últimos 30 años, la Iglesia latinoamericana redescubrió esta identidad evangélica fundamental y ayudó a que el conjunto de la Iglesia lo recordara. La civilización humana misma debe examinar y aprender a medir su calidad humana por su relación con los pobres, oprimidos y marginados y por su decisión para liberarlos. Desde la orilla y desde las víctimas se ven con particular claridad el valor humano y el
corazón de una civilización. Con frecuencia, las realizaciones culturales deslumbrantes son amasadas con sangre y sustentadas sobre las espaldas de una mayoría de esclavos. Nosotros no proclamamos la opción por los pobres como un principio filosófico ni como una medición racionalista. La Biblia dice que quien maltrata a la viuda, al extranjero, al huérfano y al pobre, se encontrará con la ira de Dios; pues Él es defensor de los débiles. Jesús nos dice que lo que hagamos con el más pequeño lo hacemos con Él. Esa es la dimensión sagrada del pobre, su dignidad irreductible: quien la niega, niega a Dios, niega a la vida. No son separables el amor de Dios y al prójimo, de manera que los creyentes podamos tener aquél sin éste. La relación con el pobre concreto nos da la medida de nuestra fe, de nuestro sentido de la vida, de la calidad de nuestra economía y política. También a esta luz se evalúan nuestros sistemas políticos, económicos y culturales. Sociedades con mayorías excluidas
y empobrecidas revelan sistemas que deben ser transformados o combatidos. Nos esforzamos en que ésta sea una evidencia que empape toda la formación en las universidades de nuestra red. 4. Afirmación de la razón y de los poderes como realidades importantes y ambiguas, necesitadas de desarrollo, discernimiento y ordenamiento adecuado de medios a fines. Como universidad, afirmamos la razón y las ciencias y buscamos el máximo desarrollo autónomo de ellas y de las diversas formas de los saberes. Pero explícitamente tomamos distancia de los restos todavía vigentes de la antigua utopía racionalista de la Ilustración, que proclamaba la plena liberación humana por la razón. Valoramos la razón, el poder y los bienes económicos como medios necesarios para el desarrollo humano, pero explícitamente afirmamos su ambigüedad en cuanto posibilidad (e incluso probabilidad) de ser usados para la deshumanización. Luego de valorar los grandes aportes de la modernidad, vemos en concreto que en el mundo en el que actúan los actores reales hay modos específicos de aplicación de la política, la economía y la ciencia que tienen rasgos profundamente antihumanos y que éstos son dominantes. Aunque el estudiante en su formación ética se prepare para el uso humanizador de todo ello, debemos ser conscientes de que no sale a actuar en un campo neutral en donde hacer buen uso del Derecho o de la Economía es posibilidad abierta y responsabilidad exclusiva de su libertad soberana. No, en el mundo hay una economía y unos intereses dominantes, y las vigentes relacio-
nes internacionales de poder no son neutrales. En la práctica va a encontrar graves dificultades la actuación humanizadora para lograr una globalización alternativa superando la pobreza de la mayoría de la humanidad; destinando a educación y salud de los países y de los sectores más necesitados los billones de dólares que hoy se destinan al armamentismo; o desarrollando mecanismos solidarios de transferencia de capitales, de tecnología, de formación..., para hacer fuerte al débil, para que todos los países tengan empleo y desarrollo propio, para que sea eficaz la solidaridad con las generaciones que todavía no han nacido y no privarlas del medio ambiente de calidad, para que haya una autoridad internacional eficaz más
"Nosotros defendemos que la universidad no es sólo para conocer la verdad, sino para aprender a hacer el bien con la verdad conocida."
allá de la ley del más fuerte. Todo esto es celebrado con aplausos mientras sean palabras de discursos protocolares, pero es tratado como subversivo en cuanto se toma en serio para ponerlo en práctica. Todo ello es contenido ético que en la práctica resulta contracultural y hasta subversivo. Nuestras universidades deben fomentarlo, pero saliéndose de toda ingenuidad y sabiendo que la aplicación predominante de la ciencia económica o del derecho internacional no es neutral, sino con frecuencia subordinada a los esquemas de poder mundial predominante. Si se continúa con la
ingenua suposición de que la aplicación del poder o de las leyes económicas es neutral, la universidad seguirá contribuyendo a deformar la visión de la realidad. Las supuestas leyes del mercado cuya predeterminación natural llevaría al equilibrio y al bienestar mundial, entrañan una ideología que deforma la comprensión de su aplicación. Las leyes del mercado (en hipotéticas condiciones de competencia) son importantes como mecanismos de intercambio, como estímulos y como elementos de distribución, pero su abstracción oculta la realidad más de lo que la ilumina. Asimismo, es una deformación pensar que hay alguna sociedad donde el mercado (que por cierto entraña ética y universalidad para su buen funcionamiento) puede funcionar de manera beneficiosa sin una buena institucionalidad. Las potencias dominantes, cuando el producto del rival supera al de ellas en calidad y precio, ponen aranceles y trabas al libre mercado o protegen sus productos en desventaja. Ignorar estos hechos es ocultar la realidad e ideologizar la teoría del mercado. Recordemos los multimillonarios subsidios agrícolas y aranceles defensivos de algunos productos en los países capitalistas más avanzados. Es imprescindible desarrollar explícitamente formas de solidaridad internacional más allá de la lógica del mercado y que vayan a potenciar a los más débiles y su desarrollo económico, social y político. Al mismo tiempo, el mundo necesita una autoridad moral con poder de aplicación y con obligatorio acatamiento y apoyo de todos los estados nacionales. Es una necesidad tan evidente, como lo era en 1890, la necesidad de la autoridad nacional con intervención para proteger a los trabajadores, regular los límites del mercado, compensar las imperfecciones de éste, legislar
sobre el trabajo y desarrollar un sistema tributario con presupuestos públicos caracterizados por grandes trasvases destinados a potenciar a los más débiles con educación, salud, sistema público de seguridad social, servicio jurídico y oportunidades de trabajo. 5. Pluralismo cultural y diálogo. La inspiración cristiana no ha de servir (como a veces en el pasado) para afirmar y defender a los correligionarios y condenar (incluso matar) a los que no lo son. Por el contrario, nos lleva a reconocer al otro como otro en su dignidad e identidad. La radicalidad de la fe nos lleva a afirmar la dignidad de los otros por el mero hecho de ser humanos en un mundo con diversidad de razas, religiones, género, culturas... Por tanto, la universidad desarrolla una conciencia personal y un clima institucional que afirma el diálogo intercultural y la valoración del otro, del divergente, del distinto. 6. Aprendizaje de los valores y práctica universitaria. Para crear una globalización distinta, no basta denunciar los errores y realidades inhumanas de la actual. Hacen falta análisis y clara visión, unidos a una férrea voluntad para cambiar y remontar los obstáculos. Las actuales protestas callejeras antiglobalización apuntan en esa dirección, aunque por ahora sean incapaces de diseñar alternativas. Nosotros defendemos que la universidad no es sólo para conocer la verdad, sino para aprender a hacer el bien con la verdad conocida. Y aquí entran la ética y los valores. No es lo mismo una adhesión intelectual que acepta una información adecuada –el PIB bajó en 4%, el agua se congela a
tal temperatura o la Luna dista tanto de la Tierra– que la adhesión ética y valorativa. En la aceptación ética se implica toda la persona y se compromete su voluntad, afectividad, inteligencia y acción: la verdad ética es asumida de tal manera que orienta toda nuestra acción y estamos dispuestos a dar la vida por ella. ¿Cómo hacer para que millones de personas no sólo repudien los males de una determinada globalización, sino también que la afirmación de la vida digna de los pobres de la Tierra, la defensa de la casa común para las futuras generaciones, el rechazo de la gue-
rra y del armamentismo y el cultivo del diálogo intercultural e interreligioso sean convicciones que muevan talentos, recursos, leyes y vidas hasta crear condiciones de cambio efectivo? En una cultura en la que la ética para muchos es más bien un estorbo, las universidades de AUSJAL defendemos y tratamos de llevar a la práctica la idea de que la verdadera adhesión ética y la vivencia de los valores se da cuando ellos pasan por la cabeza (inteligencia), el corazón (la voluntad y la afectividad) y las
manos (acción inteligente y eficaz). Por eso, la universidad no es sólo para enseñar a pensar, sino a hacer. En la actual asimetría internacional y nacional, es necesario que la universidad organice de manera vivencial el encuentro sistemático de los estudiantes con los sectores más necesitados en un trabajo de trasvase de conocimientos y recursos que fortalezca a éstos y también a aquéllos y a su buen desempeño profesional futuro. Experiencias de solidaridad donde entran la afectividad, la inteligencia, la voluntad y la acción debidamente ordenada. Esa acción puntual en programas pequeños en comunidades populares es un elemento imprescindible para que la universidad y el universitario, desde cada una de las carreras, entiendan su papel y el de su profesión para lograr una sociedad que no excluya, una sociedad gobernable, una economía con oportunidades de trabajo y de competencia para todos; para un mundo con una globalización realmente humanizadora. De ahí que AUSJAL ponga como una prioridad estratégica estas maneras de desarrollar en la experiencia práctica la responsabilidad social, personal e institucional. Hay que potenciar en todo el mundo a los países débiles, y en el ámbito nacional a los sectores pobres y excluidos, con proyectos focalizados, destinados a potenciar sus capacidades productivas, organizativas y de poder, de manera que los hoy excluidos tengan verdaderas oportunidades. La superación de la pobreza y de la exclusión no es algo verbal, sino un largo e inteligente camino de comprensión, de investigación, de compromiso que envuelve a toda la sociedad nacional y mundial. Esas acciones siempre son pequeñas y modestas, pero están conectadas e inspiran planteamientos más globales que afectan el comercio mundial, así como la creación
de la autoridad internacional con criterios éticos válidos para todo el mundo y que buscan alternativas de funcionamiento y regulación para el sistema financiero internacional. Hay que ayudar a descubrir la importancia ética de la relación de determinadas prácticas (que a simple vista pudieran parecer neutrales) con la exclusión y la muerte; y de otras con el fortalecimiento, inclusión y vida de las mayorías excluidas hoy. Si el mercado y sus derivados culturales y conductuales son la suprema ley (sin ordenamiento humanizador ni complemento ni regulación), no se darán los necesarios trasvases solidarios que eleven al débil y que le abran oportunidades a sus talentos y creatividad. El mercado teóricamente opera con intercambio de equivalentes. Si lo hace en realidades muy desiguales y asimétricas, inocentemente opera para acumular el poder y la riqueza de los que ya tienen y la indigencia de los débiles. Según la lógica del mercado, África tiene que dar a Europa exactamente el mismo valor monetario que lo que recibe; el africano o el latinoamericano, mal equipado en términos de la economía capitalista, tiene que competir con los europeos, bien equipados y entrenados dentro de un sistema en el que el poder político-económico del mundo desarrollado influye en los precios de lo que él vende frente a los que paga. Por esta razón, donde prevalecen criterios más globales de integración, como ha ocurrido en la creación de la Unidad Europea, se prevén mecanismos de trasvase de recursos para potenciar a los sectores y regiones más débiles (Grecia, Portugal, sur de Italia, sur de España, etcétera). En pocos años, esa política ha
equilibrado hacia arriba y ha puesto esas regiones en situaciones de competencia y de intercambio mejor. Pero los europeos no sólo hablan de ayuda, sino de Constitución común con una ciudadanía compartida. Por el contrario, si prevalece la lógica del poder dominante, se subsidia y protege (con prácticas antiliberales) a los agricultores de los países desarrollados frente a los de países subdesarrollados. En cierta manera sorprende que el liberalismo a ultranza, cuyas consecuencias inhumanas en los países europeos más adelantados económicamente constituían una evidencia empírica ya para 1890, luego de una industrialización sin leyes ni instituciones ordenadoras, sea propuesto hoy para la globa-
"Los sistemas sociales son exitosos o se hunden como conjuntos; y las instituciones solidarias, empezando por el propio Estado, son fundamentales para ello."
lización. Tal vez sea más correcto decir que sí se entiende, pero que esa visión ética no es asumida como valor y guía eficaz de acción. Esto surgirá, como ocurrió en la Europa del siglo XIX con el Estado, la legislación social y las instituciones públicas, cuando la experiencia y el sufrimiento hagan evidente que peligra la humanidad. Las correcciones surgen como producto de fuerzas aparentemente contrapuestas, pero que en realidad resultan convergentes: las luchas sociales en las que se dan la mano la utopía, la ética y la necesidad (las luchas de los dolientes); y por otra parte los poderes políticos y económicos que se adaptan con
visión de supervivencia y de éxito. En las legislaciones solidarias hoy vigentes en los países capitalistas (sistema fiscal que quita al privado entre 35 y 50 % para el financiamiento público); en los sistemas e instituciones de educación, salud y seguridad pública que financian servicios gratuitos a los que poco pueden contribuir, responden a esa solidaridad institucional donde los que aportan menos reciben igual o incluso más, a fin de que lleguen a tener oportunidades de contribuir más. La solidaridad institucional no es lo contrario del egoísmo, pues hay un egoísmo solidario que, en su búsqueda del propio interés, descubre el bien de los otros, sea para asegurar la ampliación de sus mercados, la paz social o la convivencia y gobernabilidad más seguras y eficientes. Los sistemas sociales son exitosos o se hunden como conjuntos; y las instituciones solidarias, empezando por el propio Estado, son fundamentales para ello. Hoy en las sociedades desarrolladas, con culturas muy individualistas, florecen fuertes instituciones y leyes solidarias; todo esto más allá del grado de generosidad individual. 7. Calidad universitaria. Poco valioso será el aporte de las universidades a la construcción de una globalización distinta, si no son universidades muy exigentes y de alta calidad. De lo que se trata no es de lamentar y denunciar lo mal que está el mundo, sino de contribuir como universidades a la construcción de alternativas mejores. De lo contrario, la universidad no aporta a la sociedad aquello para lo cual la sociedad crea y sostiene la universidad. Hace falta verdadera calidad universitaria para contribuir significativamente a la curación de nuestras sociedades latinoamericanas enfermas y al rescate de lo público y de la política de su actual desprestigio e ineficiencia.
Esta ciudad es parte de la patria que crece, que se renueva y que progresa sin cortar con su pasado. En este lugar fundacional nacemos a nuestra propia independencia. La universidad en la patria que se refunda en medio de los cambios Es verdad, un cambio muy profundo ha golpeado a la puerta. Tenemos la sensación de que nuestra patria se refunda. Ya no es posible echar el vino nuevo en los odres que recibimos de otros tiempos. A nuestra generación y a la que viene nos ha tocado experimentar en nuestra carne lo que es el
ace seis años los invitamos a compartir nuestros sueños. Nos poníamos en marcha tras las huellas de una larga tradición. Nos reunimos hoy para agradecer los pasos dados, para reconocerles al Consejo Superior de Educación y a ustedes el apoyo que nos permitió alcanzar la autonomía. Ella nos constituye desde ahora como una universidad independiente. Los hemos convocado a un lugar donde un puñado de hombres aguerridos fundaron la ciudad del nuevo extremo. Ellos, enfrentando lo desconocido, sembraron las semillas de una patria que hoy todos compartimos. Aquí se entrecruzaron las contradicciones que llevamos por dentro; aquí chocaron la lanza y la alabarda, la piedra y el mosquete; aquí se amaron la india y el soldado, uniendo sangres de altivos mapuches y osados españoles. Aquí nacimos y nuestra historia nos impuso el destino de unir contradicciones, amalgamar culturas y sanar heridas. Desde este lugar alto contemplamos agradecidos la ciudad abigarrada que nos acoge, que nos hace vivir juntos, que experimenta sus más profundos cambios desde los tiempos de Vicuña Mackenna que, entre otras cosas, modificó estos viejos muros de los viejos cuarteles del castillo Hidalgo.
fin de una cultura, la angustia de vivir sin coordenadas claras. Los parámetros que ordenaban la existencia humana se han desdibujado, dejándonos a oscuras en medio de trascendentales encrucijadas. Se nos fue un mundo, nuestro mundo, y vamos penetrando en uno nuevo, provocativo y admirable. Eso genera grandes posibilidades y grandes desconciertos. En este nuevo mundo es preciso que estemos sin huir. No podemos vivir de la añoranza. Somos parte de una época nueva y no es co-
rrecto renunciar a imprimir en ella los aportes de nuestra tradición. Toda esta mutación que agita al mundo rebota con vigor en nuestra América Latina. Hemos pasado de la edad de piedra al Internet, transportados por una avalancha arrolladora. Repetimos desde la periferia sometida canciones que se compusieron en lenguas y lugares que nos son extraños. Nos hemos tragado los cambios sin digerirlos y sus beneficios se distribuyen de modo desigual. La universidad para proyectar el progreso en medio de la globalización Con la confianza con que un amigo le habla a su amigo, les pedimos que nos ayuden a cumplir nuestra misión, que es servir a este pueblo que se despereza ante este nuevo panorama. Los flamantes aeropuertos, las nuevas vías, las anchas carreteras y los modernos puertos son importantes para el cambio, pero no podemos olvidar que lo esencial es el progreso del mismo ser humano, de su vida personal, familiar y social, porque Chile, más que una geografía, es un pueblo. Somos una nación de hombres y mujeres que enfrentan el desafío de alcanzar el progreso sin perder su alma; más aún cuando comprende el progreso no sólo como adelanto material y acumulación de riqueza, sino como un modo de vivir más humano, más libre, más tolerante, más justo y fraternal, con una manera civilizada de relacionarnos sin exclusiones, con una vocación de trabajar juntos, de acompañarnos en las penas y de enfrentar la muerte. En esta tarea nadie puede excluirse. Los creyentes y los agnósticos, los de derecha y los de izquierda, los fieles de todos los credos, tenemos que aportar nuestras miradas para ayudarnos y enriquecernos porque, en definitiva, el destino de todos está en juego y en esta diversidad bien ensamblada está nuestra riqueza. Nuestra Patria, de un modo visionario, ha ido asumiendo el fenómeno de la globalización. Hemos firmado tratados que han ensanchado nuestros
horizontes y nos permiten relacionarnos económica, comercial y culturalmente con otros pueblos. Sin embargo, somos conscientes de los riesgos que involucra ese trato con naciones más poderosas y más desarrolladas que nosotros. La globalización puede, a la vez, integrar y marginar a vastos sectores. Por eso hay que enfrentarla con decisión y con prudencia. Nosotros partimos con retraso, y en una cultura del conocimiento experimentamos vacíos y vamos a la zaga en la carrera. Siendo el intercambio de bienes creciente y la movilidad de capitales el elemento motor de la globalización, es peligroso, aunque comprensible, que en la nueva cultura se hipertrofie la dimensión económica y que el país, más que prepararse para su progreso humano, se prepare para la competencia en los nuevos mercados. En ese caso, la globalización haría de nosotros piezas de un engranaje productivo más que sujetos de la historia. Por otra parte, la globalización no sólo se extiende a lo económico y cultural; ha llegado también al ámbito de la corrupción, de la delincuencia y del delito. La droga y el terrorismo dejaron de ser un fenómeno aislado. No es extraño que, en medio de estos cambios, se produzca una crisis del Estado-nación y de la sociedad civil constituida en torno al Estado, y que el desafío más serio y fundamental sea reencontrar y reforzar la identidad cultural. El reforzamiento de las identidades culturales parece ser un principio básico de organización social, de la seguridad personal y de la política. La globalización, que cuestiona profundamente el rol del Estado y de las relaciones sociales, nos obliga a redescubrir la cultura. Por este motivo, nada hay más importante que un reforzamiento del sistema educacional donde la universidad adquiere una significación trascendental. No quisiéramos que el Chile que se asoma sea fruto del azar, de fuerzas ciegas o de decisiones que se toman en otras latitudes. Es tarea nuestra
pensar ese progreso, proyectarlo; y en esto tiene un rol insustituible la universidad, que es una matriz de la sociedad que nace y de la nueva cultura del conocimiento. Pero la misma universidad debe ser readecuada a este mundo nuevo. Pensar y repensar honestamente la universidad No es fácil definir hoy una universidad y sus tareas. El vigoroso crecimiento de la educación superior en nuestra patria hace hoy más urgente pensar y repensar la universidad, establecer su relación estrecha con la sociedad y detectar los peligros que la acechan. Desde muchos lados está acosada. Los marcos que nos propusieron el medioevo, Humboldt, Napoleón, Bello, Newman y tantos otros, aunque luminosos,
“...la globalización
haría de nosotros piezas de un engranaje productivo más que sujetos de la historia.”
no parecen ser del todo adecuados para enfrentar los nuevos desafíos. Urge en el país hablar sin eufemismos ni circunloquios y hacer luz sobre la realidad que se despliega a nuestros ojos. Se habla de excelencia académica, de investigación, de instituciones sin fines de lucro, de universidades tradicionales, y no siempre las palabras corresponden a los hechos, distorsionando el lenguaje y creando desconfianzas. El mismo marco institucional que ordena el sistema universitario nos parece en parte inadecuado y poco democrático. Como ejemplo, el Consejo de Rectores, con tanta importancia en el sistema, excluye de su seno a más de la mitad de las universidades, muchas de ellas de reconocida seriedad y solidez, y cercena derechos de estudiantes de mérito. Ésta es una anomalía here-
dada que debería corregirse. El estado de derecho moderno nos invita a la igualdad ante la ley; y si hay escalafones, éstos deben ser asignados por la excelencia y el mérito, no por la exclusión. Es imposible en este momento hacer una presentación completa de la idea moderna de universidad, sus tareas, su misión y sus problemas. Yo quisiera precisar lo que queremos y tras de lo cual vamos andando. Una universidad humanista Queremos definirnos como una universidad humanista con el enorme desafío de redefinir el humanismo del siglo XXI. El verdadero humanismo no se limita por el ámbito de las ciencias que se estudian, sino por la manera profunda de entender al ser humano y su misterio. Hoy, un físico, un químico o un biólogo que toca las fuentes de la vida debe ser tan humanista como un filósofo o un experto en literatura. Y el sociólogo o historiador debe ser capaz de incluir en sus estudios el mundo de la técnica en el que el hombre actual se desenvuelve. Einstein nos enseñó que, en medio de las más abstractas ecuaciones, se puede tener al hombre como centro de interés. Es corriente que hoy se hable del capital humano como la mayor riqueza de un país. La formación del capital humano pasa a ser el principal objetivo de la educación. Desgraciadamente, las palabras tienen un valor semántico que es terco en perdurar. En muchos discursos modernos sobre educación, en muchas evaluaciones, al hablar de preparar el capital humano, se busca capacitar gente para que el país pueda enfrentar la competencia económica y comercial con otros países. La educación se transforma insensiblemente en la preparación de entes productivos, funcionales a la competencia comercial, más que seres humanos plenos. Sin embargo, alma de la educación es formar seres integrales, una de cuyas dimensiones ineludibles por cierto es la capacitación para un trabajo bien hecho y eficiente. Pero éste es sólo un aspecto, una consecuencia necesaria y no la meta de la educa-
universidad y de ello depende la felicidad y el futuro de este país y de la humanidad.
ción. De otro modo no hay lugar para los artistas, para las enfermeras que cuidan a los inválidos. Por eso no se trata sólo de formar el capital humano, sino de enriquecer el factor humano de ese capital. La globalización no se agota en el abrir y ganar mercados. En último término, es una aventura de la humanidad que se unifica, que le busca sentido a sus desvelos, que comunica sus riquezas más hondas, que se amalgama en la solidaridad de un destino común trascendental. En una buena educación se aprende a leer no sólo para entender los manuales de funcionamiento de las máquinas, sino para poder comprender a la Ilíada, al Quijote; para conocer a Shakespeare; para cultivar el espíritu. Una universidad se ocupa de una visión universal no sólo en lo geográfico, sino en el conjunto de las actividades del espíritu. Una universidad humanista abre mundos; ensancha los corredores de la comunicación, que no pueden limitarse a las mercancías; se ocupa de los dolores del alma y de sus búsquedas. Frente a las limitaciones que impuso el racionalismo, que enfrentaba a la universidad sólo a la verdad científica, una universidad moderna debe situar la sociedad también ante la belleza y ante el bien. No sólo se ocupa de la ciencia empírica y de la técnica, no sólo busca la verdad, sino que tiene que ser sensible al arte y a la ética. La verdad, el bien y la belleza forman un trío inseparable indispensable para que el ser humano se construya humanamente. Por eso pienso que es propio de nuestras universidades hacerse de nuevo la pregunta que el salmista admirado le dirigía a Dios. Ella resuena hoy, en esta situación del mundo, con un eco nuevo y desgarrador: ¿Qué es el hombre para que Tú te ocupes de él? ¿Qué es el hombre? ¿Por dónde ha de ir hoy el humanismo para que nos abra un sendero transitable? Recrear un humanismo no es tarea de un hombre ni de un día; es un desafío para una
Un humanismo que asume la gratuidad como riqueza de América Latina Por todo lo anterior, quisiera referirme a algo que no es fácil ligar con la cultura marcada por la búsqueda del éxito económico, pero que es de lo más esencial para la humanidad. Me refiero a la gratuidad. En esto tenemos una ventaja comparativa. En esa línea podemos aportar algo, porque nuestro mundo, acunado en la fe, por ser pobre
En este contexto permítanme recordar que, en su última esencia, el cristianismo mismo es la religión de lo gratuito; por eso el cristianismo es evangelio, es buena noticia. Ahí los pobres, las prostitutas, los publicanos: todos los excluidos oyen de Jesucristo que Dios los ama de verdad y sin condiciones. Debo añadir aquí también un elemento esencial de la gratuidad que el nuevo humanismo debe desarrollar: se trata del lado femenino de la vida. La cultura occidental posracionalista, eficientista y centrada en el poder ha aplastado la dimensión femenina de la vida con su afectividad, su dulzura, su delicadeza. Nosotros sabemos que lo más humano no se compra ni se vende. Tiene valor, pero no tiene precio. La amistad,
Fernando Montes, S. J., Rector de la Universidad Alberto Hurtado
es más poético y más gratuito. Nosotros tenemos que pensar cómo educar, cómo hacer política y economía, cómo creer, cómo ser universidad desde un país pobre que lucha por surgir después de tantos descorazonamientos, tantos fracasos, tantas injusticias. Tengo la intuición de que nosotros, porque hemos llorado mucho, desde nuestra pequeñez tenemos las llaves para una humanidad más humana y más feliz. Además porque nosotros, en medio de los llantos, no nos hemos olvidado jamás de cantar, de rezar, de reír y de hacer rondas.
una sonrisa, la felicidad, la fidelidad, el amor, la vida… y la misma muerte se reciben y se dan. La poesía es una dimensión humana que también está en el reino de lo gratuito. Cuando Miguel Hernández estaba preso en las cárceles de España, le escribía a su hijo: tu risa me hace libre... cárcel me quita. No es fácil que hoy se entienda esa lógica. Lo más granado y exportable de Chile son nuestros premios Nóbel, que obtuvimos precisamente en poesía.
Un humanismo que rehace la esperanza y la paz en un mundo desgarrado El mundo vive un momento dramático. Hay rencores profundos por identidades perdidas por las humillaciones ancestrales, por las injusticias que existen en medio del progreso y de la globalización. El terrorismo internacionalizado es signo de un conflicto de culturas desconcertadas en un mundo globalizado. No deseamos ese futuro de miedo y desolación para Chile. Aspiramos a un desarrollo que no nos sepulte en sus escombros. Los latinoamericanos, ante el derrumbe de una cultura, por la experiencia secular, no tenemos derecho al desencanto. Mucho antes de lo acaecido el 11 de septiembre en Nueva York, o el 11 de marzo en Madrid; mucho antes que en las torres gemelas quedaran aplastadas las víctimas de la violencia, en nuestro continente, en nuestras ruinas, en nuestros mares, lagos y volcanes tenemos muchos muertos sepultados que nos piden que no reaccionemos con nuevas guerras, que no volvamos a sacrificar al hombre, que desterremos la violencia. Como dice el premio Nóbel Miguel Ángel Asturias: porque hemos sido víctimas, tenemos las llaves del futuro donde comienza el tiempo. Por eso, recrear la esperanza, repensar al hombre, crear un humanismo desde el otro lado de la historia, desde el dolor, la pobreza y la injusticia, es nuestro aporte y nuestro deber. Una universidad jesuita, que hace de la promoción de la justicia un elemento esencial de su misión, debe ser capaz de recoger y releer las lágrimas de nuestros pueblos para redefinir una ruta de humanidad. Para comprar con ellas el reino de la luz. Entonces podremos decir con León Felipe: Luz, cuando mis lágrimas te alcancen, la función de mis ojos no será más llorar sino ver.
Tengo la impresión de que en esta hora de violencia, en un mundo dividido entre ricos y pobres, de globalizaciones impuestas, nuestro continente, lejano del centro del poder, tiene mucho que decir. América latina, por su composición étnica, por ser un sitio como pocos de entrecruzamiento de culturas, por ser un lugar donde se ha llorado a profusión, puede dar una lección de humanidad si accede al progreso sin perder su hondura espiritual y su tradición. No podemos limitarnos a maldecir la historia dramática vivida en las últimas décadas. Ese dolor le pertenece al mundo y hay que estudiarlo, reconocerlo, encontrar sus raíces para que no vuelva a repetirse. ¡Qué tarea tan magnífica y tan desafiante: enseñar al hombre a ser hombre sin abjurar del progreso de las ciencias!
“Creemos que
toda universidad, por esencia, tiene una vocación pública y se debe a su sociedad...”
Para nosotros, el futuro no consiste sólo en más técnica, ni en una mejor economía, sino en mayor humanidad. Sin renunciar al progreso técnico, buscando con ahínco el progreso económico, aquí podemos pensar el humanismo desde el otro extremo, desde la humanidad, la sencillez, la solidaridad y la poesía. Acoger los aportes de la cultura sin hipotecar la identidad universitaria Una universidad moderna tiene que saber acoger críticamente y con lucidez elementos valiosos que le aporta la cultura de un mundo globalizado, pero no puede hipotecar su identidad. Tiene que aprender seriamente de las empresas la racionalidad organizacional, la
capacidad de evaluar sus resultados, la seriedad en la gestión económica, pero no puede transformarse sin más en una empresa comercial, ni puede hacer de la lógica empresarial la clave de sus conductas. Ella es una empresa con una identidad peculiar. Creo que en Chile hay una confusión peligrosa en este campo, que puede empobrecer los horizontes del quehacer universitario. La universidad tiene mucho que aprender de los empresarios, pero el día en que la lógica empresarial guiara todas las opciones de la universidad dejaría de ser universidad. La empresa y la universidad se necesitan, se complementan; no se enfrentan, pero no se confunden. Empresarios y académicos deben encontrar con respeto su complemento sin avasallarse. Allí se juega el futuro de una educación privada de calidad que tenga, al mismo tiempo, identidad académica. Del mismo modo, en un mundo competitivo no se puede eludir la competencia para mejorar la calidad; pero si en el orden del comercio la competencia y el mercado son un eficiente instrumento, en el orden de la verdad debería primar la colaboración. Más que competitivos entre nosotros, disputándonos los campos de acción, los alumnos y los recursos, deberíamos hacernos competentes para contribuir todos a pensar y llevar adelante un proyecto de país. Nosotros optamos por una universidad de gente competente más que competitiva; y desearíamos relacionarnos con las instituciones hermanas, aprendiendo de ellas y aportando lo que podemos dar. Lo privado y lo público: la universidad al servicio de su pueblo Quisiera terminar refiriéndome a nuestra vocación de servicio público. A nadie se oculta la importancia de la iniciativa privada en la educación. Hoy en Chile, 61% de los estudiantes universitarios cursan sus estudios en instituciones privadas y 39% en universidades del Estado. Desgraciadamente se ha generado una ideología que contrapone lo privado y lo público, que exacerba la individualidad sobre la
De izquierda a derecha: Gonzalo Arroyo, S. J., Profesor Emérito de la Universidad Alberto Hurtado; Fernando Montes, S. J., Rector de la Universidad Alberto Hurtado; señora Luisa Durán de Lagos, Primera Dama de la República de Chile; Ricardo Lagos, Presidente de la República de Chile; Alberto Vásquez, Vicerrector Académico de la Universidad Alberto Hurtado; Davor Harasic, Secretario General de la Universidad Alberto Hurtado; Sergio Bitar, Ministro de Educación de Chile; Felipe Arteaga, Vicerrector de Administración y Finanzas de la Universidad Alberto Hurtado; Fernando Verdugo, S. J., Vicerrector de Integración de la Universidad Alberto Hurtado.
vocación social del ser humano. Por otra parte, se ha confundido también lo público con lo estatal. Creemos que toda universidad, por esencia, tiene una vocación pública y se debe a su sociedad, está sustentada por toda la sociedad; y los grandes problemas que afectan a la ciudadanía deberían estar en el centro de la enseñanza y de las preocupaciones. Toda universidad que se precie de tal debe contribuir con su investigación al proyecto de país y contribuir con sus profesionales a la realización de ese proyecto. La universidad puede ser privada en su iniciativa, pero es necesariamente pública en su objetivo y en su fruto. Bien entendido lo privado, éste no es ni debería ser jamás antagónico del bien común. Nos parece esencial, en una cultura individualista, formar profesionales que se
ocupen del servicio más que de su autorrealización, que asuman sus profesiones como una vocación, que no entren para aprender y salgan para ganar sino para servir, que sepan entender los desafíos de la sociedad y, sobre todo, la ineludible responsabilidad con aquellos marginados que tienen acceso limitado a los beneficios del progreso. Es necesario formar a los estudiantes en sus responsabilidades cívicas, que sientan su país como responsabilidad ineludible, que construyan puentes que acorten las distancias sociales y que suturen las heridas que arrastramos. Conclusión Coincide este momento con el fin del proceso que ha de llevar al padre Hurtado a los altares. Él está engastado en el corazón de los todos chilenos y su cultura. Su espíritu intelectualmente inquieto, su preocupación por Chile,
su humanidad, su sentido social, su cristianismo profundo y abierto y su santidad serán siempre una guía para nosotros. San Ignacio, al referirse a la Compañía de Jesús, que estaba en sus comienzos, la llamaba con realismo la mínima Compañía. Parafraseando, yo diría que esta mínima universidad, pequeña en su tamaño, joven en edad, tiene un gran designio: servir a Chile y a su pueblo, enriquecerlo respetuosamente con lo mejor del humanismo cristiano. Señor Presidente, como representante máximo de la Patria, y amigos que nos acompañan, habiendo alcanzado la autonomía, quisiéramos entenderla no como una liberación, sino como un compromiso, y deseamos manifestarles que nuestra intención inquebrantable es poner lealmente nuestra universidad al servicio de Chile y de su pueblo para que seamos todos, sin exclusiones, más prósperos, más justos, más tolerantes y más felices.
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Ciencias Económicas de la Unidad Académica de Postgrado, Universidade Do Vale Do Rio Dos Sinos (UNISINOS), Brasil. Julio Hernández, Coordinador de Carrera, Instituto Universitario Jesús Obrero, Venezuela. Luis A. Gutiérrez L., Director del Centro de Emprendedores, Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Venezuela.
Objetivo del Encuentro El propósito del Encuentro fue la búsqueda de un proyecto compartido que permitiera reanudar las actividades de la red de universidades AUSJAL en materia de MPyME (micro, pequeñas y medianas empresas), de acuerdo con los lineamientos del Plan estratégico 2001-2005: III.1.3- Emprendedores, gestión, ética y compromiso social de la empresa
l Encuentro, convocado por AUSJAL, tuvo lugar en Caracas, Venezuela, con la Universidad Católica Andrés Bello como anfitriona, y contó con la participación de: • • •
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Susana Di Trolio, Coordinadora General del Centro de Apoyo AUSJAL. Jesús Azcargorta, Director de Proyectos del Centro de Apoyo AUSJAL. Elizabeth Mayorga G., Directora del Programa de Fomento a la Pequeña Empresa, Universidad Centro Americana (UCA), Nicaragua. Instituto de Investigación y Desarrollo Nitlapán. Julio Gow T., Director del Centro de Gestión Empresarial, Universidad Centroamericana (UCA), Nicaragua. Guillermo Pérez Esparza, Coordinador de Investigaciones en MyPE, ITESO, México. Jorge Smeke Z., Coordinador de la Maestría en Administración de Empresas, Universidad Iberoamericana, Santa Fe, México. Tiago Wickstrom Alves, Titular de
39. Como se señala en Desafíos, la producción y la productividad social latinoamericana es deficiente y vamos retrocediendo con relación a las aspiraciones de nuestras sociedades y a su lugar relativo en el mundo. En muchos de nuestros países se está dando dramáticamente el trasvase de ahorro y de talentos humanos a los países más ricos. Contamos también con experiencias exitosas. Basados en las realidades hay que crear en nuestras sociedades nuevas dinámicas exitosas de producción social (ciudadanía, familia, empresa...). El gran déficit de sujetos emprendedores, con valores y compromiso social, nos señala un compromiso prioritario. Debemos repensar y formar con una nueva visión de sociedad, enfatizando el talento emprendedor y la ética creadora. Esta línea de acción tiene que concretarse en una estrategia de acción coordinada y compartida entre las universidades de AUSJAL. Resumen de actividades El Encuentro tuvo lugar a lo largo de dos días de actividades, el primero de los cuales tuvo como objetivo el intercambio de experiencias entre los participantes y la presentación de las propuestas individuales aportadas por los mismos; en tanto que, en el segundo día, las actividades estuvieron centradas en la identificación y definición de un proyecto
que respondiera tanto a las premisas de la convocatoria como a las posibilidades de desarrollo dentro del marco institucional vigente de la red de universidades AUSJAL. El Encuentro contó con las intervenciones del padre Luis Ugalde, S. J., Presidente de AUSJAL y Rector de la UCAB; y del ingeniero Rafael Hernández Sánchez-Ocaña, Decano de la Facultad de Ingeniería de la UCAB, a la cual se encuentra adscrito el Centro de Emprendedores de la universidad. Acuerdos Como acuerdos alcanzados resultantes de las actividades desarrolladas durante el Encuentro se presentan: Definición del proyecto: El proyecto alrededor de cuya visualización se estableció el consenso necesario para su selección como sujeto de las fases siguientes de conceptualización y desarrollo tiene el siguiente perfil: •
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Visión. Foro multilateral internacional académico AUSJAL para la identificación de oportunidades bilaterales de negocios para MPyME. Misión. Promover las actividades de negocios entre MPyME, tanto en el ámbito regional como en el nacional e internacional, mediante la incorporación de asignaciones, tareas y trabajos sobre inteligencia de mercados a los estudiantes en los diversos cursos de diferentes facultades y escuelas cuyos contenidos programáticos actuales así lo permitan, guiados por docentes familiarizados con los recursos y posibilidades del Foro, mediante el uso de una plataforma de información compartida vía Internet, con el propósito de identificar oportunidades específicas de negocios bilaterales entre cualquier arreglo de nuevos emprendedores, MPyME existentes y, eventualmente, hasta los mismos estudiantes (en calidad de promotores, representantes y agentes). Objetivos. Incentivar la búsqueda de ideas y oportunidades de negocios entre los estudiantes mediante el enfoque de las materias que así lo permitan en inteligencia de mercados acumulando, caracterizando y clasificando la información en una plataforma de tecnología de información compartida entre todos los participantes de la comunidad de universidades AUSJAL.
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Modelo del proyecto. El modelo propuesto para el funcionamiento del proyecto es el que se observa en el esquema de esta página.
Plan de trabajo propuesto: Los productos a desarrollarse como parte de los resultados del Encuentro y el programa de realización son los siguientes: Corto plazo (para el próximo período académico): •
Minuta/notas del Encuentro. Responsable: Luis Gutiérrez. Fecha: 30 de abril.
•
Definición de conceptualización o diseño básico del proyecto. Definición de la infraestructura, los contenidos y las interfaces de los usuarios, incluyendo consultas a especialistas de comunicaciones e informática. Definición de las posibles interfaces con las MPyME. Diseño de un portal, sitio y página web apropiados con base en la actual infraestructura informática de AUSJAL en Venezuela. Definición de la estructura organizativa y de gestión de la plataforma de información que permita los acuerdos necesarios para asumirla como sistema de información y encuentro entre los pares de las diferentes universidades. Estimación de costos y cronograma de implantación de la plataforma. Responsables: Jorge Smeke, Jesús Azcargorta y Luis Gutiérrez (Coordinador). Fecha de terminación: 2 de septiembre. Designación del coordinador académico y del coordinador con las MPyME en cada una de las universidades de la red. Responsable: cada universidad (Coordinadores:
• •
Jorge Smeke y Luis Gutiérrez). Fecha límite máxima: 15 de junio. Encuentro de coordinadores. Responsable: Jorge Smeke. Fecha: 2 y 3 de septiembre. Lanzamiento del proyecto. Próximo período académico.
Mediano plazo (sujeto a diseño y acuerdo de implantación futuros): •
Evaluación de la factibilidad de incorporación de diseños curriculares de inteligencia de negocios y comercio internacional en cursos de ampliación de estudios y de diplomado que se puedan dictar en el ámbito internacional, con la participación de profesores expertos provenientes de las universidades de AUSJAL en los distintos bloques de integración subregional iberoamericanos. *********
aéreos, la estrategia ha estado dirigida a apoyar la realización de encuentros en el ámbito regional. El primero fue el encuentro de las universidades del Cono Sur: Los Desafíos de las Universidades Jesuitas en América Latina, la Identidad Ignaciana, que se realizó en la Universidad Católica del Uruguay (2002) y contó con la participación de las universidades del Brasil, Argentina y Chile, cuyas ponencias publicamos. El segundo, el Encuentro Centroamericano de Universidades Jesuitas: Identidad, Espiritualidad y Universidad, se realizó en la Universidad Centroamericana de Managua, en 2003, en el cual participaron todas las universidades centroamericanas. Las ponencias y reflexiones de estos eventos
on el apoyo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, los días 11 y 12 de mayo de 2004 se realizó en la ciudad de Quito, Ecuador, el Encuentro Andino sobre Identidad, Espiritualidad y Universidad. El encuentro contó con la participación de representantes de siete universidades de AUSJAL ubicadas en la región andina; a saber: Universidad Antonio Ruiz de Montoya, Perú; Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia; Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia; Universidad Católica del Táchira, Venezuela; Universidad Católica Andrés Bello, Venezuela; Instituto Universitario Jesús Obrero, Venezuela; y la PUCE, como anfitriona del evento. Desde hace dos años AUSJAL ha estado promoviendo la realización de seminarios regionales sobre el tema de identidad y universidad. Dada la dificultad económica de realizar encuentros entre todas las universidades en el ámbito latinoamericano, como consecuencia de los costos de traslados
"...su propósito es promover espacios para la reflexión en común sobre lo que significa nuestra misión como universidades con una identidad de inspiración cristiana e ignaciana."
fueron publicadas en un libro, en el caso del primer encuentro; y en la web (uca.edu.ni/encausjal/index.html), las del evento centroamericano En los próximos meses se publicarán las ponencias del encuentro de Quito, y se colocarán en el portal AUSJAL las ponencias escritas de los tres encuentros. Estos seminarios regionales están dirigidos a los directivos de nuestras universidades, y su propósito es promover espacios para la reflexión en común sobre lo que significa nuestra misión como universidades con una identidad de inspiración cristiana e ignaciana. Igualmente, estos encuentros contribuyen al fortalecimiento de los vínculos e identidad común exis-
tentes entre nuestras instituciones. Luego de las gentiles palabras de bienvenida del rector de la PUCE, padre José Ribadeneira, S. J., en las que resaltó la importancia de estas reflexiones y revisiones para la construcción permanente de la identidad ignaciana de nuestras universidades, se inició el bloque de ponencias. La primera de ellas, titulada Desafíos de la educación universitaria, estuvo a cargo del padre Luis Ugalde, S. J., rector de la UCAB y presidente de AUSJAL. El padre Ugalde señaló que en el pasado la clave de la identidad ha estado en conjugar letras (i.e., saber y conocimiento) y espíritu, y que esa acertada combinación y equilibrio ha de ser también la clave del futuro frente a un mundo cambiante, especialmente en relación a lo religioso y lo católico. La universidad se tiene que vindicar como santuario donde se acoge la humanidad perseguida y donde es posible hablar y buscar libremente el sentido de la vida, la variedad y pluralidad humana y la dignidad de todos los hijos de Dios. Todo ello sin dejar de cultivar los saberes y la formación de profesionales, sino reforzado por éstos. La universidad no es nada en sí misma, es un espacio privilegiado de la sociedad donde es posible dialogar, buscar la verdad, cultivar el bien y prepararse para actuar responsablemente en defensa de la vida múltiple de la humanidad, en la diversidad de culturas e identidades. Para Ugalde, la universidad de inspiración cristiana no se deja domesticar por imposiciones del poder, cualquiera que sea su naturaleza. Por el contrario, el trabajo y acción de nuestras universidades deben estar orientados a lograr que los poderes, saberes y haberes estén al servicio del bien común; que produzcan vida. El padre Gonzalo de Villa, rector de la Universidad Rafael Landívar y secretario ejecutivo de AUSJAL, presentó la ponencia: Cómo se construye la identidad ignaciana en las univer-
sidades centroamericanas. El padre de Villa centró su ponencia en la reflexión sobre tres interrogantes fundamentales que necesitamos responder en nuestras universidades para tener éxito en la tarea de construcción permanente de la identidad: ¿cómo son nuestros estudiantes hoy en nuestras universidades?; ¿cómo son hoy en promedio nuestros docentes?; y ¿cómo son los jesuitas trabajando en la universidad? El reto de nuestras universidades es transmitir y sembrar su identidad en un contexto difícil: en el que sus estudiantes en promedio son urbanos, están desorientados, son agnósticos funcionales, no conocen mucho de su propia realidad, no tienen demasiados intereses políticos, desconfían de la política y viven en una época cuando la distancia cultural entre generaciones es mucho mayor que en otro momento. Los docentes son mayoritariamente a tiempo convencional y les interesa más su condición de docente que en qué universidad ejercen su docencia, y los jesuitas son pocos y distantes, como las hormiguitas trabajando, en búsqueda, conscientes de su limitación numérica y de la necesidad de los laicos para realizar el trabajo de formación, tímidos en la expresión de la identidad ignaciana; muchos de los estudiantes ni los conocen. Para el padre de Villa, la construcción de identidad en nuestras universidades pasa por la explicitación de los signos externos, y esto implica determinar cuáles son esos signos externos que nos identifican. En segundo lugar, considera que es necesario hacer un reacomodo institucional; es decir, dentro del organigrama de la universidad. ¿Dónde ubicamos la construcción de la identidad ignaciana? En tercer lugar, señaló que es clave el trabajo,
especialmente con los docentes. Finalmente, para el padre de Villa, la construcción de la identidad ignaciana debe llegar ya a la masa estudiantil. La tercera ponencia estuvo a cargo del padre Miguel Ángel Rui-Wamwa, S. J. En su intervención sobre Espiritualidad, componente de la identidad ignaciana, el padre Rui-Wamwa destacó los dos presupuestos que están a la base de la identidad propia de Ignacio de Loyola: el presupuesto dialogal y el presupuesto de conciencia. Igualmente reflexionó sobre su incidencia en la espiritualidad y el servicio. Para Rui-Wamwa, los rasgos fundamentales de la identidad ignaciana y su incidencia en la formación universitaria que impartimos tienen que ver con los aspectos siguientes: i) identidad res-
"...sus estudiantes en promedio son urbanos, están desorientados, son agnósticos funcionales, no conocen mucho de su propia realidad..."
ponsable, espiritualidad comprometida: No hay un sistema de educación neutro, puramente aséptico, sin esa imagen de fondo, que últimamente es una filosofía o una teología del hombre y del mundo. Y es precisamente esta imagen la que hace valer o no un sistema educativo, por encima de los métodos, programas, medios..., importantísimos, ciertamente, pero al fin subordinados a esa imagen. Ahora bien, ¿qué imagen es esa que concurrimos a formar? (Pedro Arrupe, 22 de enero de 1978)… la nuestra y la de los que nos son confiados; ii) identidad inclusiva, espiritualidad incluyente (Fe-Justicia y Fe-Culturas): No basta denunciar la pobreza, la injusticia o
el deterioro del medio ambiente. Es necesario hacerlo universitariamente, con sabiduría espiritual y con el cultivo existente de los saberes necesarios para construir nuevas realidades más justas y más humanas. Hay que ordenar los medios a sus fines correspondientes. Por eso hoy más que nunca se necesita una universidad que, en la formación de los jóvenes, en sus investigaciones y en su voz en la sociedad, se distinga por su conexión con las necesidades de los pobres y sus aspiraciones legítimas, al mismo tiempo que hace de puente con el mundo empresarial y con la gestión pública, para que puedan construir una sociedad inclusiva con oportunidades de vida digna para todos (Mensaje del Padre General por el 60 aniversario de la Universidad Iberoamericana). La ponencia de cierre estuvo a cargo del padre Fernando Montes, S. J., rector de la Universidad Alberto Hurtado y vicepresidente de AUSJAL. En su disertación sobre las Claves de la pedagogía ignaciana, el padre Montes reflexionó sobre las claves ignacianas: el ajustarse a los tiempos, lugares y personas; la experiencia profunda y fundamental y personal con Jesús (sentir y gustar las cosas internamente); el discernimiento y el ordenamiento de los medios a los fines; el sentido de la misión y lo que esto significa en el quehacer universitario, en cuanto a que la misión de la universidad no es la sola transmisión de conocimientos, sino el servir a la construcción de una mejor sociedad y un mundo más humano; y finalmente el ser conscientes de las limitaciones y trabas en ese proceso permanente de construcción de la identidad ignaciana en nuestras universidades. Finalmente, los participantes se organizaron en grupos de trabajo y reflexionaron sobre los modos y acciones que se están desarrollando en cada una de sus universidades para hacer realidad el fortalecimiento de la identidad.
Gorostiaga) y España (con gente de Deusto, Esade e ICADE), en una serie de conversaciones unas veces formales y otras informales, pero siempre fraternas. Y además de fraternas –¿por qué no decirlo?–, ensoñadoras. No sé si al exponer algo de estos planes nuestros a los rectores de AUSJAL, reunidos en UNISINOS, transmití algo de esa ensoñación. Quizás sí, quizás no hacía falta. Esta Asociación de Facultades de Derecho –Xabier Gorostiaga dixit– era, exactamente, la que nos faltaba en el conjunto de redes universitarias jesuíticas puestas en marcha en AUSJAL. Llegan ustedes en el momento justo, concluyó. Y así se pensó también en UNISINOS. De modo que UNISINOS significó el fin de la mera palabra y el comienzo de la palabra hecha acción. Gracias a la generosidad
1. El camino del encuentro De un segundo encuentro. Lo que quiere decir que hubo también un primero. Y así fue en efecto. Lo hubo en noviembre de 2003, en México, gracias a la generosidad y a la imaginación creativa (o a la imaginación creativa y a la generosidad –conociendo a la persona, uno no sabe bien qué va primero–) del rector de la Universidad Iberoamericana, con sede en Ciudad de México. Fue en UNISINOS, en mayo de 2003, durante la reunión reglamentaria de los rectores de AUSJAL, a la que yo había sido invitado amablemente por su presidente, el padre Ugalde, donde expuse un proyecto de Asociación Mundial de Facultades de Derecho Jesuíticas. Era un proyecto que andaba de un lado para otro, desde hacía casi dos años, entre todos, entre Latinoamérica (con el padre Xabier
"Fue en UNISINOS, en mayo de 2003,... donde expuse un proyecto de Asociación Mundial de Facultades de Derecho Jesuíticas."
y a la imaginación creativa, o gracias a la imaginación creativa y a la generosidad (¿qué iba primero?), del maestro Enrique González, S. J., rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Dejémonos de palabras –dijo en la discusión– y pasemos a los actos. Yo invito a mi universidad, en noviembre, a todos los que quieran participar en este proyecto. Y dicho y hecho. A la vuelta de cada uno de UNISINOS, ya se recibían, impulsadas por él, propuestas concretas de la maestra Loretta Ortiz Ahlf (un nombre para mí todavía nuevo) y del doctor Víctor Pérez Va-
lera, S. J. (con el que yo ya había intercambiado alguna carta y algún escrito por la mediación del Perú, primero, y de Guatemala, luego). Y así fue como unos meses después, para sorpresa de todos, allí estábamos prácticamente todos en México. ¿Una reunión fundante, o prefundante –términos ambos que bailaban en los papeles que nos intercambiábamos unos y otros con ocasión de México–? Era igual. Había que conocerse primero. Había que dejar que las cosas maduraran naturalmente, con la misma ilusión común y un nuevo mutuo conocimiento, en el encuentro de Caracas. Pero la Asociación ya había salido como vida de la llamada Declaración de México.
2. El encuentro ¿Qué fue aquel encuentro? ¿Cuál, el de México o el de Caracas? Ya era igual, ya eran el mismo, uno continuación del otro, Caracas como continuación de México. Eran, ante todo, una obviedad que sin embargo nos sorprendía a todos. Una especie de pregunta que sale de todos, empujada por la sorpresa, ante una evidencia. ¿Cómo era posible llevar nosotros todos tanto tiempo en la misma tarea y no haber descubierto la evidencia de que, juntos, podríamos multiplicar abundantemente los resultados de nuestra común tarea? Quizás se habían dado demasiados cambios en el universo jesuítico en poco tiempo. Y los cambios acelerados, los grandes tiempos de crisis –de peligros y oportunidades, como dicen que significa en chino la palabra crisis, escrita con esos dos caracteres–, ya se sabe que necesitan de tiempo para hacerse transparentes hasta la evidencia. Quizás era ahora cuando estábamos en ese proceso. Ciertamente las universidades jesuíticas ya no eran lo que habían sido sólo 50 años antes.
En una ocasión, escuché de Buñuel una experiencia suya que me hizo pensar sobre esto. Buñuel estaba pensando hacer una película sobre su colegio (el de los jesuitas en Zaragoza) y, dándole vueltas a su guión en la cabeza (Buñuel pensaba, no escribía para sus películas), se fue a su colegio esperando ver al hermano Gárate de turno, con su sotana lustrosa, que le reavivaría sus vivencias y recuerdos. Pero al llegar, no vio al hermano de turno. Sólo se encontró con una chica joven que respondía al teléfono y atendía a los que allí llegaban. Y allí acabó la película de Buñuel. Este no es su colegio. Y efectivamente no lo era. Por fuera, no por dentro. Los colegios, las universidades jesuíticas, sólo 50 años después de la segunda guerra y con el vendaval del Vaticano II de por medio, no eran ciertamente lo que habían sido tradicionalmente en la primera mitad del XX. Pero por dentro eran, o querían seguir siendo, lo que en la historia fueron. Lo mismo, pero de otra manera. La necesidad lo imponía; el sentido de la oportunidad, cada vez más perceptible y clara, lo aconsejaba. La incorporación de los laicos a la labor y hasta en la dirección de las universidades jesuíticas ya no podría expresarse, como sucedió al principio del cambio, con la figura contractual del trabajador colaborador externo, por cuenta ajena. Si se me permite continuar con categorías del derecho del trabajo, yo diría que ese cambio, consistente y persistente, cada vez más interiorizado por la Compañía, tenía ahora que ser instrumentalizado de otro modo, por ejemplo con la figura germánica de la Eingliederung –de la inmembración, traduciría yo en caste-
llano– de los laicos, asociados con los jesuitas, en la misma tarea, en una común empresa. Porque ese proyecto ya no era un simple proyecto. Ante el vendaval de Pentecostés que había sacudido a la Compañía en las Congregaciones Generales que siguieron al Concilio, ese proyecto era, más que un proyecto, una misión. Una misión al servicio de la fe y de la promoción de la justicia.
3. El proyecto del encuentro Y a esa misión nos había invitado la Compañía. El proyecto de Asociación Mundial de las Facultades de Derecho Jesuíticas, que queríamos cerrar en
"...ese proyecto era, más que un proyecto, una misión. Una misión al servicio de la fe y de la promoción de la justicia."
Caracas, quería ser una respuesta a esa invitación misionera. Algo que comportaba –que comporta– cambios ciertos de enjundia y peso para todos. Hoy todos estamos conscientes de ello. Ya no eran sólo los jesuitas los que tenían que cambiar, los que estaban ya cambiando. También tendrían que cambiar los laicos que se sintiesen llamados a entrar en ese proyecto. También los estudiantes que venían, que seguían viniendo, a las universidades jesuíticas a buscar respuestas para sus vidas: preguntas y respuestas. También las estructuras y los métodos que tendrían que adaptarse a los nuevos tiempos,
para poder generar la inquietud de la pregunta y la generosidad de la respuesta. Para analizar todo esto desde la perspectiva de los cambios de nuestro tiempo es para lo que pensamos el encuentro, los encuentros. Otro modo de pensar el derecho, otro modo de enseñar el derecho es lo que nos planteamos en el encuentro de México, pienso que con cierto éxito en los resultados, que andan por ahí publicados para el que los quiera leer. Y en el encuentro de Caracas continuamos esas reflexiones, interrogándonos sobre la ignacianidad de nuestras universidades, en frase feliz de Susana Di Trolio, y con resultados que probablemente tengamos que prolongar en el tiempo (la Asociación constituida en Caracas supone eso) y en el método (la identidad universitaria de nuestra Asociación exige eso). Entendida así, y así es como la entendíamos en nuestros encuentros, la Asociación con que nos enfrentábamos era un reto. Y un difícil reto. Algunos lo habíamos descubierto de la mano del padre Arrupe quien, nada más ser elegido General de la Compañía, lo afirmó bien expresivamente. En la Compañía postconciliar, que es la nuestra, se impone, dijo, una operación radical de replanteamiento de todo, similar –es gráfica la comparación– a la que en el mundo de la industria se llama reconversión. En ella, todo y todos tienen que adaptarse a las nuevas circunstancias y a las demandas renovadas. Absolutamente todos y todo: las estructuras, las obras, los hombres, las mentalidades. Nuestra Asociación Mundial de Facultades de Derecho Jesuíticas es consciente de que ése es nuestro proyecto, y quiere asumir ese reto. Tanto más cuanto que siente el atractivo con el que se nos enfrenta ese reto. Educar para los demás, formar hombres y mujeres para la comu-
nidad mundial es la misión que se nos propone (padres Arrupe y Kolvenbach); explicitar conscientemente en nuestra actividad universitaria, desvelar en ella, como en la aletheia griega, el servicio de la fe y la promoción de la justicia como “forma omnium” que debe ser integrada como prioridad en cada uno de los apostolados jesuíticos (según propuesta del padre Kolvenbach en la Asamblea General de la Enseñanza Superior de la Compañía de Jesús, de junio de 1989 en la Georgetown University); optar preferentemente por los pobres en nuestro universo intelectual, que para ello tiene que ser dos cosas: excelencia académica para resolver los problemas reales, y ciencia de los que no tienen voz, respaldo intelectual de los que tienen la verdad y la razón, a veces a modo de despojo, pero que no tienen las razones académicas que las legitimen, en frase del padre Kolvenbach (en la Universidad de Santa Clara ante 28 Universidades jesuíticas estadounidenses), que cita literalmente al padre Ignacio Ellacuría, asesinado en una universidad jesuítica de Centroamérica. Nuestra Asociación Mundial nace para hacer suyos esos objetivos, para asumirlos universitariamente. Como también quiere asumir la parte de responsabilidad que para alcanzarlos le ofrecen. En la citada asamblea de la Georgetown University, el padre Kolvenbach fue, en esta propuesta de corresponsabilidad, particular e intencionadamente claro. Quiero ser claro sobre un punto –dijo–. La comunidad jesuítica de la universidad no debe desear poder, debe ejercer su autoridad. Su papel es el de ser garante con y para los miembros de la comunidad educativa. Personalmente
pienso que esa distinción del padre Kolvenbach es una distinción comprometida y fecunda. La nueva comunidad universitaria jesuítica, salida de ese reparto de roles, exige que se ejerza la potestas y que no se dimita de la auctoritas. Nuestra Asociación quiere contribuir activamente a la definición en la práctica de ese juego de responsabilidades, en parte repartidas, en parte compartidas, al servicio de la misión y de los valores vehiculados por ella. Éste es, muy resumido, el diseño de ese novedoso proyecto universitario que llamamos la misión universitaria. Al servicio de ella hemos constituido en Caracas la Asociación Mundial de Facultades de Derecho Jesuíticas. Es nuestra decisión como red de juristas.
"La comunidad jesuítica de la universidad no debe desear poder, debe ejercer su autoridad."
No hemos llegado a ella los primeros. Ni, afortunadamente, somos los únicos. Pero pensamos modestamente que la entrada del derecho –entendido de ese otro modo que comenzamos a definir en México– en ese conjunto de redes jesuíticas puede ser una aportación significativa al servicio de la fe y de la promoción de la justicia. Siempre que seamos capaces de asegurar que será servicio intelectual a la misión y no burocracia organizativa. Institucionalización para mejor lograr los objetivos misioneros.
4. El encuentro institucionalizado La institucionalización de nuestro encuentro en una Asociación Mundial de Facultades de Derecho Jesuíticas quería servir para eso. El abogado José Rey Nores, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Córdoba, Argentina, y cálido amigo desde la reunión de México, me invitó, yo creo que sin pretenderlo, a replantear el sentido de la institucionalización de nuestro encuentro con un texto del padre Arrupe en el que la misión universitaria jesuítica es comparada con la llamada, en sueños, de un macedonio a Pablo, tal como la narran los Hechos (16.9): pasa a Macedonia y ayúdanos. Macedonia, para nuestra Asociación, es el mundo ancho y ajeno, el género humano con sus dolores y sus esperanzas a la búsqueda de un orden social digno y justo, la sociedad internacional que nos solicita para ayudar a construir un orden internacional al servicio de los hombres, el estatuto de la individualidad heredado del Renacimiento y de la primera Compañía al servicio de la persona, los derechos del hombre... Y ayudar es poner al servicio de esta Macedonia nuestra de hoy la experiencia jesuítica y el potencial educador de la Compañía (padre Arrupe): las potencialidades que juntos tenemos en mayor grado que ningún otro colectivo (el derecho comparado, por ejemplo), los valores con que nos envían misioneramente para llevar, a la sociedad internacional que es la nuestra, la humanización del derecho (ese otro modo de comprender el derecho de México), el prestigio intelectual que hemos heredado y cuya explotación nos obliga a hacer que la innovación prime sobre la rutina, lo intelectual sobre lo puramente profesional, los valores humanos sobre la eficacia utilitaria. Son algunas de las respuestas
a la llamada del macedonio, que nuestra Asociación pretende buscar con las reglas del discernimiento ignaciano. El trabajo de búsqueda y reconfiguración de nuestra identidad, en las sesiones de trabajo que iniciamos en México y que queremos que en todas las asambleas ocupe una buena parte de su tiempo, va en esa dirección. Y el plan de trabajo esbozado en las sesiones de Venezuela también. Un plan que establecía prioridades que habrá que verificar con el discernimiento ignaciano: aquello que, jurídica o sociojurídicamente, tiene peso –y consecuencias– en la sociedad internacional en que nos movemos; aquello
que tiene especial relieve para la misión universitaria de la Compañía; y aquello en lo que nuestras potencialidades son más fuertes y con las que podemos ser más útiles (el derecho comparado, los derechos del hombre... son sólo, por el momento, ejemplos). Para todo esto, el encuentro de Venezuela llegó a diseñar, más o menos provisionalmente, un plan de trabajo. En primer lugar, el de la asamblea anual estatutaria con dos elementos claramente diferenciados: una sesión de trabajo para reconfigurar continuamente nuestra identidad humana e intelectual en el discernimiento; y un seminario académico sobre un problema escogido con los criterios ya expuestos, y que implique un trabajo de investigación en red sobre el problema. Y en segundo lugar, el intento de ensayo, en nuestra vida universitaria
cotidiana, de un estilo de colaboración de nuestras facultades, que quizás no sea todavía muy corriente, a pesar de que nuestra tarea es esencialmente una común tarea. El intercambio mutuo, imaginativo y realista de profesores de diferentes facultades o países, los equipos comunes de investigación orientados por el que tenga mejores ideas, las actividades docentes llevadas en común si hacen posible lo que antes no lo era... son sólo ejemplos con los que habrá que comenzar a hacer camino. Un camino para el que, yo al menos, espero que la revista que el doctor Martín Risso está tratando de poner en marcha, con entusiasmo y eficacia, pueda ser, por un lado, un símbolo y, por otro, la decantación de un trabajo de investigación reflexiva, que introduzca al derecho en el interior de la misión universitaria jesuítica.
ienvenidos, representantes de las universidades jesuitas de América Latina. Deseo vivamente que todas y todos ustedes se sientan a gusto estos días en Quito y entre nosotros. Pondremos todo nuestro empeño en que así sea. La AUSJAL –es decir, nosotros– dio una voz de alerta hace más de un lustro: nos preguntábamos si no estaríamos formando profesionales exitosos para unas sociedades fracasadas. Estoy seguro de que este toque grave de atención nos sigue inquietando y espoleando en nuestro sentir internamente la responsabilidad que nos incumbe: la de ser enviados a enseñar a todas las gentes, a colaborar en la transformación de un mundo de personas cada vez menos personas y más sanguinariamente despiadadas con sus semejantes y con la morada que las cobija. Me parece ver como una de las urgencias más significativas para nuestra misión en el aquí y ahora de América Latina, aquélla que consiste en la asimilación de una propuesta paradójica: conjugar lo trascendente de la misión con la contingencia de la circunstancia histórica: conjunción que impulsa el dinamismo siempre renovador y creativo de nuestras universidades.
En la América Latina plural, cada uno de los pueblos donde se insertan nuestras universidades tienen sus rasgos idiosincrásicos peculiares, distintos de los que definen a los otros pueblos hermanos en su individua configuración humana y comunitaria. Situados cada uno de nosotros, cada una de nuestras universidades, en su respectivo contexto, estamos urgidos a no sosegar en la tarea perenne de penetrar en los signos de los tiempos cambiantes, a fin de responder a nuevas cuestiones y desafíos con espíritu innovador e imaginación creativa. La Junta Directiva de AUSJAL, que se reúne ahora –del 12 al 14 de mayo– en Quito, abordará temas administrativos, académicos y de relaciones con posibles instituciones y agencias de apoyo a nuestra labor. Todo ello en función y como traducción del fin que se pretende: es decir, de la misión a la que hemos sido convocados. En este contexto no deja de ser significativo que, casi paralela a nuestra reunión, haya otra dedicada a la identidad y espiritualidad de nuestras universidades, concretamente las del mundo andino. De hecho, existencialmente,
no son actividades paralelas, sino íntimamente compenetradas: programas académicos tales como el Diplomado en Derechos Humanos, el Continental sobre la Pobreza en América Latina o el Acuerdo de Cooperación con la Universidad de Deusto son intentos serios de respuestas concretas a las interpelaciones de nuestros pueblos en la actual coyuntura histórica. La firma de una carta de entendimiento con la Corporación Internacional de Inversión del Banco Interamericano de Desarrollo significa una importante acción encaminada a la consecución de apoyos necesarios para una gestión universitaria sólida y sustentable. Por otra parte, la reflexión y los diversos aportes sobre nuestro futuro –el futuro de AUSJAL– nos mantienen en ese esfuerzo permanente que ha ido fructificando en una maduración y consolidación de nuestra unidad en la diversidad. Estamos convocados, desde luego, a confirmar el esfuerzo y el común propósito, pese a las dificultades que continuamente nos han ido y nos seguirán saliendo al paso. El esfuerzo vale la pena: lo van mostrando los frutos.
Quito, Ecuador, del 12 al 14 de mayo de 2004 Asistentes: Susana Di Trolio, Fernando Montes, Gonzalo de Villa, Luis Ugalde, Claudia Villagrán, Sebastián Serra, Carlos Canillas, Julio Jiménez, Miguel Petty, Max Michel, Héctor Acuña, José Ribadeneira, Federico Sanz, Mayra Luz Pérez, José Morales, Jesús Azcargorta y Manuel Marzal. Informe de los avances en las redes de homólogos, proyectos y convenios Diplomado de Derechos Humanos Susana Di Trolio explicó los avances y su adaptación en Venezuela y Colombia para darlo totalmente on-line en las universidades que así lo requieran. Según dijo, se han definido ciertos requisitos para que una universidad pueda incorporarse como sede: • Mínimo de capacidad tecnológica. • La existencia de un coordinador dentro de la universidad. • Capacidad para cubrir los costos de la tutoría. Los requisitos para incorporarse únicamente por la vía de inscripción de alumnos son: • Inscribir personas en el curso que
ofrece alguna de las universidades sede. • Pago de un tutor. La universidad interesada en incorporarse en cualquiera de las dos modalidades puede ponerse en contacto con las coordinadoras del proyecto: Ana Barrios, agbarrios@mipunto.com; y Ligia Bolívar, lbolivar@ucab.edu.ve. Di Trolio explicó que esta fase ha sido apoyada financieramente por el Centro Magis. Para las próximas fases se ha estimado una inversión de entre 1620 y 2250 dólares por cada universidad que se incorpore, para garantizar la sostenibilidad del Diplomado. Jesús Azcargorta y Claudia Villagrán informaron los avances en el proyecto de constitución de la Red de Educación e Investigación en Derechos Humanos –RedLeidh–, que se integrará con apoyo financiero de la Agencia Canadiense para la Cooperación Internacional en coordinación con la Universidad de York, en Toronto. Curso de Pobreza (virtual) Es un curso modular en el que están incorporadas seis universidades en cinco países: Guatemala, México, Colombia (Cali y Bogotá), Venezuela y
Uruguay. Se esperan 250 estudiantes al final de 2004. Para el próximo curso se incorporarán las universidades Alberto Hurtado, Córdoba y la UCA de Managua, con casos nacionales y nuevos estudiantes inscritos. La incorporación puede hacerse en enero a través de la inscripción a las aulas ya existentes o del nombramiento de un tutor pagado por la universidad. La Javeriana de Bogotá tiene a su cargo la coordinación del curso. Formación de líderes universitarios ignacianos Se ha formulado un perfil de programa de formación de líderes universitarios ignacianos con la colaboración de 12 universidades y la coordinación de la Javeriana de Bogotá (UCAB, Táchira, Javeriana Cali, Landívar, UIA-León, UIA-Ciudad de México, Pernambuco y otras). El propósito del proyecto es graduar, con un programa de entre seis meses o un año, una promoción de jóvenes que se puedan sentar en una experiencia de trabajo y acción social. Consta de una parte de formación académica en las áreas sociopolítica, de trabajo social y espiritual; y un com-
yo docente. El primer curso ofrecido, La web como herramienta didáctica, fue muy bien recibido y está por ofrecerse una segunda promoción de éste. Red de Decanos de Ingeniería ponente de trabajo en grupo. Javeriana de Bogotá tiene en sus manos la normativa y el desarrollo de la solicitud de cofinanciamiento del centro Magis. Si se aprueba, se inicia el diseño y se puede pensar en el arranque para principios del año entrante. La meta es presentar la solicitud de cofinanciamiento a final de este año y poder arrancar con el programa latinoamericano en el primer trimestre del 2005. PYMES Jesús Azcargorta informó sobre la reunión celebrada en Caracas, en la que estuvieron presentes las universidades de UNISINOS, ITESO, IUJO, UCAB, UCA y UIA-Ciudad de México. La intención es proponer un proyecto común, diseñar un portal y utilizar la plataforma académica. Por otra parte, Claudia Villagrán informó sobre las pláticas que en la actualidad se están realizando con ETEA con la intención de estructurar un proyecto de apoyo a la integración y las PYMES en Centroamérica y la relación de la región con México. Responsabilidad Social Universitaria Susana Di Trolio informó de los avances que esta red de homólogos ha tenido desde su primer encuentro a finales del año 2003. Señaló que se encuentran trabajando en la definición de políticas de responsabilidad social universitaria, la elaboración de indicadores de responsabilidad social y la documentación de las mejores prácticas. Homólogos de Educación Susana Di Trolio y Jesús Azcargorta informaron de la iniciativa que ha tenido esta red en ofertar cursos on-line para la formación de profesores en el uso de software informático en el apo-
de mercado y que el endeudamiento es en moneda local (no en dólares). Enviados de la Corporación podrán visitar a las universidades que muestren interés. Para ello se deberán comunicar con Susana Di Trolio. Deusto-IKEI
El trabajo de esta red se ha concentrado en recoger la información de todos los docentes y directivos en las universidades con la intención de construir una base de datos de tutores o asesores que apoyen a los estudiantes en su elaboración de tesis de grado. Asimismo, la red se encuentra trabajando en un primer borrador del curso sobre medio ambiente y desarrollo sustentable para las carreras de ingeniería, así como en un proyecto de gestión y política ambiental universitaria. Corporación Interamericana de Inversiones Este grupo se acercó a AUSJAL para hacer una propuesta para abrir una línea de crédito de 25 millones de dólares para el financiamiento de universidades asociadas a AUSJAL. La tasa de interés no ha quedado fijada en el documento, pero se entiende que es en condiciones menores a la tasa
Se firmó un convenio entre Deusto (campus San Sebastián) e IKEI, que es una consultora privada dirigida por egresados de Deusto con fines de lucro, quienes han investigado las áreas prioritarias de financiamiento de los organismos multilaterales en los países de América Latina. El punto clave es concursar para ganar contratos; es decir, que los proyectos que salen a licitación por parte de BID, UE y otros organismos internacionales puedan ser ofertados conjuntamente entre la consultora y las universidades de AUSJAL. En el caso de Deusto puede explorarse las posibilidades de establecer un convenio de intercambio académico. La asesoría es en las áreas de economía, planificación estratégica, asesoría de empresas, desempleo, planificación estratégica regional, desarrollo industrial y municipal, pequeña y mediana empresa y análisis económico.
Convenio Deusto-IKEI Jesús Azcargorta hará llegar a los rectores la base de datos con las posibilidades de oferta de consultoría en el ámbito internacional y se estudiará la posibilidad de crear una base similar en cada país. Futuro de AUSJAL Es necesario tener claridad sobre la disponibilidad de las personas para ocupar puestos en la directiva de AUSJAL (tiempos, lugares y personas). Para ello es necesario elaborar un informe sobre la disponibilidad de tiempo de los rectores (períodos de rectorado, reelección, fechas de inicio y conclusión de su actual período). La Secretaría Ejecutiva hará la recolección de información.
La Secretaría deberá potenciar aquellas cosas que las universidades están haciendo bien, son de valor y pueden compartirse. Debe invertirse en la internacionalización de estas experiencias que puedan ser incorporadas a la malla curricular de cada universidad. La Secretaría podrá habilitar un catálogo virtual para documentar las experiencias que se tienen para compartir. Para apoyar lo anterior se sugirió que, cuando cada universidad tenga algo que piensa que podría ser de interés para los demás, lo traslade por escrito a AUSJAL. Con respecto a las cuotas, se acuerda llevar una propuesta de incremento a la Asamblea del 15% sobre la cuota actual. La Secretaría habilitará una lista de discusión que permita debatir (virtualmente) sobre el futuro de AUSJAL y llegar a la Asamblea con algo más discutido a este respecto.
Acreditación y Estatuto de Bologna Invitar para la próxima Asamblea a Julia González de la universidad de Deusto en España, quien conoce mucho de la iniciativa de Bologna y del tema de la acreditación. Para esa reunión, el Presidente de AUSJAL podrá presentar un panorama amplio con dos o tres expertos para una reflexión que abra la discusión. Publicaciones La Universidad de Córdoba, con el apoyo del Profesor Nelson Espequia, solicitará a cada universidad un listado de las publicaciones como punto de arranque. El padre Ugalde ofrece gestionar, de ser necesario, un apoyo financiero para la ejecución de este inventario. Vinculación con universidades no-jesuitas
Relación AJCU-AUSJAL El padre de Villa escribirá a Locatelli, Charlie Bierne y Charlie Currie para tratar de organizar una reunión en unos cinco u ocho meses. Se debe construir el temario conjuntamente tratando de concentrarse en pensar juntos el futuro de la educación jesuítica en un plano superior.
Se acuerda que, en un plano funcional, las universidades de AUSJAL podrán invitar a otras universidades a participar en proyectos de la Asociación, asegurándose de que dicha vinculación garantice el mutuo beneficio. Se deberá explorar el caso de Bolivia por no existir en ese país ninguna universidad de AUSJAL, pero sí interés de otras universidades amigas. Se deberá plantear el tema a la Asamblea para estudiar el status que podrían tener las universidades de inspiración cristiana dentro de AUSJAL. Estudio permanente de valores en los jóvenes La Universidad Landívar habilitará una sección en el Portal de AUSJAL en la que se pondrán a disposición los estudios realizados e invitará a otras universidades a compartir sus propias experiencias. Próxima Asamblea La reunión se celebrará en la Universidad de Córdoba, Argentina. La fecha propuesta para llegar a Córdoba es el 25 de mayo, que es un día de asueto nacional. La reunión podría realizarse a partir de esa tarde y continuar el 26 y 27. El día 28 estaría reservado para hacer alguna visita a las estancias coloniales, que son patrimonio de la humanidad.
tico de derecho para el desarrollo de la sociedad, al igual que para la garantía de la seguridad jurídica y del respeto de los derechos humanos. Este evento contó con la participación de reconocidos ponentes nacionales e internacionales que analizaron las vertientes teórico-prácticas del Estado social y democrático de Derecho, y estuvo respaldado además por la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) y la Fundación Konrad Adenauer Stiftung. El acto de inauguración estuvo a cargo del presidente de AUSJAL y rector de la UCAB, doctor Luis Ugalde, S. J., quien resaltó la importancia
n el marco del II Encuentro de las Facultades de Derecho Jesuíticas, se celebró en Caracas, en la sede de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), el Seminario Internacional Desafíos del Estado social y democrático de Derecho los días 19 y 20 de mayo de 2004. Dando cumplimiento a los acuerdos alcanzados en México con ocasión de la Primera Reunión Internacional de Facultades y Escuelas de Derecho Jesuíticas, llevada a cabo en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México en noviembre de 2003, la Facultad de Derecho de la UCAB organizó este congreso científico sobre uno de los temas de mayor relevancia en la actualidad, tanto para los ciudadanos como para los estados, dada la trascendencia del concepto Estado social y democrá-
"...dada la trascendencia del concepto 'Estado social y democrático de Derecho' para el desarrollo de la sociedad..."
de generar, a partir del tema, una línea de investigación que permita determinar los indicadores para medir la vigencia del Estado de Derecho, trabajo que llevará adelante la UCAB en un inicio, pero que se consolidará con la participación de las universidades miembros de la recién creada Asociación Mundial de Facultades y Escuelas de Derecho Jesuíticas Francisco Suárez, S. J. También intervino en la inauguración el decano de la Facultad de Derecho de la UCAB, el doctor
Jesús María Casal, y el representante de la Fundación Konrad Adenauer en Venezuela, señor Michael Lingenthal, quienes tuvieron bajo su responsabilidad las palabras de bienvenida del evento. El Seminario estuvo estructurado en torno a cinco bloques temáticos, el primero relacionado con el concepto de Estado de Derecho y su evolución, en el cual se analizaron los elementos imprescindibles para una definición de Estado de Derecho, la evolución histórica de éste y la noción de Estado social de Derecho. Intervinieron en este primer bloque el profesor Torsten Stein, director del Instituto Europeo de la Universidad Saar, de Alemania, quien disertó sobre Estado de Derecho, poder público y legitimación desde la perspectiva alemana. Su participación giró en torno a la relación de los tres conceptos enunciados en el título de su trabajo y la democracia. Partió de la opinión sostenida en la actualidad de que la democracia, como forma de Estado, es la mejor y el único sistema de gobierno legítimo. Esto, desde su punto de vista, limitaría el principio de Estado de Derecho. También expuso el profesor Martin Risso Ferrand, decano y profesor titular de Derecho Constitucional en la Universidad Católica del Uruguay, quien tuvo a su cargo la ponencia Estado social y democrático de Derecho, concepto y evolución. De su presentación surgió una ratificación de la trascendencia del Estado de Derecho como posibilidad real y como herramienta ineludible para el desarrollo de cualquier Estado. Además, participó en este primer blo-
que el profesor Diego Valadés, investigador y director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien contribuyó con la ponencia El concepto de Estado de Derecho y su evolución, mediante la cual destacó que, cuando se alude al Estado de Derecho, se debe contemplar la vigencia del orden jurídico en la totalidad de las relaciones individuales y colectivas, no sólo en las que intervienen los órganos de poder, puesto que se dejaría por fuera la amplia gama de relaciones jurídicas establecidas entre los particulares, lo cual resulta insustentable. El segundo bloque se denominó Estado de Derecho, democracia y derechos humanos, en el que participaron el doctor Carlos Ayala Corao, quien es miembro y ex presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (OEA), presidente de la Comisión Andina de Juristas y profesor de Derecho Constitucional en la UCAB; y la socióloga Ligia Bolívar, quien se desempeña como consultora y miembro del cuerpo docente del Instituto Interamericano de Derechos Humanos y directora del Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la UCAB. En este bloque se destacó la relevancia que, para la idea de Estado de Derecho en el mundo actual, tiene la vigencia y garantía de los derechos humanos, en el supuesto de la democracia como forma de go-
bierno imperante. El tercer bloque temático se refirió a los obstáculos para la vigencia del Estado de Derecho en América Latina. Presentaron las experiencias de sus respectivos países en esta materia el profesor Francisco Eguiguren, quien es profesor de Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú y consultor de organizaciones internacionales y agencias de cooperación técnica y financiera; el profesor Jesús María Casal, decano y profesor de la Facultad de Derecho de la UCAB, Venezuela; y el profesor Cairo Manuel López, catedrático de Derecho Constitucional y Administrativo en la Universidad Centroamericana de Nicaragua.
"...se destacó la relevancia que, para la idea de Estado de Derecho en el mundo actual, tiene la vigencia y garantía de los derechos humanos..."
En el cuarto bloque temático, los participantes debatieron sobre Estado de Derecho, orden internacional y transformaciones en el ejercicio de la soberanía. El profesor Torsten Stein presentó la ponencia El Estado de Derecho en el Derecho Público Internacional y en el Derecho de la Unión Europea. Intervino también el profesor Asdrúbal Aguiar, profesor titular de Derecho Internacional Público en la Facultad de Derecho de la UCAB y quien ha sido juez de la Corte Intera-
mericana de Derechos Humanos. También participó como ponente el profesor Luis Fernando Álvarez, S. J., quien es decano académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. El quinto bloque se dedicó al tema Estado de Derecho, desarrollo humano e indicadores para la medición de la vigencia del Estado de Derecho. En él contribuyeron con sus exposiciones la abogada Sonia Obregón Campana, responsable del área de Derechos Humanos y justicia en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Venezuela; el profesor Néstor Luis Luengo, jefe del Departamento de Investigaciones Sociopolíticas del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB; y la profesora Susana Di Trolio, coordinadora del Centro de Apoyo de AUSJAL y profesora de la Escuela de Economía de la UCAB. Para finalizar este bloque temático se presentó la relatoría del grupo de trabajo de la UCAB, responsable del proyecto de determinación de los indicadores para medir la vigencia del Estado de Derecho, a cargo de la profesora Lolymar Hernández Camargo, profesora de la Facultad de Derecho de la UCAB, y el profesor Tito La Cruz, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB. Los trabajos presentados en este seminario serán publicados en el primer número de la revista de la Asociación Mundial de Facultades y Escuelas de Derecho Jesuíticas Francisco Suárez, S. J., que en la actualidad se encuentra en preparación.
Este proyecto, que se originó des-
la ciudad de Guatemala, y respaldada
de la gestión del padre Xabier Goros-
con la experiencia en la enseñanza e
tiaga como Secretario Ejecutivo de
investigación en derechos humanos
AUSJAL, cuenta con el financiamiento
del IIDH. AUSJAL, IIDH, ILSA y
principal de la Cooperación Canadien-
CELS serán apoyados por educadores
se y el aporte de las instituciones par-
e investigadores y el soporte institu-
ticipantes. La construcción de la Red
cional de la Universidad de York, a
establecerá prioridades educacionales
través del Centro para la Investigación
y de investigación aplicadas en el ám-
en Latinoamérica y el Caribe (CER-
bito regional; asimismo, promoverá
LAC) y la Escuela de Leyes de Osgoo-
soluciones comunes basadas en la exis-
de Hall (Osgoode). En un inicio, a
tencia de una nueva institución regional
través de proyectos con ILSA, la Uni-
que pueda servir como marco de refe-
versidad Nacional de Colombia, en
rencia de lo que se quiere cambiar en
Bogotá, tendrá una amplia participa-
espués de más de tres
América Latina desde la promoción,
ción en la Red; igualmente tres univer-
años, finalmente este
divulgación y defensa de los derechos
sidades nacionales en Argentina (Bue-
2004 se inició la ejecu-
humanos.
nos Aires, Lanús y Comahue) serán
ción del Proyecto de la
La Red se lanzó con infraestructu-
parte de la Red a través de su conexión
Red Latinoamericana para Educación
ra y recursos académicos de AUSJAL,
con CELS. Se buscará la participación
e Investigación sobre Derechos Huma-
coordinada por su Secretaría Ejecutiva,
adicional de universidades públicas y
nos, con la participación como socios
en la Universidad Rafael Landívar en
privadas para sostenerla.
de AUSJAL; la Universidad de York, de Toronto, Canadá (YU); el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH); el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), de Argentina; y el Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos (ILSA), de Colombia; mediante la cual se pretende crear una red de instituciones de América Latina que genere nuevos espacios de discusión de los derechos humanos y que pueda cambiar la perspectiva de la mayoría de la población sobre éstos. 1
Codirector Ejecutivo del proyecto Latin American Human Rights Net (LAHRNET), entre AUSJAL, York University, IIDH, CELS e ILSA.
aplicada de derechos humanos en te-
dicionalmente excluidos, sobre todo
mas de trascendencia social para el
mujeres y grupos étnicos en programas
continente; la producción de una serie
de la Red, y se establecerá una inves-
de materiales de investigación aplicada
tigación continua de la educación de
Uno de los fundamentos importan-
y de materiales que serán alojados,
los derechos humanos, de modo que
tes que generó esta Red fue la casi
junto con otros objetos del aprendizaje,
se transformen los currículos de post-
inexistente coordinación en la produc-
en una biblioteca virtual con un acceso
secundaria y universitarios, participen
ción de investigaciones entre los aca-
publico muy extendido; la aplicación
conjuntamente otras instituciones com-
démicos universitarios y las organiza-
de nuevos conocimientos y el acceso
prometidas en los asuntos de derechos
ciones no gubernamentales. Esto ge-
a nuevos materiales de capacitación
humanos y se eleve así el nivel de con-
neró duplicidad de información y un
en actividades como talleres y confe-
ciencia sobre los derechos humanos y
sesgo hacia los derechos individuales,
rencias en el desarrollo de la política
de su impacto en la comunidad.
y dejó a un lado los derechos económi-
de derechos humanos, especialmente
La Red significa un avance impor-
cos, sociales y culturales y aquéllos
un programa para mejorar la profesio-
tante para la defensa de los derechos
que tienen que ver con medio ambien-
nalización judicial en la región; y, fi-
humanos y constituye un valor agre-
te, tolerancia y multiculturalidad.
nalmente, el compromiso de los cana-
gado histórico para crear sensibilidad
Al sexto año del proyecto de la
dienses en el diálogo sur-norte sobre
en la población. De esta manera,
Red, se espera haber fortalecido a los
educación de los derechos humanos
AUSJAL inicia una etapa importante
estados y sostener de mejor manera la
en Canadá y Latinoamérica.
dentro de su historia y de la promoción
protección de los derechos humanos.
Se tendrá muy en cuenta una par-
Se promoverá una cultura de respeto
ticipación prioritaria de los grupos tra-
por las leyes, especialmente en la lucha contra la pobreza, con un enfoque a los grupos socialmente excluidos. Entre las actividades que se desarrollarán a través de la red están: la colaboración de las universidades y ONG en el desarrollo del currículo, incluyendo el fortalecimiento del Diplomado en Derechos Humanos y de un Modelo de Maestría en Derechos Humanos, ambos con componentes significativos de la educación a distancia; la capacidad de edificar la educación en derechos humanos en AUSJAL y las ONG, a través del desarrollo de una serie de proyectos de investigación
de los derechos humanos en América Latina.
1 2 3
Encuentro AUSJAL Seminario o taller Reunión de Junta Directiva
----------------------------------------------------------------------------------------Para cualquier información adicional, remitirse a la oficina de AUSJAL más próxima. Ver números de teléfono, fax, sitios en Internet y correos electrónicos de directorio y Enlaces en las contrasolapas y contraportada de esta revista.
EVENTO
1
ENCUENTRO
LUGAR
FECHA
UCA, Managua
Por confirmar
UCAB, Caracas
25 y 26 de junio
RED DE INGENIERÍA
2
ENSEÑANZA DE LA ÉTICA EN LAS ESCUELAS
(tentativo)
DE ADMINISTRACIÓN Y ECONOMÍA
-
I CONGRESO ESTUDIANTIL
URL, Guatemala
22 a 25 de julio
SEMINARIO INTERNACIONAL
Universidad Javeriana,
20 a 22
SOBRE POBREZA EN AMÉRICA LATINA
Cali
de septiembre
DE CENTROAMÉRICA
2
(tentativo)
-
CONGRESO INTERNACIONAL
UNISINOS, Brasil
DE CALIDAD EN EDUCACIÓN
Recalendarizado para 2005
A DISTANCIA
2
MIGRACIONES-SJM-AJCU
México, D. F.
30 de septiembre a 2 de octubre
1
CORREDOR CIENTÍFICO AMBIENTAL
Por confirmar
Por confirmar
Cali, Colombia
Por definir
ENTRE UNIVERSIDADES JESUITAS DE AMÉRICA LATINA
-
OBSERVATORIO INTERNACIONAL DE COYUNTURA
educación superior en la región en
estimular el establecimiento, la expan-
materia de inversión en infraestructura,
sión y la modernización de empresas
equipamiento y programas de crédito
privadas, particularmente las de peque-
educativo. La ceremonia de firma tuvo
ña y mediana escala.
lugar en la sede de la CII en la ciudad de Washington, D. C., Estados Unidos de América. En nombre de AUSJAL firmó el padre Luis Ugalde, S. J., presidente; y por la CII, el señor Steven Reed, gerente general en funciones. La Corporación Interamericana de Inversiones es una institución financiera multilateral que forma parte del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo. Proporciona financiamiento (en forma de inversiones de capital, préstamos, garantías y otros instrumentos) y servicios de asesoría a empresas privadas de América Latina y el Caribe. La misión de la CII es promover el
Con un acto en el que participaron
desarrollo económico de sus países
autoridades de la Secretaría de Educa-
miembros prestatarios regionales para
ción Pública (SEP) y del ITESO, esta
ashington, D. C. El 23 de junio de 2004, la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) firmó un memorando de entendimiento con la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) por un monto de US$25 millones con el objetivo de fortalecer la labor educativa y establecer un mecanismo que apoye el desarrollo académico y social de América Latina. Esto se hará mediante el financiamiento directo e indirecto de proyectos para el sector de
Luis Ugalde, S. J., presidente de AUSJAL, y Steven Reed, gerente general de CII, firman el memorando.
casa de estudios recibió, el 21 de enero pasado, el Registro de Excelencia Académica que otorga la dependencia federal, con lo que se convirtió en la primera universidad jalisciense que obtiene este reconocimiento. La SEP informó el 9 de diciembre de 2003 que el ITESO cumplía con las disposiciones del Acuerdo 279 de la Secretaría, publicado el 10 de julio de 2000 en el Diario Oficial de la Federación. En el artículo 43 de dicho acuerdo se establece que los requisitos para que la SEP reconozca la excelencia académica de una institución de educación superior son: i) contar con personal académico, instalaciones y planes y programas de estudio cualificados; ii) contar con suficiente porcentaje de profesores de tiempo completo; iii) haberse dedicado por lo menos durante diez años a impartir educación superior con reconocimiento oficial;
(FIMPES).
nación de la SEP.
iv) no haber recibido sanción de la
La simplificación de trámites ante
Otro beneficio que otorga el regis-
SEP en los últimos tres años; y v)
la SEP para la autentificación de
tro es la simplificación administrativa
contar con acreditación por parte de
documentos, que pretende un régimen
en cuanto a la relación con la autori-
una instancia pública o privada que
especial que aliente la participación
dad; ahora son visitas de supervisión
tenga convenio con la SEP en mecanis-
de aquellas instituciones particulares
menores. Puede también tener flexibili-
mos de evaluación de la calidad del
que se han distinguido por su excelen-
dad para actualizar sus planes y pro-
servicio educativo.
cia académica, es uno de los beneficios
gramas de estudio y las cuestiones
En el caso del ITESO, la universi-
que otorga el registro según explicó,
administrativas de titulación, señaló
dad cuenta con la acreditación de la
durante el acto en el que se entregó el
Ignacio Villagordoa Mesa, director
Federación de Instituciones Mexicanas
documento, José María Fraustro Siller,
general de Acreditación, Incorporación
Particulares de Educación Superior
subsecretario de Planeación y Coordi-
y Revalidación de la citada Secretaría.
está conformado por personas religiosas y laicas en el proceso de formación permanente, así como por comunidades comprometidas en el trabajo pastoral, apostólico y religioso y comunidades universitarias trabajando en la pastoral universitaria, etc. Cuenta con la colaboración de diversos autores religiosos y personalidades comprometidas con la fe y la justicia. Se concibió en ese momento como un medio para promover la animación y el diálogo espiritual en la Provincia. Para cualquier información adicional, contactar con diakonia@ns.uca.edu.ni.
Diakonía es una publicación trimestral del Centro Ignaciano de Centroamérica y de la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús. Posee una reflexión grupal sobre nuestro ser y quehacer a la luz de la fe y la justicia. En cada número se abordan temas de interés espiritual, religioso, teológico y social. Su propia experiencia y realidad social del área latinoamericana y del mundo son resultado de trabajos de diversos autores, tanto de nuestra universidad como de colaboradores e invitados. El público al que se dirige
Para mayor información acerca de esta publicación, por favor escribir al correo felipe.carrasco@iberopuebla.net.
Se presenta en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México el libro Universidad Iberoamericana: 60 años de compromiso con el futuro, libro conmemorativo al sexagésimo aniversario de dicha universidad. El libro, coordinado por la Dirección de Difusión Cultural, fue presentado en esa casa de estudios con los comentarios del maestro José Luis Bermeo Vega, el doctor José Morales Orozco, S. J., la maestra Maura Rubio y la maestra Sylvia Schmelkes. El libro está conformado por 115 páginas y un anexo titulado Línea del tiempo. Está dividido en dos grandes temas: historia y compromiso de la Universidad Iberoamericana y desafíos del futuro. Cuenta con ensayos de destacadas personalidades de la academia: Carlos Muñoz Izquierdo, Carlos Mendoza Álvarez, padre Gerardo Remolina, Ilán Semo, Vincent J. Duminuco, Sylvia Schmelkes y algunos ex alumnos de la UIA. El volumen contiene un texto de presentación escrito por el rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, maestro Enrique González, S. J. , quien considera este libro como una invitación a pensar nuestra realidad para todos aquellos que contribuyen con su labor educativa a la construcción del futuro en México.
amigo, el hombre sabio que siempre se mostró dispuesto a enseñar, el maestro que falleció el 12 de julio en horas de la tarde, a la edad de 65 años, víctima del cáncer. Cuando los hombres grandes se marchan, las lágrimas empañan nuestro rostro, pero también en medio de ellas surge una sonrisa, una sonrisa de satisfacción por haber tenido la oportunidad de conocer a una persona que trabajó y se preparó para servir, para formar
n columna escrita el pasado 14 de mayo para el diario Del lago al samán, el doctor Óscar Jaramillo Gutiérrez, dirigiéndose a los docentes decía: La realidad actual exige la presencia del maestro, del pedagogo con experiencia, con mente amplia y, sobre todo, con corazón abierto para la comprensión del alma de su alumno o alumna. Esa frase, escrita con motivo del Día del Profesor, era el fiel reflejo de la personalidad de Óscar Jaramillo, el Director de Relaciones Internacionales, el compañero, el
personas, para transmitir ese caudal de conocimientos que brotaba de su fuente inagotable de sapiencia. Amante de la perseverancia, la rectitud y la transparencia, no vaciló ni un instante para decir las cosas de frente y actuar con firmeza para defender sus ideas y hasta reprender, en forma amigable, a quien se desviaba del buen camino; pero también supo escuchar, aceptar y
corregir sus errores. Entre los numerosos cargos que ejerció, vale la pena destacar su labor como columnista habitual de El Tiempo (1968-1978), periódico en el cual firmaba sus escritos con el seudónimo de Teófilo Escribano; y en El País, donde además de columnista también era editorialista y fuente de reporteros que lo llamaban para pedir explicación sobre asuntos internacionales. El Medio Oriente, la ETA, el conflicto de los Balcanes, la invasión a Irak, la revolución islámica, el sueño bolivariano de Chávez, la Unión Europea y el TLC, entre muchísimos temas más, siempre estuvieron bajo la mirada acuciosa de don Óscar y, como dato agradable, recuerdo (cuando trabajaba en el área de Opinión de El País) que en diversas ocasiones, ante complejos hechos internacionales de última hora, su pluma siempre estuvo erguida para ayudar a editorializar sobre ellos. Rememorando la película Troya, que se exhibe por estos días en cartelera, en la cual se muestra como el héroe Héctor recibe un funeral con todos los honores, rodeado de su familia y su pueblo, de igual manera el mejor homenaje que podemos hacerle en este día es acompañarlo en su última morada terrenal, porque él también fue un héroe, un guerrero intelectual que supo guiar hacia el conocimiento. Dios lo bendiga, doctor Jaramillo.
VENEZUELA Sede Presidencia Jesús Azcargorta jazcargo@ucab.edu.ve Tel: (58212) 266 85 62 (58212) 266 91 41 Fax: (58212) 266 85 62 (58212) 266 91 41
Susana Di Trolio sditroli@ucab.edu.ve Tel/Fax: (58212) 266 13 41
UNIVERSIDAD
Argentina
Facultades de Filosofía y Teología José María Cantó, S. J. jmcanto@jesuitas.org.ar de San Miguel vrd@uccor.ar Universidad Católica de Córdoba Dra. Graciela Pilnik gpilnik@fibertel.com.ar
(54)(11) 44557992 (54)(11) 44556442 Int.: 152 (54)(351) 4938000 (54)(351) 4938000
Brasil
Faculdade Sao Luís Fundaçao Educacional Ignaciana "Pe. Sabóia de Medeiros" PUC/RIO UNICAP UNIFEI UNISINOS
María Elisa Silva elisa@faculdadesaoluis.br Flavio Vieira de Souza flasouza@fei.edu.br
(55)(11) 31389747 (55)(11) 31389747 (55)(11) 32091855 (55)(11) 32097996
Rosa M. de Brito Meyer director@ccii.puc-rio.br Junot Cornélio Matos junot@unicap.br Marcio Rillo reitor@fei.edu.br Moacir Gomes Pereira moacir@helios.unisinos.br
(55)(21) 31141000 (55)(81) 32164000 (55)(11) 43532900 (55)(51) 5911122
(55)(21) 31141608 (55)(81) 34230541 (55)(11) 41095994 (55)(51) 5908305
Colombia
Universidad Javeriana - Bogotá Universidad Javeriana - Cali
Ángela de Toro
adetoro@javeriana.edu.co
(57)(1) 3208320 (57)(2) 3218200
(57)(1) 3208320 (57)(2) 3218200
Chile
Universidad Alberto Hurtado
Ana María del Valle
amdelv@uahurtado.cl
(56)(2) 6920200
(56)(2) 6920216
Ecuador
PUCE
Eduardo Valencia
evalencia@puce.edu.ec
(593)(2) 2991700
(593)(2) 2991700
El Salvador Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" - UCA
René Zelaya
rzelaya@buho.uca.edu.sv
(503) 2106600
(503) 2106655
Guatemala Universidad Rafael Landívar
Renzo Lautaro Rosal
rlautaro@url.edu.gt
(502) 22797819
(502) 22797979 Ext.: 2369
México
ITESO UIA - Ciudad de México
Luis Guerrero Anaya Sonia Fernández
luisjose@iteso.mx soniae.fernandez@uia.mx
(52)(33) 36693434 (52)(33) 36693435 (52)(55) 59504014 (52)(55) 59504281
UIA - León UIA - Puebla
Antonio Cruz Pérez José Rafael de Regil
antonio.cruz@leon.uia.mx rafael.deregil@iberopuebla.net
(52)(477) 7100600 (52) (477) 7115477 (52)(222) 2290700 (52)(222) 2301730
UIA- Tijuana
Diego Martínez, S. J.
diego@tij.uia.mx
UIA - Torreón
Enrique Macias
enrique.macias@lag.uia.mx
(52)(664) 6301577 (52) (664) 6301591 al 81 (52)(871) 7291010 (52)(871) 7291080
Mayra Luz Pérez
mlpd@ns.uca.edu.ni
(505) 2783923
(505) 2670106
academico@isehf.edu.py
(595)(21) 293579
(595)(21) 293579
Soledad Escalante
sescalante@uarm.edu.pe
(511) 4245322
(511) 4231126
Cecilia Montes Corazao
Montes_C@up.edu.pe
(511) 2190100
(511) 2190149
República Instituto Filosófico Dominicana Pedro Francisco Bonó
Max Michel. S. J.
maxmichelsj@yahoo.com
(809) 6892230
(809) 6850120
Uruguay
UCU
Andrés Jung
relinter@ucu.edu.uy
(5982) 4872717
(5982) 4870323
Venezuela
Universidad Carólica del Táchira Universidad Católica "Andrés Bello" Instituto Universitario Jesús Obrero - IUJO
Samir Abdalá Sánchez ssanchez@ucat.edu.ve Susana Di Trolio sditroli@ucab.edu.ve
(58)(276) 3430510 (58)(276) 3418952 (58)(212) 2668562 (58)(212) 2668562
Judith Benítez
(58)(212) 5648652 (58)(212) 2661342
Paraguay
Martín Sánchez Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos (ISEHF)
Perú
Universidad Antonio Ruiz de Montoya Universidad del Pacífico
CORREO
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Nicaragua UCA
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