reportaje
Cuando la
EXPERIENCIA
Vale su peso de
ORO
6 aviNews febrero 2014 “Una nueva visión para la avicultura”
U
n tema recurrente es hablar de las granjas de nuevo diseño que funcionan con el máximo nivel posible de tecnificación y con el control total de todos los parámetros ambientales habidos y por haber, como conexión a internet para tener en todo momento el conocimiento de qué está pasando, alarmas telefónicas, etc. ¿Son necesarias tantas nuevas tecnologías para criar pollos? ¿Qué parte puede suplir una larga experiencia? Una buena instalación nos permite trabajar eficazmente, del mismo modo que la experiencia, aunque sin duda precisa un poco más de esfuerzo personal. En El Saucejo, una pequeña población agrícola y ganadera de Sevilla que ronda los 4.000 habitantes, donde la producción de pavos es la reina seguida de cerdos y pollos, encontramos el caso de Manuel Povero que se dedica a la cría de pollos desde hace más de 20 años, gran parte de ellos y hasta la actualidad para GUADAVI, una cooperativa de avicultores fundada alrededor de 1999 de la que es socio fundador.
En El Saucejo, una pequeña población agrícola y ganadera de Sevilla que ronda los 4.000 habitantes, donde la producción de pavos es la reina seguida de cerdos y pollos, encontramos el caso de Manuel Povero que se dedica a la cría de pollos desde hace más de 20 años, gran parte de ellos y hasta la actualidad para GUADAVI, una cooperativa de avicultores fundada alrededor de 1999 de la que es socio fundador.
Autoconstrucción de las naves En un terreno de su padre, construyó íntegramente las naves con las que trabaja, caso curioso hoy en día que parece que si no es “llave en mano”, no se puede hacer nada. Se encargó de todo, desde la cimentación, las paredes de panel sándwich en los laterales y el techo de uralita inyectada con poliuretano para evitar la transmisión del calor exterior al interior de la nave, instalación de agua, luz, electricidad, etc. La construcción de las naves, no la llevó a cabo de cualquier forma, pues siempre se informaba antes de diseñarlas. Él fue el primero en poner lona en las ventanas porque así se lo aconsejaron cuando nadie lo hacía. Posteriormente, todos en la zona han acabado poniendo la lona en las ventanas. En la primera nave tenía capacidad para 9.000 pollos, pero a los diez años 7 aviNews febrero 2014 “Una nueva visión para la avicultura”
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la rentabilidad empezó a ser muy justa, por lo que decidió ampliar paulatinamente hasta llegar en el 2004 a 34.000 pollos de capacidad total. La explotación avícola está formada por dos naves similares de 14 metros de ancho por 54 metros de largo una y 40 metros la otra, diferencias debidas a los condicionantes de las dimensiones de la finca donde están ubicadas y una última nave de 112 metros de largo. Para la cama del suelo usa cascarilla, lo más económico de trabajo y de precio, que es lo que abunda aquí. La diferencia con otras camas que ha probado, es que cuando la cascarilla absorbe humedad no hace la pasta que se forma con la paja molida y con la viruta tuvo un pequeño susto con un incendio que controló rápido, pero que ya lo predispuso a volver a la cascarilla. “El nivel de absorción de la cascarilla es muy bueno y al final de la camada el suelo está seco y no tengo problemas en los animales”, asegura Miguel. Sistemas tradicionales Para el invierno la calefacción se realiza mediante la típica caldera tradicional de toda la vida y utiliza orujo de aceituna. La granja está ubicada en una zona de gran producción de olivas, por lo que es un producto económico y de gran concentración calórica. Sin embargo, “en el último año ha habido algunos problemas de suministro de orujo porque con la crisis muchas granjas han vuelto a usarla como fuente energética para la calefacción”, lamenta Miguel. La ventilación es totalmente manual, sin ningún ordenador ni sonda ni alarma que avise cuando pasa algo. Hay ventanas a todo lo largo de la nave y algunos ventiladores (6 de 40,000m3), subiendo y bajando ventanas para regular el ambiente y la temperatura de la nave de forma manual según la sensación que tenga al estar trabajando dentro de las naves o conectando los ventiladores cuando sea necesario. 8 aviNews febrero 2014 “Una nueva visión para la avicultura”
Los ventiladores no tienen regulación, por lo que sólo encontramos una marcha: a toda potencia o parados. Para el verano juega con las ventanas y los ventiladores hasta que decide conectar unas líneas de agua que discurren bajo el techo y que manualmente regula los intervalos de tiempo y duración. Dispone de un grupo electrógeno por si acaso faltase luz. Miguel destaca que hay que revisarlo de vez en cuando, porque conoce el caso de una nave totalmente cerrada donde se fue la luz y el grupo no se conectó por falta de mantenimiento con el fatal desenlace de que se murieron todos los animales. También fue uno de los motivos por los que instaló la lona, pues no queda la nave herméticamente cerrada y en caso necesario sigue realizándose renovación de aire evitando este problema. El control de plagas lo realizan empresas externas que, cuando está vacío y limpio, hacen su trabajo instalando y revisando los cebos. De momento no tienen problemas de Alphitobius ni otras plagas. Se ve obligado a externalizar por la presión política y la imposibilidad de hacer cursos, ya sean de manipulación de biocidas, de bienestar u otros. Hace tiempo que está apuntado para hacerlos, pero los horarios no están pensados para ser compaginados con el trabajo de la granja: “No puedo estar toda la mañana en el curso y no revisar los animales”, se queja Miguel. El agua es de un pozo propio y se potabiliza mediante un clorador automático. El nivel del cloro lo controla con los medidores de DPA y, dependiendo del nivel que encuentre, aumenta la dosis si es necesario. También tiene dosificadores de medicamentos que utiliza cuando es necesario realizar tratamientos vía agua o para tratamientos preventivos como son el adicionar ácidos al agua.
Para Manuel Povero, lo tradicional no esta reñido con el éxito
9 aviNews febrero 2014 “Una nueva visión para la avicultura”
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Seguimiento manual de los animales A la instalación llegan los pollitos mixtos (hembras y machos) que salen hacia el sacrificio alrededor de los 45-48 días de vida, teniendo el tiempo necesario para limpiar, desinfectar y preparar para el nuevo lote de animales. De esta forma, cada 9 semanas como máximo entra un lote nuevo a la instalación. Para ver el seguimiento de los animales, tiene una báscula manual con la que va pesando los animales periódicamente y así valora la curva de evolución de los animales. Revisando las manadas cerradas y controladas escrupulosamente en una libreta, observamos que el peso de venta promedio gira en torno a los 2.800-2.900 Kg con un índice de transformación situado entre 1.789 y 1.893, con un ligero aumento hacia los 2 en invierno. Todo ello con mortalidades que generalmente no superan el 3% (los últimos lotes 2,77% y 1,80% res-
pectivamente). Se trata de unos números más que aceptables. Lo tradicional no está reñido con el éxito Una instalación de este tipo no es lo que, en estos momentos, se considera evidentemente moderna. No obstante, Miguel Povero reitera que, desde que se hizo socio de GUADAVI, empezó a criar manadas con ellos, los números han sido positivos y empezó a ganar dinero; antes, apenas cubría gastos. Por tanto, sí es posible tener rentabilidad en este tipo de instalaciones, aunque la experiencia es un punto básico necesario para conseguirlo. Visto lo visto, avicultores como Manuel Povero siguen teniendo futuro en el sector y por muchos años, ya que la experiencia, si va acompañada de naves con un mantenimiento adecuado, es un peso importante de la balanza en la búsqueda de la rentabilidad económica.
Granjas avícolas llave en mano
Granjas de engorde, puesta y de reproductoras 10
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