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AwA

Ganador del concurso de portadas 2015/2016

REVISTA CULTURAL

Nº 86 AÑO XIII FEBRERO 2016

CONCURSO DE RELATOS

Para que veas que aquí cero opacidad, estos son los ganadores.

NUESTROS AMIGOS DE MATERIALES I

Blázquez, es que eres imprescindible en esta revista.

@AwA_ETSII awa.etsii@gmail.com awaetsii.wordpress.com


Sobre una revista inspirada COLABORACIÓN DE

ONAI ISTE

Según el diccionario de a Real Academia Española, “inspirado” significa brillante, ingenioso, oportuno. ¡Qué maravilla de definición! Yo jamás habría sabido expresarme más nítidamente (claro que por eso cobran, creo). Resulta que acabo de terminar de leer el último número de la revista, el 85 si no me equivoco, y no paro de preguntarme qué significa y de dónde procede esa sensación, ese hormigueo a la altura del estómago, y de dónde viene la sonrisa (de idiota satisfacción, casi orgullosa) que tengo plantada en la cara. Me encanta, sencillamente, saber que anónimos redactores (quizá escritores sea demasiado llamar, estando en la ETSII y no en una filología) se interesan por amenizarnos la semana, advertir a los pequeñuelos (pequeños polluelos que acaban de alzar el vuelo universitario) de los peligros que acechan tras las fauces de los cálculos I y II y que, además, parecen decididos a que llegue a nuestros ojos algo de lectura que no provenga de una pantalla, sea del tipo que sea. Me encanta también (es más, me

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entusiasma) subir las escaleras y encontrar allí, sobre los bancos, las reflexiones, historias, disertaciones o devaneos recién salidas del horno, como surgidas de un impulso comunicador imparable e irrefrenable; pero tímidas, apenas llamativas en su blancura impoluta, como quien, sentado, espera a que le llegue el turno de ser escogido y cumplir su función, su misión de ser altavoz que se alza sobre el “mundanal ruïdo”, en palabras de Fray Luis de León, aunque altavoz para unos pocos escogidos, los sensibles a la silenciosa llamada o los meros curiosos. En fin, que mi humilde opinión es que estamos ante una revista sublime, magistral, no ya por ser obra de premios nobel de literatura, sino más bien por su pervivencia, por el afecto y la identificación que transmiten las caras de quienes se enfrascan en sus lecturas cotidianas, por la inversión en tiempo y esfuerzo que supone a unos pocos (que anhelan ser más) y, por qué no decirlo, porque es nuestra revista. Gracias por hacerlo posible.


Viernes, trece de agosto COLABORACIÓN DE

Alfil de Rey

Es una pena que el pueblo siempre tenga que pagar por la codicia de sus gobernantes. Porque no nos engañemos, este monstruo lo ha creado occidente y su vicio. Su vicio por el petróleo, por el dinero. La involución que se ha producido en Oriente Medio gracias a la avaricia de las potencias occidentales en los últimos años es repugnante. Al ver los discursos de los grandes líderes políticos, los cuales se están llenando la boca con términos como ‘justicia’, ‘solidaridad’ o ‘democracia’, no puedo sino sentir cómo la rabia y el dolor de los cientos de familias parisinas recorren todos los nervios de mi cuerpo. Aquéllos que una vez mandaron a nuestros soldados a luchar por riquezas que el pueblo jamás verá, son los mismos que ahora posan para los periódicos en los actos de solidaridad con Francia con sus trajes de Armani bien planchados y su falso duelo por unas víctimas que les importan bien poco, esperando que llegue la hora de marcharse a sus casas tras hacer el paripé y poder seguir moviendo los hilos del poder con los que tanto les gusta jugar para conseguir sus intereses, aunque ello dé resultados como estos. Uno tras otro se han ido sucediendo actos de solidaridad con las víctimas, gritando que no hay que permitir estos actos de barbarie. Otra cosa que tampoco entiendo de occidente. No el hecho de ser solidarios, que hay que serlo en estos momentos de luto, sino el pensar que esto es algo que no puede suceder, que el primer mundo no puede sufrir estas tragedias. Vivimos en un mundo irreal, ajenos a lo que pasa fuera. Creemos

que la burbuja de confort en la que vivimos no puede ser rota, porque nosotros somos occidente, somos el primer mundo y aquí todo es de color de rosa. Bien, pues no lo es. En los últimos días ha sido rescatado de la hemeroteca de twitter un tuit de Reverte que reza lo siguiente: “Quedémonos sin soldados, que suena facha, e invirtamos en besos con lengua. Verán lo que nos reiremos todos con el del Kalashnikov.” Data del 23 de agosto de este año. No encuentro mejores palabras para definir lo que le pasa a occidente: nos hemos alejado de la realidad, anestesiados entre películas de Hollywood y los “likes” de Facebook y bombardeados constantemente con publicidad por las grandes empresas que intencionadamente nos impiden con ello fijarnos en lo que pasa fuera, ya que eso es malo para sus ventas. No nos damos cuenta de que el mundo es malo, de que está lleno de peligros, de que es injusto y eso no va a cambiar por mucho que adornemos nuestra foto de perfil con los colores de la bandera de Francia o que “condenemos enérgicamente” la violencia. Hay que actuar. Hay que matar o morir. Es un proceso que a lo largo de la historia se ha repetido muchas veces. Esto solamente es un ciclo más. Ahora nosotros hemos de elegir si tomamos el papel de sociedad corrupta y decadente que es barrida del mapa por el empuje de una nueva era o si, por el contrario, queremos luchar por preservar lo que hemos tardado más de doscientos años en construir. Nº 86 AWA 3


BLITZ READ CA ETSII Hace ya unas cuantas semanas que comenzó el curso 20152016 y con él un nuevo club de ajedrez en la ETSII. Somos un grupo de amigos unidos por este noble juego y cuya principal motivación es hacerlo llegar al resto de compañeros de la escuela. Queremos que dejéis de ver el ajedrez como un tablero y un grupo de piezas y que en su lugar veáis dos ejércitos enfrentándose en un campo de batalla. Queremos que veáis el ajedrez como el juego de ingenio que es, un juego donde el azar no tiene cabida y son vuestras decisiones las que os llevarán hacia la victoria. Y por último, queremos que sea una herramienta que os ayude en vuestra vida diaria la hora de resolver problemas, tomar decisiones bajo presión, etc... ya que el ajedrez es una forma divertida de aumentar la capacidad de concentración y la creatividad, ambas, características muy valoradas en un ingeniero hoy en día. Así que, si estás interesado en aprender a jugar a uno de los juegos más populares del mundo o simplemente ya sabes y quieres seguir practicando, sólo tienes que mandarnos un correo (ajedrezetsii@gmail.com) o contactar con nosotros por Facebook (https://www.facebook.com/caetsii) o twitter (@ CAETSII). Estaremos encantados de atenderos y de ponerte al día de nuestra oferta de actividades. No requiere ningún compromiso, ¡si hablas con nosotros y luego decides no venir no pasa nada! Un saludo de parte de la directiva de CAETSII. 4 AWA Nº 86

Sacrifico de tiernitos Para aprobar materiales COLABORACIÓN DE

Hari Seldom


MEMORIA TORNEO LOL COLABORACIÓN DE

ACEII KIlOWATIO Desde hace poco más de una década la tecnología ha avanzado de una forma tan explosiva que hoy en día a las generaciones más nuevas no nos resulta raro realizar una vida de ocio de forma virtual, ya sea por juegos “on-line”, videoconsolas, o las propias redes sociales que tanto nos llaman ahora. No sólo eso, en un tiempo muy corto se ha llegado incluso a espectar propias partidas de juegos de ordenador o consolas, en las cuales los jugadores muestran una gran capacidad de coordinación motora y reflejos. Un ejemplo de esto es el juego League of Legends, de la empresa Riot Games, conocido comúnmente como Lol. 30 millones de espectadores online en directo. Hoy en día en los Estados Unidos se considera un e-sport (electronic sport), llegando a darse incluso becas a los jugadores profesionales. Este año la Asociación Cultural Kilowatio ha intentado acercar a la Escuela a algo totalmente nuevo y ha organizado a lo largo del curso un torneo de LoL, con un éxito abrumador. Con una participación de más de 100 personas entre equipos participantes y organizadores, este torneo llegó después de 2 meses a su cénit con la final en Salón de Actos de la ETSII. Gracias al apoyo de Riot Games se ha podido además repartir hasta 600 euros en premios a los ganadores y regalos a todos los participantes del propio torneo. A la disputa de la final y 3er/4o puesto asistieron más de 200 personas a lo largo de la tarde, sorprendiendo a toda la Escuela.

League of Legends es un juego creado en el año 2009, que desde su nacimiento ha conseguido llegar casi a 70 millones de “invocadores” (término que se usa para referirse a la comunidad de League of Legends) en todo el mundo a fecha de enero de 2014. Este juego celebra un campeonato anual en el cual equipos de todo el mundo compuesto por 5 jugadores compiten por un premio de 1 millón de dólares, con más de

Debido a la gran acogida por parte de la Escuela la Asociación Kilovatio organizará de nuevo de cara al cuatrimestre otro torneo interno. Esperamos además que cada vez la gente se anime más a adentrarse a este nuevo mundo.

CLASES DE AJEDREZ EN LA ETSII Desde el Club de Ajedrez Ingenieros Industriales de la ETSII queremos anunciaros que a partir del segundo semestre ofreceremos clases de ajedrez para el que quiera iniciarse en este mundo o ya tenga unas nociones básicas y quiera mejorar. Son totalmente gratuitas. Para más información podéis: Escribir a ajedrezetsii@gmail.com Escribir a la cuenta de twitter @CAETSII Mandar un privado a la página de Facebook https://es-es.facebook.com/caetsii/ Un saludo de parte de la junta directiva del club y ¡Suerte con el curso! Nº 86 AWA 5


Concurso de repostería ETSII 2015

El pasado 2 de Octubre tuvo lugar el Concurso de Repostería 2015 de la ETSII. Hasta un total de 19 postres, tartas y demás dulces fueron presentados ese día. Desde aquí queremos dar las gracias una vez más a todos aquellos que participaron. Nuestro ilustre jurado, al que agradecemos su tiempo y colaboración estaba conformado por nada más y nada menos que: •

Pilar Ascoz, secretaria del subdirector.

Álvaro, encargado de mantenimiento.

Teresa Riesgo, profesora de electrónica digital.

Samuel Tirado, subdelegado de extensión universitaria.

Marina Bonet, vicepresidenta de ACEII Kilowatio y organizadora del evento.

de arte en 3D, el paraíso del goloso. Tuvimos una competición tan reñida que el jurado tuvo que hacer más de una ronda, y de paso atiborrarse del doble de dulce. ¿Quién no haría lo mismo? Finalmente, el fallo del jurado se decantó por: Javier Expósito: Con su increíble tarta emulando la renombrada cúpula de la ETSII, no sólo se lució con la asombrosa presentación, si no que la tarta sabía tan bien como se veía. Un más que merecido ganador. Raquel Pulido: Por su dulce tarta de queso con galleta, preciosa y cuidadosamente decorada, tan bonita para la boca como para los ojos. Todos los postres sobrantes fueron vendidos al público y el dinero recaudado fue destinado a ONGAWA. Gracias a todos los asistentes por vuestra solidaridad.

Galletas multicolores, tartas de queso, verdaderas obras

¡Enhorabuena a todos los participantes! 6 AWA Nº 86


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Premio Concurso de relatos AwA-Kilowatio

Una muerte más POR F. LANGA GARCÍA

La muerte espera en la cafetería del hospital. Faltan diez minutos para que empiece su turno. Es martes, así que será un día tranquilo. Casi todo el trabajo se acumula en los fines de semana, en cambio el resto de días simplemente pasea por el hospital esperando a que a alguien le llegue su momento. No se toma su trabajo en serio porque ya nada le supone un desafío. Entra en la sala correspondiente y acompaña al antiguo enfermo hasta el otro lado, donde ya es otro quien le redirige hacia su último destino. Ocasionalmente les tiene que acompañar de regreso debido a algún fallo, como un nombre mal escrito o un papel que se pierde, pero rara vez pasa eso. En definitiva, tiene un trabajo fácil que se le quedó pequeño hace tiempo. En ocasiones su trabajo se complicaba, como cuando tenía que llevar a un bebé en brazos porque aún no había aprendido a caminar, o porque debía aguantar los llantos de un niño pequeño que no comprendía lo que pasaba y sólo quería ver a su madre. Otras veces pasaba lo contrario y un anciano le preguntaba por qué había tardado tanto, le preguntaba si conocía a tal amigo suyo y sonreía al pensar en ver de nuevo a su mujer o a sus padres. La rutina aburría a la muerte. Llevaba años pidiendo un cambio de destino, y que alguna otra muerte ocupara su lugar en el hospital. Ya no había tantas enfermedades mortales que al menos le mantuvieran entretenido, y la gente es cada vez más precavida y se toma más en serio su salud. Lo más emocionante de su trabajo ahora mismo sucedía de improviso: un accidente aéreo donde la muerte encargada necesitaba ayuda, un tiroteo en un colegio estadounidense, un atentado

terrorista… aunque también tenía que tener suerte y ser ella la muerte elegida para echar una mano. Sin embargo, la muerte sí se divertía fuera de su trabajo. Tenía carta blanca para llevarse a quien quisiera de la forma que quisiera, desde un aburrido ataque al corazón hasta intrincados eventos sin relación aparente que daban como resultado una obra maestra en forma de accidente que se cobraba varias vidas. Pero la muerte se cansó, y decidió que quería unas largas vacaciones de las que no tenía por qué volver a trabajar. Llevaba mucho tiempo acompañando a gente al otro lado y ya era hora de acabar. Pensaba llevar a todos a la vez, aunque no tenía muy claro la forma de hacerlo. Pensó varias opciones, como una guerra mundial o provocar que otra especie de peste negra saliera de algún laboratorio, pero prefirió ir a lo sencillo y se decantó por hacer uso de los favores que se había ido ganando para que se adelantara el efecto del calentamiento global y que el cambio climático acabara con los humanos en unos pocos años, sin que hiciera falta que ella hiciera nada. Y así la muerte se ganó su descanso, que disfrutó todo lo que pudo, que no fue mucho, pues su estrategia había enfadado al demonio, que sabía que si todas las personas estaban muertas el número de almas a las que torturar no aumentaría, pero decidió vengarse, aumentando en una el total matando a la muerte que mató a todos.

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Alargué el brazo para limpiar el espejo, se había empañado un poco y sentía una necesidad inevitable de mirarme. Me miré la cara. Las cejas permanecían arqueadas, contraídas. Tal era la tensión que me costaba moverlas. Solo podía hacer movimientos bruscos y repentinos que no hacían otra cosa que agobiarme y enervarme. Hundí mis dedos en las mejillas. Estaban blandas, húmedas y pálidas. Parecían las mejillas de un…cadáver. El gesto de susto, horror, no se borraba de mi rostro. Aparté la mirada del espejo con un fuerte resoplo. -Solo queda deshacerme del trapo que cuelga del lavabo y… de la bolsa. –Dichoso trapo, no para de gotear- lo cogí y traté de escurrirlo bien en el lavabo y luego enjuagué un poco el lavabo, ya quedó todo limpio. Me limpié el sudor de la cara con el trapo y lo tiré a la bolsa. Ya no había casi vapor en el cuarto de baño y los espejos apenas estaban empañados. Me levanté de la taza. Me apoyé en el lavabo y me volví a mirar al espejo. Me acerqué tanto 8 AWA Nº 86

como pude, casi parecía que fuese a pasar a otra dimensión a través del espejo. Deseé que hubiera cambiado algo, que apareciera el semblante de otra persona, pero no. Aquel rastro de locura permanecía incrustado en mi rostro ¡Qué abominación! Apreté los dientes y un rugido rasgó mi garganta y se estrelló contra mis dientes. El aliento condensó en el espejo y quedó decorado por gotas de saliva. La piel se enrojeció repentinamente pero al cabo de los segundos volvió a ese color blancuzco tan odioso. Con las manos me recogía el pelo hacia atrás- con fuerza, que ningún pelo se escape- Miré hacia la bolsa y otra vez hacia el espejo. Mi ira no se contuvo y arrastró mis energías hacia el exterior, me golpeé la cabeza con las manos repetidas veces. Los golpes eran sordos pero resonaban y se hacían eco en las paredes del cuarto. Necesitaba sentirme, me estaba perdiendo en mis desvaríos mentales. Tantos sucesos repentinos e inconscientes colapsaban mi cabeza. Me volví a sentar en la taza con la cabeza apoyada en


las manos. Un escalofrío bajó desde las puntas del cabello a los pies, recorriendo cada vértebra de mi columna y chocando de golpe contra el suelo. Una sensación de frío invadió mi cuerpo y una arcada resurgió. Al bloquear el vómito ascendente con la lengua emití un sonido que no me trajo ningún buen recuerdo. –Gracias a ti, las ratas no podrán comer nada de carne- dije mirando a la bolsa. Lo dije en voz alta, necesitaba que me oyera aquella…aquella. Volví la mirada al suelo, me di cuenta de que ya respiraba por la nariz, mis pulmones habían recuperado su ritmo tranquilo y me notaba más calmado. Pasaron los minutos. El silencio vibraba en las paredes. A cada minuto, mi mente agarraba un recuerdo más y lo añadía a la vorágine que atormentaba mi conciencia. Un ciclo que crecía y crecía. Mi voluntad a cada instante que pasaba, más alejada la sentía. – Por favor que sea un sueño- no me sentía capaz de responder ante nada. Por fin me decidí y me levanté. Agarré la bolsa. Pesaba bastante, así que tuve que usar las dos manos, no obstante, me las apañé para abrir la puerta con la bolsa en el aire. Atravesé el salón entero y llegué a la entrada. Me abrigué y salí a la calle. Me dirigí al contendor más cercano. Las zonas por donde agarraba la bolsa empezaban a estirarse y tenía que ir apoyando la bolsa en la pierna a cada paso que daba. Por fin, llegué, y pude deshacerme de la bolsa. Cayó al fondo del contenedor vacío. El ruido del golpe permaneció en el ambiente durante unos segundos, pero se lo acabó tragando la implacable oscuridad de la noche. De repente, un crujido emergió del bosque de en frente. La curiosidad me llevaba lentamente hacia los árboles cuando otro crujido resonó justo detrás de mí. Provenía del edificio. Caminaba hacia atrás buscaba una perspectiva mayor del edificio cuando otro sonido distinto resonó justo en el… contenedor. El color de mi rostro se cayó por los suelos. Que sensación tan desesperante. El alboroto inextricable en mi cabeza me ensordecía, me obcecaba, me inutilizaba. –El ruido no es real. No es real. No es real- Me repetía a mis adentros cubriendo mis sienes con sendos dedos corazones que, trémulos, las masajeaban haciendo círculos. Otro golpe metálico surgió del contenedor. Mis ojos se abrieron instantáneamente y fijaron la mirada en el contenedor. Nada. La calle y el contenedor rebosaban quietud y la ausencia de movimiento hondaba en el ambiente. Esperando al siguiente sonido, permanecí en el sitio, implacable, como una estatua. La álgida brisa cobró energía gradualmente para susurrar en mi oído cosas imperceptibles. No obstante, mi atención no se separaba del contenedor, hasta que de entre los susurros emergió una voz. Una voz conocida, de una mujer. Una voz clara, seria y muy directa. Penetró en mi oído e inundó mi mente como una ola, envolvió aquel bulto de pensamientos imperturbables y le dio vida a cada recuerdo, a cada remordimiento, a cada elección errónea, a cada fallo… El hilo de voz empezó a desgarrarse y sus clavos me arañaban el cerebro. El grito me desbocó y empecé a gritar yo también. Me puse las manos en las orejas pero el grito no hacía más que recorrerme el cuerpo atravesando cada poro. De golpe, se tejió una telaraña roja en mis ojos y de ellos brotaron gotas fruto de la locura. Mi corazón dio un repentino acelerón y ahora notaba como corrían caballos por mis venas. Mi respiración solo se producía por la boca y los pulmones se contraían involuntariamente. La nueva e inminente desolación a la que me expuso el terrible grito me instó a correr. Los colores de la demencia jugaron al escondite entre las sombras de la noche y entre los troncos húmedos y ennegrecidos. El vaho que expulsaba a bocanadas formaba pequeñas conglomeraciones de nubes que se acababan dispersando en la niebla del bosque. Sorteando los

troncos y atravesando numerosas ramas que me afligían el rostro no pude evitar percibir un distinguido aullido. Traté de rehuir aquella idea disparatada cundo aquel aullido se hizo ver bajo la gran luna que resurgió de entre las nubes. Aquella visión difuminada de sombras cobró vida en mi mente, llegando a convertirse en una paranoia terrible. No sabía si aquel aullido era producto de mi estado lunático o si era real, pero a cada paso que daba oía bufidos en mi espalda. Giraba la cabeza y nada, solo juegos de sombra de aquella luna burlona. Seguía corriendo con todas mis fuerzas, pero me encontraba tan débil que las piernas me fallaban en algunos pasos y en ocasiones caía al suelo llevándome conmigo hojas secas caídas y porciones de tierra húmeda. Pero aquellos rugidos me rozaban el cogote, tenía que seguir. Finalmente, los árboles desaparecieron y un inmenso lago helado se abrió hacia la eternidad de la noche. La luna se reflejaba en el hielo casi de forma quimérica. Aquella blanca luz parecía dar calor cuando realmente te congelaba. La boca me sabía a sangre, a óxido de hierro y los pulmones los notaba más crecidos de lo normal, y estaban agotados. Fue solo un momento el que torné la cabeza para ver a la bestia que corría en pos de mí, cuando sin darme cuenta de donde pisaba alcancé el hielo del lago. Deslicé suavemente, traté de equilibrarme pero caí con la espalda creando una fractura en el hielo semejante a la que dibuja un rayo cuando rompe en el cielo. Tras aquel golpe noté como resurgía el silencio en mis oídos y la calma se restablecía. Permanecía con los ojos cerrados unos instantes. Tratando de reconocerme en la situación actual. Me incorporé lentamente y conseguí erguirme de rodillas. Dirigí la vista hacia el fondo del lago y solo me dio tiempo a observar como de éste aparecían las fauces de una fiera de sombras que me engullía y me arrastraba hacia lo más profundo. Del fondo del contenedor caían gotas de sangre que fluía con facilidad a pesar de estar ya fría. Mientras, en el cuarto del desdichado, todavía quedaba abierta una página en el ordenador, tenía pendiente la entrega del examen de termodinámica.

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HALLOWEEN... IS FUN?

3er PREMIO DEL VO Concurso de Relato Corto AwA-Kilowatio POR R ARTEAGA

Aquél día, víspera de Halloween, mi familia, y yo mismo, comenzábamos a preparar el viaje para pasar unos días fuera de casa todos juntos. Desde que estoy en la ETSII pocas son las ocasiones que se nos presentan para estar todos reunidos en fiestas. Una llamada telefónica del primo Miguel rompió nuestros esquemas: la hermana de la abuela acababa de morir y no había más remedio que hacernos cargo de todos los trámites ya que éramos su única familia… ¡Y al traste las preparaciones, ya me extrañaba que todo fuera sin complicaciones! Mi madre, maletas abiertas, rápidamente comenzó a sacar la ropa prevista para ir al piso de la playa por otra más apropiada para este fúnebre momento. Lógicamente mi hermana y yo nos quedamos totalmente decepcionados, nuestros planes suspendidos por un incidente imprevisto. El infarto fue inesperado para todos y mucho más para la tía, claro, ella que también planeaba ir de viaje con su grupo del club de mus al que se unió cuando quedó viuda. Sin hijos que la cuidaran no tuvo cosa mejor que hacer con su tiempo libre. 10 AWA Nº 86

Salimos esa misma tarde para Solanilla, pueblo pequeño de pocos habitantes, lúgubre y sombrío en esta época del año. Sólo fui una vez de pequeño y apenas tengo recuerdos. La tía Satur se fue pronto de allí, la viudedad le sirvió para cambiar de vida, de ambiente, de amistades y hasta de forma de pensar…Como quien dice, “se lio la manta a la cabeza” y dejó de ver pasar los días a través de los cristales de las ventanas de madera quebrada de la casa en mitad de la finca en la que el tío José, su marido, hizo las veces de capataz, mayordomo y secretario en épocas de montería. Compró un piso pequeño en el centro de Puertollano. Su extrovertida forma de ser le abrió todas las puertas por las que fue pasando y consiguió todas las amistades que le estuvieron privadas en su vida de casada, más monacal que social. La noche se avecinaba cuando la carretera, serpenteante de curvas estrechas e imposibles para dos coches en distinta dirección, nos iba adentrando en plena Sierra Madrona. Como es de suponer a mi madre no le apetecía escuchar la radio. Sin embargo no paró de hablar, de contarnos sucesos de aquellas tierras en las que pasó la mayor parte de sus veranos infanti-


les y adolescentes. Historias de un par de vecinos desaparecidos y buscados por esos montes sembrados de riscos y esparragueras. De cómo no fueron encontrados y por ello todos llegaron a la convicción de que salieron para conseguir mejor vida y trabajo, olvidando a sus familias al encontrar una existencia mejor. Unos años más tarde, según nos seguía diciendo mi madre, cuando llegó la gran sequía que acabó con cultivos y sacrificó ganados, bajó tanto el agua del pantano que quedaron al descubierto en su fondo aquellos dos cuerpos desaparecidos antaño, convertidos ahora en esqueletos cubiertos de lodo. Los restos que aún quedaban aferrados a sus huesos, relojes y alianzas confirmaron sus identidades. También apareció el cadáver de una niña deficiente, perdida en el monte y a la que sus padres parecieron no echar de menos. Su actitud así lo hizo pensar a los vecinos. Pero claro, como tenían cinco hijos pequeños más que cuidar, no les daba tiempo de seguir buscando...

Mi rostro desencajado asustó a mi madre, mi hermana comenzó a gritar al notar que el coche se movía…¡¡¡Qué situación más espantosa la nuestra!!! Mi padre había llegado con la gasolina. La linterna había agotado su batería y no lo vimos llegar. Conté lo ocurrido y mis padres soltaron una gran carcajada creándome un gran desconcierto y un mayor enojo. Mi desesperación, con una mezcla de enfado, crecía al compás de las risas de mis progenitores por no saber a qué se debían. Nos pusimos en marcha. Mi hermana estaba tan asustada como yo, asombrada también con aquella actitud. Cuando pararon de reír nos explicaron que esa era época de berrea y los sonidos, que a mí se me antojaron gritos de ultratumba, no eran otra cosa que los berridos de los ciervos en época de celo. ¡¡Ya podría haber querido ser enterrada en Puertollano la tía Satur!!

Al parecer, los mayores del lugar contaban que en noches como aquella, sin luna, negras como tizones, se oían gemidos, llantos y lamentos que venían de aquellos seres, vagabundos de un mundo sin luminarias y a los que algún lugareño de pocas luces juró haber visto por los alrededores del monte. La noche se hizo cerrada y para nosotros, que íbamos oyendo estas cosas, muy tenebrosa y lóbrega. Sin darnos cuenta, mi hermana y yo nos habíamos cogido de la mano, como buscando protección en el asiento trasero del coche. Ramón Arteaga, 11025 De pronto mi padre interrumpió el soliloquio materno, con las prisas se olvidó poner gasolina y el coche nos podría dejar tirados de un momento a otro, así que decidió parar e ir a por una lata de gasolina a la estación de servicio que habíamos pasado unos kilómetros atrás…. ¿¿¿¿¡Cómooooo!????? ¡¡¡Nooo, aquí solos nooooo!!! Pensé, pero no me atreví a decirlo en voz alta, y mucho menos cuando mi padre me nombró vigilante, centinela y guardián de las damas de la familia. Y mientras él marchó carretera atrás con la única linterna que llevaba en el maletero, nosotros nos quedamos totalmente a oscuras esperando dentro del coche, silenciosos, expectantes, tensos con esta situación, tan inesperada como la muerte de la tía Satur. De pronto, con tanto nervio, sentí una necesidad física imperiosa que me obligó a salir en contra de mi voluntad, y de la de mi hermana, dicho sea de paso. Me alejé, pero no demasiado, lo suficiente para mantener la intimidad y porque no veía más allá de un palmo de mis narices. El silencio se podía oír y las sombras se me antojaban aquellos seres de los que hablaba mi madre que andarían aún por aquí en busca de su luz. Mientras intentaba concentrarme en lo que había ido a hacer algo me erizó el vello de la nuca, tensó mis músculos y heló mi respiración. Unos quejidos demasiado cercanos y sin ningún tapujo comenzaron a sonar. Quería pensar que era la imaginación jugándome una mala pasada, a pesar de que cada vez se oían más y más cercanos, acompañados de crujidos de leñas secas. Corrí acelerado hacia el coche, como alma que lleva el diablo. Los gemidos, más bien gritos, continuaban, oyéndose demasiado espantosos en aquella noche víspera de Halloween, tan oscura, sin otra cosa más cercana que nuestro coche desamparado en la cuneta en plena Sierra Madrona.

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Nuestros de Materiales I POR UN ETSILIADO CABREADO

Estimados compañeros y señor Blázquez: El pasado lunes 2 de Noviembre no nos sorprendieron con el examen de Ciencia de Materiales I, por desgracia. Un examen tipo test en el que la organización y las preguntas fueron algo desafortunadas. “Indica la opción verdadera:” decía una de las preguntas del examen. En primer lugar, en un examen tipo test no se puede dejar lugar a dudas en las preguntas y, evidentemente, en esta asignatura no se pueden afirmar muchos conceptos categóricamente: “El subenfriamiento incrementa la velocidad de transformación”. Pues evidentemente si nos pasamos obtenemos un metal vítreo (página 130 último párrafo). Ésta ambigüedad en la pregunta se agrava cuando en el examen intentas preguntar para solucionar esta ambigüedad y se te pide silencio… Evidentemente iré a revisión. Mucho más divertido es cuando te preguntan “Cómo afecta al punto crítico inferior el añadir gammágenos o alfágenos”. Que no os engañen compañeros, esta pregunta no está fuera del temario que entraba en el examen (Temas del 1 al 9), pues el punto crítico inferior es la temperatura a la que se produce la transformación magnética de la cementita (página 168 párrafo 3) y en ningún sitio aparece escrito que este punto crítico se modifique con la adición de elementos químicos (página 187 penúltimo párrafo)… Señor Blázquez vamos a ver, seamos serios, tampoco se explicita nada del resto de los puntos críticos y sí que se ven modificados por la adición de alfágenos y gammágenos (menos el A2 incluyendo el A0, que no me pillais…) Ya lo dijo Popi en el examen: “Victor, esta pregunta está fuera de temario…” a lo que el señor Blázquez respondió: “Déjalos, déjalos…”. No sé cuál era la intención de la pregunta, evidentemente no podía ser evaluar conocimientos. Otro aspecto que “me encanta” es la diferencia en el tiempo de examen que han tenido unos compañeros respecto a otros. Si se entrega el examen persona a persona se recoge persona a persona, no en bloque pasándolos hacia delante. A mí me quitaron 5 minutos de tiempo, y señor Blázquez, no es que regalen los exámenes… Estoy muy cansado de que esta situación se dé año tras año, de que no dejen entrar a la gente a clase si no son de ese grupo, de que los repetidores no tengan “derecho a docencia” por falta de espacio en las aulas, de que haya más de mil matriculados en esta asignatura. Yo soy repetidor de esta asignatura y he pagado la matrícula completa. Yo ya he puesto mi EVALÚA, debemos quejarnos de esta situación. evalua.daupm.es Un abrazo,

Un etsiliado cabreado


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