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Involucrar a los clientes en la inversión social

Los niños son los que dispondrán de más años para realizar el cambio cultural, social y de conciencia ambiental que el mundo necesita imperiosamente”, postula José Aramburu, director general comercial de Orbis. Con este principio, la aseguradora se volcó a la construcción de nuevos espacios y a la remodelación de otros en el Hospital de Niños Ricardo Gutierrez, una obra que llevó más de dos años y un aporte de 4 millones de pesos en el que también participaron los asociados a Orbis. El Hospital de Niños es un ícono en Latinoamérica tanto en pediatría y en docencia, como en investigación de la salud. Pero el hospital no podía acoger a todas las familias en espacios acordes para acompañar a sus pequeños durante los tratamientos, sobre todo en enfermedades largas o complicadas. “Esta situación nos inspiró a colaborar tanto en la aparatología como en los ambientes necesarios, incluidos los espacios para las familias de los niños que deben internarse”, cuenta Aramburu. Desde Orbis se contactaron con la cooperativa del hospital y vieron que entre las necesidades principales estaba la de ampliar y renovar la sala de padres, mejorar la sala de rayos, refuncionalizar las plazas internas del Hospital, con nuevos circuitos y espacios especiales de contención y crear una nueva unidad de cuidados intensivos, entre otras prioridades.

Sumar a los asociados

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“Además de realizar un aporte económico desde Orbis Seguros buscamos involucrar a nuestros asegurados para crear conciencia de la importancia de brindar ayuda para las mejoras que el hospital necesitaba”, relata Aramburu.

“Les contamos a nuestros asegurados que con tan solo pagar su póliza mes a mes ya estaban donando una pequeña parte. También desarrollamos varios spots publicitarios y acciones de email marketing para lograr mayor participación”, comenta.

Así involucraron a más de 60.000 asegurados que aportaron durante dos años una pequeña parte de sus pólizas. La compañía duplicó lo recaudado para llevar adelante este proyecto único por su infraestructura.

Esto permitió restaurar la sala de padres de terapia intensiva, pensada para que las familias puedan acompañar a sus hijos en las internaciones y así hacer que la estadía sea lo menos traumática para el niño. “La sala se volvió a hacer de nuevo contando con todo lo necesario para poder vivir temporalmente allí.

Se sumó una cocina equipada para cocinar y comer, además de camas cuchetas para des cansar”, sostiene Aramburu. En la aseguradora más de 50 personas colaboraron con tiempo, ideas, iniciativas, contactos y seguimiento a este proyecto: “Aportaron el conocimiento de cada área (directivos, cobranzas, comercial, marketing y operaciones), pero por sobre todas las cosas, las ganas de ver concretado este maravilloso plan”. Con estos aportes el hospital sumó once habitaciones individuales para la internación del niño junto a un acompañante. También fue necesario contar con una nueva sala de máquinas de vacío y una nueva batería de tubos de backup de aire comprimido. Además se invirtió en tecnología para que el sistema de aire acondicionado central contara con condiciones especiales de filtrado y desinfección mediante radiación UV y extracciones de todo el servicio. “Trabajar por un objetivo solidario nos hizo fortalecer el trabajo en equipo y nuestra cultura organizacional y, con el pecho bien inflado, podemos decir que iremos por más, con el único propósito de ayudar a quienes más lo necesitan”, asegura Aramburu.

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