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AFRONTAR LAS CRISIS ECONÓMICAS
Hace más o menos 23 años estoy con la ferretería, de 8:30 de la mañana a 6:30 de la tarde me verá atendiendo el negocio. Atiendo los clientes, hago los inventarios necesarios, es algo importante.
El 99 fue un año complicado, no sé si fue por el tema de la construcción, cayó mucho en ese tiempo y el negocio se puso difícil: bajón de ventas y cambios en el barrio. Laureles siempre fue muy residencial y pasó a ser más comercial.
¿Cómo hice para superar esa época de escasez? Pues gracias a que la familia apoyó buena parte de los vacíos: ellos veían que era disciplinado y que era un trabajo al que dedicaba mi tiempo, así que si no es por ellos hubiera tenido una temporada más dura. Esas son las ventajas de mostrar que se es disciplinado y que esto realmente es un trabajo de dedicación y serio, hay que insistir todo el tiempo.
Lo otro que traje a mi favor fue el cambio que tuvo el barrio. Laureles siempre fue muy residencial y pasó a ser más comercial. Así que determiné cuál era la oferta más conveniente para los nuevos compradores, hice pequeños cambios y el público respondió.
Claro que en épocas de escasez hay que ser más riguroso con temas de inventario: prestarle más atención a la mercancía que tiene más flujo, y tratar de vender la que se queda con más frecuencia.
Afortunadamente,no tuve que hacer préstamos, realmente los inversionistas fueron los miembros de mi familia, eso sí, ese capital lo hice rendir con lo que conté anteriormente: es que hay que observar bien el medio en el que uno se mueve.
Esa época fue durita, pero esas temporadas lo obligan a uno a ser más observador, a detallarse bien cómo es la dinámica del local desde los proveedores, las marcas y la demanda del cliente… Digamos que se vuelve uno menos tranquilo al seleccionar qué ofrecer.
Anécdotas hay muchas: alguna vez la guerrilla dejó acá al frente un camión, creo que fue en la época maluca de Medellín, y cuando menos pensé la calle estaba llena de ejército. Yo sí vi el asunto sospechoso desde que vi al tipo bajarse, porque eso es otra cosa, uno ya sabe quién es de por acá y nunca lo había visto. Eso sí, no pasó nada, fue más el susto.
Todo es cuestión de ponerle empeño al trabajo y hacerlo con gusto. Ya la clientela es conocida, imagínese, son 23 años de estar en este sitio. La gente lo empieza a conocer, a referenciar…Obviamente hay que enfrentar problemas: la llegada de un Homecenter por ejemplo, y aunque no lo crea el pico y placa nos ha afectado, se nota la diferencia, el antes y el después de la medida afectó los horarios de compra.
Las crisis se enfrentan de una manera, no más fácil, pero sí más efectiva cuando se está realmente en el día día del local. Cuando es usted el que sabe los horarios, los productos y el tipo de clientela que más lo frecuenta… Eso sí, debe haber capital de por medio y estar pensándose nuevas vías para el negocio.
En todos estos años me he vuelto muy astuto. Por eso me dicen el gato, y algunos me molestan preguntándome si ya atrapé al ratón que tengo allá al fondo. Es un decir… Uno ya es como si hiciera parte del barrio.