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UN EXPERIMENTO QUE POR AHORA FUNCIONA
Apropósito de la reciente entrega en concesión de los servicios ecoturísticos del Santuario de Flora y Fauna Otún Quimbaya y cuando solo faltan los del parque Isla de Salamanca (cuya licitación se abre en abril) para completar las lista que incluye a Amacayacu, Tayrona, Gorgona y Nevados, bien vale la pena hacer un somero balance de los resultados.
Para la Unidad de Parques Nacionales Naturales, la mejor carta de presentación –y el mejor argumento para respaldar la figura de la concesión– son las cifras que reflejan tanto el incremento en el número de visitantes como el aumento en la generación de empleo entre las comunidades vecinas a los parques.
Las cifras parecen darle la razón al Gobierno: de acuerdo con datos de ingreso de turistas reportados por el Ministerio de Ambiente en el 2006, las reservas naturales –en especial aquellas cuyos servicios turísticos son operados por el sistema de concesión– registraron un sustancial incremento de viajeros. En este escenario llamó especial atención el Parque Tayrona, que registró un 75 por ciento más de visitantes que el año inmediatamente anterior.
Frente a la generación de empleo la tendencia ha sido similar, aún más si se tiene en cuenta que para poder operar los empresarios privados tienen la obligación de contratar a personal de la región para la mayoría de actividades inherentes a la prestación de los servicios ecoturísticos (guías, meseros, amas de llaves, servicios generales, entre otros).
Argumento que el Gobierno ha esgrimido reiteradamente ante las constantes críticas de varios sectores, entre ellos algunas autoridades locales y grupos de ecologistas.
De hecho, es conocido que algunos de estos últimos aún creen que las concesiones son una explotación económica de los recursos naturales, y no una administración de los servicios turísticos (hotel y restaurante, en su mayoría).
Aunque es una visión bastante apocalíptica y, si se quiere, exagerada para esta experiencia que hasta ahora ha funcionado en los parques colombianos con servicios ecoturísticos concesionados, el Gobierno debe estar atento al impacto ambiental negativo de tales proyectos ante un inminente flujo masivo de visitantes hacia unas áreas que quizá no estén preparadas para recibirlos.
En aras de la claridad, cabe recordar que las concesiones de servicios ecoturísticos no implican el traspaso de la propiedad del parque natural, ni la entrega del manejo y la autoridad ambiental al operador privado. Estas son responsabilidad y función irrenunciable del Estado.
LOS PARQUES CONCESIONADOS SON:
-Parque Amacayacu. Alianza Aviatur, Decamerón y Cielos Abiertos.
-Parque Tayrona. Alianza de la Cámara de Comercio de Santa Marta, Alnuva y Aviatur.
-Parque Gorgona. Alianza Fundación Malpelo, Aviatur, y Avia Caribbean.
-Parque Los Nevados. Alianza Hotel Termales del Otoño, la Caja de Compensación Familiar de Caldas, el Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Manizales, el Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Caldas y Aviatur.
-Santuario Otún-Quimbaya. Unión Temporal Concesión Otún Quimbayá.