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SANIDAD ALIMENTICIA, CALIDAD PARA EL CLIENTE
LOS CLIENTES NECESITAN ALIMENTOS SEGUROS, QUE BRINDEN GARANTÍAS Y QUE ASEGUREN UNA EXCELENTE CALIDAD DE PRINCIPIO A FIN.
Lasbacterias patógenas (microorganismos que tienen la propiedad de enfermar a seres humanos, animales o plantas) aparecen como el peligro más frecuente al momento de consumir alimentos.
Para frenar y controlar la aparición de estas bacterias, el medio gastronómico cuenta con una serie de alternativas de seguridad, como son los laboratorios especializados en el estudio y análisis de comestibles y aguas.
Estos laboratorios se enfocan en la optimización y en el control de calidad de las materias primas que se utilizan en la cadena productiva de comidas de todo tipo.
Patógenos como la salmonella, la listeria o la gripe aviar ponen al descubierto la importancia de contar con una herramienta que permita identificar los microorganismos que existen en las materias primas de los negocios de comida.
Análisis y control
Las tradicionales formas de combatir a los patógenos en los alimentos, como hervir, salar o congelar, no son siempre una medida suficiente a la hora de eliminar totalmente las bacterias de los productos.
Planificar, gestionar y diseñar de una forma higiénica una cocina constituye una medida efectiva para combatir de primera mano los problemas de bacterias y de patógenos.
Marcar la diferencia
De esta forma se deben tener en cuenta diferentes factores higiénicos como la separación entre zonas limpias y sucias para minimizar el riesgo de contaminación.
Se entienden como zonas limpias los puntos de cocción, de manipulación de insumos, los hornos, los refrigeradores, entre otros, y por sucias, los espacios de aseo, de vestuario de personal, de pelado de tubérculos, de lavado o de almacenamiento y limpieza de contenedores.
También se deben diferenciar los ambientes fríos y cálidos, se necesita dotar con suficiencia toda la cocina y utilizar materiales adecuados para pisos y enchapes.
El control efectivo de bacterias marca la diferencia en cuanto a la calidad total del servicio.
Además se requiere toda la ventilación y luz posible, ubicar en el espacio los equipos de una forma adecuada y evitar que personas ajenas a la cocina ingresen a ella.
Con un completo análisis microbiológico de aguas y alimentos, así como de los diferentes ambientes o superficies de trabajo y de la capacitación del personal que manipula los insumos, se puede frenar el problema.
Un control efectivo de estos factores puede marcar la diferencia en cuanto a la calidad total del servicio y así evitar futuros reclamos de clientes insatisfechos, o en el peor de los casos, enfermos.