978-84-935591-9-9 Desencuentros Jimmy Liao
Jimmy Liao Nació en Taipei (Taiwán) en 1958.
978-84-935591-8-2 El sonido de los colores Jimmy Liao Abril 2008 / Cartoné / 21 x 25 / 128 páginas / 22 €
Septiembre 2008 / Cartoné / 15 x 20 / 176 páginas / 16 €
978-84-936185-3-7 Secretos en el bosque Jimmy Liao Septiembre 2008 / Cartoné / 15 x 20 / 64 páginas / 12 €
Abril 2010 / Rústica / 19 x 26 / 104 páginas / 18 €
978-84-937506-3-3 El sonido de los colores Jimmy Liao Abril 2010 / Rústica / 21 x 24 / 128 páginas / 18 €
978-84-937506-4-0 El monstruo que se comió la oscuridad Jimmy Liao & Joyce Dunbar
Jimmy Liao
Es licenciado en Bellas Artes. Después de una brillante trayectoria en el mundo de la publicidad, una leucemia le obligó a replantearse la vida: a los cuarenta años, abandonó su empleo en una agencia para dedicarse exclusivamente a escribir y dibujar sus propias historias, dirigidas tanto al público infantil como al adulto. A día de hoy, Jimmy ha publicado veintidós libros, que han sido traducidos al inglés, francés, alemán, griego, japonés, coreano y español, entre otras lenguas. Varias de sus obras, además, han sido adaptadas al cine. Sin duda, es el ilustrador asiático más conocido del momento. http://www.jimmyspa.com
barbara fiore editora
978-84-937506-1-9 Esconderse en un rincón del mundo Jimmy Liao
Luego apareciste tú. Y después nos separamos. Esperábamos la juventud, pero nos equivocamos el uno con el otro.
La noche estrellada
La noche estrellada
978-84-936185-2-0 Hermosa soledad Jimmy Liao
En aquella época, el futuro remoto era algo indefinido, no sabía qué nombre dar a mis vanas ilusiones. Solía estar sola, deambulaba por calles interminables, y cuando se levantaba el viento me sentía como la hojarasca. Contemplaba el cielo estrellado, deseando saber si habría alguien en algún lugar del mundo encaminándose hacia mí. Era como la luz, que va de una estrella a otra.
Jimmy Liao
Abril 2008 / Cartoné / 20 x 17 / 128 páginas / 22 €
Septiembre 2010 / Cartoné / 23 x 25 / 56 páginas / 15 €
barbara fiore editora
Dedicado a los niños que no logran sintonizar con el mundo.
©barbara fiore editora 2010 www.barbara-fiore.com editora@barbara-fiore.com isbn: 978-84-937506-2-6 depósito legal: GR-3994-2009 Traducción del chino: Jordi Ainaud i Escudero Impresión y encuadernación: JP Printers Sdn Bhd The Starry Starry Night Copyright © 2009 by Jimmy Liao Translation published by arrangement with Locus Publishing Company, Taipei. All rights reserved. Todos los derechos reservados. Queda prohibida cualquier forma de reproducción de esta obra, ya sea a través de una impresión, fotocopia, microfilm o cualquier otro procedimiento, sin la autorización previa por escrito del editor.
La última página del libro reproduce el cuadro del pintor holandés Vincent Van Gogh, La noche estrellada (De Sterrennacht, 1889). Óleo sobre lienzo, 73 x 92 cm. Colección permanente, The Museum of Modern Art, Nueva York. En varias páginas del libro, Jimmy ha colgado «copias» de cuadros: La noche estrellada, de Van Gogh (pp. 29 y 113), La tumba de los luchadores (p. 5), Los amantes (p. 9), El descubrimiento del fuego (p. 10 derecha) y La gran guerra (pp. 10 izquierda, 24 y 73) de René Magritte.
La noche estrellada Jimmy Liao
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A veces, el gatito se vuelve enorme.
Quiero a mi mamรก, y ella me quiere, pero no me entiende, y creo que yo tampoco la entiendo a ella.
Aunque tengo algunos amigos, siento una soledad indescriptible.
En la escuela no puedo evitar que me jueguen malas pasadas, pero yo nunca me chivo.
Aunque por fuera parezca fuerte, por dentro soy frĂĄgil. A veces no consigo comprender por quĂŠ soy tan rara.
Papá siempre está hablando por teléfono. Cada llamada parece una cuestión de vida o muerte. De todos modos, no tengo nada que decirle, igual que él tampoco debe saber de qué hablar conmigo.
A veces mis padres se llevan bien, otras discuten acaloradamente, y otras no cruzan palabra.
Observo a menudo las casas de la gente y todo lo que hacen.
Tiempo despuĂŠs de empezar las clases, el chico iba siempre solo a todas partes. Algunos niĂąos de la clase de al lado le tenĂan ojeriza.
Yo lo veía muy a menudo leyendo en silencio acurrucado en un rincón de la biblioteca, totalmente abstraído del resto del mundo.
No sé por qué, me lo encontraba constantemente, aquí y allá.
Daba la impresi贸n de ser tan raro como yo.
Pero yo era más afortunada que él porque sabía hacer magia.
Siempre que llovĂa, ĂŠl no llevaba paraguas y, al verlo correr solo bajo la lluvia, por algĂşn motivo, para mi sorpresa, me daba cierta envidia.
Siempre se negaba a que los demรกs le ayudaran, como si se encontrase a gusto alejado de la multitud.
Era como si estuviera en una especie de laberinto vegetal cuya salida no le importara encontrar.
Los dos salimos malheridos, pero pensé que después de aquello nadie se atrevería a meterse de nuevo con él.