El placer de vivir para crear

Page 1

EL PLACER DE VIVIR PARA CREAR Recopilaciรณn de textos escritos en teatro, verso y prosa.

ANTONIO JIMร NEZ REY



LA TABERNA

La niña der Tostao Acto I

Se dan los hechos en la posguerra española, allá

por el año 50. Transcurre la escena en una taberna de mala muerte situada en una aldea muy carca de ciudad de Priego. Varios hombres sentados alrededor de una mesa juegan con afición una partida de cartas. Otros más, observan de pie el cariz que va tomando la partida. En la mesa y con mala racha se encuentra Pedro el Tostao, hombre de aspecto agrio y bravucón, modesto hacendado del lugar y bien conocido por su fama de jugador y pendenciero. 3


Antonio Jiménez Rey

El tío Carpias, otro que tal, pero algo más viejo y menos violento que el Tostao. El tercero en el juego y llevando la voz cantante es Demetrio Piquito, apodado El Perogüeno o el Viudo alegre, poderoso terrateniente de Priego y su comarca en la que hace gala de su alias. Por último, Paquillo el Feo, capataz del viudo y posible gancho en la partida. De mirones están el Manco, hombre simplón y afeminado del lugar, gracioso por sus payasadas y ocurrencias, y al que le falta la mano izquierda. El otro mirón es Pepe el Cuchillas, un don nadie que se las arregla para estar presente en todos los saraos donde halla cartas por medio. Tanto el Manco como el Cuchillas, van y vienen al mostrador donde tienen el vaso de vino y, de paso, dan cuenta al tabernero de cómo se va desarrollando el juego. Incorporándose a escena entra en la taberna el tío Porras, pequeño industrial del lugar y patrón del Manco. El tío Porras es un vejete sesentón de aspecto frágil y delicado, pero con una mirada fría y penetrante que, junto a las historias que se cuentan de él, hacen que su persona cause una mezcla de temor y respeto. Dice: T Porras: ¡Buenas noche nos dé Dios! (Al tabernero) Ponme un vasillo de vino, Emilio. 4


El placer de vivir para crear

Emilio: ¡Muy buenas!(le pone el vino). ¿Qué, dando un paseo pa no perder la costumbre, tío Porras? T Porras: Con esta calor no hay Dios que duerma. (Observa el ambiente). Estos te van a dar la noche ,¿no?... Emilio: (A media voz). Miedo me dan, tío Porras. Estoy por avisar al cabo de la Guardia Civil, ¿sabe usted? T Porras: ¿Y eso? Emilio: Porque ese malasangre del Viudo, ¿sabe usted?, está arruinando al Tostao. Y, aunque el muy jodido se lo merece, lo siento por su padre el tío Juanico, que es tan güena persona, y por su mujer y sus hijos. ¿Qué van a comer de ahora en adelante esas criaturicas? Y sobre to, ¿qué seráde su hija mayor, la Manuela? Que eso sí que es una perla que no me explico cómo pudo engendrarla un tío ansí. T Porras: Guapa es la moza, sí señor. Emilio: ¡Guapa dice usted! Esa es la Virgen de las Angustias 5


Antonio Jiménez Rey

en su trono. Y luego lo apañá que es pa to. ¡Vamos que el hombre que se la lleve!... (callan al oír unos golpes en la mesa de juego). T Porras: ¿Qué les pasará ahora? Emilio: Yo no quiero ni arrimarme. T Porras: Llama al Manco, él nos dirá lo que pasa. Emilio: Mejor al Cuchillas,que ese sí que no ha perdido detalle.Chissss, Cuchillas. T Porras: Ni se inmuta, el puñetero. Emilio: Ese está tan embebío en el juego que... Pero ahí viene el Manco. Manco: (Acercándose al mostrador). ¡Hola, tío Porras! Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba usted aquí. T porras: ¿Qué pasa en esa mesa, Manco? Manco: Que el Tostao acaba de perder la última fanega de tierra que le quedaba. Emilio: El muy desgraciado. T Porras: Pero, el puñetero no se levanta todavía de la mesa. Manco: Si es que no puede. Está borrachito perdío. Emilio: No lo creo. Ese tiene aguante par vino, si lo sabré yo... Viudo: (Llamando desde la mesa). ¡Tabernero! 6


El placer de vivir para crear

T Porras: Te llaman allí. Emilio: (Acercándose) Mande usted don Demetrio. Viudo: Tráenos otra botella de vino. Emilio: ¿Por qué no lo dejan ustedes ya? Es muy tarde, ¿sabe usted? Viudo: (Agresivo). ¿Me estás echando de tu casa? Emilio: ¡Por dios, don Demetrio, ni se me ocurriría una cosa así! Viudo: ¡Entonces, cierra el pico! T Carpias: (Interviniendo por primera vez). Yo creo que tiene razón el tabernero, será mejor que nos vayamos todos a dormir, aquí ya to está hecho... (hace amago de levantarse de la mesa). Viudo: ¡Un momento! ¡Un momento! ¿Qué modales son esos? ¿No vamos a darle la oportunidad de la revancha aquí, al amigo Pedro? ¡Eso no estaría bien tío Carpias! T Carpias: Si usted sale de fiador por él, yo no tengoningún inconveniente... Viudo: Para eso están los amigos. Emilio: (A media voz). Qué falso que llega a ser este Viudo. T Porras: A mí estas cosas... 7


Antonio Jiménez Rey

Emilio: Pues, yo creía que usted tenía estómago. T Porras: ¿Por qué dices eso? Emilio: (Con embarazo). Por nada, por nada… Viudo: No obstante, que yo estoy dispuesto a salir de fiador, si hiciera falta... Pedro no necesita ningún fiador. Todavía tiene cosas muy valiosas para cubrir cualquier apuesta. ¿No es verdad, amigo Pedro? (El Tostao que le mira con torva faz dice): Tostao: No sé a qué cosa te refieres, Demetrio, pero, si es a la finca de la Alberquilla, ahí no hay nada que hacer. Eso es propiedad de mi padre, y ya sabéis todos lo que tuve que pelear con él, para que me diera la herencia de mi madre, que en paz descanse. Y mira para lo que me ha servido. Parece que el viejo se lo veía venir. ¡Maldita sea mi estampa! Ojalá me hubiera muerto cuando se murió mi madre.

8


El placer de vivir para crear

(Se bebe un vaso de un solo trago, a continuación se limpia la nariz y la boca de forma grosera con el dorso de la mano). Pobre viejo, no le falta razón cuando me reprende, soy el peor de los hijos que un hombre puede tener... «La Alberquilla no es para ti», me dijo un día. «Es para Manuela». Y es porque me conoce bien y sabe de lo que soy capaz... (El Tostao deja traslucir su profunda amargura). Viudo: ¡Pero güeno! ¡Pero güeno, Tostao!, ¿es que te vas a derrumbar ahora como una mujerzuela? Yo siempre te he tenido por un hombre cabal, si no, en la vida me hubiera puesto a jugar en serio contigo. Tostao: ¡Y lo soy! No te preocupes que no te voy a suplicar para que me devuelvas lo que me has ganado. Mañana, y siquiera ahora mismo, vamos al notario para dejar las cosas en regla. T Carpias: No sería mala idea... Emilio: (Al Manco). ¿No decías que estaba borracho? Si lo conoceré yo... Ese necesita un tonel de vino para doblar. 9


Antonio Jiménez Rey

T Porras: A mí, lo que me extraña, es que el Tostao, con lo que sabe en asunto de cartas, porque el tío sabe un rato, hay que reconocerlo. Manco: Claro, como no ha hecho otra cosa desde que su madre lo parió... Emilio: Es verdad. ¿Os acordáis hace un año cuando le ganó ahí mismo la yunta de bueyes al tío Carpias? Manco: ¡Ya lo creo! Menuda fiesta armó aquí. ¿Quién les iba a decir a los pobres animales que volverían tan pronto con su antiguo dueño? (Se ríen los tres. El Tostao se enfada). Tostao: ¡Eh, vosotros! ¿Se puede saber de quién cojones os estáis riendo? (El tabernero y el Manco se miran con temor, pero el tío Porras contesta con aplomo). T Porras: ¡Oye! No creas que es de ti, ni mucho menos. Pues, a mí personalmente no me alegran las desgracias ajenas. Todo lo contrario, me afligen. Así que vamos a tener la noche en paz. 10


El placer de vivir para crear

Tostao: Esta bien, tío porras. No se me ponga usted filosófico, ya sabemos que usted tiene mucha letra menuda. Tómese usted un vaso a mi salud para que se le quiten las aflicciones. Y tú, Emilio, ponles a esta gente otra botella a mi salud; hoy paga el Tostao. Y tú, Cuchillas, por favor, vete un poco más allá, que parece que esta noche me estás echando mal de ojo. Viudo: Este es el Tostao que yo conozco. ¡Un hombre cabal! Tostao: (Trincándose otro vaso de vino). ¡Sí señor! Un hombre que sabe estar a las verdes y a la maduras. (Se llena el vaso). Hoy he tenido mala suerte, qué le vamos a hacer. (Se bebe el vino). Un día se gana y otro se pierde, así es la vida. ¿No te parece, Demetrio? Viudo: ¡Claro, hombre, asín es el juego! Tostao: Y asín sería la suerte reservada al Tostao por su mala cabeza. Cuchillas: (Acercándose al mostrador y en voz baja).Mala suerte dice el puñetero. Si uno hablara... 11


Este libro es una recopilación de obras que comprenden teatro, monólogos, historias y poesía, todas ellas escritas por Antonio Jiménez Rey, autor completamente autodidacta, que no tiene otro objetivo que dejarlas impresas para que puedan ser leídas y juzgadas en la posteridad, por todo aquel a quien el destino, de un modo u

017490 9 788418

ISBN 978-84-18017-49-0

otro, las ponga en su mano...


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.