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La otra función del empaque
El uso de empaques apropiados para los alimentos es cada vez más representativo para la industria, por las herramientas que debe ofrecer al consumidor para darle toda la información de un producto.
La evolución de la industria de los empaques en la región es cada vez mayor y América Latina es uno de los escenarios más dinámicos en este sentido. De acuerdo a cifras publicadas por un medio especializado en el packaging los países de la región representan un siete por ciento del valor mundial de los empaques. Es por este motivo que las diferentes realidades y demandas de las compañías procesadoras se han venido acomodando de acuerdo a las necesidades más representativas para el sector alimenticio y las empresas procesadoras de alimentos latinoamericanas se han acercado cada vez más a las novedades del mercado mundial, por ser un factor que permite alinearse con los mercados y las necesidades de consumo en los países desarrollados.
¿A
dónde mirar?
La tendencia en el desarrollo de los empaques sigue la línea de ser más que una forma de vender el producto, en entregar y ofrecer la mayor información al consumidor sobre las características propias del producto en el momento de la compra.
En este sentido el uso de la nanotecnología se ha convertido en un apoyo importante para la evolución de empaques que permiten controlar la vida útil de los alimentos y que se tenga un mayor control del producto en el punto de venta.
Según un informe de Food Nanotechnology en el año 2010 más de 200 empresas en todo el mundo se estaban apoyando en el desarrollo de empaques a partir de nanomateriales que facilitaran la posibilidad de controlar los embalajes de alimentos y los productos farmacéuticos. Un proceso que según el reporte lideran países con avances significativos en este tema como lo son Estados Unidos, China y Japón.
Se ha dicho que el empaque debe “hablar” y como el primer vendedor de un producto con el desarrollo de las nuevas tecnologías no está la industria lejos de ello. Sin embargo hay un asunto en el que también se enfocan las tendencias de los empaques y es el de generar una experiencia de seguridad para el productor y para el consumidor de un alimento.
Pero para ello no se necesita que los empaques de alimentos rompan esquemas de excentricidades que los lleven a ser demasiado llamativos, no, ese no es el objetivo de los nuevos empaques para los alimentos, al contrario debe ser sencillo, claro con la información que debe ofrecer al consumidor y como un punto eje de su función debe generar emociones. En un mundo globalizado es natural que el intercambio de cualquier producto no tiene mayores fronteras y la resistencia de los empaques debe responder a estas necesidades, como el transporte de largas distancias, lo que está obligando cada día a que los empaques sean más fuertes, resistentes y prácticos en su transporte, de tal manera que garantice la calidad del producto.
La necesidad de cambiar
Las investigaciones en materia de empaques y envases a nivel global son variadas y muy herméticas, sin embargo compañías como SABMiller a nivel mundial vienen desarrollando un envases que garantice la vida útil de la cerveza y que rompa con los esquemas que se vienen manejando en las botellas en las que se ofrece el producto, que pueden llegar a aafectar algunas características por la forma en que algunos gases pueden permear el material del cual están hechos los envases.
Por este motivo la compañía se ha dado a la tarea de avanzar en investigaciones que le permitan cambiar el panorama y que garanticen más adelante diferentes características del producto, entre las más destacadas está el sabor. Para ello la multinacional viene apoyándose en la nanotecnología que le permita modificar algunos aspectos en las botellas de plástico y poder así además de garantizar la calidad de la cerveza, ofrecer una vida útil de los envases sin modificar las características organolépticas de la bebida.
QR, una tendencia que se mantiene
Desde hace más de un año la implementación de los códigos QR en los empaques también viene siendo una tendencia marcada para los productos alimenticios que se encuentran en el mercado, esto porque el amplio uso que tiene la tecnología a través de los dispositivos móviles le puede permitir al consumidor acceder a la información detallada sobre un producto y asegurarse de las diferentes características del mismo y rentabilizando el costo de las etiquetas que se ciñen a las condiciones requeridas en las normas de los diferentes países.
El uso de este código es un elemento clave a la hora de generar una interacción entre el procesador, el consumidor y el alimento, por los beneficios que esto genera como forma de comunicar clara y oportunamente los detalles que no siempre se pueden profundizar en las etiquetas.