Mi Casa, Babel, 2017

mi casa DAVIDE CALI • SÉBASTIEN MOURRAIN

t í t u lo o r i g i n a l Chez moi

© Actes Sud, France, 2016

t e x to Davide Cali

i lu s t r a c i o n e s Sébastien Mourrain © 2017 Babel Libros p r i m e r a e d i c i ó n abril de 2017

Calle 39a nº 20-55, La Soledad

Bogotá, Colombia

Teléfono +571 2458495 editorial@babellibros.com.co www.babellibros.com.co 1ª r e i m p r e s i ó n abril de 2019 Publicado bajo acuerdo con Isabelle Torrubia Agencia Literaria «Cet ouvrage, publié dans le cadre du Programme d’Aide à la publication et de l’Année France-Colombie 2017, a bénéficié du soutien de l’Institut Français de Colombie».

«Esta obra, publicada en el marco del Programa de Ayuda a la Publicación y del Año Colombia-Francia 2017, contó con el apoyo del Instituto Francés de Colombia». traducción

María Carreño Mora

revisión de la traducción

Silvia Castrillón, Néstor MIranda

i s b n 978-958-8954-40-0 i m p r e s o e n c o lo m b i a p o r

Panamericana Formas e Impresos s.a.

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mi casa DAVIDE CALI • SÉBASTIEN MOURRAIN

Siempre tuve problemas para considerar un espacio, una casa, una ciudad, como mi lugar. Pero todo el mundo necesita tener su lugar, ¿no?

Nací en un pueblo pequeño y crecí en una modesta casa de pescadores. No era gran cosa, un lugar sencillo, humilde, con sabor a sal, justo frente al mar.

Sin embargo, no me sentía en casa. Todo era demasiado estrecho, demasiado pequeño, tenía la impresión de asfixiarme. Desde niño soñaba con vivir en la ciudad. Y dibujar.

A los 18 años dejé mi pueblo. No tenía más que mi mochila y mi cuaderno de dibujo cuando me mudé a una ciudad cercana.

Vivía en una pequeña mansarda en un barrio de estudiantes con una linda vista sobre los tejados.

¿En verdad había encontrado “mi lugar”? No realmente…

Era una ciudad, es cierto, pero no era todavía la gran ciudad. Yo buscaba animación, cafés, multitudes, encuentros, fiestas…

Cuando terminé mis estudios, me fui a conocer la capital.

Escogí para vivir un barrio de artistas. Pasaba los días dibujando la gente que salía del metro, los músicos de la calle, los perros. Tenía la impresión de haber encontrado finalmente “mi lugar”, el que me correspondía.

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789588 954400

Todos necesitamos un lugar en el mundo.