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Grupos políticos municipales................. 48 a
Balcei 195 mayo 2021
#alcorisasaleunida
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En el mes de diciembre del año pasado, el Servicio Jurídico de la Dirección General de Aragón emitió un informe en el que se establece de manera meridianamente clara que las Comarcas aragonesas únicamente pueden conceder subvenciones y ayudas al sector privado en las materias que sean de su competencia.
Con este informe, de apenas cuatro páginas, el Gobierno de Aragón impide que las Comarcas puedan conceder subvenciones a los municipios o a cualquier organismo público, poniendo en jaque la puesta en marcha de numerosos programas cuyo futuro, ahora mismo, pende de un hilo.
En el caso concreto de la Comarca del Bajo Aragón, va a desaparecer la subvención que se concedía todos los años a los Ayuntamientos más pequeños de la Comarca para que pudieran hacer frente a distintas actuaciones de mejoras en su localidad. Unos gastos que tendrán que ser asumidos por los propios municipios, haciendo encaje de bolillos para cuadrar unos presupuestos en los que sí que se preveía dicha subvención.
Pero más preocupante es, si cabe, qué va a pasar con dos de los programas culturales más consolidados en nuestra Comarca como son Bibliocom, programa que subvenciona la compra de libros y la realización de distintas actividades por las Bibliotecas Municipales y Culturalia, que financia actuaciones culturales por un valor de 2.000 € a cada pueblo de la Comarca.
Según la propia Ley de Comarcalización, las Comarcas son las encargadas de fomentar la lectura y la creación literaria, atendiendo a las demandas de las Bibliotecas Públicas, así como promocionar, fomentar y apoyar la difusión de la cultura en todas y cada una de sus manifestaciones.
Así pues, la mencionada Ley obliga a las Comarcas a proveer a las Bibliotecas de las herramientas necesarias para fomentar la lectura, al mismo tiempo que les impide subvencionar la compra de libros. ¿Quién tendrá que hacer frente, por tanto, a estos gastos? La respuesta es sencilla, serán los Ayuntamientos los que, asumiendo una vez más competencias que no le son propias, garanticen que las estanterías de sus Bibliotecas no quedan vacías.
Esta situación evidencia la gran incongruencia en la que incurre una Ley que, lejos de parecerse lo más mínimo a las Sagradas Escrituras, puede ser modificada en cualquier momento si las Cortes de Aragón, lo estimasen oportuno. Unas Cortes en las que, por cierto, están representados dos partidos regionalistas que, a su vez, forman parte del ejecutivo, cuya defensa de las Comarcas en este punto está brillando por su ausencia (luego nos intentarán convencer de que la culpa de todos nuestros males reside en Madrid).
Ahora bien, si la propia Ley de Comarcalización impide que las Comarcas concedan ayudas a los Ayuntamientos que las integran, si el Gobierno de Aragón ha emitido un informe que apoya esta postura, si las Cortes con mayoría de unos partidos que de cara a galería abanderan la defensa de la cultura y el aragonesismo no tienen la más mínima intención de cambiar el artículo de una Ley que se ha demostrado completamente absurdo y si van a ser los Ayuntamientos quienes tengan que asumir todos los gastos derivados de la incompetencia de las Administraciones superiores ¿para qué puñetas sirven las Comarcas?
Silvia Casas
Analista política y concejal de Alcorisa PP
Proyectos salvadores del medio rural
Desde que tengo memoria, todos los años se presenta un proyecto salvador del medio rural turolense. Por las mesas de los despachos de la Administración han pasado todo tipo de empresas que prometían la creación de cientos, a veces incluso miles de empleos en nuestra zona. Es cierto que hay casos de éxito, pero tras las experiencias fallidas, los ciudadanos se encuentran ojo avizor ante cualquier aviso de creación masivo de empleo en el territorio. Sus pueblos lo agradecerán.
Desde que se anunciara la instalación de numerosos parques fotovoltaicos en varias comarcas de Teruel ha sido constante el goteo de localidades que han mostrado su oposición a estos proyectos. Está previsto que algunos de estos molinos eólicos se ubiquen en lugares de alto valor paisajístico como, por ejemplo, la comarca del Maestrazgo. Si bien es cierto que es necesario contar con una transición justa para nuestra zona y apoyar la Agenda 2030, las dimensiones de estos parques eólicos han despertado dudas y preocupación entre algunos vecinos, asociaciones y plataformas.
Se calcula que la producción llegaría a 7.000 megavatios, lo que supone, según la agrupación de electores Teruel Existe, más potencia que entre todas las centrales nucleares de España. Por tanto, no sería necesaria tanta envergadura para cumplir con las necesidades de energía eléctrica que demanda el país. Es por eso que debería haber siempre un sí hacia las energías renovables, pero no de modo que un territorio despoblado sea servidor de las grandes urbes del país. Lucía Peralta, Independiente