Puertollano-Almadén Noviembre 2020
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Ayer y hoy de ...
Ultramarinos
COLADO Tradición y calidad siempre de la mano
C
on la globaliza ción, la facilidad para conectar con el resto del mundo y per sonas, las compras rápidas por internet y el ajetreo de vida que llevamos, tende mos a olvidar las tradicio nes y las buenas costum bres y justo eso es lo que nos recuerda la tienda de Ultramarinos Colado. Entrar a este estableci miento es viajar al pasado, pero sin perder la esencia de lo novedoso, “ultrama rinos” hace referencia a productos que an tiguamente procedían de ultramar, como café, especias y otros alimentos de impor tación. Sofía Colado, actual dueña de la tienda y cuarta generación a cargo del negocio, nos cuenta que fue su bisabuela Balbina quien comenzó este negocio familiar en su propia casa, en la calle Ave María de Puertollano, en el año 1940. Gracias al esfuerzo y al proyecto de Bal bina, pronto su marido Felipe Colado pudo abrir la primera tienda física en la calle So ledad, la misma calle en la que podemos encontrar actualmente la tienda, un local que destacaba y destaca por sus productos de calidad como el bacalao, las grandes latas en conserva, ideales para las familias de la época, o el café. Otras generaciones vinieron después: el
abuelo Valentín, segunda generación; Pedro Colado, tercera generación, y Sofía cuarta generación, que tomó las riendas de la tienda una vez se jubiló su madre, quien se hizo cargo de Colado a causa de la pronta pérdida de su marido. Y aunque el negocio familiar es legado de Balbina y Felipe, fue Pedro, tercera ge neración, quién dotó a Colado de la esencia que le caracteriza, como bien cuenta Sofía y clientes, éste vivía por y para su tienda. Actualmente la tienda a la que podemos acudir la encontramos en la calle Soledad, número 1, pero esto no siempre fue así. La familia y, sobre todo Pedro, fue el principal impulsor de la grandeza de su negocio, fue por ello por lo que cuando su padre Valentín se jubiló, Pedro compró el actual local, que se encuentra justo enfrente de lo que fue la primera tienda abierta por el bisabuelo Fe
lipe. Algunos años estuvieron moviéndose entre lo que fueron los dos locales, hasta que llegó Sofía y decidió decantarse por el número 1. LUCHA Y DEVOCIÓN. A Pedro Colado, aun que faltó muy pronto, lo recuerdan como un hombre luchador que sentía devoción por su tienda, y que llevaba el negocio mu cho más allá, este se encargaba de suminis trar productos a muchos restaurantes, kios cos y otras tiendas del pueblo, algo no muy común en aquel tiempo, pues no solo se li mitaba a atender a sus clientes, sino que también expandía por el resto de Puertollano la calidad de sus buenos productos facili tándole la venta a otros. Como es normal, a las generaciones más jóvenes a veces les pesa el legado familiar, Sofía recuerda entre risas que, aunque asu