POEMAS
Lola Bernal
Poemas Invisibles
EN LA DESDICHA DE LO DESCONOCIDO
En la desdicha de lo desconocido. Se sufre. Como animal herido, elevado por el aire. Su dolor se contempla como un alfiler roto. Porque si no escribo, se me mueren las alas, y también las ganas de volar. Es como un, usar en caso de emergencia, abran las ventanas y agiten sus existencias. Toquen con la punta de sus dedos el espacio infinito. Dobladlo y guardadlo en algún ruido pasado. Todo un trajín de ideas, alimentadas todas con, un trocito de tiza salada, salpicada con saliva porosa y macerada con ideas sordas. 11
Poemas Invisibles
ME CRECIERON ALAS
Me crecieron alas un día lluvioso de mayo. Cuando empezaron las semillas a crecer. Tanto tiempo sin guerras ancestrales que al final el hambre se hizo antorcha. Dibujando mis sueños en un prado verde, de un cielo azul rosado. E imaginando lo más difícil. Mi creación grabada en versos de colores.
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Poemas Invisibles
EN TUS HOMBROS ENCORVAS
En tus hombros encorvas los codos de la infelicidad. Eres el mártir de huesos podridos que reclama libertad. En tu corazón un cardenal de inconsciencia. Porque sí. Porque así estás hecho. Perdí tu mirada de hace tiempo. Ese punto de luz que transforma la razón. En despertar espiritual. Para ocultarme en tu escondrijo de mala madre. Estás hecho de papel y cartón. Artículos anticuados para un presente que despedaza. No te tires más jirones de amor. Porque ya estás seco de sombras.
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Poemas Invisibles
NO ME DEJO DORMIR
No me dejo dormir porque me contemplo como una salamandra enamorada. De mi mártir pesar, soy víbora de pasados recientes. Aquellos que despertaron con el sonido de un bebé, no me dejaron dormir porque aún no estoy terminada. Soy un proyecto gigantesco que las alas de los ángeles no dejan reposar. Soy violín infinito de notas violetas que contemplan mi danzar. No me dejo dormir porque todavía coso mi corazón de heridas pasadas.
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Poemas Invisibles
BROTASTE DE MI EN UN DIA INFINITO
Brotaste de mí en un día infinito. Donde las células chocaron dividiéndose en dos. Agua de mi aliento. Carne de mi tierra. En ti paré mi tiempo. Las libélulas se encontraron con las ninfas griegas, de otras épocas, en movimiento. Donde salían de la tierra criaturas divinas, y llegaste a mí como sirena arrastrada por el viento. Eres hija de Melpómene y de Aqueloo, mezclando así tragedias y aguas de ríos milagrosos. Eres sangre derramada de centauros salvajes y musas épicas. Llegaste a mí de un largo paseo en sueños. Y me tocas con tu ala suave para decirme: 19
Lola Bernal
Aquí estoy, mamá. Soy tu yo mejorado en cien motas de amor revuelto y te acepto desde tu vientre nutrido. Por aquellas gotas de rosas jóvenes que se abrieron de par en par para llegar a tí como alma fresca y reciente.
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Poemas Invisibles
HOY JUEVES
Hoy jueves. El corazón de las cadenas que se mueve, al unísono del tren impetuoso. Cosmos universal que vibra mi conciencia. Se detiene. Alineando lo invisible, alimentándose de lo divino. Soy responsable de aquel trauma nuclear que mi conciencia creó. Apagándose a ratitos, apaciguándome el alma. A trozos.
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Lola Bernal
Lo invisible sale de mí, de mi interior ejerce la voluntad. De lo que un día fui. Vivo en lo etéreo de lo palpable, de las nuevas vivencias. Y descubro mi yo perdido. Por fin.
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Poemas Invisibles
ESPIGAS SEDIENTAS
Espigas sedientas de tu sed salada. Que fatigas mis días de piel bañada. Tierra de cruces secas. Y amapolas de tierra amarga. Barro de frutos púrpuras y voces de piel de almendra. Y entre ramas envejecidas, mi fruto espera.
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En este libro se construyen, a través de poemas, ideas y experiencias vividas por el autor, que ordena de forma adecuada para llegar al lector.
228413 788419 9
ISBN 978-84-19228-41-3
Porque la poesía es nutrición y alimento para las almas singulares.
mirahadas.com