La princesa Esmerilda acaba de tomar una decisión. Desde pequeñita, papá y mamá siempre le habían dicho en cada momento lo que debía hacer, y eso estaba bien porque la querían, cuidaban de ella y siempre elegían lo mejor. Y además era algo muy cómodo; así nunca tenía que pensar si obraba bien o no, y estaba exenta de toda responsa3
La princesa Esmerilda
bilidad. Jamás se había rebelado. Obedecía sin preguntar a todo cuanto se le ordenaba, y con ello hacía felices a los reyes, que estaban muy complacidos de su actitud. No solo ellos estaban orgullosos de la muchacha. Su comportamiento correcto y su dulzura innata hacían las delicias de todos los súbditos. Todo había funcionado siempre a la perfección y se esperaba que siguiese así. No podía ser de otra forma con el carácter de la princesita. Tenía un hermano más pequeño que también parecía un buen muchacho, aunque siempre había tenido una pequeña dosis de envidia hacia Esmerilda. Ahora los dos han crecido y las cosas han cambiado. ¡Y mucho! 4
Cristina Vega
Los reyes Jaime y Diana han envejecido y piensan en el futuro. Darío es inteligente, despierto y está muy capacitado para gobernar; sin embargo Esmerilda es la primogénita y su pueblo la adora. El chico sabe que su hermana acabará siendo la sucesora sin lugar a dudas, y aquella semillita de celos que siempre había anidado en su interior, ahora estaba germinando con fuerza y desembocando en un sentimiento que casi rozaba el odio. Por otro lado estaba Germán, el príncipe del reino vecino, con el que Jaime y Diana pretendían que Esmerilda se casara. Era muy atento y educado, y siempre había existido una gran amistad entre las 5
La princesa Esmerilda
6
Cristina Vega
dos familias. Sería una buena oportunidad de unificar ambos reinos. A pesar de ello, Esmerilda no parecía demasiado convencida. Germán y ella se llevaban bien, eran buenos amigos, pero de ahí a pensar en casarse con él iba un abismo. No sentía amor y si hacía caso a sus padres y aceptaba el compromiso, su corazón le decía que nunca sería feliz. Además había algo en él que a la princesa no le acababa de agradar. Desde siempre había tenido el don o la desgracia de poder ver con claridad el interior de las personas, y sabía de sobra que Germán tampoco la amaba, sin embargo parecía estar encantado con la idea de la unión. Pero la verdadera causa de la desazón de Esmerilda era otra. 7
Ocho Suricatos
La princesa Esmerilda está muy nerviosa y no sabe qué hacer. Lo que ella considera que es correcto, significa desobedecer a su padre, el rey, pero puede suponer la salvación del reino… ¿Se decidirá a confiar en sus sentimientos y su opinión? ¿Acertará en su decisión? Y si es así, ¿cómo se resolverá todo?... Valores implícitos: Con esta historia, la princesa puede enseñarnos algunas cosas. Esmerilda sabe mirar en el interior de las personas, y no se basa solo en la apariencia exterior. Muchas veces estas dos cosas no coinciden. Además, para ella es más importante el amor que el interés. Todo esto hace que sea capaz de pensar por sí misma, y de actuar de forma justa.
ISBN 978-84-18297-79-3
A partir de 8 años babidibulibros.com 9 788418
297793