de Valde
A todos los que conocemos el pueblo nos son familiares los muros de piedra sobre piedra: eras, huertos, corrales, muros de contención, chozos… se trata de una técnica de construcción popular y ancestral, característica de lugares con terrenos quebrados y en los que las rocas afloran con facilidad. En toda Europa y en la cuenca mediterránea especialmente, esta práctica ha acompañado al hombre desde que hay registros. Lo que aquí conocemos como “piedra sobre piedra” recibe diversas denominaciones según las zonas, siendo las más habituales piedra seca o piedra en seco.
Para realizar las construcciones de piedra seca, sus artífices iban colocando las piedras una a una, comprobando cuál era su encaje más estable sin usar ningún tipo de mortero. Normalmente las piedras utilizadas en este Del ojo y la maña de cada uno dependía la tipo de construcciones apenas se trabajaban y estabilidad de lo construido. Algunos indivino se extraían de ninguna cantera, sino que duos especialmente hábiles despertaban la sencillamente eran apartadas durante el laboadmiración del pueblo y así lo recuerdan los reo para facilitar el trabajo y mejorar la calidad mayores cuando comentan en voz alta lo bien del terreno. Para que no estorbaran, se que trabajaba la piedra el Tío tal. Solo la prácreunían en montones que en Valdelaguna cotica y el talento habilitaban al constructor y el nocemos como majanos, bien en lindes, bien oficio era transmitido generación tras generaen áreas improductivas del terreno. Este orición de forma anónima. gen del material constructivo y la ausencia de argamasa generan una apariencia natural que El resultado de esta forma de trabajar son nos es muy atractiva, con rocas de tamaños y construcciones en apariencia sencillas que, no obstante, fueron esenciales para el desarrollo formas muy diversas, sin apenas aristas, y de la agricultura, la ganadería y las comunicauna gran variedad de texturas y agradables tonos tierra. El aspecto de los trabajos en pie- ciones en el pueblo. Su eficacia se basaba en dra seca evoca por sí solo la buena artesanía su mantenimiento constante por parte de los que hay detrás y la proximidad de los materia- guardas del campo, camineros y los propios agricultores. Los rápidos cambios en la forma les empleados. Son construcciones sostenibles y genuinas, valores cada vez más convin- de vida explican que una actividad que era esencial hasta no hace mucho, haya caído en centes en nuestra sociedad.
