EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL MÉXICO. Enero-Febrero del 2011. Para: Don Luis Villoro. De: Subcomandante Insurgente Marcos. Doctor, saludos. Esperamos de veras que se encuentre mejor de salud y que tome estas líneas no sólo como vaivén de ideas, también como un abrazo cariñoso del todo que somos. Le agradecemos el haber aceptado participar como corresponsal en este intercambio epistolar. Esperamos que de él surjan reflexiones que nos ayuden, allá y acá, a tratar de entender el calendario que padece nuestra geografía, es decir, nuestro México. Permítame iniciar con una especie de esbozo. Se trata de ideas, fragmentadas como nuestra realidad, que pueden seguir su camino independiente o irse enlazando como una trenza (que es la mejor imagen que he encontrado para “dibujar” nuestro proceso de reflexión teórica), y que son producto de nuestra inquietud sobre lo que ocurre actualmente en México y en el mundo. Y aquí inician estos apuntes apresurados sobre algunos temas, todos ellos relacionados con la ética y la política. O más bien sobre lo que nosotros alcanzamos a percibir (y a padecer) de ellos, y sobre las resistencias en general, y nuestra resistencia particular. Como es de esperar, en estos apuntes, el esquematismo y la reducción reinarán, pero creo que alcanzan para dibujar una o muchas líneas de discusión, de diálogo, de reflexión crítica. Y de esto es precisamente de lo que se trata, de que la palabra vaya y venga, sorteando retenes y patrullajes militares y policíacos, de nuestro acá hasta su allá, aunque luego pasa que la palabra se va para otros lados y no importa si alguien la recoge y la lanza de nuevo (que para eso son las palabras y las ideas). Aunque el tema en el que nos hemos puesto de acuerdo es el de Política y Ética, tal vez son necesarios algunos rodeos o, más mejor, aproximaciones desde puntos aparentemente distantes. Y, puesto que se trata de reflexiones teóricas, habrá que empezar por la realidad, por lo que los detectives llaman “los hechos”. En “Escándalo en Bohemia”, de Arthur Conan Doyle, el detective Sherlock Holmes le dice a su amigo, el Doctor Watson: “Es un error capital teorizar antes de tener datos. Sin darse cuenta, uno empieza a deformar los hechos para que se ajusten a las teorías, en lugar de ajustar las teorías a los hechos”.
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