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Bikaritzak
Alex Alonso, vicario territorial: “Tenemos un laicado muy entregado a nuestras comunidades”
El pasado mes de diciembre tomó posesión en la Diócesis el nuevo equipo de vicarios, formado por Kerman López, vicario general; Sergio Buiza (vicaría I); Miguel Vera (II); Fernando Marcos Ayjón (III y VII); Alex Alonso (IV); José Mari Kortazar (V); e Ignacio Fernández (VI). En Alkarren Barri nº 280 (diciembre 2021) publicamos una entrevista con el vicario general y ahora iniciamos una serie de encuentros con los vicarios territoriales -que comienza con Alex Alonso (IV)-, a través de los cuales podremos conocerles más de cerca y en los que nos hablarán de sus proyectos.
Alex Alonso es el nuevo vicario territorial de la vicaría IV, moderador de la Unidad Pastoral (UP) Oiz Anboto y párroco de Ermua y Mallabia.
Nació en Zaldibar hace 57 años e inició su recorrido eclesial en su comunidad parroquial “recibiendo el sacramento de la confirmación”. Desde ahí fue un proceso de incorporación a la comunidad cristiana, al territorio, a la Diócesis y después al Seminario Diocesano y a su ordenación diaconal y presbiteral “en la ordenación diaconal fui destinado a dos parroquias de Portugalete: la Sagrada Familia y San Cristóbal. En Portugalete estuve 13 años y en Ermua llevo 12 años. También fui consiliario del Secretariado Diocesano de Juventud durante varios años”. ¿Algunas impresiones de estos primeros meses como vicario territorial? ¿y en el equipo vicarial?
Es un equipo diverso, plural, pero muy receptivo, muy respetuoso y, en ese sentido, estamos también en una línea de aprendices. La mayoría somos nuevos y, entonces estamos como en una escuela, aprendiendo y, al mismo tiempo, en un taller de cómo ir realizando
esta tarea y recogiendo lo que muchos otros vicarios han realizado antes de nosotros, que han hecho muchas cosas y bien y eso lo tenemos que agradecer y lo valoramos y lo recogemos. En general, el actual equipo de vicarios, siendo diverso y siendo plural, creo que vamos empastando. Me gustaría destacar la novedad del Consejo Episcopal ampliado con la incorporación de laicado de las delegaciones de Anuncio y Catequesis, Caridad y Justicia y el Secretariado del Laicado.
Una de las cosas más positivas que estoy viviendo es el trabajo en equipo. Es muy importante el ir asumiendo de verdad los retos, las dificultades y también las posibilidades que tenemos en la Diócesis. Un trabajo de diálogo, de consulta y de discernimiento. Mi balance es positivo, aunque, de alguna manera, personalmente percibes que te cambia bastante la vida, tu vida está más marcada, con mucha más agenda, con más encuentros, con más realidad que conocer y también, con mucha ilusión. Sí, claro, hay que caer en la cuenta que los vicarios territoriales tenemos también nuestras comunidades y nuestros lugares de pastoral que atender y combinar eso con nuestra tarea de vicario, pues no es fácil en este momento.
¿Algunas de tus aficiones principales?
Me gusta mucho estar con mis amigos, con mi cuadrilla, me gusta mucho el cine y también leer y eso ha disminuido, pero, en la medida de lo posible intentas cuidar, cuidar tu vida, tu persona, tus relaciones, tu familia, tus amistades y también intentas cuidar más, en este momento, tu vida de oración. A mí me parece muy importante ser hombres y mujeres de oración, siempre, pero más en este momento en que tienes una encomienda.
¿Cómo afrontas los próximos meses?
En la Diócesis tenemos que trabajar el nuevo PDE, que queremos que comience a principios del curso que viene, con una lectura implicativa en los territorios, donde ahora estamos haciendo una consulta más amplia. El próximo curso sería el inicio del VI PDE, teniendo en cuenta muchas aportaciones que se han realizado en el proceso sinodal de nuestra Diócesis: la comunión, la participación y la misión. Todo lo que se ha recibido de ahí también se quiere incorporar al nuevo PDE.
Ahora estarás conociendo más ampliamente la vicaría IV ¿Qué percibes?
Una de las cosas más llamativas que estoy viviendo es la ayuda, la participación, la colaboración, la entrega del laicado. Tenemos en nuestra vicaría un laicado que, aunque quizá no esté en su mejor momento, porque tal vez tiene cierta debilidad y hacen falta relevos, sigue siendo un laicado muy entregado a nuestras comunidades, a los equipos ministeriales, a las áreas pastorales, a las UPs, la verdad es que hay gente estupenda •