3 minute read
Preparando el 1 de mayo en la Diócesis
Se han celebrado dos jornadas previas
El Día Mundial de los Trabajadores viene precedido por otras dos citas importantes en la Diócesis de Bilbao. La primera de ellas tuvo lugar el pasado 23 de abril en el lema “Lana Bizigai. Trabajo Decente-Trabajo Saludable”, se acogió la celebración de la III Jornada por el Trabajo Digno, en la que se quiso poner una especial mirada en el cuidado de la vida en el ámbito laboral. Desde Pastoral Obrera, propusieron realizar, tras las eucaristías, un “Gesto de solidaridad” con las víctimas de la siniestralidad laboral y en defensa de un trabajo digno, en el que invitaban a un minuto de silencio. El 28 de abril se celebró el Día Mundial de la Seguridad y la Salud del Trabajo y se pidieron esfuerzos para terminar con las muertes en el trabajo. En Radio Popular-Herri Irratia tuvo lugar una tertulia en la que se trató el tema de la siniestralidad laboral.
Participaron Maite Valdivieso, responsa ble de Pastoral Obre ra de la Diócesis; Marili Gra nado, sindicalista de UGT y Santos Gil, de la Fundación Arizmendiarrieta. Intervino también el obispo responsa ble de la Subcomisión Epis copal para la Acción Carita tiva y Social, Mons. Abilio Martínez.
¿Cómo realizamos el abor daje a este tema Maite?
Desde la visión de la Iglesia, la principal preocupación son las personas y el trabajo es fundamental en la vida de éstas. En este sentido es importante el cuidado de la vida de las personas trabajadoras y ahí es donde ha puesto la mirada la III Jornada del trabajo digno que se ha celebrado en la Iglesia en Bizkaia. Se trata de una realidad sangrante, una lacra a la que muchas veces somos indiferentes. Los accidentes tienen unas causas detrás.
¿Y desde los sindicatos Marili?
Nadie tenía que morir en su puesto de trabajo. La pérdida de la vida es lo más grave, pero hay otras situaciones que acaban con la salud de los trabajadores y trabajadoras y está bien que remarquemos y reflexionemos sobre las razones.
En el mundo de las cooperativas Santos, ¿dónde ponéis la mirada?
En el tema de luchar contra los accidentes hay responsabilidad compartida y debemos huir de considerar los accidentes a cuestiones de suerte. La prevención de riesgos laborales es fundamental en las empresas.
La cultura de la prevención es cada vez mayor en las grandes empresas, ¿pero en las pequeñas?
Es cierto que las empresas más grandes tienen una mejor organización y las que quedan más desamparadas son las de las empresas más pequeñas y ciertamente, son las que mayor número de trabajadores tienen.
Hay más accidentes en las subcontratas que trabajan para las empresas grandes y tienen mucha importancia la naturaleza de los contratos. Las estadísticas lo demuestran. En el colectivo de temporales la incidencia de los accidentes es casi el doble.
Cuando hablamos de esta realidad estamos hablando de situaciones de precarización; sucesivas reformas laborales, rotación en los puestos de trabajo, la formación y la prevención... Estamos en una situación donde la inestabilidad no ayuda a que se cualifique a la persona trabajadora en su puesto de trabajo.
Mons. Abilio, ¿Cuál es el mensaje de la Iglesia ante la Jornada del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo?
Es muy triste que una persona vaya al trabajo a ganarse la vida y encuentre la muerte por motivos diversos. Es cierto que hemos normalizado los accidentes en el trabajo y se contabilizan más de dos al día. Creo que tenemos que contribuir entre todos a que este tema sea algo que nos genere una reflexión.
En la nota que hemos publicado los obispos abogamos por la importancia de cuidar la vida y de aplicar la normativa para que se puedan evitar la mayoría de las muertes en accidente laboral. También hay que acordarse de las personas que enferman o que quedan con secuelas por cuestiones de trabajo. Es importante el acompañamiento afectivo, jurídico, psicológico o espiritual •
“El reemplazo de la flora silvestre por áreas forestadas con árboles, que generalmente son monocultivos, tampoco suele ser objeto de un adecuado análisis. Porque puede afectar gravemente a una biodiversidad que no es albergada por las nuevas especies que se implantan. También los humedales, que son transformados en terreno de cultivo, pierden la enorme biodiversidad que acogían. En algunas zonas costeras, es preocupante la desaparición de los ecosistemas constituidos por manglares” Laudato sí 39