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Carta del editor

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“Economía circular no equivale a reciclaje”

Petar Ostojic, experto en economía circular, señala que el reciclaje es la punta del iceberg, y que el modelo va más allá de las clásicas 'tres erres'.

Por: FERNANDA MORALES, Redactora

Tomar, hacer, usar, desechar. Durante décadas, este ha sido el enfoque estándar para la producción y el consumo. Las empresas toman materias primas y las transforman en productos, que son adquiridos por los consumidores, quienes finalmente los tiran, generando desechos. Pero a medida que las advertencias sobre el cambio climático y la degradación ambiental se hacen cada vez más fuertes, las personas comienzan a desafiar la sostenibilidad de este modelo.

Muchos gobiernos ya han empezado a cuestionar este modelo, llegando incluso a prohibir los plásticos de un solo uso -botellas, bolsas y similares- como alternativa para mitigar el impacto en el medio ambiente.

Sin embargo, esto no debe implicar una ‘satanización’ de los plásticos. La clave, según Petar Ostojic, Director Ejecutivo del Centro de Innovación y Economía Circular – CIEC, está en repensar la forma en la que se entiende la palabra ‘desechos’. “Los desechos son recursos valiosos puestos en las manos equivocadas”, afirma. “Lo que buscamos es eliminar el concepto de ‘fin de ciclo de vida’, de manera que se creen nuevos emprendimientos y empresas que generen empleos de calidad, transformándose en una alternativa para combatir el cambio climático.

Pero, ¿cómo generar la puesta en valor de esos materiales?

Para el experto, el reciclaje es tan solo la punta del iceberg de un concepto más amplio. “Después vienen otros procesos que son intensivos en mano de obra, conocimiento y tecnología, que en conjunto forman esta estrategia. Entre ellos se destaca la reutilización, la remanufactura y reduc-

ción. En la práctica, esto consiste en reimaginar nuestros procesos”, señala.

Por otra parte, Ostojic afirma que uno de los componentes clave del modelo de economía circular es la responsabilidad extendida del productor (REP) que consiste, básicamente, en la obligación que tienen los fabricantes e importadores de ciertos productos -como los envases y empaques- a organizar la gestión integral de los residuos derivados de sus productos, una vez que estos son desechados por el consumidor final.

“Primero, hay que hacer un diagnóstico y un análisis de los procesos de cada una de las empresas, además de los distintos sectores productivos. Esa es la primera invitación. Es necesario descubrir cuáles son las oportunidades bajo el filtro de la economía circular y que no se están aprovechando. Por ejemplo, qué está pasando con los residuos dentro del proceso”, comenta.

Otro aspecto a tener en cuenta es el diseño de los envases y empaques, en espeEl mundo cambió y las empresas fueron las primeras en darse cuenta de que había que transitar hacia una economía circular, por lo que están liderando este tema. Las compañías que no tomen conciencia de que los modelos de negocio están cambiando, van a desaparecer.

cial los concerniente al tipo de materiales que se utilizarán, sin que esto implique sacrificar la funcionalidad de los mismos. De hecho, según Ostojic, es en esta etapa donde se dan los mayores aciertos o errores por parte de las empresas.

Por último, es fundamental educar al

3 pasos para adoptar la economía circular

La importancia de este nuevo modelo es innegable. La pregunta es: ¿por dónde empezar?

A continuación compartimos tres acciones que puede implementar en su negocio para migrar a un modelo sustentable:

- Repensar el diseño, es decir, que el producto diseñado esté concebido desde el principio para aceptar material reciclado posconsumo. - Ajustar el proceso productivo haciendo un control de calidad de la materia prima virgen, clasificando la materia prima posconsumo según los requerimientos de los envases en cuanto a resistencia y calidad, y comprando tecnologías que permitan separar los contaminantes que puedan estar presentes en la materia prima posconsumo. - Comunicar estos esfuerzos no solo al cliente, sino a toda la cadena, incluyendo a los legisladores, asociaciones gremiales y academia.

consumidor. Hasta ahora, las acciones para impulsar el desarrollo del modelo circular se han centrado en la producción, dejando al usuario final por fuera de la ecuación. “Es el momento de que la economía circular aborde al consumidor. La economía circular 2.0 dependerá de la información y la educación que se les brinde para orientarlos hacia patrones de consumo circulares”, señala el experto. 

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