ALFAFAREJANT. Tot el que voldries saber d'Alfafar. 1

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erca de 720 hectáreas del término municipal de Alfafar se dedican al sembrado del arroz, un cereal que fue introducido por los árabes en el entorno del Parque Natural de la Albufera durante el siglo VIII d. C y que con sus campañas anuales de siembra y siega ha marcado la vida social y económica de los agricultores y sus familias además de asentar un paisaje, el del marjal, característico del entorno natural de La Albufera y de sus municipios. Marjales, dunas de arena, lagunas. Huertas y arrozales. Barracas y embarcaciones de Vela Latina. Uno de los cerca de 10.000 siverts o patos colorados que hibernan en la zona. Solo 8 Km separan el asfalto del Casco Antiguo de Alfafar del mosaico de acequias, vegetación, canales y caminos de tierra del Parque Natural de la Albufera, enclave rodeado por 13 localidades de las comarcas de l’Horta Sud, la Ribera Alta y la Ribera Baixa que constituye uno de los principales humedales de la península ibérica y espacio natural de numerosas especias distintas. El entorno natural y la vida

económica y social de los municipios colindantes de La Albufera no podría entenderse sin estos paisajes en los que se une agua, vegetación y fauna autóctona en un equilibrio complejo entre naturaleza y agricultura y pesca, entre conservación y desarrollo económico. Alrededor de 16.000 hectáreas de las 21.120 del Parque Natural de la Albufera se dedican al cultivo del arroz según la D.O. Arroz de Valencia. Aproximadamente 120.000 toneladas se producen anualmente de este cultivo, que representan un valor económico estimado de 42, 75 millones de euros, según cifras del Consell. Es fácil encontrar entre la dehesa, las lagunas o los bosques del parque, jornaleros trabajando entre el agua y el fango de los campos de cultivo de un cereal que es símbolo del desarrollo rural y de la gastronomía del territorio. Como es el caso de Sebastià Bou, vecino de Alfafar y homenajeado por l’Ajuntament d’Alfafar por las festividades del 9 d’ octubre, que aún a sus 89 años continúa yendo día tras día a los campos que él mismo y su familia empezaron a cultivar durante los años cuarenta cuando su


AJUNTAMENT D’ALFAFAR padre compró un campo de 16 Sud no solo ha provocado la hanegadas. Sebastián y su fatransformación del entorno namilia es una de las cerca de 600 tural del parque sino también la que dependen económicamente forma de vida de los agricultodel cultivo del arroz en las 720 res y familias que viven del cultihectáreas que se cultivan en el vo de este cereal. Solo quedan término municipal de Alfafar. las huellas de la prosperidad El cultivo del arroz tiene un agrícola de los años 20, 30 y 40, origen milenario, de ahí su imaños en los que hasta unos cien pronta y relevancia en la cultura jornaleros llegaban a trabajar en y tradición de l’Horta Sud. La los diferentes tancats durante tradición de cultivar este cereal la campaña del arroz. El tancat se inició con los árabes ya por el era el espacio de superficie de siglo VIII d.C. Otros testimonios campo con servicio de desagüe escritos, como expone la D.O. de motor que alguien había ceArroz de Valencia, recogen la rrado para la siembra del cereal limitación del cultivo del cereal o para momentos de ocio en a 2.000 hectáreas por motivos familia. Los diferentes tancats se sanitarios durante el período tras la Reconquista de Jaume I en 1238, cuando los humedales para trabajar el arroz llegaban hasta las mismas murallas de la ciudad de Valencia. Fue en el siglo XIX cuando se produjo una remarcable expansión del cultivo de arroz en tierras valencianas. Una expansión que también se comenzó a regular con el denominaban por el nombre de objetivo de lograr en equilibrio la familia propietaria y servían entre las distintas actividades de acogida a los temporeros en agroeconómicas de La Albufera, las fases de cultivo de arroz en especialmente entre los peslas que se necesitaba una mayor cadores y los arroceros. Así, se mano de obra. limitó el cultivo de arroz únicaLa introducción de la tecnología mente a las zonas pantanosas y la maquinaria y la mejora de en las que otros las vías de comucultivos no eran “Los arrozales no nicación entre aptos, es decir, a los diferentes pueden entenderse la superficie de municipios de la 16.000 hectáreas únicamente como Albufera revoluque se han mancionaron la vida una actividad tenido estables y agrícola, econóeconómica, sino que presumiblemica y social de mente no aumen- que forman parte las familias. Pocos tarán. de la biodiversidad conocen que hasLa siembra antes ta que se arregladel territorio.” de la revolución ron los caminos tecnológica entre los municiLa consolidación del cultivo del pios de La Albufera y los tancats, arroz como uno de los sectores el Ravatjol, una embarcación de agrícolas punteros en l’Horta catorce metros de eslora y una

capacidad para 50 personas, era el principal medio de transporte entre Catarroja, El Palmar y el Perelló, como documenta Vidal Valle Pechuán en Memorias de la Albufera de Valencia (2017). Bultos, recados y cartas de familiares, y también pasajeros, transportaba entre los diversos tancants a lo largo de los tres viajes diarios que realizó durante 30 años, hasta 1955 cuando el negocio ya no era rentable y solo se utilizaba para paseos turísticos por el lago. De la misma manera que ocurre con el Ravatjol, solo los agricultores más longevos pueden

dar testimonio de los procesos tradicionales de siembra y siega del arroz que se han ido abandonado tras la mecanización del campo. Pocos eran y son conscientes del minucioso y duro trabajo a mano detrás de los granos de arroz de un plato de paella que realizaban los arroceros de la Albufera antes de la llegada de tractores y cosechadoras. Un cultivo del arroz que se iniciaba con el comienzo del año durante los meses de enero y febrero cuando se lleva a cabo la fanguejà, un procedimiento con el que se preparaba el campo para el cultivo dejando la tierra allanada y pastosa. Todavía cubierto de agua, los agricultores labraban el campo y trituraban la paja restante de la cosecha anterior con el barro y los restos orgánicos de las

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aves de esta zona que viviendas. También se utilizaban los sequer, una también poseían un papel construcción de ladrillos y cemento en el que se importante en la preparacolocaba el arroz al sol. Una vez había desaparecición del campo. do toda la humedad de los granos solo quedaba el El proceso continuaba los molido en el que se separaba el grano de la cáscameses de abril y mayo con el ra. El arroz se almacenaba en sacos de hasta 100 inicio de la plantà. Durante eskilos hasta su venta. tas semanas, diferentes cuadrillas Los retos de la Albufera plantaban de forma manual y en líLas cerca de 16.000 hectáreas dedicadas al nea recta los guaixos, pequeñas plantas cultivo del arroz en el parque natural obligan a de arroz preparadas en los días previos. compatibilizar los objetivos económicos con la Ahora la plantà se hace preservación ambiental y cultural con los tractores. Una vez los de la Albufera. Los arrozales no “La recolección guaixos plantados empezaban pueden entenderse únicamente de arroz, también a consolidarse, se iniciaban los como una actividad económica, conocida entre los sino que forman parte de la bioprocesos de aprimó y eixugo en los que se replantaban aquellos jornaleros como diversidad del territorio, aspecto que no habían cuajado, se retique ha originado la insistencia de anar a la faneca, raba el agua de los campos para las administraciones en potenciar la realizaban las la educación ambiental y la difuevitar la proliferación de algas y otros microorganismos u hongos cuadrillas y solía sión de valores ecológicos para la perjudiciales y se llevaban a cabo conservación del humedal. durar desde la numerosas birbàs. Entre unos 70 En las últimas décadas, el tráfico, salida de sol hasta la actividad turística de puertos y y 80 trabajadores arrancaban las malas hierbas de los campos para restaurantes y los restos de la paja mediodía.”. favorecer la siembra. del arroz tras las cosechas han Una cifra que alcanzaba su máximo con la llegada sido y continúan siendo las principales problede los temporeros a La Albufera durante la veremáticas a las que se ha tenido que hacer frente da o campaña de siega del arroz, acogidos en los desde los municipios del entorno de La Albufera. diferentes tancats que podían aglutinar cerca de Año tras año, durante el mes de octubre, se lle100 trabajadores. La recolección de arroz, tamva a cabo la controvertida quema de la paja de bién conocida entre los jornaleros como anar a la arroz que provoca emisiones de CO2 y una densa faneca, la realizaban las cuadrillas y solía durar humareda en el entorno del paraje. Sin embargo, desde la salida de sol hasta mediodía, lo que no quemar la paja restante resulta a largo plazo costaba alcanzar una hanegada de cultivo (831 más contraproducente para el medio ambiente, m2). Todo el proceso era a mano. Los jornaleros ya que como sostiene la Asociación Valenciana segaban con la hoz y con las espigas ya segadas de Agricultores (AVA), si la paja no se quema se se hacían las garbas. Después, se separaba mapudre con las lluvias y genera una enorme contanualmente el grano del arroz de la espiga para el minación por la emisión de metano que reduce el secado posterior. Ahora las cosechadoras pueden oxígeno del agua y afecta a las especies y al sector conseguir entre 150 y 200 hanegadas cada jorna- de la pesca en el lago. da. La tarea de la siega tradicional era un proceso Para la campaña de este año la Conselleria de costoso. Hoy se aprovecha la campaña de la reco- Agricultura y Medio Ambiente y la AVA han acorlección de arroz para realizar demostraciones de dado dividir el marjal de la Albufera en dos zonas. siega tradicional a cargo de los arroceros veteraLa zona A se quemará este año mientras que la nos de La Albufera. paja restante de la zona B en la campaña de 2019, Cuando no se contaba con secadoras de aire y así sucesivamente, en una decisión temporal caliente como ahora, el secado del arroz era mumientras se continúan buscando alternativas más cho más complejo, y el único momento de todo ecológicas como reutilizar la paja del arroz en el proceso en el que participaban las mujeres. forma de papel o utilizando su bioenergía para la Los granos se dejaban secar en los graneros que producción de energía eléctrica. tenían los jornaleros en la parte superior de sus


Gabinete de Comunicación. Redacción: Sara Díaz Martínez. Imagen: Sandra Orero Cebrián. Maquetación: Carla Amat Abalos.


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