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Ayer y hoy de... Emergencia Ciudad Real
Treinta y cuatro años de un servicio público pionero con más de 320.000 actuaciones dando seguridad y calidad de vida a los ciudadanos
Como un modelo de seguridad pionero a nivel nacional surgido de un “proyecto político sin precedentes” encabezado por la Diputación de Ciudad Real, respaldado por la Junta de Comunidades de CastillaLa Mancha –que se retiró posteriormente y en el que participan la totalidad de los ayuntamientos de la provincia, fue aprobado en noviembre de 1985 en el Pleno de la Diputación el Consorcio para el Servicio Contra Incendios y de Salvamento (SCIS), más conocido como Emergencia Ciudad Real.
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El entonces presidente de la Corporación provincial, Francisco Javier Martín del Burgo, afirmaba en una entrevista que el SCIS era “el servicio de seguridad más ambicioso de los que se han puesto en pie en el estado español” (Revista Mancha Ciudad Real juniojulio 1987). Y no estaba equivocado en sus apreciaciones, pues el servicio partía de unas aspiraciones muy elevadas: conseguir cotas máximas de seguridad que impulsaran el desarrollo de la provincia diseñando un servicio público de seguridad integral, de la mayor eficacia operativa, económicamente equilibrado y racionalizado administrativamente. Para conseguirlo se escudriñaron otros servicios operativos de seguridad del mundo. Tanto es así, subraya el actual presidente de la institución provincial, José Manuel Caballero, que el SCIS ha sido tomado como modelo en varias ocasiones para poner en marcha iniciativas similares de servicio público.
En mayo de 1986 se constituía legalmente el SCIS instalándose en el Colegio Universitario de Ciudad Real, prestando 400 horas de servicio ese primer año. En 1987 adquiere gran envergadura con una dotación humana de 300 hombres repartidos en nueve parques y con casi 4.000 millones de pesetas de inversión para el ejercicio de 1988, relataba Joaquín Muñoz Coronel en la publicación mencionada anteriormente. En esa época, ningún otro servicio de seguridad de España iba dotado, como el SCIS, con asistencia sanitaria de urgencia médica, con UVIS móviles y más de 30 médicos especializados en emergencia. Además, incluía un número de teléfono único, el 006 (ahora el 1006 o el general 112).
Estructuralmente, el SCIS incluía e incluye dos grandes áreas: la Preventiva (inspección, formación y divulgación) y la Operativa, que comprende Fuego y Rescate, Comunicaciones y la Médica (la unidad sanitaria pasó a depender del Sescam en el año 2000). La subárea de Comunicaciones cuenta con 8 repetidores en toda la provincia dirigidos desde el centro de coordinación, situado en la ronda de Toledo de Ciudad Real, el cual recibe, tramita y distribuye las emergencias, controla y coordina los recursos humanos y materiales del servicio.
La pugna contra el fuego ha sido en origen una de las principales actuaciones de Emergencia pero también está preparada para dar una respuesta integral a accidentes de tráfico, traslado de heridos, atención extra hospitalaria, accidentes domésticos, terremotos, inundaciones, etc.
Desde el primer momento, el equipamiento y la dotación han sido de los más punteros del país; no obstante, para la responsable de Formación del 1006, Marian Cristóbal, la garantía de éxito ante una emergencia “no está en disponer de las herramientas más avanzadas tecnológicamente
A la izquierda; actuación en un accidente de autobús en la NIV en el año 1988. En el centro; incendio en Repsol Puertollano. A la derecha; programa de divulgación del 1006 con niños en el parque de Ciudad Real. Abajoizquierda; bomberos en Alcázar de San Juan en el año 1987. Abajoderecha; sala de ordenadores en el año 2002. Al pie de ambas páginas; orla conmemorativa del 25 aniversario de Emergencia Ciudad Real con las fotografías personales de sus miembros.
si no está prevista una secuencia de acciones que comienzan antes incluso de la tragedia y concluyen mucho después”. Un plan de formación específico y una capacitación interdisciplinar completarían el cuadro de este Servicio ejemplar.
A lo largo de su trayectoria, Emergencia Ciudad Real ha experimentado cambios organizativos, provocando desequilibrios de índole laboral, económico y político superados con el esfuerzo de todos y teniendo presente el objetivo de dar el mejor servicio al ciudadano ante cualquier emergencia. Con los años ha variado asimismo la tipología de sus actuaciones, disminuyendo de forma notoria los accidentes de tráfico y surgiendo alguna nueva, como la atención de personas mayores que viven solas. 34 años después, Emergencia Ciudad Real está formado por un equipo humano estable de 269 personas; da servicio a 102 municipios y una población de 500.000 habitantes en una extensión territorial de 19.500 km2. Acumula más de 320.000 actuaciones, llevadas a cabo desde los nueve parques de bomberos de la provincia: Ciudad Real, Puertollano, Alcázar de San Juan, Tomelloso, Valdepeñas (parques principales) y Almadén, Daimiel, Manzanares y Villanueva de los Infantes. En la historia del servicio quedan numerosas muestras de agradecimiento de personas que hoy siguen viviendo gracias a la actuación de los bomberos. Para la memoria de todos nosotros y del propio Servicio se recuerdan las inundaciones de Alcázar de San Juan, el incendio de Repsol, el derrumbe de la plaza de toros de Puebla de Don Rodrigo, el rescate de personas como fue el de un niño en Almodóvar del Campo, accidentes en la A4 de autobús, incendios forestales, rescates de animales de todo tipo, etcétera. Para concluir, el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, asegura que este Consorcio ha influido y sigue influyendo muy positivamente en la calidad de vida de los hombres y mujeres de la provincia de Ciudad Real, “desde los inicios recibe el apoyo de los ayuntamientos y principalmente de la Diputación, ya que desde hace más de tres décadas ésta aporta una parte importante de su presupuesto desde el convencimiento de que presta a la sociedad un servicio esencial”.
Texto: Oliva Carretero Ruiz Fotos: Emargencia Ciudad Real
Félix Peinado Carvajal
Presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en Ciudad Real
En este tiempo horrible de pandemia, la Junta Provincial de la AECC ha aumentado la atención a pacientes oncológicos y su número de socios, consiguiendo además que no haya decaído la recaudación. Y ha sido posible gracias, según su presidente, Félix Peinado, al tesón y a la eficacia de un gran equipo -contando a los que ya no están-, a los socios, a los voluntarios y a una provincia muy solidaria. Con cuatro años en el cargo, Félix no cejará, de momento, en su empeño de seguir ganando batallas.
Pregunta. ¿Cómo se está viviendo esta situación tan atípica de pandemia en la Junta Provincial de la AECC?
Respuesta.Es una situación absolutamente nueva y sobrevenida pero, por suerte y gracias sobre todo al personal, no hemos perdido eficacia, hemos tenido las mismas consultas que antes de la pandemia, me siento muy satisfecho porque si el año anterior atendimos a 4.000 pacientes, en 2020 incluso las hemos superado. Sí es cierto que tenemos el hándicap del hospital que no nos dejan tener voluntarios lógicamente por la COVID19, pero volveremos en cuanto sea posible. En todo lo demás hemos tenido que cambiar los procesos, vivimos más pendientes de la pantalla.
P. ¿Cómo es el día a día de la asociación entonces?
R. Completamente diferente, tanto en las actividades de recaudación como de información o acompañamiento. Desde el mes de marzo hasta ahora he asistido a cinco actos cuando en condiciones normales hubiese ido a 50. He acudido a alguna actividad presencialmente como la venta de flores de Pascua, también fui a la inauguración de una marcha virtual en Piedrabuena, de gran éxito ambas, pero todo lo demás ha sido de forma virtual, con buena acogida también. Con ello me refiero a que la gente sigue estando muy pendiente de nosotros, cosa que agradezco muchísimo, nos sentimos muy arropados.
P. Has comentado que la atención a los pacientes oncológicos no ha descendido pero en cuanto a la recaudación, ¿ha sido menor?
R. No, y es algo que no agradeceremos nunca lo suficiente. Hemos incrementado el número de socios, algo para nosotros fundamental porque es el colchón que nos permite estar en el mismo nivel de ingresos. Además, los pocos actos de recaudación, virtuales o a través de entidades bancarias, nos han respondido bastante aceptablemente, y si en algún caso no se ha conseguido el objetivo, no ha sido por culpa de la gente sino porque no están identificados con los sistemas no tradicionales de recaudación, a través de móvil o de tarjeta.
P. En diciembre, la AECC difundió un estudio del impacto sanitario del coronavirus en la atención sanitaria a pacientes oncohematológicos hecho de marzo a junio (https://www.aecc.es/es/actualidad/noticias/diagnosticoscancerbajaron21duranteconfinamiento), advirtiendo de una bajada del 21% de nuevos pacientes con cáncer, pidiendo a las autoridades que no suspendieran la asistencia, terapia y diagnosis, además se solicitaba a los pacientes que no demoraran sus consultas ni abandonaran los tratamientos por miedo al coronavirus. ¿Cómo está la situación ahora que estamos atravesando la tercera ola?
R.Diría que la situación ha mejorado sensiblemente. No es lo mismo lo que ocurre a los 3 minutos de tener un accidente que 15 días después. La Sanidad ha ido recolocando sus posiciones anteriores, cuesta trabajo porque la pandemia no ha terminado, hay que retomar las actividades anteriores sin quitar la vista a lo que sigue ocurriendo, con incremento del número de positivos por coronavirus desgraciadamente todos los días... Esto es como en la guerra, ha habido un ataque y tras él, las filas se vuelven a recomponer y en eso estamos. No queremos ser exigentes, queremos que los ríos vuelvan a su cauce de la forma más rápida posible, hemos sido comprensivos, no ha habido manifestaciones ni voces fuera de lugar por nuestra parte, somos conscientes de que hay una situación especial pero nos mantenemos firmes en que es algo concreto y puntual que no tiene por qué mantenerse en el futuro. Estamos en el camino, la Sanidad y
nosotros, para cuanto antes podamos volver a la situación anterior.
P. ¿Cuál es entonces actualmente vuestra actuación en las unidades de Oncología?
R. En el Hospital de Ciudad Real sigue atendiendo a los pacientes una de nuestras psicólogas, también en el de Valdepeñas y otra en el centro de Puertollano, aunque lo hace desde un centro de salud justo enfrente porque no hay sitio, pero es que nunca lo ha habido. Me va a permitir el gerente de este último centro que utilice un comentario suyo cuando le pedí un espacio para la AECC, me contestó: “Félix, el problema que yo tengo con este hospital ahora mismo es que me aprieta de las sisas”. Con ello ya me dijo todo (sonríe).
P. Donde faltaría normalizar la actividad sería en la prediagnosis, ¿no? Cuéntame. “
Somos conscientes de que hay una situación especial por la pandemia, pero desde la AECC nos mantenemos firmes en que es algo concreto y puntual que no tiene por qué mantenerse en el futuro
R. La prediagnosis es un asunto muy serio. Son estudios de cáncer de colon, mamografías, trabajos que exigen movimiento de gente al hospital. Estamos tratando de presionar sobre ello, comprendiendo que si los centros de salud y los hospitales no pueden atender con normalidad cualquier otra patología, lógicamente no pueden dedicar tiempo a estos estudios previos, pero estamos en el buen camino, nos están escuchando y creo que vamos a conseguir que en no demasiado tiempo y con la ayuda de la vacuna contra la COVID19, retomemos estos estudios.
P. Hablando de vacunas. Con muchos medios se ha conseguido en poco tiempo una protección frente al coronavirus, ¿cree usted que sería posible llevar a la práctica un tratamiento eficaz con los cánceres más graves?
R.A todos nos gustaría que hubiese resultados espectaculares en la investigación contra el cáncer, pero actualmente raramente se van a dar. La píldora del doctor que aparece diciendo que cura el cáncer, desafortunadamente no es así, pero tenemos que ser optimistas. Me vas a permitir que ponga un ejemplo que me afecta personalmente. Mi padre murió de cáncer de pulmón en 1988, si a mi padre en lugar de diagnosticarle el cáncer ese año se lo hubiesen diagnosticado hoy, en vez de once meses hubiese vivido probablemente 11 años con además una calidad de vida infinitamente mejor de la que tuvo entonces. Y a eso nos tenemos que agarrar, la AECC lo plasma en una frase que equivale a la quilla de nuestro barco: “El cáncer no es muerte, el cáncer es lucha”. En la actualidad, a diferencia de hace 25 años, hay mucha gente que convive con un cáncer y eso es gracias a la investigación, hay que tenerlo muy en cuenta.
La AECC participa económicamente en 300 líneas de investigación, aquí en Ciudad Real tenemos 3 becas predoctorales que ¿van a curar el cáncer? No, pero son 3 soldados en una guerra mundial que hacen una labor impagable preparando el trabajo a otros que van por delante, y además les crea a ellos mismos un interés por la investigación, es importante que la investigación no se pierda. Lo que más daño hace a la investigación del cáncer es que no haya dinero, que los investigadores abandonen el país y se pierda un trabajo de 15 o 20 años, por eso la AECC vigila y cuida mucho este aspecto.
P. Quizá entonces sería el momento de poner en valor la investigación…
R. En nuestro caso, cuando concluyó el confinamiento, tuvimos en julio una junta del consejo, nos planteamos convocar una beca más para 2021, con la situación en que estábamos, pero yo insistí en convocar una cuarta beca para septiembre y ahora la fundación científica está valorando los trabajos presentados. Hemos tenido que unificar los pagos y durante los años 2019 y 2020 hemos pagado medio millón de euros, que nos ha costado muchísimo, cuando digo nos ha costado hablo de la gente que mete la moneda en la hucha, que hace donaciones, a través del teléfono… No nos cansaremos nunca de dar las gracias.
P. ¿Qué mensaje quiere trasladar a esos pacientes que se encierran en casa sin ir a consulta ni recibir tratamiento?
R. Como he dicho, el cáncer es lucha y el primero que debe luchar es el paciente, además el oncólogo se lo dirá, si tú no pones interés en curarte yo no te puedo curar. Esto no es cuestión solo de medicina, no hablamos de hacer brujerías en absoluto, pero la disposición del paciente frente a la enfermedad tiene mucho que ver con los resultados de los tratamientos. ¡Cómo no va a producir desesperanza un cáncer de mama en una mujer que pierde el pelo, que tiene ojeras, la piel reseca...!, pero la asociación está con ella y con todos, reeducando, ayudándola, la lucha está en cubrir los objetivos para sobrevivir al cáncer. Somos optimistas porque estamos cerca del 60 por ciento de curaciones o de transformación de una enfermedad mortal en crónica.