



«Para vencer al dragón las coletas son un estorbo».
Pelo Uno leía una y otra vez aquella frase misteriosa. Estaba desconcertado.
Pelo Uno no es un pelo cualquiera. Es el pelo más listo, el más fuerte y guapo de la melena de Irene.
Fue el primero que apareció en aquella bonita cabeza.

Cuando Irene nació, sus papás y sus abuelos enseguida se dieron cuenta de que la niña tendría un pelo castaño precioso.
Llegaron muchos pelos más, y mamá le hacía unas coletitas tiesas con lazos de muchos colores.

En la cabecita de Irene había todo tipo de pelos. Los pelos de la nuca, que no solían enterarse de nada; los de la coronilla, que se revolvían cuando Irene tenía una buena idea y se rascaba la cabeza; los pelos del flequillo eran un poco «cortados». En las patillas estaban los pelitos más sensibles. Dependían del peinado de cada día y así actuaban, a veces tirantes, a veces locos. Lo que más les gustaba era ponerse detrás de las orejas, ¡olía superbién!
Tenía incluso un remolino rebelde y algo contestón, con unos pelos muy marchosos que iban a su bola. ¿Y qué decir de los pelos de la raya? Formaban un batallón firme y siempre en su sitio.

Para los pelos, el momento Peine era terrible. Cuando Peine aparecía amenazante con sus púas, todos se agarraban como podían para no acabar en las garras de aquel ser terrible. Tampoco eso era el fin del mundo, pues cada uno de los pelos volvía a salir siempre y en su mismo lugar.
Pelo Uno sí que era un experto en mantenerse a salvo en las batallas contra Peine, que nunca lo atrapaba.

Cuidaba de Irene y la protegía siempre. Por ejemplo, en el baño diario: Pelo Uno se volvía muy fuerte y atrapaba todo el champú para que no entrara en los ojos de su niña.
Irene era la mejor amiga de Pelo Uno, aunque ella no lo sabía. Por eso aquella mañana estaba tan desolado.
Había recibido un mensaje que decía:

«Pelo Uno, Irene se ha puesto malita. Los médicos están trabajando mucho para que se cure. Ella es una niña muy fuerte y no va a perder la alegría. Los médicos, su familia y sus amigos la van a cuidar muchísimo, pero tú, Pelo Uno, tienes una misión. Es necesario que tú y todos los demás pelos os vayáis durante un tiempo. Es tan importante lo que hay que hacer que Irene tiene que dar la imagen de una auténtica guerrera. Para vencer al Dragón, las coletas son un estorbo».

Pelo Uno es el héroe más inesperado de la historia. Cuando su amiga Irene lo necesita, él y sus compañeros emprenden una misión valiente para ayudarla a vencer a un temible Dragón.