CUENTO REALIZADO POR ANDREA GULÍAS PIÑEIRO, ALUMNA DE 5ºA
Este cuento empieza como empiezan todos los cuentos, hace muchos, muchos años en un pequeño pueblo al pie de una montaña, vivía una familia muy pobre, formada por un matrimonio y su hija llamada Susi, no tenían lujos ni tampoco vivían en un palacio, su casa era muy pequeña y disponía de lo necesario.
Se estaba acercando la Navidad y su
madre se puso muy enferma. Los médicos no sabían lo que le ocurría, le recetaban todo tipo de medicinas pero como eran tan pobres no podían comprarlas. Así que prescindían de las que eran más caras y sólo compraban las que eran más baratas.
Iban pasando los días y su madre no mejoraba, al contrario estaba más enferma. Así que Susi solamente se le ocurría una cosa, su última opción, la magia de… ¡¡¡SANTA CLAUS!!!
Susi redactó la carta, sin contarle nada a sus padres, diciéndole a Santa Claus que su deseo para la Navidad era que su madre se mejorara. Mientras que en el colegio, sus compañeros pedían los juguetes de moda, como coches eléctricos, muñecas que hablan, etc…
Para ella lo mĂĄs importante era que su madre se curara y que su vida volviera a ser como antes. Esperaba que Santa Claus recibiera aquella carta de Navidad y se diera cuenta de lo mucho que quiere Susi a su madre, que fuera su deseo NavideĂąo.
Un día antes de la noche de Navidad, Santa Claus recibió la carta, y se percató de que Susi necesitaba urgentemente una buena dosis de su magia, estaba muy triste y muy preocupada por su madre y Santa Claus acariciándose su esponjosa barba pensó como podría hacer feliz a Susi. Y a la mañana siguiente…
Susi se despertó y fue a la cocina, luego al salón y al fin fue a la habitación de sus padres, y que sorpresa… ¡¡¡Su madre estaba curada!!! Que alegría se llevó su padre y también su madre, pero la que más se alegró fue Susi. La magia de Santa Claus había funcionado y le había concedido lo que más deseaba en el mundo, que sus padres estuvieran bien.
Susi por fin estaba contenta, su madre estaba perfectamente. Al final, Susi recibió una sorpresita más. Debajo del árbol estaban muchos regalos, Santa Claus había comprendido que Susi era una buena niña así que le dejó algunos de los juguetes más bonitos.
Esta presentación nos ha enseñando que a veces las cosas más sencillas son las que más felices nos hacen. El mejor regalo que os puede hacer Santa Claus y los Reyes Magos, es tener a vuestra familia y pasar todos juntos unas Navidades estupendas.
Y que la magia de la Navidad os llene de felicidad