Revista Triana - Primavera 2018

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Primavera de 2018

Triana despierta la Primavera Revista TRIANA

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Cultura - Semana Santa - Personajes - Actualidad - Narrativa - Historia


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Revista TRIANA


Sumario 48

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EDITA Distrito Triana, Ayuntamiento de Sevilla COORDINA Antonio Silva REDACCIÓN Agustín Pérez, María de los Reyes Robledo, José Manuel Piñero, José Luis Jiménez, Paco Soler, Mari Paz Hidalgo, Pepe Bravo, Rosa Díaz, Joaquín Arbide, José Javier Ruiz, Miguel Rivas Rasero, Antonio Vázquez, Manuel Pablo Rodríguez, Carlos Valera, Juan Antonio Martos, Emilo Gil, Alberto Fernández de Cachero, Dolores Albenca, Gloria Rodríguez, José Campos, Laudelino Pino, Rosario Menbrives, Enrique Barrero, Magdalena Blesa, Federico Serradilla, Antonio del Puente, Asun Jiménez. FOTOGRAFÍA Archivo DISEÑO, MAQUETACIÓN Y PRODUCCIÓN Páginas del Sur S.L

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IMPRESIÓN Imprenta Municipal de Sevilla DEPÓSITO LEGAL SE 371-2013 ISSN 1130-7188 2ª ÉPOCA La Revista Triana no se hace responsable de las diferentes opiniones vertidas en esta publicación REVISTA TRIANA desde julio de 1980

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Semana Santa 4

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Esteban Romera Domínguez, pregonero de la Semana Santa en Triana ‘El Cachorro’ de Triana Nuria Barrera Bellido, cartelista de la Semana Santa de Triana I Pregón solidario de El Diario de Triana Triana y mis Semanas Santas

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Venancio Blanco Artistas, poetas y primavera Triana... no es que me gustes... Pasión y muerte en los corrales Monólogos de Triana (I y II) Paseo de arte y sus artistas La cerámica de Triana y Sevilla Manifiesto para la declaración de BIC de la cerámica sevillana Asociacion de fibromialgia y artrosis Triana-Los Remedios Paco Arcas: crónica de un retrato ¡Viva el adobo!

Actualidad

Literatura

Callejeos por el barrio León 32

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Homenaje 38 Paco Arcas por José M. Piñero 40 44 46 47 48

Paquita Rico Jesús Basterra Ayesa Antonia ‘La Negra’ Paco Arcas por Carlos Valera Marifé de Triana

Turismo Personajes

Manuel Almonte 64 66 José Antonio Vidal

Cante Jondo

De flamencos 70 72 Eugenio Carrasco

‘Perlo de Triana’

Historia

Joyas de la cerámica trianera 74

Narrativa

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Relatos de Triana ‘La Chiqui’ Nostalgia de Triana Soliloquios de Pascua florida Cuentos de la Cava Experimentando en mi biografía de mujer

Poesía

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Instrucciones a mis hijos Curro Romero Tres sonetos Triana desde los adentros Revista TRIANA

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SEMANA SANTA

PREGONERO DE LA SEMANA SANTA DE TRIANA Y LOS REMEDIOS

Esteban Romera Domínguez, El trovador de sueños cofrades

Esteban Romera, diplomado en relaciones laborales director del programa de televisión Cíngulo y Esparto, colaborador en la retransmisión de Canal Sur TV en la Semana Santa sevillana y director del programa radiofónico Andalucía cofrade que se emite en Onda cero, fue el pasado día 15 de Marzo el pregonero de nuestra Semana Santa de Triana y los Remedios. Por Mª de los Reyes Robledo Castizo

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rovador de gracia trianera que ha sabido retratar el alma de su gente en un singular sueño, en el que su barrio era Tierra Santa y entre nosotros Jesús vivió su pasión, resurrección y muerte: "Yo soñé que el Altozano acogió su sagrada entrada en Jerusalén y que las palmas los Trianeros la buscaron a la orilla del río grande y los vecinos quisieron subirle en una burra, pero prefirieron montarlo en 'Calamar' el caballo que acompaña

al cristo de las tres caídas. La calle de la amargura era la calle Castilla, S. Pedro los abuelos de Triana, S. Juan el orfebre Juan Borrero y la casa de Caifás la ubicaba en el barrio León. El monte de los olivos en el charco la pava y la casa Pilatos en la tenencia de Alcaldía. El cuartel de los romanos en la comisaria de la calle Betis y la coronación de espinas en la plazuela de Santa Ana. La última cena en el Morapio, Herodes en el castillo de San Jorge. El señor fue azotado en la casa de las Columnas porque no hay mejores columnas en nuestro barrio..."

“Yo soñé que el Altozano acogió su Sagrada Entrada en Jerusalén y que las palmas los trianeros la buscaron a la orilla del río grande”

La elaboración del pregón es una tesis doctoral de detalles y familias que han levantado las hermandades, ¿es a éstos a quién dedica su pregón? Triana tuvo su semana Santa al margen de la hispalense y con personalidad propia y fue gracias a muchas familias y generaciones de cofra-

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Pregón de Triana

Como buen cronista nos ha dejado en su pregón una estampa de su niñez en el Domingo de Ramos, el día grande de estrenos des... A esos cofrades, a esas familias, muchas de ellas anónimas quiero dedicarle mi pregón. En Triana, como en tantos lugares, las cofradías se han fundado, fusionado o desaparecido. Han perdido sus enseres más valorados, sus sedes o capillas, incluso sus Sagrados Titulares, pero el amor y el sentimiento de esos cofrades que a lo largo de la historia han demostrado a ellas, eso nunca se perderá y quedará sellado para siempre.

Esteban fue miembro fundador del

grupo joven de la hermandad del Dulce nombre y en la hermandad de la Pastora y el Carmen de Santa Ana hermano refundador de estas cofradías de gloria de Triana. En la esperanza de Triana fue componente del coro, coral y banda de cornetas y tambores. Pero sin olvidar que también es autor del denominado 'Informe Romera' conocido entre la gente cofrade. La banda del maestro Tejera dará comienzo a la apertura del pregón, y es de obligado cumplimiento preguntarle al pregonero. ¿Por qué ha elegido la marcha Soleá dame la mano de Font de Anta y Esperanza de Triana de López Farfán para abrir su pregón? Soleá porque es la mejor marcha de la Semana Santa que aglutina el sentimiento cofrade en estado puro, que nunca pasará de moda. Soleá dame la mano es eterna y Esperanza en homenaje no sólo a la Esperanza de Triana sino también a Manuel López Farfán, su autor, un revolucionario de la música cofrade.

Nuestro pregonero ha sido redactor del

boletín de las cofradías de Sevilla y colaborador en el programa 'El llamador' de Canal Sur radio, director de la web Pasión en Sevilla. En la actualidad es redactor de la revista pasión en

Sevilla, colaborador de ABC y forma parte de la comisión organizadora de la Velá de señora Santa Ana en nuestro barrio.

Como buen cronista nos ha dejado en su pregón una estampa de su niñez en el domingo de Ramos, el día grande de estrenos, con su pantalón nuevo de los Leones y los zapatos eternos gorilas que le compraran sus padres en una de las zapaterías. En su recuerdo globos de colores en el techo de su cuarto que se convertía en un cronometro de nazarenos, pasos, bandas y cofradías que, con el tiempo, al igual que Séneca, se dio cuenta que representaba la alegoría de la brevedad de la vida. Que distinta eran aquellas Semanas

Santas, donde sus padres le enseñaban el magisterio cofrade que todo trianero debería saber. A lo largo de los años la Semana Santa ha sufrido muchos cambios, cambios que se han llegado a aceptar porque la vida cambia y el progreso está continuamente llamando al martillo para hacer otra levantá.

Pero lo que no cambia es la llegada de la primavera que llama a las puertas de Triana para regalarle una quimera. En el barrio que aún nos queda entrega su alma elegante y cofradiera, se abren de par en par las puertas de los templos y enseñan las imágenes que veneran; túnicas de largo cuelgan planchadas ,y en el cielo primavera; se encienden temerosas las velas, rezos perdidos en plazuelas, niños que tocan la trompeta; en la casa un recibo, una medalla y una estampa nueva; la Semana que llaman santa se acerca..., lirios y claveles en el calvario y en las jarras rosas frescas, azahar en los naranjos, geranios en las macetas y un olor que recuerda que esto es ya primavera; una cuadrilla bajo un paso, martillos y maniguetas y en el rincón de una calle cualquiera, la marcha de las marchas suena.

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SEMANA SANTA

Santísimo Cristo de la Expiración: Cachorro de Triana Cada tarde del Viernes Santo, Triana le pide una limosna de aire, porque en los confines del Patrocinio está esperando, se va muriendo a chorros de vida que se le escapan por su boca, el Santísimo Cristo de la Expiración. Por Juan Antonio Martos Núñez

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o hay aire suficiente en Triana para apagar el fuego barroco de su agonía inacabada1. Francisco Antonio Ruiz Gijón, supo plasmar con su gubia magistral el instante postrero del Hijo de Dios cuando exhaló el último aire de sus pulmones.

Sobre aquellos ojos vidriosos,

sobre aquella respiración agónica, sobre aquellos labios sufrientes, se perfilan los ímpetus, dolorosos y angustiosos, de la muerte con su impresionismo vital. Ciertamente, el Santísimo Cristo de la Expiración está suspendido entre la vida y la muerte. Cachorro de Triana, imagen eterna donde se hermana la crudeza de la realidad y la poesía de la leyenda2.

Jesús, dando una gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, y diciendo esto expiró. Jesús es, pues, el principio y modelo de todo martirio. Posteriormente, seguirán el ejemplo de Cristo, entre otros, San Esteban, San Ignacio de Antioquía e innumerables mártires cristianos que murieron y siguen muriendo perdonando a sus verdugos y poniéndose en las manos del Padre, por medio de su Hijo Jesucristo. Jesús con su muerte,

abre las puertas para la efusión del Espíritu. Es la gloria de Dios que se manifiesta; el Espíritu Santo invade al mundo. El grito potente del Santísimo Cristo de la Expiración fue el grito de un vencedor, León de Judá, pues demostró clavado en la Santa Cruz, que era el Señor de la Vida y de la Muerte; que moría voluntariamente para salvar a sus hermanos, ya que, en efecto: nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus hermanos. Cristo crucificado, muerto y resucitado. Sólo en este amor está la res-

1. Vid. DELGADO ALBA, JUAN. “Semana Santa en Sevilla”. El mundo oculto de la cofradías. BEA, S.A., Tomo Segundo, Sevilla, 1982, pp., 189 y ss. 2. Vid. MARÍN CAMPOS. “El Cristo de la Expiración de Ruiz Gijón: realismo y expresividad”. Boletín de las Cofradías de Sevilla, , Abril, 1996, pp., 22 y ss. 3. Vid. PÉREZ GONZÁLEZ, AGUSTÍN. “Al Cachorro de Triana”. Revista Triana, nº 78, p.10.

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puesta a la sed de felicidad y de amor infinitos que el hombre -engañándose a sí mismo-. cree poder colmar con los ídolos del saber, poder y poseer. El cielo se oscureció la Tierra tembló aquel día, Cristo de la Expiración en tu última agonía. Dime Cachorro: ¿quién te hizo suspirar? que, en tu suspiro de muerte, Triana entera se va contigo detrás tuya por el puente. Las aguas del río quietas con una canción doliente, Igual que a un rayo de luna con qué dulzura lo mecen. Y cuando pases el puente que te lleva hacia Sevilla preguntaré a la corriente ¿Por qué se lleva la vida del que no debe morir? el que cada año expira pasando el Guadalquivir, pero que nunca me mira a pesar de estar allí a sus pies pa que me diga qué es lo que quiere de mí. ¿Qué estas mirando Señor? qué buscan, adonde miran esos tus ojos vidriosos que van perdiendo la vida? Mírame, Señor Jesús que si no veo tu Luz moriré esta madrugada cuando vuelvas lentamente expirando por el puente mi Cachorro de Triana3.


Pasión Triana

La Cocina y la Repostería en Triana:

Las torrijas de Filella

Han pasado ya 4 años y van a pasar cuatro procesiones de la Estrella, que no podremos deleitarnos con los postres, que desde 1.935 de generación a generación nos han deleitado con una enorme repostería Isabel. Por José Campos Martín.

L

a que conocimos con nuestra edad fue a Isabel, pero que seguro que anteriormente sus padres y abuelos, encantarían a nuestros padres y abuelos con sus sabores, olores...

Y es que ya hace cuatro años que dejó huérfana a la calle San Jacinto de melojas, petisús, tocinos, borrachos, y como no, la inconfundible torrija de la casa Filella.Y hablar de este Templo de Categoría del Azúcar, sin hablar de la torrija de Isabel Filella, es dejar a Triana sin una de las historias más dulces. Pero como Monitor de los Talleres del distrito de Triana puedo dar fe que, no hablar de las torrijas de Filella es dejar aparte un trozo de historia de la calle San Jacinto.

tir. En aceite de girasol muy caliente, freímos las rodajas de pan primero impregnadas en jarabe y después de la mezcla del huevo. Freímos por ambas partes y ponemos en una bandeja con papel absorbente. Una vez frías las torrijas mojamos en el jarabe sobrante.

En el año 2.010 en un taller conocí una fami-

Una delicia que no puede faltar en nuestra

liar de Isabel; Concha Sierpes. Un espectáculo de mujer y no menos de alumna, y tuve el placer de ser mi discípula durante un año. Ella de alumna hasta que llegó cuaresma, me aparté a un lado y ella me dijo: "las torrijas las hago yo!!". Llevo en esto más de 20 años y más de 10 en los talleres y sigo en época de Cuaresma enseñando la fórmula magistral de Concha.

Es una de las formas más sencillas y más sublimes de realizar una torrija. Cogemos una barra de pan del día anterior y la cortamos en rodajas. Hacemos un jarabe con un litro de agua y 250 gamos de azúcar. Calentamos el agua y el azúcar y movemos hasta que desaparezca el azúcar. Reservamos y enfriamos. Separamos 6 huevos de las claras y montamos a punto de nieve las claras. Batimos las yemas y les añadimos a las claras los hilos de yema y mezclamos sin ba-

casa en Semana Santa...

No hablar de las torrijas de Filella es dejar aparte un trozo de historia de la calle San Jacinto

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SEMANA SANTA CARTELISTA DE LA SEMANA SANTA DE TRIANA Y LOS REMEDIOS

Nuria Barrera Bellido

El ‘azul Barrera’, contraste de luz y atractivo estético Existe contraste en la pintura cuando hay diferencia de luminosidad entre los elementos. El cartel pintado en óleo de Nuria Barrera que representan los seis pasos de cristo trianeros, no tiene un tono similar, sino que los contrastes entre luces fuertes y débiles generan un ritmo visual y atractivo estético. Por Mª de los Reyes Robledo Castizo

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stos contrastes de luces generan movimiento y concretan la temática de la obra. Aportan fuerza cuando es una luz fuerte y debilidad cuando es tenue. Esta luz acompaña al significado de los elementos iluminados de modo que su foco y expansión influyen en nuestras sensaciones y emociones del momento.

Esta artista, natural de Carmona,

licenciada en Bellas Artes, especialista en restauración y conservación de obras de artes de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, ha sabido combinar la gama de los azules en el cielo de Sevilla, para mirar como a través de un caleidoscopio, un nuevo estilo diferente de creación propia, 'el azul Barrera' , mezclando el azul lavanda nostálgico con halo de misterio, con el azul eléctrico y marino en escenas naturales y tradicional, azul turquesa como en el cachorro para una estampa mística y espiritual, sin olvidar el azul ultramar con carácter dramático y sincero.

La luz que proyecta Nuria Barrera

en sus cuadros es la luz que necesita todo ser humano, la luz que ilumina el camino de la oscuridad, la luz que existe en nuestras almas, la luz que encamina a estar unidos entre las gentes, con tu barrio, esa luz que vence a la temible soledad.

Esta pintora tiene ya una dilatada carre-

ra profesional: Autora del cartel de la bendición de la Basílica del Cachorro, de la hermandad

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La luz que proyecta en sus cuadros es la que necesita todo ser humano, la que ilumina el camino de la oscuridad


Pasión Triana de la Macarena, de la Semana Santa Sevillana del 2013, del 75 aniversario de la fundación de la Hermandad de la Paz, en 2017 de las Fiestas de Primavera... e innumerables obras imposible de relatar.

El pasado día 13 de marzo en la basí-

lica del Cachorro presentó una de sus últimas obras, el cartel de Semana Santa de Triana -Los Remedios. Ella misma declaraba que presentar su cartel a los pies del cachorro le estremecía y volver a expresar la semana santa en pinceladas de Triana era una satisfacción, pero además en la Basílica era todo un sueño. En su cartel habla de luz que según la hora recrea un color y una riqueza de matices. Se trata de una composición en V, con los titulares cristíferos y sus hermanos nazarenos que hacen protagonista a la Dolorosa del Jueves Santo, la virgen de la Victoria, titular de la hermandad de las Cigarreras que será en octubre coronada canónicamente.

En su cartel la protagonista es la Virgen de la Victoria, titular de la hermandad de las Cigarreras, que será coronada canónicamente este próximo octubre alumnos, corrigiendo sus acuarelas y creando su propia escuela de artistas, pasa su vida Nuria. Una artista de coherencia emocional porque piensa, siente y hace las cosas en un mismo sentido. Hace lo que quiere hacer porque cree en ello y lo siente así. Esto es escuchar al corazón y a los sentidos.

Dividir el tiempo de la semana Santa y plasmarlo en el espacio de un lienzo como dijo Caro Romero es lo que ha hecho Nuria Barrera y corroboró Paco Robles en la presentación de su cartel: "Ella ha sometido el tiempo en su pincel, siete días descompuestos en jornadas se someten a la cuadratura de un rectángulo, siete ejes verticales para meter ahí la Semana Santa de Triana. Nazarenos que convierten la fila en columna, pasos de cristo o de misterio, capirotes afilados por el sacapuntas de la memoria. Porque la Semana santa que ha pintado Nuria es pura memoria. Se queda con lo esencial seis pasos de cristo y la virgen de la Victoria. Siete días de luz, siete noches de sombras". Nadie puede poner en duda la origi-

nalidad de esta pintora de cambiar la tonalidad de azul por el rosa grisáceo, malva y lila para realzar en la parte central a la Virgen de la Victoria, imagen dulce, delicada, sutil y femenina.

Pintar sombras y luces es uno de los

ejercicios más importantes en la pintura, pero no lo único, y es por ello que dedica tardes enteras a enseñar sus técnicas a niños y mayores en clases de pintura en su estudio. Movida por el amor a su tierra y sus costumbres, derrochando alegría y buen humor, pendiente de todos los detalles, organizando el trabajo de sus

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SEMANA SANTA

Fragmento del I Pregón solidario de ‘El Diario de Triana’ Ahora, quisiera hablar de aquello de lo que tanto he aprendido en este lugar simpar, los mejores recuerdos, los instantes de verdad. Por Antonio Vázquez Bayón.

H

e sido alegría para el veterano, venda y antídoto para el herido, o la solución de un grave problema donde durante unos minutos, he sido sonrisa para aquel, que con amor me ha agradecido.

mal disuelto... ahí, es la máxima caridad realzada en imagen al llegar la tarde del Lunes Santo. El gran Pregonero de nuestra vida, pues ante Caifás lo confesó : "Tú lo has dicho, yo soy el Salvador".

Fui también mensajero del saciar del hambre, para mí una bendición, y he sido los ojos de noble persona. Aún cansado por el paso de los años sigue teniendo espíritu joven, sin albergar la visión.

Un nombre que a pecadores ha disi-

A veces por muchos olvidado, aquende es más recordado y usual, una de las que más se entrega a la palabra caridad.

Respira, no muy lejos de aquí, en donde aquel de joven corazón, y guía de las juventudes cristianas sin saber a dónde ir; es testigo del antiguo pasado ferroviario de nuestra ciudad. Se figura al otear el horizonte don-

de tras una empinada cuesta se divisan los olivares aljarafeños, o quizás sobre la cal y la copa de los naranjos alineados y rectos.

Se palpa en el color de los edificios aledaños, rojo pasión y blanco inmaculado, hasta en sus adentros escondido, se halla en el tintineo incesante de las cuentas de un Rosario.

Mas, donde la presencia se hace ma-

yor, es una plaza con esencia a infancia, a juegos y a charlas, en el cual a día de hoy se hace balance y nostalgia de los tiempos de antaño.

Y es allí, donde las manos

de un Hombre bueno, de mirada acogedora y el

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pado, a los seguidores y fieles a su Palabra ha salvado, enmudezco hasta al pronunciarlo... Jesús Soberano. Como un destello plateado, tu paseabas entre azahares, y trianeros humildes, te hicieron en imagen. Le pusieron Jesús Soberano, el remedio de mis males. Él es eterna primavera, quien me dio la vida, y me ayuda a seguir, Él que me secuestra el alma al verlo salir. Me sonríe cada día, es consuelo de mis penas, va siempre conmigo, y me quiere de veras. Él es Jesús Soberano, al que por las calles pasea, entre vítores y piropos, a la otra orilla lo acercan. No es cualquier Hombre, ¡Ay! Pobre el que no crea, Jesús Soberano es todo el año, y no solo al llegar estas fechas. Pues es Rey en el Cielo, Padre en la tierra,


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Él nunca te falla, y jamás se irá de tu vera. Mira como tu barrio te reza, como tu gente te aclama, al compás sublime de tambores y cornetas, por los callejones de Triana. Y cuando llegue el momento, de pasar a la otra vida, de tu mano lo haré, Señor,

no hay mejor compañía. Y al llegar al encuentro, de amigos y familiares, le diré a tus hijos, lo que del corazón sale: ¡Qué grande es creer en Dios, más aún en su Madre, y como embriaga con amor, el PODER SOBERANO de JESÚS, NUESTRO PADRE!

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SEMANA SANTA

Triana y mis Semanas Santas Si me pongo a recordar cuantas Semanas Santas he vivido, creo que serían muchas, tantas como desde que abrí los ojos a este mundo por primera vez. Claro, que mi madre buena me llevaría en brazos y ya me iría inculcando y sembrando en mí sangre aquella hermosa cultura nuestra. Por Dolores Albenca Paredes.

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or que cuando nacemos el ADN, no solo nos dice cuáles son tus ancestros, tus padres, abuelos, hermanos, tíos o primos por parte y parte, si no que también te dice (como decía aquel villancico) de que tierra y de que patria, de qué región, de sus usos y costumbres, de qué ciudad y de qué barrio. Este, te pega un pellizco en el que corazón que nos alegra y nos duele. Porque esa cultura corre por nuestras venas a la par que su sangre.

¿Cómo podría olvidar un valenciano sus Fallas? un peregrino el tamboril y la flauta al paso por las arenas y cruzando la Rocina, un gaditano sus Carnavales. Y Pamplona sus San Fermines, o esas preciosas Jotas de Aragón. Cuando suena una gaita en Asturias, o una sardana en Cataluña. Todas las músicas y costumbres son hermosas, sobre esta nuestra piel de toro. Pero para Sevilla, su feria y sobre todo su Semana Santa son únicas. Luego vamos creciendo

y nos vamos soltando a la vida, comenzamos a salir con amigos y hermanos y aquello que hemos vivido cada primavera se repite, pero no por ello siempre es igual. Tu corazón y alma se estremecen ante cualquier salida, entrada o saeta como aquellas que cantaban Carmen Florido, o Gracia de Triana. Ante una buena 'chicotá', o cuando el paso se mece como lo hacen lo costaleros de Triana y suena la marcha de aquella Hermandad. Y si además... algunos de los pies de los costaleros que van bajo el faldón del paso son los de tu hermano Manolo y los ojos de aquellos antifaces que se cruzan contigo pueden ser tu nieto, o sobrino, o los de aquel Antoñito Barrera que tanto echo de menos en la delantera del paso de Virgen de La Esperanza de Triana.

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Aquella Cruz que casi no puede salir, aquellas flores del palio que arañan las paredes, y el sonido de su banda...es para morir. Siempre vienen a mi mente trozos de poemas y cuando los escribí. Nunca olvidaré aquella tarde que

me dirigía a la tienda, cuando desemboqué de calle Magallanes a Castilla, encontré a todos, a todos los vecinos en coros y alarmados. Pregunté qué sucedía ¡Algo pavoroso¡ Un incendio en la capilla del Patrocinio, (Hoy Basílica). La Virgen del Patrocinio, ya no estaba con nosotros. Y pudo ser aún más la desdicha


Pasión Triana de no haber sido por aquel muchacho joven que trabajaba en los almacenes de la Calería Salas y que saltó por la claraboya, para que entrara las gentes del barrio. ¡Parece que lo estoy viendo¡ Era joven y delgado, creo que nunca se reconoció bastante el valor que tuvo y lo que había hecho.

Entré en la tienda llorando y llamé

a mi prima Orchi, (Dolorcita) no se lo podía creer. ¡Quería tanto a mi Orchi ¡En aquel mismo momento nació el poema que le escribí a La Virgen...Tambores de Lutos, y que quedó reflejado en el libro que se escribió sobre aquel incendio.

Tambores de luto Tambores del Vienes Santo, que lleváis luto en alma, Tocar quedo, que este Viernes, llorando estará Triana. Por aquella Virgen Niña, del Patrocinio llamada. Cristo de la Expiración ¡Qué pena¡ Tú, con tus manos clavadas. Ella, buena como siempre, con su cabeza inclinada, escuchando mil crujidos, mil destellos y mil llamas, sola; sin ningún testigo, y en la calle ¡tantas almas¡ que hubieran dado sus vidas´ Por ver de nuevo tu cara. Tocar de nuevo, tambores. ¡Tocar de nuevo su marcha¡ ¡Que no se ha ido, que no¡ Que no pudieron las llamas, llevársela de mis ojos, Ni arrancarla de mi alma, que aún guardo aquel clavel blanco, que en su canasto llevaba, ¡Ay, costaleros del aire¡ que ya no nos queda nada. Que se nos fue aquella tarde, Vestida de azul y plata, Saetas de atardeceres, Por martinetes lloraban, ¡mi Virgen del Patrocinio¡ con su carita inclinada, estará este Viernes Santo. ¡desde el cielo con Triana!

Aquí, la Semana Santa, comienza el

mismo Domingo de Ramos, cuando se abren las puertas de La Capilla de La Estrella, y después de cientos de nazarenos sale, Sale Él. Ya sale madre, mi Cristo, de las Penas, de Triana. con la sangre del martirio, se hacen surcos por su cara. El, sabe lo que le espera, y sin embargo lo calla. Siempre sus dos manos unidas, Siempre al cielo su mirada. ¡Ay, con qué paciencia espera. Que sea la Cruz terminada. Y esos ojos que hoy nos miran. Tal vez no verán el alba.

Y sigue mi Triana avanzando y cuando sale San Gonzalo, esa Hermandad gloriosa con su interminable fila de nazarenos de túnicas blancas el barrio se echa a la calle tras sus Imágenes a buscar aquellos puntos que están bordados. Momentos de gran emoción es su paso por la puerta de los ancianos de la Avenida de Coria. Luego enfilará San Jacinto camino del Altozano.

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SEMANA SANTA lidad para poder transportarnos y viajar de un lado para otro, son muchos más los que acuden y conocen, pero a la vez llevan a sus tierras nuestra cultura.

Una vez por la calle San Jacinto,

se cruzaron conmigo unos extranjeros, era Jueves Santo y estaban visitando las capillas de Triana, lo mismo las que ya habían hecho estación, que las que aún estaban por salir. Y uno de ellos le decía a los demás, ¡Todos los barrios son preciosos¡ Pero es que Triana tiene algo especial.

El Cristo de San Gonzalo. ¡qué penita me da, madre¡ con la carita de un muerto, lo he visto cruzar la calle. Y así sigue mi poema hasta llegar a Sevilla, seguidos de sus hermanos, hasta volver a su capilla, que será de madrugada, ¡ay que madrugá más fría¡ La calle de la Amargura, dicen que cuenta y no acaba. de cuánto pasó esa noche. Esa noche oscura y larga.

Y como el reloj del tiempo nunca se

para, siguen pasando los días y aunque en todos no salen Hermandades en mi barrio, si se sigue viviendo intensamente la semana, hay muchas de otros barrios en las calles y en Sevilla a todas admiramos.

Pero aún nos queda ver pasar por mi puente de Triana, 'el Puente más bonito y famoso del mundo' que, con solo nombrarlo te enamora 'La Madrugá'. Esa 'madrugá' que como todo en esta vida, tanto ha cambiado desde mi infancia. Recuerdo aquella puerta

de la Iglesia de San Jacinto de donde salía, después Gracias a Dios, recuperó su Capilla de la calle Pureza. Desde entonces la he visto siempre en la esquina del Altozano. Allí nos encontrábamos con todos los trianeros y la familia de aquí y de allá. Hoy con tanta faci-

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Aquella madrugada, cuando el Cristo de las Tres Caídas, cruzó el puente, cayó de pronto una niebla inmensa que envolvió la ciudad. ¡Ay¡ Que no le cambien 'ná', que a mí La Semana Santa, me gusta tal como está. Y sobre todo les digo, no toquen mi 'madrugá' que ya más que nada la vemos a través de los canales de televisión que hacen una extraordinaria labor. Quedan aún que abrirse otras

dos puertas famosas en mi calle Castilla. En una de ella, estamos la mitad de los trianeros bautizados y casados y que a ninguno que cruza por ella lo deja indiferente, pues van unida a nuestras vidas y nuestros recuerdos. Esa misma tarde nos veíamos 'mis primos, los Albenca y los Moyano'. ¿Quién no ha visto en esa tarde bendita del Viernes Santo? al Cristo Jorobadito, de mi Triana pasando. ¿y quién no ha visto pasar, esa Rosa que camina, como una sombra detrás? que cuando sale la O, por esa puerta señera, es como si amaneciera, en el barrio trianero, y a mí, me da tanta pena, que ni a mirarla me atrevo.

Los años y las generaciones pasan y en el camino vamos dejando atrás seres tan queridos como los padres, abuelos, hermanos, tíos y primos; y con ellos se nos han ido trozos de corazón y de nuestra alma, pero la vida es


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así y llega esa salida del Cristo crucificado más imponente de Sevilla. El Cristo de la Expiración El Cachorro, mi Cachorro de Triana... A mi Cristo del Cachorro. dicen que lo han visto hablar, Y a sus propios costaleros, sus palabras hacen llorar. de aquella niña bonita. Que hace nueve años ya ¡Ay, Marta, que no te veo¡ Hasta mi puerta llegar.

No puedo olvidar dar las gracias a todos

aquellos que me felicitaron estas navidades, sobre todo aquella tarjeta que recibí de mis amigos de toda la vida: el matrimonio Montero, Juan y su señora Puri. En ella aparece un niño Jesús pintado por María Elena, su hija mayor y es con la que ha felicitado la Hermandad del Cristo de la Expiración este año las navidades. No sé cómo, mi joven amiga pudo pintar en esa medallita tan pequeña que el Niño Dios lleva en su pecho, la cara de ese Cristo, impresionante. Ella lo titula. ¡Dios nació en Sevilla, y murió en Triana¡ quiero felicitar a esta gran artista también por el cuadro de 'Los dos Seises - Azul Celestial' y que ha estado expuesto en el Ayuntamiento de Sevilla, durante la conmemoración de Esteban Murillo sobre el gran artista sevillano titulado 'Reflejos de Murillo'. ¡Dios bendiga esas manos, esa vista y ese arte que Dios le ha dado!

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ACTUALIDAD

Venancio Blanco El pasado 22 de febrero, al conocer la muerte del escultor Venancio Blanco, me acerqué hasta el Altozano para recrearme con la escultura de Juan Belmonte. Por José Luis Jiménez

A

l acercarme, observé que un misterioso rayo de sol iluminaba el rostro del torero. Me pareció un momento fascinante y extraño parecido al que le ocurre dos veces al año al faraón Ramsés II en el templo de Abu Simbel. Pese a que el Maestro mantenía su mirada altiva y su mentón prominente, le noté un rictus de tristeza que delataba el dolor por el fallecimiento de su creador. Ante la mágica situación, permanecí un rato en compañía del torero y aproveché para contemplar la grandeza del entorno y la maravillosa perspectiva que el diestro trianero disfruta desde su pedestal de ladrillos vistos teniendo como punto de fuga a nuestra Santa Juana.

Mi mente retrocedió varias décadas y

comenzaron a aparecer mis primeros recuerdos del Altozano cuando en la Alameilla -en aquellos años aun sin el Ficus- esperaba la llegada de mi padre que venía de trabajar desde Sevilla. Me fascinaban los cristales del Puesto de Laureano, así como subir y bajar la escalerilla de Tagua siempre ambientada con la fragancia especial de la semillería que en aquel entonces había en el Edificio el Faro. El bueno del sereno Marchena, desde la veleta de la Capillita, daba la bienvenida a todos

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los que entraban en el barrio mientras que la Virgen del Carmen despedía a todos los vecinos que a su paso se persignaban y dejaban atrás el bullicio de La Plaza de Abastos y su olor a chicharrones. Era un Altozano todavía sin el monumento al Pasmo de Triana pero que conservaba íntegro el caserío actual. De nuevo fue un olor el que me vino al recuerdo, se trataba de aquel inolvidable que te impregnaba al entrar en la botica de D. Aurelio, el entrañable farmacéutico de amplias gafas y bata blanca que en aquellos años 60 ejercía de máxima autoridad en Triana.

La escultura de Juan Belmonte fue la primera de un torero que tuvo Sevilla. Su inauguración ocurrió el sábado 30 de septiembre de 1972 y, en palabras de Aurelio Murillo que abrió el acto inaugural, el objetivo del monumento era doble; en primer lugar, perpetuar en bronce el Arte del Toreo y la segunda, mucho más emotiva e íntima: saldar la deuda sentimental que Triana tenía con Belmonte a cuya figura se asoció a nivel internacional el nombre de Triana. El coste de la escultura fue de 400.000

pesetas a los que hubo que sumar otras 800.000 para completar el pedestal y resto de exorno aledaño al monumento. Para sufragar los gastos se creó una comisión pro-monumento que recibió fondos de diversas empresas y particulares, destacando especialmente el Ateneo de Sevilla.

Su autor, Venancio Blanco, nació el 13 de marzo de 1923 en plena Dehesa Charra. Sus primeros pasos los da en la Finca 'Carrascalino'


Triana

de Matilla de los Caños del Río (Salamanca) desde donde, en sus inicios escolares, iba andando todos los días a la escuela de Doña María, su primera maestra que siempre ha permanecido en la memoria del artista. Su padre, mayoral de la ganadería de Argimiro Pérez-Tabernero, le mostró la belleza de los toros y la dureza del campo y a la postre fue el que le enseñó el camino de la libertad; impagable esa herencia paterna. Venancio confesó que se emocionaba viendo un traslado de toros con sus cabestros y sus caballos y el sonido que producen las esquilas, esquilones y cencerros. Sin lugar a dudas fue un escultor taurino y gran conocedor de la tauromaquia, afición que alternó con la música clásica y el cante jondo. Hombre de espíritu religioso, consideraba que la fe es lo más grande que existe. Llegó a relacionar a los toros con la belleza, la nobleza y la bravura. Al Flamenco con el sentimiento y al hecho religioso con el alma.

Al término de la Guerra Civil, Venan-

cio marcha a Salamanca con unos parientes y se matricula en la Escuela Elemental de Trabajo. Con 18 años gana un premio de Educación y Descanso que le permite visitar Italia donde descubre el mundo de la escultura y en definitiva su futuro oficio. A su regreso de Italia cursa los estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.

Ha sido galardonado con numerosos

premios nacionales e internacionales; entre ellos: el Premio Nacional de Escultura (1959), Primera Medalla de Escultura de la Exposición Nacional de Bellas Artes (1962), Gran Premio de Escultura de la V Bienal de Arte de Alejandría, Medalla de Oro de la IV Bienal de Arte Sacro de Salzburgo, Medalla de Oro de la XI Exposición 'Las Artes en Europa' (Bruselas), Primer Premio de la Exposición Internacional 'La Caza' (Museo Nacional de Bellas Artes de Budapest), Premio de las Artes de Castilla y León 2001, Medalla de Oro de la provincia de Salamanca 2009.

Autor neofigurativo que establece

un dialogo permanente entre la figuración y la abstracción. Apasionado del dibujo, al que considera la génesis de todo arte y la herramienta que nos enseña a mirar para aprender. Cultivó el retrato como género artístico e hizo del bronce el material por excelencia de su obra ya

que entendió que dicha aleación metálica le podía dar todas las posibilidades que encerraban sus ideas. Sin embargo, una de sus obras más bellas e impactantes está realizada en madera: se trata de un cristo yacente que denominó 'El Cristo que vuelve a la vida', una iconografía que representa el momento inmediato a la resurrección de Jesucristo, se trata por tanto de un Cristo con vida.

Venancio Blanco tuvo también una

importante labor docente, así como una destacada participación en cursos y seminarios entre los que destacamos los cursos de dibujo y bronce que realizó durante muchos veranos ininterrumpidos en Priego de Córdoba. En el año 2010 crea en Salamanca la Fundación que lleva su nombre y en la que destacamos el fin de fomentar entre la juventud y los niños diversas actividades dentro del mundo del arte.

Y volviendo a Triana,

desde que se erigió la escultura de Belmonte, el Altozano adquirió mayor esencia taurina a la vez que se convirtió en la primera muestra escultórica de arte figurativo en una ciudad donde Antonio Susillo resultaba indiscutible. Esa visión de La Maestranza, entre el Guadalquivir y la Giralda, a través del pecho del más grande de los toreros resultaba demoledora. No pueden quedar dudas, no había mejor sitio que El Altozano para perpetuar este monumento a la tauromaquia. Un lugar privilegiado donde Triana cada día rinde pleitesía al artista genial que fue D. Juan Belmonte. Y tuvo que ser otro artista arrebatador y universal el que obrara este milagro. Gracias D. Venancio, Triana siempre le estará agradecida.

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ACTUALIDAD

Artistas, poetas y primavera Sólo durante unos instantes podemos los mortales vivir plenamente como un dios; después la vida ya no puede ser más que un continuo recuerdo y búsqueda de esos instantes. Por José Manuel Piñero Velasco.

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l lugar donde se han vivido tiene una importancia muy grande, y sirve como decorado de fondo que nos ubica ese recuerdo mágico. Dicho momento, queda pegado como lapa en nuestra mente para siempre, y no se olvidará jamás. ¿Será por eso que Triana, a decir de muchos, es el octavo barrio más visitado del mundo?. No lo sé. Pero sí sé, que es rica en esos instantes, de ahí su poder de atracción.

No es extraño que este barrio sea semillero de artistas y poetas, que cantan con

No es extraño que este barrio sea semillero de artistas y poetas, que cantan con el fervor de un fiel creyente, a su arrabal del alma 18

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el fervor de un fiel creyente, a su arrabal del alma. Porque es en el alma, donde nacen los sentimientos sinceros y fuertes, la esencia de nosotros mismos.

El amor, el desamor, la alegría y la nos-

talgia, son elementos de uso cotidiano para cualquier artista que se precie, a la hora de desarrollar su importante labor creativa. No existe arrabal, ciudad, país, o civilización, que no sea cantado por sus poetas y artistas, siendo enriquecido estos lugares, con la mitología de sus cantos, pinturas, párrafos y estrofas.

Y sucede, que cuando no están en su tierra, se precipitan en el mar de la melancolía, en su forma más leve que es la nostalgia. Y no es equivocado pensar que también esto es forma de amar, de amar aquellas cosas que se han ido y no volverán, y asumir con dolorosa paciencia, lo que el tiempo, como sutil roedor, nos arrebata poco a poco. Durante este periodo a muchos artistas, les han llegado sus momentos de


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creación más gloriosa, sintiendo la añoranza de su invisible patria. Aceptando pacientes, su innegable dependencia del barrio al que le han concedido su amor incondicional. Por eso la producción poética, artística y literaria, es algo, de una necesidad absoluta para los trianeros.

Cuando regresan de sus viajes ar-

tísticos para estrellarse en la tediosa vida cotidiana, si se quiere, cansados, regresan con el alma sana, los sentidos cabales, y llenos de entusiasmo. Porque la inspiración muere cuando muere el entusiasmo.

Los poetas y artistas de Triana,

que son muchos en su larga Historia, han contribuido con su arte, a una mayor exaltación de la universalidad de este arrabal. La sangre de los creadores, es cortejada por la gracia del lenguaje de este barrio, se haya nacido en él, o simplemente su ayuntamiento haya surgido por el poderosísimo sentimiento universal del amor. No hay una unión mayor. Todos llenos de cortés arrogancia, han derramado por el mundo el espíritu milenario de este sitio, y por ello son respetados y queridos. Triana quiere a sus artistas.

No es inusual sino todo lo contrario,

encontrarse en su calles y callejuelas, dentro de peñas, asociaciones y bares, cenáculos herméticos donde afluyen los poetas de secretos opalinos, cantantes que con sus desgarradas voces lanzan especiales sonidos al aire, guitarristas que rasguean sus guitarras, bailaores y bailaoras que dejan gotas de su arte en movimiento, y escritores de los más variados estilos. Todos contribuyen a que Triana, sea Triana. Lo mismo que la luz y la sombra, no hubiesen podido existir la gloria de los unos sin los otros. No es posible.

Calle de San Jacinto, siempre San Jacin-

to escaparate paseante de Triana. Sentado con mi perro en el banco con respaldo de bellos azulejos, que hay frente a la Capilla de la Estrella, veo liberarse lentamente el sol por el lado izquierdo de la guadaña, encendiendo chispas de luz en la plata del escaparate de la Joyería de Santa Ana. D. Antonio Jiménez, su fundador, es otra persona emérita de este barrio. El arte de la orfebrería, no es un arte menor.

Los poetas y artistas de Triana han contribuido con su arte a una mayor exaltación de la universalidad de este arrabal El invierno se va yendo lentamente, hora

a hora, día a día. Cuando aparezca este artículo posiblemente se haya ido del todo. Pero hoy, en el mes de febrero, aún no. La tierra del paseo de la O estaba húmeda esta mañana.

En la orilla del río ha empezado

a brotar vigoroso el verdor de la hierba, y los arbustos desnudos se van cubriendo de yemas. El aire ha empezado a saturarse de fragancias, una fragancia llena del nacimiento con nueva vida y contradicción; olía a tierra húmeda, a hojas descompuestas, y a frescos gérmenes vegetales. Pero a cada instante pensaba, que me llegaría el olor de los primeros azahares, aunque no había visto ninguno.

Cuando de pronto llegó hasta mí penetrante, un aroma agridulce y violento, tratando de captar mi atención, que parecía recoger, sumar y aumentar en sí mismo todos los demás aromas de una despedida del invierno. Por fin encontré el primer brote en un pequeño naranjo, ese aroma, irresistible. Toda esta sensación tiene su magia, y aquí mi sensación consistió en que la inminente primavera traerá nuestro todopoderoso sol, llenando de un claro azul perfecto todo el cielo protector que nos cobija. Durante el invierno

que se despide, los ancianos y ancianas del barrio, les parecían como si al buen Dios y los santos, no les pluguiera sus impacientes plegarias para que expulsasen el invierno. El frío y la lluvia se soporta mal en el barrio, cuando llueve y hace frío profundo, la calle se vacía de parroquianos. La nevada forma parte del anecdotario de siglo en el arrabal. Triana necesita la primavera, y la primavera se revitaliza vigorosa y a gusto en Triana.

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Triana, no es que no me gustes… ¿Que cómo te veo? ¿la verdad, la verdad? Sabes que tú a mí me gustas, Triana. Pero, hija, hay cosas que no entiendo de ti. Me lo preguntas y voy a serte claro, ¿cómo has consentido que te parcelen la orilla del río y te roben la mejor perspectiva de Sevilla desde la calle Betis: la Giralda, la Torre del Oro, la Maestranza, tu puente, las torres de la Plaza de España, el propio cauce del Guadalquivir…? Por Pepe Bravo

¿

Te hablo del restaurante ese del final de la calle (o del principio, según lo mires)? Sí, ese, aledaño al puente de San Telmo, que, tiempo ha, creció acotando con estructura efímera una parcela, transformándola a lo tonto a lo tonto en terraza particular al aire libre; que luego dio otro pasito, y otro fijando lo efímero y techándolo y otro construyendo hasta adueñarse del espacio que era tuyo, y convertirlo en coto privado. ¿No te diste cuenta? ¿Qué hiciste entonces para no dejar huérfanos a tus vecinos de unas vistas únicas?

¿Y del restaurante ese modernito,

también en la margen derecha, anclado hacia el centro de la calle, qué? ¡Otro tapón al paisaje! ¿Quizá hubo algún politiquillo, técnico o arquitecto por ahí, con llaves de muchos despachos, buen gestor de influencias, competente, que mediara para construir sobre zona protegida...? ¿Me equivoco o son imaginaciones mías? Vale, tú no digas nada, pero hazme una señal con las cejas. ¡No me digas que te enteras ahora! ¡Ah!, me creía, porque eso lo tendrás 'clavaíto' ya para los restos.

¿Y el kiosco de las flores? Orientó su ne-

gocio de espaldas a los trianeros... a los que tanto les debía; fue su elección, pero ¿te parece bien que por arte de birlibirloque birlaran la vista diáfana de Sevilla con un seto inicialmente bajo que luego han dejado crecer alto y tupido hasta convertirlo en muralla para acotarlo, conseguir privacidad y, en la práctica, apropiarse del terreno? ¡Vamos, Triana mía, si esto te parece bien, que baje dios y lo vea!

Pienso que desde el principio en los pa-

peles seguramente estarían marcadas las condiciones para mantener las vistas que hoy tapan esos tres 'conquistadores'; supongo que el asunto será más complejo pero la consolidación 'tolerada' de espacios públicos como exclusivos por parte de 'distraídos' e 'inocentes' halcones es una realidad; sólo la dejadez de las autoridades mirando para otro lado me puede explicar una opacidad real que pasito a pasito deviene en irreversible, ¿o es que tú piensas que algún día vayan a devolver estas panorámicas a tus hijos trianeros? Triana, mira que digo 'dejadez' pero tú sabrás si hubo algo más.

He oído decir que la Jefatura de Policía se está cayendo a cachitos, que su deterioro es imparable... ¿tú sabes algo de esto? Puestos a soñar, quiero pensar que quizás la derriben, la reconviertan en zona verde y te la regalen como reparación, como un mirador inigualable... Esto es 'puestos a soñar' que puestos a pensar mal... ¿Y si hay alguien ya, bolsillos llenos, con la mano en la aldaba de algún incorruptible por no menos de... ¡qué sé yo!? No, no quiero pensarlo, pero, como un simple juego, ¿cuál piensas que será el nombre del próximo restaurante?, porque seguro que ahí terminará yendo otro restaurante, ¡seguro! Bueno... casi, que no sostengo que todo esto vaya a ser así de exacto, pero... ¡es que se oye cada cosa! 20 Revista TRIANA


Triana ¿Y la zona peatonal de la calle San Jacin-

to? ¡Esto es harina de otro costal! ¡La parte menos trianera del arrabal! 'Peatonal' a las horas desiertas porque a otras, ¿no lo ves?, esto es una enorme terraza que ofrece al visitante lo más impersonal del barrio: dos franquicias de pizzerías, otras dos de heladerías, dos tiendas de chinos, una 'patisserie' francesa, la Burguer multinacional que llega para quedarse... Mira esos expositores en la acera: 'Paella Sunday Every day', 'Take away', 'Cold drinks', ofertas nada sevillanas y sin tu marchamo trianero. Y ese establecimiento con el nombre de 'The Time of Bocha', ¿sabes qué vende? Lee tú misma esa otra marquesina: 'Quore', 'Frozen Yogourt & Snack Bar Coffee...' 'Very típical', ¿no?

Zona por otra parte invadida por en-

Bien por la vigilancia policial y muy bien por la limpieza de la calle todas las mañanas con denominación importada de allende los mares, y no han superado el tópico. ¡Lástima!

Y párame, párame que te estoy dando un disgusto. Perdona si me 'inrito', pero como tú me lo has preguntado... Pues lo mismo que critico unas cosas, te

seres de bares y otros negocios, mobiliario en la acera no siempre a la distancia reglamentaria de la pared y que, en ocasiones, rebosa hacia el centro de la calzada; falta pavimento o sobran mesas; pásate por aquí un viernes o sábado por la noche, o un festivo y luego tú misma me dirás.

alabo otras: los bares de la calle Betis ya no colocan mesas y sillas pegadas a la zona inmediata adosada al borde del río, de modo que antes ocupaban los mejores lugares para sus clientes en detrimento del solaz del peatón al que obligaban a zigzaguear entre las mesas o cambiar de acera, ahora el espacio preferente es para el paseante. ¡Bien!

El anafre encendido de las castañas

Y bien por la decisión de otorgar en el ca-

(que también sobresale hacia el centro del pavimento) es un peligro sobre todo para niños y conste que me rindo ante un medio de vida y estampa tan humana, tan tradicional...; puntualmente el vendedor de loterías reclama protagonismo en mitad de la calle...; entiendo que se acercan las nueve y le quedan algunas tiras por vender... lo entiendo, pero digo yo que con dos pasitos para atrás hay sitio para castañas, cupones y viandantes... me parece a mí, no sé lo que tú pensarás. Claro que así quedarían más visibles los camareros uniformados, que, también desde el centro de la calle, orientan a los transeúntes hacia su negocio (el sevillanísimo 'café & tapas') con idéntica falsa reverencia, sonrisa y soltura que he sorteado en la mismísima y romana Piazza Navona.

Cambiando de tema, Triana, ¿es que no se puede intervenir ante los malos y desafinados intérpretes de flamenco (patéticos y desarrapados la mayor parte de las veces) mendigando serviles unas monedas?... Mira esa pareja que vuelve hacia Sevilla. Refleja frustración en sus semblantes. Se conoce que han llegado aquí atraídos por el eco y embrujo de tu nombre, han comido la fritanga de un bar

rril bici la preferencia absoluta al peatón frente al acoso e imprudencia de algunos ciclistas. ¡Faltita que hacía! (pero te digo más: o eres más contundente con las señalizaciones obligándoles de un modo explícito a echar pie a tierra ('el cuándo' ahora queda a su criterio) o aquí un día va a pasar algo gordo, que te lo estoy avisando).

Bien por la vigilancia policial

y muy bien por la limpieza de la calle todas las mañanas (no así la de las columnas de las farolas para las que 'el Lipasán' no tiene presupuesto (ni la policía municipal recursos) para liberarlas de los colgajos de anuncios y cinta adhesiva nada más que una vez por pascua florida; menos mal que siempre queda algún vecino piadoso para retirarlos).

Yo sé que tú eres más, mucho más, que

quizás hoy no sea el día más adecuado para tantas menudencias y tenga yo que esperar a hablarte de otras cositas cuando superes ese miedo que tienes metido en el cuerpo, que te tiene 'estartaíta' de los nervios y que reverdece cada vez que se te acerca la sombra de la Pelli, tu vecina de la Expo... y te comprendo... que no es que no te quiera, Triana, que sabes que me gustas como eres, pero, hija, tú como consientes...

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ACTUALIDAD

Pasión y muerte en los corrales Por Agustín Pérez González

S

olemos decir que nuestra Semana Santa tiene sus días grandes, y realmente los tiene, lo que pasa es que los días grandes no son los mismos para todos porque, para cada cofrade el día más grande es aquél en el que su hermandad hace su estación de penitencia.

Para muchísimos trianeros es, sin duda, el Viernes Santo, día en el que, tres de sus más señeras hermandades cruzan el puente. El día en el que los corrales vuelven a Triana en sus vecinos, en aquellos vecinos que hubieron de vivir el destierro a otras latitudes de la ciudad, un bendito destierro que les llevó a pisos más confortables, más dignos, pero que les privó de su paraíso: el barrio de sus amores. Sí, indudablemente el viernes es el gran día, pero Triana se vuelca igualmente con todas sus cofradías y hermandades porque siente en profundidad todo lo que sucede

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a este lado del río, porque siente pasión por su Pasión, como sintió siempre debilidad por sus corrales, que sufrieron Pasión y Muerte como lo hace cada Viernes de Dolores un Cristo que recorre sus calles en silencio. Agonizaba el corral como agoniza el Cachorro: perdiendo por sus ventanas la nitidez de sus ojos. La tersura del cristal cedía, poquito a poco, su rutilante brillar a cartones y periódicos que iban sembrando de sombras el sendero luminoso de un sol que apenas entraba ya en salas y dormitorios. Agonizaba el corral como lo hace el Cachorro, lentamente, sin dudar que el final estaba próximo.


Triana

Las puertas, casi vencidas, y sin poder con sus cuerpos, clavaban ya sus rodillas carcomidas por el suelo por sostener sus maderas igual que apoya su mano en su caída tercera Jesús por el Altozano. Iba cayendo el corral como cayó aquél moreno Señor que en su majestad camina ante el cirineo. Padecieron los vecinos, impotentes, maniatados como lo hiciera Jesús en su Poder Soberano: esperando como él sentencias de los juzgados para ser desposeídos de su único bien: el manto de verdor que era la gloria que cuidaban en sus patios. Y se quedaron sin flores y terminaron llorando cuando hubieron de marcharse a sufrir el desarraigo. Iban quedando los muros con las costillas al aire que eran los rojos ladrillos que los desconchados hacen

que parezcan latigazos como los que a nuestro Padre. Atado en una Columna le dieron aquella tarde en que se ensañó Chamizo con sus distinguidas carnes. Y el corral se nos moría mientras seguía soportando el horror de las heridas del tiempo, que era su látigo. Una corona amarilla iba cubriendo el tejado de cardos y margaritas, de malvas y jaramagos que clavaban sus raíces entre los roblones rasos, haciendo sangrar la frente de los tabiques más altos, como sangran las heridas del que, el Domingo de Ramos, por San Jacinto desfila sentado sobre un peñasco. El corral agonizaba con los techos empapados y, poco a poco, cedían las vigas de los tejados. Sobre el hombro de los muros voluminosos costeros trataban, inútilmente

de mantenerse derechos, mirándose en el ejemplo de ese Cristo Nazareno que hace que un mar de lirios sea el camino perfecto para llevar a Sevilla la fe de todo su pueblo. Así el corral se perdía bajo el grandísimo peso de aquella cruz que ya era el sino de los trianeros. Clavados sobre sus vigas, cuatro puntales de acero sostenían la Galería y un poste sobre el alero era como la lanzada que dieron a un Cristo inerte cuando su Pasión y Muerte estaba ya terminada. Murió el corral y con él murió una forma de vida: aquella forma de ser que transformó en alegría la penuria y la escasez. ¡Qué pena de los corrales!, qué pena de aquellos tiempos en que, a pesar de los males, eran las gentes cabales y tenían más sentimiento.

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Monólogos de Triana (I y II) Soy Triana y quiero comenzar a contaros mi historia. No esperéis una narración al uso: rigurosa, con datos, fechas y personajes con nombres y apellidos, no. Mi historia va a ensartarse más bien en los sentimientos. Por Agustín Pérez González

E

I

n esos sentimientos que tanto hechos históricos y personajes relevantes fueron dejando enterrados en mi subsuelo, como aquellos otros en los que seres anónimos -para todos menos para quien los acunó entre sus calles- fueron dejando sobre mi piel de arcilla. Y tras presentarme, comenzaré invitándote a ocupar uno de los camarotes libres en este bajel de palabras que ahora comienza a surcar el río de las ilusiones. Bienvenido a bordo

Heme aquí

Aquí me tienes, joven a pesar de mis milenios, vieja madre, cauce seco florecido de cal y tejas. Bajel anclado para siempre a la orilla bautizada por la gracia Me encontrarás, una y muchas, refinada y sencilla, noble y villana, el pecho hendido por dos corazones: el de tierra y el de agua, fundidos en uno grande hecho de barro y para el barro. Aquí estoy, orilla de tu orilla, malecón de sentimientos entre zapata y zapata, a la espera de que amarres los tuyos a este barco intangible, y dispuesta a ofrecerte un camarote en las bodegas de mi historia. Suspira y acompáñame, porque también es la tuya.

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II Una vez fui mar. Sí, mar.

Hace muchos milenios, todo el valle de este río que me besa cada día lo fue. Quizás por eso haya quedado en mis entrañas el "salero" que me atribuyen. No es mérito mío, no: es el mar que aún vive en mis adentros, el que todavía se filtra hasta mis tuétanos con cada marea, el que me envía saludos dos veces al día a través del río, el que cada tarde levanta esa refrescante brisa que mis hijos se empeñan en llamar "marea", para traerme aromas de resina y jarales de esa marisma que también fui y que permanece en lo más hondo de mi alma de arena.

Recuerdos de mar

Aún recuerdo el mar: el mar que fui un día y aún permanece en mis entrañas regado de mareas y acariciado por brisas con olor a marisma y pino: Brisas que vuelven cada tarde a peinar la cabellera de mis patios, a refrescar las azoteas y a diluir la sal de los jazmines en el salitre de su aliento. Mi mar añora las arenas y la canción alegre de las olas, mas hoy no lo cambiaría por el sutil susurro de un río que fue mi padre y mi esposo, rendido amante, y compañero de aventuras de los hijos de la puebla que creció bajo mis faldas.


Triana

Paseo de arte y sus artistas Este año se conmemora el IV Centenario del nacimiento de Murillo, uno de los pintores sevillanos más universales. La Asociación de Pintores de Sevilla y Otras Artes se hace eco de tan importante acontecimiento para nuestra ciudad, incorporándose también al calendario de actividades culturales a lo largo de lo que se ha llamado el Año Murillo. Por Emilio Gil, Fernando del Moral y Gaspar ‘El Pinturillas’.

A

través de la Comisión de Trabajo creada a tal efecto, nuestra asociación ha creado un plan de actividades especialmente relacionadas con dicho evento durante este período. Algunas de ellas ya se han llevado a cabo al inicio de la conmemoración, como el Mercado Barroco en diciembre de 2017, con un éxito notable de público, atraído por la representación y recreación ambiental de época. También se diseñó una carpa para la ocasión, donde los artistas y artesanos del Paseo de Arte hoy exponen para su venta obras y artículos conmemorativos del Año Murillo.

fin de semana muestra sus creaciones, entre las que podemos encontrar la serie de 'El Hombre Coche' (publicada en su día por Diario de Sevilla), las historietas de serie negra con guiones de Paco Aragón, la trilogía 'Pumarejo' o 'El flamenco y la madre que lo parió' en colaboración con el guionista Antonio Moya entre otros trabajos. Destacan también sus originales abanicos y además Gaspar nos ofrece la posibilidad de llevarnos un grato recuerdo con sus caricaturas hechas in situ y al momento, consiguiendo siempre poner una sonrisa en nuestros visitantes.

La actividad más reciente ha sido una

interesante exposición colectiva, 'Las mujeres con Murillo', inaugurada el día 2 de marzo en el Centro Cívico Las Sirenas. La Comisión de Trabajo de la Asociación tiene previsto llevar a cabo otras actividades, tales como representaciones de obras teatrales cortas en el Paseo de Arte, ilustrando la Sevilla de la época de Murillo, incluso al propio pintor. Cuentacuentos, exposiciones, concursos y jornadas de pintura al aire libre, así como la edición de un comic sobre Murillo y su época son otras de las actividades que se realizarán en el Paseo de Arte.

Entre nuestras actividades fijas,

la primera que creó este proyecto fue la de los retratistas, un grupo de pintores que desde hace años se reúnen todos los domingos frente al Callejón de la Inquisición, para bajo su carpa trabajar el retrato del natural de una manera peculiar, tomando a un modelo de entre nuestros visitantes e inmortalizándolo en 20 minutos de su reloj de arena.

También, en el Paseo de Arte el cómic tiene su espacio, donde Gaspar el Pinturillas cada

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ACTUALIDAD

La cerámica de Triana y Sevilla Petición de Bien de Interés Cultural

¿Os imagináis un patio sin zócalo? ¿Un zaguán antiguo sin aguamanil? ¿O imagináis patios sin azulejaría?, ¿os imagináis Sevilla sin retablos?, ¿os imagináis la Plaza de España sin su múltiples adornos cerámicos? ¿Y el parque de María Luisa sin sus bancos recubiertos de ladrillos adornados a cuerda seca?; imposible, ¿verdad? Y es que la cerámica forma parte de nuestra cultura, forma parte de nuestra idiosincrasia, del legado de nuestros mayores, de nuestra historia. Redacción

de un altar, un zócalo o ante las piñas y remates de muchas de nuestras torres y espadañas.

Sí, la cerámica despierta nuestro inte-

rés, pero no solo el nuestro; también el de los visitantes, el de los historiadores, el de los arquitectos y decoradores, porque la cerámica es una de las manifestaciones más interesantes de nuestro patrimonio artístico. Despierta nuestro interés y despertó el de muchos, que se llevaron una parte de la producción de nuestros hornos y muflas a otros territorios, para sembrar el mundo de motivos cerámicos trianeros.

Y si forma parte de nuestra cultura, es

S

eguro que en casa tendrás algún objeto de cerámica quizás heredado de tus mayores, quizás adquirido porque te ha llamado desde los cristales de un escaparate o desde las manos de un artista alfarero.

Seguro que lo cuentas entre tus bie-

nes más preciados. Por la misma razón, es también uno de los bienes más preciados de nuestra ciudad el conjunto de manifestaciones artísticas en forma de retablos ante las que te persignas por las calles, el de los paños de azulejos ante los que te extasías en los edificios regionalistas, en los que la cerámica resalta y destaca la belleza de sus líneas, ante la perfección

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un bien preciado de nuestro patrimonio y despierta nuestro interés y el de todos los que lo conocen, es lógico pensar que se trata de un BIEN DE INTERÉS CULTURAL, y realmente lo es, sin discusión alguna. Pero como vivimos en un mundo de etiquetas, además de serlo sería más que conveniente que fuera reconocido como tal.

Para ello, la Asociación Niculoso Pisa-

no ha emprendido una campaña para solicitar que el patrimonio cerámico de Triana y Sevilla sea reconocido como bien de interés cultural por la Junta de Andalucía. Y para ello está difundiendo un manifiesto, que reproducimos a continuación, para el que pide la firma de los ciudadanos.

La Revista Triana se une a la petición

y te solicita que la apoyes rubricándola en la página www.asociacionpisano.es, o bien en las hojas de firmas que encontrarás en el mostrador del museo de la cerámica (C/Antillano Campos, junto a Cerámica Santa Ana).


Triana

Manifiesto Ciudadano pro declaración

BIC para la cerámica de Triana-Sevilla

Triana y Sevilla son un Museo vivo y abierto de la Cerámica Artística. Pocas ciudades pueden presumir de un Patrimonio Cerámico tan importante. Redacción

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ste patrimonio, acumulado durante siglos, sitúa a la Cerámica de TrianaSevilla en un lugar destacado en la historia de las Artes Decorativas. Es fácilmente reconocida e identificada por sus formas y sus colores, por sus artistas y por sus diseños artísticos e industriales.

Se puede afirmar que la Cerámica de Triana-Sevilla tiene 'denominación de origen'. Un Patrimonio que hace que Triana y Sevilla sean cuna y capital de la cerámica artística. El Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, en Pleno, por unanimidad de todos los Grupos Municipales, a iniciativa de la Asociación de Amigos de la Cerámica 'Niculoso Pisano' aprobó el pasado 27 de octubre de 2017 una Moción Institucional instando a la Declaración BIC para la cerámica de Triana-Sevilla. La actividad cerámica no vive sus mejores momentos. No obstante, industriales, artesanos, pintores, conservadores, diseñadores y comerciales se resisten a desaparecer, renovándose, actualizándose y formándose profesionalmente. Por todo ello, MANIFESTAMOS: 1. Nuestro apoyo decidido a los alfareros, ceramistas, industriales y comerciales. 2. Por la defensa de nuestro Patrimonio Cerámico, su difusión y su exposición temporal y permanente, en espacios dignos, vivos y bien dotados. 3. La necesidad de que Instituciones y Administraciones comprometan esfuerzos a través de la promoción, ayudas y estímulos al sector.

4. Que es fundamental la presencia de la Cerámica de TRIANA-SEVILLA en Ferias de promoción industrial, artística y turística. 5. Que la apuesta por la CERÁMICA, más allá de la conservación de un patrimonio, supone gene ración de empleo, riqueza y cultura.

Por todo lo cual, mediante la

suscripción de este Manifiesto, SOLICITAMOS a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía el inicio de la tramitación administrativa para que la CERÁMICA de Triana- Sevilla sea considerada Bien de Interés Cultural.

Llamamos a nuestros representantes políticos, al mundo de la Cultura y las Artes, a los profesionales del sector cerámico, a los amantes de la cerámica y a la ciudadanía, en general, a respaldar, apoyar y di- fundir esta iniciativa ciudadana, convencidos de que Triana y Sevilla se han hecho acreedoras de esta consideración de BIC.

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ACTUALIDAD

Asociación de fibromialgia triana los remedios Punto de información

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ablábamos en nuestro anterior número de la Asociación de fibromialgia de Triana-Los Remedios y de la Asociación Andaluza de Artrosis; de sus actividades, de sus directivos y de sus necesidades, entre las que destacaba la de un espacio físico donde desarrollar su actividad para poder ampliar su campo de acción.

Aunque aún queda mucho por conseguir, en este número nos congratulamos de informar que, gracias a un acuerdo con el Distri-

to Triana, éste la ha facilitado poder establecer un punto de información en sus dependencias un día a la semana, por lo que, a partir de ahora, todos los enfermos y familiares de pacientes aquejados por estas patologías , pueden contactar personalmente con los representantes de la Asociación los lunes de 18:00 a 20:00 h. en el Distrito Triana ( San Jacinto nº 33) , o bien a través del teléfono 955473514.

Allí encontrarán a uno de los directi-

vos, probablemente a su presidenta, Dª Carmen Hiruelo, que con toda amabilidad tratará de informarles de todo cuanto en su mano esté, para conocer mejor su enfermedad, y las posibilidades de luchar contra ella sin desfallecer.

Esta iniciativa pretende

aglutinar en la asociación a todos los afectados y familiares, como también a personas que quieran implicarse en la mejora de la salud del barrio. Seguro que reunidos pueden conseguirse mejores resultados en la lucha contra una enfermedad cuya incidencia parece aumentar en los últimos años y que, hasta ahora, no ha sido tenida suficientemente en cuenta por el sistema sanitario.

La ilusión y el esfuerzo del grupo de personas que lideran la iniciativa bien merece todo el apoyo que pueda prestársele. Vaya desde aquí nuestra

enhorabuena a ambas entidades por el logro conseguido con la apertura de este punto de información, al distrito por su generosidad, y a los trianeros por disponer de un nuevo servicio en su barrio.

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Triana

Paco Arcas crónica de un retrato

En la imagen, Carmen Castreño, Paco Arcas, Susana Díaz y Juan Espadas.

Por Laudelino Pino

S

e me pidió que hiciera un retrato, a la vez se me dijo el tipo de persona que era. Eso me motivó, aunque no lo conocía, porque todo Triana me decía que era una persona extraordinaria. Me entregan una fotografía...este es Paco Arcas, - ¿Con gorra? (pregunté). Sí, con gorra, ese es Paco Arcas y quiero que lo pintes como es; con gorra, con barba... esa foto se la hice hace unos días. Dijo Carlos Valera. Lo intentaré, e intentaré que se necesite una pinza, si quiere quitarse alguna cana, porque voy a pintarle hasta el último pelo de la barba.

Y ahí me encontraba yo, pintando a Paco, sin conocerlo de nada, pero muy motivado; porque me decían que Paco había hecho mucho por Triana. Por fin llega el día quince.

Todo el mundo entre ilusionado y nervioso. Para hacerlo bonito y con alegría estaba el cantante D. Sergio Alcántara con sevillanas "en primicia", que Carlos había puesto letra.

¡Era demasiado!, la plana mayor,

Estaba Paco pensativo, sentado en una

silla de mimbre en la mesa de cristal de la entrada. Para mí fue un momento importante. Por fin conozco al hombre. Conocía las facciones del hombre, pero aún no conocía su corazón.

Lo saludé y me cogió las manos, me

agaché a su rodilla...sus manos y las mías temblaban, me clavó su mirada y en ella leí cansancio, pero bondad, una mirada pensativa y a la vez penetrante, de hombre bueno, de haber vivido mucho y haber ayudado más. Mirada de aventurero, de luchador, de querer a los suyos y a los que no son suyos, siempre dispuesto a ayudar. Dicha mirada era lúcida, bondadosa, desprendía humanidad, hermanamiento, luz, mucha luz... Para mí fue un momento intenso, emocionante.

Y yo creía que empleaba mi tiempo en

un regalo que por amistad se me había pedido, resulta que fui uno de los ganadores de la noche.

Gané sobre todo en emociones, gustó el cuadro, hizo visible mi forma de pintar, y conocí a un hombre excepcional. Cuanto me alegro de acercarme al corazón de Paco. Con ese tembloroso apretón de manos nos colocamos en la misma orilla.

las autoridades, la flor y nata, toda Triana unida junto a Paco. Que difícil en estos tiempos, que todo el mundo se ponga de acuerdo para homenajear a un hombre al que todos quieren. Creo que ese es el gran mérito de Paco, aparte de lo conseguido para Triana.

Poner a su servicio mis pinceles ha

Su hija Mercedes,

rentes personalidades todo salió fenomenal. La gente se emocionó, como yo mismo, elevando la figura de ese marinero, aventurero y legendario, surcando los mares de Triana.

mujer lista y activa donde las haya, nerviosa atando cabos de un lado para otro. Esto tiene que salir bien. Se respiraba mucha expectación... Es el gran día de Paco y su merecido homenaje. Antes de empezar, Mercedes me dice, en el hotel del Zenit: "Pino, este es mi padre".

sido un honor y privilegio, así como compartir esa noche con su familia, mujer, hijos, Paco, Mercedes, Carlos, Pepe y su yerno Enrique con la pequeña Manuela en sus brazos.

Al final y después de hablar con las dife-

Mi afectuoso saludo a todos los trianeros

y a un Patriarca de Triana.

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ACTUALIDAD

¡Viva el adobo! Hace poco me decía una amiga valenciana, enamorada de nuestra ciudad, que sabe que está en Triana hasta con los ojos cerrados, porque de repente empieza a oler a adobo. Y eso es algo que le encanta. Y sus razones tiene. Por Alberto Fernández de Cachero

Y

es que, ese olor embriagador que se produce en las altas destilerías taberneras de nuestro barrio, desde San Jacinto a la Plazuela, pasando por Pureza y otras tantas calles, es un hilo conductor de la idiosincrasia trianera que debería poder guardarse en un tarro de las esencias a modo de exquisito perfume, único en el mundo.

El adobo trianero encierra en sí mismo un mundo entero de vida, sólo visible a los ojos de los iniciados que lo sepan descifrar 30

Revista TRIANA

De esta forma, si tuviéramos que mar-

char por un largo tiempo a una extraña ciudad o a un país lejano, sólo tendríamos que destaparlo para en ese instante, cerrando los ojos y aspirando profundamente, poder decir: ¡Ya estoy en Triana!

Porque el adobo trianero no es sólo

el resultado de un genial mejunje que inventaron los antiguos para mejorar el sabor de los albures del río o del pescado que estaba a punto de pasarse de fecha, sino que encierra en sí mismo un mundo entero de vida, sólo visible a los ojos de los iniciados que lo sepan descifrar.

Que Triana tenga ese olor en el ambiente quiere decir que nació como barrio


Triana

El aire de Triana tiene la capacidad de transportarnos más allá, a un mundo de alegría. Es para nosotros sinónimo de felicidad Así que nadie en el mundo puede im-

pedirnos recordar y volver a vivir todos esos momentos cuando, pasado un tiempo, volvamos a abrir ese tarro de las esencias guardián de aquel aroma. La tele-transportación a esos momentos sería instantánea, más rápida que el rayo.

Triana y Sanlúcar, Sanlúcar y Triana, como dos hermanas siamesas unidas por un río que bien podría ser de manzanilla (que por cierto marida de maravilla con nuestro manjar). ¿Cuántos trianeros no tendrán o habrán tenido algún familiar en Sanlúcar, el Puerto o San Fernando?

Por supuesto que, ahora que llega la Semana Santa podríamos incluir también el incienso y el azahar de la primavera y agitar bien la combinación. Porque no se entiende un Domingo de Ramos sin una buena tapa de boquerones adobados mientras hacemos tiempo para ver salir a la Estrella. Incluso llega un momento que con tanta humareda en la calle uno ya no sabe si en los bares están quemando incienso o en los incensarios están friendo pescado y es que el arte es lo que tiene, que no hay quien lo entienda.

Pues en sus idas y venidas, las bar-

Que tanta ilusión se pueda

marinero, que un día hundió sus raíces en las alegres aguas que bañan la provincia gaditana y que se nutrió de sangre salada a través de la arteria del Guadalquivir.

cas no sólo fueron cargadas de pescado y mercancías, sino también de cantes, bailes, filosofía de vida, y de ese aire salado que Triana ha hecho tan suyo y que lo inunda todo, que hasta la Esperanza tiene un ancla, y la Virgen del Carmen es capitana en el Guadalquivir una vez al año. Muchos barbos en adobo, mucho vino y alegría..., cantaba el Pali.

El aire de Triana tiene la capacidad de

transportarnos más allá, a un mundo de alegría. Porque en verdad, ese aroma es para nosotros sinónimo de estar juntos, de que todo marcha bien, en definitiva, de felicidad. Porque estar reunidos, ya sea en casa entorno a un cartuchito de la freiduría, ya sea en un bar con una bandeja de pescaíto delante, entre risas, chistes y cantes, eso... eso vale millones.

concentrar en algo tan humilde es algo que sólo sabemos hacer en este barrio y se merece el mayor de los reconocimientos. Por eso, igual que en otros sitios tienen sus rutas del vino, del atún o de la tapa, yo propongo que se instaure solemnemente la ruta del adobo en Triana y que en la inauguración se descubra un azulejo en su honor en pleno Altozano. Y es que no es para menos.

Puede ser que ahora que estoy lejos le esté dando demasiada importancia a este asunto, porque es cierto que la distancia todo lo magnifica, pero la nostalgia manda y no se puede evitar. Por eso, llegado este punto y a modo de despedida, me tengo que acordar del Bari de Triana y, haciendo mías sus palabras, proclamar a los cuatro vientos... ¡Viva el adobo!

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LITERATURA

Callejeos por el Barrio León Porque Triana no es solo el Altozano y la calle Betis, esta vez toca callejear por una barriada donde aún se conserva la esencia trianera, el Barrio León. Por José Javier Ruiz

Y

para ello conviene comenzar en la Avenida de Coria, la antigua carretera que llegaba desde Tomares, población que se puede ver desde la esquina del bar Casa Casimiro a pesar de la rampa que sube al Muro de Defensa (los trianeros antiguos siempre lo llaman el terraplén).

Es obligado referir que este muro que hoy cierra Triana por poniente formó parte del Plan Brackenbury que en el año 1927 se proyectó para defender el barrio de las periódicas inundaciones que provocaba el Guadalquivir, convirtiendo el río a su paso por Sevilla en dársena al taponarlo por Chapina y desviar su trayectoria por la Vega, lo que requería construir una esclusa que lo comunicara con el cauce vivo por la Punta del Verde y un muro que aislara el barrio de este nuevo cauce que se llamó Corta de Triana.

Y no es mal sitio éste para comenzar estos Callejeos por el Barrio León porque Casa Casimiro es toda una institución en el vecindario.

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Fue en 1945 cuando Casimiro Iglesias, gallego de Pontevedra, llegó a Triana después de seis años en Sevilla trabajando de dependiente en una taberna de la calle García de Vinuesa. Se había hecho cargo de un despacho de vinos en la calle Regla Sanz, del que conseguirá el traspaso con mucho esfuerzo y trabajo, fundando entonces Casa Casimiro, que reubicó en cuanto pudo en el local de la avenida de Coria donde está todavía.

Entre partidas de rentoy,

reuniones donde se cantaba flamenco, tertulias futboleras y muchas fotografías hechas a clientes y amigos, afición que le granjeó popularidad entre los vecinos, pasaron los años hasta que se hizo cargo su hijo Fernando, el actual dueño. Su terraza es uno de los lugares más animado las noches de verano.

Enfrente de Casa Casimiro se encuentra la Residencia de Ancianos de las Hermanas


Triana de Consolación de Triana, inaugurada en 1943 por voluntad testamentaria de François Pierre Carrere, en unos terrenos agrícolas adquiridos por su albacea, Augusto Peyré y Sarta, que el vecindario conocía como el Hoyo de los Muertos, por ser el sitio donde se diera sepultura a las víctimas de la epidemia de fiebre amarilla del año 1800, como dejó reflejado Justino Matute en su Aparato para escribir la Historia de Triana, libro publicado en 1818: (...) En su consecuencia se prohibió que ningún cadáver se enterrase en las iglesias de Triana; y en el cortijo que llaman de la Torrecilla, a la entrada del camino de Tomares, se habilitó un lugar, en que se abrieron zanjas, que empezaron a tener uso con el cadáver de Luis de Palacios, vecino de Triana, y escribano público de Sevilla.

Las Hermanitas de los Pobres regentaron la residencia hasta que en el año 1998 la Congregación de Hermanas de Nuestra Señora de Consolación se hizo cargo de la misma.

A su izquierda veréis las torres

de pisos de la Barriada La Dársena, terminadas de construir en el año 1982, y que son herederas de otra primitiva Dársena, asentamiento formado por los habitantes de las antiguas barriadas de Vázquez Armeros y San José, desmantelas para construir la ya referida Corta de Triana.

En este lugar se reubicaron aquellos vecinos desplazados en simples barracones levantados por el Patronato de Casas Baratas, edificaciones que formaban un gran cuadrado en cuyo centro se ubicó el conocido colegio de las barandas, según recuerda el escritor y cronista trianero Ángel Vela Nieto en el libro titulado la Defensa de Triana, publicado por el Ayuntamiento de Sevilla en el año 2015, donde también mencionó que: Mil trescientas personas viven en las trece calles de La dársena en 1937; la inmensa mayoría de las mujeres se dedican a sus labores mientras que los hombres salen cada jornada para buscarse la vida fuera de ella (...) Por arriba el calor de los techos; por abajo la eterna humedad del suelo, y por en medio la ropa tendida al sol (...) De los vecinos de la barriada, la mayoría obreros entre

algún funcionario, agente comercial, administrativo, militar, artesano, profesor y un torero, el llamado en los carteles Torerito de Triana, nombramos a Conchita La Tortera, que vendía sus dulces por las calles (...)

El retraso en levantar el muro de defensa, la mala calidad de las construcciones y el poco mantenimiento por parte del Ayuntamiento hicieron inviable aquella barriada, teniendo que derribarse en el año 1977, cuando se empezaron a construir los actuales pisos. Sin embargo, la mayoría de los antiguos habitantes de la Dársena Vieja no pudieron quedarse.

Ahora caminad hacia el centro de Triana por dicha avenida, llamada así probablemente por la línea interurbana de tranvía que por ella pasaba y terminaba en Coria, hasta llegar a una antigua edificación en la que destaca una torre en su centro.

Se trata de la cortijada

de la vieja Huerta de la Torrecilla, extensión agrícola ubicada en los terrenos donde al parecer estuviera un convento de monjes benedictinos. Aunque no sería hasta el año 1733 cuando la huerta aparece mencionada en unas escrituras como propiedad del Patronato de Legos creado en la parroquia de Santa Ana por el capitán Alonso López de la Vega, cuya administración recaía en la Hermandad del Santísimo Sacramento, documento donde sus treinta y nueve aranzadas se cedían en usufructo a un tal Juan Bautista Plateboet a cambio del tributo pertinente.

El tiempo pasó y la Huerta

de la Torrecilla acabó siendo propiedad del comerciante José León y León ya en el año 1918, quien la parceló vendiéndola a particulares a bajo precio sin siquiera urbanizarla.

Enfrente de Casa Casimiro se encuentra la Residencia de Ancianos de las Hermanas de Consolación de Triana, inaugurada en 1943 Revista TRIANA

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LITERATURA cos sevillanos, acompañados de gigantes alcaparrones y, para matar el tiempo, jugaban a la tángana apostándose unas grasientas monedas (...) según recuerda el escritor trianero Emilio Jiménez Díaz en su blog Desde mi Torre Cobalto.

A mediado de los años cincuenta, des-

do unas doscientas viviendas tanto unifamiliares como colectivas que precisaron, ya en la década de los años treinta, que el ayuntamiento las dotara de los servicios necesarios para su habitabilidad, conservando el barrio resultante el nombre de su promotor, León, así como el de sus familiares en sus calles y plaza.

pués de mucho tiempo abandonada, abrió en una parte de la vieja cortijada la taberna La Torrecilla, muy recordada por los vecinos porque mantuvo su actividad hasta la década de los ochenta. La regentaron los hermanos Mario y Jaime Rodríguez López y permanecía abierta las veinticuatro horas del día, por lo que era el lugar apropiado para terminar las veladas nocturnas de Triana. Dicen que entre sus paredes llegaron a cantar Chocolate, La Perla de Triana, Lole y Manuel y el mismísimo Camarón. Incluso se celebraban en ella tertulias literarias con el poeta vecino del Barrio León, Juan Sierra, como anfitrión.

El paso del tiempo, su ubicación cercana a

Los conductores de las cercanas co-

la calle San Jacinto y los servicios que se han ido construyendo en sus inmediaciones han ido dado al Barrio León un valor añadido que lo ha convertido en la actualidad en una zona residencial muy apreciada en Triana.

cheras del tranvía se cruzaban por las mañanas cuando iban a desayunar con los últimos trasnochadores rezagados, aunque ahora son las familias y vecinos del barrio los que frecuentan Mariscos Emilio, abierto en La Torrecilla en 1990 por el industrial Antonio Guerrero, hijo del popular marisquero Emilio, así como los miembros de la Hermandad de San Gonzalo, que tienen en ella su casa-hermandad, y cualquier sevillano que llegue hasta aquí atraído por la fama de sus mariscos y cervezas.

Para el año 1927 ya se habían construi-

Sus casas se extienden tras la vieja cortijada donde se yergue la torrecilla que daba nombre a la huerta y que llegó a albergar entre sus muros una fábrica de borra, lana de mala calidad y restos de trapos que se usaban para rellenar los colchones, una fábrica de jabón, un almacén de carbón vegetal, así como un bar llamado Eloy: (...) ante cuya puerta paraban los tranvías del Barrio León, los hombres bebían vino peleón como cosa-

Los conductores de las cercanas cocheras del tranvía se cruzaban por las mañanas cuando iban a desayunar con los últimos trasnochadores rezagados 34

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Pero estos Callejeos continúan por la calle Nuestra Señora de la Salud que comienza al final de la marisquería, así que dirigíos hasta ella. Fijaos en el rótulo que se encuentra en la fachada de la casa número 1, porque en él veréis un azulejo con el rostro antiguo de la Virgen de la Salud, desaparecida en el incendio de su cercana sede como ya recordaremos más adelantarle.

La calle transcurre por entre los conocidos chalecitos de San Gonzalo, construidos en la ampliación del Barrio León por la Obra Nacional de Construcción de Casas para Inválidos, Empleados y Obreros impulsada por el general Queipo de Llano, en el estilo moderno de ciu-


Triana dad jardín, comenzándose a habitar en el año 1943, integrándose sus calles con las antiguas hasta formar un solo barrio.

En esta calle es obligado detenerse delante del número 8, la casa donde viviera Juan Sierra. Una placa de azulejos colocada por el ayuntamiento en el año 1997 recuerda al poeta de la generación sevillana del 27, grupo conocido por sus publicaciones en la Revista Mediodía.

El autor de María Santísima, Palma y Cáliz de Sevilla, Claridad sin fecha y Álamo y Cedro murió en esta casa en el año 1989. Unos meses antes, el Distrito Triana del Ayuntamiento de Sevilla le publicó una antología de sus mejores artículos periodísticos titulada Sevilla en su Cielo. De esta forma lo recuerda el escritor Aquilino Duque: Cada uno de sus versos conserva la misma tersura con la que nació y es difícil en ellos encontrar una arruga o una sombra (...) Esa claridad suya la tomaba Juan Sierra del cielo de Sevilla, de la celeste realidad que lo envolvía, y a fuerza de mirar esa realidad, de mirar ese cielo azul, los ojos azules del poeta fueron disolviéndose en él, en esa azul neblina pura y sin mancha del Día de la Inmaculada que es el cielo andaluz, el cielo de María Santísima.

Muy cerca de la casa del poeta está la Plaza de San Gonzalo, por donde se veía a Juan Sierra en pantuflas y batín paseando como si fuera una extensión del jardincillo de su casa, como también recuerda Santiago Martín Moreno en su blog Desde mi barrio, donde llegaría a proponer que la plaza se llamara del Poeta Juan Sierra.

Haced lo mismo y dirigíos a la plaza. Bajo su arboleda destaca sobre su humilde pedestal de ladrillo visto, como salida de su medalla, la Virgen Milagrosa, obra de José Lemus de la segunda mitad del siglo XX. En el año 2006 fue restaurada por Guillermo Martínez Salazar, quien le repondría las dos manos desinteresadamente, perdida años atrás por el vandalismo.

Su permanente soledad en medio de tan diáfana plaza y bajo tan extensa arboleda queda mitigada los domingos previos al día del Corpus Christi cuando procesiona por el barrio, en honor a Jesús Sacramentado, la Custodia de la Hermandad Sacramental de la parroquia. Es entonces cuando la Virgen de la Medalla Milagrosa preside un efímero altar que se coloca a su alrededor, y así reposteros, columnas, flores y ángeles custodios la acompañan por unas horas. A sus pies una imagen de San Vicente de Paúl junto a los símbolos eucarísticos del trigo y las uvas completan el altar. Sabed que la tradición católica refiere que en el año 1830 la Virgen María se apareció a sor Catalina Labouré, monja de las Hijas de la Caridad, congregación fundada en 1633 por San Vicente de Paúl. La Virgen vestía con manto blanco y de sus manos extendidas brotaban haces luminosos. Una voz le pidió a sor Catalina que se encargara de hacer medallas con esa visión, medallas que serían llamadas milagrosas al poco tiempo.

Catalina Labouré murió en 1876 y fue canonizada en 1947, pudiéndose ver en la actualidad su cuerpo incorrupto en la Capilla de la Medalla Milagrosa de París.

La imagen de la Virgen Milagrosa se sitúa frente a la iglesia de San Gonzalo, templo neoclásico comenzado a construirse en plena Guerra Civil al mismo tiempo que la ampliación del Barrio León, colocándose la primera piedra en el verano de 1938. Se terminó cuatro años después, encomendándose a la Congregación de la Misión de los Padres Paúles. Por eso no es de extrañar que la Virgen Milagrosa presida su altar mayor junto a la imagen de San Gonzalo, escul-

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LITERATURA 1953, formándose una sola que desde entonces ha aglutinado la devoción no solo del Barrio León, sino de toda esta zona de Triana.

La portentosa imagen del Cristo del Soberano Poder fue tallada por Luis Ortega Brú en 1975, en sustitución de otra de 1961 realizada por Castillo Lastrucci muy deteriorada por la carcoma, que a su vez había reemplazado a la primitiva del año 1943 tallada por José Luis Pires. Representa justo el momento en el que Cristo proclama su condición de Hijo de Dios ante el sanedrín judío presidido por Caifás. Yo soy, se puede leer en su peana. tura realizada por el famoso imaginero Antonio Castillo Lastruci, santo que fuera elegido titular de la iglesia al ser Gonzalo el nombre del general Queipo de Llano.

La fachada de la iglesia es muy sencilla, adornada su entrada por cuatro columnas y sus paredes por dos retablos cerámicos de San Gonzalo pintados por el ceramista Eduardo Acosta en 1939, en la fábrica Hijo de José Mensaque y Vera. Sin embargo, la decoración cerámica de su interior, a base de azulejería realizada en 1954 en la fábrica de Ramos Rejano, la enriquece sobremanera.

Entrad si la encontrarías abierta y visitadla. Sin duda se os irá la vista hacia el zócalo cerámico de dos metros de altura donde destacan hasta cuarenta y seis cartelas de santos e imágenes devocionales de la ciudad y de la comunidad de los Paúles. Fueron realizadas la mayoría por el ceramista Alfonso Chaves.

También destaca a los pies de la nave del Evangelio un bello retablo del Bautismo, así como un Vía Crucis de azulejos repartido por toda la iglesia, ambos trabajos del mismo autor.

Pero sin duda donde deberéis deteneros es delante del Altar del Sagrario, delante de Nuestro Padre Jesús en Su Soberano Poder ante Caifás y Nuestra Señora de la Salud, titulares junto al Santísimo Sacramento y San Juan Bautista de la conocida como Hermandad de San Gonzalo. Fue en el año 1942 cuando se fundaron dos hermandades en esta iglesia, una sacramental y otra de penitencia. Ambas se fusionaron en

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Fijaos en su expresivo rostro, su cuerpo en movimiento y sus manos abiertas a pesar de la soga que las amarra.

Acompañándolo como siempre hace una madre, situada a su derecha, veréis a la Virgen de la Salud, motor devocional del barrio sin lugar a dudas. Su rostro fue tallado por Luis Ortega Bru en 1977 en sustitución del primitivo que realizara Rafael Lafarque al poco de la fundación de la hermandad, muy dañado en el incendio que la parroquia sufriera el Viernes Santo del año 1977, como ya dijimos. Ahora abandonad la iglesia y la plaza de San Gonzalo y callejeando un poco buscad la Plaza Anita, el corazón del Barrio León. Los trianeros mayores la recuerdan como el lugar de juegos y esparcimiento de su niñez además del sitio donde los vendedores ambulantes paraban con sus mercancías y los vecinos hacía corros en amenas tertulias. Ahora es un plácido rincón donde parar y tomar algo en la terraza del Bar Madera. Este sería el momento de recordar las palabras de Santiago Martín Moreno, criado en el Barrio León, escritas en el número 70 de la Revista Triana: El Barrio León es descanso para el ánimo a veces entristecido por el sopor propio de los días bajos; y es grato cuando a esa hora de la tarde, comienzan a desperezarse los jazmines que en los patios y cual si de millares de luceros se tratara, se abrirán a los cielos, mientras que en ellos


Triana las estrellas se harán eco de aquellos jazmines ya abiertos en el nidal de sus arriates, y los gorriones comenzarán a formar un revuelo propio de cada atardecer en la continua búsqueda de ese brazo amoroso sobre el que pasar la noche. Un revuelo que, dicho sea de paso, ameniza el tranquilo ambiente de los naranjos en flor, desde muy tempranas horas.

Después de la parada en la Plaza Anita es hora de regresar a la de San Gonzalo y por ella llegar a la esquina donde comienza la calle Giralda, que tendréis que recorrer hasta alcanzar la entrada lateral del Mercado de San Gonzalo. La plaza de abastos

de San Martín de Porres, como la llaman muchos trianeros, abrió en 1960 como una simple construcción de citara de ladrillos y techos de uralita, donde colocaron sus puestos los primeros tenderos de aquellos años. Se le conoció como El Mercadillo para diferenciarlo del Mercado del Altozano, y en poco tiempo se convirtió en nexo de unión de los habitantes de las nuevas barriadas que habían ido creciendo al amparo del muro de defensa. Y además de los vecinos de los antiguos Barrio Voluntad y Barrio León, comenzaron a ir a comprar a la Plaza de Abastos de San Gonzalo los nuevos habitantes del Tardón, el Turruñuelo, la Barriada del Carmen y de La Dársena, núcleos poblacionales que ahora son llamados la Triana Exterior.

En 1981 se echó abajo el viejo mercadillo y se construyó la actual plaza de abastos, mercado más moderno y cómodo, pequeño si lo comparamos con la plaza de Triana -de esta forman llaman en San Gonzalo al mercado del Altozanopero suficiente, familiar y entrañable. Pasead por él y observad a clientes y tenderos, escuchad sus conversaciones, sus risas y preocupaciones y por qué no, comprad algún producto. Y no dejad de tomar algo en La Caseta 'Der Curro', único bar del mercado regentado por Paco y Amparo. Sus dueños, además de ofreceros exquisitas tapas caseras entre las que destaca su famoso menudo, os ilustrarán, si les tiráis de la lengua, con historias y anécdotas del mercado, como que en su bar tienen parada y copa, artistas flamencos como José Lérida y Chiquetete.

Por las tardes y noches permanece abierta la freiduría de Miguel Serrano, pescadero en este mercado desde hace treinta y ocho años y presidente de los placeros. En su puesto os ofrecerá bandejas de pescado frito y mariscos variado además de sus recuerdos del lugar.

Salid por la puerta principal

hacia la Plaza de San Martín de Porres no sin antes fijaros en el retablo de azulejos de la Virgen de la Salud que en ella existe. Fue colocado en el año 1995 por la asociación de comerciantes del mercado para recordar que se constituyeron en donantes de flores del paso de Nuestra Señora de la Salud, como dice la placa que sobre él aparece. Otro azulejo fue colocado en el año 2004 como agradecimiento de los placeros hacia sus clientas. Merece la pena recordar sus simpáticas palabras: A Carmen le preguntamos por su hija María Auxiliadora, pues este año hace su Primera Comunión. A Pastora, por su hija Rosario que va a tener una niña que bautizará con el nombre de Rocío. A Esperanza y a Estrella habitualmente le preguntamos por su madre que ya tiene los achaques propios de la edad. Nos interesamos por Patrocinio, por si ha conseguido un buen empleo; a Victoria y a María de la O: ¿Qué quieres que te guarde para mañana?, y a ti, Salud ¿qué quieres que te diga?, llévate lo que quieras de mi casa, mi puesto es tuyo.

Cabe la duda de saber

si se refieren a clientas verdaderas o a las Vírgenes del barrio... ¿verdad?

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HOMENAJE

Formidable homenaje a Paco Arcas La historia se escribe en la memoria de los hombres día a día, suceso a suceso. El día quince de febrero, pasará a la pequeña historia de nuestro barrio, como el día que se dio un merecido homenaje a uno de sus parroquianos ilustres: D. Francisco Arcas Lucena. Por José Manuel Piñero Velasco

T

uve el gran honor de pertenecer a la comisión organizadora, encabezada por Nani y seguida por Charo, Elena, Mercedes Arcas, Carlos Valera y yo mismo. Nos sentimos muy honrado de formar parte activa del mismo.

Distrito, al Ayuntamiento, para que se le entregara al homenajeado. Agradecer a Paco Soler, Gasán, Manolo Ortiz, e Irene, a Luis Mena, y a tantas y tantas personas que aman este barrio, y se solidarizaron con el homenaje. A todos, gracias por la asistencia, y formar parte como protagonistas presentes de este evento. Agradecer a tantas personalidades que enriquecieron con su presencia el evento. La Presidenta asistió de manera particular, no institucional, como una Trianera más. Con su presencia hizo, que no solamente Paco sino todos los asistentes, nos sintiéramos muy honrado por su apoyo al homenaje. Siempre es bueno para un barrio agasajar a un convecino importante, que tanta dedicación y acierto entregó a su barrio. Sin ir más lejos, potenció la revista que leen, dando cobertura a jóvenes entusiastas que amaban su barrio, Durante su mandato como Alcalde de Triana, plantó la semilla y supo aplicarle la humedad necesaria para que creciera, hasta convertirse en el barrio que hoy disfrutamos.

El club de su alma, el Real Betis, tam-

delino Pino, autor del cuadro que se ha donado al

bién tuvo su embajada, en la persona de D. Rafael Gordillo, quién le entregó una camiseta con su nombre y el número 3. Hermandades y otras entidades, enviaron a sus representantes. Casi toda Triana estuvo presente.

El club de su alma, el Real Betis, también tuvo su embajada, en la persona de D. Rafael Gordillo, quién le entregó una camiseta con su nombre y el número 3

Sin este hombre sabio, poco preocupado por su forma de vestir, con su gorra encasquetada para protegerse, Triana sería menos Triana. Don Francisco Arcas encarna como nadie el espíritu de este arrabal y guarda. Todos los barrios necesitan para su despegue contar en su historia con un hombre como Paco, que, con un grito de guerra, diga, lo que él siempre ha dicho, TRIANA, SIEMPRE TRIANA LO PRIMERO. Ese

Carlos Valera hizo un encargo a Lau-

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Trianeros de leyenda grito no ha sido desoído a lo largo de su vida, no ha sido una voz que clamaba en el desierto, sino todo lo contrario, que tuvo su eco y Triana prestó sus oídos a ese llamamiento.

Y así, lentamente, pero con pasión,

siguió durante su mandato en el Distrito elevando este edificio que es Triana. Comenzó, con sus manos llenas de il usión e incertidumbre, y que el tiempo ha revelado como exitosa su labor. Llevaba dentro de sí una tremenda presión para hacer grande este barrio, se exaltaba cuando las cosas no salían acorde a su deseo, y buscaba ingeniosas soluciones. En todo hombre extraordinario, y más especialmente si es de espíritu creador, se encuentra una inquietud que le hace marchar siempre hacia adelante. Esta inquietud mora en todo corazón elevado, que se preocupa por los demás y su barrio. Los buenos dioses envían de vez en cuando a sus favoritos, para regocijo de todos los que convivan con ellos.

Había grandes posibilidades de que muchos recuerdos de su trayectoria quedaran muertos para siempre. Pero su resurrección ha dependido, como todas las resurrecciones, de un puro azar. Un grupo de personas encabezadas por Nani se resistieron a que se perdieran; y dieron los primeros pasos hasta llegar al día y hora del homenaje. Presto acudimos a su llamamiento y nos subimos con entusiasmo al tren de su iniciativa, llenos de felicidad por contribuir en un glorioso evento, que a nuestro amigo Paco Arcas le debíamos, tanto sus amigos, como su barrio, y sus primarios compañeros de andadura. En este complicado juego de las fidelidades, Paco siempre le fue fiel a Triana y Triana se lo ha agradecido. Ya en el plano humano, te diré Paco que

nacimos para ser felices y no para ser perfecto. Y en este enmarañado juego de la vida enunciaré: que no estamos obligado a vencer siempre, pero si a que esa luz que todos y cada uno llevamos dentro, por diminuta y pequeña que sea brille. Y debo añadir que la luz de mi amigo Paco ha brillado y brilla con fuerza en Triana. La prueba la tenemos en este homenaje, que seguramente sea uno de los eventos civiles, no festivo, más importante de los últimos años en Triana, y la historia sigue. Lo ha traído él y su poderosa atracción, para los amigos.

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HOMENAJE

“¡Bendito sea Dios, que me hizo de Triana y me mandó cantar!” Francisca Martínez Rico nace en Triana el 20 de octubre de 1929. Desde pequeña se siente atraída por los cantes y bailes de Pastora Imperio e Imperio Argentina. Por Joaquin Arbide

A

los diez años, y siempre acompañada por su madre, costumbre muy arraigada por estas latitudes y que devino en la creación de un personaje popular que se denominó 'la madre de la artista', empezó a hacer sus pinitos en algunas giras de compañías de variedades, mientras alternaba sus estudios con el maestro Naranjo y Adelita Domingo, que tenía su estudio en el escenario del Teatro San Fernando. Su debut profesional tuvo lugar en la sala de fiestas 'La Manigua', de la calle Betis, de la mano del conocido empresario sevillano José Brageli, quien la presentó con el sobrenombre de 'La Trianera de Bronce'.

Brageli no la deja de la mano

y pronto la convierte en pareja de Carlos Fernández y la hace debutar en el desaparecido Teatro San Fernando.

En 1947, actúa en el Teatro Reina Vic-

Su debut profesional tuvo lugar en la sala de fiestas 'La Manigua', de la calle Betis, de la mano del conocido empresario sevillano José Brageli 40 Revista TRIANA

toria de Madrid con un espectáculo de Quintero, León y Quiroga titulado 'Pasodoble'. El director de cine Florián Rey, siempre a la caza y captura de nuevos valores, va a verla, le gusta, y la contrata en 1948 para su película 'Brindis a Manolete'. La historia la escribió el inefable José María Pemán, pero Florián Rey consiguió uno de los más célebres reflejos que del mundo taurino hiciese la cinematografía española sobre el mítico Manolete. Muchos críticos consideran que esta es una película poco considerada en la historia del cine español.


In memoriam El mismo año de 1948, Benito Perojo la contrata para hacer otra película, '¡Olé torero!', donde interpreta la copla '¡Ay, cartujano!', un pasodoble de los inevitables Quintero, León y Quiroga. Lo más curioso de esta película está en que Paquita se las tuvo que ver con un actor de reparto importante en la época. El humorista argentino Luis Sandrini, siempre en su papel de humilde y bondadoso hombre de pueblo. Una comedia muy digna resaltada por la brillante intervención de Paquita que le supo dar bien la réplica a Sandrini. Tras este paréntesis

cinematográfico, regresa a los escenarios y lo hace en el del Teatro San Fernando de Sevilla, actuando con Pepe Pinto como principal tonadillera.

Pero el cine la sigue llamando.

Hace la película 'Rumbo', donde ya va demostrando sus dotes de actriz ante las cámaras. Dirigida por Ramón Torrado, se mete en una historia donde anda lo gitano, Sevilla, París, los dineros y mil fechorías. Película para olvidar.

En 1950 hace su primera obra clave,

'Debla, la Virgen gitana', en la que cantaba unas bulerías de Naranjo y Solano, tituladas 'Caballo cascabelero' y con la que ganó un premio de interpretación en Cannes. Esta película se caracterizó por haber conseguido un gran éxito popular gracias a la unión de Paquita Rico con Alfredo Mayo, el héroe sin tacha del cine del franquismo.

En 1951 rueda 'Luna de sangre',

bajo la dirección del siempre audaz y espectacular Rovira Beleta y acompañada en el reparto por Francisco Rabal. Paquita medía sus fuerzas con los más importantes actores del cine español. La historia era la adaptación de la novela 'La familia de Alvareda' de Fernán Caballero. Una historia de amores, muertes y venganzas en Arcos de la Frontera en plena invasión napoleónica.

Este mismo año hace 'María Morena',

donde canta e interpreta el 'Baile del avilipinti', un garrotín de Naranjo y Solano, en la primera película que dirigiera José Mª Forqué que cuenta la historia de un hombre

desconocido que llega a un pueblo andaluz del siglo XIX, establece amores con la gitana María Morena, hasta que se descubre que es el hijo de un forastero que años atrás fue brutalmente asesinado en ese pueblo.

Los años 52 y 53 son prolíficos en su carrera. Hace 'La alegre caravana', de Ramón Torrado, donde interpreta 'Cantando coplas de España' y 'La molinera y el corregidor', ambas canciones de Arozamena y López. Un típico film folklórico a mayor honor y gloria de la belleza y caída de ojos de nuestra actriz. Con Florián Rey hace la segunda versión de 'La moza del cántaro', comedia de intriga con situaciones vodevilescas situadas en la Espa-

En 1950 hace su primera obra clave, 'Debla, la Virgen gitana', en la que cantaba unas bulerías de Naranjo y Solano: 'Caballo cascabelero' Revista TRIANA

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HOMENAJE

Lola Flores, Paquita Rico, y Carmen Sevilla en ‘El balcón de la Luna’ (1962).

ña del siglo XVII donde Paquita se enfrenta al reto de interpretar un doble papel. Y 'El duende de Jerez', una divertida historia, una fantasía musical, en la cual el dios Baco envía a uno de los borrachos del cuadro de Velázquez para que descubra si el vino es bueno para la humanidad durante la vendimia jerezana. El enviado se enamora de la protagonista y abandona la investigación, por lo cual Baco lo castiga devolviéndolo al cuadro.

Naranjo, Murillo y Segovia. En esta película, adaptación de la obra de los hermanos Álvarez Quintero, Paquita tuvo dos compañeros de reparto no muy afortunados en sus respectivas interpretaciones. Uno el norteamericano Peter Damon, que no encajaba con el papel, y el que fuera locutor de RNE en Sevilla y actor de la Agrupación Álvarez Quintero, Emilio Segura.

En 1954 rueda 'Malvaloca', donde

tográfico, abandonó sus lindes, y la llevó a hacer una gira agotadora por Hispanoamérica.

canta los tientos 'Faro y Lucero', y la canción marcha 'Veleta de la caleta', ambas de

Cesáreo González, el productor cinema-

En 1955 hace 'Suspiros de Triana'

con Angelillo, nueva película de Ramón Torrado acompañada por Lola Flores y Carmen Sevilla.

En 1954 rueda 'Malvaloca', donde canta los tientos 'Faro y Lucero', y la canción marcha 'Veleta de la caleta', ambas de Naranjo, Murillo y Segovia 42 Revista TRIANA

En 1958 hace 'La Tirana' de Juan de

Orduña, con Gustavo Rojo, según una historia real situada en la España de Goya. Este mismo año hace '¿Dónde vas Alfonso XII?' de Luis César Amadori, con Vicente Parra, interpretando a los reyes don Alfonso y doña


In memoriam

Paquita Rico ha paseado su arte y la copla por casi todo el mundo, en espectáculos como 'Pasodoble', 'Triana', 'Una estrella para todos' el teatro. Hace 'Bodas de sangre' en el Teatro Bellas Artes de Madrid bajo la dirección de José Tamayo, manteniéndose ocho meses en cartel.

En 1965 y tras la trágica muerte de su marido, ya que murió por propia voluntad, hace el espectáculo 'Una estrella para todos'. En 1967, la comedia musical '¡Ay, molinera!'. En 1970, en el Circo Price, hace 'La copla y el cante'.

En 1979, Con Juanita Reina, el espectáculo 'Arte', en el Álvarez Quintero. En 1988, triunfa en el Teatro Albéniz de Madrid con 'De Madrid al cielo'.

Cristina, siguiendo los esquemas de la taquillera 'Sissi' y los deseos de Franco de ir popularizando la monarquía entre los españoles. Paquita se afianza como actriz.

En mayo de 1960 se casa en Colombia con

el torero de Ronda Juan Ordóñez. En 1961, realiza una gira de seis meses por Hispanoamérica.

En 1962, rueda 'Tierra brutal', co-

producción entre España y EEUU, curiosa por ser la primera película del Oeste rodada en Almería y por la presencia en el reparto de Fernando Rey, José Nieto y Paquita Rico.

Este año hace la taquillera 'El bal-

cón de la luna', con Lola Flores y Carmen Sevilla. Una película con tirón, ya que reunía a las tres figuras de la canción y el cine de los años 50. Cuando una artista empieza a no poder sola, hay que juntar a varias.

De todos modos, a la Paquita actriz

le quedaba trabajo por delante, sobre todo en

Paquita Rico ha paseado su

arte y la copla por toda España, Hispanoamérica, Francia y Portugal, en espectáculos como 'Pasodoble', 'Triana', 'Una estrella para todos'. Ella misma lo decía: "Lo mío, antes que nada, la canción, siempre la canción...' Y entre ellas 'El Beso', 'Adiós, marinero', 'Malvaloca', 'No se va la paloma', 'La niña de los romances', 'Que no te cuenten cuentos', 'En un barco velero', 'Mala yerba y tu amor', 'Tarde sevillana' o 'En la noche de bodas'... "En la noche de bodas/ qué hay en tu cama/ colcha de seda/ sabanitas de hilo/ y la almohada de suave tela/ y tu nombre y el suyo / bordado en ellas/... Quien pudiera esta noche velar/ y escuchar lo que a solas dirán/ quizás a solas callados estén/ que en silencio se ama también"

Se retiró de la escena en 2011 y fa-

lleció el 9 de julio de 2017 en el Hospital Infantas Luisa de su barrio de Triana a los 88 años de edad.

Revista TRIANA

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HOMENAJE

Jesús Basterra Ayesa

“Mi angustia es el refugio de mi esperanza“ Un caballero, un señor y maestro de capataces sevillanos, así lo describen las personas que lo conocieron. Pero Jesús fue y será para todos algo más, sin él saberlo o pretenderlo, fue el capataz inquebrantable a modos, ocurrencias o fórmulas de diseño. Por Mª de los Reyes Robledo Castizo

V

oz grave y alta que besaba el alba en el puente de Triana con su Esperanza y en la noche, ante la virgen del Refugio envolvía el puente de los bomberos con celofán de sueños. Cofrade sin más música que el andar de sus costaleros que los convertía en marchas procesionales, 'Rocío' en la plaza del triunfo, la virgen de Las Angustias de la hermandad de los estudiantes.

Cofrade de oraciones musitadas, de

mediodías y tardes. Nazareno sin antifaz fiel a la cita en una capilla o iglesia en días de tiempo ordinario, sin grandes altares sin colgaduras de damasco, sin flores en las jarras, sin voces de coro ni dalmáticas con ciriales. Su apellido formó parte de la nómina de esa otra cofradía a la que sólo pasan lista el transcurrir de los días y que no necesitaba terno negro de capataz para sentirse cofrade.

Nació el 8 de noviembre de 1947 en

Besaba el alba en el puente de Triana con su Esperanza y en la noche, ante la Virgen del Refugio envolvía el puente de los bomberos con celofán de sueños 44 Revista TRIANA

el barrio Granadino del Realejo. Descendiente de navarros con profundas convicciones religiosas, católico de base junto a su hermano Fernando en la hermandad granadina de la virgen del Rosario. Conoció la Semana Santa de Sevilla con tan sólo 14 años de la mano de Antonio Sánchez y Pepe Barrales y se quedó prendando en la madrugá, del cristo de los gitanos. Con 21 años se establece en Sevilla, en nuestro barrio de Triana, junto a su mujer Rosario y a partir de entonces comenzará su andadura como segundo capataz de Manolo Adame y Máximo castaño. En 1974 con el que será su maestro Salvador Dorado Vázquez 'El penitente ', como segundo capataz, con la pre-


In memoriam

Cofrade de oraciones musitadas, de mediodías y tardes. Nazareno sin antifaz fiel a la cita en una capilla o iglesia en días de tiempo ordinario go de consejero de las hermandades de gloria en el consejo de hermandades y cofradías. disposición de aprender de él y sus costaleros tuvo una dilatada experiencia durante 4 años en hermandades tan señeras como la Sed, San Roque, los Negritos, la Macarena, Madre de Dios del Rosario y el Silencio.

Sus gestos medidos, su sobriedad, su in-

A partir de los 80 comienza a caminar en solitario como máximo responsable del martillo de la hermandad de San Bernardo. Luego vendría el ser capataz en el 84 de la virgen de las angustias de la hermandad de los estudiantes y en el 87 de la virgen de la Esperanza del barrio trianero.

El constituyó el mejor fervor

Colaborador incansable para crear cua-

drillas de hermanos costaleros de otras hermandades. En 1992 sacó a la patrona de capataces y costaleros, Madre de dios del Rosario, en la que ocupó todos los cargos de secretario y capataz a hermano mayor hasta hace tan sólo cuatro años. Formó parte del comité de los dos congresos de capataces de Sevilla como vocal y presidente en el 92 y 99. Hasta sus últimos días ostentó el car-

clinación en el saludo y su capacidad de abstracción del exterior cuando estaba de capataz ante sus vírgenes lo han llevado a formar parte de la autenticidad del nazareno-capataz cofrade. con su testimonio de fidelidad cotidiana, referencia de valores como padre para sus cinco hijos (M.ª Jesús, Rosario, Olga, M.ª Ángeles, Jesús) y sus ocho nietos. Su sencillez y naturalidad le hicieron disfrutar de la serenidad de los años, aunque tuviese con elegancia un lugar privilegiado, mirar de frente a la imagen de sus pasos. Este año se nos ha ido, con su terno negro y su señorío, Jesús Basterra, el discípulo del Penitente, por el que luchó hasta la saciedad para que la gente de Triana mantuviese su recuerdo presente. La Semana Santa estará de luto, pero grabará con letras de oro su nombre en los martillos. Dios lo ha llamado a su atrio y él en su sobriedad de hombre y con sencillez con una sola palabra habrá respondido: ¡Aquí estoy!

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In memoriam

Antonia ‘La Negra’ en la memoria

Antonia Rodríguez Moreno, conocida artísticamente como 'La Negra' falleció el pasado 7 de marzo. De su padre trianero, Joaquín, heredó el don del cante y de su madre jerezana, Luisa, el del baile. Por José Luis Jiménez

Su etapa pública como artista co-

mienza en La Trocha cuando ya tuvo a sus 6 hijas. A mitad de los 70 se crea el grupo 'Familia Montoya' formado, además de por La Negra, por su cuñada Carmen Montoya, su marido, 'El Morito', y la hija de ambos, Carmelilla Montoya. La Guitarra del grupo sonaba inicialmente de la mano de Raimundo Amador. En una segunda fase se incorporaron al grupo el patriarca Juan Montoya, sus hijas Lole y Angelita y Rafael Amador.

La Negra, con el grupo Familia Montoya, in-

terviene en dos discos: Triana y En Familia, este último con letras de Juan Manuel Flores y de Manuel Molina. En 1983 interviene en el disco 'Macama Jonda' junto con Enrique Morente, Luis Heredia 'El Polaco' y Jaime Heredia 'El Parron'. Interesantísimo el capítulo de la serie 'El Ángel' dedicado a la Familia Montoya donde se puede visionar todo el arte de la familia.

La fotografía que encabeza el artículo

fue realizada en Morón en el 2º Festival Flamenco en la Frontera, el día 7 de julio de 2012. Antonia La Negra cantó junto con su hija Angelita Montoya, acompañada a la guitarra por el triane-

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Fotografía de Takeshi Mine

N

ace en Orán (Argelia) en 1936 y con cerca de 12 años marcha a Marruecos donde se impregna de la música marroquí con la que cuadró su particular eco flamenco que a la postre influyera en sus hijas Lole y Angelita, con las que compartió escenarios en sus últimas apariciones públicas. Con menos de 17 años, su familia regresa a Sevilla donde se casa con el bailaor Juan Montoya y terminan estableciéndose en Triana, primero en la calle Evangelista y finalmente en El Tardón.

ro Joselito Acedo. Unas semanas después, Triana, su barrio de sentimiento, la hace hija adoptiva, pero por problemas de salud no puede recoger el galardón y en su nombre acude Manuel Molina.

En estos momentos, donde mucho ar-

tistas flamencos andan haciendo probaturas e intentando cuadrar el círculo, es cuando hay que tener presente el recuerdo de una cantaora como La Negra donde conjugó la herencia y tradición familiar con una aportación personal basada en ese toque arábigo traído de sus vivencias en Marruecos y un eco único y gitanísimo que hizo llorar al mismísimo Manolo Caracol.

Antonia 'La Negra' tal vez sea recorda-

da como la madre de Lole Montoya o la abuela de Alba Molina, pero en el mundo del flamenco ha sido reconocida como una artista genial y vanguardista. Sus tangos y bulerías, oro puro molido, permanecerán eternamente presente en el recuerdo de los buenos aficionados al Flamenco.


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Paco Arcas

Homenaje a un gladiador de Triana Hace unas fechas, el Trianero Hotel Zenit fue el lugar escogido para el merecido econocimiento al alcalde perpetuo de este barrio ‘Paco Arcas’. Por Carlos Valera Real

U

n cartero de la Cava que en su lucha por la libertad llegó a ser Delegado del Distrito de Triana y concejal en tiempos del D. Manuel del Valle Arévalo. Tantos sus compañeros de la agrupación como el sentir de todos los que somos sus amigos, dieron como colofón la unión en este acto, desde Susana Díaz, que vino como compañera más que en su representación de Presidente de la Junta de Andalucía, así mismo entre otros asistieron, el Presidente de la Diputación, Sr. Villalobos, Consejeros de la Junta, Juan Espadas, Manuel del valle, Guillermo Gutiérrez Crespo, Carmen Castreño, Trinidad Muñoz, José Manuel García por el Colegio Médico Dr. Carlos Gálvez por el ateneo, D. Francisco Pérez Morón, D. Luis M. Guerra Bernal, Presidente del anaquel, empresarios, amigos y compañeros, como Nani y Charo. El protocolo del acto fue llevado a cabo por el periodista Sevillano, Carlos Valera, que además como regalo a Paco Arcas, puso la letra a unas sevillanas que canto magistralmente Sergio Alcántara, agradecer a su hija Mercedes el desvelo y la puesta en escena para que todo saliese a perfección. José Manuel Piñero, dejó unas sentidas palabras hacia el anfitrión. La multimedia audiovisual, corrió a carga de canal Sevilla radio y canal

Triana.tv. Gracias Triana por ser como eres y por estar siempre pendiente de sus personajes más queridos y a D. Jesús Castrejón, Director del Hotel Zenit su amabilidad, presencia y cortesía en el desarrollo del acto. Al final en el patio exterior en una tarde primaveral se sirvieron unas cervezas con los asistentes.

Todo un mundo de sensaciones

y emociones corrieron por las mejillas de nuestro amigo Paco Arcas, el recuerdo de sus mejores momentos y la presencia de sus más cercanos amigos, hicieron de esa tarde un monumento a la amistad más allá de las ideologías, allí solo había Trianeros y Sevillanos agradeciendo a su anfitrión su generosidad y buen hacer.

Sevillana inéditas dedicada a Paco y estrenada en el evento.

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Marifé de Triana

El trino de la alondra María Felisa Martínez López nace en Burguillos en 1936, viviendo sus primeros años en el barrio de Triana. Trasladada su familia a Madrid, allí se fue despertando en ella su profunda afición por el cante. Estudia en academias de canto y pronto decidió dar el salto a la profesionalidad. Como el de casi todas las tonadilleras, sus principios fueron muy duros, ya que nunca pudo contar con más ayuda que su tesón, su fe en sí misma y el arte que llevaba dentro. Por Joaquin Arbide

E

l gran productor de espectáculos Juan Carcellé la vio actuar y dijo: "Jamás nadie, ha cantado como esta mujer. Ella es la renovación absoluta de la canción andaluza."

De la mano de Carcellé, debutó en el Teatro Circo Price de Madrid encabezando un gran espectáculo de variedades. Aquello fue un éxito y la crítica dijo: "Linda y joven, acusa un gran temperamento artístico, acentuado al situarse bajo la advocación del trío Quintero, León y Quiroga." Perfeccionando su mímica, su gestua-

ción, su forma, en fin, de interpretar la canción folklórica, fue atrayendo al público hasta conseguir mantenerse tres meses consecutivos en cartel, cosa insólita en aquellos años y teniendo que retirarlo porque ya el Price tenía contraídos otros compromisos de programación.

de éxito. El arranque de su carrera fue uno de los más vertiginosos del mundo de la canción. Las casas discográficas se disputaban sus contratos y de ahí habría de llegar su primer éxito a nivel nacional: 'Torre de Arena', de Llabrés, Gordillo y Sarmiento, canción con la que se consagra como verdadera actriz de la canción, con dotes infinitas, voz clara y potente y dominando todas las situaciones líricas. Durante los años 50 y 60 esta canción no dejaba de oírse por todas las radios de España, impacto desconocido solo comparable a los obtenidos por Concha Piquer, Antoñita Moreno o Juanita Reina. "Como lamento del alma mía/ son mis suspiros, várgame Dios,/ fieles testigos de la agonía/ que van quemando mi corazón./ No hay en la noche de mi desventura/ una estreyita que venga a alumbrar/ esta senda de eterna amargura,/ que triste y oscura/ no sé dónde va. Torre de arena,/ que mi cariño supo labrá;/ Torre de arena,/ donde mi vía quise enserrá;/ noche sin luna, río sin agua, flor sin oló,/ todo es mentira, todo es quimera,/ todo es delirio de mi doló".

Pero tras esta prueba el nombre y la figura de Marifé de Triana ya eran sinónimo

Linda y joven, acusa un gran temperamento artístico, acentuado al situarse bajo la advocación del trío Quintero, León y Quiroga 48 Revista TRIANA

A raíz de este éxito Marifé monta compañía propia y el espectáculo 'Torre de Arena', con el que recorrió la práctica totalidad de los teatros de España, manteniendo la


In memoriam

gira más de dos años consecutivos. Otro éxito de continuidad en el teatro español. De aquí habría de surgir otro de sus éxitos más populares, el pasodoble 'Antonio Romance', de Gordillo y Marcos Manuel.

maestra Giraldilla', 'Torre de coplas', 'La niña de Agualucero', 'Embajadora de España', 'La cantaora', 'El café del Taranto', 'María Maletilla', 'Cabalgata' y...

"Arde el só en la plaza sevillana,/ vuela en sus tendíos un clamó,/ hoy debuta un moso de Triana,/ Antonio romance, solera y való./ Cambian de capote las cuadrillas/ y un torito sale bien compuesto,/ lo resibe Antonio de roilla/ y otro moso al ver er gesto, desde la barrera, así le habló".

jico, Venezuela, Argentina, Perú, Chile, Francia, Bélgica, Alemania, Holanda, Suiza, Inglaterra, Estados Unidos, entre otros.

Y los espectáculos se fueron

sucediendo unos a otros. Tras 'Torre de Arena' habrían de venir 'La emperaora', 'La sombra', 'Carrusel de España', 'Coplas al viento', 'La

No faltaron las salidas al extranjero: Mé-

Con el espectáculo 'Torre de Arena' recorrió la práctica totalidad de los teatros de España, en una gira de más de dos años Revista TRIANA

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HOMENAJE

Saltó al cine, naturalmente,

pero solo hizo dos películas: 'Canto para ti' y 'Bajo el cielo andaluz', exitazos de taquilla, pero sin alcanzar un nivel artístico aceptable. La primera de ellas, de 1958, dirigida por el portugués Sebastián de Almeida, cuenta la inevitable y manoseada historia de una chica desconocida que empieza actuando en el coro de un espectáculo de variedades y termina convertida en primera figura de la compañía. La segunda, realizada un año después y dirigida por Arturo Ruiz Castillo, cineasta injustamente ignorado, era la historia del enfrentamiento entre dos familias de pueblo, una rica y la otra no tanto, a causa de unos incómodos ruidos que se producían en un taller de la familia rica. Hilo argumental insulso para encadenar, como fuera, las canciones de Marifé.

Nuestra artista de singulares con-

diciones, temperamental y humana, consiguió multitud de premios y galardones, tanto nacionales como extranjeros, aunque ella el que siempre consideró como más importante, fue el otorgado por la Sociedad General de Autores de España en reconocimiento a sus valiosos méritos como artista única en su género y estilo.

Marifé siempre consideró como más importante el galardón que le fue otorgado por la Sociedad General de Autores de España 50

Revista TRIANA

En la década de los 80 llevaba graba-

das unas quinientas canciones que se iban reeditando con regularidad. Ninguno de sus títulos ha sido retirado de catálogos. Todas conservan la misma dulzura, la misma fuerza, el mismo sentimiento, la misma entrega y el mismo mensaje que cuando las interpretó por primera vez. Ese es el caso de 'La Loba', de Quiroga, León y Molina Moles, en la que Marifé reduplica su verdadera vena dramática interpretativa. Esta fue siempre una canción a través de la cual muchas artistas sevillanas presumieron de ser sus mejores intérpretes. "¡Ay paredes de mi alcoba,/ cárcel de condenación,/ que aunque quiero ser La Loba,/ no me deja er corasón."

A su personalidad le iban

bien las zambras, los tangos, los tientos y las marchas-canción, como 'La Rosa de Capuchinos', de Quintero, León y Quiroga. 'Calandria' de Murillo y Segovia. 'Bajo un limón limonero' de León, Moles y Quiroga. "Bajo un limón limonero,/ escrita está nuestra suerte,/ no pudo ser un te quiero/ y fue sentencia de muerte".


In memoriam

La grácil y aérea alegría sevillana de

negra de tu pelo./ Me va tu piel, me va, seda y arena,/ que al laso de tus brasos me encadena,/ con fiebre de pasión de noche y día./ Me va tu piel me va, luna y rosío,/ y sin ella y sin ti, cariño mío,/ como la nieve al sol, me moriría".

'Puente de Plata' de los mismos autores.

"Cuando un queré concluye,/ nadie se mata,/ a enemigo que huye/ puente de plata".

Se desbordaba en acentuado liris-

mo, interpretando con garra y pasión admirable, ese soneto musical apasionado, verdadera pieza maestra de la poesía: 'Me va tu piel', del poeta Rafael de León y música de Juan Solano. "Me va tu piel me va por muchas cosas,/ me va por su tremenda calentura,/ me va por su soñada morenura/ y por su olor, amor, a miel y a rosas./ Me va por su temblor de fiera en celo/ al filo de la oscura madrugada/ cuando duerme en tu fuente alborotada/ la maravilla

Marifé tuvo la valentía

de realizar recitales en solitario de más de dos horas de duración, llegando a estar acompañada por orquestas de hasta cuarenta profesores. Demostró con ella, que la canción andaluza ha mantenido siempre la mayor dignidad y la máxima categoría musical, tanto en España como fuera de ella.

Se retira de los escenarios, en el año 2011 y fallece en Benalmádena en 2013 a los 76 años de edad. Su voz fue un trino en el tornasol del alba.

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TOURISM

a walk on triana

e enter Triana Quarter crossing the Guadalquivir by the muchadmired bridge, Puente de Triana , also known as Puente de Isabel II, one of the few examples of iron construction to be found in the city, not far from the building, Edificio del Barranco, situated on the riverbank, nowadays a modern gastronomic space originally designed by the Eiffel school. The bridge was built in 1845 on the site formerly occupied by the pontoon bridge.

W

As we reach the end of the bridge, we catch

sight of the chapel, Capilla del Carmen, commonly known as The Lighter on account of its peculiar structure. One of the symbolic features of the District of Triana, it was designed in pure brick between 1924 and 1928 by architect Aníbal González, who endowed it with a delicate, historicist aura. Plaza del Altozano is one of Triana's nerve cen-

Plaza del Altozano is one of Triana´s nerve centres. Here stands the monument to Juan Belmonte: the bestknown bullfighters 52

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tres. Here stands the monument to one of the bestknown bullfighters in the history of tauromachy: Juan Belmonte.

Another symbolic feature of the Distric of Triana is its food market, Mercado de Triana. Full of life, we can find a variety of fresh produces, national and international gastronomy, a micro-theatre of theatre plays and flamenco shows, a small craft market and a cooking show of local gastronomy. Next to Triana food market you can visit the Castillo de San Jorge , seat of the Holy Inquisition in Spain from 1481 to 1785. San Jorge is a place for reflection in which the visitor is the key protagonist. This Centre aims to offer comprehensive information about both the process of the Inquisition and the Castle of San Jorge itself. The exhibition also tries to offer an insight into universal concepts such as repression, fanaticism and intolerance from a thoroughly contemporary perspective. Ceramic Center Triana.

Leaving the Castle of San Jorge, can be found the Ceramic Center Triana, closely linked to the secular history of the pottery tradition of Triana. The center has two floors: the ground floor, which displays a permanent exhibition and a visit of the remains to


Beautiful places

the interpretation of the Seville's pottery , and the upper floor, home to temporary exhibitions, specialized documentation center, as well as space for interpretation and guide of tourist itineraries around Triana.

As we walk down Calle de la Pureza,

we come to the chapel, Capilla de los Marineros , where Esperanza de Triana is worshipped. Every day, hundreds of local people lie prostrate before her image.

Further along, we arrive at Casa de las

Columnas , a prime example of academic civil architecture. The building is currently occupied by municipal offices. Another few steps and we see the parish church, Real Parroquia de Santa Ana, the first new church to be built after the reconquest of Seville by Fernando III el Santo in 1248. In actual fact, it was founded by his son, Alfonso X the Wise, who dedicated it to Christ's Grandmother for having cured him of a disease in his eyes. Leaving Calle Pureza, we make for Calle Castilla, where we are overawed by two of the images that are closest to the hearts of the people of Triana: Nazareno de la O (Pedro Roldán, 1685), worshipped at the parish church, Parroquia de Nuestra Señora de la O ; and the ineffable Cristo de la Expiración (El Cachorro), worshipped at the chapel,

Capilla del Patrocinio.

A stone's throw away

from Nuestra Señora de la O, it is the culminating work of Seville's imagery. It was carved in 1682 by Francisco Antonio Ruiz Gijón, who drew his inspiration from a gypsy who was about to breathe his last after a fight.

One of the image's many curious fea-

tures is the gaping mouth, through which it is possible to see down into the throat and thus appreciate the workmanship involved. Now it is time to cross to Isla de la Cartuja and visit the contemporary art centre, Centro Andaluz del Arte Contemporáneo , where we can view over 500 works to gain an insight into the artistic trends evolving in Spain since the start of the last century: paintings, sculptures, tapestries and ceramics by artists. The museum also displays works by young artists, especially from Andalusia, and holds periodic exhibitions of avant-garde painting, conferences, events and other activities reflecting the city's vitality and progress.

TOURIST INFORMATION OFFICES SEVILLE. COSTURERO DE LA REINA. Paseo Delicias, 9. 41010. Sevilla. +34 954 234 465 visitasevilla@visitasevilla.es

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PERSONAJES

Manuel Almonte Quizá sea Manuel, uno de los trianeros más conocidos y desconocidos a la vez. Desde que su padre Diego Almonte, abriera allá por el 1972, Casa Diego, en la calle Alfarería, es habitual verlo detrás de la barra, barriendo la acera o quizá lo hemos visto venir por San Jacinto cargado de bolsas con provisiones de última hora. Por Asun Jiménez

S

u padre, Diego, ya fallecido, es quien dio nombre al bar, salió de Manzanilla, Huelva para buscarse un futuro algo mejor en Triana; curiosamente, los otros dos 'Casa Diego' que hay en Triana también proceden de ese pueblo onubense.

Muchas de las páginas de la historia de Triana se han escrito en Casa Diego. Infinidad de vecinos, foráneos, personajes, artistas, gentes de mal y de buen vivir han pasado o siguen

Hoy, Diego estaría muy orgulloso de lo conseguido por Manuel y por Carmen. Manuel no tiene miedo a las crisis porque su clientela es fiel, a las obras de la calle sí, mucho 64 Revista TRIANA

siendo habituales por esta casa, desde Camarón a Joselito Acebo, desde El Bari a la familia Cadaval, desde el Loren a Paco Arcas, desde la cuadrilla de la Estrella al insigne Antonio Dubé de Luque, toreros, ceramistas, artesanos... hasta la misma presidenta de la Junta se la ha visto por allí en más de una ocasión. Algunos han dejado anécdotas irrepetibles, conversaciones transcendentes, recuerdos imborrables, todos buscando la cerveza fresca que quita pesares, la tapa rica que mata el hambre o el rato que te ayude a sobrellevar esta vida impensada.

El actor Antonio Dechén, uno de los asiduos del establecimiento dice de Manuel: "este hombre..., cuando el bar está vacío se agobia, cuando está lleno, se cabrea". En realidad, lo que a Manuel le enfada no es la gente, sino su 'ocurrencia' de venir todos a la vez, más que nada por la imposibilidad de atenderlos como merece. Quizá por ello se ha podido ganar la fama de ser un poco 'malaje', pero no se dejen


Gente de Triana

Manuel ha sabido mantener un establecimiento único, genuino, donde se pueden comer lo que siempre se ha comido en las casas trianeras Los tiempos cambian y Triana, engañar por las apariencias, Manuel es una persona con un gran sentido del humor, lo demuestra cada día y sobre todo posee un corazón de oro, en especial con los niños y los ancianos del barrio.

La mejor cocinera de Triana tiene los

ojos azules y está en Casa Diego. Hablar de Manuel es también hablar de su mujer, Carmen. No pocas veces hemos ido al extremo de la barra, donde Carmen pela con parsimonia las patatas para los guisos mientras escucha paciente, nuestra retahíla de comentarios, problemas o chascarrillos. Te interrumpe preguntando: ¿Otro buchito? Y antes de que puedas contestarle, viene con una cervecita que te alivia el alma. Ambos forman una pareja singular, hoy no podrían vivir el uno sin el otro. Destacaría de ambos su generosidad, su solidaridad con sus vecinos trianeros y demás parroquianos del bar, algo que parece cada vez más escaso.

también. Mientras Sevilla se llena de bares franquiciados con decoración impostada, con camareros 'lowcost' que te ponen tapas muy ornamentadas y caras, pero sin alma, Manuel ha sabido mantener en Triana un establecimiento único, genuino, donde se pueden comer lo que siempre se ha comido en las casas trianeras: cocido, sangre encebollá, caracoles, manitas, gazpacho, chícharos, etc, en un ambiente agradable y muy acogedor. Hoy, Diego estaría muy orgulloso de lo conseguido por Manuel y por Carmen. Manuel no tiene miedo a las crisis porque su clientela es fiel, a las obras de la calle sí, mucho.

La apuesta por lo auténtico no es fácil, pero a la larga da buenos frutos. Manuel contempla desde su barra como el barrio va cambiando, como los viejos vecinos se van muriendo, como ya nada es igual que antes. Se van acumulando historias por contar y por callar, aunque quizá Manuel lo resuma con una coletilla muy suya: "y tal y cual, Pascual".

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PERSONAJES

José Antonio Vidal

Cincuenta años con el deporte José Antonio Vidal Durán ha vivido durante más de cincuenta años en Triana. Muy amistoso, bondadoso, metódico o reflexivo y sobre todo muy ‘deportista’ por aquello, que ha estado ligado siempre a practicar u organizar el deporte en esta orilla del rio. Por Paco Soler

L

e satisface ser 'macareno' ya que su cuna estuvo junto al Santísimo Cristo de la Sentencia y María Santísima de la Esperanza. Desde los años 60, Cupido lanzó sus flechas en la Bda. de San Gonzalo (Tardón) y contraería matrimonio con una 'macarena'; desde entonces Triana lo aceptó y todos los clubes en que prestó ayuda siempre reconocieron su valía y le ofrecieron su amistad.

Para iniciar este artículo habría que trasladarse al año 1969 y situarse en el Campo de Futbol del Colegio Salesiano San Pedro, de cuyo nombre se fundó el equipo de fútbol, AA. AA. COLSPE (más tarde adoptaría el nombre de Escuela Deportiva COLSPE); allí jugaron entre otros los equipos trianeros: C.D. Montecarlo, C.D. San Telmo, Triana, C.F, U.D. Voluntad, P.C. Los Ángeles, entre otros. Hoy nos ocuparemos del Centro De-

portes Esperanza de Triana, el cual nació tras una reunión amigable en la arteria de San Jacinto, cuando declinó el último día de Julio de 1,969; de esa manera como dicen los valencianos en sus fiestas falleras, fue 'pensat y fet'. Pensado y hecho; cuyo presidente durante años le dio mucha fama no solamente en la pertinente liga, sino además en varios trofeos como en los afamados Condes de Bustillo, que adquirió el mayor número de ediciones en aquel tiempo en Sevilla.

J. A. Vidal, en este club que fue regis-

trado por la F.A.F de futbol con el nº. 1051, sus-

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tituyó al primer presidente Demetrio Oliver Sánchez y que juntamente con Juan de Dios Martos Guerrero, persona de trato ameno; conformaron los principales pilares en que se desarrolló el club citado en la práctica del fútbol.

Como en casi toda obra que se inicia, se

tuvo que resolver la contrariedad económica y sus fundadores, atendieron la adquisición para poseer la primera vestimenta, aportando unos fondos, que aunque la calidad no era elogiable, si estaban todos ilusionados por el nombre que poseía el club y sus colores, ¿cuál mejor para poder tener una 'esperanza' en el camino balonpédico?.

La temporada 1969-70, se empezó a ju-

gar de forma federada en la 3ª. Regional, Grupo 3º. El buen hacer de los jugadores, equipo


Gente de Triana técnico y Junta directiva, llevaría a la siguiente temporada a formar parte en la 2ª. Regional y así en el año 1,971; alcanzaría el ascenso a la mejor división de la Regional.

La Junta Directiva, estableció en la Temporada 1972-73, que era preciso el contar con una cantera; para lo cual se inscribió un equipo de Juveniles en la F.A.F.; llegando a jugar en la 1ª. Categoría y resaltando en esta, los jugadores Sergio, López, Fran y que luego pasarían al COLSPE. Con tan destacados 'peloteros', los tro-

feos y ascenso se hicieron realidad; debían ser en parte del excelente trabajo de entrenadores como: Manolo Navarro en Juveniles y de José Ortega en aficionados.

La buena marcha de la entidad depor-

tiva, fue fruto de aquellos incansables directivos, que poniendo su tiempo libre en favor de aquella fundación; se sentían ser millonarios. Lo destacable fue que, con mínimos ingresos personales, se pudo establecer el club en la C/ San Jacinto, 5; más tarde en la Calle Valladares y finalmente se situarían en 1,970, para dos años después acomodarse en el castizo lugar de la Plaza del Altozano, 8. Lamentablemente en 1,987, desaparecería esta entidad deportiva, con sede frente a la Hermandad del mismo nombre, en C/ Pureza 58.

En reciente conversación para esta re-

vista con José Antonio Vidal, indicaba que: "era necesario el nombrar a muchas personas que contribuyeron a desarrollar nuevas metas en ese equipo del ancla, emblema que así lo pasearían los jugadores mediante ese escudo representativo por los terrenos de juego. Compartieron la Junta Directiva del Club y de la Hdad. trianera: José Manuel Jiménez Ortiz y Julio Díaz Portillo, piezas muy importantes en esta noble empresa deportiva y no se debe olvidar: Antonio Viñez que principalmente buscaba los fichajes aún sin estar en la Junta, al igual que distinguidos colaboradores como Enrique Núñez y Paco Martínez. Es obligado el mencionar como contadores del Club a Roberto Jiménez, sin desanimo, siempre dispuesto en su cometido".

" El que fuese niño cuando comenzó a colaborar, Sergio y después fuese uno de los

más genuinos directivos, junto a la familia Fernández; Vicente el padre, siempre fue un enamorado del banquillo y él junto al entrenador tuvo grandes satisfacciones; su hijo que llevó el mismo nombre fue otro puntal en la Junta Directiva y a pesar de su juventud no tenía para él secretos el C.D. Esperanza; ya que ejerció todos los puestos en ella y finalmente el recuerdo al más pequeño: José Manuel, pendiente de cualquier detalle y ofreciéndose en cualquier momento".

J.A. Vidal, junto a Miguel Ángel García Raposo; él pregonero Agustín Pérez G. y Pedro Vazquez J. (q.e.p.d.)

"Hay que destacar en este

apresurado ojeo, a un hombre que fue todo dedicación en el tiempo que estuvo de vocal: José Ramírez Ramos, al cual siempre vimos muy ocupado y al mismo tiempo desvelado por la Tesorería del Club, pues no era tarea fácil, el manejar tan cortas cantidades dinerarias para atender un amplio presupuesto y luego Presidente de C.D. Esperanza de T."

La buena marcha de la entidad deportiva, fue consecuencia de aquellos incansables directivos, que ponían su tiempo libre en favor de aquella fundación Revista TRIANA

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PERSONAJE El dedo acusador, siem-

pre estuvo presente y quisieron culpar a la Comunidad Salesiana, cuando esta hizo uso de los terrenos de Condes de Bustillo, para instalaciones propias en actividades del oratorio Domingo Savio. El barrio no reclamó nuevos terrenos, que pocos años después se cederían como los de Charco de Pava; pero ello sería motivo para escribir en otro número trianero.

Como Presidente de la

J.A. Vidal segundo por la izda. A la derecha de la foto Antonio Barragán.- Izda. de la foto Juan J. Barrado (q.e.p.d.), que hacen entrega de recuerdo al Pdte, de la Asoc. Antonio de la Fuente (q.e.p.d)

La historia del C. D. Esperanza, está

saturada de destacables trofeos y se citan para conocer la regularidad de su marcha en las diferentes categorías en que participó: fue campeón de Tercera Regional en los grupos II y III. Campeón del Trofeo Condes de Bustillo, Campeón Trofeo COLSPE, Velada de Santiago y Santa Ana; se consiguieron tres campeonatos y dos veces el que llevaba el nombre del club Esperanza de Triana. Trofeo Pescanova y Alcosa, muchos subcampeonatos como el Trofeo San Joaquín o Copa Presidente que organizaba la F.A.F.

Igualmente, en Juveniles

recibieron trofeos, de Martín Reig, Barriada Elcano, Campeón de Navidad de la Jefatura Provincial del Movimiento, Medalla en juegos deportivos de otoño. En total pueden existir en las vitrinas del club actualmente unos 35 trofeos, además de placas conmemorativos, títulos honoríficos, siendo por aquel entonces Hermano Mayor de La Esperanza de Triana y Hermano de Honor de La Divina Pastora de Almas, patrona del Deporte, Vicente Acosta Domínguez.

Mostramos la tristeza

de aquel momento y de manera concreta en aquellos seguidores, por la apagarse aquella 'llama de valores'. En el nº. 27., Colspeases se ocuparía del Historial del Centro Deportes Esperanza de Triana y que entonces dirigía como Presidente José Antnio Vidal Duran; posteriormente ejerció nueva responsabilidad en la A. VV. de Santa Ana.

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A. VV. Santa Ana y durante el tiempo que dedicó a ella, destacó, "La buena armonía de sus asociados y la contemplación de los vecinos por las actividades que se realizaban". Se celebró durante su mandato, el Día de Andalucía, participando jugadores del futbol sala. La noche Halloween. El pregón de Semana Santa con la intervención de destacados exaltadores, el exorno y participación en Navidad de Coros de Villancicos, fijación del Cartero Real ante la eminencia de la visita de los RR. MM. concursos y actos varios.

José Antonio Vidal, continuando aque-

lla etapa con el Club 'esperancista', y por considerar el deporte como un vínculo para educar a niños y gente joven, se ofreció con esa práctica física y crear la unión de grupos que patentizaran formas del logro de un trabajo, del compañerismo y de una continuada amistad.

Conocería a Antonio Álvarez Gordon, lugar donde tomaría el nombre, al 'bautizarse' por I.M.D. a las instalaciones actualmente existentes en Ronda de Triana y este último, antes de fallecer, propuso que se hiciese cargo la A. de VV. Santa Ana para fundar el equipo de Futbol Sala; J. A. Vidal, pensó esta oferta altruista y juntamente con Javier Armario adoptaron la responsabilidad de dicha creación en 1,997. Nos contaba el primero de los citados,

que la primera singladura se realizó con tres equipos: Benjamín, Alevín e Infantil. 15 equipos conformaban los equipos, divididos en las categorías: 'Pitufines', Pre Benjamines, Benjamines,


Gente de Triana Alevines, Infantiles, Cadetes, Juveniles y Sénior.

Al día de hoy existen¸

Hacía hincapié en una liguilla de Benja-

mines, que tiene lugar los viernes de 4 a 7 de la tarde; "Siempre ha sido algo que me ha gustado mucho: el tema del deporte llevarlo a la práctica colaborando con gente joven y con grupos".

A lardeaba el primer mandatario del club, "Que han pasado por este, centenares de jugadores que han conseguido una honrosa meta, como en el caso de varios que han militado en este club; acabando muy lejos. Son los casos de Alejandro Pozuelo jugador del Real Betis Balompié o de Chico, portero del Pozo Murcia". Algo que destaca el perseverante J.A.V.D., es la falta de filtro a la hora de aceptar a los jugadores: "no hay ningún tipo de requisito a la hora de apuntarse. Nunca se eligen a los mejores, sino que todos tienen cabida. Además, los equipos son mixtos, cada vez más chicas practican el deporte del fútbol sala y aquí las tratamos con total normalidad". Lo que se aporta al barrio de Triana, "Es que está abierto a toda la juventud que quiera practicar este bello deporte, con la idea de fomentar siempre la actividad en los niños". Al extrañarnos

por la pequeña edad de la 'gente menuda', José Antonio, nos indicaría, "Que no existen filtros para jugar en el equipo de 'pitufines', pues con cinco años van aprendiendo los valores personales y la corrección o superación de costumbres deportivas".

©Gasán

200 integrantes en grupos de niños desde los 5 años hasta pasados los 35, que compiten en 8 categorías: los'pitufines' (5 años), pre-Benjamines (6-7 años), Benjamines (8-9), Alevines (10-11), Infantiles (12-13), Cadetes (14-15), Juveniles (1617) y, por último, Sénior (a partir de 18). Todo ello dirigido por una plantilla de 12 monitores y entrenadores y gestionado por Javier Armario y José Antonio Vidal, como presidente actual de la asociación.

El Presidente se jactaba de estar en

posesión en el club de importantes trofeos y premios, anualmente alguno de los equipos se sitúa en la fase final de Sevilla; no obstante, presumía de los más importantes, como el concedido en la fiesta del deporte, que los distinguía al nivel de entidad del Distrito con la mayor convocatoria en muchos años consecutivos. Finalmente, en este apartado indicaba José Antonio: "Que el club está abierto a toda la juventud bien sean chicos o chicas; estas van en aumento cada temporada en la práctica del deporte, estando contentas con el respeto que dentro del futbol sala se les concede".

En una entrevista

en Canal Triana TV., que dirige Carlos Valera R., indicaba la parecida antigüedad en los equipos Olimpic de Triana y el Futbol Sala A. VV. Santa Ana que han cumplido 20 años y resaltaba: "Que, es grato el ver niños que se inicialaron en el futbol sala, hoy son técnicos como, Daniel, Raúl, Mario" esperaba, "Que todos contribuyeran a conseguir una Triana grande". Él comentaba. "Que aunque no era nacido en ella, reconocía que es un barrio de Sevilla, sabía de su importancia y se debía colaborar cada uno en su parcela a luchar entre todos, sin existencia de idolologías políticas". Recalcó, "el estar las puertas abiertas a la juventud para la práctica del Futbol Sala e invitó a todos a ver las instalaciones de Antonio Álvarez Gordon - Tejares".

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CANTE JONDO

De flamencos

Ahora, precisamente ahora que empiezan los calores, quiero recordar brevemente a uno de esos míticos personajes del cante que allá por el último tercio del siglo XIX pudo Triana contemplar muerto asomándose a su puente. Por Mari Paz Hidalgo

M

e refiero a Juan Reyes Osuna, 'El Canario', 'El Canario Grande', que hubo otro Chico, cantaor también y que también murió trágicamente, en este caso de un disparo en 1897.

Y este recuerdo, si me lo permiten, va a ver

la luz imaginando la que podría haber sido la letra de alguna de sus famosas malagueñas. ¡Vamos allá! El burrero, mano a mano en el burrero / la espera toda Sevilla / que por una hembra muero / la rubia, ¡qué maravilla! / Reina del cante señero.

Otra voz, femenina en esta ocasión necesariamente, vuelve a cantar.

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Triana, bajo el puente de Triana / una noche de calor / al despuntar la mañana / muerto estaba mi Dolor. / ¡Negra pena, sangre grana!

La que cantaría en este caso no se-

ría otra que 'La Rubia de Málaga', Encarnación Santiestebán que, como cualquier heroína romántica, estaba enamorada de la víctima de un padre, el suyo, despechado y celoso del rival en su carrera artística, el Canario (poco fiable además en eso del querer).

¡Qué lejano parece hoy

este mundo de cantantes flamencos y de cafés donde, como en el ruedo, dicen que llegaron hasta lidiar toros!


Triana

En el del que hoy les hablo se podía ha-

cer famoso cualquier paisano de Álora, como el Canario, o de cualquier rincón sin nombre ni importancia en el mapa, pero donde los sentimientos eran vividos apasionadamente, tanto como sus cantes.

El arte estaba al alcance de cualquiera, pero tenía sus riesgos porque era un triple salto mortal y sin red. Ni micrófonos, ni marketing, ni 'playback' (como hoy), lo que se dice 'a pelo'. ¡Vamos con otra! Canario, juan reyes como un canario / ha 'dejao' de cantar / cuentan que por su mal fario / no saben que es por amar / a quien no le convenía/ que hoy no para de llorar.

Parece que hubo un café Burrero

antiguo en la esquina de la calle Tarifa con Amor de Dios y otro nuevo donde había estado el Casino Militar, en la calle Sierpes esquina con Azofaifo.

Ambos fueron propiedad de aquel del que tomaron su nombre, un tal señor Ojeda, apodado el 'Burrero' por su otro negocio con burras de leche. También existía en verano una su-

cursal del primer Burrero, la Nevería de la China, junto al río y el muelle de la sal donde se produce la tragedia que comento. Tragedia que se fraguó al filo de una hoja de acero y al calor de la honra (lo que llamaban entonces 'hombría de bien').

Nuestro Guadalquivir guarda sueños y lamentos, promesas de enamorados y simbólicas llaves oxidadas Por cierto, la Casa de las Columnas de la

calle Pureza existía como casa de vecinos aquel trágico 13 de agosto de 1885 y no sería extraño que con el arte que por aquí abunda alguien cantase: 'Quedao', de luto el cante ha 'quedao' / aquella noche maldita / y en el rio se ha 'lavao' / las lágrimas de su carita / la luna, porque ha 'llorao'.

Nuestro Guadalquivir no contiene oro

como ese Rhin que todavía hoy impregna maravillosamente el aire desde el teatro de la Maestranza (la Torre del Oro solo lo vio pasar de refilón para pagar banqueros genoveses entre otros) sino que nuestro río guarda sueños y lamentos, promesas de enamorados y simbólicas llaves oxidadas.

Aquí no hay dioses ni 'Walhallas' u Olim-

pos, sino unos hombres a los que por su arrojo para buscarlo cruzando el mar desconocido o su arte el tiempo ha endiosado.

Uno de esos muchos

es Juan Reyes Osuna para ustedes ya también conocido como 'El Canario'.

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CANTE JONDO

Eugenio Carrasco, ‘Perlo de Triana’ Se aleja silenciosamente al separarse del ruidoso grupo de los otros compañeros poetas con los que ha caminado desde que salieron del Centro Cívico de la Casa de las Columnas en la calle Pureza. Por Mari Paz Hidalgo

S

u frágil figura parece no pisar el suelo, aunque sus pies se arrastren por la calle Fortaleza cuando se dirige a la de Rosario Vega.

Guayabera marfil bien conjuntada con unos pantalones cámel y rubricada por unos

'Perlo de Triana' fue un calé con una larga trayectoria artística dentro del mundo del cante y del baile a la que añadió la faceta literaria 72

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fantasiosos zapatos a dos colores, blancos y marrones. Zapatos antiguos de artista del celuloide mafioso o de gitano metido a señorito allá por los años en los que Pastora Imperio y Lola Flores hacían las Américas.

Eugenio Carrasco,

'Perlo de Triana', fue un calé con una larga trayectoria artística dentro del mundo del cante y del baile a la que añadió la faceta literaria con posterioridad y con buena acogida. Seguramente por ser atípica su poesía en principio casi analfabeta.

¡Que tenía duende saltaba a la vista! Era entonces ya un duende viejo, pero conservaba y cuidaba con esmero su agilidad juguetona y pícara en su cara aceituna de duende.


Triana del duende que le subía por los pies, pero que al llegarle a la garganta se tronchaba tierno como aquel pan que recordaba migar en la sopa de tomate.

¡Ni hablar! Sus ochenta y cinco

años y su voz cascada no podían ser un impedimento para él, Eugenio, el hijo de la Perla (incluso cuidaba de su hermana enferma, una componente del grupo 'Triana Pura'). Una vez más consiguió hacerse con su duende y remover de los asientos a sus contertulios poetas.

Cuando terminó el acto

Era también un duende bueno

y le salió no sólo por los genes heredados de su madre, la cantaora Antonia de las Mercedes sino por la dura vida que le tocó vivir en aquella Triana de toreros y señoritos de Guajiro (de 'ultramarina' le quedaba ya poco).

Para sobrevivir en su lucha diaria recu-

rrió al duende sabía llevaba dentro. No le falló.

Decía Lorca (que de esto sabía y de expe-

riencia andaba sobrado) que todo lo que tiene sonido negro tiene duende ('Juego y teoría del duende'. 1933) y las nanas que le cantaron al gitanillo Eugenio debían tener un trasfondo oscuro que su madre iluminaría con su voz.

La Triana de su infancia y adolescen-

cia olía a azahar y a duende, y él la aspiraba ansioso sabiendo que así conseguiría espabilar al suyo que dormía en su sangre morena.

y como quien no quiere la cosa, con una delicadeza exquisita, ofrecía al primero que se le ponía por delante cualquiera de los doce libros poéticos que había publicado, el que esa tarde hubiera introducido en una carpeta humilde de cartulina azul descolorida que llevaba bajo el brazo.

El precio era de diez euros tanto se tratase de su admirada sintonía con el poeta de Moguer como el que contaba su imaginada amistad con Cervantes y los inmortales manchegos a los que llegó a invitar a su casa a comer papas con bacalao. Se alejó al final de la tarde triste como un Gran Poder con potencias incluidas porque los duendes son reacios a aparecer en el papel escrito y el éxito no los acompaña en esto. Para eso, dicen, se necesita de las musas. Indudablemente tiene

timo, parido por la miseria, se erguiría en su arte.

el duende algo de vampiro por alimentarse con el corazón del que lo posee. A la vista estaba que en la tinta negra se difuminaba y quedaba apresado como el fósil de una preciosa y negra mariposa.

Y alcanzó el éxito, si por ello se entien-

Al final, cuando el subconsciente lo lle-

Aquella tarde había cantado y reci-

¡Por descontado que se hubiera subido sin pensarlo para que le cruzara el puente!

Muerte o duende, era la elección y este úl-

de el poder vivir del duende que es lo mismo que vivir del cuento, del cuento de su duende, que no es para nada fácil ni cómodo. ¡Que contaba y bailaba las penas y alegrías más íntimas desentrañando sus entrañas!

tado en su turno de la ronda poética. Tiraba

vaba hacia la calle donde había vivido su infancia (entonces llamada Diana), se acordó de Barquero, el burro que su padre tuvo que vender. Ahora, más que nunca, lo echaba de tanto de menos.

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HISTORIA

Joyas de la cerámica trianera

El retablo mayor del monasterio de Tentudía 500 años no se celebran todos los días. 500 años de la ejecución, en uno de los talleres más importantes de nuestro barrio, de una obra excepcional para la cerámica española: el retablo mayor del antiguo monasterio de Tentudía, ubicado en la localidad de Calera de León (Badajoz). Por Manuel Pablo Rodríguez Rodríguez. Asociación Amigos de la Cerámica Niculoso Pisano. Fotografías: José Ramón Pizarro García y Alfredo García Portillo vcc (www.retabloceramico.net)

C

orría el año 1518 y en la calle (ancha) de Santa Ana (actual Pureza) tenía establecido su domicilio y taller el mejor ceramista de la ciudad por entonces. Revolucionó la técnica y se hizo célebre. Nos referimos a Niculoso Francisco, Pisano, de origen italiano y establecido en nuestra ciudad desde finales del siglo XV. De dicho taller, ubicado aproximadamente en el solar del actual número 44 de la calle Pureza, salieron sus grandes obras, de sobra conoci-

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das por todos (Lauda sepulcral de Íñigo López en Santa Ana, retablo de la Visitación del Alcázar, portada del convento de Santa Paula, etc.) y de las cuales se podría destacar su labor para el monasterio de Santa María de Tentudía en la vecina provincia de Badajoz.

En lo alto de la cima más elevada

de la provincia pacense nos encontramos una edificación levantada por la Orden de Santiago en el siglo XIII tras vencer a los musul-


Alfarería manes en la reconquista, siendo maestre santiaguista Pelay Pérez Correa (con calle en nuestro barrio). El convento santiaguista se decide levantar tras el Capítulo General celebrado en Valladolid en 1513, designándose como nuevo vicario de Tentudía (o Tudía) al religioso Juan Riero, natural de Bienvenida (Badajoz) en diciembre de 1515. El nuevo vicario encargaría el retablo de azulejos según el contrato que se conserva y ha sido publicado, el 17 de marzo de 1518, debiendo estar concluido tres meses después.

Con unas medidas de 2,65 m. de an-

cho por 3,40 m. de alto, se convierte en la joya más preciada de este santuario mariano, conteniendo un rico programa iconográfico centrado en la Virgen María y propagandístico, de la orden santiaguista, como fundadores y propietarios del lugar.

En el centro del retablo se ubi-

ca una hornacina bajo dosel sostenido por ángeles, destinada a contener la imagen de la Virgen de Tentudía. Esta hornacina se rodea de un maravilloso árbol de Jesé y tres escenas a cada lado, bajo un arco de medio punto cada una. En el lado izquierdo y de abajo arriba se muestra la escena legendaria de Pelay Pérez Correa, el nacimiento de la Virgen y la Anunciación. Pasando al lado derecho y de igual forma, aparece el vicario Juan Riero, la Asunción y la Presentación en el templo. Remata el conjunto una escena de mayor tamaño de formato apaisado con Cristo crucificado, escoltado bajo unas arcadas de medio punto por la Virgen dolorosa y san Juan Evangelista.

Completan el retablo

una guardilla con fantásticos elementos de candelieri renacentista y en el banco, la cruz de Santiago (por tres veces) y una pequeña cartela con la firma de Pisano y la fecha de la obra.

Es importante este aniversario

para que recordemos a este destacado artista establecido en Triana y para que pongamos el foco en la conservación de este tipo de piezas. En Calera de León comenzarán los actos

En el centro del retablo se ubica una hornacina bajo dosel sostenido por ángeles, destinada a contener la imagen de la Virgen de Tentudía conmemorativos el próximo día 5 de mayo, a los que se sumará nuestra Asociación. Aquí en nuestro barrio no queremos dejar pasar la oportunidad para perpetuar un merecidísimo recuerdo a este revolucionario ceramista y está en proceso de resolución la colocación de una placa cerámica en la fachada del domicilio número 44 de la calle Pureza (donde tuvo su casa y taller a tenor de la documentación existente y de las excavaciones realizadas en dicho solar) la cual recordará el paso de Niculoso Pisano por Triana, algo que debe enorgullecernos en gran medida.

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NARRATIVA

Relatos de Triana Por Miguel Rivas Rasero

unque nos parezca mentira, nuestro cerebro es un inmenso almacén con una logística de distribución fabulosa donde guardamos nuestros recuerdos y sentimientos. Su capacidad de almacenamiento es tan grande que, imagino, ha tenido que recurrir a la paletización codificada de sus lóbulos y desarrollar una estructura orgánica de núcleos y regiones, con unos procesos de comunicación entre ellos, que ya quisieran tener las mejores computadoras de hoy. Nuestros recuerdos, sensaciones y emociones están a buen recaudo. A la espera de la señal para que se ponga en marcha todo el proceso y aflore lo que nosotros solicitamos, o bien lo indiquen las circunstancias del momento correspondiente.

A

Esta mañana me ha llegado del almacén de mi cerebro el recuerdo de un trianero que se ganaba la vida vendiendo carbón de encina y cisco picón por las calles del barrio. Este hombre, de nombre Antonio Rodríguez Álvarez, era conocido por 'El Lobo', apodo heredado de un antepasado suyo que estando haciendo carbón allá por los montes extremeños, tuvo que enfrentarse a un lobo que le causó heridas con sus garras, que se agravaron hasta causarle la muerte. De ahí que toda la familia era conocida por 'el del lobo', quedando establecido el remoquete de 'el lobo' a cada uno de sus miembros, la mayoría de los cuales se dedicaron también al oficio de carboneros.

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Pues bien, Antonio, era un hombre cabal, serio y muy trabajador, nació el año 1.920 entre las calles Castilla y Alfarería concretamente en la calle Magallanes número 1 y desde muy pequeño siguió los pasos de su padre, quien le enseñó el oficio. Tenía su almacén de carbón, donde también guardaba el carro y el burro, en la calle Alfarería nº 107, precisamente donde hoy está el establecimiento llamado 'Antigua Taberna El Carbonero', de ambiente flamenco. Todas las mañanas cargaba su carro y con su borrico de nombre 'Sevillano' recorría las calles de Triana. Él no pregonaba, llegaba a las paradas que ya tenía establecida con unos horarios aproximados y allí les esperaban las mujeres para comprarles su tiznada mercancía. El carbón se empleaba para alimentar el fuego de las cocinas y el cisco picón para calentarse en el brasero que entonces se le llamaba copa. Esta se metía debajo de la mesa camilla y ¡hala! todos a calentarse. A las mujeres, al no tener las piernas cubiertas y permanecer tanto tiempo cerca de esa fuente de calor, les salían 'cabrillas', nombre dado a una erupción de manchas rojas parecidas a pequeñas varices, que afloraban sobre todo en la parte interior de muslos y piernas. El Lobo se casó con una muchacha de la calle Betis llamada Antonia y se fueron a vivir a la Casa de las Flores en calle Castilla nº 22. Estuvo más de 40 años pateando diariamente las calles del barrio vendiendo su mercancía. Las mujeres cuando veían venir a lo lejos la oscura figura de su carro se avisaban unas a otras diciendo "¡niñaa ahí viene el Lobo!" Tras una larga enfermedad, Antonio nos dejó en el año 1.985, llevándose con él una de las estampas más emblemáticas de la vida cotidiana del arrabal trianero de mediados del siglo XX. Y al recordar las paredes del patio de la Casa de las Flores donde vivió el carbonero y el motivo de su nombre, me viene a la memoria la tradición de adornar las casas con macetas. ¡Ay!, cómo echo en falta aquellas macetas de barro cocido o cerámica elaboradas en los alfares trianeros, donde florecían geranios, gitanillas, claveles, helechos y pilístras, colgando de las encaladas paredes de los patios, adornando también balcones y ventanas de todo el barrio, cuya visión nos alegraban la vista y nuestro olfato que-


Semblanzas

Familia ‘Los lobos’ en calle Alfarería.

daba embriagado con las fragancias del jazmín y la dama de noche. No había vecina que no tuviera a su cargo el cuidado y mantenimiento de uno o más tiestos. Con qué primor y delicadeza trataban las mujeres a sus plantas y cómo disfrutaban cuando las preparaban quitándole las hojas muertas, cambiándoles el mantillo y regándolas. Ya no se escuchan las voces cantarinas de las muchachas diciendo "Omaíta, voy a regar las macetas", ni tampoco las de aquel hombre que iba por las calles voceando "¡Niñaaaa, traigo mantillo pá las macetas!". Hoy día nuestra forma de vida es diferente. Estamos atormentados por la velocidad y malgastamos una gran parte de nuestro precioso tiempo dedicándolo a las nuevas tecnologías, sobre todo a los teléfonos móviles de última generación. Nuestra comunicación con los demás se realiza en gran medida a través de las redes sociales, y nos falta espacio para disfrutar de algo tan fundamental como es la palabra. Por ello, tenemos que alegrar nuestro espíritu con quehaceres que nos reporten beneficios, como la conversación y la lectura, la buena convivencia con los vecinos, el disfrute de nuestras tradiciones y todo aquello que sirva para que en nuestra vida cotidiana seamos más felices, nosotros y los demás.

Antonio ‘El Lobo’ en la calle Rodrigo de Triana.

Al objeto de que no echemos en olvido lo nuestro y aprovechando la oportunidad que me dan estas páginas, les pediría a todos los trianeros que, de acuerdo con sus posibilidades, pongan su granito de arena, y adornen sus balcones, ventanas y patios con macetas, disfrutando el tiempo empleado como un momento de ocio y relajación. Es, además, una manera de contribuir a que con sus hojas verdes y sus flores de variado colorido, llenen de alegría las calles y rincones del barrio que llevamos en nuestro corazón y del que nos sentimos orgullosos. ¡Viva Triana!

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NARRATIVA

Galería de Arte ‘La Chiqui’

Por Antonio del Puente

C

omo abro el macuto de los recuerdos infantiles puede ser que se difuminen algunos en mi noche de los tiempos aunque, creo, que un esbozo o boceto de retrato escrito o quizás a través de una cariñosa caricatura en prosa bastará para conocer a un personaje irrepetible que me impactaba y que quedó grabado en mis sentidos y para ser más exacto en dos, en los oídos y sobre todo en la vista.

No eran los tiempos

de Maricastaña sino tiempos muchos más cercanos aunque parezcan perdidos entre las brumas los días, las semanas, los meses y los años transcurridos, tiempos en los que las muchachas venían de los pueblos en aluvión a la capital a trabajar de criadas solo por la comida, menos todavía que los salarios del miedo, ya que los padres no podían con tantas bocas, tanta carga y tanta pena, por ello hablaban con esa amistad im-

portante que medio conocían para ver si podían mandar a alguna de las hijas a la capital a 'servir' en alguna casa con grandes señores ilustres y adinerados y señoras de alta alcurnia y prosapia y en Sevilla las había a manojitos. Se sabía que muslos, pechugas y lomos pa los señores y huesos, cabezas y alas pa los trabajadores. Y para dormir las habitaciones de las azoteas puerta con puerta con gallineros, palomares y lavaderos de grandes lebrillos enmelados y noches de insomnios con calores, lluvias, vientos, tormentas, mucho miedo y mucha tristeza. Pero todo eso era preferible a ser una carga más en la casa. "Ya lo quisieran muchas, están comías, bebías y siempre oliendo a limpio, a jabón verde, a lejía, con güena ropa y a lo mejor tienen suerte y se casan porque aquí no hay ná que jacé, pá pasá jambre siempre hay tiempo". Ironías de la vida.

A una de esas casas

vino a trabajar Hortensia pero como a ella de nunca le gustó su nombre quiso desde el principio que la llamaran como en su casa y su pueblo 'Chiqui'. Zurrapa de padres viejos era, en todo, la más chica de sus hermanas y de algunos de sus hermanos y en eso se quedó, la llamaban a la voz de ¡Chiqui! y cuando se referían a ella, como yo lo hago ahora, era 'La Chiqui'.

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Relatos Llegó a Sevilla de mocita pero en mis

referencias infantiles la tengo aforada sobre unos cincuentaytantos años aunque hablo de una época donde con treinta y poco años hombres y mujeres parecían mucho más mayores. Detrás de ella llegaron dos hermanas más. Según mi bata una se volvió al pueblo tísica y allí murió. Al tiempo 'La Chiqui' se salió de la casa donde 'servía' para ejercer de cuidadora de su otra hermana que adolecía de una depresión crónica que por periodos largos la tenía postrada sin poder o sin querer salir a la calle, en un corral de Triana encontraron acomodo, morada y refugio. Decía mi bata: "La hermana de la Chiqui no sale pa ná, pa ná, ni pa hablá con la gente de cuando en cuando ni pa asomarse siquiera pa vé las cofradías, siempre está apená. ¿No sé cómo no se han ido al pueblo?"

'La Chiqui' era amiga de mi bata pero

se pegaba más a mi agüela que era la que tenía el jurdó y la generosidad y eso 'la Chiqui' -supevivencia pura y dura- lo olía desde el corral donde vivía que estaba cerca del de San Joaquín, no sé si en el Veintiuno de la calle San Jorge o en el de la Parra de la calle San Jacinto o de un par de ellos que existían en la calle Valladares casi adosados al puesto de Enrique el de las pavías.

Era airosa pero muy del-

gada apuntando a anoréxica, no sé si por su nervioso metabolismo o por otras causas, la principal podría ser la falta de alimentos sólidos o las sobras de caldibaches, mi agüela solía decir: "La Chiqui está para que le den los perritos". La estatura aforada según mis recuerdos de aproximadamente 1´40 o 1´45 como mucho, siempre vestida con una batita de percalina floreada con falda volantona recogida en una cinturita de pitiminí, o sea, como un suspiro apretado y apresado por un cinturón rojo y ancho con la hebilla muy grande de metal amarillo y unas babuchas colorá, eso con la calina y con los fríos mi agüela salíó al quite, eso decía: "le compré dos vestidos de abrigo, unas botas de agua de esas, ¿Cómo se llaman?... katuskas o algo asín, unos carcetines gordos y le regalé un chaquetón mío de pelú rosa y un impermeable de

plechiglá con su capucha y todo". También decía mi agüela: "¡Hay que vé! He tenido que ir donde venden la ropa de los niños". Podría ser, porque la veo en la lejanía con una tara, también aforada desde mi memoria, más cerca de los treinta y cinco que de los cuarenta kgs y casi seguro que su talla de vestir era la 34 o quizás menos.

El pelo, peinado

con ondas al agua, siempre adornado con un rizo acaracolado que caía sobre una sien y con una moñita de geranio, gitanilla o de jazmín, y cuando iba de arte un manojito de yerbagüena o de perejí e incluso de tomillo y con una jartá de gracia decía: "Hoy vengo de sopa del puchero, hoy de tortillita de bacalao, hoy de acituna aliñá". Se lo teñía de negro con un teñido casero negro, tan negro que azuleaba y que me hacía pensar que se lo teñía con una tinta tan negra como con la que me chorreé el abrigo en el colegio el día que lo estrené y que lo tuvo que tirá mi bata, con todo el doló de su alma, después de partirme la caña del escobón en el lomo -¡Canalla con lo que ha costao!- porque no tuvo arreglo.

'La Chiqui' se pintaba los ojos con líneas presurosas y ribetes largos en los vértices exteriores de los parpados apuntando hacia arriba que casi se juntaban con el final de las cejas, inexistentes por afeitadas y pintadas en arco con el mismo lápiz. Las pestañas alargadas, tiesas y pegajosas, pero no por usar rímel sino que se las embarraba con barritas de regaliz negro de Zara mojado. Lo sé porque siempre llevaba en los bolsillos de la bata trocitos y alguna vez que otra me daba algunos. Los labios rebozados

y con la palomita muy marcada, pintados con pintalabios que le regalaba mi tía Mercedes que cambiaba cada dos por tres de pintalabios según el color de moda, la cara empolvada con los coloretes que también le regalaba mi tía y de referencia un lunar perenne encima del labio

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NARRATIVA

Iba y venía de la ‘plazaabastos’ cantando y con un contoneo de caderas que batía el cobre superior cerca de la comisura pintado con el mismo lápiz de ojos, el lunar era transportable de una comisura a otra según el día.

Yo creo que en el fondo ella, su look,

imitaba a Estrellita Castro o bien a Imperio Argentina o se arreglaba según el modelo, además se llevaba todo el día, cantando como se cantaba en los corrales, a capela y voz en grito: "Mi jaca galopa y corta el viento...", mi agüela le decía: ¡Chiqui cuando le vas a dar a la jaca un día de descanso pa que coma y que beba, joía, que la vas a matá! 'La Chiqui' ni caso, dale que te dale a las espuelas. También cantaba mucho: 'El día que nací yo que planeta reinaría'...

Si pegaba la hebra con alguien,

hombre o mujer, abría desmesuradamente los ojos y se ponía a hacer chiribitas a lo Marujita Díaz como si fueran estrábicos y con la cara más mojines y morisquetas que una presentadora de la TvA que yo me sé o que una política y portavoza viejorra que también me sé.

Llegaba temprano casi todas las mañanas, por no decir todas, al corral de San Joaquín -mu limpia y mu espelotá según mi bata- con una rociá de colonia garrafona, oliendo a Tabú o a Maderas de Oriente regaladas o compradas al zarapón que iba por los corrales vendiendo agua de olor y brillantina. Se presentaba delante de mi agüela y le preguntaba: "¿Carmen que vas a guisá hoy? ¿Ya has ido a la plaza?" Sabía que mi agüela todos los días guisaba, llena hasta el colmo, una olla cuartelera y era, a pequeña escala, el comedor social del corral sobre todo para los niños y 'La Chiqui' también sabía que ofreciéndose se aseguraba el almuerzo y la cena para ella y su hermana. "No todavía no he ido a la plaza, toma 80 Revista TRIANA

dinero y te llegas a la gandinguera de parte mía que ya sabe lo que quiero, que te prepare lo que tenga pa las papas o el arroz, te llegas a la verdura y me traes pimiento, tomate madurito, papas, ajo y cebolla, un manojito de perejí y otro de yerbagüena y vente pronto pacá que me de tiempo a poné la olla".

Iba y venía de la plazaabastos can-

tando y con un contoneo de caderas que batía el cobre. A la vuelta cuando soltaba la carga siempre pedía lo mismo "Carmen dame el jarrillolata y una cucharilla que viá dí al bar por un poquito café". ¡Chiqui que tengo café hecho, tómatelo aquí y me ayudas con tó ésto!" "No Carmen no que tú lo haces mu fuerte y me pongo mu nerviosa, viá tardá mu poco".

Mi bata le decía a mi agüela: "Omá, 'la Chiqui' lleva ya tres o cuatro cafés" "Si hija sí, yo no sé qué trae en el jarrillo moviéndolo con la cucharilla pero se lo toma a buches mu ligeros como si estuviera frío y enseguía lo enjuaga, yo creo que 'la Chiqui' es un poquito moyatosa, na má que tienes que vé el contoneo que se trae cuando llega pero ar mediodía es un bamboleo, aguantándose pa no caerse con los dos espárragos que tiene por piernas, fíjate que en vé de pantorrillas tiene la carnevaliente que se le echa ar puchero pegá a las cañas". "Y lo que canta, omá,

y lo que canta". Entonces mi agüela, que también era de arte, se ponía transcendental y fina, le daba la venate cultureta y miraba al cielo del corral diciendo: "Como dice la copla, hija, es que lo suyo es cantá así olvida sus penas y espanta su soledá"

Un día al salir del colegio de Don Fran-

cisco en la calle Betis había arremolinada gente, algunas subidas en el poyete decían: "¡Un ajogao, un ajogao!". Bajamos muchos niños a verlo y sí, allí estaba el cuerpo rescatado del río y tirado en el suelo de la Zapata, pero no era un ahogado era una ahogada con una coló violácea blanquecina en sus carnes no tapadas por una manta raída y vieja que medio la cubría. Los niños ya estábamos acostumbrados a ver personas ahogadas porque en aquella época raro era el día que no sacaban a uno o a una, tanto viejos y viejas como jóvenes. En esos momentos y sobre la marcha se constituyó un velorio


Relatos con las personas que la rodeaban, el juez y el ayudante, un cura, don Francisco el maestro y no sé si también un escribano y dos guindillas (guardias) nerviosos con la porra (vergajo) en las manos repitiéndole a los curiosos: "¡Echarse patrá! ¡Echarse patrá coño! ¡ Joé, que sois peó que las moscas!"

A la entrá der puente por el Barranco se

divisó a ¡¡LA SOPERA!!(*) que era una tartana con dosel, enteramente negra por sus cuatro costados y tirada por un solo jamelgo con plumero negro, el único contraste entre tanto negro era el ataúd en madera cruda -hermano de los de las películas de 'comboys'- de pino gallego sin gota de tintada de nogalina, ni de charol, ni de barniz alguno, se adornaba con un pequeño crucifijo de calamina y bisagras y cierre de latón, pariente también de los ataúdes con que entierran a algunos canónigos en las catedrales, destacables por su modestia, equiparándose a los más desgraciados en sus muertes y entierros.

No la volví a ver más, creo que ni yo ni nadie del entorno que la quería, mucha gente le preguntaba a mi agüela: "Carmen ¿y 'la Chiqui'?", también preguntaban por ella en la plazabasto los de la recova, los pescaderos, los de los puestos de verdura, los de la gandinga, los carniceros...hasta los guardias, mi agüela que tampoco sabía dónde estaba siempre contestaba lo mismo: "Me parece que cogió la jaca y la puso a galope tendío hasta llegá a su pueblo". "Ojú, señora Carmen, pues el arte se fue con ella, porque tenía pa vendé, le rebosaba, y la alegría que traía siempre, a nosotros cada vé que venía nos cantaba una copla". Un día presencié una conversación de

No había llegado todavía la sope-

ra ni a la Capillita ni al bar Faro pá enfilá la bajá der puente hasta el Altozano, dar la güerta y dejar atrás el puesto del Maño y la Alameilla y entrá a la calle Betis cuando bajaba corriendo por la cuesta de la Zapata 'la Chiqui' dando chillíos como una loca: "¡¡Mi hermana de mi alma, Dios mío, mi hermana de mi corazón!!". Lo tengo grabado a fuego desde entonces, serán cosas que te impactan en la infancia y son imposibles de olvidar. Cuando llegó el ataúd para recoger el cuerpo de su hermana 'la Chiqui' no pudo aguantar más y su pequeño cuerpo se derrumbó, inconsciente se la tuvieron que llevar a la casa de socorro.

mi agüela con mi bata: "Omá, de verdá que no te dijo ná de ná ni adonde iba" "Mira hija a mí no me dijo ni pío, vamos que desapareció sin más. Sin esperarlo me enteré por un corsario que de casolidá estaba también en casa Marciano y hablando mentó ar pueblo de 'la Chiqui' y le pregunté por ella, aunque me pareció que no era mucho de fiá, me dijo que no lo sabía mu bien, pero él creía que 'la Chiqui' estaba en el pueblo cuidando a una tía de ella que era mu mayor, sin embargo, por otro lado me llegó la habladuría que estaba recogía en un convento de monjas no sé si de su pueblo, de Sevilla o de otro sitio. Dá iguá, 'la Chiqui' llevará el arte, su arte, por donde quiera que vaya....

Hace poco, muy poco tiempo escu-

ché la soleá de una cantaora: "Qué desgraciaíta soy/ que mala estrella me guía/ por donde quiera que voy". Sin saber por qué y a pesar de los años transcurridos se me vino a la memoria 'la Chiqui' y por ello, con un brindis muy especial, le brindo esta Galería de Arte. (*) La Sopera: Hasta el día de hoy no sé por qué la denominaban popularmente con ese nombre.

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NARRATIVA

Nostalgia de Triana En el Barranco me despojé de mis prisas, dejé allí mi lista diaria de ocupaciones y caminé por donde se debe entrar en Triana , por su puente. Unas deshilachadas nubes empañaban el tibio sol de la mañana invernal, mientras una tímida bruma las emulaba, tratando de cubrir sin conseguirlo la aceitunada superficie del río. Por Rosario Menbrives

C

omencé allí con deleite mi paseo, sin más objetivo que recordar. Terminado el puente, a la derecha me detuve en la capillita de la Virgen del Carmen, junto al que fuera castillo de san Jorge, que muestra la monumental pequeñez que le diera en 1927 la genial mano de Aníbal González.

-Hoy iremos a Sevilla-

decía mi abuela materna muchas veces, y en esas jornadas, las mujeres de la familia, ella, mis dos tías, mi madre mi prima y yo íbamos de compras al centro. Pero al pasar por la capillita, era preceptivo unos escasos minutos de oración. Más no solo por atravesar el río, también para ir 'a la plaza' o a comprar una maceta en Cerámicas Santa Ana o en la calle Alfarería, nunca pasar cerca de ella sin orar.

Miré la remozada calle san Jacinto. A la izquierda la antigua Casa de Socorro, hoy ocupada por dependencias municipales, unas casas más adelante la capilla de La Estrella y al fondo vislumbré la fachada lateral de la iglesia de san Jacinto.

-Vamos a ver a La Esperanza- proponía algunas veces mi tía Pepa y con su hija, mi prima Loli, mi madre y yo marchábamos sin más objetivo a la parroquia. Y allí estaba Ella, en la capilla lateral de-

Tenía ante mi a El Altozano, corazón

milenario de Triana. A mi él siempre me huele a incienso.

recha del altar mayor, mirándonos con su serena belleza, extendiendo sus brazos de Madre. Yo levantaba los míos pequeños, de seis o siete años, queriéndola corresponder, mientras los mayores rezaban.

-!Ya están sonando los tambores!- gri-

Seguí por la acera que va a la calle Pure-

Y allí estaba Ella, en la capilla lateral derecha del altar mayor, mirándonos con su serena belleza, extendiendo sus brazos de Madre

En la calle Pureza siempre bullía el alma del arrabal, en contraste con la calma de la plaza de 'Santana'. Allí tiene su sede nada menos que la capilla de Los Marineros y algo más adelante la Casa de las Columnas, con su fachada neoclásica con columnas toscanas, de ahí su nombre, erigida en 1780 como universidad de Mareantes, en mi niñez casa de vecindad y hoy Centro Cívico Municipal. Recuerdo ir con mi prima al horno de frente, a comprar 'Barquitos

taba entusiasmada los días de Semana Santa mi prima- ya viene La O. Y corríamos hacia allí toda la familia a verla. Y lo mismo a la entrañable Estrella o a la Esperanza, Reina de Triana, diluvio de pétalos de rosas saliendo por la calle Pureza. Y al Cachorro...

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za, pasando por otro monumento de estilo regional ,esta vez de José Espiau, la farmacia de Murillo, tan emblemático como insigne el farmacéutico que le da nombre, que fue una institución en el barrio.


Relatos Loly' y tomar café en el bar Santa Ana los domingos por la tarde.

Toda el alma del barrio, sin embargo, la preside la parroquia de 'Santana', catedral de Triana, monumento que nos dejó con su promesa Alfonso X el Sabio, la primera de Sevilla erigida de novo, cristianas todas sus piedras, de los cimientos al campanario. Ella ha sido sede de todos los aconteci-

mientos religiosos de mi familia desde que recuerdo. Allí se casaron por supuesto mis padres, ante el retablo de estilo renacentista italiano, ahora mostrando todo su esplendor tras su reciente restauración, que pintara Pedro de Campaña en 1557 y las imágenes sedentes de la Virgen, Santa Ana y el Niño. Quien suscribe también allí fue bautizada y recibió en el Sagrario su Primera Comunión.

Cuando me adentre por la estrecha calle Duarte, mi corazón comenzó a acelerarse y más aún cuando, al finalizar esta, se abrió ante mí la calle Betis, una de las más bellas del mundo, de las más fotografiadas o pintadas donde, girando a la derecha y a escasos metros me paré en la casa donde nací, antes nº 41,42 y 43, hoy parte de ellas convertidas en una moderna casa de pisos, de remate abuhardillado.

Mis padres residian en Huelva, pero

hasta esa casa vino mi madre a dar a luz, para que su hija fuera trianera.

Como repique de campanas resona-

ron en ese momento dentro de mí un sin fin de entrañables recuerdos de mi infancia y adolescencia cuando veníamos a visitar a mi familia materna, cómo contemplaba desde la ventana de la casa familiar el inigualable escenario: abajo insinuándose el río; a la derecha, haciendo honor a su nombre, el áureo reflejo del sol al atardecer en la torre del Oro; de frente el entonces cuartel de artillería, hoy teatro de la Maestranza, detrás de él, la Giralda trataba de asomarse para ver la líquida esmeralda del río y a la izquierda, la deslumbrante fachada de la plaza de la Maestranza.

Me volví para admirar desde allí el puente 'de Triana', nunca me canso de hacerlo, ni de

pensar como tan sencilla estructura puede exhibir tanta elegancia.

Recordaba in situ las noches de verano,

cuando los vecinos provistos de sillas de enea y búcaros con agua fresca, se sentaban en 'la reja', así denominaban a la acera de enfrente, donde en animada charla se pasaban las horas, hasta que se prefería el sueño al frescor que propiciaba la cercanía el río.

Y cuando se acercaban los festivos días de la 'Velá' de Santana, la disfrutábamos en la misma puerta, guitarra, palillos, cante, revuelo de volantes en la 'madrugá' y mis tíos Juan y Ricardo, concursando en la cucaña por las tardes. Miré de nuevo la ahora moderna fa-

chada de la antigua casa de mi abuela, y pensé en todos mis parientes, unos nos dejaron para siempre, otros emigraron y el resto, en limitada diáspora, residimos en distintos puntos del área metropolitana.

Ya de regreso, seguí caminando por la calle Betis, pasando por el colegio de Cristo Rey. -Cristo reina madre- decían mis tíos y mi madre al entrar en clase cada mañana. -Cristo reina- repetía ella.

Enfilé el último tramo de la calle emo-

cionándome, a pesar del tiempo transcurrido, por aquellas lejanas vivencias en tan incomparable escenario y sobre todo por el recuerdo de mi madre, que este enero ha hecho siete años que se mudó a la Triana del Cielo.

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NARRATIVA

Soliloquios de Pascua florida Por Rosa Díaz

MARÍA DE BETANIA, LA INTELECTUAL

Y

o, María de Betania, he venido a buscar tu palabra y no la encontraré. Aunque voy hacia ti. Que es ir en dirección contraria al calvario porque nada más distante de ti que la muerte.

Hablan cosas extrañas. La gente, ya se sabe, manipula los hechos o los malinterpreta y sólo a veces atina con la verdad. Dicen que no estás donde los muertos, en el poyete que dispuso José, el hombre rico de Arimatea que se vio con Pilatos, arregló la cédula, el sello del juez y la autorización de tu traslado, y fue testigo de tu entierro y de que te dejamos sobre la piedra, lavado y ungido y bien fajado con el lino.

Ahora se escucha

que un ser insólito luce tus heridas, y traspasa los muros como un ramo de gloria porque es el escapado de la muerte. Te llevan en la boca hasta los mercaderes que hacen la ruta de Gaza a Tiro y hablan del hecho entre el misterio y la maledicencia. Por eso no sé a qué vengo ni porqué busco algo que llevo dentro de mí: tu palabra. Esa que empieza a conocerse como Verbo Divino y ahora la siento florecida.

Apenas te escuchaba

dar el saludo a mi familia

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salía con la estera y me sentaba lo más cerca de ti que me dejaran los demás. El Patio era fresco en verano y olía dulce desde el mes de tammuz, por las brevas.

La sombra, sólida debajo de la parra,

docilizaba la luz entre las hojas y se echaba en el suelo junto al corredor, donde los búcaros y las cantareras, donde las avispas y el sonido de los útiles de la cocina, el olor del caldero y la hornada del pan. Bien te percatabas tú, Señor, cuando decías: María es la primera. Y yo, me hacía regato de silencio porque hablabas, y nada era más importante para mí que tu palabra. ¡Y qué distinta ella a la lectura talmúdica de los sábados, qué distinta su interpretación!

Tu palabra escueta, limpia

y clara, completaba y enriquecía dando sentido a


Relatos todo y haciéndose entender. ¿Podía yo levantarme e ir al laboreo de las mujeres, enhebrar una aguja o acaso avisar a la fámula para que hiciera tal o cual servicio? ¡Maestro mío, buena cuenta me hago ahora que era preciso ser sólo oído! ¿Tenía yo manos o estómago con hambre o con fatiga mientras estaba tu voz traspasando las fronteras de mi ser allí en mi alma, allí en mi pensamiento?

Menos mal, me digo, menos mal

que te escuché tanto y con tanta intensidad, porque ahora podré ordenar los recuerdos y vivir con el mensaje que grabé en mi cabeza. Yo, que dejé la fruta en el árbol sin coger y los manteles puestos y manchados por el uso. Que no me inmuté si había o no había con qué agasajarte y sólo te serví con mis oídos. Apenas te miré, Señor. Te oía con los ojos cerrados para que repicaras dentro de mí y no enajenarme con lo externo.

Te aprendí y esa es mi suerte. Aun-

que decían de mí que era descuidada, que nunca me implicaba en los trabajos de mi sexo, que era una mujer incómoda porque interrumpía a los hombres, preguntaba y hablaba de política, comprendía a los celotes y aborrecía a Roma.

Ahora, a quién le digo, Señor, que ade-

más tengo una manga muy ancha y he perdonado hasta al Iscariote porque pienso que Tú eres más amor que rencor, más alegría que tristeza, más perdón que justicia y más cielo que infierno. A quién le digo que también me embarcaría. Que iría a la llanura de Sarón y lo mismo que he cruzado el Jordán, cruzaría ese Mediterráneo o ese ponto de Euxino. Mi palabra sería tan verás y tan fuerte como la de Simón, tan noble como la de Juan y tan eficaz como la de Mateo.

María era la primera

en escucharte, tú lo dijiste, Maestro. Eso está en mis oídos. ¿Pero cuándo, Señor, zarpa mi barco?

MARTA, LA TRABAJADORA

Sigo en el mismo sitio, Señor. Y digo en el mismo porque nunca dejé los peroles ni la intendencia. Ya me diste un aviso de atención en la casa de mis padres, cuando lo de Lázaro. ¡ Marta! ¡ Marta! Sí, ¡ Señor! ¡ Señor!.

Que iría a la llanura de Sarón y lo mismo que he cruzado el Jordán, cruzaría ese Mediterráneo o ese ponto de Euxino y gritaría tu palabra Lo mío son las manos usadas, míra-

las, ves, no son de señoras, nunca lo han sido ni quiera Dios que lo sean. No ando entre la mística ni entre las ensoñaciones. Yo le llamo al pan, pan y al vino, vino.

Cuando hablabas en el patio,

¿recuerdas lo armonioso y lustrado que lo manteníamos y lo bien que se podía estar allí? Claro que sí, ¡pero alguien tendría que limpiar las cagadas de las palomas, barrer la hojarasca y arrimar estiércol vivo para amantillar la tierra y que diera su flor!

Cuando te teníamos entre nosotros y

te hartabas de hablarnos, cómo no iba a prepararte un asado con yerbas aromáticas, escanciar el vino, estirar los manteles, quitarle los mocos a esos niños que se arrimaban a ti porque tú decías que de ellos era el reino de los cielos. ¿Cómo podía estar sentada con tanto por hacer? Otra cosa es que no te escuchara. Bien sabes que te escuché y bien sabes que sé de tus gustos y de tus advertencias, y de la preocupación que tenías cuando había que darle a la gente de comer.

Yo sí te escuché. Aunque no estuviera sentada a tu lado mis oídos cogían tu voz y mis manos se apresuraban al cumplimiento de tu palabra. Por eso sigo aquí junto a los fogones. Aquí veo cómo pasan los camellos

por el ojo siniestro de la aguja, y de cómo ponen sus oídos a plazos fijos en escucharte y, hasta te escuchan, pero no se enteran o, más bien, no les cuadra poner de una vez por toda tu palabra en práctica.

Yo me he quedado aquí con los que llegaron de la ruina, de la desgracia y la pér-

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NARRATIVA

dida de todos sus enseres y rebuscan en los contenedores de basuras para que sepamos lo poco escrupuloso que es el hambre. Estoy aquí con los que viajaron en las malditas pateras y vieron a sus congéneres habitados por los peces, rumiados por los golpes de las olas y aún les queda un resto de ilusión a la deriva. Traen, además de la desesperación, el anabolizante que les hace apetecer el pan, y les acentúa cierta sed de justicia que llevan consigo en el estómago y en la inteligencia. Y así van de un lugar a otro con los escasos papeles del que tiene decretado no ser nada en este mundo. Pero todos lo somos según Tú. Todos somos el cuerpo de Dios Vivo.

Marta está aquí

haciendo la comida menestral de los humildes, junto a la lejía y a las cosas vulgares. Esta es mi manera de rezar sin rezar, de escucharte, de cumplir tu evangelio volviéndote la espalda.

MARÍA DE MAGDALA, LA MARGINADA

María de Magdala mira la tela y la labor. La trama de la urdimbre. Los festones que hablan de ese rato de coser a la lumbre junto al temblor de la lámpara, o junto al pilón del agua

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donde abreva el ganado y las mujeres se reúnen las tardes de calor.

Bien bonita es la labor acabada.

Todo está bien en ella excepto esa blancura que ha destronado a la sangre del Cristo. María de Magdala ha vuelto a la madera de la cruz la retoma de nuevo por si acaso quedara algo, por si no se lo llevó todo la tormenta. Ella fue precavida. Por eso ocultó su pelo de la lluvia y sus manos del aire.

-Maestro mío, he ido a buscar

a los tuyos y ellos también balbucean, aprenden otro idioma y yo sé que van a hacerse a la mar. He querido besar los dedos del incrédulo cuando te hurgó la herida del costado, pero mi sino de mujer me hace ser cauta y no quiero que se me malinterprete ahora que estoy limpia del oprobio y el asco.

La verdad es que no sé cómo se llega a mitad de un camino, no es solamente el propio albeldrío esta manera de vivir o de mal vivir. ¿Qué sabía yo del bien y del mal, alguien se preocupó de mí y de los de mi ralea? Pero tú bien sabes que nunca fui peor que ellos, los que me lanzaban sus miradas esquivas o los


Relatos que me mandaban el hambre de sus ojos. No era yo peor que el sanedrita ni que la mujer que recogía a su pequeño para que no pudiera rozarse conmigo. Nunca me creí peor. Solo que un día me miraste y me pusiste justo enfrente de mí. Ahora, que me has dejado la inocencia de aquella niña que fui justo al lado del lago de Genesaret, dónde está mi sitio si no es en esta Cruz deshabitada, Maestro. Dónde está mi futuro ahora que no tengo pasado ni presente.

No era yo peor que el sanedrita ni que la mujer que recogía a su pequeño para que no pudiera rozarse conmigo

¿Qué tenía yo antes de ti sino la ig-

norancia? ¿Sabía yo algo de la justicia cuando entré entre tu gente como apestada de la última fila y tu madre me hizo un hueco junto a ella? ¿Sabía yo del prójimo y de los limpios de corazón? Por eso estoy confundida y me voy poniendo triste como para desear la muerte. Vengo de ver a tu madre y tiene partido el corazón, no creo que resista mucho más del mes de ab y yo me quedaré otra vez sola y con la gente echándoseme encima, arrastrando este oficio que me desplaza por el tiempo. Vivo al lado de las enfermedades vergonzosas junto al sexo y el crac. Allí rebusco mi proteína diaria o, a veces, ando pasillos de lujo discretísimo donde padezco la tiranía de la estética, ya que el pellejo también te hace traición y puede retirarte la nómina. Vengo engañada y estafada, y hasta con una medida de sustancia ruin para bajar a estos atanores como el varillero que convive con el cieno, como el que habita al lado del grisú, o el otro que le guarda al enemigo una bala entre ceja y ceja por exigencias de un guion que escriben otros. Esclava de la ambición y de los cómplices de esta delincuencia: en el infierno de mi miedo estoy.

¿Quién arrojará a los mercaderes del sagrado templo de mi cuerpo?

Dicen, que por Pascua Florida, hay una mujer que recorre las calles evocando los pueblos de Jerusalén, y se desliza desde aquel Tiberiades ufanándose que es la más afortunada del monte de La Calavera. Nunca se cubre el pelo con cenizas, nunca lo corta y se reserva seriamente de la lluvia. Acaricia sus greñas con mimo y asegura que en ellas, habita la última gota de la sangre del Cristo.

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NARRATIVA

Cuentos de la Cava Este Cuento de la Cava se debería de llamar Cuento de Arte, de ARTE/MISA que como todas las diosas tenía su leyenda. Por Antonio del Puente

que sin esperarlo salió detrás de mí. "¿Qué te pasa Antonio?"

"¡Pero si es Carla!" Carla, recién cum-

plida una década es pizpireta, hiperactiva, inteligente, listísima y de la familia. "¿Qué que me pasa? Que llevo unos días que el motor de arranque no funciona y las neuronas no me dejan escribir ni mi nombre. ¿Y sabes? Tengo que escribir un cuento para una revista y no sé por dónde empezar". "Antonio, tengo muchos cuentos escritos y me han premiado uno en el colegio. ¿Quieres uno para tu revista? De mayor quiero ser escritora y quiero escribir con el nombre(seudónimo) de ARTEMISA que es el que más me gusta".

T

odos los cuentos y leyendas tienen algo de verdad, algo de mentira, mucho de magia y mucho de fantasía y no sé qué porcentaje de cada cosa le daría a este cuento. -Una vida que cuidaraunque sí, le quitaría la mentira y la leyenda y le dejaría la verdad y sobre todo la magia y la fantasía que le puso la poca edad de Artemisa (Carla Cortés Moreno).

Dicen que tiene mucha guasa que cuando las uvas maduran que pronto se güelven pasas y es verdad no es un cuento, eso le pasa -que no es pasa- por lo menos a mi 'body', algunas veces entre las crujías del exterior y sobre todo del interior no doy pie con bola y me quedo mirando al frente embobado -en este caso a un folio en blanco del Office Wordpensando ¿por dónde le meto mano al ordenata? Me sacó de babia y del silencio una voz infantil 88 Revista TRIANA

-¡Pero güeno, Carla, que me estás di-

ciendo! Entonces pensé y... ¿por qué no?, porque no darle sitio a una precoz escritora -rara avis entre críos adictos a 'smartphones'- para que le sirva de acicate en su afición y que se vea reflejada tanto en su imaginativa fantasía como en su ilusión. Se sabe que los niños y niñas son los que mejor explican la vida, pues bienvenida venga Carla para que la explique a través de sus escritos.


Relatos Muhammad Asad dijo: "El agua estancada inmóvil y sin vida se vuelve verdín y fangosa sin embargo el agua viva y cantarina permanece pura y límpida". Muhammad (periodista) fue de los primeros ecologistas del S.XX.

UNA VIDA QUE CUIDAR

(sic) Érase una vez que una niña que vivía en una casa de Triana en la calle Betis veía muy sucio al rio Guadalquivir más allá de lo que podemos ver, hasta en el fondo más profundo e imposible de viajar en barco. Era una pobre casa a la orilla del rio construida de piedra y habitada por una niña llamada Laura. Ella dormía en una habitación escalofriantemente acogedora con vistas al rio y a lo que le rodeaba. Iba creciendo con seguridad en sí misma adorando su ambiente. Por una ventana deforme que tenía en su habitación, veía que la naturaleza que la rodeaba iba siendo más triste y contaminada y a ella no le gustaba.

Con siete años Laura fue

a una playa de vacaciones con sus padres llamada 'La Playa de la Misericordia', e iba transcurriendo el tiempo hasta llegar la tarde noche, se fue a dar un paseo por la playa con sus padres y como ella sabía que la contaminación cada vez era más numerosa y a ella no le gustaba, decidió que cada papel, plástico o residuo que se encontraba por la playa o mar lo recogería sin asco o preocupación.

Conforme iba creciendo se iba adap-

tando más a la idea de recoger, reutilizar, reciclar y todo tipo de bien para el ecosistema y ya más o menos se iba haciendo una idea de

Todos los cuentos y leyendas tienen algo de verdad, algo de mentira, mucho de magia y mucho de fantasía lo que quería ser de mayor. Ya iba siendo una mujercita cuando decidió apuntarse a la universidad para ser ecologista y allí prepararse para su trabajo querido y deseado desde los siete años y medio, que se podría decir. En su casa, cuando ya la aceptaron para la universidad, al siguiente día se marcharía para Murcia, sus padres tuvieron una charla con ella, en la que decía: cariño es un trabajo muy difícil de realizar, hay muchos lugares contaminados que necesitan ayuda pero tú no eres la persona idónea para este trabajo, verás, es que tú eres una persona de casa, a ti no te gusta viajar, eres demasiado inquieta y para este trabajo hay que tener paciencia, mucha paciencia, y además te dan mareos cualquier tipo de transporte, creemos que no vales para este trabajo dijeron los padres de Laura.

Durante la noche Laura pensaba en la charla (sermón de típico padre y madre preocupados por su hija) que le dieron sus padres y el planteamiento de su trabajo, pero no se dejaba engañar por un comentario y sin hacer mucho ruido para no despertar a sus padres fue haciendo la maleta. Por la mañana, los padres de Laura ansiosos por que les diga que se quedaba, le prepararon su desayuno

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NARRATIVA favorito y un montón de regalos y Laura creyendo que era la despedida que les daban sus padres lo dijo sin ninguna delicadeza y los padres sorprendidos la miraron con extrañeza, y cuando Laura le explicó todo lo que había meditado por la noche para decírselo, lo comprendieron perfectamente y la dejaron marchar.

Ya en la universidad, le mandaron un

trabajo muy importante para sacarse el título y tener su carrera terminada, que era hacer una campaña de ecologistas para recoger la gran e inmensa mayoría de la contaminación de 'La Playa de la Misericordia' y ella se asombró mucho porque ya la conocía de antes, de cuando tenía siete años. A ella le encantó el trabajo que le mandó la profesora hacer porque premiaría al alumno o alumna que se esforzara más y recogiera más contaminación y desechos de la playa. Laura con mucho gusto se subió al autobús sin recordar que le daban mareos, pero por el camino se dio cuenta.

Ya bajada del autobús y de haber vomitado una cuantas veces, se asombró por su tarea y empezó más rápido que una liebre corriendo en el campo. En el medio de la tarea se vino abajo porque recordó lo que sus padres le dijeron un día antes de irse en el autobús y pensó que era imposible de reali-

Relatos zar, porque había mucha tarea y desechos en la playa. De repente se le apareció una cueva delante de sus dos ojos y asombrada le preguntó a unos cuantos de sus compañeros pero lo que le respondieron fue que solo veían playas y playas contaminadas. Sonó una voz de su interior y Laura se echó para atrás y se tropezó con una piedra del susto que le dio. No temas, soy ARTEMISA y vengo a preguntarte una cosa, te gusta tú trabajo, dijo ARTEMISA con seriedad. Sí, me entusiasma saber que estoy ayudando al planeta y que le hago un favor que me apetece hacer constantemente, dijo Laura sin saber a dónde mirar. Y ARTEMISA le dijo, no te rindas nunca, si te gusta tú trabajo y sabes que lo debes hacer, adelante. Tienes esa chispa que ayuda al mundo y que no es siempre tu manera de cuidar al planeta, si no tu bondad, comprensión, generosidad, supuesta paciencia en algunas cosas, que si son importantes, y lo mejor tu única forma de ser, porque desde el lugar en el que vivo no he visto una chica que trate el planeta, las personas, objetos y sentimientos (empatía) con más cariño y carácter que tú. Laura se quedó, asombrada y conmovida por lo que dijo ARTEMISA, y con esas palabras de sabiduría. Laura tomo un fuerte suspiro de su boca y se puso en marcha con el proyecto.

Llegaron a las clases y la maestra dijo

el nombre de Laura en la alumna más trabajadora de ese proyecto, y tuvo un título importante en su graduación. Pasados los años Laura llego a ser una de las más premiadas y consideradas ecologistas del planeta, y sus padres muy orgullosos, a partir de ese momento no dejaron de creer y confiar en Laura cuando le dijo a los dos que limpiaría de desechos el río Guadalquivir a su paso por Triana para que estuviera más bonita. Moraleja: nunca dejes que los demás se interpongan en tú sueño y lucha por él. Carla Cortés Moreno

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NARRATIVA

Relatos

Experimentando en

mi biografía de mujer el desarrollo del trabajo nacido de sujeto varón, occidental y de clase media-alta Por Gloria Rodríguez

P

asaba por los talleres de barro cercanos a su casa casi todos los mediodías; con un vestidito corto, fresquito, miraba y requetemiraba lo que las personas que estaban allí hacían. Verano del 68 en Triana.

jadora, poco comunicativa, fuerte, segura. Buscada por aquellos; nada penetra en ella. Jeringas, platos, libros, agua, cerveza y humo; se alimenta y respira de papel. Corre, corre, corre. La década ausente e indolora.

¡Enfermera!, no trabaja usted bien, dijo el Jefe de Sala, no se puede abandonar la habitación del enfermo cuando estamos visitándolo. La causa: una caricia imprescindible lejos de las miradas a una mujer que lloraba. Pabellón Vasco, Centro Oncológico de Sevilla, 17 años.

Los gorilas mandan, sufrimiento por hipersensibilidad provocada por la tortura cotidiana de la actividad productiva para otro. El inicio

Se convirtió en demasiado terrenal, los dolores de cabeza se fueron, el estudio la salvó. No llora, no ríe a penas, fría y agradable; traba-

El gran cambio a lágrimas y risas, la cercanía a todo. Esas personas que la acompañan allí donde no quiere estar; le agradecen, la miman, la comprenden y aprenden, cambiamos. La filosofía al servicio del cambio, una casa más arriba de la dominación y por la tarde. Probó múltiples modos de estar y motivar a esas personas, sin éxito. Su tendencia a perseverar activamente y sola, en una tarea colectiva; la lleva a la extenuación cada día. Lo mejor, reducir las metas al microcosmos. Todo penetra en ella porque quiere darle paso, tintineo en la forma y serenidad en el fondo. No es buscada pero afortunadamente ya sabe por qué se está haciendo invisible. La insuficiencia de lo otro trabajado en el estadio profundo de los sentimientos míotodo. Lo mejor del trabajo: Vivir de él. Crecer a pesar de él. Lo peor del trabajo: La sensación de irrealidad. La razón al servicio del mal.

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POESÍA

Elogio

Instrucciones a mis hijos Por Magdalena S. Blesa

Jamás un conato de daros la vuelta Jamás una huida, por muchos que sean Jamás ningún miedo, y si acaso os diera, Jamás os lo noten, que no se den cuenta Jamás un 'me rindo', si no tenéis fuerzas Aunque fuese a gatas, llegad a la meta Que nadie os acuse... ¡miradme a la cara! Que nadie os acuse de dejar a medias un sueño imposible.. (Si es que los hubiera) Yo no los conozco, Y mira que llevo yo sueños a cuestas Jamás, y os lo digo como una sentencia, ¡miradme a la cara! Jamás en la vida paséis por el lado de cualquier persona sin una sonrisa No hay nadie en el mundo que no la merezca Hacedle la vida más fácil, ¡miradme! A cada ser vivo que habite la tierra Jamás se os olvide que en el mundo hay guerra Por pasar de largo sin gloria ni pena delante de un hombre

Y no preguntarnos qué sueño le inquieta Qué historia le empuja, Qué pena lo envuelve, Qué miedo le para , Qué madre lo tuvo, Qué abrazo le falta, Qué rabia le ronda, Qué envidia lo apresa... Jamás, y los digo faltándome fuerzas, Si el mundo se para, Os quedéis sentados viendo la manera de que otro lo empuje Remangaos el alma , Sed palanca y rueda, Tirad de la vida vuestra y de quien sea, Que os falte camino, Perded la pelea contra los enanos No sed los primeros, Que os ganen los hombres que no tienen piernas No sabedlo todo, Dejad que contesten los que menos sepan Las manos bien grandes, Las puertas abiertas, Anchos los abrazos, fuera las fronteras Hablad un idioma claro, que se entienda Si estrecháis la mano , hacedlo con fuerza Mirando a los ojos, Dejando una huella Prestad vuestra vida, Regaladla entera Que a nadie le falte ni una gota de ella ¡Cantad! Que cantando la vida es más bella Y jamás, os hablo desde donde nazca El último soplo de vida que tenga, Jamás una huida, Por muchos que sean...

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POESÍA

Un homenaje a Curro Le debía a Curro este homenaje poético por las grandes tardes que me hizo pasar en las tardes maestrantes, y por aquellas que las cosas no salieron como el maestro hubiese querido, ni nosotros, sus múltiples seguidores. Por Emilio Jiménez Díaz.

A

bro estas líneas con un dibujo, realizado sobre la marcha, que me regaló mi gran amigo y artista murciano, Ginés Jorquera: escritor, ensayista, coplero, y un gran dibujante como aquí demuestra. Curro Romero visto por Ginés Jorquera.

Se ha escrito tanto de Curro que a mí me daba vergüenza escribir algo sobre él. Sin embargo, estos poemillas parece que ca-

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laron y que, los que saben y chanelan de esto, los editaron en varias antologías poéticas taurinas, lo que agradezco de veras.

DESPUÉS DE TOREAR CURRO EN SEVILLA Torea el Paseo de Colón bajo el sol de Primavera. Van bajando en sus aceras manos hasta la cintura: sin capote, sin muleta... sólo imitando hermosuras del coso del Baratillo...


Tauromaquia

¡Qué difícil lo de Curro y qué sencillo!

al aire de sevillanas, el oro del redondel.

-Cuando paseó las manos y las llevó hasta la arena... -Cuando pasó la silueta del toro, medida y tierna... sin parecer que pasaba, en eternidad completa.

Dicen que sale con miedo. ¿Y quién no si la muerte está en el ruedo? Pero él la abaniquea, la disfraza, la distrae, le impone empaque y solera mientras da una revolera de Faraón desprendido y se quedan los tendidos soñando en su primavera.

-Cuando salió a hacer el quite, verde y oro su silueta, y se izó la Maestranza en señal de reverencia... Torea el Paseo de Colón en esta tarde de fiesta cuando la fiesta termina en romeristas tabernas.

CAPOTILLO Dicen que sale con miedo... y sólo lleva un mantel por preñar de filigranas,

Dicen que torea con miedo ¿Y quién no si es su muleta un pañuelo?

LA MULETA DE CURRO Casi casaca o mantoncillo blando de rojo trepidante es su muleta que busca en el envés de su silueta la armonía del toro que va andando. Va la mano serena y lleva el mando del torrente que viene, empuja, aprieta, y circulea en gozosa cadeneta con dos pitones finos apretando. Mas milagrosa y mágica es la mano que mueve la franela sometida a la muñeca de este Curro artista que va y lleva su mole como quiere al natural de amor que sólo hiere un círculo de albero en amatista.

GÉNESIS Media verónica de él es como si Dios creara un mundo nuevo otra vez.

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POESÍA

Tres sonetos Por Enrique Barrero Rodríguez

E

nrique Barrero Rodríguez (Sevilla, 1969) es Profesor Titular de la Universidad de Sevilla, dedicación profesional que compatibiliza con la actividad literaria.

Entre los títulos poéticos que ha publica-

do hasta la fecha destacan 'El tiempo en las orillas' (Colección Adonais), 'Poética elemental' (Editorial Renacimiento), 'Fe de vida' (Colección Ángaro de Poesía), 'Liturgia de la voz abandonada' (Cuadernos de Sandua, Cajasur), 'Instantes de la luz' (KRK Ediciones) y 'Los héroes derrotados' (Fundación Valparaíso), junto con poemas publicados en revistas literarias nacionales e internacionales como 'Renacimiento', 'Extramuros', 'Suspiro de Artemisa', 'Hilos de Araña' o 'Piedra del Molino'.

CACHORRO Siempre la vida humana sobre un puente. Sobre un puente, Señor, siempre la vida. Siempre entre dos orillas nuestra herida y el corazón nadando en la corriente.

Ha obtenido numerosos reconocimien-

No te mueras aún. No tengas prisa. Vive un instante más. Tan solamente. O quedará otro año en esta orilla.

Y Tú siempre muriendo, eternamente. Muriendo sin justicia y sin medida. Muriéndote a la muerte malnacida. Muriendo con un grito, de repente.

tos literarios, entre los que destacan el Premio Florentino Pérez Embid de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, el Ateneo Jovellanos de Gijón o el Primer Accésit del Premio Internacional de Poesía Luis Cernuda del Ayuntamiento de Sevilla.

Que yo cuento los años de mi vida por las veces que mueres sobre el puente, Cachorro de Triana y de Sevilla.

ESTRELLA DE TRIANA Triana te alumbró, dejó su huella igual que deja Dios en cuanto brilla su halo de plenitud, su luz sencilla que es cáliz de esplendor, palma sin mella.

TRES CAÍDAS ¿Qué me quieres, Señor, con la rodilla caída sobre el suelo en tal manera? ¿Qué luto de profunda primavera se adivina en la noche de Sevilla?

Desde entonces Tú fuiste Madre, Estrella que irradias claridad de orilla a orilla y blancura de nácar que a Sevilla presta su luz radiante que destella.

El peso de madera que te humilla quisiera sostener, sentir quisiera como la tierra muda y verdadera sostiene la verdad de la semilla.

Triana te alumbró. Fue tu recinto, tu destino y tu sueño, tu esperanza, tu río rumoroso y navegable.

Sobre la alfombra de clavel del viento, quién pudiera aliviar tu quebrantada y quebrada cintura en un momento.

Desde entonces la calle San Jacinto es como el cielo azul cuando le alcanza el brillo de una Estrella inigualable.

Quién pudiera cargar con la mirada la eterna cruz atroz de tu tormento, Cirineo en la oscura madrugada.

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Versos trianeros

Triana desde los adentros Por Federico Serradilla Spínola

DICE LA VOZ POPULAR Sevilla tuvo una niña y le pusieron Triana; la bautizaron en el río los gitanos de la cava. Y DIGO YO Eres madrina del río y un balcón de clavellinas, Triana; ¡Qué guapa eres en esas noches divinas cuando cantan tus mujeres En la vega de Triana una valla con chumberas, donde los gitanitos se duchan con regaderas. Con aquél puente de barcas se hizo más grande Triana porque el Califa Yusuf adoraba a sus gitanas. A trianeros cabales un gobernador de Sevilla los echó de sus corrales. Mas...¡qué maravilla sus cantes por verdiales quedaron en sus orillas! A nuestra 'Señá' Santa Ana me la encontré el otro día a la orillita del río recitando poesías. El río Guadalquivir a Triana va diciendo

¡Guapa! no tengas pena porque llegando a Sanlúcar con la marea me vengo. El Giraldillo mirando hacia tu lindo Altozano entre suspiros se queja... ¿por qué no seré un gitano? Cuando en América atracó Colón con sus carabelas allí se encontró a una abuela, que le ofrecía con celo y su gracia de gitana... ¡hay calentitos y buñuelos! Isabel y Fernando ordenaron expulsar de Triana y de su cava a 'toa' la raza gitana. Y como no fue posible, los monarcas terminaron con unos cantes flamenco y bailando sevillanas. Triana es un crisol de cantes por bulerías donde las gitanas bailan hasta que les llega el día. Dicen de los trianeros que cuando van a Sevilla, se sienten tan forasteros, que corriendo por el puente se vuelven a sus orillas.

Nuestro Rodrigo de Triana fue el primero en vislumbrar las tierras americanas. Y por habérsele 'adelantao' desde aquella misma mañana.... ¡Colón está 'cabreao'! Un trianero aunque viva en la propia Macarena no pierde su identidad y 'pa' quitarse las penas gritando va con orgullo ¡Soy de Triana y 'na ma'! Cigarreras de Triana que en barca me atravesáis soy río por la mañana mas por la tarde yo soy un galán enamorado de vuestra cava gitana. Ese Marimé 'mardito' no tuvo ni puta idea al inventarse tal mito. Fue Carmen la cigarrera una mujer con palmito y por cierto trianera. Franchute, tómate una pira y vete a hacer puñetas con tu historia de mentira. De Triana, qué decir que en nuestro barrio, chiquilla, ni siquiera nos asustó aquella peste amarilla que desde Cádiz llegó.

ACRÓSTICO A TRIANA T ienes la fama ganada R ío famoso en tus orillas I nmortal y siempre amada A dorada estrella de Sevilla N unca serás olvidada.

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