Spirulina. El diario secreto

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1. Oceanía

«Hace mucho tiempo, cuando Ocea-

nía estaba reinada por el mejor y muy amable arquitecto de la época, nuestro mundo marítimo era muy alegre y brillante. Había una gran variedad de plantas coloridas, corales magníficos y peces únicos que nunca habéis visto en vuestra vida. Gracias al Sol y a la luz que entraban en nuestro mundo acuático, todo brillaba y lucía maravillosamente. 3


Un día el rey Spirol conoció a la bella Lina y se enamoró de ella. Como señal de su amor, él construyó el mirador espectacular «la Runa», y se lo regaló a ella y al mundo. A partir de aquel momento, todas las mañanas los habitantes de Oceanía se reúnen allí para disfrutar de la vista increíble de cómo sale el Sol e ilumina todo el mundo submarino con su brillo. Nuestra pareja de enamorados, sentada en su banco favorito, admiraba la belleza de su alrededor y los primeros rayos del Sol que entraban en el agua. Y así comenzaba cada día». —Tía Aurelia, ¿y qué pasó después? —preguntó la pequeña Spirulina con impaciencia. —Y luego... luego... Aún no se me ha ocurrido nada, ha sido solo mi imaginación, querida... Y de hecho, ¡deberías irte 4


a dormir! Te he contado todo esto para que pudieras imaginarlo y verlo en tus sueños. Ha sido solo un cuento —respondió la tía Aurelia, con tristeza en sus ojos, y se fue. Pasaron diez años y Spirulina literalmente recordaba el comienzo de esa historia que le contó una vez su tía. Y no solo la recordaba, sino que creía que era verdad. Por eso, todos los días iba buscando este mirador tan misterioso. Toda la vida Spirulina vivía con su tía medusa Aurelia. Decían que la tía encontró a la pequeña alga verde en un bosque, y la llevó a su casa para salvarla. Pero mientras más adulta se hacía Spirulina, no podía dejar de pensar en el cuento de su tía. Sentía que era la verdad, estaba segura de que existía la misteriosa Runa. Pero en aquella época el rey Rodo prohi5


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bió hablar sobre el Sol y el amanecer, así que Spirulina compartía sus pensamientos solo con sus mejores amigos, Caba y Llito. Juntos seguían buscando la Runa. Aquel día el alga trepó demasiado lejos de su casa, en busqueda de la Runa, y después no recordaba cómo llegó hasta allí y cómo iba regresar. Después de horas de búsqueda, Spirulina estaba a punto de volver a casa, pero de repente vio una cueva detrás de plantas y piedras. Así que decidió acercarse y descubrirla. «¿Un muro de piedras y la cueva? Seguro que debe de esconder algo», pensó Spirulina y se acercó. Pero se dio cuenta de que necesitaba ayuda para mover las piedras y ver qué había detrás. Así que decidió regresar a casa para volver de nuevo al lugar con sus amigos los caballitos del mar. 8


Caba y Llito eran sus mejores amigos pues siempre habían estado con ella desde la infancia hasta el día de hoy. Ella sabía que podía confiar en ellos, incluso tía Aurelia siempre le decía: «Recuerda, Spirulina. Tu padre en vísperas de su desaparición con tu madre, dijo que solo puedes confiar en los caballitos de mar, ¡pues nunca te traicionarán!». Los caballitos vivían en el Bosque Colorido, y Spirulina, antes de llamar a la puerta, se aseguró de que nadie la seguía. —Hola, Llito. Pero ¿qué te pasa? ¿Te has tragado un pastel entero sin masticarlo? —preguntó bromeando Spirulina mientras miraba la barriguita de su amigo. —Ah, Spirulina, cariño, no bromees así. ¡Tenemos buenas noticias! ¡Estamos esperando un bebé, estoy embarazado! 9


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—¡No sabía que un caballito pudiera tener hijos! ¡Qué suerte tienen los caballitos del mar! —Sí, es cierto, Spirulina. ¿Y tú qué tal? —preguntó Llito, frotándose la barriga. —Estoy muy bien, amigos. Tengo también una noticia bastante interesante, pero quería pediros que Caba viniera conmigo para ayudarme a descubrir algo. Creo que por fin hemos encontrado algo relacionado con la Runa. Spirulina les contó todo sobre su hallazgo, y también que necesitaba ayuda para quitar las piedras y descubrir lo que estaba oculto para todos. En treinta minutos las dos ya estaban enfrente del muro. Gracias a su cola muy flexible y fuerte, Caba pudo retirar fácilmente todas las piedras, y Spirulina vio pequeño luz... 11


—¡Es la entrada! ¡Lo sabía! Vamos dentro, Caba, entremos rápido para que nadie nos vea. Spirulina y su amiga tenían tanto curiocidades y ganas de ver lo que allí estaba encerrado que no podían esperar ni un segundo más. Tras la oscuridad salía un pequeño destello de luz. Y por alguna razón no era blanco, sino con tonos de rosa, naranja y, a veces azul con brillo aquamarino... Cuanto más se acercaban al final del pasillo, Spirulina se sentía más segura de que había encontrado el lugar. «¡San Poseidón es la Runa!», pensó. Al final del pasillo había plataforma muy grande con un banco donde aparecían las letras «S+L». —¡Ese mismo banco del cuento de mi tía! —gritó Spirulina. 12


Las dos amigas se sentaron sobre el banco y rieron de felicidad al ver todos los colores del arco iris al rededor. Nunca habían visto en su vida tantos colores y tanta luz. Es lo que estaba prohibido en su ciudad, y lo que prohibió el rey Rodo durante mucho tiempo, ¡y finalmente ahora lo veían y podrían enseñar a todos! Al pasar unas horas, Caba y Spirulina decidieron regresar antes de que comenzara la noche, y cerraron nuevamente la entrada con piedras, antes de que a todos se les ocurriera la idea de cómo actuar correctamente para descubrirlo. —Hasta mañana, Caba. Prométeme que, excepto a Llito, no le contarás a nadie nada sobre la Runa. ¡Es nuestro secreto! Después del acuerdo con su amiga, Spirulina volvió a casa. Pero no pudo 13


dormir durante la noche, pues la idea de que el cuento de tía Aurelia era realidad no la dejaba. Si existe la Runa, entonces existen rey Spirol y su Lina, pero dónde están y por qué desaparecieron… La tía decía que ellos habían desparecido después de mi encuentro... ¿Y la Runa? ¿Por qué está cerrada?... Ojalá pudiera tener algunas respuestas... ¿Por qué hay tantos secretos?... Y Spirulina continuó con sus preguntas durante toda la noche y sin poder conciliar el sueño.

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Ocho Suricatos Spirulina es una pequeña alga verde que vive en Oceanía y que no pudo conocer a sus padres, por lo que fue criada por su tía, la medusa Aurelia. Pero al cumplir los dieciséis años, su vida cambió totalmente y el cuento que su tía le narraba durante su infancia, se hizo realidad, pues la esperanza y la ilusión por encontrar a su familia y hacer de Oceanía un lugar mejor para la vida de todos sus habitantes, motivan a Spirulina a emprender una increíble aventura llena de sorpresas maravillosas. Valores implícitos: A través de este cuento se transmite la importancia que tienen la familia y los amigos para lograr la felicidad en nuestra vida, pues su amor sincero hacia nosotros siempre nos apoyará a la hora de conseguir nuestros objetivos. Otros valores importantes que se destacan en este cuento son el esfuerzo, la valentía y el no tener miedo para lograr descubrir algo nuevo, y además la responsabilidad y la fuerza de voluntad para hacer de este Mundo un lugar mejor y más justo en todos los sentidos.

ISBN 978-84-18499-39-5

A partir de 8 años 9 788418

499395

babidibulibros.com


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