La gota y el cerezo - Babulinka Books

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La gota

¿Puede una gota de lluvia vivir para siempre? Una gota de agua empecinada en vivir eternamente. Un sabio cerezo que le cuenta que eso es imposible. Y la fantástica aventura de adentrarse en el interior del árbol para transformarse en una gota de savia.

y el cerezo mario satz

Ilustraciones de Albert D. Arrayás

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Una poética historia sobre el miedo a los cambios, sobre cómo la transformación es constante en todo lo que nos rodea y sobre el ciclo de la vida.

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La gota y el cerezo

mario satz

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Libro con texto para niños y para adultos

gota


La gota y el cerezo Un libro de Babulinka Libros, sello de la editorial Babulinka Books SLU. Rambla de Prat 2, 1-2 A · 08012 Barcelona hola@babulinkabooks.com www.babulinkabooks.com © Del texto: Mario Satz. © De las ilustraciones: Albert D. Arrayás. © De la edición: Babulinka Books SLU. Primera edición: mayo 2014 ISBN: 978-84-941596-3-3 Depósito legal: B-11176-2014 Impresión: GIISA. Colección Libros para la educación emocional. Diseño colección: Maria Sansalvadó. Maquetación: Maria Sansalvadó · www.momabcn.com Made & Printed in Barcelona. Quedan rigurosamente prohibidas y están sometidas a las sanciones establecidas por la ley: la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier procedimiento, incluidos los medios reprográficos e informáticos, y la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo público sin la autorización de la editorial Babulinka Books. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

Con la colaboración de


Babulinka Books es un proyecto editorial que pretende sumergir a pequeños y mayores en la educación emocional y el crecimiento interior. Si tradicionalmente la educación se ha centrado en la adquisición de conocimientos, ahora es el momento de educar también hacia el interior. Aprender a identificar y gestionar las emociones es el camino para alcanzar este autoconocimiento y, desde el bienestar personal, establecer relaciones saludables, respetando y potenciando la identidad de cada uno. El entorno familiar, por los fuertes vínculos emocionales que crea, es el marco ideal para educar en las emociones. Los Babulinka Books pretenden ser herramientas útiles y divertidas para ayudaros en este bello, intenso y emotivo viaje hacia el interior de los niños y de vosotros mismos. Compartiendo emociones. Este libro tiene una doble versión de texto, una para el niño y otra para el adulto. Así todos podréis disfrutar de la lectura de esta obra y, a la vez, compartir su mensaje.


Es voluntad del autor y de la editora dedicar este libro a Pilar BastĂŠ. Con cariĂąo y afecto, gracias por tu gran labor cultural.

Babulinka significa abuela en ruso. Seamos Sabios lo antes posible


La gota

y el cerezo mario satz

Ilustraciones de Albert D. Arrayรกs

Alรก ha creado al hombre de una gota corรกn, sura 16,4

gota


Hubo una vez una gota que no quería morir. Le parecía tan fantástico el cerezo en flor, y era tan dulce la luz del mediodía, que le dijo al árbol: –Guárdame contigo para siempre. –Siempre nombra lo que no existe –respondió el cerezo–. Todo lo que nos rodea cambia de forma, las flores de hoy son mis cerezas de mañana, las semillas que los pájaros transporten serán hijos que no veré nunca.

Había una vez una gota de lluvia que no quería dejar de ser gota. Le gustaba tanto, tanto estar junto al cerezo y jugar entre sus ramas... —Quiero estar contigo para siempre —le dijo la gota al cerezo. —¡Siempre es tanto tiempo que ni con mil relojes podría contarlo! —respondió él— ¿Ves las flores que hay en mis ramas? Algún día serán cerezas. Ellas no tienen miedo a ser algo diferente.



–No quiero desaparecer, no quiero cambiar –dijo la gota. –Si acaso, pídeselo al sol –dijo el cerezo– es él quien seca los destinos y evapora las aguas. –Mirarlo sería desaparecer –dijo la gota–, pedirle algo ofender sus propósitos. –Quieres lo imposible –tembló el cerezo–, cuando en lo posible ya está todo lo que buscas. –¿Y qué es lo posible? –preguntó la gota. –Este preciso y precioso momento –respondió el árbol–. El rayo que te atraviesa y siembra tu interior de colores, el instante que te suspende de mí mientras el aire te espera con los brazos abiertos.

—Pero es que yo no quiero cambiar, no quiero dejar de ser gota —insistió ella. —Llevas horas y horas pensando en eso —le dijo el cerezo—. Olvídalo ya. Mira cómo brilla el sol, cómo te ilumina tejiéndote un traje de colores. Y sonríe.



–¿Sabes qué? –interrogó el cerezo–. Yo podría decirle otro tanto a la montaña, a la callada tierra que sostiene mis ávidas raíces. –¿Por qué no lo haces? –Si cada quien –respondió el árbol– quisiera ocupar el lugar del otro entonces nadie estaría en su sitio. –¿Qué mal hay en el gozo que desea continuar? –El más allá con el que sueñas –dijo el cerezo– disminuye el más acá en el que vives. –No hay placer que no quiera retenerse –dijo la gota. –No hay placer duradero –dijo el árbol. –A lo mejor –confesó la gota–, si dejo de vibrar. . .

—Yo podría decir lo mismo a la montaña que sostiene mis raíces —dijo el cerezo. Ella ya estaba aquí cuando yo nací y seguirá fuerte cuando mi tronco envejezca y se rompa. —¿Y por qué no lo haces? —Si todos quisiéramos ocupar el lugar del otro, al final nadie estaría en su sitio —dijo tiernamente el árbol.



Al entrar en la herida del árbol la gota de lluvia, la gota que no quería morir, se dio cuenta de que la oscuridad es una transparencia más honda, y que sin cortes de esa índole el cerezo no podría vivir. –He retrocedido para entrar en ti –le dijo al árbol–, y tú te has abierto para opacar un poco mi camino. ¿Qué sentido tiene esto? –Si quieres alargar tu gozo debes saber esperar –dijo el árbol. –¿Acaso la espera es una de las formas de la duración? –Me has conocido por dentro –sonrió el cerezo–, y yo he saboreado tu fresca redondez. Ahora cada uno forma parte del tiempo del otro, tu aspecto seguirá siendo lo que era pero no tu consistencia, no tu claridad.

Y por fin llegó el momento esperado. La gota de lluvia recorrió el tronco del cerezo y se adentró en su herida. Fue como entrar en su casa, en su nueva casa. —Ya estoy dentro de ti. ¿Y ahora qué? —Para seguir siendo feliz, debes esperar. —¿Esperar?





La gota

¿Puede una gota de lluvia vivir para siempre? Una gota de agua empecinada en vivir eternamente. Un sabio cerezo que le cuenta que eso es imposible. Y la fantástica aventura de adentrarse en el interior del árbol para transformarse en una gota de savia.

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Ilustraciones de Albert D. Arrayás

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Una poética historia sobre el miedo a los cambios, sobre cómo la transformación es constante en todo lo que nos rodea y sobre el ciclo de la vida.

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