PREGÓN BaezaCofrade 2011
Edita: BaezaForos.com Š 2011
PREGĂ“N B a e z a Cof r a d e 2 0 1 1
Javier Ruiz Olivera
Queridos Cofrades, Baezanos siempre: Ha pasado cerca de un año desde que me disteis la oportunidad de ser la voz pregonera de esta casa Baeza Foros para la Semana Santa de nuestra querida Ciudad de Baeza y hoy me veo obligado a daros las Gracias a Todos, Gracias por vuestras palabras de apoyo y afecto durante toda la Cuaresma y Semana Santa, Gracias por vuestro compañerismo y haberme dejado entrar en vuestras casas de una manera silenciosa a contaros lo que conocéis mejor que yo, Gracias por dejarme ser vuestro pregonero. Pero el tiempo pasa y de nuevo nos encontramos en otra Cuaresma en Baeza, como todas las primaveras, la ciudad se prepara y cuenta el tiempo al revés para ver de nuevo pasear a Dios por nuestras calles y plazas mientras que la Juventud, atenta en todos los detalles, colabora para la próxima semana del sueño. Si, este año es especial en todos los pueblos y ciudades de nuestra geografía pues dentro de unos meses, formaremos parte de algo grande, si amigos, estamos expectantes ante la próxima visita del Santo Padre Benedicto XVI a nuestro País para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, por lo cual es una satisfacción para todos nosotros que nuestro pregonero para este año sea una persona joven y comprometida con nuestra Semana Santa y así nuestra casa de BaezaForos colabore de esta manea ante el citado evento que tendrá lugar en Agosto. Para mi es un honor el poder presentarles a el pregonero de este año que de sobra es conocido por todos pues a pesar de su juventud esta implicado de una manera importante en el mundo cofrade,
además de ser un buen amigo de muchos de nosotros, pues siempre esta dispuesto a ayudarte cuando le solicitas, se trata de Javier Ruiz Olivera. Javier Ruiz Olivera, Nace en Baeza un 28 de Agosto de 1984 en el seno de una familia cristiana, desde pequeño, sus padres le inculcaron el amor en Dios y su Madre María, inició sus estudios en el Colegio Antonio Machado, teniendo como tutor al de sobra conocido D. Juan Luis Perales Carmona, quién supo transmitirle ese cariño por nuestra Semana Santa y por Baeza, los que hemos tenido la suerte de que D. Juan Luis nos de clase, saben perfectamente de los que le hablo. Ya en su adolescencia siguió sus estudios en el I.E.S. Santísima Trinidad del cual se encarga del mantenimiento de su Web actualmente. Años mas tarde se trasladaría hasta la capital del Santo Reino, para estudiar en la Universidad de Jaén, nuestro pregonero es Ingeniero Técnico en Informática de Gestión por la Universidad de Jaén desde el año 2007 y actualmente está terminado su proyecto fin de carrera de la superior de Informática ( Ingeniería en Informática ) también en la Universidad de Jaén. Se inicio en el mundo cofrade como muchos otros en nuestra ciudad a partir de la familia y concretamente por parte de su abuelo Antonio, que fue una persona que trabajó de forma intensa por la cofradía de la Vera-Cruz y que supo transmitir a su familia esa devoción por el Nazareno de la cofradía de la Madrugada del Viernes Santo que él tenía. Salió por primera vez revestido con su hábito franciscano a los 8 años junto a su primo llevando los carbones y el incienso y desde entonces no ha faltando a su cita con la madrugada. También ha llevado su cruz durante varios años, ha formado parte de la banda de tambores, portador de la Santa Cruz en 2006 , Contraguía del Paso de la Virgen en 2008, pasando a ser costalero de la Virgen de la Aurora desde el año 2009 hasta la actualidad. Desde hace 2 años acompaña de nazareno al Santísimo Cristo de la Buena Muerte por las calles de Baeza en la noche del Martes Santo. Pertenece al cuerpo de horquilleros del Santísimo Sacramento y ha colaborado en la solemne procesión del Niño Jesús portando a la Virgen de la Cabeza .
Desde el año 2005 es responsable de la Web de la VeraCruz y dos años después paso a formar parte de la Junta de Gobierno. Fue elegido primer presidente de un Grupo Joven en Baeza, en el año 2009, siendo uno de los principales promotores del Encuentro anual de Jóvenes Cofrades realizado en Baeza desde el año 2009. Actualmente ostenta el cargo de Vocal de Juventud en la cofradía de la Vera-Cruz, trabajando y colaborando en todo aquello que se le requiere dentro de la misma. Respecto a la Semana Santa son múltiples las colaboraciones que ha tenido con las cofradías de Baeza, tanto en el mundo de la fotografía como en el mundo Web, de entre las que destacan ser el autor del cartel conmemorativo del XXV Aniversario de la Santa Cena en 2010, Autor de la Web de la Oración en el Huerto 2010, ganador en 2008 y 2010 del Cartel BaezaCofrade de esta casa, portada del Boletín de la cofradía de la Buena Muerte en 2010, fotografías en diversos boletines de las cofradías de nuestra ciudad. También ha colaborado en diversos carteles con la cofradía de la Virgen del Carmen o con la asociación Amor y Paz. Ahora ya conocéis todos a nuestro Pregonero de una manera mas intima, seguro que el esfuerzo que ha realizado durante estos meses ha sido bueno pues como habéis podido leer siente nuestra Semana Santa y trabaja día a día para un mayor esplendor de la misma, podría continuar contándoos una gran cantidad de anécdotas que he vivido con nuestro pregonero y grandes momentos en nuestra Semana Santa, pero se que estáis deseando de empezar a leer el pregón. Javi, cedo el testigo sabiendo que esta en buenas manos, llego tu turno, llego la hora de pregonar………
José García Checa Pregonero BaezaCofrade 2010
A mi primo David, porque de su mano empecé a dar mis primeros pasos como cofrade. A mis padres, por ser todo un ejemplo de amor y dedicación a sus hijos. A mi prima María y mi hermano David, porque con ellos he tenido el gusto de compartir trabajadera en las dulces horas de la madrugada bajo la Virgen de la Aurora. A Fernando Lucena y al Grupo Joven de la Vera-Cruz, por apoyarme y confiar en mi persona, y darme el privilegio de dirigir por unos años a un grupo de amigos sencillamente excepcionales. Y en especial a mi abuelo Antonio, que ya desde el cielo y junto a su Cristo de la Vera-Cruz sé que me acompaña todos los días y en especial en cada madrugada.
Queridos foreros, hermanos y amigos, cofrades todos, tenéis ante vosotros una nueva edición de este humilde pregón cofrade que nació de una necesidad y una inquietud por anunciar y transmitir el acontecimiento más importante de los que han acontecido a lo largo de la historia de la humanidad, es un reflejo de nuestra fe cristiana, nuestras creencias más arraigadas, nuestros principios y valores, nuestra forma de vivir y entender la vida y que para este foro salió por primera vez de su casa de hermandad hace ya cinco años la cual no es otra que la casa que de BaezaCofrade en BaezaForos.com. Como buenos hermanos, la elección del pregonero se realiza por votación popular de entre los foreros que comparten ese sentimiento que expresaba al principio de este escrito, y que este año, se han atrevido a elegirme a mí, a pesar de que existen en este foro muchos cofrades con una preparación, una formación y un don de palabra mucho más encumbrado del que yo pueda poseer, y que por normal general se exige a la hora de escribir este tipo de pregones. Partiendo por tanto de mis carencias, pero con la ilusión del baezano comprometido con su Semana Santa por pregonar lo más profundo que tenemos los que somos hijos de nuestra querida ciudad, asumo la elección tomada por la comunidad forera esperando estar a la altura de aquellos que me han precedido en este cometido, sin duda estar a la altura de Manolo, Loles, Diego o José es una tarea realmente difícil de igualar; aunque me queda el consuelo de que cuando se pregona por Dios y para Dios las palabras se convierten en plegarias y el pregón en oración. Gracias José por tus cálidas palabras de presentación que exaltan la buena amistad que mantenemos y gracias a todos los que habéis estado esperando poder leer lo que mis ojos ven cada primavera. Os abro pues, mi puerta a una nueva Semana Santa Baezana a través del V Pregón de BaezaCofrade 2011:
¡Oh Santa Vera Cruz de Cristo, Señal Insigne de nuestra redención, Árbol fidelísimo y luminar de la religión sacrosanta, Que milagrosamente te mostraste a Santa Elena y, Enhiesta en el monte Calvario, eres luz y guía de todos los hombres Y fin de nuestros más caros anhelos! Cargada sobre los divinos hombros de Jesús, Enséñanos a llevar nuestros trabajos y aflicciones. Doblando su sagrado cuerpo sobre las piedras De la calle de la Amargura, Ayúdanos a levantarnos de la postración del pecado. Recibiendo sus desnudas y maceradas carnes y Empapada en su sangre preciosísima, Haz que en la hora de la muerte, Abrazados a tan excelsa figura, Depositemos nuestro último aliento corporal En el sagrado leño y seamos llevados A la presencia de Aquel que, Muerto por nosotros, se muestra en el cielo Resucitado y glorioso Jesucristo Nuestro Señor.
Muchas veces me he preguntado qué sería de mi vida si hace 18 años mi padre no me hubiese levantado a eso de las cinco menos veinte de esa fría madrugada de Viernes Santo, aún tengo grabado como si fuera ayer como mi padre me ayudaba a colocarme el cordón de lana blanca que abrazaba un peto negro con una Cruz verde sobre mi pecho, y esa túnica marrón de estameña, de esas antiguas elaboradas del “cosido” de distintos trozos sobrantes de la confección de otras muchas, no era la más perfecta túnica para hacer por primera vez estación de penitencia y seguir a Jesús en su camino al Calvario, pero eran otros tiempos, la Semana Santa de Baeza empezaba a dejar atrás los improvisos utilizados tras la posguerra, se empezaba a producir una metamorfosis en la concepción de nuestros pasos, en su modo de portarlos con la introducción nuevamente de los hermanos costaleros que en cada levantá, en cada chicotá, en cada paso que dan, rezan con los pies su oración más sentida como magistralmente nos ilustraba nuestro querido Luis María Salazar en su pregón del costalero del año pasado.
En la actualidad encontramos una mayor seriedad en nuestros desfiles procesionales, numerosos son los esfuerzos que realizan nuestras juntas de gobierno año tras año para conseguir la uniformidad y orden en nuestras manifestaciones públicas de fe en Jesucristo, en estos años hemos asistido a la renovación profunda de las melodías que envuelven a nuestros misterios sin perder nuestra idiosincrasia como son los Misereres que nos hablan de la Baeza más pura e íntima, hemos presenciado las reformas llevadas a cabo en nuestros hábitos de estatutos, o incluso cambio de nuestros queridos titulares que siempre estarán dentro de nuestros corazones ya que nos bendijeron a su paso y siempre velarán por nosotros. Parece que queda muy lejano todo aquello, pero realmente no ha pasado apenas el tiempo, porque cuando se acercan los primeros aromas de la primavera, el sol se vuelve cada vez más reacio a abandonar nuestro mar de olivos, la noche fría se hace silencio y dejan de resonar el gota a gota caída del Reino de Dios sobre nuestras piedras que han visto pasar tantas y tantas generaciones de baezanos, la Baeza Cofrade se echa a la calle un año más, en los duros ensayos de costaleros, de tambores y cornetas, en la limpieza de la plata que debe estar reluciente para el momento señalado, la celebración de los triduos, de continuos preparativos para que todo esté perfecto para lo que año tras año se repite y se respira en estas fechas, tiempo de primavera ya está aquí nuestra Semana Santa. ¡Cofrades! que resuene nuestro “Miserere Chico” para que envuelva cada rincón de nuestros corazones para albergar a Jesucristo muerto por nuestros pecados pero al tercer día Resucitado; se acerca la Pasión del Redentor, ¡Baeza despierta! Porque el Hijo de Dios ha llegado.
“Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador”. Son las palabras con las que se inicia cada Viernes de Dolores ante la multitud de un pueblo que se agolpa a las puerta de la casa de Dios, esperando con paciencia y serenidad la llegada de una de nuestras bellas imágenes de nuestro Señor Jesucristo en su Pasión, Jesús camina hacia nosotros en la más absoluta sencillez y austeridad, no hay flores, ni dorados, ni oros ni bordados, todo en un silencio respetuoso con la tensión propia de esos momentos en los que se sabe que algo trágico está a punto de acontecer y es que por lo general, la noche del Viernes de Dolores suele abrazarse a una fría noche de primavera donde el viento helado raja nuestras mejillas con la luna resplandecida casi en su estado de plenitud como siempre fiel a la efeméride. Entre los presentes congregados por Jesucristo y para Jesucristo, nos dirigimos a rezar el santo Vía Crucis, catorce estaciones dolorosas donde el hombre a través del pecado arremete contra el Hijo de Dios hasta hacerle morir en la peor de las muertes posibles, es noche para caminar con Jesús, noche para hablar con Él y sentirlo cerca, noche de reflexión para cambiar a una vida mejor siguiendo al Maestro. Nuestra majestuosa catedral abre sus puertas y será quien reciba a los fieles para invitarnos a la confesión y el arrepentimiento más íntimo y profundo, justo antes de que los cohetes del la mañana del Domingo de Ramos anuncien la tan ansiada llegada del Mesías prometido. ¡Jesús de Jerusalén! ¡Entras triunfal en la Baeza antigua Por la Puerta de Jaén! A lomos de una burra nos bendices, Entre palmas y olivos vienes Niños y mujeres corren a verte Alabado seas por siempre Así nace una nueva Semana Santa en Baeza, acompañados de esa luz distinta que se adentra por nuestros ojos esperando impregnarse de la bella Imagen de Jesús en su Entrada en Jerusalén. Uno se siente nervioso y algo asombrado por ver que otro año más ha pasado, nuestras
mentes echan la vista atrás y perciben que efectivamente no estamos ante los recuerdos de una semana santa pasada, sino ante la que durante todo un año hemos estado esperando y al ver esas capas de raso verde, esas palmas que se mecen al viento, ese olor a incienso dulce que purifica el ambiente, se despejan todas las dudas y caminamos al encuentro del Señor, con la celebración de las palmas en la Santa Iglesia Catedral o con esa rama de olivo bendecida en nuestras manos de mis recuerdos en San Andrés, para después, ir a recibir al Mesías, el Hijo de Dios, el rey de Reyes que entra en Jerusalén como Pescador de hombres, con sus manos abiertas y su humildad como el mejor estandarte de presentación. Mi primer recuerdo sobre la Semana Santa se remonta a la Cofradía de la Borriquilla como no podía ser de otra manera, recuerdo que era una mañana nublada y poco apetecible y que iba acompañado de mi madre, recuerdo la banda de la Cruz Roja y ese trono de Jesús empujado por sus hijos que iba a hacer entrada en la calle Real de San Andrés, era la primera piedra, la primera semilla en este mundo que no crecería si no fuese porque existe una madre a nuestra vera que se sacrifica por nosotros en el día a día. Y así llegaste Tú, con lluvia de primavera ante tu primera salida, me acerque a verte y vi a tu alrededor frustración en las caras de muchos por no poder pasearte por las calles de Baeza, pero entonces te miré y tu cara me desveló una sonrisa porque sabías que a partir de entonces estarías siempre con nosotros para llenarnos cada Domingo de Ramos de Esperanza y Caridad. La mañana del Domingo pasas en un suspiro y llega la tarde y ahora mis recuerdos me trasladan a la calle San Pablo, en una tarde magnífica de ambiente cofrade en Baeza, donde el olor vivo a incienso te invita a entrar en una sala donde se exponen un conjunto de enseres e imágenes que no había visto hasta el momento y una túnica y capa blanca con botones y capirotes de terciopelo rojo colgada en una de las paredes. Con el tiempo empecé a comprender que aquello no era un museo, sino los primeros pasos de la última cofradía baezana en llegar
a la gran fiesta del Señor, recuerdo que mi primo poseía la túnica y que nos la enseñaba esperando poder salir en estación de penitencia porque por entonces no tenían la aprobación por parte del Sr. Obispo, recuerdo aquel miércoles santo dirigiéndome a la Catedral con la ilusión de ver el nuevo paso, y cómo la Cofradía de la Columna recibió en su casa de El Salvador al Cristo del Amor junto con sus Doce Apóstoles. Una nueva época se iniciaba en la tarde del Domingo de Ramos, pero siempre con el mismo mensaje, Jesucristo nos invita a pasar a su cena redentora y a través de ella se queda para siempre con nosotros. “Pan de vida y bebida de salvación” y nosotros te recibimos Señor, en esa plaza de Santa María a punto de desbordarse de almas que gritan al cielo ¡Tráenos Amor y Paz para el mundo Señor!, este mundo que está tan necesitado de ti, que anhela y está sediento de ti. “Paz a los hombres que Ama el Señor” Paz para tu Iglesia Señor que nos Regalas a tu Madre para que sea ese espejo donde mirarnos y a la que acudir cuando no somos los cristianos esperados. Puerta de la Catedral Ya Sale el Cristo de la Santa Cena Ante la dulce mirada De la Virgen Paz Que larga se hace la espera Tus hijos tu rostro anhelan, Cuando sales por la puerta Baeza Señora, te recibe entera. La luz del Domingo de Ramos se consume como un cirio sigiloso, pero no sin ver antes como florecen a los pies de San Andrés túnicas de terciopelo azul que quieren acompañarte para rezar contigo tu oración bajo ese árbol tan familiar para los que somos de esta tierra tuya, recuerdo esos momentos
de espera con la familia en la casa de mis abuelos, “se oyen los tambores ¿está pasando ya la procesión?”, pregunta el cabeza de familia, y viendo que cada vez el retumbo es más fuerte dejamos las cazuelas, los hornazos y los ochios sobre la mesa para acomodarnos en el que ha sido durante mucho tiempo nuestro sitio en la calle del Rojo, este hueco que año tras año te espera impaciente para escribir en las paredes de su memoria la oración de su Señor bajo el olivo de San Andrés, la cera derramada por los cirios de los nazarenos embaldosan el pavimento centenario para que tu hermanos costaleros te mezan al viento, para que paso a paso, bajes majestuoso por tu barrio y tu calle, y ahí te encuentro Señor, arrodillado y con tu mirada al cielo, tus ojos no mienten, se te ve angustiado y por un momento se enciende la llama de un sollozo y un ángel te brinda un cáliz de salvación que con tus manos entrelazadas asumes en llevarlo en el corazón. ¡Señor! en la calle del Rojo nos enseñas a rezar Y tus costaleros te consuelan con cada chicotá, Suenan sones de reo de muerte En las entrañas de tu calle Que ante cada levantá claman al cielo Que se haga tu voluntad! Apagadas las luces de los cirios de los nazarenos del Huerto en San Andrés y colocado el Maestro donde es debido llega en forma de silencio el Lunes Santo en Baeza, hasta 1980 no desfilaba ninguna cofradía por las calles de Baeza en este día, esos entusiastas animados por su fe en la que es la imagen más antigua de cuantas procesionan en la Semana Santa de Baeza, tuvieron la valentía de constituir una nueva hermandad, nutrida de la juventud de la ciudad, y con un carácter de silencio muy apropiado para acompañar al Cristo de la Misericordia. La juventud es un tema difícil en las cofradías baezanas, se dice que si en los tiempos actuales los
jóvenes no están implicados con la Semana Santa y con la Iglesia pero seguramente algo de culpa tendremos todos los que tenemos alguna responsabilidad, padres, sacerdotes, juntas de gobierno, cofrades en general, tal vez hayamos descuidado aspectos tan esenciales como la formación y la caridad que fortalecen la vida espiritual tan necesaria para todo hombre, han ido rebajándose ciertas prioridades fundamentales dentro de nuestras corporaciones, tal vez algo cegados por parecernos a lo que no somos ni seremos nunca, tal vez por pura comodidad o apatía, el hecho es que hay una carencia patente de unos principios y valores en nuestra sociedad, que pongan por encima de todo lo que más vale de una persona, su espíritu, su alma, anteponiéndolo al modo de vida que nos proponen unos pocos, que quieren robarnos nuestra identidad y nuestras creencias, quieren que no seamos dueños de nuestras vidas marcándonos caminos vacíos y que no llegan a nada, llenos de frustración y muerte, despreciando la vida espiritual, pero si nos deshacemos de nuestra vida espiritual como nos proponen, ¿Dónde queda el hombre? ¿Prescindimos de aquello que precisamente diferencia al hombre del resto de seres de este mundo? Este mensaje nos lo transmites Tú Señor cada Lunes Santo, colgado de un madero, y con tu mirada al cielo nos enseñas donde se encuentra la grandeza del hombre, en tu cara maltrecha y con gotas de sangre que exclaman perdón para los hombres porque despojados de su vida espiritual no saben lo que hacen, Señor no necesitas hablarnos, ya lo haces colgado en la Cruz, solo necesitas una mirada para darnos una enseñanza magistral de lo que es la Misericordia entre hermanos, es imposible no conmoverse cuando te miramos a esos ojos que derrochan Misericordia a los cuatro vientos, bendita Misericordia que brota de una muerte anunciada y que tú no rechazas, enseñándonos que hasta la muerte hay que ser misericordiosos, que es preferible ser juzgados injustamente antes que impartir injusticia, porque
tu Espíritu Señor es señal de vida, por eso, esos jóvenes quisieron elevarte al cielo para que con tu mirada pudieras hablarnos al corazón, corazones de cofrades y de cristianos, a los corazones de hombres, mujeres y niños que esperan una señal para elegir tu camino y seguirte. Que difícil Señor es seguir tu ejemplo, que difícil es a veces perdonar a nuestros hermanos y amigos, que difícil es amar a nuestros enemigos, porque eso es lo que haces Tú cada Lunes Santo Señor. “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”. El silencio se hace presente en Baeza Ante una escalera que ora Por la presencia de una cruz Con clavos y con corona Silencio en La noche del Lunes Santo Que Jesús está clavado Al filo del arrebato Eres todo Misericordia Jesús del Lunes Santo. Cuando los versos del Miserere que reclaman nuestro perdón quedan atrapados entre las columnas de la Catedral y paulatinamente se van escapando para llegar al cielo para ser escuchados por Dios Único allá en la morada del Padre, el sonido de una campana que suena a muerte nos invita a acompañar una nueva cofradía en las calles Baezanas. La noche del Martes Santo vierte una sombra en Baeza y el guión se inicia con el retumbo de un bombo de tristeza, una luz asoma por la puerta de San Antonio, y sobre sus manos y hombros aparecen ellos, cargadores y hermanos cofrades en absoluto silencio que hacen acto de presencia abrazando la Buena Muerte de nuestro Señor Jesucristo. Jesús ha muerto (túnica negra), y su sangre ha sido derramada por el perdón de nuestros pecados, (capirote color guinda), entonces, dime hermano, ¿Cuánto pesa ese Cuerpo Inerte pero a la vez tan lleno de Vida? ¿Cómo puede ser la Muerte algo Bueno? La muerte hasta tu llegada había sido espécimen de tinieblas, de dolor y sufrimiento, y con tu Muerte, liberas al hombre de su
condena perpetua para compartir tu resurrección, tu alegría y tu llama de infinita vida, pero antes hermanos, debemos cruzar la puerta, porque eso es la muerte para los cristianos, la puerta que nos llevará al paraíso prometido y que los que somos de Dios sabemos y esperamos. Tal vez no sea la Cofradía de la Buena Muerte de las más numerosas de Baeza, pero no por ello el resto debe obviar el buen trabajo que la cofradía ha realizado a lo largo de estos años en cuanto seriedad en la calle convirtiéndose en todo un ejemplo de lo que debe ser una estación penitencial, o fuera de ella en defensa de la vida y de la Iglesia, prevaleciendo más la calidad que la cantidad. Enhorabuena por tanto a los hermanos de la Buena Muerte que acompañados de Cristo muerto defienden la vida de los inocentes, de los no nacidos, porque tenemos derecho a vivir, a vivir en Ti Señor, que nos regalas tu muerte para darnos la vida. Callejones viejos de Baeza Un Cristo veis morir por la vida Y Manteniendo la entereza Tus piedras arrepentidas Quiebran por crudeza Lamentando una mentira Que desgarran en tristezas Un día más ha transcurrido en nuestra querida Semana Santa, y a partir de entonces el tiempo deja de medirse en días, horas y minutos, para contarse en un suspiro fugaz que nuestra memoria intenta no dejar escapar. En estos tres días desfilarán la mayor parte de los pasos de nuestra semana grande, días sin tregua ni pausa apenas para reponer un poco los pies algo cansados y magullados de tantos pasos dados para poder ver
salir o encerrarse algunas de nuestras cofradías. Es inevitable preguntarse cómo es posible que ante los pocos habitantes que posee Baeza, todo salga a la calle con el mejor esplendor posible, y es que si bien es cierto que son muchos los que llevan en el corazón a su Cristo o a su Virgen, son muchos menos los que llevan durante todo el año el peso no solo de la Imagen de su Señor o su Madre, sino el peso de la historia viva de su cofradía, son estos hermanos los que con su esfuerzo y dedicación hacen posible que cuando llega el momento de la salida y se abren las puertas del Templo, El mensaje de Cristo y de su Santa Madre pueda estar un año más en la calle, son ellos los que hacen posible que la mirada de un Cristo que está dando su vida por nosotros no se quede entre las paredes de una capilla y además son fácilmente reconocibles, porque ante el impedimento de estar en la calle por las inclemencias del tiempo no derraman su lluvia de lágrimas baldías, pues saben que comparten el día a día la mirada de Jesús y de María , alimentando su fe y enriqueciendo sus vidas mientras les cuentan alguna de tantas historias vividas en esos días, como bien decía un buen amigo mío, ¡me podrán faltar mis titulares el día de la procesión, pero no el resto del año! Mi mayor reconocimiento y fuerte abrazo por tanto a todas aquellas personas que día a día ponéis lo mejor de vosotros mismos para que siga brillando tan resplandeciente nuestra Semana Santa, porque la hacéis grande A Mayor Gloria de Dios. El reloj marcar las 6 menos cuarto de la tarde, plaza de El Salvador, las puertas de la Parroquia abren sus puertas, comienza el Miércoles Santo en Baeza, el Stmo. Cristo de La Columna asoma por el dintel del arco románico con sus manos entrelazadas con paso pausado y tez serena, camina entre los presentes portado por su cuerpo de cargadores y recibiendo un severo e injusto castigo, su sangre empieza a ser derramada por su cuerpo y cae al suelo ante la feroz mirada de un sayón extasiado y un romano que trenza una corona impropia de un Rey que nos anuncia la inevitable tragedia que se ha de cumplir.
Jesús recibe uno y otro latigazo y estos hacen por no desprenderse de su cuerpo maltrecho, y ante un azote desmedido rompen a llover lágrimas por las mejillas de una madre llena de Amargura con el corazón herido aunque llena de Salud y de Esperanza, y así durante 25 años. ¡Qué dolor más grande Señora! Quién fuera pañuelo Para secarte las lágrimas Caídas desde tu cielo Madre nuestra y purísima Déjame ser tu consuelo Que la muerte de tu hijo se aproxima Y ya se advierte el madero. La llegada al templo nos anuncia el final del caminar del penitente, el final de la agónica flagelación y la despedida abarrotada en la plaza de El Salvador, espera ahora la Saeta al compas de un gélido tambor para anunciar al pueblo la condena del Redentor. La madre prosigue su recorrido hasta llegar a su casa de Hermandad, y se escuchan las últimas instrucciones gritadas por el capataz, una última levantá con destino al cielo, para los que ya no están, con dedicación para aquellos que cada miércoles te subían al cielo y ahora son candeleros en tu paso celestial.
¡Aunque me canse! ¡Aunque no pueda! ¡Aunque reviente! ¡Aunque me muera! ¡Arriba con Ella valientes! ¡Todos por igual! ¡Al cielo con Ella! ¡A este!
Cuando la noche se deja caer en la tarde del Miércoles Santo, son pocos los huecos que se pueden hallar entre la multitud reunida en la calle de la Magdalena para ver salir, la que es sin duda la joya escultórica de nuestra ciudad de Baeza y de la que tan orgullosos nos sentimos los baezanos , Jesús de la Caída un año más es llevado por sus hermanos de la Caída ante un pueblo que lo quiere, que le reza y le pide que le escuche, es imposible no llenarse de emoción al ver pasar la dulce mirada del Cristo caído cargado con su Cruz, es indescriptible como abraza esa impresionante mano el madero cargado de nuestros pecados, es como si la imagen fuese a cobrar vida en cualquier momento, esperando que haga un gesto que nos redima y que nos demuestre que realmente está ahí arriba llevado por sus costaleros. La música de capilla es triste, evoca la soledad propia de un reo que está a punto de morir, llegando al fondo de nuestro ser, uno cuando levanta su mirada al Señor solo puede inclinar su cabeza pues en ese mismo instantes es imposible no reconocerse como pecador y culpable de esa caída de Cristo.
Tu mano ha caído al mundo Y tus rodillas maltrechas Reflejan un dolor esquivo Del que Baeza es testigo Ante un Jesús que ha caído Por el peor de los castigos Tras el Señor, una madre llena de Gracia y Esperanza, nos extiende su mano con el movimiento que solo una gran cuadrilla de costaleros sabe impregnar al paso de la Señora, bambalinas al viento que besan con suavidad y elegancia los balcones de la calle Sacramento, balcones que pintan de verde esperanza cada año sus caras para florecer de nuevo al paso de la Señora en cada Semana Santa. El cansancio empieza a llamar a las puertas aunque estemos en la mitad de la gran Semana de Pasión, es mucho lo vivido hasta el momento pero aún queda mucho por vivir. Amanece en Baeza y los pájaros de la mañana cantan su Salve al Lucero del Alba con ese aire puro que corre por el valle del Guadalquivir y que se arrodilla para ver salir de su casa de hermandad a María Stma. de la Trinidad. Nuestro Padre Jesús del Rescate sigue preso en la Iglesia de los Trinitarios Descalzos hasta que la Banda de CC y TT del Amarrado de Ávila, fiel a su cita, alcanza la plaza y Jesús con sus manos atadas nos da su Bendición ante el ojo del Dios, Padre y Espíritu Santo, su túnica roja iluminada nos recuerdan que tres son los Jueves brillan más que sol. Todo es distinto en la mañana del Jueves Santo, si alguno aún no había alcanzado esos estremecimientos que se reviven cada Semana Santa, cuando contemplas al Cristo del Rescate Majestuoso, con sus portadores rozando la excelencia y con paso elegante, por la calle San Pablo, San Juan de Ávila, Plaza de Santa Cruz o Plaza
de Santa María, no hay duda posible, el ambiente, el intenso olor a incienso, cirios que derraman su cera en el pavimento empedrado, sones llenos de sentimiento, una saeta desde un balcón, rosarios que cuelgan de historia y tradición, Santos Oficios, es Jueves Santo en Baeza, día de excelencias y majestuosidad, día del Amor de Dios. Una frente ensangrentada Marca tu sufrimiento Y con tus manos atadas Calmas al espíritu sediento Te sigue un lucero del Alba A orillas del desaliento Que dirige su mirada Al azul del firmamento. Una marea de personas invaden la plaza de Santa María para despedir al Señor y la Virgen, durante la mañana hemos presenciado un juicio corrupto que responden únicamente a intereses y ambiciones del hombre manchados por la envidia, el egoísmo y el poder, creyéndose está a la altura de mismo Dios, alejado de la verdad y la justicia, es curioso, como esa gente congregada en la plaza que bendecía al Señor en el Domingo de Ramos, en poco tiempo pasa a gritar ¡Crucifícalo! Esa gente de algún u otro modo somos cada uno de nosotros, que utilizamos a Dios según nos conviene, cegados por intentar ser nuestros propios dioses. “El Camino del cielo es la humildad, ella es principio de todo Bien” Son palabras que recogen los estatutos fundacionales de la Cofradía de la Humildad de nuestro Señor Jesucristo, y estas son llevadas a la máxima expresión en la impresionante talla del Cristo de la Humildad, que serenidad, con su cabeza ligeramente inclinada, nos adentra en lo que ha sido una constante en la vida de Jesús, siendo Dios se hizo hombre, pero no cualquier hombre, hombre pobre, hijo de un simple carpintero, mantuvo 30 años de su vida oculta, y cuando aparece solo es para hacer bien y llenar nuestras vidas de esperanza, por ello es condenado, humillado, insultado y coronado de espinas como rey de los humildes, que no nos
engañen los oros de su trono, que no nos engañen los bordados de su capa purpura, ni el oro de su corona, o los remates de su cetro celestial, mirad su cara, se burlan de Él y lo golpean, pero aún así no hay odio en sus ojos, sino una llama de amor que se alimenta de la Humildad del verdadero amor de Dios. Señor quiero desatarte De ese pueblo condenado Con mi capa arroparte Que los tuyos te han abandonado Y con mis manos esa corona quitarte Por unos romanos coronado Y de tu sufrimiento liberarte Que por amor nos has salvado. La tarde del Jueves Santo en Baeza, es tarde de mantillas, tarden en la que la guapa baezana acompaña a nuestra madre del Rosario, luciendo la peineta y la mantilla
española, portando una sencilla vela y un rosario entre sus dedos, hacen que María no se sienta sola en el caminar tras su hijo, tradición que por desgracia poco a poco va menguando y que sería bueno mantener viva, pues son reflejo de quienes hemos sido y de quienes somos. Esplendorosa irá nuestra Madre mecida por primera vez por sus hermanos costaleros, algo que esperan poder ver pronto todos los baezanos, mucha suerte a esos costaleros que están poniendo todo su entusiasmo para que la Virgen del Rosario vaya como se merece. Plaza de Santa Cruz, la tarde está mediada y una saeta al viento envuelve a un Cristo que acaba de ser crucificado en la Cruz en un monte al que llamaban Gólgota, es el monte Calvario, ese lugar era el elegido para crucificar a Cristo, temible lugar para decidir el destino de la humanidad, dos ladrones le acompañan en la oblación, uno a la diestra y otro a la siniestra, la hora se acerca y las heridas aun están frescas, se deslizan sosegadas por las manos y los pies de nuestro Señor, su costado aún no ha sido abierto, pero el cansancio empieza apoderarse de la vitalidad de Jesús, a Cristo le cuesta levantar su mirada, la respiración cada vez se hace más difícil y la hora del desenlace se acerca, algunos conscientes de lo que se nos revela imploran misericordia reconociendo que han pecado, otros en cambio llevados por su desesperación y falta de fe lo increpan, se reparten su túnica sagrada, y cuelgan del madero un letrero que recuerda que es un Rey de Judíos, ¿quiénes somos cada uno de nosotros en el monte del Calvario cuando cada día Cristo es crucificado?
“Yo, te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso” Las puertas de tu Reino abres A quien de corazón se arrepiente Y con tu semblante Darás muerte a la serpiente A tus pies una madre abatida Es reflejo de Amargura Y con su mirada perdida Sigue llena de hermosura Aún recuerdo como si fuese ayer cuando una vez entrada la noche, subía a casa de mi abuelo materno para ver pasar la Cofradía de la Sangre y la Fervorosa, cuando aquellos nazarenos se dejaban entrever por la calle Gracia, apenas iluminada por unas farolas que como si estuvieran cansadas o conmovidas por la Muerte del Señor, rebajaban su luz hasta tal extremo que apenas dejaban ver la silueta del Cristo de la Salud, me trasladaban a la Jerusalén de hace dos mil años, y presenciaba la mejor de las catequesis, para mí, subir a ese balcón, era subir al monte del calvario, lleno de claveles rojos empapados de la sangre redentora que brota del costado de un Jesús que ha entregado su corazón y su vida por amor a los hombres, al ver esas túnicas blancas con capucha y peto negros era como ver auténticos verdugos de Cristo, la penetrante humareda de incienso se encargaba de crear ese marco histórico que se adentraba por mis ojos casi vidriosos, que siempre te habían visto colgado de esa pared blanca inmaculada en San Andrés, es en esa capilla es donde comencé mi catequesis de
preparación para recibirte en tu comunión, siempre me has llamado Jesús desde tus clavos y tu costado, siempre con tu herida sangrante y tus pies heridos, abres tu corazón para recibirnos, tu mirada se llena de sosiego y alivio por saber que con suma perfección has conseguido tu misión de salvación. Que grades eres Señor de la Salud, La Sangre de Cristo, Sangre de Baeza. Cirios negros calle rojo abajo Sangre derramada en san Andrés Salud espero de ti cada año Para poder volverte a ver La Cruz ya no es tortura Quedando llena de salud y de vida Impregnada de sangre es ternura Para ser siempre divina “Fervorosos, al cielo con Ella” Suena el himno fervoroso en la noche del Jueves Santo cuando María es subida al cielo por sus horquilleros, el luto pasa para quedarse en la noche del Jueves Santo con su intención de dilatar su sufrimiento, el rostro de la Madre de Dios, que llora desconsolada se deja ver ante la suave luz que proporciona una candelería encendida y colocada con mimo cada año en su paso de palio, tus portadores son tu guardabrisas que te protegen de todo mal durante tu estación de penitencia, las bambalinas de tu palio no dejan entrar nada que rompa tu pureza, solo te queda tus Siete Dolores y Mayor Traspaso, Fervorosa de Baeza , la noche del Jueves Santo es instante
tuyo y solo tuyo, momento efímero y frío que recorre tu ser y que se exhibe en tus rostro centenario, ¿Cuántas oraciones habrás escuchado Madre Fervorosa?¿Cuantas lágrimas habrás visto caer por la emoción al verte pasar?¿Cuántas promesas realizadas? ¡Siempre irás acompañada por Baeza Señora! Porque eres la Madre de Dios, Madre nuestra, Vida y Dulzura y Esperanza, a Ti llamamos los desterrados, a Ti suspiramos en este valle de lágrimas, Abogada nuestra, ruega por nosotros los baezanos para que seamos digno de alcanzar las promesas del Hijo de Dios. Yo vengo a pedir tu mano, golondrina de mis penas Para saberme en tu guía, peregrino por veredas Que a Ti devuelven mis pasos, y a tu amargura me acercan Yo vengo a mirar tus ojos, para que tus ojos vean que mi corazón no olvida Lo que en el tuyo se encierra, yo vengo también María A pagarte muchas deudas y a llevarme nuevamente la esperanza que tu alientas Que Dios te Salve María, Fervorosa de Baeza Estrella del Jueves Santo, amantísima Azucena Y llegó el momento, escalofríos recorren mi cuerpo cuando cada año vivo Sueños de madrugada que se repiten por primavera cuando tú me llamas, mis ojos abren a una nueva madrugada y los recuerdos a borbotones mi cabeza atrapan, mi guía siempre lo tengo presente en esas horas, pues se que me acompaña porque me llama a cada hora donde el pensamiento no engaña. ¡Pasa! Que tú desde el cielo y yo desde suelo somos en esa noche una sola alma, Gracias a ti de la mano de tu nieto empecé mi comienzo, Yo desde el suelo y tú desde el cielo, Esa Cruz que tanto pesa no la llevo solo, A tu Cristo y a María por las calles de Baeza yo les rezo, Para que cada madrugada tú desde el cielo y yo desde el suelo A tu Cristo de la Vera-Cruz puedas verlo.
Se acaba la espera, ya son casi las 5 y media, las puertas de Santa Cruz están a punto de abrirse, tu cara es un poco más trágica en estos momentos previos cuando solo son tus candelabros de cera son los que te iluminan tu dolor, cargado y con tu Cruz a cuestas, llevas coronado de espinas desde el Viernes de Dolores esperando en tu magnifico trono dorado, ¡crucero!, llegó el momento de tomar tu Cruz y seguir a Jesús, se de tu esfuerzo y tu fortaleza, pues es más cómodo quedarse durmiendo, ¡costalero! ponte tu faja y prepara tu espíritu que el Señor de la Vera-Cruz está a punto de caminar, monte de claveles rojos pisan tus pies desnudos, ¡llama ya el capataz!, “A este nos vamos valientes” y el paso alcanza unas dimensiones insospechadas para que Jesús camine hasta la puerta románica de la que siempre será su casa, unos pocos valientes te esperan en la fría madrugada, caminas sobre los hombros de tus costaleros, tu cara vuelve a iluminarse con una nueva luz ante los ojos de la gente que con paciencia te esperan, bocinas espinaqueras rompen con su sonido estridente el silencio de la noche clara y anuncian con rajada que pronto serás calavera ¡un poquito más valientes, ya está casi fuera! El esfuerzo ha merecido la pena, con una levantá un año más Jesús, vuelves a caminar.
Déjame Señor que yo te mire para llevar tu Cruz, Que de tus heridas veo brotar sangre redentora, Que en tus ojos veo mi salvación, Que en tu boca entre abierta puedo palpar tu dolor, Que en tus benditas manos siento tu calor Y con tus pies desnudos nos guías en tu amor Déjame Señor que yo te mire para llevar tu Cruz Esa que por mi abrazaste Esa que por mí sufriste Esa que por mí amaste ¡Para morir Señor! Por amor, ¡Solo por amor! Déjame Señor que yo te mire para llevar tu Cruz Que si mueres por mí cada día Quiero llevar mí Cruz Para ser fiel a tu guía Por amor Señor, ¡Solo por amor! Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Que emoción más grande me haces sentir cada madrugada, pasearte por las calles de Baeza sobre mis hombros es la experiencia más bella que he podido tener y sentir como cofrade, pero no necesito verte en la calle para sentirte cerca, siempre me has acompañado Virgen de la Aurora, nos hemos ido conociendo poco a poco en estos años
y ahora cada día que pasa te necesito más cerca de mí, cuando estoy a punto de acompañarte y ser por unas horas tu costalero, siempre acompañada por el discípulo amado, has estado constantemente cerca de mí, dándome ese apoyo que nos falta a veces, subiendo mi ánimo, fortaleciéndome en esos momentos en el que uno piensa que se siente superado y es que en la madrugada del Viernes Santo me has mostrando siempre tu cariño, con Caridad , con tus ojos llenos de Paz, derramando tus Lágrimas por tus rosadas mejillas, con esa Gracia tuya tan especial, con tu Esperanza, siempre fiel al Padre, Hijo y Espíritu Santo, con tu Rosario en las manos y tu rostro repleto de Amargura, con tu corazón traspasado y tu pecho lleno de Fervor, Amargura de los que se llenan tus suspiros cuando hasta cinco veces el corazón se te llena de Angustias, y que tras la muerte de tu hijo se llenan de Dolor. Aurora es tu advocación, pero madre de Dios y de Baeza solo hay una, Virgen del Alcázar Reina de San Andrés, de san Pablo y el Salvador, tu eres y serás siempre Madre de baezanos, Madre del Redentor. Aurora eres, guía de Cruceros En Santa Cruz te espero Para vivir un viejo sueño Que es ser tu costalero Te llevaré sobre mis hombros Con cariño y esmero Floreciendo tu rostro en la mañana Con tu amor iluminas mi cielo Tu hermosura me atrapa Y llegar a casa no quiero Pues mi sueño se acaba Que es ser tu costalero Quién lo diría, pero sin darnos cuenta ya estamos en Viernes Santo, vuelven a resonar nuestros misereres tras el Señor de Baeza, Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Cruz de Santa Elena a cuestas vuelve a estar en la calle un año más, su destino la catedral, y su bendición en el templo mayor nos dará. Después espera esa ceremonia tan especial
en la plaza principal de la ciudad, los asistentes se convierten en esos momentos en el pueblo judío que acompaña a Cristo en su camino al Gólgota, una mujer sencilla hace acto de presencia, la Santa Verónica llena de fuerza y fe consigue llegar a Jesús y enjaguar su rostros a pesar de que el nazareno es custodiado por la escolta romana, el sufrimiento de María es palpable al ver que su hijo se dirige a la muerte, “Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos.” Lc 23, 27-31. ¿Por qué caminas Señor? Si es la muerte quien te espera, Qué fuerza tendrá tu corazón Que tu vida entregas entera. No llores por tu hijo María que a pesar de tu dolor La llama de Jesús seguirá viva Porque es el hijo de Dios El cielo comienza a nublarse, ya son casi las 3 de la tarde sobre la espadaña de San Pablo, todo está a punto de consumarse y Tú sigues ahí colgado con tus brazos abiertos
al mundo, déjame que te ayude Señor a levantar tu cuerpo para que una nueva bocanada de aire puedas inspirar, solo son 3 clavos los que te sostienen a esa Cruz que has aceptado como tuya, pero Tú ya no puedes sostener nuestros pecados un instante más, tus manos después de las horas apenas sangran ya y la carne empieza a desgarrarse, que agónico momento debiste sufrir en esos instantes, cuando ves que estás abandonado, que son tus propios hijos los que te llevan a este sacrificio, que desean y esperan que entregues tu espíritu en ese madero, que angustiosos momentos cuando te invade la asfixia, cuando te falta un poco de aire para quedarte un poco más con nosotros, ya no importan tus heridas, no importan los insultos ni las injurias, los recuerdos de estos 33 años al lado de tu Bendita Madre llegan a tu cabeza en un efímero soplo, “¡Dios mío!, ¡Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?” “Tengo sed” “todo se ha cumplido”, ”Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu” y su vida de forma tan sencilla llega a su fin, es la última expiración de Emanuel, Dios con Nosotros, la ciudad te mira, esperando que aún haya un suspiro más, un aliento más, una nueva expiración que aún nos redima.
Tres son los clavos que te sostienen a la Cruz De tinieblas se cubre el cielo que miras Y cuando tenue se vuelve la luz Tu fuerzas te abandonan y con un grito expiras No te vayas de nosotros todavía Que necesito sentirte cerca Que se nos muere en la Cruz el Mesías Y con su expiración nos abre su puerta Quién me presta una escalera Para subir al madero, Para quitarle los clavos A Jesús el Nazareno Ritual que cada año se repite en Andalucía y Baeza, hay que colocar las escaleras con cuidado sobre el paso y apoyada sobre la Cruz de Salvación, hay que subir a Nicodemo y José de Arimatea para que desciendan el cuerpo ya sin vida del Señor, es extraordinaria la evolución que ha sufrido la hermandad desde que aquel año 96 se decidiera a afrontar un proyecto ambicioso de renovación de su grupo escultórico por no ser posible su restauración y que empezó a ser una realidad en ese año 1997, me vienen a mi cabeza multitud de recuerdos, como esos faroles de mano que portaban los hermanos, y ese olor a incienso que era distinto a todos los demás de entre los que podíamos oler durante toda la semana, era exclusivo de las Tres Marías, he de reconocer que no era de mis preferidos pero hacían diferente y
única la tarde del Viernes Santo, la cual hacia por echarse a dormir poco a poco y muchas veces podíamos verlas acomodándose en ella nubes dispuestas a deslucirlo todo, otras veces el cielo despejado permitía que la cofradía anduviese con toda tranquilidad en una buenísima tarde soleada por la calle San Pablo , creando un marco de ambiente que te invitaba a quedarte y a querer nuestra Semana Santa. Recuerdo también esa banda de cornetas y tambores que tocaban como nadie la marcha de La Saeta, era el inicio de nuestras agrupaciones musicales y de la llegada de los nuevos aires en los sones semana santeros en Baeza. Que recuerdos, la tarde del Viernes Santo es triste por naturaleza, porque ha muerto Cristo, porque lo que todo un año hemos anhelado y deseado que llegase se termina, porque cuando cerremos nuestros ojos y cuando de nuevo los abramos tocará recoger lo que en su día con tanta ilusión estuvimos preparando. El sufrimiento de Cristo ha terminado. Tres Marías la consuelan, Solo Juan sigue a su lado, Alguien pide una escalera Y el cuerpo de Cristo es bajado Ya desciendes de tu condena, Tu madre a tus pies te espera, El corazón se le llena de pena Y de Quinta Angustia se queda. Ya tienes a tu hijo en tu regazo María, por fin puedes abrazarlo, tus ojos intentan despertar al Señor que
caminó entre las aguas, que convirtió el agua en vino, o el que multiplicó los panes y los peces. Pero sus ojos no se han de abrir hasta el tercer día, tu beso en su frente está lleno de amor, de cariño y de perdón, no hay rencor en tus ojo, solo hay dulzura en las lágrimas que emanan de tus mejillas, en tu toca esculpida, o en tu magnifica aureola, que imagen más triste y a la vez tan llena de belleza, tu mano intenta coger su brazo marcado por el acero de los clavos, como si aún tuvieses la esperanza de volver a sentir su latido vivo, sigues con el anhelo de que te regale una última mirada, una última palabra, una última esperanza. Y así lo supo entender un pueblo que desde hace varios siglos cada Viernes Santo acompaña a la Virgen de las Angustias, madre no hay más que una, siempre cargada de sufrimientos y preocupaciones por el hijo que está ausente. Luto riguroso por las calles de Baeza La luz de la cera queda encendida En las manos de una madre Que por ti daría su vida Tu rostro huele a jazmín y azucena, Cuando tu hijo entre tus brazos De tu ternura se rodea Y se queda en tu regazo Un año más el trágico desenlace no ha podido evitarse, los hijos de Baeza acompañamos al Señor en su última morada, hacia ese sepulcro nuevo que te recibiría con la esperanza de ver tu Resurrección. Cuando vemos bajar al Cristo Yacente por la Cuesta de San Felipe Neri, con su cuerpo de horquilleros haciendo un brutal esfuerzo digno de reconocer, se nos vienen a la memoria numerosos recuerdos de esos ensayos de costaleros, esas convivencias en las casa de hermandad, esos café que olían incienso en esas tardes de primavera, de mucho esfuerzo y dedicación, anécdotas con los amigos, el sonido de los tambores aún repican en nuestros oídos, o los sones de las bandas, el rachear de los pies de los costaleros, esos comentarios en el foro, noticias y actos, besamanos, triduos, la luz de la cera encendida grabadas en nuestras retinas, colores que toman vida en las telas de nuestras túnicas, recordamos que hace solo unos días recibimos al Señor en su entrada en Jerusalén, lo vimos
como establecía su alianza nueva y eterna con los hombres, vimos como nos enseñaba a rezar y a ser fieles a Dios, nos enseñó en qué consiste la misericordia, lo vimos entregar su muerte a cambio de nuestras vidas, nos mostró cómo deben afrontarse las injusticias, a saber caer para luego volver a levantarnos, a ser libres aunque nos aten las manos, o como alcanzar la humildad para subir al cielo, nos abrió las puertas de su paraíso derramando su sangre sin dudar, y nos entregó a su madre para protegernos del mal, lo vimos más humano que nunca cuando necesitó de la ayuda de un campesino para cagar con la Cruz, o cuando siguió tirando de ella para
llegar hasta el final aunque sufriera mucho más, le vimos entregarse a Dios en su expiración, o bajar de la Cruz por quienes no se escondieron, le vimos en brazos de su madre llena de Angustia para descansar de una vez por todas de tanto sufrimiento. Hablar del Santo Sepulcro es hablar de la HISTORIA de la Semana Santa de Baeza, y su historia siempre nos ha mostrado como Baeza se hace una sola cofradía esa noche, los corazones están afligidos y cada retumbo de la parca es como un puñal que se clava cada vez más adentro, y es que Baeza no soporta estar por unas horas sin su Dios, Aquél que te mira cuando estás a sus pies o que te escucha cuando lo necesitas. Qué difícil es transmitir con palabras la cantidad de emociones y sentimientos que me invaden al ver pasar la Cofradía del Santo Sepulcro al son de la marcha “María de los Dolores” cada Viernes Santo sin darnos cuenta, somos escritores y continuadores de la larga historia de nuestra querida Semana Santa, y eso son palabras mayores, de ahí nuestra responsabilidad. Ahí tenéis al Redentor Con su piel pálida y sin respiración Que ha muerto por mi pecador y a Baeza deja en desolación De luto se viste la noche Al pasar María de los Dolores Puñales que se clavan en derroche Ya solo alcanzamos a escuchan unas dulces campanillas en este sentenciado Viernes Santo, con ese aire que bofetea nuestro rostro y que nos evita caer rendidos, el frió se cuela por nuestros pies y nos hace por momentos tiritar, entonces buscando un rincón donde poder cobijarnos, para poder ver una hermosa flor, tan pequeña y delicada, sobria y elegante como Ella sola, y entre tanto rompe un llanto entre el silencio que moja los adoquines de unas calles que ya solamente suenan a cera derramada, a las bambalinas de tu palio les cuesta moverse como si no quisieran interrumpir tu Soledad, llena de belleza caminas Señora, pero déjame que demande tu perdón, porque son mis pecados los culpable de tu dolor.
Que sola vas María Cuando te veo pasar en Soledad Aunque la noche es amarga y fría Tú la llenas de claridad Saliste por puerta Inmaculada Dando ejemplo de piedad Por Baeza siempre acompañada Reina y Madre de la Soledad
De pronto se hizo una luz entre la oscuridad de la Vigilia Pascual y un ángel bajó a recibir a su Señor, la piedra inerte quitó y sobre ella se sentó. Ahora todo cobra sentido, ahora todo tiene su razón, es motivo de nuestra alegría, motivo de nuestra esperanza, que día más grandioso, Jesús se manifiesta en todo su esplendor como verdadero Dios, ¡Jesús Ha renacido en San Andrés!, que no nos duela la boca de anunciarlo, de nuevo volvemos a tener a Jesús entre nosotros, tocan las campanas, el cohete de gozo se llena cuando en el cielo explota y llega la buena noticia, los ángeles cantan, una sonrisa se nos escapa y el alma de alegría se nos llena cuando cantamos alabanzas, porque vuelves a la vida victorioso de la muerte, ya no hay nada que temer, que emoción más grande tenerte Señor de nuevo con nosotros, que emoción para los que tenemos fe, ver como la salvación es posible, a través de esa imagen que se eleva de su sepulcro, que bella imagen salió de las manos de Amadeo
Ruiz Olmos, la dulzura de su rostro siempre consigue aliviar mis pesares y reanimarme, lo haces cuando estoy sediento de fe y te miro, eres tu Señor la vida entera de este pueblo que vive para ti. Baeza se llena de alegría Cuando de nuevo ve a su Señor Que por amor nos dio su vida Y al tercer día, Resucitó.
El domingo es una fiesta de encuentro con el Señor Resucitado y con la emotiva y conmovedora imagen del Niño Jesús. El pueblo siempre le ha demostrado su afecto y cariño a esta imagen de la infancia de Jesús que se deja querer y ser amado. El año pasado tuve la suerte de poder tenerlo por unos instantes entre mis manos y me dejó impresionado por la fuerza y ternura con la que te atrapa esa cara de chiquillo, parece que nos llama sin hablar, la inocencia de sus ojos se clavaron en los míos y me recordaron la inocencia de aquel niño que un día fuimos y que ha ido creciendo a lo largo del tiempo. Fiesta en la Tarde del Domingo de Resurrección, nos iremos a casa del hermano mayor, para recoger esos bizcochos y cumplir con la tradición. Déjate alimentar de la inocencia de Jesús, y desparramaremos una lluvia de pétalos sobre su divina Cabeza, porque desde Niño ya era cabeza visible de nuestra Iglesia. Que emoción más grande Cuando te sostuve con mis manos Porque entonces me miraste y me dejaste cautivado Los balcones se llenan de flores Cuando pasas, Virgen de la Cabeza El domingo se pinta de colores Y la gloria se apodera de Baeza
¿Y ahora qué? ¿Todo se acaba aquí?, ¿volverán nuestras imágenes a sus capillas y hasta el año que viene?, como bien preguntaba un buen amigo mío, ¿somos cofrades de 50 días? Parece que nos enclaustramos en una pasión que sería infecunda si no fuese por la vuelta a la vida del Señor, por eso, desde estas líneas hago un llamamientos a todos los cofrades de Baeza para que participemos y nos volquemos con la vida del día a día de nuestras cofradías, que nos volquemos con la gran fiesta del Señor, la Vigilia Pascual y con la cofradía del Resucitado en la vuelta gloriosas de Jesucristo Nuestro Señor, ser de la Borriquilla, de la Expiración, de la Fervorosa o la Vera-Cruz, eso está muy bien, está muy bien llevar sobre nuestros hombros a Cristo en su pasión y a María en su dolor, ¡pero Señores! ¡qué mayor gozo para un Cristiano poder portar sobre sus hombros a Jesús Resucitado! , ahí lo dejo pues es algo que anhelo y os animo a ello, pero sobre todo que mayor satisfacción, privilegio y honor que poder llevar al Santísimo Sacramento sobre nuestros hombros, muchas veces pienso que se nos olvida la razón de todo esto y nos quedamos solo con el folklore o por lo menos reducimos esta gran fiesta cristiana a su mínima expresión y los motivos reales que deben movernos. A los que decimos que somos católicos y cofrades, que durante todo el año no pasemos desapercibidos, cuando veas a tu hermano en la mañana de resurrección dale la enhorabuena y tu abrazo más sincero, cuando llegue cada Domingo regala tu paz al que tengas al lado, llénate de caridad con el que te pida, cuando te ofendan que no te cueste perdonar, cuando soliciten tu ayuda no lo dudes y préstala, pues nos dice el Señor: “Toma Tu Cruz y Sígueme”, y eso mismo ha hecho este pueblo tuyo durante 600 años de historia viva. Volveremos con brío creciente, A luchar por tu antiguo esplendor Y reharemos tu fama ¡oh Baeza! Al servicio de España y de Dios.
Javier Ruiz Olivera Pregonero BaezaCofrade 2011
BaezaCofrade 2011