Para llegar a Ítaca…Baúl Teatro… a 25 años

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Para llegar a Ítaca Baúl Teatro… a 25 años



Índice Para llegar a Ítaca. Elvia Mante

Baúl Teatro... a 25 años.

Entrevista Héctor Adolfo Torres Peña

La fiesta de los títeres en Monterrey César Tavera y Elvia Mante


Elvia Mante y CĂŠsar Tavera. foto: Juan Rodrigo Llaguno 2000


Para llegar a Ítaca

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Elvia Mante

ace poco nos fuimos a recorrer el Camino de Santiago, por cuestiones de tiempo y económicas solo los últimos 100 kms y ahí nos topamos con muchas personas que lo habían hecho completo, desde Roncesvalles por el camino francés, más de 30 días caminando, en grupos y en solitario, jóvenes y viejos, deportistas y empresarios, amas de casa y vagabundos, niños y estudiantes. Y a cada paso que daba, viéndolos avanzar y sabiendo que traían tras de sí un largo camino andado, me preguntaba que se necesita para levantarse cada mañana y echarse a andar, sin importar las condiciones climáticas, el cansancio, el mal o buen dormir, la buena o mala comida, si era cuesta arriba o cuesta abajo, si el terreno era urbanizado o agreste, si era fácil o “rompe piernas” que les llaman. Y a cada kilómetro que yo misma avanzaba, la curiosidad sobre que se necesita tener por dentro para recorrer los mas de 900 km del Camino francés para llegar a Santiago de Compostela se iba acentuando más en mi interior. Tuvieron que pasar varios meses de haber vuelto a casa, la muerte de mi padre, un curso de dramaturgia, una depresión y la desesperanza instalada en mi corazón desde dos años antes haciendo mella más que nunca junto al miedo ante la creciente violencia en nuestra ciudad, para que pudiera darme cuenta que mi vida y la de César, la de Baúl Teatro, ha sido siempre recorrer el Camino de Santiago. Cada día, no importando como nos sintamos y a que nos tengamos que enfrentar, cada día nos hemos levantado y nos hemos echado a andar, con buen o mal clima, con apoyos o sin ellos, con críticas o alabanzas, con equipo de trabajo o solos, siempre hemos tenido una razón para seguir andando, para cargar sobre nuestros hombros con las cosas que elegimos llevar, deshaciéndonos en el camino de lo que nos estorba, y con ánimo o Baúl Teatro… a 25 años

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sin él hemos avanzado buscando las señales en los lugares más impensables, pasándonos de largo muchas veces, con muchas manos amigas ayudándonos en momentos de infortunio, con oraciones, frases, libros, conversaciones para tranquilizar nuestras almas en los momentos de desconsuelo, porque nuestra meta –al igual que cuando fuimos a España- no era llegar a la Catedral de Santiago sino recorrer el camino para llegar ahí. Como Baúl Teatro durante 25 años hemos recorrido nuestro propio camino, la Catedral que buscamos siempre está más allá, no nos apura llegar. El camino es lo que importa, vivirlo es lo que importa, sentirlo y sentirnos parte de él es lo que importa. Y aquí estamos 25 años después de haber estrenado nuestro primer espectáculo infantil “Yo sé que puedo”, dándonos cuenta de que efectivamente hemos podido. Hemos podido hacer de nuestra vida lo que hemos querido, hemos incursionado en la creación y en la promoción cultural, hemos creado mundos en el escenario con cada espectáculo y hemos creado mundos físicos con 5 salas de teatro y 3 espacios para museos, hemos recopilado mundos de otros en un centro de documentación con videos, carpetas, notas de prensa, carteles y libros, hemos publicado y distribuído libros y revistas que dan cuenta de lo propio y de lo ajeno. Y no importa si hemos salido triunfantes o lastimados, si hemos sido felicitados o menospreciados, una buena siesta y una buena cena son suficientes para recuperar energías y volver a andar. Y como en el camino de Santiago aquí también sabemos que solo contamos con nosotros mismos y nuestras fuerzas para seguir adelante, no importa cuántos vayan a nuestro lado en algún momento del trayecto, somos nosotros los que tenemos que ejercer nuestra voluntad para seguir de pie y somos nosotros quienes podemos hablar de cómo nos está yendo en nuestro camino. Por eso somos nosotros quienes firmamos este artículo cuando podría haber sido algún buen amigo, algún reconocido personaje de la cultura el que hablara en nuestro lugar. Somos nosotros con nuestras incapacidades y aciertos quienes podemos dar cuenta de que efectivamente al andar se hace camino y que nosotros lo hemos realizado así, como en este momento se los contamos. 6

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ESPACIOS CULTURALES Fundamos Baúl Teatro en 1986, motivados por un slogan de una campaña gubernamental: “Empléate a tí mismo”. Éramos jóvenes en busca de una oportunidad para participar en montajes con directores de nuestra ciudad; a veces trabajábamos como actores pero otras tantas como vestuaristas, jefes de foro, tramoya, utileros, asistentes de dirección y lo que fuera posible para aprender y entender el oficio. En aquella época apenas se comenzaba a dar remuneración por las actividades realizadas dentro de las puestas en escena; cosa ajena a nosotros pues veníamos de grupos independientes que para hacer teatro, teníamos que poner de nuestra bolsa; recuperar lo invertido era impensable. Por dos años estuvimos en este proceso de andar en busca de oportunidades hasta que en 1986 decidimos poner manos a la obra –literalmente- y bajo la dirección de Elvia y con la participación de César, Luis Javier Alvarado y Enrique Gorostieta creamos Baúl Teatro y nos lanzamos como grupoindependienteproductoresdirectoresadministradoresactorespublicistas y un largo etcétera de puestos que siempre se tienen que llenar aunque sea por unos cuantos “multitareas” que resuelven los problemas con tal de salir adelante y mostrar nuestras creaciones artísticas. Pero la creación de un espectáculo nos llevó a la creación de otro más y a la necesidad de tener un espacio propio así que nosotros celosos como somos de nuestra intimidad, nos lanzamos a rentar nuestro primer espacio, una casa en segunda planta con 3 habitaciones y una enorme terraza. Y ya que pagábamos renta y contábamos con 2 espectáculos en repertorio decidimos usar el espacio para dar clases de teatro para niños los fines de semana, y luego otra vez a querer crear algo más y no tener acceso a salas de teatro para presentar nuestro trabajo y a darle pa’lante: construirnos una propia, una que era pequeñita, pequeñita, para 30 personas nada más y a la que llamamos “La Sala de Baúl”. Y luego de dos años, nos piden el espacio y quedamos a la deriva… Pues no quedó otra que volver a empezar. No pasó mucho tiempo sin que encontráramos otro espacio, una vieja bodega que estaba habilitada todavía como sala de teatro, habilitación en la que había participado César cuando pertenecía a otra compañía que para estas fechas ya se había disuelto, así que, un poco por nostalgia y otro poco por volver a rescatar nuestra intimidad perdida al ofrecer nuestra propia casa para ensayos y realización de producciones, nos lanzamos a la aventura de volver a tener un espacio propio para ensayar. Y vuelta otra vez a pensar que si ya estábamos ahí, que si ya había sido teatro, que si “casi no le faltaba nada” cuando en realidad Baúl Teatro… a 25 años

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carecía de todo, nos dimos a la tarea de crear un nuevo foro para la ciudad donde se presentaron no pocas compañías de teatro y danza, de cuentacuentos, de titiriteros, de artistas plásticos. Dos años estuvimos ahí, en la colonia Independencia, en este foro que llamamos “La bodega de Baúl”, pero nuevamente nos tuvimos que marchar, esta vez por decisión propia ya que la renta subió demasiado repentinamente y conseguimos un mejor lugar, mejor ubicado y con renta mas accesible en el recién creado Barrio Antiguo de Monterrey. En esta zona que por entonces tenía vocación cultural y que luego se transformó en zona de antros para terminar siendo casi zona muerta en estos días por culpa de la violencia que nos asola y que ha llevado a múltiples negocios de cualquier giro a cerrar sus puertas, en esta zona y con grandes ilusiones abrimos nuestro tercer espacio cultural al que llamamos “La Casa de los Títeres” que estuvo ubicada en el 954 de la calle Padre Jardón. Ahí, en una casa habitación de 1858 montamos nuestra primera exposición formal de títeres en vitrinas construidas especialmente para ellos, habilitamos 2 salones y los transformamos en una salita de teatro para 60 personas, techamos patios, teníamos bodega, tiendita, oficinas y biblioteca, todo apretadito, apretadito y con una beca del FONCA comenzamos con un programa de visitas escolares que continúa hasta la fecha. También programábamos funciones dominicales y otras actividades hasta que la salita y el espacio nos resultaron insuficientes y fuimos por más: una segunda casa ubicada en la esquina de Jardón y Mina que se encontraba casa de por medio con la nuestra y cuyos patios colindaban. Pues ahí vamos, a tumbar la barda que separaba ambas casas para convertirlas en una sola, a ponerle techos ya que algunos estaban derruídos, a construir mas vitrinas que alojaran nuestras recientes adquisiciones de títeres, a enmarcar carteles para adornar las paredes, a poner pisos y crear un espacio teatral “al aire libre” que sumado a nuestra salita nos hacía sentirnos grandes. La demanda del público crecía y la necesidad de ofrecerles más comodidad nos impulsaba así que rentamos un terreno baldío a espaldas de la casa de la esquina y levantamos paredes, techamos, pusimos pisos de cemento y un foro y empezamos a dar funciones para 200 personas que era el cupo de nuestra nueva sala. Y así estuvimos por un tiempo, con la sala chica, la sala grande y el espacio al aire libre. Fueron buenos tiempos. Como creadores nos vimos obligados a estar realizando nuevas producciones para mantener nuestro espacio vivo pero como artistas todo nuestro esfuerzo llegaba solo al público local ya que salir de la ciudad para ir a festivales era bastante difícil ya que siempre hemos sido muy pocos para sostener el espacio y siempre la 8

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responsabilidad ha sido de nosotros dos, César y Elvia. Por eso cuando llegó el momento de eficientar el uso del espacio y de nuestros ingresos nos inclinamos por deshacernos de uno de los edificios y entregar la casa primera, la del 954, la de nuestra pequeña salita para solo quedarnos con la sala grande y el Museo que habíamos creado en la otra. Ya con un espacio más manejable para el pequeño equipo de trabajo que éramos continuamos con los programas de visitas escolares, funciones dominicales y talleres. La crisis se empezaba a sentir, las visitas para 200 escolares fueron menos frecuentes y el espacio comenzó a ser sub-utilizado. Luego la sombra que nos había perseguido por años de perder el espacio en cualquier momento se oscureció aún más con la muerte de los propietarios y la incertidumbre sobre la decisión que tomarían los hijos respecto al mismo. Así que nos volvimos a cambiar. Y vuelta a empezar. Otra casa, a unos cuantos metros ofrecía condiciones para hacerlo. Con un área más pequeña resultaba mucho más manejable con menos personal, el área de exposición era más grande y cómodo pero no contaba con área para una sala de teatro. En Julio del 2007 nos mudamos y comenzamos a adecuar el espacio, en Enero del 2008 el nuevo museo abrió sus puertas y para Mayo teníamos ya en la segunda planta una sala de teatro para 100 personas. Y aquí estamos. Con la crisis de la influenza la ciudad se detuvo y descubrió que también había una crisis económica que no había querido asimilar en su totalidad, con la violencia los escolares y sus maestros dejaron de salir de sus recintos escolares, el miedo ante la violencia nos paralizó y por casi 5 meses cerramos el museo. Pero la vida tiene que seguir, detenerse no es una opción. Desde Enero del 2011 hemos reanudado las funciones dominicales, las visitas escolares son tan escasas que ahora – como antes, como cuando empezamos- la opción es ir a las escuelas. Y aquí estamos, con 25 años a cuestas, cargando no solo los baúles de las funciones sino habilitando otros tantos como módulos de exhibición para llevar el museo a los recintos escolares. Y que le vamos a hacer, si como dice Machado … “al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar”.

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LOS ESPECTÁCULOS No voy a hacer una reseña de los más de 50 espectáculos que hemos montado estos 25 años, más bien quiero decirles que como a muchos, la inspiración nos ha venido de muchas maneras distintas, un libro olvidado en una mesa en la biblioteca, una pieza musical escuchada entre las brumas del sueño, un tema sugerido para realizar un ejercicio de dramaturgia, una historia que nos ha rondado por años sin estar muy seguros de que se puede hacer con ella, un texto dramático de algún escritor, un trabajo “por encargo” de alguna institución, una canción, un cuento escuchado en boca de otros, una reflexión sobre algún tema en particular, una necesidad de utilizar alguna técnica de manipulación específica y la búsqueda de la mejor historia para hacerlo, una propuesta de otros amigos titiriteros, una necesidad educativa específica solicitada por alguna institución, una celebración nacional o internacional de algún evento, en fin, nada nuevo, nada que nos haga diferentes al resto de los creadores, la inspiración llega de muchas maneras, resolverla para la escena es lo que nos hace diferentes. Como Baúl Teatro tenemos procesos creativos muy específicos en cuanto al qué. Por ejemplo, para las visitas escolares al Museo La Casa de los Títeres o las funciones para escuelas nos inclinamos por espectáculos conformados por historias cortas que nos permitan utilizar diferentes técnicas de manipulación en cada una de ellas, con el fin de mostrarles a los educandos, y sus maestros la amplia gama de posibilidades que el teatro de títeres ofrece ya que normalmente su acercamiento a este arte tiene que ver con los títeres bocones que aparecen en la televisión y luego con el de guante y las marionetas, porque aún en nuestros días tan computarizados y virtuales, los muñequitos de hilo y guante suelen encontrarse en las tiendas y en las calles a un precio accesible y resultan un regalo económico para entretener al niño en una salida a los centros comerciales o paseos dominicales. Los mismos maestros que nos visitan tienen contacto con el títere de guante para algunas de sus actividades, pero hasta ahí se quedan. En la casa de los títeres les ofrecemos un panorama más amplio y a la vez sencillo para incorporar otras técnicas en su trabajo docente. Pero que el objetivo sea mostrar varias técnicas no quiere decir que el resultado no sea un producto artístico que refleje en el escenario lo que somos o en lo que creemos. Ahora que se ha descubierto la necesidad de impulsar valores para vivir en sociedad y relacionarnos entre nosotros y que se impulsa a través de diferentes medios la utilización de los mismos, para Baúl Teatro no fue necesario crear nada 10

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nuevo sobre este tema, porque un análisis de cada espectáculo nos permite encontrar desde siempre valores importantes reflejados en la conducta de sus personajes o en las situaciones presentadas porque evidentemente nosotros como creadores no podemos más que hablar de las cosas en que creemos y reflejar lo que somos arriba y abajo del escenario y siempre hemos tratado de ser congruentes en nuestra forma de actuar como artistas y como personas. Pero más allá de nuestra labor educativa y de difusión del arte de los títeres, hay otros procesos creativos que surgen desde muy adentro, donde lo que impulsa no es el cómo sino el qué. En esos trabajos nos confrontamos más severamente con nosotros mismos, son más autobiográficos por así decirlo porque nuestra esencia es cuestionada a cada paso. Esos trabajos resultan de la suma de experiencias de Elvia y César y generalmente son representados por nosotros mismos y no por artistas invitados. Esos trabajos nos hacen sentir más vivos, mas artistas que promotores culturales. Con ellos hemos ganados premios, hemos viajado por festivales, hemos disfrutado al máximo el hallazgo de la creación y la suma de las repeticiones que nos permiten descubrir más adentro de nosotros mismos lo que la intuición nos hizo poner en el escenario. Hubo tiempos en que crear era cosa de locos para poder mantener vivo nuestro espacio, pero de vez en vez encontrábamos nuestro oasis para bordar con el hilo negro descubierto experiencia tras experiencia, y podíamos crear nuestros mundos propios, los necesarios para entendernos y entender el mundo que nos rodea, para sentirnos vivos al máximo, para saber que por eso estamos aquí, en este camino, para vislumbrar la catedral más allá y saber que todavía no llegamos pero que cada nuevo espectáculo es una capilla fresca donde descansar nuestros atribulados cuerpos y poner de lado nuestras mochilas, respirar hondo y seguir soñando. LOS FESTIBAÚLES Siempre nos hemos sentido islas solitarias, hace algunos años porque sentíamos la geografía en contra nuestra por estar ubicados tan al norte de nuestro país y a tantos kilómetros del titiritero más cercano. Ahora sabemos que la geografía nada tiene que ver porque aún con esta red de comunicación que es el internet, los titiriteros siguen estando lejos y la comunicación no ha sido mejor. El individualismo exacerbado, las ocupaciones propias de cada compañía nos siguen manteniendo incomunicados, unos cuantos sabemos lo que los otros hacen pero el silencio priva en la red y la comunicación es entrecortada por no decir que nula. Baúl Teatro… a 25 años

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Pero antes, cuando creíamos que la culpa era de la geografía, decidimos organizar festivales para traer hasta nuestra tierra espectáculos de otros lares y compartirlos con el público del norte y contribuir de esta manera a una mayor difusión de nuestro arte a partir de la comparación de diversas creaciones y por supuesto, crecer nosotros mismos en la retroalimentación y la convivencia. No diré aquí las problemáticas para organizar no uno sino 18 festibaúles, las instituciones que nos han apoyado y las que nos han abandonado en el camino, los grupos que han venido una solo vez y los que han repetido a lo largo de los años. Quiero contarles de cómo han ido cambiando los objetivos y por qué. Al principio estábamos en una etapa de diagnóstico, recién llegados a este arte queríamos ver lo que otros hacían en la ciudad o el país. Los presupuestos siempre han determinado la duración y la cantidad de artistas invitados y los presupuestos siempre se amplían o reducen dependiendo de los funcionarios en turno o las becas y apoyos conseguidos mediante concurso. De la etapa de diagnóstico pasamos a la de empleadores, convertimos los festivales en una fuente de trabajo y aunque siempre sentimos que la remuneración era poca después descubrimos que en relación con otras partes del país no estaba nada mal. Los grupos que participaban seguían siendo pocos pero tenían la oportunidad de tener ganancias en un muy corto período de tiempo. Eso sí, de convivencia y retroalimentación nada, no había tiempo de vernos, de criticarnos, de sugerirnos, de compararnos. Así que el siguiente enfoque fue dejar de lado la remuneración y buscar la retroalimentación por lo que se crearon los Encuentros de Titiriteros de provincia donde compañías de todo el país venían, mostraban gratuitamente su trabajo y a cambio recibían un curso de profesionalización y la oportunidad de convivir durante una semana con otros creadores. Pero esto también se desgastó, algunos grupos se cansaron de la dinámica, otros comenzaron a comparar los Festibaúles con otros nacionales y empezaron a preferir recibir una buena paga y no una buena convivencia profesional de reflexión y análisis y la oportunidad de actualizarse en la profesión sin costo. Y volvimos a cambiar. Los últimos tres años hemos organizado coloquios de reflexión, sobre la mujer titiritera, la historia de los títeres, los 30 años de la UNIMA-México.

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¿Que seguirá? Nos lo estamos replanteando. El Festibaúl tiene que seguir siendo una fiesta, debe seguir siendo –aunque sea solo para algunos- la oportunidad de confrontarse en el crecimiento. Las compañías que han repetido contra viento y marea nos hemos visto crecer paso a paso y ahora, no 25 sino 18 años después, algunas podemos dar buena cuenta de lo que hemos sido, las problemáticas creativas a las que nos hemos enfrentado, los hallazgos y capacidades que nos hemos descubierto. Finalmente el Festibaúl, para estas compañías que le hemos apostado todo para vernos año tras año, ha sido una verdadera Escuela para titiriteros, esa tan soñada por titiriteros de todo el país, esa que ha tenido iniciativas pero que no llegaron a concretarse. Aquí, en el Festibaúl, para los que así lo quisimos, la escuela de titiriteros ha sido una realidad, y un análisis de los videos de cada espectáculo que las compañías han traído a lo largo de los años dan buena cuenta de lo aprendido, de lo enseñado, de lo compartido, de lo logrado, en fin, de lo andado en este camino que ha dejado algo mas que “estelas en la mar”. EL COLECCIONISMO: TÍTERES Y CENTRO DE DOCUMENTACIÓN Hay colecciones que son fruto del sentimiento y hay colecciones que son fruto de la razón. O, por decirlo de forma más general e igualmente adecuada, “una colección es una reunión de piezas agrupadas por una voluntad frecuentemente deliberada (y en ocasiones, maniática)”. Victoria Combalia Dexeus

El deseo de posesión, de disfrute estético, de prestigio y de opción intelectual han privado en la historia del coleccionismo. Nosotros no somos ajenos a ellos: poseer títeres, libros, videos, carteles, carpetas de grupos es equivalente en intención a la acumulación de tesoros de la Edad Media, a los gabinetes de “maravillas” que imperaron entonces. Nuestro tratamiento de estos objetos que hemos ido acumulando a lo largo de los años como objetos religiosos, rituálicos o de culto es similar a la de los primitivos coleccionistas, el afán de mostrarlos a niños, jóvenes, artistas, maestros y público en general les confiere ese espíritu de enseñanza tal y como ocurría en el Renacimiento. Nuestra colección que se ha ido acrecentando con los años y con las donaciones de múltiples compañeros se vuelve valiosa por lo que tiene como fondo: la idea de revalorar el arte de los títeres, el contemporáneo, el nacional sobre todo. No tenemos representación de todos los creadores actuales, ni la dosis de energía y persuasión para convencerlos de estar presentes en esta colecBaúl Teatro… a 25 años

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ción. Pero lo que nos hace valiosos como gremio, lo que nos representa como artistas, lo que nos puede ayudar para fomentar una política artística que nos ponga de igual a igual ante las otras artes, es el hecho de contar con una colección que demuestra que estamos vivos, que cargamos sobre nosotros una tradición que no tiene por qué morir, que todavía arranca risas y reflexiones, que históricamente no surge desde la nada pero que desde la nada crea mundos que son espejos para los espectadores. Una colección da cuenta de ello, de lo que somos y estamos haciendo, de lo que otros fueron y por eso encontramos allanado el camino. Nosotros empezamos esta colección por un afán de tener en nuestras manos -literalmente- piezas que veíamos en los libros de historia, que representaban tradiciones que en ese entonces pensábamos nunca tendríamos oportunidad de ver en el escenario, después el objeto de culto se amplió ante la llegada de piezas contemporáneas, títeres que habíamos visto en el escenario y que luego sus creadores con lágrimas en los ojos se despedían de ellos para dejarlos con su hermanos en esta colección que se fue acrecentando. Este afán de poseer, de mostrar, de disfrutar nos impulsa a seguir recabando materiales, clasificarlos, a prepararnos para sacar el mayor partido cultural de ellos y que los visitantes al museo también lo hagan. No tenemos los presupuestos, nunca los hemos tenido, no somos buenos para pedir, para exigir que los que si tienen aporten algo para ayudarnos a engrandecer nuestro arte, no somos negociantes, no sabemos hacer valer nuestro derecho a recibir –como tantos otros museos- una cantidad económica mensual o anual que nos permita difundir nuestro quehacer teatral o mejorar las instalaciones donde exhibimos nuestras colecciones, no tenemos tiempo de pelear por los presupuestos, apenas si no alcanza para crear y soñar. Pero esta colección que será para la ciudad cuando muramos hablará de nosotros, los titiriteros y allanará el camino para los que vienen detrás. LOS VIAJES “Lo que se gasta en viajar se gana en vivir” y nosotros hemos vivido mucho. Hemos viajado y hemos pagado por cada uno de nuestros viajes, siempre nos ha resultado más caro viajar a festivales que lo que hemos recibido en remuneración por hacerlo o más allá del apoyo institucional que se nos ha brindado para lograrlo. Pero lo que hemos aprendido y conocido no tiene precio. En nuestro primer viaje a Europa descubrimos los títeres y tiempo después los convertimos en nuestra profesión. Cuando fuimos a Cuba recibimos los 14

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dos reconocimientos mas grandes en nuestra carrera, la de los titiriteros que se pusieron de pie para aplaudir uno de nuestros espectáculos más sencillos y la de los niños que noche a noche después de la función venían al teatro para abrazarnos, traernos regalos, presentarnos a sus familias. En Tolosa la generosidad de Los titiriteros de Binéfar que sin conocernos nos programaron funciones en su tierra, en Bilbao la confrontación con la tenacidad de Concha de la Casa a quien amamos y que nos enseñó el camino para revalorar nuestro arte a través de la documentación, en Sevilla, Rosa nos abrió la puerta a todos los espectáculos y nos mostró la oportunidad para conocer Charleville a donde hemos regresado sin falta cada 3 años para nutrirnos y crecer. Cada viaje es una enseñanza, cada viaje es la oportunidad de traer nuevos títeres, nuevos libros, nuevas visiones de mundos creativos que de otra manera solo veríamos por la red donde nunca será lo mismo. Creadores de todos lados nos han dejado en su momento un tema para reflexionar, una imagen para revivir, una acción para recordar e intentar compartir. Viajar ilustra, viajar y convivir con otros titiriteros “quienes somos una especie casi vegetariana” como diría Verónica Maldonado a propósito de la generosidad para compartir común a nuestro gremio, nos ha permitido ser mejores personas. Y eso se lo tenemos que agradecer a los títeres, porque como alguien me dijo hace mucho “los títeres son muy nobles, te llevan a conocer el mundo”. Y nosotros lo hemos conocido, el que está más allá de las puertas de nuestra casa, el de los patios techados, los caminos polvosos, los grandes teatros, los amigos generosos, los tesoros encontrados, el de las penurias y los festejos, el de los grandes creadores y los pequeños esforzados. El mundo nuestro de recuerdos que cargamos con nosotros en nuestra mochila que es nuestro corazón, los que de vez en vez, sentados a la vera del camino desplegamos ante nuestros ojos, acariciamos con ternura, revisamos para ver si están completos y nos lamentamos por los que se han desgastado tanto que ya no sabemos como llegaron a nosotros o si en verdad sucedieron como los recordamos. Y entonces con un suspiro alzamos la vista y nuestra humanidad y nos echamos a andar porque titiriteros somos y en el camino andamos y no lo queremos negar. Cada mañana nos ponemos nuestra mochila al hombro, buscamos nuestra señal y avanzamos. Por ahí, en una vuelta del camino nos encontraremos con otros, con ustedes, con nosotros y veremos que la Catedral, nuestra Ítaca está más allá, siempre más allá. Y nos sentiremos felices porque aún tenemos razones para seguir andando y “porque sin ella nunca hubiéramos partido”. Baúl Teatro… a 25 años

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La memoria secreta de las cosas. 2008 Foto: Enrique Gorostieta Damm


BAÚL TEATRO… A 25 AÑOS Entrevista Adolfo Torres Peña


Como en el arca de Noé, aquí cabe la vida. Si, la existencia en su total acepción. Con su tumultuoso devenir. Y sus seres y enseres terrestres. Y sus habitaciones celestes. Y sus sueños inéditos. En fin, el magma insólito, cada vez y siempre generador de materia irredente y poesía. En este baúl caben las cifras, andamios y esperanzas que conforman nuestros días. Todo lo que celosamente atesoran sus ¿dueños?: juglares/poetas/ payasos/magos/ titiriteros y más, mucho más. Funambulescos increíbles hasta el límite de la imaginación, estos actores de 7(mil) leguas logran cautivar a chicos y mayores con su arte genuino, nacido de una auténtica vocación, cuya entrega es su mejor carta de identidad. Unido además, por un amor esencial, esta pareja conforma un haz que transforme el cotidiano existir, gracias a sus muchas virtudes, entre las que antepongo su envidable humildad, su espartana sencillez y su indeleble humanismo. Elvia y César, amigos: Buena suerte viviendo, como diría el poeta. Continúe la fiesta innombrable que ustedes invocan y provocan apenas con este Baúl de vasta teatralidad. Y Magia. Y Poesía Waldo González, poeta, crítico teatral y literario, periodista. La mojiganga. Boletín de títeres. Matanzas Cuba 1996.

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Presentación La idea de escribir sobre el trabajo realizado por el grupo Baúl Teatro en 25 años me atrapó de inmediato. Indagar sobre la forma en que ha ido consolidándose este grupo a escala nacional e internacional inquieta a cualquiera interesado en la historia del teatro en Monterrey y a muchos titiriteros de ésta y otras localidades. Las preguntas para la entrevista fueron elaboradas con calma y tratando de profundizar en su trabajo artístico y en la labor cultural desempeñada por más de dos décadas. La idea cambió o se cimbró cuando caí en cuenta de dos cosas: Baúl Teatro pervive por Elvia Mante y César Tavera y, la segunda, que ambos tienen la misma meta pero toman caminos diferentes. Mientras Elvia dirige, César prefiere actuar. Aunque ambos escriben, ella lo hace desde el alma, él utiliza la razón. A una pregunta puedes obtener dos respuestas: la anécdota en boca de Mante, el dato frío en Tavera. ¿De qué forma narrar linealmente una entrevista a dos personalidades complementarias pero diferentes? No lo sé. Voy a intentarlo.

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viajeros. 1991. Foto: Erick Estrada Bellman


EL TRABAJO ARTÍSTICO


En esta sociedad donde los sueños y fantasías están sometidas a las novedades de la tecnología cibernética, resultaría una injusta omisión no valorar a quienes generan alegría con las mas simples y humanas armas de la sensibilidad y la creatividad Baúl Teatro no es un grupo improvisado o carente de compromisos y rumbos, por el contrario, ha mantenido el rigor de perfeccionar sus técnicas y enriquecer sus ideas a través de muchos estudios, muchos viajes, muchos ensayos, muchos intercambios. Por este esfuerzo de dignificar el teatro de los títeres, Elvia y César, César y Elvia se han inscritos ya como personajes de la cultura popular de Monterrey, el noreste y México entero Celso Garza Guajardo. Cronista e historiador de Nuevo León

El unicornio de Garritín. 1987. Foto: Marco Antonio Reyes


I. El inicio

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lvia Mante se graduó en 1976 como maestra de primaria en la Normal de Nuevo Laredo, Tamaulipas; César Tavera egresó como Ingeniero Químico en 1979 y luego de Ingeniero Industrial Administrador de la Facultad de Ciencias Químicas de la UANL en 1981. Mucho antes de que terminaran sus estudios profesionales ambos habían decidido dedicarse al teatro. Se conocieron en una función que César representó en Nuevo Laredo allá por 1984; la empatía entre ellos terminó por consolidarse cuando cayeron en cuenta que ambos sentían la misma afición por el teatro para niños. Decidieron unir sus vidas y radicar en Monterrey, Nuevo León. Después de concluir sus horarios de trabajo buscaban la oportunidad de participar en los montajes locales; algunas veces como parte del reparto, otras tras bambalinas. Sólo que estas oportunidades no eran muchas; en esta tierra siempre ha sido mayor el número de actores para el número de obras representadas. Con demasiado tiempo libre, un buen día decidieron montar un texto que Elvia había atesorado desde su época estudiantil: Yo sé que puedo, versión de Antonio Sarabia a un texto de Bowden, Schultz y Miller. Su primera obra de teatro para niños. Mientras Elvia conoció el teatro como público, presenciando un montaje que Sergio Corona llevó a Nuevo Laredo cuando ella tenía apenas trece años; César empezó a practicarlo desde niño: “Ya había tenido varias oportunidades en la primaria, dentro de las asambleas; además de participar con grupos escolares en la secundaria y la preparatoria. Incluso actué en obras cortas que se presentaban en la iglesia del barrio. Pero la afición, el ‘gusto’ por el teatro nació en la facultad de ciencias químicas de la UANL. En ese tiempo existía un grupo de teatro llamado Matraz -que dirigía Magdalena Hidalgo-, trabajando con ellos me enamoré del teatro. Tanto así que terminé dejando mi carrera de ingeniería para dedicarme a esta profesión, a trabajar en el escenario.” Por su parte, Elvia comenta: “Al ver el espectáculo sentí que eso era lo que quería hacer. Fue como ver ‘otra vida’ pero… por consejos familiares, me inscribí en la normal.” Después de clases, Mante decidió acudir a las clases de teatro que el maestro Vargas Jarero ofrecía en La Casa de la Asegurada del IMSS. “Tenía apenas trece años, no me dejaban entrar. ¿Qué papeles podían darle a una Baúl Teatro… a 25 años

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La obra tiene de todo: muñecos de diferentes tipos creados a partir de las técnicas titiriteras, música y mucha diversión, entre los que se escabulle el conocimiento. Silvia Ruano El norte 1997

Historias tradicionales de teatro guiñol. 1995. Foto: Álvaro Ríos


niña? Hacían teatro de adultos, comedias ligeras. Pero… había por ahí un actor muy enjundioso –al que supongo le caí bien- porque convenció al maestro para que me permitiera tomar clases. Me limitaron a ‘decir recitaciones’ y pequeñas –muy pequeñas- intervenciones. Ahora lo entiendo, suficiente hacía el maestro con recibirme.” Parece ser que para la joven Elvia el teatro no era un mero pasatiempo; lo prueba el hecho de que su tesis profesional giró en torno al teatro como medio de enseñanza. “Tuve la oportunidad de documentarme ampliamente sobre títeres y educación en la Universidad de Texas. ¡Allá si hay bibliografía sobre títeres! Después de presentarla me dió por dar clases de teatro para niños. Es un lenguaje que me gusta, me atrae. Pasa algo conmigo: lo que hago en el escenario le llega a los niños. No sé a ciencia cierta el por qué, pero pienso que me ayuda el montar cosas que a mi me hubiera encantado verlas cuando era niña. De hecho creo que mi nivel de comunicación es más directo con los niños, es de acá, del corazón.” “Mi abuelo –continúa Mante- había trabajado como inspector de espectáculos; mamá entraba ‘de gorra’ a todas las carpas y teatros de Nuevo Laredo. Así que ella encantada de verme en el escenario. Me aplaudía. Aunque a mi padre le preocupaba lo que se decía del ‘ambiente’. Apenas cumplí con obtener el título, renté mi departamento y empecé a vivir sola. Cuando tenía función mamá siempre iba a verme; papá de vez en cuando se aparecía, yo pensaba que no estaba muy de acuerdo con que yo me dedicara al teatro. Tuvieron que pasar como 10 años para que yo sintiera su apoyo. Fue después de una función que dimos como Baúl Teatro en Piedras Negras, el teatro estaba lleno y en esa ocasión asistió gran parte de la familia de mi padre. Dimos una función redonda, la gente se divirtió de lo lindo. El caso fue que al terminar la función papá fue a los camerinos y me dijo: ‘Ándele, muchacha, vaya a saludar a la familia’. Estaba cansada y aún tenía que guardar los títeres y toda la producción, con desanimo le dije que no. ‘A poco le da vergüenza su profesión o ¿qué?’ En ese momento supe que estaba orgulloso de mí”. César piensa que siempre ha contado con el apoyo de su familia, que cuando decidió dedicarse de lleno al teatro nadie se opuso: “Como que dijeron: ‘Hazlo y a ver como te va’. Deja explicarme. Mi familia iba a las funciones donde yo participaba, realmente lo que hacíamos era teatro familiar; porque las mamás, los hermanos, amigos y compañeros eran el público. Así que puede decirse que siempre conté con el apoyo en mi casa, donde tenía techo y comida. Aunque trabajaba medio tiempo en el taller de mi padre para tener algo de dinero, mi mente estaba en el teatro.”

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"Yo sé que puedo" ... es un espectáculo didáctico-formativo, inteligente, ágil, bien realizado y limpio, con un buen elenco de actores experimentados, quienes recurren a muchos elementos circenses con los que conforman un atractivo espectáculo visual y auditivo que resulta sintético y compacto, además de hacerse más corto, en relación con el tiempo real. IX Muestra Nacional de Teatro 1987. Armando Partida, profesor investigador de la UNAM, periodista cultural y crítico teatral

Yo sé que puedo. 1986. Foto: Marco Antonio Reyes


“Hacíamos el teatro que podíamos desarrollar en nuestro medio, con nuestras posibilidades. Tú eres parte del pequeño universo que te rodea –comenta César-; mi universo estudiantil me brindaba la oportunidad de hacer teatro y eso me complacía. Lo hacíamos por el gusto de hacerlo. Nunca esperábamos remuneración por hacer lo que nos gustaba; alguna vez cayó algo –y siempre fue muy esporádico- pero lo importante era estar arriba del escenario. La primera vez que cobré fue cuando hice con la Nena Delgado “Una pura y dos con sal” .1 Con Matraz, al contrario, teníamos que cooperar para la producción, sobre todo después de que nos separamos de la facultad y formamos un grupo independiente.” A inicio de los ochenta, comenzó a cambiar la arquitectura política de la UANL; aquellos que apoyaban a Matraz, fueron separados. La crisis unió más al grupo y decidieron rentar un espacio en la Colonia Independencia, donde empezaron a crecer. “Se discutía si deberíamos o no hacer teatro para niños”, recuerda Tavera: “No todos estaban convencidos en hacer teatro infantil. Lo que a mi me marcó fueron las pláticas de Omar Resk un actor argentino que radicó en Monterrey por algún tiempo. Él hablaba mucho de las compañías de teatro argentino, de cómo se integraban y viajaban por todo el país. De cómo las escuelas llevaban a los niños al teatro o el teatro iba a las escuelas. Esas experiencias se me quedaron grabadas y llegó el momento en que las utilizamos. Fue a finales de los setenta principios de los ochenta cuando la Cervecería Cuauhtémoc organizaba presentaciones en su Jardín Cerveza y contrató a Matraz para montar teatro infantil. No teníamos nada preparado así que decidí escribir una obra de teatro para niños. Escribí una y luego otra y otra, primero Markamé que trataba sobre mitos huicholes, Walpalmiri sobre un animal en peligro de extinción y el Unicornio de Garritín acerca de el juego y la imaginación, todas dirigidas por Magdalena Hidalgo y presentadas por el grupo Matraz ”2. “Al final de cuentas, continúa César, fue el teatro infantil lo que nos unió. Elvia hacía teatro con niños, yo escribía teatro para niños.” Su primer encuentro fue en Nuevo Laredo, después de una función de Matraz. Luego de conversar por largo tiempo sobre teatro, Tavera le entregó un texto suyo, esperando que ella lo montara con sus alumnos. “Fue el pretexto para regresar a Nuevo Laredo”, dice César sonriendo. En sus ojos brilla una picardía que –aún- hace sonrojar a Elvia.

1 Una Pura y Dos con Sal de A.Caballero Dirigida por Luis Martín en el Teatro del Maestro 1982 2 Marakamé 1983, Walpalmiri 1984, Unicornio de Garritín 1985

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Y a medida que avanzaba la representación de Pregón, pregoneros, pregonando, fue naciendo, luego creciendo y al final consolidándose, el mágico milagro del teatro; el silencio en la sala, solo quebrado por las risas, y como una nube de atención que podia tocarse. Nada de estridencias ni recursos fáciles; la pausa y el silencio tan valorados como la acción y la palabra y la manipulación de los muñecos, creaba un ambiente de expresiva finura que no dejaba a un lado la sorpresa. Al final, un aplauso cerrado que se elevó a ovación con el público (titiriteros de siete países) puesto de pie. Un baúl viajero. Freddy Artiles, Matanzas, Cuba, 1996

Pregón, Pregoneros, Pregonando. 1993. Foto: Erick Estrada Bellman


Prosigue César: “Llegamos por caminos diferentes al teatro; pero ambos decidimos hacer juntos teatro para niños. Por un tiempo estuvimos tocando puertas, anduvimos detrás de todos los directores; de los que sabíamos que estaban montando algo. Como los músicos de antaño: ‘Tan, tan. ¿Les toco algo?’.” Continúa Elvia: “Empezamos con aquellos montajes preciosos que se hacían en el Teatro de la Ciudad, cuando era director de ese espacio Eliseo Garza. Pero no vivíamos de eso, yo era maestra de primaria y César estaba trabajando como maestro de teatro. Total que no siempre se podía trabajar en los proyectos de otros directores”. Por esto decidieron montar su primera obra como grupo independiente. “Cansados de tocar puertas, una tarde recordé que guardaba un texto que nunca monté. Habíamos hecho buena amistad con Enrique Gorostieta y Luis Javier Alvarado: estaba el reparto completo. No fue que pensáramos exactamente en hacer teatro para niños, lo montamos porque teníamos el texto a la mano.”. “Luego, continúa César, hicimos un espectáculo de poesía de Luis Javier Alvarado, que presentamos en El Mesón del Gallo”. “Y, en seguida –agrega Elvia- otro de poesía de mujeres y luego presentamos otro espectáculo para niños: El Unicornio de Garritín.3” Ahora es César quién toma la palabra: “Pero todavía pensábamos como todo mundo: ‘Voy a hacer teatro para niños mientras presento `teatro de verdad’.” “Pero llegó un momento en que tuvimos que aceptarnos como creadores de teatro para niños. Y eso fue gracias a un viaje que hicimos a Europa, donde pudimos ver más de sesenta espectáculos hechos con títeres, el noventa por ciento dirigido a niños. Fue entonces que nos dijimos: ‘Yo quiero hacer eso. Yo quiero navegar ahí, en ese mundo. “Primero estuvimos en Sevilla luego, fuimos a Charleville Mezieres, Francia”, detalla Elvia: “En España vimos como treinta montajes, en Francia otros tantos. Creo que nos hicimos titiriteros gracias a la generosidad de los grupos que conocimos en Europa. Fue algo que no habíamos vivido. En Sevilla conocimos a Rosa , una estudiante de la Escuela de Títeres de Gelves que estaba trabajando en el control de los accesos a una exposición donde estaban ¡todos los títeres del mundo! Le caímos bien y nos consiguió pases para asistir a todas las funciones. Ella nos platicó que participaría –al mes siguiente- en un encuentro de escuelas de titiriteros que se llevaría a cabo en la ciudad de Charleville, Francia. Nos indicó como llegar a ese festival y ahí nos aparecimos al mes siguiente. “Fueron coincidiendo varias cosas”. Comenta César: “Habíamos visto títeres en México, en varios festivales. Luego, nos topamos con los títeres en Euro3 Dramaturgia de César Tavera, dirección de Elvia Mante estrenado en El Teatro de la Estación de la Casa de la cultura en 1987

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“...se adueñan del escenario tan solo con el gesto y la palabra precisa, conocen el exacto valor del silencio y se nos muestran como unos experimentados manipuladores que nos hechizan con la animación de sus muñecos” Esther Suárez Durán. Especialista cubana en Teatro Infantil

Comedia medieval. 2003 Foto: Elvia Mante


pa. Recuerdo que veníamos en un ferry pensando: ‘De aquí somos. ¿Por qué nos da vergüenza decir que hacemos teatro para niños?’ “Comprendimos que lo importante era lo que queríamos decir y encontramos como decirlo.’ Añade Elvia, “Cuando llegamos a México quemamos todas las naves y decidimos dedicarnos al teatro. Fuí a renunciar a la Secretaría de Educación. Nadie me atendió durante un buen rato hasta que les dije: ‘Quiero firmar mi renuncia’. En ese momento me dieron una hoja en blanco para que se las firmara. Lo hice y me dí la media vuelta, perdí todos mis derechos.” “Nunca me he arrepentido de la decisión que tomamos”. Reflexiona César: “Algunas veces te puede cansar el ambiente, te pueden cansar las grillas o las envidias, pero lo que no te debe cansar es el trabajo que realizas para sentirte vivo en el escenario. ¡Para crear! Porque, al final de cuentas en todos los trabajos hay problemas; uno lo que debe hacer es concentrarse en lo que mas le guste.” Complementa la idea Elvia: Pero, déjame decir una cosa, entre los titiriteros no hay tanta envidia como entre la gente de teatro. La dramaturga Verónica Maldonado dice que ‘los titiriteros somos la familia vegetariana del teatro’. Desde lo que ella percibe –y nosotros estamos de acuerdo- somos una familia amorosa.”. Agrega César: “Y esto se ha fomentado en las últimas generaciones de titiriteros a través de la comunicación, del trabajo conjunto”. II. Todo es cuestión de no parar “Siempre lo hemos dicho, -habla César en plural-, cualquier profesión es una carrera de fondo, una carrera que nunca termina hasta que concluye tu vida. Y muchos jóvenes la ven como carrera de velocidad. Siento que se desgastan por llegar a donde nunca llegaremos pues siempre estamos en camino.” Refuerza la idea Elvia: “Eso lo vimos cuando hicimos el ‘Camino de Santiago’. Los jóvenes van a toda prisa sin disfrutar del camino; su meta es llegar a la próxima parada y meterse en una taberna cuando lo importante es mirar lo que te encuentras en el camino. No es lo que haces para vivir sino lo que haces para sentirte vivo.’ “Como dice Konstantino Kavafis ”, retoma la palabra César: ‘Lo importante no es llegar a Ítaca, sino disfrutar del camino’. Yo veo a los jóvenes que se quieren comer al mundo de una mordida pero apenas la dan muchos terminan atragantándose. Y no se trata de comerse al mundo sino de seguir caminando. Según yo, debemos dar gracias por las mil dificultades que retrasan nuestro arribo pues cuando llegues a Ítaca lo único que podrás hacer será recordar tu odisea y dar gracias porque te echaste a andar. Yo creo que por eso hacemos teatro; trabajamos con títeres porque son los que nos dan vida.” Baúl Teatro… a 25 años

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El espectáculo "Navío de Fábula" del CREARTI, Cía de Títeres, con texto y dirección de Elvia Mante fue seleccionado como mejor espectáculo "Por un trabajo que equilibra la sencillez de su historia con manejo inteligente de los diálogos y una producción impecable manteniendo la atención del público" VII Encuentro Estatal de Teatro para niños en Nuevo León Jurados: Maestra Bertha Hiriart y Maestro Enrique Gorostieta Damm Julio 20 del 2009

Navío de fábula, 2009. Foto: Elvia Mante


Elvia corrige: “Lo que nos hace sentir la vida”. César concluye: “Si dejáramos los títeres no nos quedaría nada que hacer.” “Si hemos tenido problemas, escollos en el camino. Pero lo mejor es ver estos problemas como generadores de nuevas experiencias. Aprender del error. Obvio que cuando los vives estás lleno de coraje, molesto, frustrado. No piensas. Pero al pasar el tiempo aprendes. Y así hemos aprendido muchas cosas; por ejemplo: que ya la palabra no vale, que lo único que vale es un papel firmado. Aquello de que para los norteños lo más importante era la palabra, eso se ha perdido. Varias veces nos dijeron: ‘Vamos a hacer tal proyecto’. Y pues te emocionas y empiezas a trabajar y resulta que terminaban dándoselo a otro grupo. Y ¿cómo reclamar si no había nada firmado? Y tú ya le habías metido el corazón y te habías gastado el poco presupuesto que guardabas”. Ninguno de los entrevistados menciona nombres, sólo recuerdan que esto no les sucedió solo una vez y que en varias ocasiones terminaron los proyectos ‘por puro gusto’. “Otra cosa que hemos aprendido es que tenemos que ser muy claros cuando damos una orden. Parece que la gente entiende una cosa cuando tú dices otra. Las decisiones que tomamos son fruto de la experiencia, cuando se decide algo es porque es el modo de hacerlo con eficiencia y rapidez. Pero en el camino siempre te encuentras a alguien que quiere opinar -aunque uno debe estar abierto a todos los cambios-; entonces les tienes que explicar dos ó tres veces por que deben hacer las cosas así. Por ejemplo, muchas veces hacen el títere con el primer material que encuentran, con lo que tienen a la mano. Y terminan haciendo títeres que no duran tres funciones.” “Como somos una compañía de repertorio, buscamos que los materiales sean duraderos. Aún tenemos completas las producciones de hace 15 ó más años. De igual modo cuando se construye un teatrino se debe pensar en muchas cosas. No basta pensar en la funcionalidad, se tienen que considerar factores como forma de transportarlo y peso de los materiales, si el teatrino estará estable. “Otra situación muy desgastante es él estar continuamente capacitando gente nueva” menciona Elvia. Comenta que mucha gente ha pedido participar con Baúl Teatro, que ella con gusto les entrena pero tarde o temprano terminan abandonando el proyecto. “Cuando crees que por fin ya comprendieron la funcionalidad del espacio, la manipulación del títere, deciden que eso no era lo que buscaban. Y bueno, tienes que volver a empezar. Al principio lo tomaba como algo muy personal, hoy Baúl Teatro… a 25 años

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Baúl Teatro presentó una producción encantadora donde sobresalieron las marionetas gigantes.. La maestría de los titiriteros quedó impresa con un don Quijote caballeresco, un Maese Pedro digno y una Trujamán vivaz que narró la obra de títeres. Ricardo Marcos y Dora Isabel Franco. Periódico El Norte, 27 de mayo 2005

El retablo de Maese Pedro. 2005 Foto: Enrique Gorostieta Damm


he comprendido que se han ido porque tenían otras aspiraciones; lo que no entiendo es porque me hicieron perder tanto tiempo.” César dice en forma contundente: “Poco importa lo que quieras hacer si no tienes una idea clara de por qué quieres hacerlo. Para esto, tienes que tener en claro cuales son tus valores, tus principios éticos. Saber lo que deseas en esta vida. Por eso a la gente nueva le pedimos que respete nuestra disciplina. No somos militares pero si muy severos con la puntualidad y que cumplan las tareas que se les confían. Si no respeta el trabajo no debe estar con nosotros. Y esto se puede extender a cualquier profesión, si no hay una ética personal, no durará en ningún lado.” Recuerda Elvia: “Estaba con nosotros una niña, egresada de (la facultad de) Artes Escénicas; tenía casi dos años en el grupo cuando en una función que dábamos al aire libre en el Teatro de la Ciudad se encontró con una compañera: ‘Hola, le dijo su amiguita, ¿estás haciendo algo de teatro?’. ‘No’, le contestó la niña, ‘estoy haciendo títeres’. Mucha gente piensa que una función de títeres no es teatro o lo ven como un arte menor”. Y concluye: “La gente presupone que cualquiera puede mover un títere. Una gran mayoría piensa que hacer títeres es algo muy sencillo. Poco reflexionan en la importancia del tema y de la manipulación y el diseño del títere; porque cada historia necesita su propio títere.” “Para mí, continúa Tavera, los teatreros no quieren hacer teatro de títeres porque no son los protagonistas. A todos nos gusta que nos vean en el escenario y que nos aplaudan. Pero acá el protagonista es el títere. El actor permanece atrás; y, en ocasiones, detrás de una pantalla.” “No hay mucha gente en el medio que quiera hacer títeres -prosigue Elvia-, sin embargo, ahora existen más montajes donde los están empleando. Cuando empezamos había dos grupos que dirigían sus montajes al público infantil pero no trabajaban en forma contínua. Para este próximo encuentro estatal de teatro para niños (2011), hay registrados diecisiete grupos, claro, no todos utilizan títeres.” “Pero a pesar de todo, -ahora es César quién completa la idea- aún persiste una idea fija, preconcebida, de lo que deben ser los títeres. Un teatro menor donde aparece un muñeco con voz de pito que se zarandea para divertir a los niños. Por eso muchas veces la gente no se acerca. Incluso los maestros de teatro no saben lo que es un títere, no conocen las posibilidades que se tienen para transmitir una idea. Pocos directores y actores saben manejar un títere. Cuando el títere puede ser empleado en danza o en teatro, o en cine; todo queda en la imaginación del creador.” Baúl Teatro… a 25 años

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“Maniobra 7...viene a demostrar que el espectáculo de marionetas es una de las alternativas viables para el futuro del teatro contemporáneo” Alejandra Flores. Crítica teatral. Periódico El Norte. 1993 Maniobra 7. 1993. Foto: Erick Estrada Bellman


“En la imaginación y en los datos y experiencia que posean.” – menciona Elvia- “Aunque en este Monterrey son poquísimos los que buscan información. Baúl Teatro tiene uno de los pocos centros de documentación especializada en títeres a nivel mundial. Pregúntame quién de la ciudad –de los que hacen títeres- ha venido a consultarla. Ysaben que existe”. César arremete: “Y creo que ese es el principal error de todos nosotros, creemos que ya sabemos todo. La soberbia del ignorante. También creo que nuestro crecimiento habría sido más rico si nos hubiéramos acercado a otros maestros.” “Ir con el que sabe”, añade Elvia. “Nosotros hemos tenido que ir aprendiendo en el camino. Tal vez los que han tenido oportunidad de estudiar resuelvan sus problemas más fácilmente. No lo sé. A lo mejor si hubiéramos estudiado teatro hubiera sido más fácil enfrentar los problemas que se nos han ido presentando.” “Pero no seríamos los mismos. Somos producto de las decisiones que hemos tomado. De haber estudiado teatro de manera formal en una escuela pues a lo mejor… no estaríamos aquí.” concluye César. Después de una pequeña pausa, Elvia dice: La afición o conciencia de que uno debe estar bien informado en nosotros la despertó Concha de la Casa. Ella tiene un importante centro de documentación en Bilbao y es la directora del Festival Internacional de Títeres (el que –por cierto- cumplió 25 años en el 2006). Un buen día se le ocurrió hacer un catálogo de titiriteros –aún a pesar de las críticas pues todo mundo afirmaba que en España no los había-; con él demostró que había suficientes titiriteros como para poder considerárseles como un gremio. Gracias a esto los titiriteros mejoraron mucho su nivel de vida en España. Luego fijó sus ojos en Latinoamérica y en los noventa publicó un catálogo sobre todos nosotros. En este centro de documentación, tienen registradas más de tres mil compañías de todo el mundo. Guardan un sinfín de carteles, videos, fotografías y muñecos; además de libretos, revistas y periódicos. “Un centro de documentación –dijo Concha de la Casa- es un archivo vivo donde se guardan ilusiones y trabajos de muchas personas, donde confluyen los fracasos y éxitos y donde queda todo lo acontecido. La historia, lo más preciado que tiene la humanidad. Muchas personas no se dan cuenta que dentro de unos años todo aquello que no se guarde en un centro (se considerará que) no existió. El investigador no puede ir casa por casa. Y los centros o las bibliotecas, los museos es a donde acudes si necesitas saber cosas de hace 50 años.”4 La conocimos en el Festival Internacional de Títeres de Tlaxcala en 1993 donde hubo una reunión de todos los centros de documentación del arte de los títeres que hay en el 4 www.titirinet.com/2006/07/24entrevista-con-concha-de-la-casa

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(Mejor Espectáculo)… el grupo Baúl Teatro, bajo la dirección de César Tavera, por una muy lograda ejecución en el manejo y caracterización de títeres, creando personajes entrañables en la larga tradición de este género y, a su vez, mostrando una constante depuración en su técnica” IX Encuentro Estatal de Teatro para niños en Nuevo León Jurados Mtro. Gerardo Valdez Alejandro y Mtro Gerardo Dávila Peña 8 de mayo del 2011

Títeres de cachi-cachi-porra. 2011. Foto: Elvia Mante


mundo. Ahí Concha ofreció un taller de sombras. Llegamos hasta ella muy orgullosos con el primer folleto que habíamos hecho; un tríptico para promocionar nuestros espectáculos. Apenas se lo dimos comentó: “Esto lo he visto”. Tenía una excelente memoria fotográfica. Ella nos hizo comprender lo importante que es dejar testimonio; documentar es lo único que puede respaldar a la profesión. Nos volvimos como loquitos, poniendo en orden nuestros documentos y reuniendo carpetas de otros colegas. III. Teatro infantil y teatro para niños “En este afán por aprender la profesión –cuando recién empezábamos- decidimos hablarle a Carlos Converso para que nos dirigiera algo5. La mayoría de su teatro es para adultos, es un experto elaborando y manipulando títeres.” “La idea era aprender”. Prosigue Elvia: “Porque los títeres son un lenguaje con el cual puedes contar todo tipo de historias. Teatro mágico o realista, para adultos o para niños.” César interviene: “Imagina a un pianista; él puede tocar cualquier pieza musical, una muy rebuscada para adultos, o una muy sencillita, para niños. Lo mismo se logra con un títere.” “Pero tampoco debemos pensar que porque son niños, se les debe contar historias ‘sencillitas’”, afirma Elvia. “Ahora bien, antes de discutir cualquier cosa, tenemos que diferenciar entre teatro para niños y teatro hecho por niños. Hace tiempo no se hacía esta diferencia, ahora lo remarcan incluso en las convocatorias del Conaculta y Conarte. Se habla de Teatro Infantil para referirse al hecho por niños y se dice Teatro para niños el que elaboramos los adultos”. “Hay ciertas diferencias entre el teatro infantil y el dirigido a adultos –continúa Elvia-; en primer lugar la temática. Aunque puedes abordar cualquier tema al niño se le tiene que hablar en su lenguaje, en su nivel de comprensión. Otra distinción son los tiempos y sobre todo, la forma en que se narra la historia. Hay un trabajo de Verónica Maldonado que trata sobre el abuso infantil: ‘Valentina y la sombra del diablo’. Es una belleza de texto, poético y titiritero. Por eso remarco que se puede hablar sobre cualquier tema lo importante es la forma de tratarlo”. “Muchas veces, lo determinante es el tratamiento que le da el director de escena.” -apunta César- “Cualquier montaje depende mucho de la sutileza del director. Por ejemplo, se puede hablar de toda esta violencia que estamos viviendo, todo es cuestión de ingenio. De que se puede hablar de cualquier tema, se puede.” “Lo importante son las metáforas, agrega Elvia. Hay que buscar las metáforas para poder hablar de eso que elegimos. Hay autores que creen que la infancia es una etapa muy difícil como para ponerse a contarles historias de castillos y princesas. Dentro de esta línea de trabajo se pide que confrontemos a los niños con 5 ‘Maniobra 7’ estrenada en 1993 en La bodega de Baúl

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“Historias que inventaron los hombres para los niños, pero que siempre han divertido más a los adultos” ...”La puesta resultó ademas de ágil y divertida, sorprendente y vertiginosa... cuidada en detalle y muy disfrutable para público de cualquier edad” Gerardo López Moya. Periódico El Porvenir.

Pinocho. 1998. Foto: Elvia Mante


su realidad que les hablemos de los divorcios y los abandonos y los maltratos… y la pobreza” “Hay otras líneas, como es mi caso, que preferimos lo poético. La fantasía del cuento. Pero en el sentido que hablaba el escritor británico Chesterton : ‘“Los cuentos de hadas son más que reales; no porque les enseñen a los niños que existen los dragones, sino porque les enseñan que se puede derrotar a los dragones”’ Esa frase me conmocionó mucho la primera vez que la leí. Comprendí que no se trata de dorarle la píldora al niño, se trata de comprender que a través de la metáfora le puedes decir al niño que él puede incidir en su mundo. No que vá a llegar un hada –ahora sería un superhéroe-, no; la cuestión es que sepa que puede vencer a los dragones. Cualquiera que éste sea: un bosque oscuro o un abandono.” “Cuando la gente habla de los cuentos clásicos, -comenta César- muchas veces se refiere a Walt Disney; para muchos no existe Perrault, ni los hermanos Grimm. Yo cuando estaba en el teatro universitario vociferaba en contra de los cuentos clásicos. Pero ahora pienso que era por las puestas en escena que nos traían de México al Teatro del Seguro Social; o de los espectáculos que montaban aquí con botargas, con chistes de doble y triple sentido. Teatro para ganar dinero fácil. Pero cuando conoces el cuento original te das cuenta de que todavía pueden seguir ‘diciendo’ algunas otras cosas. Nosotros hicimos un espectáculo con un cuento de los hermanos Grimm –‘Elisa la lista’- y nos hemos dado cuenta que las historias no están desgastadas. Están desgastados los estereotipos.” “Los cuentos clásicos se desgastaron cuando los quisieron modernizar y convertir en algo que no eran.” Precisa Elvia: Porque, cuando los analizas te das cuenta de que dicen cosas más profundas de las que se ven a simple vista. La mayoría se preocupa por contar la anécdota, no se preocupa por comprender lo profundo del cuento, lo que se esconde atrás de la anécdota. Muchos critican a Walt Disney sin pensar que él respondió a su época. Él fue un artista que se comprometió en lo que él creía. Lo que yo critico son los que intentan copiarlo. Disney fue un creador, te guste o no lo que hizo. Como puede pasar con Botero: a algunos les gusta; a otros, no. El problema son las réplicas mal hechas de las creaciones de otros.” “A finales de los ochenta –interviene César-, en Monterrey se da un boom de espectáculos infantiles hechos con botargas. Todos muy mal hechos. Entonces se empezó a desgastar mucho más la imagen de Disney. Pero no las imágenes bien hechas que vemos en las películas de Disney, sino remedos que aparecen todavía en fiestas de cumpleaños y en algunos festivales escolares.” Baúl Teatro… a 25 años

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La propuesta creativa que caracteriza a Baúl Teatro, su sólido desarrollo administrativo, su carácter solidario con la comunidad artística y el sentido humano que tienen sus integrantes han alimentado a muchos que hemos pasado a ver cada una de sus obras, al escuchar sus conferencias, a estar inmersos en sus talleres, al apreciar su vasta colección de títeres. El intenso y cuidadoso amor que le tienen a sus muñecos y el gran compromiso por la dignificación del quehacer escénico sobresale en cada una de sus actividades. . José Guadalupe Palacios, periodista cultural, director teatral

Cuentos de Cristal. 1995. Foto: Erick Estrada Bellman


Sentencia Elvia: “Las mamás compran esos espectáculos por baratos, no por otra cosa.” César suma: “Como leí por ahí sobre las encuestas para públicos que realizan las televisoras: ‘Hay películas de charros y de charros-vaqueros. ¿De cuál quieres?’ En Monterrey tenemos botargas o ‘Muñequitas’, ¿de cuál quieres? Y la población no tiene mucho de donde elegir.” Toma la palabra Elvia: “No podemos negar la fuerza de la mercadotecnia, el impacto de la comercialización de la cultura. No tendrán mucho dinero los padres pero a la fiesta de cumpleaños del niño le llevan -aunque sea- una copia de las muñequitas originales.” César concluye: “Los niños te piden lo que ven en la televisión; como no han visto otra cosa, no pueden comparar. Crecen viendo al payaso de la tele. Nosotros los artistas tenemos la obligación de ofrecerles opciones que los enriquezcan culturalmente” IV. Títere versus actor Con humor comenta Elvia: “Puedes contar cualquier historia con títeres o actores, la gran diferencia es que ¡los títeres son mejores! No cobran, nunca llegan tarde y siempre hacen lo que pides y no se les olvida lo que tienen que hacer.” “Incluso, participa César, hacen cosas que los actores jamás podrán hacer. Un actor no puede desmembrarse en el escenario o prenderse fuego, como bonzo. Los títeres tienen mucho más posibilidades que un actor.” “Pero un títere, remata Elvia, ahora en serio, necesita un actor detrás, indiscutiblemente.” “Para diseñar un muñeco partes del análisis del texto.” Continúa Mante: “En base a la idea del autor creas la imagen del títere. Esa es el área plástica, por decir algo. Ahora bien, por otro lado está la personalidad del muñeco personaje y la del propio actor. Es él quién analiza las situaciones dramáticas y manipula el muñeco de acuerdo con su interpretación de la idea del autor.” Le sigue César: “Mientras el actor maneja su cuerpo y voz para recrear un personaje, el titiritero anima un muñeco; le da ánima, alma.” “Hay técnicas específicas; por ejemplo, hay una para manipular guante, otra para títere de varilla. Tenemos títeres bocones, de sombras o las marionetas.” Continúa Elvia: “Son modos operativos diferentes que requieren una preparación diferente. No está en que digas: ‘Voy a hacer títeres’. Dan por hecho que saben manipularlos y terminan montando espectáculos aburridos donde se le da más valor a la palabra que a la imagen. El títere es tan sintético que con unos cuantos diálogos puedes dar lo mismo que un gran monólogo. Lo importante entonces es la manipulación y la atmósfera que creas.” Baúl Teatro… a 25 años

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En una puesta divertida, deliciosamente grosera y con un lenguaje cotidiano, Elvia Mante creó un espectáculo que la noche del miércoles levantó aplausos constantes en su debut, dentro del Festival de Teatro Nuevo León 99. Mante consigue con la puesta poner a reflexionar al público, dejando en todos la sombra de una convicción: En pocas palabras, pero precisas, la también directora del espectáculo critica los estereotipos sociales impuestos contra las mujeres Luis Aguilar. Diario de Monterrey

20 de Agosto de 1999 Maniobras femeninas. 2008 Foto: Heriberto García


“Y puedes llevar el texto más allá de lo que se propuso el autor. Por ejemplo, uno de los trabajos teatrales más bellos con títeres que he visto fue la obra Juicio al padre, de Kakfa6, con Carlos Nevares dirigido por Sergio García. Tenían varios objetos en el escenario que llevaban la lectura de su monólogo a otro nivel, porque había varias figuras articuladas que Carlos colocaba de cierta manera, que te estaba dando una lectura que –por más cosas que hubiera dicho ese momento- iba más allá de las palabras. Por eso amo al títere, porque te permite otras lecturas.” Ahora César toma la palabra: “Pero el títere no puede competir con el trabajo de un actor, son dos lenguajes totalmente diferentes. No hay comparación. Se da el caso de montajes donde el actor comparte diálogos con títeres; por lo general, se emplean para remarcar diferencia de tamaños. Por ejemplo, Gulliver puede ser un humano y los liliputienses, muñequitos. O emplear un títere para El Principito y para el aviador, un actor. La interacción entre actor y muñeco le da riqueza al montaje.””Podemos decir, comenta Elvia, que cada texto, cada historia tiene su muñeco; su propio diseño, su propia voz.” “Aunque un títere lo puedes reutilizar si da el tipo para otro espectáculo o, bien, reconstruirlo para darle otro carácter: pintarlo, ponerle otro vestido o peluca. Pero la gran mayoría de los titiriteros conservamos nuestras producciones”, comenta César. “Aunque también, interviene Elvia, existe la posibilidad de que a un títere le puedes crear varios espectáculos. Porque a veces logras crear una personalidad tan encantadora que vale la pena pensar en escribirles otra cosa. Todo depende de la reacción del público, en eso está que prefieras un muñeco a otro; porque, de principio, nos enamoramos de todos.” “Voy a platicar un ejemplo. Cuando montamos con títeres Walpalamiri7, César utilizó un títere bocón que llamamos ‘Pingüi’. Este no era el personaje principal pero se convirtió en héroe por la respuesta del público. Los niños se enamoraban del muñeco.” “Tiempo después –agrega César- hicimos un programa de radio-se llamaba ‘Desde la Casa de los Títeres. Los títeres por la radio’- donde Pingüi era el locutor. Y varias veces se dió el caso de gente que llegaba al museo para conocer a Pingüi. Por esto, le hicimos un espectáculo que llamamos “X-E-Tí-te-re” donde Pingüi entrevistaba a otros títeres.” “Pienso que todos somos muy celosos de lo que hacemos –aclara Elvia-, César creó a Pingüi y no ha permitido que nadie lo manipule. Por supuesto que no puedes evitar 6 2008 en la sala experimental del Teatro de la Ciudad. 7 Dirigida por Marcela del Río en 1992, estrenada en Centro Cultural Plaza Fátima .

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Una tenue luz rompió la total oscuridad e iluminó la historia de millones de mujeres mexicanas y del mundo que, sin voz, siguen sobreviviendo y soportando la cruz de una cultura machista, hedonista y que las confina a un rincón y después al olvido… La frescura en la forma de narrar, con títeres, las disitintas formas en las que las mujeres viven en un mundo salpicado de machismo hizo que las sonrisas no cesaran en los asistentes. Las mujeres fueron retratadas ahí, detrás de ellas miles de hombres machos, miles de mujeres que lo apoyan y miles de razones para pensar en el tema y actuar fuera de escena, en la vida real. Jessica Catañeda. Periódico El Norte 3 de Julio del 2002

Mujeres. 2002. Foto: Enrique Gorostieta Damm


que alguien copie alguna de tus creaciones pero nunca será igual. ¿Por qué? Porque detrás de Pingüi está la personalidad de César.” “En cada creación –acota César- el titiritero deja un pedazo de su corazón, de su alma. Y le dá ciertas características en la voz, en la manipulación; sobre todo en las pausas. Alguien podrá copiarlo pero nunca podrá hacerlo igual. Lo mejor para el titiritero sería crear otro muñeco.” “La estructura de X-E-Tí-te-re nos ha servido mucho como base para crear otras cosas. Lo inicial fue montar dos números musicales, entrevistar a un personaje y contar un cuento. Para los festejos del aniversario de la fundación de Monterrey cambiamos los números musicales y Pingüi entrevistó al fundador don Diego de Montemayor. Para Navidad, entrevistó a un pino de Navidad y presentó una pastorela.” Y de pronto, Elvia cambia de tema. “Bueno, a lo que iba. Yo no tenía un títere mío, de mi propiedad; un títere como Pingüi que le pertenece a César. Entonces cuando nos pidieron montar El Quijote8 decidimos usar la misma estructura. El problema que se nos presentó fue que César no iba a poder estar en ese montaje por lo que nos vimos precisados a crear otro títere que yo manipularía.” “No podía tener la personalidad de Pingüi pero si cumpliría la función de locutora. Total que creamos un personaje para mí (que resultó ser mi alter ego) al que llamamos Yoya. Aunque éste títere si ha cambiado de manos y no ha perdido su personalidad. Y como Yoya hay otros cinco títeres más que, desde el (19)95 han participado en diversas obras y uno de ellos, ha cambiado hasta de nombre y vestuario pero sigue siendo ‘El Gordo’, nuestro gordo despeinado. Y hay otros que sirven única y exclusivamente para la obra para la cual fueron creados. Los menos terminan transformados, siendo algo totalmente diferente.” “Por lo general, todas nuestras producciones están completas. Comenta César: Si vamos a retomar ‘Viajeros’9 que montamos en el (19)91, ahí está todo. Sólo faltaría hacer algo de ejercicio.” “También tenemos una gran cantidad de teatrinos diferentes, algunos se crean para determinados espectáculos. Hasta las vestiduras son diseñadas de acuerdo al espectáculo. Aunque hay algunos montajes que no se vuelven a tocar, sobre todo los textos de carácter histórico. Los muñecos se guardan y tal vez puedan reciclarse; la que si reciclamos mas a menudo es la escenografía y la utilería. En la bodega tenemos cajas y cajas con producciones completas.”

8 Estrenada en la Feria del Libro ITESM en 2005 La Casa de los Títeres 9 Dirigida por Jorge A.Vargas en 1991 estrenada en la sala experimental del Teatro de la ciudad.

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Existe en este montaje un profundo respeto por la inteligencia de los niños. Hay una técnica depurada producto de muchos años de trabajo, de investigación, de exploración, de aprendizaje y de tomar riesgos. Es un teatro que conmueve porque comunica emociones sin caer en gratuidades. El develamiento del titiritero es un acto de humildad que revela un gran dominio del oficio. Jurados Sexto Encuentro Estatal de Teatro para Niños N.L. 2008. Maestra Florencia Ramos Blancas y Maestro Pablo Luna Álvarez Guiñol de París. 2008. foto: Enrique Gorostieta Damm


V. La construcción del títere ¿Ustedes fabrican los títeres que emplean en sus montajes?, pregunté; Elvia respondió: “Somos muy buenos diseñando; tanto César como yo sabemos lo que queremos de un muñeco. Lo que queremos que haga en el escenario. Estas características se las paso a un constructor, a un artista plástico. Él construirá un títere acorde a mis necesidades. Le pido hasta la expresión que debe tener; por eso se hacen varias pruebas. Y siempre le pedimos que utilice buenos materiales pues el títere debe durar –cuando menos- cien representaciones antes de necesitar reparación”. “El uso desgasta los materiales, como cualquier otro objeto.” Añade César: “Porque hay materiales que no resisten el paso del tiempo; por ejemplo, un títere bocón de hule espuma sin protección de latex o tela, no durará lo mismo que uno de unicel o de madera. Nos ha tocado ver a titiriteros que se quedan con el mango del títere en la mano y todo porque el tornillo que se usó para unir el cuerpo se cayó.” “Hace años –añora Elvia-, el Museo de Historia nos mandó hacer ochenta y tantos personajes de la historia de México. Todos los héroes habidos y por haber. También le dimos un taller de manipulación a la gente del museo. No sé que tanto tiempo los utilizaría pero eran para entretener a los niños que llegaban ahí. En esta ocasión, tuvimos que pensar muy bien en los materiales… Ya no volvimos a ver esos muñecos, no sabemos que pasaría con ellos”. Sigue César: “Una cosa es que hagas los títeres pensando que los vas a vender y otra muy diferente es que alguien te venga a pedir que le vendas tu títere o que se lo regales. Eso pasa mucho con los niños y uno no puede decirles que no sin explicarles por que no se los das: ‘Mira, éste títere tiene que ir a trabajar a otra parte’”. “Hemos dado algunos de nuestros títeres a otros titiriteros para invitarlos a que en sus países de origen –Colombia, Nicaragua y Costa Rica-empezaran a hacerse museos de títeres. Otros a Checoslovaquia e Indonesia. Y duele separarse de los muñecos, aún cuando no sean de los personajes principales. Y eso lo hemos visto cada vez que alguien nos ha regalado títeres para nuestro museo. Tenemos fotos donde –literalmente- están llorando cuando nos los entregan. Tenemos una anécdota muy especial de David Luciano Ruiz, que es un titiritero oaxaqueño. El muñeco que nos regaló tenía una carga energética muy especial porque el títere usaba la camisa del primer hijo que tuvo. Nos dió parte de su bebé”

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“...conforman un espectáculo de fina realización, algo que parece ser la característica predominante de las producciones de Baúl Teatro” Freddy Artiles. Especialista cubano en Teatro Infantil Revista Conjunto 10

La memoria secreta de las cosas. 2007. Foto: Enrique Gorostieta Damm


“Tenemos los muñecos originales de Guiñol de París10, con quince años y más de mil quinientas representaciones. Y siguen usándose para función. “Por eso decimos que se debe cuidar los muñecos. Guardarlos bien, darles su mantenimiento. Lavarlos de vez en cuando, porque el sudor mata a los títeres de guante, a los títeres bocones. Además de que los hilos de las marionetas se desgastan y hay que estarlas cambiando. Pintarlos cuando se desgastan. Aunque a mi me gusta verlos desgastados porque tienen una energía dada por el uso. Pero no sucios. Es muy molesto ver a un actor que saca un par de guantes negros de mugre cuando originalmente debían de ser blancos. Eso demuestra falta de profesionalismo” “Este último montaje para niños que fuimos a ver (Elvia no menciona cual), donde salían unas mojigangas mal vestidas para representar animales. Dos ó tres de los actores habían destruido las patas originales del vestuario y en lugar de repararlas se pusieron tenis. No importa que sea la función número cien, tú debes conservar en perfectas condiciones tu vestuario. Si se te rompió en el camino pues lo arreglas. Es el tipo de cosas que hablan del compromiso de la profesión.” “Lo que debemos borrar de la mente es esa idea del titiritero trashumante, dando funciones de pueblo en pueblo con producciones desgastadas y pobres.” Con firmeza continúa César: “Es cierto que andamos de pueblo en pueblo pero nuestras producciones deben tener el mismo nivel de calidad así nos presentemos al aire libre que no siempre reúnen las mejores condiciones para una representación escénica o como si estuvieramos en el mejor de los teatros. ” VI. La interpretación “Definitivamente, señala César, la personalidad del actor determinará en gran medida la del muñeco. Aún cuando en el texto se indique tal o cual característica la personalidad del títere la determina el actor. Por eso, cuando tenemos un actor con una personalidad muy desbordante –alegre y dicharachera-, tenemos que controlarlo; procurando que no rebase la personalidad del muñeco. Con éste tipo de actores se corre el riesgo de que se proyecten en todos los títeres que ellos manipulen y en consecuencia, todos parecerán iguales: con los mismos movimientos y tonos de voz.” “Con la voz y movimientos le das personalidad al muñeco. Con la tonalidad y el ritmo de la voz le imprimes un carácter que complementas con movimien10 Estrenada en 1996 en La Casa de los Títeres , dirigida por Elvia Mante y César Tavera

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La paloma es una metáfora de un minuto de duración sobre la Guerra de Irak. Se trata de una historia completa en un minuto. Una historia que nos es cercana y dolorosa. Así, una tradición de hace más de tres siglos se actualiza para hablarnos de nuestro mundo con un interesante sentido dramático. Ana Laura Santamaría, crítica teatral. Milenio 2003

La paloma. 2003. Foto. Elvia Mante


tos. Un títere puede renquear –como pirata con pata de palo- o desplazarse rápidamente si es hiperactivo como un conejito.” Complementa la idea Elvia: “Si hablamos en el campo de la técnica -un títere de guante, por ejemplo-, el muñeco puede hacer movimientos rectos, ondulados, trepidantes, deslizantes o lo que te dé la imaginación y la técnica. Al momento de manipular lo que te preguntas es por el tipo de movimiento que le darás a la personalidad del títere.” “Y las voces, agrega César, puedes trabajar diferentes edades o estados de ánimo. También puedes buscar alargamientos de vocales o jugar con resonadores para que tus personajes no sean iguales. Muchos actores agregamos acentos típicos de alguna región; con esto –además de la personalidad que le creas- le añades otra característica más al personaje.” Sentencia: “El titiritero tiene que tener una disociación para poder manipular los títeres.” “Disociación que se logra más fácilmente cuando tienes a los muñecos en tus manos. Agrega Elvia: Cuando los ves sabes que no son iguales; sabes que piensan diferente, que ven y respiran de una forma diferente. Y esto lo apuntalas también con la técnica y la experiencia” VII. Los textos elegidos para montar “El medio ambiente –asevera César- siempre me ha marcado porque soy un artista de mi época. Ahora estoy preparando un espectáculo sobre la violencia con títeres de cachiporra; donde el diablo decide regresarse al infierno porque está mejor allá. El infierno está en la tierra eso es lo que quiero decir. Es una anécdota que gira en torno a las agresiones entre padres e hijos. Es claro que me inspira todo éste horror que estamos viviendo. Como que yo me motivo con elementos externos, Elvia utiliza más sus recuerdos. Por ejemplo, ‘Quisiera ser Dios’11 nace a partir de las lecturas que hacía en ese momento –‘El mito del Golem’- y un par de libros que me llegaron con pinturas de Magrite y Dalí. El detonante fue una tarea que nos pusimos todos los titiriteros al terminar el IX Festibaúl: crear un espectáculo de 10 ó 15 minutos con cinco objetos: una oreja, un trapecio, una puerta, un candelabro y un cilindro.” “Se decidió por sorteo. Cada uno tomó un papelito y escribió el nombre de un objeto, cualquiera. Luego se eligieron cinco. La tarea deberíamos presentarla durante el siguiente Festibaúl. Todo esto resultó en ‘Quisiera ser Dios’; como que se fueron hilando las imágenes. Aquí me planteé el eterno problema que tenemos los titiriteros: ¿Quién maneja a quién? Comenta brevemente Elvia: “En 11 Escrita y dirigida por César Tavera, estrenada en Centro Cultural Plaza Fátima en 2003 dentro del encuentro estatal de Teatro. Ganadora como primer lugar de Dramaturgia en la UAS y selecionada para el Festival de Teatro N.L.

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Baúl Teatro está cargado de sueños y esperanzas. De sus creaciones emanan mensajes que brotan del alma de estos artistas, para estimular motivaciones estéticas en niñas, niños y adultos, para divertirlos –en el más amplio sentido de la palabra- haciéndolos reír y emocionarse, reflexionar y ver la vida en toda la maravillosa y diversa gama de matices que la conforman, con sus contradicciones y posibilidades, para dejarnos una huella indeleble que nos ayude a ser más sensibles y a mirar con el corazón. Mayra Navarro. Narradora Oral. Directora Estudio NarrArte. Miembro de Honor de UNIMA / Cuba

Cenicienta de la China 2003. Foto: Elvia Mante


‘Quisiera ser Dios’, César hizo un cuestionamiento muy fuerte a nuestra profesión.” Prosigue César: Y cuando creé ‘La paloma’12, me motivaron los sucesos del 11 de septiembre. Era un espectáculo de un minuto para un solo espectador. Lo hice dos años después, pensando que ese suceso fue sólo para mostrar un espantoso juego de poder. Que es algo que pasó y que seguirá pasando mientras haya tiranos que quieren controlar… Y, al parecer, la historia me da la razón”. “En cambio, yo –dice Elvia- … Yo tengo que crear mis espejos cuando escribo. Puedo decir que casi todos los cuentos que incluyo en mis espectáculos son autobiográficos. Son mis sentimientos que experimenté en algún momento de mi vida. No son las situaciones representadas las autobiográficas, sino los sentimientos. Por ejemplo, tenía más de diez años con uno de los cuentos de ‘Carreta de sueños’13; lo contaba cuando podía pero no lograba pensarlo para títeres. Otro cuento de los que incluí, sin embargo ya lo había propuesto para una beca. No pasó pero la idea ahí se quedó, guardada. El tercer cuento, fue otra de las tareas que nos encargábamos los titiriteros al terminar el X Festibaúl. Ese año llegó Carlos Converso con una obra: ‘Ten –me dijo-, cuando la leí, pensé en ti’. La leí y sí; me encantó. Entonces, la propuse como tarea. Es una historia sobre Romeo y Julieta representados por un árbol de naranjas y otro de limones. ¡Y en verso! Puede decirse que cumplí muy bien con mi tarea pero… era un cuento muy breve. Entonces, me valí de un personaje que creé para poder contar esta historia: una titiritera. A través de ella pude incluir los otros dos cuentos.” Del espectáculo La memoria secreta14 “ el sentimiento primario de cada uno de los cuentos es autobiográfico. Repito, son mis sentimientos como han ido pasando por mi vida. No son las situaciones representadas las autobiográficas, son los sentimientos.” “Lo que más me gusta de nuestra profesión es que nosotros podemos hablar de lo que realmente nos interesa”. Afirma Elvia: “No estamos sujetos al texto de un autor reconocido.” “Durante muchos años –prosigue César- no encontrábamos textos de teatro para títeres, por eso creábamos los textos, o más bien las acciones que daban paso a un espectáculo: canciones, pequeñas anécdotas, movimientos, etc. Y esta costumbre ha continuado cuando menos en México. La mayoría de los titiriteros crean sus espectáculos; pero ha ido incrementándose el número de gente trabajando en apoyo de los montajes: diseñando muñecos o escenografías, creando música. Seguimos siendo ‘todólogos’ pues entendemos de todas y cada una de las partes que integran el espectáculo pero estamos dejando algunas cosas en manos de expertos. Tiempo atrás, los espectáculos de títeres eran manejados por familias; pasaban de generación en generación”. 12 Dirección de César Tavera, estrenada en el festival Puppetbusker de Gante, Bélgica en una Caja misteriosa o “peepshow” en 2003. Se representa en un minuto para un solo espectador 13 Dirigida por Sergio García, estrenada en el espacio al aire Libre del teatro de la ciudad en 2006 14 Dirigda por Sergio García, estrenada en La Casa de los Títeres en el 2007

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“Dragoneto Literato, fabulador de historias” grupo Baúl Teatro, dirección de Elvia Mante y César Tavera, (fue seleccionado) por el equilibrio en la calidad de todos los elementos manejados, el cuidado y creatividad de la parte visual, la sutileza en el discurso y la excelente actuación. Tercer Encuentro de Teatro para Niños Nuevo León 2005. Jurados: Mtra. Perla Szuchmacher y Mtro. Felipe de la Lama

Dragoneto Literato, fabulador de historias. 2007. Foto: Eduardo González


Pregunto: ¿Toman en cuenta la problemática del niño al escribir? “No”, responde de inmediato Elvia. “Me da pena reconocerlo pero… respondo más a mi instinto” “Aunque vivimos circunstancias muy diferentes a las actuales fuimos niños.” Señala César: “Yo recuerdo mis miedos, el temor al maestro o al que me podía pegar… El caminar por una calle donde había perros o cientos de situaciones que siguen siendo propias de una mente en formación. Sin importar los comos, se viven las mismas situaciones. Al escribir pienso en estos miedos y luego trato de investigar si funcionan en escena. Me acerco con los niños para escuchar sus comentarios y ver la reacción al montaje. Tal vez inconscientemente escribo cosas que recuerdo de mi infancia. Son las cosas que me gustan y trato de ‘reflejar’” “A lo mejor, interviene Elvia, yo no pienso en la problemática que viven los niños, pero si sé como van a reaccionar ante tal o cual situación. No en forma general, pero hay ciertas cuestiones de juego, de técnica, de acciones que sabemos como incidirán en el público. Se puede decir que las provocamos.” “Las buscamos.” Agrega César: De hecho hasta adivinamos cuando se van a reír. Y si no lo hacen, buscamos hasta dar con el por qué no lo logramos. A lo mejor está mal el ritmo o mal dicho el texto o no se hizo una pausa adecuada.” “Al leer una obra de teatro, prosigue Elvia, por ejemplo sabes en que punto está un chiste; si la gente no se ríe algo anda mal. Generalmente es un error de comprensión del actor, de la comprensión del texto. Como director tienes que hacerle ver al actor que si él no acepta que eso es un chiste y como tal lo debe interpretar jamás podrá convencer al público. El primero que tiene que creer en la veracidad del texto es el actor. Algunas veces el reparto sigue tus indicaciones por disciplina, sin comprender del todo la situación; no es sino hasta cuando están frente al público que entienden su trabajo. Son cosas que te da la experiencia.” Continúa Elvia: “Se hacen ajustes a la palabra, a la acción o a la situación; o se elimina cuando no funciona. Aunque también hay situaciones no previsibles que se dan en el momento de la función. Entonces dices: ‘¡Que rico!’ Hay públicos muy diferentes; a algunos es difícil sacarles una sonrisa. Pero hay un espectáculo que siempre que lo presentamos me ha gustado: ‘Dragoneto literato’15. Como que la obra seduce a la gente. ¡Es un silencio! Desde que la estrenamos –y que para mí todavía es una sorpresa- la gente termina arrobándose. Siempre es igual. Y la estrenamos en el espacio más infame del mundo, en unas tarimas que pusieron en una de las Ferias del Libro; en ese espacio tan frío, tan difícil, hechizamos a la gente. Cuando preparamos ese montaje no estábamos buscando ese silencio y es un 15 De Elvia Mante y César Tavera, Estrenada en la Feria del Libro del ITESM en el 2004

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“Las tremendas aventuras del monito verde” fue seleccionado “Por proponer una puesta en escena innovadora en el teatro de títeres. Este montaje ofrece al público la oportunidad de conocer y apreciar las visiones estéticas del movimiento surrealista” VII Encuentro Estatal de Teatro para niños en Nuevo León Jurados: Maestra Bertha Hiriart y Maestro Enrique Gorostieta Damm Julio 20 del 2009

Las tremendas aventuras del monito verde. 2009 Foto: Elvia Mante


regalo maravilloso que recibimos siempre que la presentamos. Porque sabemos que a la gente le gusta, porque sentimos la energía y luego están los aplausos y termina la función y la gente no se va…” César complementa: “Ese montaje lo preparamos a pedido de Editorial Castillo. Seleccionamos dos textos de una enorme colección que tenían y los montamos. En mi caso, dice César no tenía ninguna idea de cómo iría a reaccionar la gente.” “Cuando decidimos hacer un ‘trabajo por encargo’, señala Elvia, es porque volvimos personal ese proyecto. Lo hacemos nuestro. De otro modo no estableces compromiso. Cuando la Secretaría de Educación nos pidió El Quijote16, no lo presenté tal cual; le dí una visión personal. Si El Quijote lucha en forma individual yo hablo de lucha social. ¿Por qué le fue al Quijote como le fue? ¡Porque estaba solo! Vamos a sumarnos y a lograr que los sueños aterricen. Tuve críticas pero aporté mis ideas.” Continúa Elvia: “Para éste montaje que nos pidió la Secretaría de Educación, decidí presentar sin palabras las anécdotas más conocidas de El Quijote y lo que yo pienso lo conté cantando. Hice las letras, mandé hacer la música y grabamos. Señala César: “Los actores sólo decían uno que otro texto, sólo para presentar la siguiente escena: ‘El Quijote contra los molinos’, ‘El Quijote contra los leones’. Grabamos las canciones del espectáculo porque eran ocho funciones diarias; pero en general no nos gusta grabar voces porque se vuelven espectáculos muy fríos. Se necesita la respuesta del público, es como un estímulo para continuar con la función.” Continúa César: “También montamos un trabajo a pedido del Museo del Vidrio. En esa ocasión nos gustó mucho la historia y la forma en que la realizaríamos. Utilizamos un hilo conductor para las tres historias que queríamos montar: una familia de cristal donde el niño quería saber de donde venía. Entonces los padres le cuentan la historia del vidrio; luego le platican como llegó el vidrio a México. Pero también ha llegado gente que nos pide montar algo que no nos convence y le tenemos que decir que no. Preferible utilizar ese tiempo en algo nuestro.” “Ahora con el montaje de ‘Tlaloc’17 estamos viviendo algo nuevo. Resulta que hay en Chihuahua un grupo de titiriteros “El Tenderete”. Son excelentes constructores y les gusta muchos producir. Tiene producciones completas sin estrenar porque lo que les gusta es producir. El otro día, platicando con ellos les comenté que para éste 16 De Elvia Mante estrenada en Linares N.L. en el porgrama Abracadarte de la SEP, música de Dolores Cépeda año 1999 17 Autor, Armando Samaniego, dirección de Elvia Mante, estrenada en La Casa de los Títeres en el 2011

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Este ultimo escenario donde las marionetas de la compañía neoleonesa Baúl Teatro resaltaron por ser participes de una original producción que se ganó, de principio a fin, el aplauso de uno de los públicos mas difíciles de complacer. Y es que en su gran mayoría, el público estuvo compuesto por pequeños amantes del teatro, quienes gozaron a mas no poder las hilarantes ocurrencias de los personajes, compartiendo junto a sus padres y maestros una mañana fantástica. Ever Haro Guillén. Periódico El Heraldo de Chihuahua Miércoles 22 de Noviembre de 2006 Ma’ Cuervo. 2006. Foto: Elvia Mante


año pensaba reponer algo. ‘¿Para que repones lo mismo?’, me dijo Pilar. “Nosotros te prestamos la producción completa de ‘Tlaloc’ para que la montes con títeres planos’. ¡Hasta la música tenían! ¡Tenían todo! Le digo: ‘Bueno, déjame leerla’. Me gustó, es la leyenda de Tlaloc, tal cual. Pero nosotros no hacemos leyendas, no hacíamos. ¡Y luego, son títeres planos! No hay ni un guante o bocón, puro títere plano. Lo tomamos como un reto; ya habíamos utilizando en algunas ocasiones títere plano pero nunca habíamos hecho un espectáculo basado exclusivamente en este tipo de títeres.” Prosigue Elvia: “No puedo negar que la montamos por compromiso, que la historia no nos apasionaba. Pero a la gente si le ha gustado mucho. Fue una sorpresa para nosotros. No le teníamos mucha fe pero está funcionando. Esperamos que el grupo la vea en el próximo Festibaúl. A ver que dicen porque la obra sufrió algunos cambios. La propuesta no tiene nada que ver con la idea que ellos tenían. Para empezar su espacio escénico era otro. Quitamos algunos títeres, metimos otros. Nos dimos la libertad de presentar a los dioses como caricatura sobre un fondo negro. De pronto, parecen ‘comics’. Pero la historia es la historia de ellos.” “Hay otro grupo de Hidalgo, indica César, que nos ha pedido que les dirijamos algo. Pero nos hemos tardado en encontrar el texto que nos mueva a nosotros. Por eso decimos que tenemos que personalizar el proyecto.” VIII. La dramaturgia en el teatro de títeres “Para empezar, afirma César, quién quiera escribir para títeres debe conocer de títeres. Sobre todo al momento de describir las acciones y decidir si será un títere de guante o varilla quién las ejecute. El dramaturgo debe tener en la mente lo que puede hacer un títere”. Le interrumpe Elvia: “Pero también hay dramaturgos que escriben para títeres y no son titiriteros. Como Gabriel Contreras”. “Son buenos porque uno como director sabe que sus textos son el punto de partida para hacer cosas.” “Posiblemente él no las escribió pensándolas para títeres, pero ‘Pinocho’ y ‘El señor de los cielos’ son textos perfectamente titiriteros por todos lados”. “Él no lo sabe”, murmura César. “Sé lo he dicho, pero no me cree”, añade Elvia. César prosigue: “Con títeres puedes montar lo que sea pero si quieres escribir para títeres tienes que saber ciertas cosas; por ejemplo, como se maneja un títere. ¡Eso sin pensar en cómo se diseña y elabora! Conocer cuales son las posibilidades que te da un títere. Se puede decir que cada títere tiene un ritmo. Una marioneta no tiene desplazamientos rápidos como los de un títere Baúl Teatro… a 25 años

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“Viajeros” del grupo “Baúl Teatro” (fue seleccionado) por su gran calidad escénica y la creación de un texto de alto contenido estético. Cuarto Encuentro Estatal de Teatro para Niños N.L. 2006 Jurados: Mtro. Rubén González Garza, dramaturgo, actor, director de teatro y Mtro. Javier Treviño Castro, dramaturgo, actor, director de teatro

Viajeros. 1991. Foto: Erick Estrada Bellman


de guante. La marioneta te hace más lenta la narrativa escénica; con ella no puedes presentar algo vertiginoso. Cuando escribo yo ya estoy pensando en el títere que usaré y en su desplazamiento escénico. Escribo pensando en el montaje, en las imágenes que quiero presentar.” “Otra cosa, añade Elvia: El texto de teatro para títeres tiene más acotaciones que palabras. Porque el títere hace, no dice. Lo importante es la acción.” Prosigue César: “El títere se expresa más con el movimiento que con la palabra. Cuando hay mucho diálogo, se corre el peligro de que el público se canse de ver al títere, por eso sería ideal que el dramaturgo proponga otros recursos. Si es un monólogo, pues que haya recursos de escenotecnia.” Sentencia Elvia: “Todos los objetos que están en el escenario tienen una función y deben poder ser manipulables.” “En realidad, creo que no hay un método para escribir.” Reflexiona César: Hemos asistido a varios cursos, uno con el cubano Freddy Artiles donde nos pedía redactar pequeñas escenas –A conoce a B-, con frases cortas, ágiles; así fue como nos acercamos a la estructura del diálogo. Perla Schumacher en cambio nos llevaba fotografías para motivarnos a escribir. A partir de una imagen crear un texto” Se suma Elvia: “También ponía ejercicios a partir de una noticia o anécdotas personales. Pero el curso con Verónica Maldonado fue como para movernos el tapete. Más que ponernos a escribir nos confrontó con nuestro trabajo. Nos propuso a los participantes alejarnos de montajes planos y sencillos para contar historias a través de metáforas. Comprometerse a buscar una metáfora. Puedes hablar de abuso infantil y contarlo en forma de cuento. Ahí tienes ‘Caperucita Roja’ como ejemplo.” “Lo más importante de lo que hacemos –aclara Elvia- es la historia que contamos, no el cómo… La respuesta que esperamos del público es por ‘el qué’ y no por ‘el cómo’. ‘El como’ tiene que ayudarme a contar ‘el que’.” “Fondo y forma”, señala César. IX. Cambios en el montaje “Hay algunos espectáculos que no se modifican”, asevera César y, sin ‘agua va’, Elvia agrega: “Todos se modifican. Si tú comparas ‘Viajeros’18 la experiencia de 20 años nos lleva a hacer otros movimientos más limpios. ” “Bueno, prosigue César, pero la propuesta de dirección no se modifica. Si hacemos algunos cambios para mejorar el montaje, algunos motivados por la respuesta del público. “Con la respuesta del público se ajusta más que todo el ritmo.” “Cuando vamos a reponer ‘Viajeros’, continúa Elvia, sacamos el video del estreno para procurar hacerlo 18 Dirigida por Jorge A Vargas en 1991

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“Carreta de sueños” Fue seleccionado por la calidad poética, juego y reflexión del texto, la unidad entre los disitintos temas y las múltiples lecturas ya que puede dirigirse tanto adultos como a niños aún cuando tiene personajes fantásticos, sin caer en el estereotipo Quinto Encuentro Estatal de Teatro para Niños N.L. 2006 Mtra. Maria del Roble Barret. Dramaturga, titiritera y Mtra Florencia Ramos Blancas, Conaculta Carreta de sueños. 2007. Foto: Enrique Gorostieta Damm


tal como lo trazó su director, Jorge Vargas. Pero la experiencia nos lleva al refinamiento, a un espectáculo con mayor calidad de movimiento. Elvia cuestiona: No es posible pensar que después de tantos años no hayamos mejorado el nivel de interpretación.” César retoma la palabra: “Tenemos que hablar de dos tipos de espectáculos: está ‘Viajeros’ que no ha cambiado; pero por otro lado está ‘Guiñol de París’ que ha sufrido muchos cambios. ¿Por qué? Porque hemos descubierto nuevos juegos titiriteros; juegos que lo han hecho crecer en tiempo y calidad. Por ejemplo, quitamos todas las vestiduras del teatrino; con esto, le damos al público otra lectura del espectáculo. Ve al títere y al manipulador al mismo tiempo.” “Al principio, continúa Elvia, ‘Guiñol…’ eran tres historias; ahora, las dos primeras se han eliminado. Fundamentalmente, ‘Guiñol…’ es un teatro con títeres de cachiporra; a medida que fuimos perfeccionando la técnica y encontrando nuevas posibilidades de movimientos, César los fue integrando al espectáculo. Y de pronto, las dos primeras historias empezaron a sobrar. Se puede decir que, ‘Guiñol…’ es producto de un proceso de aprendizaje.” Explica Elvia: “Los títeres de cachiporra son el equivalente a los juegos de La Comedia del Arte. El texto que representamos es un clásico del siglo XIX y lo que propone son juegos titiriteros; son como ‘secciones de acciones’. De modo que puede alargarse un poco, dependiendo también de la respuesta del público. No hay que gastar el chiste. Ahora bien estos juegos funcionan en una y otra obra y otra. Son independientes, son juegos. Por esto digo que César fue integrando nuevos juegos en el camino. Claro, son juegos que deben tener alguna relación con la situación que se está representando.” “En el (19)99 estrenamos ‘Maniobras femeninas’19 con títeres de guante.” Narra César: “Entonces, el hilo conductor de las historias era una canción de Joaquín Sabina. Ahora se han cambiado algunas historias y el hilo conductor. Seguimos usando a Sabina para abrir y cerrar el espectáculo pero ahora es un dramaturgo-títere quién cuenta las historias. Yo siento que ese espectáculo también ha crecido.” “Pero ha cambiado por situaciones muy distintas.” Narra Elvia: “Nos invitaron a Bélgica para presentar ‘La paloma’; como es algo muy breve, nos pidieron que presentáramos ‘algo más’. Se nos ocurrió llevar algunas de las historias que integraban el montaje que nos dirigió Carlos Converso –Maniobra 7- y otras de ‘Maniobras femeninas’. Por supuesto, todas las historias sin palabras y todas en torno a la problemática femenina.” Generalmente “Cuando preparas un montaje de títeres tienes que pensar que lo mismo puedes presentarte en un espacio cerrado que en uno abierto lo que no significa 19 De Elvia Mante y César Tavera estrenada en La Casa de los Títeres en 1999

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Quisiera ser Dios, otra vez, de pronto, creada y dirigida por César Tavera… fue elegida por su reflexión acerca de la creatividad humana y su diseño dramático, a la par de emotivo y conceptual XIII Encuentro Estatal de Teatro 2003 Jurados: Mtro. Salvador Ayala Gómez, Agustín García Gil y Jorge Méndez Garza

Quisiera ser dios, otra vez, de pronto Foto: Elvia Mante


que tú lo montes al ‘ahí se va’. Cuando concibes la puesta en escena la imaginas con música, escenografía, vestuario y luces. En estos últimos meses que nos hemos ido a dar funciones en las escuelas de las colonias de la periferia trabajamos con lo mínimo. Pero son montajes que también están listos para presentarse en un teatro. La idea es que el espectáculo gane fuerza cuando esté en un escenario; que no pierda. ‘Carreta de sueños’ se montó para estrenarse en el espacio al aire libre del Teatro de la Ciudad pero tiene su diseño de luces. La verdad es que la gran mayoría de nuestros espectáculos se crean para poder presentarlos en la calle… o cualquier tipo de espacio. Pero los hacemos con la misma calidad que si se fueran a presentar en un gran teatro. X. Formación de público “No creo que hayamos formado un público –dice en forma contundente Elviaporque si eso fuera cierto, tendríamos la sala llena todo el tiempo. Aunque llegan algunos que nos dicen habernos visto cuando eran niños, son pocos. Hay una compañía de títeres en Londres20, que tiene una salita –así de pequeña, como la de nosotros- y para ir a ver su función tienes que comprar boletos con meses de anticipación. Claro, son pueblos que tienen más de seiscientos años viendo teatro; nosotros apenas tenemos unos cuantos años… En fin, creo que hemos hecho lo que hemos podido.” “Si bien no hemos formado público, al menos hemos sensibilizado al medio teatral.” Le responde César: “Lo prueba el hecho de que ya se presentan más espectáculos de títeres en la ciudad. Aunque no podemos decir que hay más grupos de titiriteros por nuestra causa , no. Pero ya se organizan festivales -como el Mireya Cueto, que está por cumplir once años- a los que vienen grupos nacionales e internacionales.” “Bueno, todo esto son meras apreciaciones subjetivas.”, subraya Elvia: “No podemos afirmar o negar si hemos formado público, se necesita un estudio muy serio.” “Pero se pueden comentar algunas cosas para aclarar la situación.”, continúa César: “Como dije antes: Hace veinticinco años, cuando montamos ‘Yo sé que puedo’, sólo existíamos dos o tres grupos. El año pasado éramos dieciocho grupos los inscritos en el Encuentro Estatal. Lo que significa que tiene que haber más público, indiscutiblemente.” Y los que no se puede negar es que mientras grupos aparecen y desaparecen, Baúl Teatro sigue - y esperemos que por mucho tiempo más- haciendo teatro para niños. Finaliza Elvia.

20 Little Angel Theatre

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Para Elvia y César, nuestros amigos de todo corazón por ser tan Buenos, gracias por querer a los niños y a la vida. ¡Vivan los títeres! 18 de Nov de 1994 Celso Garza Guajardo Cronista e historiador de Nuevo León


XI. Una reflexión final “Creo que todo radica en el amor que le pones a lo que haces. Nosotros, como estamos enamorados de nuestra profesión lo único que buscamos es compartir nuestro trabajo. Por ejemplo, recibimos una beca para presentarnos en cuatro municipios; pues nos fuimos a ocho. Si ya estás en el sur del estado, ¿qué te cuesta viajar unos cuantos kilómetros más?”. César recuerda que, después de una función y camino a otro pueblo, le dio un aventón a una familia de campesinos. En el trayecto, el padre comentó que su hija cumpliría años al siguiente domingo; como César habría de regresar por ese mismo camino ese día les prometió una función en la fiesta de cumpleaños. “Esa gente difícilmente podría haber visto un espectáculo de títeres en su vida…. Lo importante es compartir lo que tú creas… Es una experiencia que no se puede comprar… y es cuando te sientes más a gusto contigo mismo, con tu profesión: compartiendo tu trabajo artístico.” “Lo que pasa –acota Elvia- es que César tiene una gran capacidad para el juego. Cuando escribe, juega; cuando actúa, juega; cuando estamos creando un espectáculo, juega. ¡Juega todo el tiempo! Por eso a mí me resulta lógico que empate con los niños.” Pasa luego a comentar que hace el teatro que a ella le gusta “y, casualmente, también le gusta a los niños. Pero César trabaja pensando en el niño”.

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Que gratificante lugar lleno de magia y de amor. Uds. Son el ejemplo vivo de que los sueños se pueden materializar ¡Ojalá que siempre los acompañe el éxito, han trabajado mucho para ello, se lo merecen. Con el fraternal afecto de siempre su amiga María Eugenia Llamas, actriz

Fachada de la bodega de Baúl. 1992


La promotorĂ­a


(Baúl Teatro) Es un proyecto sólido en la ciudad de Monterrey en donde vemos los productivos frutos que el amor al teatro, la fértil tenacidad de unos artistas, han rendido para delinear un panorama más rico, más abierto, que el generalizado cuadro de pobreza artística y económica en que quedan encerrados los niños descuidados por las instancias que debieran encargarse de su suerte. Baúl Teatro ha hecho más con sus escasos recursos, mil veces más – proporcionalmenteque todas las instituciones públicas concernidas con la educación, las artes y la cultura de Nuevo León Otto Minera Traductor, dramaturgo y Director teatral.

Niños de la colonia Independencia en el pasillo de La Bodega de Baúl


I. Los espacios La idea por tener un espacio propio parece ser algo inherente a la personalidad de ambos. Además de que son celosos de su privacidad, siempre han destinado un espacio de su casa para elaborar producción, ensayar un montaje o impartir clases de teatro para niños. Elvia, apenas rentó su casa-habitación en Nuevo Laredo, destinó un área para organizar un grupo de teatro infantil. César probó las bondades de poseer un espacio independiente cuando fue miembro del Grupo Matraz. Así que fue algo natural que la casa que rentaron para iniciar su vida matrimonial terminara convertida en un espacio teatral. “A poco meses de crear Baúl Teatro21 ya estábamos rentando un segundo piso en Diego Montemayor 707 Sur”. Recuerda César: “Eran tres cuatros y una terraza preciosa, enorme. Lo que hicimos fue adecuar ese espacio para trabajar.” Aclara Elvia: “Lo rentamos para ensayar. Y como ya teníamos el espacio decidimos empezar a dar clases.” prosigue César “ después de dar las clases pensamos en abrirlo como un espacio teatral. Le llamamos ‘La Sala del Baúl’, era un cuarto de cuatro por cinco metros. Ahí hicimos teatro circular –el público alrededor- donde cabían perfectamente cuarenta personas.” César narra: “Papá nos construyó unas bancas que colocamos alrededor de la sala y nos fuimos a conseguir latas de chile y algunos dimmers para hacer nuestro equipo de iluminación, además de tela negra para aforar. ¡Y ya! Fundamentalmente lo que queríamos era conservar la experiencia de tener un lugar independiente donde pudiéramos ensayar, trabajar, dar clases… ¡Hacer lo que tú quieras!” Elvia confiesa: “Al principio, aunque aún batallábamos mucho para ir a pedir; pedir un espacio para ensayar y luego otro para presentarse… Pedir espacios, parece que esa es la constante en este trabajo. Eso hicimos cuando comenzamos. Desarrollábamos el trabajo hasta donde podíamos… porque siempre ha sido muy problemático conseguir un teatro.” “Y en los que hay, tienen una lista de espera grandísima. Hay más demanda que oferta de espacios.” Habla César: Nosotros íbamos con ‘El Gallo’ (Ernesto Pérez) o con Gerardo Valdez a pedirle su Sala “El Rehilete” o el CEDART22; también hacíamos función en la Sala Experimental del Teatro de la Ciudad. No había muchos espacios. Pero tampoco éramos tantos los grupos en Monterrey. Además, nos tocó una época en que se abrieron nuevos espacios y ¡nos tocó la suerte de calentarlos! Ya estábamos dando funciones en nuestra sala -en el (19)86- cuando nos invitaron a presentarnos en ‘La Casona de los Tres Días”. 21 Octubre de 1986 22 Centro de Educación Artística Alfonso Reyes

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Yo no sé exactamente, cuando apareció el baúl, ¿se conoce tal vez una fecha? Lo que si conocemos es la huella aparentemente indeleble que quedará en el tiempo, como precursores, como promotores. No quisiera decir del trabajo, por que al igual que muchos de nosotros, pienso que eso que se hace es la fuente vital de nuestra existencia, y 25 años a fin de cuentas se vuelve una vuelta más en la página de las experiencias que se viven, y que para nuestra fortuna todavía no han llenado ese baúl, ese que podemos abrir para echar un vistazo, no para recordar simplemente, también para maravillarnos de las infinitas posibilidades que tiene nuestro presente con el mundo, con el universo de los títeres. Gracias por un baúl que no se cerrará por el peso de los años. David Luciano Ruiz Durán Grupo de teatro y muñecos "Gangarilla" Oaxaca de Juárez

Elvia Mante y César Tavera con el maestro Roberto Lago en La Bodega de Baúl 1993


Esta era un centro comercial enorme que abrieron en una casa antigua, en Washington y Doctor Coss; ahí empezaron a programar funciones para niños y nosotros comenzamos con esta temporada. De igual modo nos tocó la reapertura del Teatro La Estación, de la Casa de la Cultura.” Les pregunto que les motivó a abrir una escuela para niños: “Yo hacía teatro con otros compañeros en Nuevo Laredo.” Responde Elvia: “Ellos fueron los que me animaron a dar clases para niños. Me anuncié en el periódico. Obviamente los primeros en llegar fueron mis sobrinitos, hijos de primos y de algunos maestros-amigos míos. La tuve funcionando un poco más de dos años. Por esta experiencia, decidimos dar clases en Monterrey así que lo promovimos.” “Pero en aquel tiempo –aclara César-, la prensa si que apoyaba a los grupos. Hacías una rueda de prensa y venían todos: ‘El Norte’, ‘El Porvenir’, ‘El ABC’, ‘El Diario’ y creo que todavía existía ‘El Tribuna’. Anunciaban tu evento y la gente se enteraba. También el Instituto de Cultura pagaba inserciones anunciando todos los eventos que se programaban en sus espacios.” Elvia comenta: “Duramos con este taller dos años, el tiempo que rentamos esa casa. Logramos montar ‘Walpalmiri’, “Haremos el mar para navegar”, “La Profecía”, ‘Pluft, el fantasmita’ y ‘Yo sé que puedo’.” Apunta César: “También montamos cuentos navideños y hacíamos -a mitad de semestre- ‘clases abiertas’ para que los padres conocieran los avances de sus hijos. Al final organizábamos un pequeño convivio con los familiares y amigos. “ Detalla Elvia: “Teníamos cinco ó seis niños becados. Ellos estudiaban en una primaria de escasos recursos donde yo daba clases; como los vi muy entusiasmados, los invité. En esa época disfrutamos mucho trabajar con niños pero, decidimos que era más fructífero capacitar a gente que pudiera replicar el curso; como maestros o promotores culturales. Trabajando con los niños aprendimos y nos divertimos mucho. Ellos están llenos de ideas, son muy espontáneos.” “La Sala del Baúl’ la cerramos en el (19)87 porque nos pidieron la casa. Como aún no terminábamos con el taller tuvimos que conseguir donde poder concluir el ciclo escolar. Afortunadamente nos prestaron el Cedart; incluso, algunas clases las tuvimos que dar en ‘Fátima’23. La clausura de este taller –que se llamaba ‘Taller de creatividad infantil’- la tuvimos que hacer en Fátima.” César sigue: “Preferimos dar cursos a maestros que pudieran replicar el curso porque los niños te chupan mucha energía; te dan bastante pero también te quitan. Hubo una temporada en que nos sentíamos muy agotados 23 La sala fue inaugurada en 1959 (?) con el nombre de “Federico Zertuche”; por la cercanía de la iglesia, hoy se le conoce como ‘Fátima’.

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Un acierto de Mante y Tavera es haber incluído en la obra diálogos elegantes y pulcros, utilizando palabras enriquecedoras sin llegar a esnobismos, demostrando un merecido respeto a su público infantil, al considerarlo digno de un lenguaje de nivel y no de las clásicas frases coloquiales tan socorridas por los animadores de barrio. Erick Múñiz. Octubre del 2000

Público en La Bodega de Baúl. 1992 Foto: César Tavera


como para seguir trabajando con niños. Dejamos de dar clases pero en el (19)94, cuando abrimos ‘La Casa de los Títeres’, continuamos trabajando con ellos. ” Acota Elvia: “Pero cuando empezaron las visitas diarias de escuelas a nuestro museo tuvimos que dejar los cursos a un lado.” César explica: “Entonces la convivencia con los niños fue diferente; ya no teníamos el contacto directo de las clases pero teníamos la oportunidad de platicar con ellos y escuchar sus ocurrencias cuando estaban en la fila para entrar al teatro o cuando hacían alguna pregunta durante el recorrido que les dábamos en el museo, explicándoles la procedencia de cada muñeco y como podían manipularlo.” Al terminar el taller, decidieron vivir en Nuevo Laredo. Viajaron de mochileros por Europa y regresaron en el noventa. “César –cuenta Elvia- daba clases de teatro en el Tecnológico Nuevo León. Y se reunían en la casa para hacer producción.” “No habíamos pensado en reabrir espacio alguno hasta que un día que estaba en ‘Cultura’ del Municipio (de Monterrey) me dijeron que estaban desocupando algunas bodegas, que si no quería una de ellas. Casualmente la que me ofrecían era la misma que habíamos rentado los del grupo ‘Matraz’; él que ya para entonces se había disuelto. Por un tiempo el Municipio continuó programando algunos eventos en ‘La Bodega’ pero… terminó como bodega. Total que les digo: ‘Si la quiero, nomás espérenme tantito’. Regresé a la casa, le platiqué a Elvia y, como necesitábamos un lugar para ensayar y no era mucho lo que teníamos que pagar, aceptamos. Nos pusieron en contacto con el dueño –don Raúl González- y ya. Así abrimos en la Colonia Independencia ‘La Bodega de Baúl’, ahí estuvimos hasta el (19)94.” Precisa Elvia: “La primera beca que nos sacamos –a nivel nacional- en el (19)92 fue para habilitar este espacio, lo que significa que, cuando menos, ya teníamos un año funcionando. Porque la rentamos pensando que la usaríamos para ensayar y guardar producción. Y de repente quedarnos ahí porque como vivíamos hasta San Nicolás se nos hacía muy difícil regresar después de los ensayos. Pero desde que llegamos a limpiar, la gente y sobre todo los niños, se acercaban: ‘¿Va a haber teatro?, ¿cuándo empiezan?. En fin, que ya estábamos ahí. Pues vamos a dar funciones.” Describe César: “Construímos el foro y acondicionamos las gradas y los baños, la oficina… Era un jacalón recto que tenía entrada por la calle de Morelia, Morelia 442. Cuando recibimos la beca, rentamos otra casa por 16 de Septiembre donde antes había estado un jardín de niños. Las casas se comunicaban por los patios. Teníamos una ele, con dos entradas.” Evoca Elvia: “Esta casa tenía un patio ideal para sentarse a platicar; cualquier persona que llegaba, se sentaba y no se iba nunca. Las oficinas en esta casa siempre fueron muy Baúl Teatro… a 25 años

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Es un verdadero placer compartir una experiencia como esta, fruto del trabajo apasionado y de un compromiso con la calidad artística, ojala que esta nueva etapa de Baúl teatro sea aun más exitosa que el pasado lleno de éxitos. Felicidades Jorge S. Gutiérrez - FONCA Inauguración del proyecto "Divertido viaje a La Casa de los Títeres" Noviembre de 1994

Fachada de la primera Casa de los Títeres en Padre Jardón 954. Foto: César Tavera. 1994


amables para la gente que nos visitaba” Prosigue César: “Gracias a la beca otorgada para hacer actividades y recuperar el espacio, involucrando a la gente de la colonia, logramos presentar más de cincuenta eventos en un año.” Enumera Elvia: “Exposiciones de pintura, funciones de ‘cuentacuentos’, danza, teatro. Abrimos el espacio para la comunidad teatral pero sólo algunos se presentaron.” Aclara César: “Participaban pero tampoco convivían con nosotros, hacían su función y se iban.” Prosigue Elvia: “De hecho, lo que nos ayudaba –un poco- a sostener ‘La Bodega’ eran las clases de teatro que dábamos a los niños de la colonia; aunque también teníamos becados. Porque –básicamente- la renta la pagábamos nosotros; César seguía en el Tecnológico de Nuevo León y yo trabajaba en un escuela primaria.” Remata César: “Nunca han sido suficientes los ingresos de taquilla. Siempre hemos tenido que realizar otras actividades para sobrevivir.” “Lo que si podría afirmar –menciona César- es que empezamos a tener una presencia en el barrio, la gente comentaba nuestras actividades. Y hacíamos nuestra labor de promoción a través del perifoneo; recorríamos las calles de la colonia voceando que rifaríamos un títere al final de la función. Otra estrategia de ‘marketing’ era entregar al ganador una tostada de la Siberia; esta nos la regalaba una señora que todavía tiene un restaurante en la esquina de Morelia y 16 de Septiembre. Con el boleto de entrada podían participar en la rifa; casi siempre rifábamos un títere.” Señala Elvia: “Fueron nuestros ‘pininos’ como promotores. De hecho, aquí organizamos nuestro primera Jornada de Teatro Infantil y de títeres con veinte compañías locales; al año siguiente organizamos otro festival nacional en homenaje al que fue decano de los titiriteros, el maestro Roberto Lago. Por cierto, me gustaría saber que se hicieron esos veinte grupos.” César explica: “No todos estos grupos hacían títeres; unos contaban cuentos, otros los representaban. Organizamos este primer festival porque queríamos realizar un diagnóstico, saber por que estábamos haciendo teatro para niños.” Elvia aclara: “Organizamos mesas de trabajo para hacer este análisis pero –curiosamente- los únicos que asistimos somos los que continuamos haciendo teatro para niños: Marcela del Río, Heber Banda, Angélica Coronado, Rosa Martha Sanchez, Gerardo Garza y nosotros.” Reanuda César: “Ya empezábamos a vislumbrar el por qué hacíamos teatro para niños; no se trataba de conseguir una entrada económica sino aportar algo de ‘cultura’, hacer reflexionar al público, al niño. Para mí, hay dos formas de abordar la creación: montando lo que tú quieres como artista o produciendo lo que venderás fácilmente aunque la temática no te interese o no aportes nada con tu trabajo.” Acota Elvia: “Y algunos con el mínimo de inversión”. Baúl Teatro… a 25 años

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Clausura del proyecto "Divertido viaje de los títeres" 1995: Una oportunidad cultural, como la que brinda Baúl Teatro, a los niños y adultos de Nuevo León, es digna de reconocerse. Felicidades por el empeño de sus promotores y los resultados que están, literalmente, a la vista de todos Edilberto Cervantes. Secretario de Educación

Talleres de manipulación en La Casa de los Títeres. 1994


“Al siguiente año organizamos un festival nacional al que asistieron: Carlos Converso de Veracruz, Lourdes Aguilera del Distrito Federal, Alejandro Jara de Tlaxcala, Pedro Carreón de Sinaloa y ‘Tenderete’ de Coahuila.” Reanuda César: “Para estas Jornadas recibimos el apoyo de Conaculta. A la inauguración vino como observador Miguel Fernández, que era el Subdirector del departamento de Teatro Infantil en Bellas Artes. Para la primera jornada recibimos el apoyo del Instituto de Cultura (porque se hizo dentro del marco del primer festival Alfonsino), así que pudimos dar un pago simbólico por las funciones y ofrecerles un refrigerio. Ya en la jornada nacional, se dió un mejor recibimiento a los grupos y se les dió una compensación más justa por sus participaciones”. “Organizamos este homenaje al maestro Lago pues el empezó a trabajar con títeres en 1939, su Teatro guiñol se llamaba ‘El Nahual’. Escribió varios libros y publicaba una revista que llamó ‘La hoja del titiritero independiente’ la que mandaba a muchas partes del mundo. Ahí publicaba noticias que le llegaban sobre la profesión.” En conferencia de prensa que dió en esta ocasión el maestro Lago, afirmó que solamente existían dos teatros para títeres en México: uno en Mérida y otro en Monterrey, el de Baúl Teatro. “Los títeres hay que verlos en un teatro, en vivo; tener un contacto directo con ellos. Es muy ofensivo verlos a través de la televisión.” Agregó: “Además, los programas de televisión son cada vez más violentos; los niños están aprendiendo a ser agresivos y comportarse de manera impune.” Más delante, destacó: “Se dice que el títere es el actor más libre del mundo, porque puede decirle al niño o al adulto aquello que no se atreve a expresar la persona por sí misma”24. “Los títeres –explica Elvia- han servido para educar y divertir a los niños y adultos. Como prueba está el maestro Lago que trabajó en campañas de alfabetización, educación y salud. Otra es la compañía de ‘Rosete Aranda’ que existió por más de cien años y podía presentar sus obras diarias, durante meses y sin repetir una sola”. “Cuando instalamos las luces en ‘La Bodega del Baúl’ nos diversificamos: además de latas de chile usamos latas de café” comenta César, sonriendo por épocas pasadas. “Pero ya no eran solamente latas, señala Elvia: Las perfeccionaron, les agregaron una lámina con un pequeño cañón hecho con el mismo material; de modo que se podían generar áreas de luz muy interesantes. Por cierto que como César les llamó ‘anchetas’, yo seguí llamándolas así. Y platicaba presumiendo de las ‘anchetas’; sin 24 Periódico ‘El Porvenir’, 16 de mayo de 1994, Sección Cultural, página 4.

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Chingón! Vicente Leñero, dramaturgo mexicano Firma en el libro de visitas de La Casa de los títeres y a propósito de la pronta inauguración del nuevo espacio.

Fachada de la segunda Casa de los Títeres, Padre Jardón 968. Foto: César Tavera 1996


saber que nadie me entendía porque era un término inventado por César.” Habla él: “Seguíamos trabajando con ‘Pares 20’s de 150 watts’. Con las ‘anchetas’ lográbamos el efecto de un ‘fresnel’. Para las luces generales, trabajamos con luces de halógeno de 100 watts; como el área era pequeña, lográbamos muy buenos efectos.” “La caja de luz la hicimos con dimmers caseros de los que se consiguen en cualquier ferretería. Cuando los compras te dicen que voltaje resisten así tú sabes cuantos focos le pones a cada dimmer. Igual sucedió cuando hubo que seleccionar el alambre: ¿cuál era el indicado? El número ocho es muy duro y el dieciséis muy suave. La experiencia nos fue marcando. Y no digo que aprendimos a prueba y error, porque hubiéramos quemado ‘La Bodega’.” Continúa: “Además de habilitar las luces, rehicimos el foro y quitamos las gradas. Para suplir el almacén que teníamos bajo estas gradas –porque ahí guardábamos vestuario, utilería y escenografía- , diseñamos unas tarimas que se podían abrir para meter cosas dentro de ellas. Cabía menos gente pero según nosotros estaban más cómodos.” Elvia agrega: “Mi locura siempre ha sido tener donde guardar las cosas, en orden y fáciles de localizar. También utilizábamos la casa de 16 de Septiembre como almacén; teníamos mucho espacio.” “Dejamos ‘La Bodega’ porque nos subieron la renta, se puso imposible. Ya habíamos conseguido otro cuarto más y andábamos en pos de la esquina; queríamos hacer un centro cultural en la Colonia Independencia. La idea era involucrar a más artistas, pintores, poetas, bailarines.” César se duele: “Habíamos invertido en acondicionar los espacios y no podíamos recuperar nada de nada.” Elvia reseña: “Un día que andábamos por el Barrio Antiguo –cuando aún ni se pensaba en convertirlo en un espacio cultural que terminó en cantina y hoy está completamente desolado- nos topamos con una casa que se veía muy pequeña por fuera pero que era bastante grande. Hablamos con la dueña, nos enseñó el espacio y acordamos rentársela. Estábamos por irnos a un festival a Escocia; justo antes de irnos la rentamos. Nos fuimos y, estando allá nos avisan que ganamos otra beca del Fonca para empezar con las visitas escolares al museo.” César comenta: “Cuando nos cambiamos al Barrio Antiguo (1992) seguimos utilizando este sistema ‘tradicional” de iluminación hasta el (19)95, que nos sacamos la primera beca que dio Financiarte para habilitación de espacios. Con esta compramos equipo de audio y una pequeña consola para control de luces. Ya en el 2000, cuando construimos la sala para 200 personas y teníamos un foro de ocho por cinco, nos vimos en la necesidad de tener un equipo mayor y mejores luces. Entonces invertimos en 10 Lycos de 250 watts Baúl Teatro… a 25 años

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Ustedes hacen realidad sus sueños. son un ejemplo de trabajo para nuestra comunidad artística. Mario Espinoza. Coordinación Nacional de Teatro INBA Que felicidad la inauguración de un nuevo espacio teatral y, sobretodo por estar dedicado al disfrute de la niñez María Elena Martínez Tamayo. INBA Coordinación Nacional de Teatro-Teatro foráneo Nov. 12 1994

Inauguración del Museo La Casa de los Títeres 1996. César Tavera, Mario Espinoza, Coordinador Nacional de Teatro del INBA, Elvia Mante y Miguel Fernández, Subdirector de Teatro Infantil del INBA 1996


y 4 fresneles de 1000 watts. Ahora buscamos adecuarnos a tanto cambio tecnológico, de modo que puedes tener más equipo con menor consumo de luz.” Retoma la idea Elvia: “Habíamos concursado con un proyecto para hacer el primer plan de visitas escolares a lo que era ‘La Bodega de Baúl’ y decidimos salirnos para rentar otra casa. Todavía no sabíamos como iríamos a pagar la renta. Esto ha sido como una constante en nuestro trabajo: nos metemos en una bronca y de no sé donde, nos llega un apoyo. Conseguimos un espacio más amplio, mejor ubicado y después llegó la beca.” Expone César: “Como las funciones que dimos en Escocia fueron pagadas, pudimos viajar al festival de Charleville y comprar títeres, libros y carteles para nuestro museo.” Elvia recuerda feliz: “Dimos 17 funciones y no sabíamos que nos iban a pagar. En esa ocasión tuvimos el placer de conocer el Centro de documentación de títeres y máscaras que tienen en Escocia. Todo lo que nos ganamos lo gastamos en ver espectáculos y comprar títeres y libros. Entonces no ponían tantos obstáculos en el avión así que trajimos maletas repletas de libros”. César destaca: “Nuestra filosofía de trabajo siempre ha sido: haz, luego pides. Nunca al revés. No pedimos para hacer algo; al contrario, nosotros siempre hemos tenido algo que nos respalda.” Elvia aclara: “Como Fonca apoyó este proyecto para presentarlo en ‘la Bodega’, tuvimos que avisar que ya teníamos otro espacio donde realizarlo. El proyecto se llamaba: ‘Divertido viaje alrededor de los títeres en 80 minutos’; pero decidimos llamarlo: “Divertido viaje a La casa de los títeres’. A la inauguración vino de México, Jorge Gutiérrez, que era entonces el representante del Fonca. Este proyecto de visitas escolares duró de noviembre del 94 a julio del 95 y a su clausura asistió Edilberto Cervantes, entonces Secretario de Educación en Nuevo León.” “Pero hay algo muy importante que quiero remarcar: este proyecto empezó en 1994 y todavía sigue.” César manifiesta: “Es algo en que nosotros creemos: Si vas a hacer un proyecto, hazlo bien para que continúe por muchos años. Y es que frecuentemente, se piden apoyos para una sola función. Es mucho esfuerzo y se pierde.” “Donde más esfuerzo se necesita es para empezar, afirma Elvia, cuando nadie sabe de tus ideas. Nosotros hicimos diez carpetas con información de las visitas escolares que entregamos a maestros que conocíamos, de ahí se empezó a correr la voz. Bueno, hay otra coincidencia que nos favoreció: En ese tiempo la Secretaría de Educación organizó una Expo-Museo en la Normal Miguel F. Martínez. Nos reunimos apenas cuatro ó cinco museos, cada uno puso un stand para ofrecerle a los maestros programas de visitas escolares. En este momento se afianzó nuestro proyecto.” Habla César: “Cuando iniciamos en el Barrio Antiguo le llamamos ‘Casa de los títeres, espacio cultural’, todavía no era museo.” Baúl Teatro… a 25 años

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No son demasiadas las experiencias teatrales para los niños a que nos tienen acostumbrados sus realizadores, que conjuntan esfuerzos ilimitados, convicciones auténticas y voluntades, como las que “Baúl Teatro” desde la ciudad de Monterrey, ha ido realizando de manera ininterrumpida durante los últimos veinticincos años. Elvia Mante y César Tavera parecen estar construidos con sólidas varillas, y sus rellenos fabricados de espumas o mil plumas, pues son simplemente incansables… Su trabajo fue inspiración personal para la escritura de un proyecto de investigación hace poco más de una década; luego vendría la admiración por la realización de sus festivales para niños, la edición de su revista especializada, sus premios que reconocen la labor, su presencia inminente en los mejores festivales internacionales alrededor del mundo… “Seso y corazón”; es decir, inteligencia y pasión son dos de los ingredientes que configuran este invaluable proyecto que al paso de los años se va haciendo más entrañable. ¡Felicidades a Elvia y César! Gracias por tenernos siempre reservado el mejor lugar para la fiesta de los títeres. Hugo Salcedo Universidad Autónoma de Baja California


“Poco a poco se fue corriendo la voz sobre nuestro trabajo, narra César. Los amigos y conocidos que trajeron a sus grupos lo comentaron más delante y esos a otros. Así empezaron a venir otras escuelas.” “La respuesta que teníamos era bellísima: Los maestros nos decían: ‘Es que ustedes tratan a los niños como seres humanos’. Yo no sé como los tratan en otro lado pero me siento muy bien cuando escucho ese tipo de comentarios.” César interviene: “No sólo recibimos niños de primaria o de pre-escolar, también vienen educadoras y estudiantes universitarios; por eso tenemos que adecuar la temática, dependiendo del nivel es la visita guiada. A todos se les da un recorrido por el museo y una función; después, les ofrecemos un taller donde los visitantes manipulan diferentes tipos de títeres, de acuerdo a rutinas que ya tenemos perfectamente establecidas. Nuestra meta era que todos los niños que nos visitaran no se fueran sin haber manejado un títere. Y digo: ‘era’ porque esto solamente se cumplió durante los primeros años”. Aclara Elvia: “Porque teníamos una sala para sesenta personas, cuando crecimos a doscientos por función la meta resultó imposible de alcanzar.” Además del recorrido, la función y el taller, en su afán por sensibilizar al visitante, César y Elvia incluyen un amplio panorama de los títeres en el mundo: “De todos los libros que trajimos, explica Elvia, seleccionamos fotografías con títeres; luego, hicimos un guión para hablarles un poco de la historia de estos muñecos. Lo hacíamos después del recorrido, antes de la función.” César agrega: “Al principio, usábamos diapositivas y musicalizábamos aparte; para el 19(96) nos modernizamos, compramos un cañón y empezamos a proyectar videos”. “Aún cuando establecemos un programa de hora y media para cada escuela que nos visita, resulta difícil estimar con exactitud cuánto tiempo dura un grupo de niños en ‘La casa de los títeres’. Empezando por la hora de llegada, pues muchas veces llegan tarde y todo se retrasa.” Cesar aclara: “O llegan muy temprano, como se ha dado el caso. Y ahí nos tienes, agregando actividades para convivir con los niños .” Elvia sigue: “Supuestamente empezamos a las nueve y media, para terminar a a las 11 a más tardar. Aunque hay veces que se tienen que ir más temprano o se quedan más tiempo porque el camión no llega; en realidad no hay una constante. Lo único que sé es que en cuanto llegan los grupos esto se ilumina. Es un gozo recibirlos, establecer un contacto emotivo con ellos. Todo el equipo de trabajo estamos ahí cuando llegan y los despedimos cuando todo termina.” “Desde que iniciamos con el proyecto comenzamos a formar una base de datos con los nombres de las personas que contactábamos y nos visitaban. Cuando hacíamos cambio Baúl Teatro… a 25 años

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Una casa para los títeres hace a las gentes más libres, más humanas y tal vez más cultas. Cada día que pasa, César y Elvia van consolidando su generoso proyecto. Gracias y enhorabuena Paco Paricio y Pilar Amoros Los titiriteros de Binéfar

Visita escolar al museo la casa de los títeres


en la programación o teníamos algún evento nuevo a todos les enviábamos por correo una carta. A todas las escuelas les informábamos. Claro que era muchísimo trabajo. Otras veces usamos mensajería o les llamamos por teléfono. Pero tampoco somos tan insistentes; les mandamos la información y ellos sabrán si vienen o no. Ahora con el servicio de Internet es mucho más sencillo y económico estar en contacto con todos nuestros visitantes.” César interviene: “Hay una experiencia agradable que vale la pena comentar. Cuando empezamos en el (19)94, comenzaron a llegar escuelas de educadoras (Instituto Fleming); dieciséis años después, recibimos visitas de estas antiguas alumnas que ahora vienen como maestras. Este tipo de respuestas nos llevan a pensar que vamos por buen camino.” “Aunque también hemos tenido otro tipo de respuestas que nos han hecho dar marcha atrás a algunas ideas. Por ejemplo, el programa de visitas incluía el transporte de modo que un camión iba a las escuelas y traía a los alumnos; después los regresaba. Como teníamos la beca del FONCA se los cobraban diez pesos por el transporte, la visita guiada, la función y un refrigerio. Lo primero que vimos fue que no a todos les gustaba el refrigerio y terminaban botándolo en la basura. No lo apreciaban. Luego el servicio de transporte empezó a fallar; era común que el chofer llegara tarde y llovían las quejas. Por estas cosas decidimos no dar refrigerio ni transporte.” Elvia añade: “ Siempre había quejas por un servicio del cual no teníamos control.” Platica Elvia: “En esta casa estuvimos hasta el (19)96, que encontramos una casa muy cerca; más grande y con posibilidades de adecuarla como museo, con más área de exhibición. Y casualmente –porque nuestra vida esta llena de casualidades- el patio de esta colindaba con la que ya teníamos rentada. Ahora teníamos una “u” completa. La rentamos y empezamos a adecuarla.” Reflexiona un momento y agrega: “Casa que rentamos, casa que adecuamos para nuestros proyectos. Parece que siempre estamos manteniendo albañiles.” Prosigue: “Lo que hicimos en la primera fue tumbar paredes para habilitar una salita de teatro y techar los patios. La segunda tuvimos que techarla porque tenía algunos techos destruidos.” César aclara: “Es una casa de 1850, con vigas de madera. Muchas de estas estaban caídas y otras más inservibles.” Continúa Elvia: “En esta segunda también pusimos piso de cemento en los patios y los techamos. Ahora si le llamamos ‘Museo Casa de los Títeres’. Vinieron a inaugurar Mario Espinoza entonces Coordinador Nacional de Teatro del INBA y Miguel Fernández de la Subdirección de Teatro Infantil del INBA.” “Teníamos más espacio de exhibición, por eso le llamamos ‘Museo’.” Señala Elvia: “Fue en el (19)96, me acuerdo porque entonces se coqueteaba con la idea de Baúl Teatro… a 25 años

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Erase que se era La Casa de los Títeres. Aquí habita el asombro, la alegría y la magia que hace de los seres humanos, criaturas que vuelan Jairo Aníbal Niño, escritor colombiano

Fachada de la tercer Casa de los Títeres. Padre Jardón 910. 2008


teatro escolar. Mario Espinoza comentó que iban a mandar maestros de México para que nos enseñaran a hacer teatro para niños y pudieran dirigir éste nuevo programa, considerando de entrada que en Monterrey concretamente no había gente capacitada. En nuestro caso desde 1994 hacemos treatro escolar independiente.” Y Elvia, de pronto, retorna al tema de espacios: “Pasa el tiempo y en el dos mil se desocupa un terreno baldío que colindaba con el patio trasero. Sentíamos que necesitábamos otro espacio más grande; algunas veces dábamos hasta cinco funciones diarias. Era mucho. Por lo que pensamos en tener a todos los niños en una sola función, así que rentamos el terreno. Levantamos paredes y techamos. Hicimos un teatro completo.” César explica: “Lo bueno es que éste terreno ya tenía un declive natural. Cuando lo vimos le dije a Elvia: ‘Mira, ya está todo listo para hacer teatro, vamos a meternos’”. “Terminamos construyendo una sala para doscientas personas y siempre teníamos lleno.” Aclara Elvia: “Ya no teníamos funciones diarias, pero teníamos más tiempo para preparar nuevos espectáculos. Además de que empezamos a descansar y a tener más ingresos. Fue una época muy-muy-muy buena. Nos dió mucha presencia nacional e internacional.” César continúa: “También tuvimos que ir dejando espacios; ya teníamos teatro al aire libre, otro para doscientas personas y una sala pequeña para sesenta espectadores. Lo primero que abandonamos fue la primera casa que rentamos, donde teníamos la salita. Era demasiado espacio para Baúl.” “Siempre hemos sido muy pocos, máximo – señala Elvia- hemos llegado a ser ocho, incluyéndonos. No podíamos hacernos cargo de todos los espacios.” “Además, añade César, quedarnos con ella implicaba un costo extra; la tuvimos que dejar.” “Todo iba bien, recuerda Elvia, hasta que murió el dueño de la casa y del terreno donde habíamos habilitado el teatro; fue entonces que los hijos empezaron a encargarse de la renta y seguían sin darnos contrato por más de un año. Era una verdadera incertidumbre pues no sabíamos si continuaríamos o no sobre todo porque no podías hacer planes.” “Comenzamos a preparar todo para salirnos, detalla César: ¿A dónde? No lo sabíamos. Resulta que por estas fechas nos contratan para estar en el Forum Universal de la Cultura, para estar como talleristas y curadores de los espectáculos de títeres además de coordinadores del espacio donde se presentarían estos grupos. Trabajaríamos por tres meses en el Forum así que decidimos cerrar y hacer el cambio completo a la casa donde estábamos viviendo.” Elvia dice: “Decidimos cerrar en julio porque sabíamos que no podríamos abrir en septiembre, durante el siguiente ciclo escolar, pues estaríamos muy ocupados con el Baúl Teatro… a 25 años

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No es tarea fácil conservar los museos en América Latina, no existe mucha ayuda estatal, pero la experiencia de Baúl Teatro, con su entrega y amor por los muñecos, demuestra que es posible. Ellos nos motivan a todos quienes estamos viviendo experiencias similares a redoblar nuestros esfuerzos para conservar este patrimonio para el futuro. Ana María Allendes Ossa, chilena, fundadora de FAMADIT (Fundación para la dignificación del Teatro de Muñecos) Miembro del consejo de UNIMA

Vista parcial del Centro de documentación de Teatro Infantil y de Títeres del Norte de México (CDTIT) 2006


Forum. ¿Para que pagábamos renta si no íbamos a poder recibir alumnos? Así que decidimos traer los títeres a nuestra casa. Era muy grande para nosotros como habitación pero no lo suficiente como para abrir el museo pero… aquí nos instalamos. Y como no teníamos patio hacia donde crecer, optamos por construir una salita en un segundo piso.” César agrega: “Le hablamos al arquitecto e Ingeniero civil para que nos dijera si estos techos soportaban. Valoró la situación y nos dijo que si podíamos construir. Hicimos otra sala para cien personas.” Y sigue César hablando: “Con la ventaja de que ahora contábamos con una museografía más profesional. Porque tuvimos la fortuna de que el Gobierno del Estado firmara un nuevo convenio para establecer una Red Estatal de Museos; y como parte de este convenio la primera actividad fue abrir un Diplomado en Museología y Museografía con grado de maestría para elevar el nivel profesional de los que trabajamos en los museos. Así que nos inscribimos y recibimos información precisa para organizar nuestro museo. Ahí nos dimos cuenta de que estábamos haciendo muchas cosas de manera intuitiva pero que podían mejorarse. Por ejemplo, cada año movíamos los títeres de sala, de orden, agrégabamos unos y quitábamos otros; ahora hacemos lo mismo pero de manera más conciente, buscando una lectura para el visitante. Si no podemos cambiar los muñecos, cambiamos el discurso. Un año fue: la sala norte, la sala nacional y la sala de baúl; luego fue: los títeres de varilla, de guante y de sombras.” Menciona Elvia: “Tenemos los mismos títeres –además de otros que nos siguen regalando y otros que compramos-, pero tenemos más herramientas para darles otra distribución en el museo.” II. Un programa para profesionalizar el arte de los títeres Para 1994, Baúl Teatro había instalado ‘La Casa de los Títeres’ donde, además de dar funciones y tener un pequeño museo, teníamos un centro de documentación. “Pero queríamos influir en los Estados vecinos.” Añade César: “Para entonces, había un Centro Regional de la Danza en Durango y otros en otras entidades de la República. Nosotros nos dijimos: ‘A lo mejor es momento de crear uno para popularizar el arte de los títeres, incluír a otros compañeros y crear un movimiento regional. Por eso organizamos Crearti –Centro Regional del Arte de los Títeres.” Elvia apunta: “Nació porque de algún modo, quisimos sistematizar todas estas cosas que hacíamos. No ya como un grupo de teatro que quería liderar este centro, lo que buscábamos era crear un movimiento regional. ” “Según nosotros -habla Elvia-, este centro podría haberse instalado en ‘La Casa de los Títeres’; donde además de albergar el Centro de Documentación se podrían preBaúl Teatro… a 25 años

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Gracias por ser tan generosos con los niños y sus papas. Felicidades por este proyecto hecho una magnífica realidad Jesús González Dávila dramaturgo

Visita escolar a La Casa de los Títeres


sentar funciones y organizar eventos especiales como festivales y cursos de capacitación. Y desde aquí se procuraría mantener la comunicación con todos los grupos. En esta época nos pusimos a reflexionar sobre nuestra ‘Misión’ como compañía de teatro y pudimos dar un paso hacia la profesionalización. Éramos como todos los grupos: una función tras otra pero sin precisar por que lo hacíamos. Por esto decidimos organizarnos y dejar de lado la intuición o los golpes de entusiasmo. Racionalizar, sistematizar el trabajo; esa era la meta.” “Hacia (19)99 esquematizamos este Centro y nos ganamos un apoyo de este proyecto para el Crearti.” Interviene César: “Era más que todo para dar talleres y conferencias a maestros de escuelas primarias, para que integraran a los títeres dentro de sus aulas para divertir y entretener pero sobre todo para educar. Durante un año funcionó este proyecto. Pero no resultó lo que queríamos en cuanto a la creación del centro regional. Decidimos entonces crear un grupo de títeres con las personas que se habían integrado a Baúl Teatro; había gente sin experiencia y otros egresados de la licenciatura en artes escénicas. Así que nos dedicamos a capacitarlos y a motivarlos para que formaran parte de éste grupo.” “Quiero aclarar –dice Elvia- que Baúl Teatro tiene sus propias creaciones; unas diseñadas para el programa de servicios educativos y otras para darnos gusto personal. Y otras muy diferentes las que presenta éste grupo. Las historias que presentamos en las visitas escolares tienen como finalidad mostrar los diferentes tipos de títeres que manejamos; son historias cortas que ya logramos estructurar con mucha facilidad. Y son cortas para poder estar jalando la atención de los chiquitines. Los primeros años César y yo hacíamos todo: desde la dramaturgia hasta dar la función; recibíamos a los niños y les explicábamos las piezas que tenemos en el museo, luego les hablábamos de los títeres y hacíamos la función y dábamos el taller de manipulación. Hasta nos dábamos tiempo para ir a despedirlos a la puerta del museo. A partir de esta sistematización, fue este grupo quién se responsabilizó de recibir a las escuelas.” “Primero le llamamos ‘Grupo del Museo de La Casa de los Títeres’, un nombre muy largo. Pero como empezamos con este proyecto, se le llamó ‘Crearti, compañía de títeres’. Era una forma bastante sencilla de diferenciar las puestas en escena: en las de Baúl Teatro trabajamos César y/o yo, en las de Crearti –aún cuando nosotros las producimos y las dirigimos-, sólo participan actores o actrices invitados.” Ahora es César quién interviene: “Si bien el Crearti terminó como un grupo de titiriteros, las actividades que contemplamos para nuestro soñado centro regional las realiza Baúl Teatro: continuamos con el centro de documentación, seguimos organizando los Festibaúles donde se ha reflexionado con mucha Baúl Teatro… a 25 años

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Aparece un “Spectrum” de talento y reflexión. A ritmo de Jazz, algunos títeres cobran vida sobre el escenario, y cuando lo hacen, no pueden resistir la tentación de transmitir algún mensaje en torno a los males que el mundo padece. Gabriela Mitri. Periódico El Norte 2005

Spectrum 1. ArSax y Baúl Teatro. 2007 Foto: Mayra René


seriedad nuestra profesión, recibimos escuelas y muchos visitantes en el museo y damos funciones de forma regular. Además, procuramos continuar con la publicación de Teokikixtli para estar en comunicación con –nada menos que- 26 países. Nos dimos cuenta de que no hacía falta un centro regional porque Baúl Teatro ya lo hacía.” Elvia prosigue: “Hacemos tantas cosas que alguna gente cae en confusión. Por ejemplo, no hace mucho apareció una nota en el periódico donde hablaban de ‘La Casa de Baúl Teatro’; en lugar de ‘La Casa de los Títeres’. Como que aún no ven al espacio como la sede de Baúl Teatro. Tratamos de que Crearti fuera otro grupo bajo la tutela de Baúl pero independiente para que incidiera en el noreste del país, una plataforma para que surgieran nuevas generaciones de titiriteros. Como no hay una escuela para titiriteros aquí les enseñamos sobre la marcha: todo lo que tiene que ver con la historia, la técnica, a estar en el escenario y comunicarse con los títeres.” César acota: “También recibimos como aprendices a jóvenes universitarios que quieren hacer su Servicio Social con nosotros. Aquí, por lo pronto, aprenden que no vienen a perder el tiempo. La primera regla es puntualidad; la segunda, compromiso para terminar las actividades que se les asignen. Pero antes de enfrentarlos con los visitantes o el público les damos un curso de capacitación; desde historia de los títeres hasta manipulación. Persona que aceptamos, tiene que aprender a trabajar con los títeres.” Elvia señala: “No todos los que vienen a hacer su Servicio Social se convierten en actores, algunos solamente se dedican a atender al público. Pero ellos también deben ser capacitados para poder responder a cualquier pregunta de los visitantes.” Cesar aclara: “Pero también se les capacita para que den los talleres de manipulación”. Elvia revira: “Pero no se suben al escenario como actores. A eso me refiero. ” “La idea por estructurar un programa de capacitación no es sólo nuestra.” Platica César: “Hay un grupo en Querétaro, “La Cartelera”, que nos invitó como asesores para crear una escuela de titiriteros. Se cuenta con el apoyo de la Universidad de Querétaro que avala este programa de estudios como un diplomado. No fue fácil. Lo primero que hicimos fue organizar una reunión para hacer una labor de diagnóstico y analizar como se han desarrollado las escuelas de títeres en Europa y otras partes del Mundo. La idea era ver otras experiencias para encontrar líneas académicas; ver como podíamos integrar la currícula. Se dieron dos módulos en el 2010, falta por realizar otro tercero. Y estamos trabajando para que continúe.”

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Un grupo profesional con una envidiable trayectoria, un ejemplo de grupo a seguir. Un proyecto teatral y de vida con logros importantes y necesarios para el desarrollo y difusion del teatro de tĂ­teres en MĂŠxico y en el mundo. Guillermo Acevedo. Titiritero. Grupo La Piragua, Xalapa, Veracruz

Los viajes de Don Trotamundo. 2000. Foto: Elvia Mante


Continúa César: “En la mayoría de las escuelas de artes escénicas no les enseñan teatro para títeres. Al menos deberían hablarles sobre el tema porque forman parte de la historia cultural de nuestro país. Las funciones de títeres se daban desde tiempos de la Colonia: en los patios de las casas, en las plazas públicas y, sobre todo, en las fiestas patronales. Hay una ignorancia absoluta en alumnos y maestros. Para darte una idea de la importancia, te diré que así como hay médicos generales, hay un montón de especialistas; lo mismo pasa en el teatro, porque hacer títeres es una especialidad. Da pena ver a los jóvenes zarandeando un muñeco sin el menor conocimiento de manipulación y creyendo que descubren el hilo negro.” Elvia interviene: “Después de mucho discutir, creemos que lo básico, lo que debe incluir este programa de estudios para el arte de los títeres son cuatro materias. En primer lugar, historia. Procurar que los alumnos conozcan los hallazgos y los logros que se han registrado a lo largo del tiempo; así como los trabajos más representativos y a sus autores.” Ahora César toma la palabra: “Otra materia tiene que ser sobre manipulación, y agrega: que aprendan como pueden animar al muñeco, darle vida a un objeto para contar una historia. Cada técnica tiene sus posibilidades, son muy diferentes.” “Dramaturgia para teatro de títeres”, interviene Elvia, que conozcan como trabajar un texto.” “Esa sería otra materia, prosigue César, tener las herramientas necesarias para escribir o adaptar cualquier historia.” “Porque, no hay que olvidar –remarca Elvia-, que la dramaturgia para títeres es más acción que palabra.” “Y obviamente la cuarta materia sería realización de producción: conocimiento de materiales, herramientas.” César indica: “Aunque tú no vayas a construir el muñeco, hay que saber las características que debe cumplir. Por ejemplo tú le dices al constructor: ‘Necesito un títere de guante a la manera catalana’. ‘Oye, dime cuál es esa forma catalana.’ Pues esta es para meter tres dedos en la cabeza del títere en lugar de dos. O conocer que tipo de varillas se necesitan y como diseñarlas en el estilo javanés…” Concluye al no encontrar más palabras: “Es otra terminología la que hay que dominar.” Prosigue, después de un silencio: “Cuando los jóvenes conozcan y hayan manipulado todos los tipos de títeres sólo entonces se podrán dar el lujo de empezar a experimentar en México. A buscar nuevos lenguajes, nuevas metáforas. Es como cualquier artista plástico: necesita tener los conocimientos básicos antes de empezar a crear su propio estilo, una nueva escuela. Picasso no pintó Guernica de la noche a la mañana. Necesitamos que tengan estas bases fundamentales para empezar a proponer. Porque lamentablemente nos encontramos Baúl Teatro… a 25 años

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“Logran un 10 con puesta...los títeres dejaron su personalidad complaciente y conformista para volverse seres contestatarios y existenciales. Para el bien del público los muñecos siguieron siendo simpáticos.” Mario Núñez. Periódico El Porvenir.

La memoria secreta de las cosas. 2007 Foto: Enrique Gorostieta Damm


con buenas propuestas pero técnicamente mal sustentadas.” Elvia remarca con el ejemplo: “Ahora hay un boom en México por hacer ‘teatro de mesa’; es decir, manipular títeres sobre una mesa. Y lo hay porque de esta forma los manipuladores quedan a la vista del público. Lo están tomando como si fuera lo más moderno del mundo. Y algunos tienen buenas propuestas pero sin técnica que haga creíble el espectáculo le dan al traste a una buena idea que tuvieron para montar una historia.” “Sin el ABC de los títeres, ¿cómo vas a proponer?”, continúa Elvia: “Para proponer tienes que conocer.” César narra: “En nuestro afán por popularizar el arte de los títeres, dimos un seminario de dos semanas en (la Facultad de) Artes Escénicas y otro en el Cedart; en ‘Filosofía’ (La Escuela de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL) no se pudo organizar. Para mí fue un éxito porque hubo muy buenos trabajos y gran parte de los alumnos tuvieron conocimiento de las posibilidades que brinda este tipo de teatro. Y todos los días les llevábamos libros diferentes; logramos mostrarles gran parte de nuestra biblioteca; además de proyectarles videos y llevarles muñecos para que aprendieran a manipularlos.” Recapacita Elvia: “Pero todas estas experiencias de los últimos años, sobre todo con el Diplomado de Querétaro y las pláticas que hemos tenido con nuestros compañeros en los festivales, me han motivado a seguir con esta idea. Por lo pronto César y yo hemos pensado que esta capacitación podría darse en una forma itinerante.” César aclara: “No estaríamos sujetos a un espacio físico; sería un curso que podría darse en las universidades o institutos de cultura de los estados. Se iría a donde lo pidieran. Los maestros deberán tener disponibilidad para viajar.” “Pero todavía no sabemos ni quienes serían esos maestros.” Agrega: “Lo primero que tenemos que determinar es por qué queremos organizar este diplomado y definir que tipo de egresados queremos. Sólo así podrá delinearse el programa académico y, luego, buscar maestros que puedan dar estas materias. No se trata de juntarnos un grupo de amigos para hacer una escuelita y sacar provecho; se trata de hacer algo profesional.” Continúa Elvia: “Hemos estado reflexionando sobre esto: ¿sería una escuela para que los que ya nos dedicamos a esto continuemos perfeccionándonos? O ¿se quiere enseñar a las nuevas generaciones? Y concluímos que nuestra idea es dejar sistematizada toda nuestra experiencia.” César respira hondo y dice: “Eso lleva tiempo. Estamos en eso, pensando si la UNIMA (Unión Nacional de Marionetistas) puede hacerse cargo de este proyecto. Aún es una idea.”

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A César, manifestarle por escrito, aunque ya se le dijo de palabra, que a todos los que vimos su representación nos gusto muchísimo, nos resultó encantadora, ágil, llena de guiños de un humor sano y con mucho carisma. Nuestra enhorabuena a este gran titiritero internacional. Gracias por tan bellos momentos Concha de la Casa. Bilbao, España 2004

Cuentos del Baúl. 2008 Foto: Elvia Mante


III. Reflexiones sobre el Festibaúl Inicia Elvia: “Nació esta idea a imitación del éxito que veíamos en otros festivales a los que habíamos asistido. Nos dijimos: ‘Podemos compartir esta experiencia con la gente de Monterrey.’. Ni siguiera evaluamos la idea, solo nos lanzamos .” Sigue César: “Así que propusimos al Instituto de Cultura un festival para traer algunos de estos espectáculos. No prosperó. Pero esta idea nos sirvió para una nueva propuesta que hicimos al año siguiente: reunir a los veinte grupos que hacíamos teatro para niños en la ciudad.” Subraya Elvia: “La mayoría eran grupos que florecen en primavera. Surgen en abril para aprovechar los eventos que se organizan en todos lados para festejar a los niños.” “Le llamamos ‘Jornadas de Teatro Infantil’ porque pensamos que nos habían negado el proyecto al que titulamos: ‘Festibaúl’. Quizá pensando que estaban apoyando una iniciativa personal. El caso fue que, platicando con alguno de los funcionarios responsables de la cultura, se optó por llamarle ‘Jornada’. Comenta César: “Había grupos de danza, de pantomima y por supuesto de teatro para niños. Los invitamos a presentarse pero, al mismo tiempo, queríamos que se sentaran a reflexionar por qué hacían teatro para niños y desde cuando lo presentaban, además de conocer el por qué de sus propuestas y sus modos de producción.” Agrega César sonriendo: “Lo hicimos en la Bodega de Baúl y como era una salita para 80 personas, podemos presumir diciendo: ‘Teatro lleno en todas las funciones’. Duró dos semanas, con dos funciones diarias. Pero las mesas fueron desairadas, fueron muy pocos los que respondieron”. Elvia agrega: “Al año siguiente, obviamente, ya no existían muchos de estos grupos; por esto decidimos invitar grupos nacionales. Así surgió el Festibaúl y ahora sí las mesas de análisis y reflexión se realizaron en todos y cada uno de ellos.” César continúa: “El primer festival fue local; luego lo hicimos nacional y al tercer año logramos invitar a grupos internacionales. Poco a poco fuimos creciendo. Para el quinto año con una beca del Fondo para la Cultura y las Artes logramos hacerlo internacional e invitar más gente. Este año logramos llegar a los estados vecinos. Seguimos y en el año 2001 conseguimos recursos para invitar como observadores a 30 titiriteros de 13 Estados del país. La idea, la de siempre, para hacer labores de profesionalización. Este era en sí el objetivo: conocernos e intercambiar experiencias para mejorar la calidad de nuestros espectáculos.” Elvia explica: “este formato perduró hasta el 2007 ,“Empezamos con esto de los diagnósticos; luego, continuamos con lo de la profesionalización. Entonces nos diBaúl Teatro… a 25 años

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Baúl Teatro es un rincón donde la imaginación y la poesía van de la mano para brindar a los niños y a los adultos que tengan la suerte de conservar su espíritu infantil bellos ratos de amenidad y diversión. Felicidades y mi agradecimiento por su aporte a la cultura. Felipe de la Lama. Asociación Mexicana de Críticos de Teatro La Caja misteriosa. Charleville Mezieres 2003. Foto: Elvia Mante


mos cuenta de que era el momento de empezar con la reflexión sobre nuestro trabajo y programamos coloquios. La primera ocasión decidimos meditar sobre el trabajo que realizaban las mujeres; de mujeres relacionadas con el arte de los títeres, desde la dramaturgia hasta la puesta en escena.” Pregunto: ¿Cómo nace esta idea? Elvia expone: “La UNIMA estuvo por un tiempo algo desorganizada; gracias a la labor de muchos se reorganizó en el año 2005. Por esto en el 2007 consideramos que la labor que realizábamos en los Festibaúles podía continuarla la UNIMA; así que dejamos pendiente lo que haríamos al siguiente año. Una idea con la que empezamos a coquetear fue la de realizar un encuentro de mujeres titiriteras” Continúa Elvia: “Eso fue en julio, para septiembre me llega un correo electrónico de Bilbao, del Centro de documentación de títeres que fundó Concha de la Casa, para invitarme al ‘Primer encuentro internacional de mujeres titiriteras’ –una coincidencia más en nuestra vida. Era una invitación abierta para que mandara mis datos. Le escribí una carta muy dramática donde le decía por que consideraba que yo debería estar ahí; pero al mismo tiempo y casi llorando le conté que ya estábamos comprometidos con el Forum. Eso fue en la mañana; César andaba precisamente en Parque Fundidora. Cuando lo ví por la tarde le conté. Me dijo: ‘Pues ve’. Le respondí: ‘Ya acepté la invitación y mandé la carpeta de ‘Carreta de Sueños’. A ver como le haces tú con el Forum. Afortunadamente Angélica Coronado pudo acompañarme como asistente técnica y, su compañero Antonio Ríos y César tuvieron que cubrir los talleres que ambas impartíamos en el Forum.” “El encuentro fue muy enriquecedor. Habíamos gente de habla hispana, sólo un grupo de Portugal. Le comenté a Concha con la idea de dedicar a las mujeres el próximo Festibaúl. Entonces ella me animó a organizarlo y me prometió que en este evento entregaría el premio recién instituído por ella para otorgar año con año a una mujer titiritera. ‘Busca una mujer mexicana, me dijo Concha, yo me encargo del resto.’ La idea de Concha es entregar este premio a mujeres que no han recibido el reconocimiento social a pesar de la labor por ellas desarrollada. Nuestra selección de entre varias fue la maestra Virginia Ruano.” Comenta Elvia casi al margen: “Claro que hubo críticas por hacer un encuentro de mujeres, nos acusaron de segregacionistas. Muchos hombres se sintieron menospreciados y otros dijeron: ‘Las mujeres titiriteras no existen’ o ‘Lo que hacen las mujeres titiriteras no vale. Son ayudantes.’ Pero todo transcurrió en santa paz y los espectáculos que se presentaron fueron de muy buen nivel.” César narra: “Para el segundo festival dedicado al análisis de un tema se decidió tocar la historia de los títeres en México. Porque hay trabajos sobre los títeres en el siglo XIX y principios del XX pero no hay una historia del títere Baúl Teatro… a 25 años

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...no quiero dejar de mencionar tu presencia en escena, que es muy bella, muy poética, y al mismo tiempo con mucha firmeza y fuerza. Y sigo pensando que eres muy valiente en atreverte a tocar temas, para mi, muy difíciles y escabrosos, pero eso es lo que los artistas debemos hacer, correr riesgos, hacer propuestas, desenvolver lo que está oculto y escondido y mostrarlo a los demás desnudando nuestra alma. Arminda Vázquez, titiritera veracruzana, Cía Dragón Rojo

La memoria secreta de las cosas. 2008 Foto: Enrique Gorostieta


contemporáneo. Hay abundante bibliografía sobre los Rosete Aranda (18351940) y de la época de oro del teatro guiñol; pero, de los sesenta hacia acá no está la historia escrita. Y no está escrita porque la mayoría de los titiriteros –y no nada más nosotros, también los actores- no les interesa su historia. O están esperando que llegue alguien para que cuente sus historias. En este festival se lanzó una iniciativa para rescatar las experiencias de los sesenta a la fecha.” “La invitación se hizo a los compañeros para que cada uno contara su propia historia, sus experiencias. Así se presentaron trabajos rescatando la historia de los títeres en Sinaloa, Hidalgo, Nuevo León y Querétaro.” Elvia comenta: “De Guadalajara trajeron un estudio sobre un personaje que fue muy importante en esta ciudad y de Chihuahua, el investigador, en base al trabajo de un grupo describe el trabajo de otros. También se presentaron otras ponencias sobre bibliografía y nuevas publicaciones.” César señala: “Falta mucho por hacer; la meta es que todos los Estados escriban su historia y luego poder conjuntar todos estos trabajos para integrar una historia nacional sobre los últimos cincuenta años. Por lo pronto todas estas ponencias las publicamos en un número especial de la revista Teokikixtli.” Y añade: “Este año 2011 se presentarán 18 grupos nacionales y uno extranjero; además se realizará un coloquio sobre los 30 años de la UNIMA en México y los 25 años de Baúl Teatro. No habrá ponencias sino que nos abocaremos a reconocer la trayectoria de los directivos que han estado al frente de la UNIMA y conocer que ha estado haciendo cada centro regional y reflexionar sobre lo que podríamos hacer en el próximo año.” Elvia añade: “César fue nombrado presidente de la UNIMA y su período termina el próximo año. Por eso ha estado poniéndose en contacto con la gente que dirigió esta organización, para recolectar fotografías y comentarios de todos ellos. También digitalizó las actas de las reuniones de UNIMA para así tener un mejor control de las mismas. Con toda esta información, César armó una presentación sobre las actividades que ha realizado la UNIMA y vamos a publicarla en el próximo número de Teokikixtli del 2012.” Elvia continúa: “Como te decía: Cuando cambiamos el formato –primero hablando de mujeres y después analizando la historia del teatro de títeres en los estados- los compañeros empezaron a pedir nuevamente las mesas de análisis. Porque hay tres cosas que han caracterizado a los Festibaúles: Los invitados permanecen durante todos los días del festival, los talleres que se han dado de forma gratuita y participan en las mesas de análisis de los espectáculos que se presentan. Cuando empezamos a hacer los encuentros, las mesas de análisis se realizaban para quien quería; hubo grupos que se negaron a participar y se les respetó su decisión. Pero con el tiempo los Baúl Teatro… a 25 años

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Sólo puede haber palabras de elogio para Baúl Teatro. Su aportación al teatro de títeres, en México especialmente, pero también en el resto del mundo es enorme. Pocas compañías pueden presumir de haber sido tan prolíficas, de crear espectáculos que se mueven más allá de sus fronteras nacionales, de editar durante años una revista de reconocido prestigio internacional especializada en el teatro de títeres; un museo, talleres, un centro de documentación y, por supuesto, su inestimable colaboración como miembros del jurado del Premio Gorgorito, premio internacional a la trayectoria en el teatro de títeres. Mi más sincera enhorabuena por sus 25 años de trabajo y de éxitos y el deseo de que haya otros 25 más. Un saludo. Guillermo Gil Premio Gorgorito

El Premio Gorgorito es un galardón que entrega UNIMA Madrid con apoyo de la Consejería de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid y la colaboración de UNIMA Federación España a la trayectoria de una persona en el campo del teatro de títeres.

Ma´Cuervo. 2000 Foto: Elvia Mante


mismos titiriteros pedían las reuniones para conocer la opinión que tenían los demás sobre sus trabajos. Porque no es lo mismo sentarte a mal platicar a la hora del café que dedicar toda tu atención a las palabras de tus compañeros. Tiene que quedar en claro que una cosa es lo que yo piense después de ver tu función, a lo que yo piense después de conocer tus ideas. Entonces ya puedo comentar con más firmeza mi opinión.” “Total que el año pasado volvimos con los talleres y las mesas de análisis; estas últimas sin horario programado. Lo hacíamos cuando teníamos tiempo a petición de los compañeros. Esto es algo que volveremos a organizar con mayor exactitud para este año (2011), porque hay un gran número de compañías que piden las mesas de análisis”. Pregunto: ¿Son críticas muy fuertes las que se hacen en estas reuniones? Elvia responde: “Son mesas muy amorosas pero muy críticas. Ha sido algo que se estableció desde que empezamos: primero dime por que lo hiciste como lo hiciste; luego ya podemos opinar si lo lograste. En algunas ocasiones estas mesas se han alargado demasiado. Como cuando se analizó un espectáculo de caja misteriosa que apenas duraba dos minutos y fue objeto de análisis por dos horas.” IV. Ir con el que sabe Inicia César: “En este Monterrey nadie ve a nadie, los teatristas lucen por su ausencia en las funciones de otros. Son contados los artistas locales que han visitado ‘La Casa de los Títeres’; pocos conocen el museo o asisten a nuestras función y –hasta ahora- nadie se ha interesado por consultar el Centro de documentación. De ahí podemos partir para entender el nivel general de la gente de teatro; encerrados en sí mismos, no ven el trabajo de otros compañeros. En los nueve años que tiene el Encuentro de Teatro para niños, como disciplina Elvia y yo asistimos a ver el trabajo de todos. Por eso podemos asegurar que ningún participante va a ver lo que hacen los otros.” Elvia interviene: “Mientras en las escuelas no les enseñen teatro para niños, los nuevos egresados continuarán menospreciándolo. Ahora bien, para conocer como hacer este teatro el único camino que tenemos es ‘aprender viendo’. Tal vez no te guste la propuesta estética o la dirección, es tu criterio; pero aún esos espectáculos redundarán en conocimiento, se convertirán en un aprendizaje de ‘como no hacerlo’. No sé que hubiera pasado con el teatro en Monterrey si todos hubiéramos tenido la constancia de vernos y de comentar nuestras propuestas; al menos, que lo hubiéramos hecho los que hemos permanecido porque muchos son flor de un rato. Casi creo que debe ser una obligación ver el trabajo de los demás, para nutrirnos.”

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El trabajo …es tan alucinante como los cuentos de Lewis Carrol, tan abstracto, visual y reflexico como las pinturas de Dalí y Magritte de donde tomó prestados algunos elementos y al mismo tiempo tierno y encantador. La obra se desarrolló sin pronunciar una sola palabra, a partir de una combinación de elementos donde el titiritero es uno de los protagonistas junto con el títere de guante que se decide cuestionar su existencia para cambiar su mundo. …Tavera le contó su historia a un público que se mantuvo al borde de las butacas La escenificación, perfectamente estructurada y redonda, con una excelente manipulación acorde al tratamiento de la creación... Silvia Ruano. Periódico El Norte 15 de Junio del 2003

Quisiera ser dios, otra vez, de pronto. 2003. Foto: Elvia Mante


Continúa César: “Ese ha sido nuestro camino: viendo se nos despertó el interés por el teatro para niños y viendo hemos aprendido los secretos del arte de los títeres. Esa ha sido nuestra escuela. Al ver otras propuestas, otras técnicas, terminas enriqueciéndote”. Elvia apunta: “En ocasiones puedes ir un poco más allá y sentarte a platicar con los creadores, preguntarles por sus motivaciones e interés por el tema representado. Claro, esto lo haces con aquellos con los que tienes más confianza. Pero lo mínimo es ver como están creando y no ir para destruirlos con comentarios hirientes. En todo caso si es posible dar o pedir algunos consejos para mejorar la calidad del espectáculo.” Pregunto: ¿Hay una dificultad extra para montar teatro para niños? Elvia responde: “Hay leyes o reglas para montar una obra; a diferencia del teatro de actor, el de títeres tiene otras leyes. Reglas del juego que no te las enseñan en ningún lado. Y dentro de este tipo de teatro hay grupos que presentan funciones con las técnicas tradicionales de varilla, hilo o guante y hay otros que hacen teatro donde los objetos cobran vida para contar una historia. La idea es poder conocer todas las técnicas para poderlas usar en beneficio de tus espectáculos.” Recuerda César: “Nosotros tuvimos la fortuna que, una de las primeras compañías españolas que vimos, nos abrió la puerta de su teatrino para que lo conociéramos. Así vimos como movían los muñecos y podían tener en escena casi 200 personajes. Esa gentileza deberíamos tenerla todos con quién desee aprender. Sólo así podrá subir la calidad de los espectáculos, perfeccionando nuestra técnica. Ojala existiera la conciencia de algo como la unión, no como sindicato u organización gremial, sino que se diera una unión para trabajar juntos. A lo mejor no somos amigos pero podemos tener la humildad de ir con un compañero para preguntarle como resolvió tal o cual cosa del montaje. Muchas veces te quiebras la cabeza en el taller, tratando de hacer algo que otro ya lo hizo. No te cuesta nada ir y preguntar. ¿Para qué descubrir el hilo negro?” “Hay que ir con el que sabe”, apunta Elvia. “Déjame contar algo: Nosotros hemos ganado muchas becas; para conseguirlas tuvimos que hacer muchos proyectos. Quizá por cada beca ganada hay cuatro ó cinco propuestas rechazadas. A lo que voy es a esto: Tuvo que pasar mucho tiempo para que nos diéramos cuenta de que estaban mal hechos, mal armados. Entonces, si metes un proyecto y falla pero tú crees que vale la pena lo ideal es saber porque falla. Para esto tienes que ir con el que sabe y preguntarle: ¿Cómo le hago? Es la única forma de avanzar: ‘Dime cómo lo puedo hacer mejor.’ Así de sencillo. No contentarse con preguntarle a los compañeros, al Baúl Teatro… a 25 años

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Se engalanan los títeres con el trabajo serio, profesional, dedicado y amplio, que realiza Baúl teatro en la ciudad de Monterrey. Tuvimos la dicha ( lamentablemente solo una vez) de estar en su lindo teatro y conocer uno de los museos más importantes y bien manejados del mundo, en donde cada títere es acomodado debidamente y cuidado con esmero entendiendo su importancia. Elvia y César se esmeran en su trabajo investigativo, artístico y periodístico a través de su revista en la cual podemos ver toda esta dedicación en su calidad en la edición y contenido. 25 años es poco... ojalá vida eterna para esta entidad que sigue contribuyendo a que nuestro arte perdure en la historia de la humanidad! que sigan siendo forjadores del desarrollo de nuestros queridos muñecos. Un abrazo desde Colombia Liliana María Palacio H. Manicomio de muñecos

Carreta de sueños. 2007. Foto: Enrique Gorostieta Damm


final de la función: ‘¿Qué te pareció?’ Hay que pedirles un crítica propositiva; una buena idea puede venir de quien menos lo esperes.” César remarca: “Cuando empezamos no había una escuela de títeres. Todo era ‘aprender sobre la marcha’. Nosotros empezamos con un espectáculo de clown, con manipulación de objetos a la vista y actuación (‘Viajeros’).” Elvia interviene: “Ese fue nuestro acercamiento a los títeres. Y creo que lo hicimos así por no alejarnos del teatro de actor, aunque ya nos asumíamos como titiriteros y porque traíamos toda la carga visual de los espectáculos europeos. Invitamos a dirigir este montaje a Jorge Vargas porque considerábamos que él podría entender lo que pretendíamos. Para el segundo montaje dijimos: ‘No. Hay que meternos en el teatrino. Dejar atrás este ego tan grande y buscar quién nos enseñe. Entonces apareció Marcela del Río y nos enseñó a manipular títeres bocones.” César agrega: “Sabíamos que existían otros modos operativos –o técnicas- y queríamos ir aprendiéndolas; que títere de varilla, de hilos, el teatro negro y el de sombras. En fin, que la única forma que encontramos para aprender fue haciendo montajes e invitando gente que ya dominaba cierta técnica para darnos un curso o dirigirnos.” “Pero para entonces ya habíamos visto mucho.” Interviene Elvia para señalar que hubo un aprendizaje previo. “Por ejemplo, cuando acordamos utilizar para títere de hilo, tal y como se hacía antes: manipulándolos desde un puente con hilos de 2.5 metros (Con el muñeco son en total 3 metros), dijimos: ‘Vamos con un especialista.’ Y fuimos con Armando Samaniego para que las construyera; luego experimentamos. Él no había hecho títeres que se manipularan con hilos tan largos pero los hizo. Para cuando pensamos hacer títeres de barra, ya habíamos visto montones de montajes con esta técnica. Este conocimiento nos permitió encontrar el texto adecuado para emplear este tipo de títeres. Y lo mismo pasó cuando quisimos usar títere de guante. Primero encontramos el texto –en este caso fue uno clásico-, luego experimentamos.” Ver para aprender y hacer para dominar la técnica, parece que esta es la lección. “Y acercarte con él que sabe”, agrega César. Narra Elvia: “En el curso que dió Concha de la Casa en Huamantla, Tlaxcala, sobre teatro de sombras, por ejemplo, no sólo nos habló de su origen e historia sino que llevó muchas imágenes. ¡Nos abrió los ojos!” “Pero que hagamos un montaje con cierta técnica no quiere decir que nos especialicemos en ella. En el caso de ‘Guiñol de París’, es un montaje que ha ido cambiando y creciendo a medida que aprendemos más sobre la técnica de guante. Lo que si puedo afirmar es que, con el oficio de 25 años, ya podemos indicar si el texto es titiritero –como dice Elvia- y que tipo de muñeco podría emplearse.” Baúl Teatro… a 25 años

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Veinticinco años de trabajo ininterrumpido nos hacen pensar de inmediato en la constancia y la entrega de esta pareja de titiriteros. Pero si a ello se une la excelente factura profesional de sus espectáculos, avalada por una buena cantidad de premios y reconocimientos, así como una poética particular para la proyección del qué, por qué y para qué de su labor artística y promocional, con una programación de actividades sistemáticas en las que el orden y la disciplina sustentan la misión cultural que han asumido, entonces su quehacer se dimensiona y alcanza un sitial propio, con múltiples reconocimientos entre sus colegas y una gran acogida de su público. Mayra Navarro. Narradora Oral Directora Estudio NarrArte Miembro de Honor de UNIMA / Cuba


V. Las publicaciones de Baúl Teatro Elvia aclara: “La idea de editar los textos de César nació por imitación, por querer hacer lo que los demás hacen.” César interviene: “Tomamos aquello que creemos que nos puede funcionar a nosotros y al medio en el que vivimos. En pocas palabras: tratamos de imitar lo bueno. Es la manera de crecer” Retoma la palabra Elvia: “Veíamos que había publicaciones muy sencillas de grupos y compañías establecidas; que su intención sólo era dar a conocer sus producciones. Nosotros teníamos montados algunos textos de César y un maravillosa computadora con sistema ‘Work, todavía no teníamos el ‘Publisher’.” Ahora es César quién completa la idea: “Fueron tres textos. Lo editamos y lo imprimimos en una simple copiadora. Le pusimos como portada un diseño de la misma computadora y lo engargolamos. Esa fue nuestra primera edición: ‘Personajes’, en 1990. Con un tiraje de 100 ejemplares, los numeramos.” “En la Muestra Nacional de Teatro del (19)90, nos pusimos en el lobby del Teatro de la Ciudad, junto a ediciones de ‘Escenología’. Para servir de referencia y pudiera la gente encontrar más fácilmente las publicaciones de Edgar Ceballos.- comenta en son de broma. Ahí vendimos una buena cantidad. Y a todos los festivales que íbamos cargábamos con nuestro librito. Muchas veces los ofrecíamos en venta; en otras ocasiones servían de intercambio de materiales con otros grupos. Elvia interviene: “Luego realizamos otra edición con textos elaborados por las personas que tomaron el curso de dramaturgia de Freddy Artiles. Este dramaturgo e investigador cubano creó –a petición nuestra- un curso que lamentablemente para nosotros estrenó en Matanzas (Cuba). Luego vino a Monterrey y de ahí a Sinaloa; y lo repitió en la ciudad de México. En el camino, Freddy fue seleccionando aquellos textos que consideró reflejaban lo que su curso pretendía. Se nos ocurrió pedirle los textos para publicarlos y aceptó. Y del mismo modo que habíamos hechos ‘Personajes’, editamos ‘Titiritextos’.” César complementa: “Usamos el mismo método artesanal: sacar copias, compaginar y engargolar. Pero ahora con una portada con diseño. Esto fue en el (19)96 y tuvo su presentación ‘formal’ ante titiriteros de todo el mundo en el Festival de Matanzas en ese mismo año.” “Freddy volvió a impartir este curso en Matanzas y un grupo de San Sebastián, España que tomaron el curso y vieron este libro, le sugirieron a Freddy que se publicaran los trabajos recién creados. Y publicaron ‘Titiritextos II’ y, al años siguiente, ‘Titiritextos III’. Y lo más emocionante para nosotros fue que respetaron nuestra Baúl Teatro… a 25 años

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Un baúl lleno de magia. Dicen que los baules sirven para guardar secretos, recuerdos, utensilios de la casa que ya no sirven o pasaron de moda, también las cosas que sabe uno se demoraran tiempo en utilizar, pero...también sirven para guardar títeres y que no se dañen, que puedan viajar grandes distancias resguardados del polvo, los golpes y las tristezas. Cada vez que un baúl con títeres se abre puede ocurrir lo inimaginable. Eso es lo que ha pasado con el Baúl Teatro Regiomontano. Desde que Elvia y César decidieron desterrar la tradicional usanza de los baules para convertirlos en retablo o en almacen de alegrías, la palabra baúl tiene nuevo significado: divertir a niños y adultos, rescatar la historia de los títeres en México y el mundo, promover una cultura del teatro de figuras que tenga dignidad y trascendencia, hacer soñar, reir, pensar ¿se puede esperar más de un baúl? Rubén Darío Salazar Teatro de Las Estaciones


idea e hicieron una publicación semejante a la nuestra, dice Elvia con un dejo de orgullo. César añade: “Freddy , que falleció en Diciembre del 2009 vino dos veces a Monterrey y en cada ocasión procuramos que lo recibieran en otros Estados. Así estuvo en Sinaloa y la ciudad de México.” César habla de otra edición: “Cuando pensamos en hacer en el (19) 93 ‘Notas del Baúl’ fue porque pensamos en rendirle un homenaje al maestro Roberto Lago, quién publicó ‘La hoja del titiritero independiente’. No dijimos: ‘Vamos a continuar con la estafeta’. Simplemente porque nace en otro contexto. Cuando empezamos a conocer a otros grupos los contactábamos a través de cartas que enviábamos por correo. A cada uno de los directores y actores-amigos.” Elvia aclara: “Mandábamos cartas a diferentes partes de la República y a algunas de Europa. Y básicamente lo que contábamos a cada uno de ellos era lo mismo: lo que estábamos haciendo, los proyectos que teníamos. Lo que cambiaba en cada carta era el tratamiento; porque con algunos teníamos más amistad y podíamos emplear una forma más coloquial. A otros les tratábamos de ‘usted’. Entonces, caímos en cuenta que era demasiado el tiempo que dedicábamos a escribir estas cartas. (¡Las escribíamos a mano! por aquello del toque personal). Por esto vimos la oportunidad de elaborar un boletín, como lo hacía el maestro Lago para comunicarse con el resto del mundo.” Puntualiza César: “Notas del Baúl duró hasta el (19) 95, desapareció mucho antes de que saliera ‘Teokikixtli’. Y dejamos de hacerla porque era mucha la carga de trabajo que teníamos en ‘La Casa de los Títeres.” Elvia añade: “’Teokikixtli’ tampoco nació de la noche a la mañana “. “ César pide la palabra: “Nomás déjame aclarar otro punto: En ‘Notas del Baúl’, además de hablar de nuestros montajes incluíamos una sección sobre técnica para manipulación de títeres, noticias sobre otros festivales e información que nos llegaba de otros grupos. Eso era más o menos el contenido temático. A lo largo de todos estos años, cuando platicamos un poco sobre ‘Notas del Baúl’, sale uno que otro titiritero diciendo: ‘¡Ay, yo todavía la tengo!” Elvia exclama algo jubilosa: “¡Eso es muy lindo! Piensa que sólo era una hoja tamaño oficio, impresa por los dos lados. Y que la gente la conserve pues, es algo lindo, ¿no?” ¿Cómo nace la revista?, pregunto, Elvia medita un poco y dice: “Fue algo muy raro porque ya habíamos platicado –César y yo- un poco sobre los materiales que habíamos reunido en todos los festivales o coloquios que nos invitaban. Le pedíamos sus escritos a casi todos los ponentes. En realidad, no sabíamos que hacer con ellos y cada vez eran más numerosos. Formaban parte del Centro de documentación pero como una sección más. Sucedió que un día, nuestros vecinos (se dedicaban al diseño grafico) llegaron a proponernos que les compráramos la idea de imprimir algunas Baúl Teatro… a 25 años

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Nació Baúl Teatro como una célula guerrillera en medio de una paulatina desintegración social, sembró, en la clandestinidad de la marginación, su semilla; se dedicó a cuidarla y verla crecer. Tomó del medio lo necesario para su desarrollo, negoció y nuna vendió los objetos de su oficio. Gracias Baúl Teatro por reafirmar el valor del teatro en el hombre Sergio García, director teatral.


cosas promocionales para el museo, cosas como postales, ‘separa libros’ y tarjetitas. (Por cierto que muy lindos diseños.) Y como por instinto, César y yo volteamos a vernos y –casi al mismo tiempo- les decimos: Y ¿por qué no nos diseñan una revista?” César comenta: “De una u otra forma, teníamos la idea de continuar con esos lazos de comunicación que teníamos con todos los demás”. Elvia prosigue: “Pero para entonces teníamos montones de revistas que habíamos traído de todas partes del mundo. Teníamos muchos ejemplos a seguir. Había unas muy modestas pero otras estaban hechas con toda la mano. Muchas estaban escritas en otro idioma, unas pocas utilizaban el español. Ese fue nuestro referente. Y si a eso le sumamos los textos que recopilamos en los festivales, teníamos un buen altero de artículos. Y muchos de ellos nos habían ‘abierto los ojos’; por eso queríamos compartirlos con los demás. Les pedimos permiso a los autores y comenzaron a diseñarla. Resultó algo superior a lo que me esperaba” “Pensamos –dice César- que si iba a salir la revista, debería ser trimestral. No sabíamos en lo que nos meteríamos.” Elvia agrega: “Tuvimos a nuestro favor unos recursos que quedaron de un Festibaúl, porque uno de los invitados canceló a última hora. Hablamos al Fonca, porque ellos nos habían dado recursos para este festival. Les preguntamos si no había algún inconveniente si utilizábamos estos recursos para publicar una revista. Y tuvimos la enorme suerte que, entre los jurados que habían avalado nuestro proyecto, estaba Francisco Beverido y él dijo: ¡Claro, publiquen! Y publicamos estos tres números con dinero del Fonca porque nunca pudimos vender algo de publicidad. En realidad no nos dábamos tiempo para eso; era estar todos los días con los niños y las visitas al museo.” César aclara: “Al principio, tratamos de incluir –por lo menos- dos artículos de fondo, otro de investigación, uno más sobre historia. O más bien de nuestra prehistoria.” Elvia señala: “Era para brindar un homenaje a los que estuvieron antes que nosotros.” César sigue: “Y no era fácil conseguir artículos sobre nuestra prehistoria, muchas veces tuve que meterme a fondo en el Archivo Municipal (de la ciudad de Monterrey) para encontrar noticias del siglo XIX o inicio del XX. También fuí con algunos cronistas del estado a pedirles datos; solicitarles artículos o notas periodísticas que hablaran de los títeres en Monterrey o en cualquier municipio de Nuevo León. Así encontré datos de 1884, 1885 y otros del siglo XX donde al menos hablaban de titiriteros que pasaron por estas tierras.” “Además, teníamos otra sección que llamamos: ‘Al andar se hace camino’. Esta era para dar reconocimiento a titiriteros contemporáneos que nos habían antecedido.” Elvia interviene: “Compañeros que aún están con vida y que Baúl Teatro… a 25 años

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Teokikixtli esta legitimando, almacenando y llevando un registro del conocimiento o historia del arte titeril en México, que resulta un hecho muy significativo ya que existen pocas publicaciones con respecto a la misma, en relación al teatro propiamente dicho. Tienen voz los titiriteros dandoles un estatus dentro de la comunidad artística lo que da inicio a una reescritura de la historia de los títeres en el siglo XXI Francisca Miranda Investigadora del CITRU México


merecían se contara sobre su historia y los trabajos que habían realizado. Era algo así como recuperar sus historias.” César continúa: “La última sección era dedicada a la dramaturgia.” Pregunté: ¿Por qué dejó de editarse? César responde: “Pensamos que resultaría muy fácil vender publicidad; que con que vendiéramos la contraportada y algunas páginas interiores podríamos costear la revista. Pero resultó muy difícil; conseguimos algunos pero –como decía Elvia- no teníamos tiempo para visitar oficinas del gobierno o instituciones privadas. Quizá lo que nos faltó fue una persona que se dedicara a esto y sobre todo los contactos que facilitaran los recursos.” César comenta: “Pero aún así la revista llegó a 30 números. El último apareció en el 2004. Con el paso del tiempo fue creciendo en tamaño y mejorando el diseño. Aclara Elvia: “A lo largo, hubo dos ó tres becas estatales que nos apoyaron a editar dos ó tres números. La mayor parte no. Lo que teníamos muy claro era que nos costaba lo mismo que hacer un montaje. Entonces considerábamos que era nuestro montaje del año, hacer otro número de ‘Teokikixtli’ y distribuirlo. Porque la enviábamos por correo a 26 países.” “Para el 2004 consideramos que ya no era posible seguir subsidiando a la revista y la suspendimos por cinco años; hasta que, con motivo del Coloquio de Mujeres Titiriteras en el 2009, la Secretaría de Extensión y Cultura de la UANL nos apoyó para publicar un número especial. Ya fue un número anual, con un recuento de lo que había pasado en todo el año y las ponencias de este coloquio. El único requisito que nos pusieron en la Dirección de Publicaciones fue que lleváramos el diseño listo para la imprenta. Ellos hicieron la impresión.” Exclama Elvia: “¡Ya recordé! Quiero hablar de que hicimos todo lo posible para abaratar costos y poder continuar. En este afán con ayuda de Alberto Díaz aprendí a formatear para poder hacer nuestra revista. Claro que lo que hace un diseñador en un día, yo lo hago en un mes (si calculamos el costo por tiempo pues después de todo no era tan barato). Ahora, Isaías Muñoz -la misma persona que hizo los primeros números- es quién nos sigue diseñado ‘Teokikixtli’.” César explica: “También, decidimos promover la publicación de textos titiriteros porque hay muy pocos en México. Y como decía antes: Muchos grupos se ven obligados a hacer su propia dramaturgia pero no la escriben en forma, de una manera formal. Son textos de trabajo que terminan en bosquejos, con algunos parlamentos y acotaciones. Material suficiente para realizar el montaje. Pocos son los grupos que se preocupan por sacar en limpio estos textos; nosotros éramos uno de ellos. Pero un buen día, nos pusimos a redactar los libretos de todos y cada uno de los montajes que habíamos hecho.” PregunBaúl Teatro… a 25 años

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Acabo de leer una obra bellísima a la que no le falta ni le sobra nada… me ha parecido clara, redonda, transparente y eficaz …hablaré de algunos de sus méritos: primero, se trata de una obra dominada por la acción, el conflicto y la tarea escénica, cualidades elementales que definen al hecho teatral, pero que en ocasiones son olvidadas o simplemente ignoradas por los dramaturgos. Segundo, la obra carece de diálogos. Eso subraya su condición puramente escénica y, además, brinda plena libertad al lector y al director para desarrollar conceptualmente sus posibilidades. En este caso, dado que los personajes no hablan, tienen la oportunidad de expresarse verdaderamente, es decir, a través de sus acciones. Tercero. Una de las grandes virtudes de esta obra radica en su condición intertextual y heterodoxa. En sus entresijos vemos aparecer a personajes arrancados del universo cultural del autor y que componen una especie de pequeño mundo caótico, que en su momento llega a ser integrado por una hipotésis: ¿Cómo son las relaciones entre el poderoso y el que no tiene poder? ¿Cómo son los vínculos entre el creador y lo creado? ¿Cuáles son los riesgos, los monstruos de la creación? (Tavera) demuestra también que es un virtuoso no solo al momento de interpretar a través del títere, sino que es un verdadero escritor en ese género tan complejo y elitista que es la dramaturgia para muñecos. Gabriel Contreras. Milenio Cultura 16 de Julio del 2007


to: ¿Cuándo nació la idea de publicarlos? Elvia responde: “También fue algo fortuito. Estábamos comentando estos textos en una reunión, después de un coloquio de dramaturgia que había organizado Hernando Garza en el Teatro de la Ciudad (de Monterrey), cuando nos dicen que Conarte (Consejo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Nuevo León) había lanzado una convocatoria para publicaciones y se cerraba en muy poco tiempo. Cuando regresamos a la casa llegamos revisando y seleccionado lo que se podía publicar.” Continúa César: “Usamos los textos que teníamos más revisados, los que consideramos listos para la imprenta. Otros muchos hubo que guardarlos, para trabajar más tarde en ellos y buscarles luego otra publicación.” Elvia señala: “Creo que fuímos seleccionados porqué nunca habían publicado teatro para niños. Así terminó llamándose este texto: ‘Teatro para niños’. Como incluímos ‘Maniobras femeninas’ y alguna funcionaria consideró que no debería estar en este tomo por ser teatro para adultos, se acordó editarla por separado. Así resultaron dos publicaciones, en lugar de una. Luego en el 2007, ganamos otra edición para publicar ‘Quisiera ser Dios.’ Habían pasado siete años y ya teníamos listos varios textos inéditos. Un comentario más, antes de terminar con este tema: Otro de los sueños que tenemos es recopilar todos los textos elaborados por nuestros compañeros a lo largo del país. Porque cada compañía escribe sus propias historias, se hace necesario publicar una antología de estos trabajos.” “Por parte del Centro de Historia Regional de la UANL, comenta César, se publicó en el (19)98 una entrevista y trabajo de investigación que realizó Eduardo Derbez y le titularon: ‘Solitarios que andan en el camino’ y era para celebrar los trece años de Baúl Teatro”. “Doce”, corrige de inmediato Elvia. “Y lo presentamos –continúa César- en el V Festibaúl de Títeres. Apunta Elvia: “La verdad es que iba a ser un folleto, pero como somos muy ‘mesuraditos’ para hablar pues… creció un poco.” Continúa César: “También hay que tomar en cuenta la gran cantidad de notas periodísticas que le dimos a Derbez para que investigara. Él trató de hacerlo más breve pero fue imposible. Salió de casi cien páginas. Y, con la misma universidad, se hizo otra edición para celebrar los quince años de ‘La Casa de los Títeres’. Un catálogo con todas las piezas del museo. Las fotos fueron tomadas por Natalia Muñoz, maestra de fotografía en la Facultad de Arquitectura.” Cierra Elvia: “Una publicación preciosa.”

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El museo la casa de los títeres que Baúl Teatro ha creado durante estos años, contiene mucho de la historia de los títeres y sus creadores; es ese su aporte de vida y al mismo tiempo de recuerdo para el goce de niños y grandes. Este museo es un legado importante para la comunidad, un recuerdo para los titiriteros y sobre todo alberga un poquito de nuestra historia contemporánea. Concha de la Casa. Directora del Centro de Documentación de las Artes de los Títeres de Bilbao


VI. Lo que falta, lo que se quedó en el camino Elvia comenta: “En nuestro afán por conocer todas las técnicas hemos tenido poco tiempo para experimentar. Nos la hemos pasado aprendiendo.” César explica el proceso: “Cuando nos decidimos dedicar de lleno a los títeres empezamos con ‘Viajeros’ que es netamente una propuesta experimental. Es un espectáculo completo, con trabajo de clown, de objeto y actuación. Además de que realizamos la dramaturgia. Este montaje lo presentamos cuando abrimos ‘La Casa de los Títeres’, en el programa de servicios educativos. Sucedía que, las personas que llegaban –principalmente los niños- decían: ‘¿Dónde están los títeres?’ Nosotros proponíamos títeres que no estaban completos, que el público debía recrearlos completos en su imaginación. Por eso dimos marcha atrás y pensamos que para el museo lo mejor era presentar espectáculos que mostraran varias técnicas para ir abriendo el panorama de los espectadores.” Elvia detalla: “’Viajeros’ era una propuesta muy vanguardista y no tenía los títeres que comúnmente todos conocemos. La gente no hacía cuestionamientos negativos, les gustaba el montaje. Nuestra intención era enseñarles que los títeres no son nada más muñecos que también pueden animarse algunos objetos. Pero como que se preguntaban: ‘¿Dónde están los verdaderos títeres (refiréndose a los de guante o los de hilo)’. Entonces, empezamos a crear espectáculos con historias cortas y que cada una de ellas se pudiera montar con técnicas diferentes” César acota: “Para que los niños conocieran el mayor número de técnicas posibles.” Continúa Elvia: “Y también se nos ocurrió de manera fortuita. Teníamos dos montajes: ‘Viajeros’ y ‘Pregoneros’; y en ambos manipulábamos objetos a la vista del público. Resulta que me quedé sin voz por un problema que después tuve que solucionar con operación y nos vimos en la necesidad de crear un espectáculo donde yo no tuviera que hablar. Lo más adecuado fue hacer historias cortas.” Recuerda Elvia: “Presentábamos una historia con títeres de varilla, otra con guante, una más con sombras y una de teatro negro. ¡Y otra con títeres bocones! Al espectáculo le llamamos: ‘Titerines para los chiquitines’ La única pretensión de este montaje era darle a conocer al público algunas de las formas de hacer títeres; que supieran que, además de las marionetas existen otras posibilidades. Y algunos de las escenas creadas para este espectáculo aún los conservamos como ‘caballitos de batalla’ y los seguimos presentando. A partir de entonces la gente sintió que esa era más la línea que buscaba; aún cuando nosotros habíamos empezado con la experimentación nos volcamos al teatro tradicional.”

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Tienen un profundo respeto por los ni帽os y trabajan por dar lo mejor de si, en la convicci贸n de que el teatro debe ser inteligente, rico en valores y de excelente factura, asi lo demuestran un buen numero de obras que han puesto en escena sentando precedente de un teatro infantil meritorio Carlos Converso Prato Titiritero

Verde Federico... que te quiero, Lorca Foto: Marco Antonio Reyes


“Siempre hemos tenido una retroalimentación cuando conversamos con los maestros,” dice Elvia. César agrega: “Cuando hablamos con ellos, se hace como una cadena de preguntas: explicamos algo y siempre terminan preguntando algo más.” Elvia indica: “Esa ha sido una forma de crecimiento maravillosa.” Retoma César la palabra: “Regresando al tema: Tomar esta decisión fue detenernos en el camino de la experimentación. Tal vez podríamos haber llegado a otros lenguajes.” Elvia agrega: “Si hubiéramos continuado con la línea de ‘Viajeros’, no seríamos lo que somos.” César continúa: “Nos falta experimentar y creo que ya nos está llegando el momento.” Elvia es contundente: “Aprendimos lo que hubo que aprender y crecimos mucho como artistas pero… ¡Ya llegó nuestro momento! Hay que entender que fue una decisión que tomamos como promotores culturales, no como artistas.” César comenta: “Hemos vivido en un dilema: por un lado nos satisface ser promotores culturales pero por el otro ansiamos ser creadores. Nunca nos habíamos cuestionado esto hasta que un maestro –en el (19)99- nos preguntó: ‘Bueno, ¿qué son? ¿Promotores o artistas?’ “Elvia observa: “Nos movió el tapete en forma horrible. Desde el (19)94 al (19)99 estuvimos muy metidos en trabajar para los servicios educativos; después de esto, nos dijimos que fungíamos como promotores pero de corazón éramos artistas. Fue entonces que hicimos ‘Pinocho’, ‘Lorca’ y llegamos a ‘Quisiera ser Dios…’. Hemos experimentado pero… falta. Falta el riesgo.” “Al menos, ya nos señalamos este camino: seguir buscando otros lenguajes, usar otros materiales, plantear nuevas propuestas.” Elvia aclara: “Lo que se presenta para servicios educativos es –podríamos decir- más directo, más cotidiano. Ahora queremos construir nuevas metáforas. Retomar o continuar desarrollando algo similar al trabajo de ‘Viajeros’. Continúa Elvia: “Tampoco esto significa que dejaremos de hacer nuevos montajes para servicios educativos, esto ya lo hacemos con mayor rapidez. Es algo que te da el oficio. Es la diferencia entre el oficio y el arte. Para servicios educativos tenemos todo muy claro, sabemos sobre que líneas trabajar. No nos cuesta mucho esfuerzo conceptualizar un montaje con varias historias.” César señala: “Y son montajes que estamos dejando para el grupo Crearti. Aunque también este grupo ha montado algunas creaciones de Baúl Teatro. Es como ir dejando lo tradicional para enfocarnos en la experimentación.” Pregunto: ¿Qué piensan de toda la gente que ha logrado trabajar y aprender este oficio con ustedes? Muchas personas han pasado por la Casa de los Títeres y les hemos enseñado el oficio, algunos estudiantes de teatro, bailarines, artistas plásticos e Baúl Teatro… a 25 años

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Y es el momento de hablar de los de casa. Los incansables Angélica Coronado y Toño Ríos que corriendo de un lado a otro hicieron posible que el encuentro avanzara a buen puerto, sin dejar de sonreír un momento. Ahí estuvo Luis Zúñiga, quien protagonizó un momento mágico en el taller y que además, como si no tuviera suficiente trabajo, lidió con mi abanico. Verónica Maldonado. dramaturga XVII Festibaúl Internacional de títeres

Antonio Ríos, Luis Zúñiga y Angélica Coronado, CREARTI, Cía de títeres y equipo de apoyo de Baúl Teatro, A.C.


incluso de profesiones totalmente ajenas al arte. Cuando se han ido de aquí algunos han seguido utilizando los títeres en sus vidas y otros se han distanciado totalmente de ellos. Sin embargo- apunta Elvia- dos nos han acompañado por mas de 20 años, Angélica Coronado y Antonio Ríos quienes al igual que Luis Zúñiga con poco más de 10 años, han estado colaborando con Baúl Teatro primero de manera intermitentente pero no por eso menos valioso el apoyo y a últimas fechas como equipo permanente del Museo. Ellos merecen el reconocimiento por sus aportaciones y lealtad a la camiseta de “titiriteros” y “equipo de Baúl Teatro”. Respecto a los otros, César concluye: “El único deseo es que, verdaderamente hayamos hecho algo bueno por ellos, por todos los que han pasado por aquí .””Y si dejamos alguna enseñanza, comenta Elvia, esperamos que hayan aprendido que se requiere conocimiento antes de subirse al escenario; que deben ser honestos y entregar el corazón cuando hacen teatro. Que cuando vas a hacer algo, lo hagan con respeto al público, cuidando el lenguaje y con una excelente producción, cuidando al máximo la presentación.”

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Viajeros. 1991. Foto: Erick Estrada Bellman


SOLITARIOS Elvia y César se han considerado por 25 años como habitantes de una isla desierta; a la que pocos teatristas locales visita, ya sea para ver sus espectáculos, disfrutar el museo o investigar más sobre la profesión en su centro de documentación. Caminando pensando en llegar a Ítaca, han construido una carrera profesional muy digna y a la cual no pocos envidiamos. Tal vez, como suele ser por estas regiones, se les reconozca más su trabajo en otros lugares que en la misma ciudad donde radican. Son contados los teatristas que han podido vivir de su profesión en este Monterrey tan inhóspito a las manifestaciones culturales, pero no al fútbol. Casi todos –por no decir la gran mayoría- hemos tenido que realizar otras actividades para sobrevivir; ellos han tenido la dicha de vivir de lo que les place: el teatro de títeres. Bajo este estado de violencia, no sólo las actividades económicas en torno al turismo se han visto mermadas; también los espectáculos artísticos se han visto afectados. A La Casa de los Títeres han dejado de asistir los maestros con sus alumnos, las visitas guiadas y los talleres de manipulación han casi terminado. Ahora Baúl Teatro regresa a lo de antaño: acudir a las escuelas. Pero regresan como Grupo Crearti, integrado por elementos formados por Elvia y César. Acuden a las escuelas y plazas con nuevos espectáculos o los ya creados por Baúl Teatro; porque ellos piensan dejar de lado el teatro tradicional de títeres para experimentar con nuevas formas de expresión. Seguro que no será un retorno al inicio –“Viajeros”-, la experiencia que han acumulado en estos 25 años así como el conocimiento profundo de su oficio les llevará a concebir imágenes con las que podrían llegar a integrar un nuevo lenguaje “titiritesco”, como dice Elvia Mante. Ojalá logren concretar sus ideas, sus sueños.

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los festibaúles

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Si quisiéramos calificar al grupo Baúl Teatro por sus 25 años de labor en la creación de espectáculos, escritura de libros teóricos y dramáticos, por su talleres y otras enseñanzas, la difusión del teatro de Títeres, a través de sus presentaciones locales, nacionales e internacionales, su espacio propio, que incluye su museo, y su Festibaúl Internacional de títeres; además si consideramos su gran capacidad de amar a sus compañeros y amigos a los que regalan generosamente siempre que los encuentran o invitan y si siguiéramos considerando más y más detalles tan importantes de este grupo de dos principales, Elvia Mante y César Tavera, tendríamos que calificarlos con más de 10, y nivel de excelencia. Sergio Peregrina, Grupo Dragón Rojo de Veracruz

Desfile inaugural de las Jornadas locales de teatro infantil y de títeres


La fiesta de los títeres en Monterrey Elvia Mante y César Tavera El Festibaúl tienen su origen en nuestro deseo por compartir con Monterrey la grata experiencia de contemplar los magníficos espectáculos que hemos visto en otros Estados, en otros países. Al menos, hacer lo posible porque se vieran aquellos que nos parecían más interesantes. La idea se concretó después del Festival de Huamantla de 1993 donde conocimos a Concha de la Casa, Malcon Knight y Mickey Aronnof entre muchos otros. Creemos que –en muchos sentidos- la convivencia con estos creadores marcó nuestro camino. Al regresar empezamos a soñar con hacer nuestra propia fiesta de los títeres en Monterrey. Como novatos que éramos, empezamos por preguntar a algunos titiriteros si querrían venir al festival; al mismo tiempo, les informábamos que no contábamos con apoyos, por lo que tendrían que dormir en casa de alguno de nuestros compañeros regiomontanos. “Pero ¡¿qué tienen en la cabeza?! ¡¿En qué piensan?!”, fueron algunos de los comentarios. Otros sin embargo, como Alejandro Jara -titiritero radicado en Tlaxcala- contestó con una felicitación por el intento y lo bautizó con el nombre que ahora lleva: Festibaúl. Se puede decir que él lo bautizó. Todo nuestro esfuerzo fue en vano: No conseguimos apoyo en nuestra ciudad. No tuvimos respuestas positivas; mejor dicho no tuvimos siquiera una respuesta. Pensamos que los demás grupos y funcionarios se negaron por pensar que se trataba de un proyecto ‘privado’, no oficial y por lo tanto ‘comercial’. Razón por la cual –al siguiente año-, decidimos llamarle “Jornadas Locales de Teatro infantil”. Queríamos reunir a nuestros compañeros para hacer un diagnóstico de lo que estaba pasando en nuestra ciudad. En la programación se incluyeron títeres, pantomima, teatro de actores y teatro danza para niños. El apoyo económico fue poco pero empezamos a aprender cómo era esto de “las negociaciones”. Primer Festibaúl En 1993, del 12 al 24 de octubre, se realizaron las Primeras Jornadas Locales de Teatro Infantil (I Festibaúl), gracias al apoyo de la Subsecretaría de Cultura de Nuevo León.

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No me sorprende su éxito contundente porque no podía esperar menos de su dedicación, su entrega, su determinación de titiriteros como proyecto de vida Miguel Fernández Subdirector de Teatro Infantil del INBA

Titiriteros participantes en las Jornadas Nacionales de Teatro Infantil y de Títeres


La sede fue “La Bodega de Baúl”, espacio cultural creado por Baúl Teatro y que estaba ubicado en la Colonia Independencia, al sur del río Santa Catarina; en un sector de los más antiguos de Monterrey, bastante conflictivo. Se presentaron veinte propuestas. Iniciamos el evento con un desfile de los participantes y con el pie derecho en prensa. Gracias a algunos contactos con escuelas, pudimos tener funciones llenas en un espacio que no ofrecía todas las comodidades pero si mucha cordialidad para recibir tanto a grupos artísticos como a escolares. Los apoyos económicos fueron muy pocos y la asistencia a los eventos paralelos -como fueron las sesiones entre los creadores artísticos- se vieron deslucidas por la falta de interés de nuestros compañeros en reflexionar sobre su vida artística. Estas jornadas se realizaron en el marco del Festival Alfonsino. Los grupos participantes fueron: “El Ultimo Unicornio” cuyos integrantes Marcela del Río y Virginia Vargas presentaron su montaje Polvo de sueños; Marcela Garza su trabajo Mañana será otro día; Matarili, A Control Remoto, Saltimbanqui -dirigido por Petty Maldonado- El León Engañado; Danza Contemporánea en Concierto A.C. -de Hester Martínez-, Blanca Bien y la Bruja Ecomala; Ventana Abierta -de Clara Eugenia Flores y Cecilia Saviñon-, Las Aventuras de Joaquincita; Ollín Mimus -dirigido por -Reynaldo PinalesCuentos Incompletos; Alia Castellanos, Un Cuento para Todos; Cronos -de Carlos González Carhuapoma-, montó Clarita y la llave de los sueños; Baúl Teatro, Personajes; Garabato -de Ramón Azueta- Clarita Medieval; Tejedoras de Imágenes -de Rosa Martha Sánchez y Angélica Coronado- Cuenta jugando; Espacios Vacíos -de Heber Banda-, Espacio sagrado; La Bella Durmiente del grupo de Antonio Pichardo; Quetzal -de Roberto Santos-, presentó el espectáculo de danza Sinfonía de luz y Fantasía, La Real compañía de Teatro Karagoz -dirigida por Jorge Enderle-, Arlequín en el castillo de los mil hechizos; Todo se Vale -dirigido por David Gómez-, En Busca de un mundo mejor; Cruz de Lunas -formado por Pablo Luna, Liliana Cruz y Juan Luna-, Y esto es todos los días; Rebanada de Sandía presentó Rutinas de pantomima y el Taller infantil de Lety Cruz, El Príncipe feliz. La convocatoria no sólo incluía la presentación de los espectáculos sino, además, que los directores participaran en una mesa redonda con el título “Reflexiones sobre Teatro infantil”. Donde se analizarían temas como: La formación de cada grupo, su forma de trabajar, antecedentes, objetivos, actividades realizadas, juicio crítico sobre el panorama del teatro infantil y sugerencias concretas para mejorar el teatro local.

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Una casa grande de corazón para tantos y tantos titiriteros, y un manantial de viento que impulsa las velas del teatro de títeres mexicano. Diego Ugalde. Compañía Banyán de Marionetas. Querétaro

Premio Nacional Festibaúl otorgado a los mejores espectáculos participantes


Las Primeras Jornadas Locales de Teatro Infantil se inauguraron con un desfile por las calles de la colonia Independencia, en el cual participaron los grupos invitados, llevando máscaras, títeres, vestuarios y algunos actores en zancos. Posteriormente hubo una exposición de máscaras, títeres y objetos teatrales usados por los grupos. Las presentaciones de los espectáculos fueron un éxito; lamentablemente, la mesa redonda no contó con la misma suerte, ya que solo asistieron: Virginia Vargas y Marcela del Río, Humberto Sáenz de “Espacios Vacíos”, Carlos González Carhuapoma, Gerardo Garza, Elvia Mante y César Tavera. Por esta razón, no se logró confrontar opiniones a partir del trabajo de otros compañeros. De acuerdo a las ponencias de los participantes, se llegó a las siguientes conclusiones.

• No existe un compromiso del teatrista con su trabajo. • Falta una rigurosidad en el proceso creativo. • Existe una aparición constante de grupos que realizan montajes infantiles con el sólo fin de obtener una remuneración económica sin importar la calidad de su trabajo

• Las escuelas de teatro contribuyen a la desvalorización del teatro infantil.

Como sugerencias a las autoridades, se propuso que Las Jornadas continuaran y así mismo se pugnó ante la Subsecretaría de Cultura por que se realizara una Muestra Estatal de Teatro Infantil, se impartieran cursos y talleres para la profesionalización y se convocara a un concurso de dramaturgia infantil. Las sugerencias a los creadores fueron: Que se respetara el hecho teatral como una profesión digna y -no como una alternativa menor- buscar la diversión pero no como un solo objetivo sino mover emociones, además de compartir conocimientos y experiencias. Para el siguiente año y ante la desaparición de la mayoría de los veinte grupos que habían participado en las Jornadas Locales, decidimos mirar hacia afuera y hacer un festival nacional. Segundo Festibaúl Del 16 al 21 de mayo de 1994, se realizó La Segunda Jornada (II Festibaúl) pero, en esta ocasión, se llamó “Nacional de Teatro infantil y Títeres”, en la que se dieron cita grupos como: Tiripitipis de Tlaxcala, El Tenderete de Torreón, Coah., Carlos Converso de Jalapa, Los Muñecos de Pedro Carreón Baúl Teatro… a 25 años

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Baúl Teatro es una de las compañías titiriteras mexicanas más comprometidas con el arte de los títeres. Hay que destacar que Baúl Teatro ha realizado un trabajo muy importante en el intercambio de propuestas, proyectos y experiencias de grupos nacionales e internacionales a través de su Festibaúl. Ese es uno de los grandes méritos de esta compañía que ha vivido con y para los títeres. Lo más sorprendente es que han logrado que nos conectemos personas de diversas áreas, profesiones, ideas, etc., que finalmente somos los que amamos a los títeres con verdadera pasión. Muchas gracias Baúl Teatro, muchas gracias!!! Florencia Ramos Blancas Pedagoga y promotora cultural infantil

Curso de dramaturgia impartido por Freddy Artiles durante las Jornadas Internacionales de Teatro Infatil y de Títeres


de Culiacán,Sinaloa, Lourdes Aguilera del DF y Baúl Teatro como anfitrión. Durante una semana se presentaron por las mañanas en el Teatro de la Ciudad de San Nicolás y por las tardes afuera de La Bodega de Baúl. Para estas funciones callejeras, se montó una tarima justo en la banqueta; por lo que se pidió permiso para cerrar la calle Morelia. Fue común ver a los vecinos de este espacio llevando su silla y mecedora, para disfrutar de los espectáculos presentados sobre esta tarima; al tiempo que degustar un tepache o tostadas con limón y chile, vendidas por los mismos vecinos. Adentro se llevaron a cabo mesas de reflexión y análisis; entre estas se presentaron las siguientes ponencias: La Calidad en el Teatro para niños, La Expresión dramática Infantil contra el teatro hecho con niños, Los Títeres Prehispánicos en Mesoamérica y por último, una conferencia del maestro Roberto Lago que -a sus 92 años- fue homenajeado en esas Jornadas por su trayectoria. Se tuvieron apoyos de el Programa Cultural de las Fronteras, la Dirección de Desarrollo Cultural Infantil de CONACULTA, La Universidad Autónoma de Nuevo León a través de la Hacienda San Pedro, de Secretaría de Desarrollo Social del Estado, ISSSTE CULTURA, la Coordinación Nacional de Descentralización y el Ayuntamiento de San Nicolás, que prestó el Teatro de la Ciudad como sede. A pesar de la gran cantidad de patrocinadores, las aportaciones de cada uno eran mínimas; los gastos del evento realmente se cubrieron con la venta previa de boletos a escolares. Como nota complementaria me permito agregar que, aunque ese año la UNIMA estaba desaparecida, algunos compañeros que vinieron como observadores comentaron que los grupos invitados a Festibaúl deberían seleccionarse en la ciudad de México. (???) Tercer Festibaúl En el año de 1995, del 24 al 29 de Septiembre, se realizó La Jornada Internacional de Títeres (el III Festibaúl) organizado por Baúl Teatro con apoyo del Consejo para la Cultura de Nuevo León y el municipio de San Nicolás, teniendo invitados a grupos como Preston Foerder de Nueva York con su montaje La Caja de Juguetes para niños y Slovenly Peter para adultos; Teatro Negro de Salta, Argentina-México con su obra Disparatorio; Guillermo Méndez de Colombia-México; Grupo Guiñol Ajax de Coahuila con la Zorra Alevosa y Ventajosa y, el anfitrión, Baúl Teatro con Historias Baúl Teatro… a 25 años

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En cuanto al festival, descubrimos en él un gran calor humano, donde todos los grupos estaban dispuestos a aprender y enseñar desde su propia experiencia. A través de las funciones, conversatorios, conferencias y talleres hallamos que ese Festival, más que un lugar donde hacer funciones, es una pequeña escuela de amigos que buscan el crecimiento colectivo en pro de los títeres y titiriteros. En mi experiencia de más de 40 años como titiritera puedo decir que el Festibaúl es uno de los Festivales más representativos de Latinoamérica. Magdalena Rodríguez. Directora El Baúl de la Fantasía. Bogotá, Colombia

Mesas de análisis de los espectáculos presentados, un sello de los Festibaúles


Tradicionales de Teatro Guiñol. También se impartió un curso de Dramaturgia especializada en Teatro de Títeres, impartida por el maestro cubano Freddy Artiles. Como eventos alternos se montó una exposición de carteles del arte de los títeres propiedad de Baúl Teatro y gracias al INBA, la exposición de títeres de los Rosete Aranda que otorgó en comodato por un año. Ese año nos quitaron el apoyo un día antes de inaugurar. Deudas y desencanto, así como la certeza de contar con un gran amigo: Preston Foerder, el único que ofreció dar funciones gratuitas para que saliéramos del hoyo. No las aceptamos pero lo adoramos por esto. Nos quedamos endeudados y aprendimos que: •

Papelito habla... Los acuerdos verbales llevan al fracaso, sean estos con los mejores amigos, con los desconocidos o con las instituciones.

No hay que ofrecer de más pero siempre dar más de lo que ofreces y, siempre, siempre, siempre hay que cumplir con lo que prometemos.

No hay que confiar en los apoyos externos, menos si son de un solo lado; así que hay que conseguir poquito de muchos lados, no apostar por un solo patrocinador.

Hay que hablar claro, poner nuestras propias reglas del juego y darnos permiso de jugar.

Ser honesto, claro, congruente.

En 1996, el Festival no se realizó ya que -como compañía- nos lanzamos a la adecuación de un nuevo espacio y a buscar el reconocimiento del Museo como tal. La inauguración estuvo a cargo de Mario Espinoza y Miguel Fernández de la Coordinación Nacional de Teatro del INBA. A partir de 1997, es cuando se empieza a denominar como “Festibaúl” a esta oportunidad de reunir creadores nacionales e internacionales. El objetivo principal ha sido mostrar a la comunidad trabajos de calidad, con el fin de que autoridades culturales y público en general vean diferentes muestras de este arte; además de proporcionar un acercamiento a las técnicas, materiales y propuestas de estos creadores artísticos. Baúl Teatro… a 25 años

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Calidad y calidez reflejada en cada escena, muro y texto; plasmando sentimientos y evocando ilusiones, marcando presente, pasado y futuro para la historia del teatro de títeres en México. Elvia Mante y César Tavera felicidades por sus 25 años y gracias por abrir al mundo su "Baúl Teatro". Andrea Finck Compañía Andarte Sonando Festival Internacional de Títeres Morelia

Funciones y maratones en el espacio espacios abiertos


Cuarto Festibaúl Se realizó del primero al 6 de junio de 1997, con la participación de: dos grupos del DF: Palleti y Ticueni; dos de provincia: El Tenderete y Guiñoleros de la Universidad Autónoma de Sinaloa y, uno local: Baúl Teatro. Cada grupo realizó tres funciones el mismo día y no tuvimos la convivencia que luego se volvió un sello de nuestro evento; es decir que sólo se presentaban y se marchaban. Esta experiencia -aunque a nivel de público estuvo bien por la participación de escolares- para nosotros fue deprimente en el sentido de que el espíritu de festival no existió. Para los grupos significó un ingreso económico y nosotros solo fungimos como coordinadores de funciones y propiciadores de empleo. Nada más lejos de nuestros objetivos. Tuvimos apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes así como del Ayuntamiento de Monterrey, quien nos prestó el Teatro Calderón como sede. Tanto los apoyos como el público asistente a cada edición han sido variables. La búsqueda de patrocinios empezaba de cero cada vez, pero el hecho de que se realizara en temporada escolar nos aseguraba un público y ciertos ingresos para sufragar la mayor parte de los gastos. Quinto Festibaúl En 1998, del 9 al 21 de marzo, gracias a una beca de FONCA- Fomento a Proyectos y el apoyo de CONARTE, Difusión Cultural de la UANL, Dirección de Cultura de San Pedro y el Municipio de San Nicolás, Teatro Nova y la Coordinación Nacional de Desarrollo Cultural Infantil , el Festibaúl fue nuevamente internacional: Tres grupos extranjeros: Hilos Mágicos de Colombia, Guachipilín de Nicaragua y Tico Títeres de Costa Rica ; uno del distrito Federal: Palleti y Baúl Teatro. 45 funciones, 9 de cada grupo. En dos semanas de actividades llegamos a 25 000 asistentes, ya que el festival se extendió a los estados de Coahuila (gracias al Instituto Coahuilense de Cultura) y a Tamaulipas (con el apoyo de la Casa de Cultura de Reynosa). Ese año surgió Teokikixtli, revista mexicana del arte de los títeres. Se presentó junto con esta revista, la edición de Fábulas de Samaniego, con viñetas de Armando Samaniego sobre el arte de los títeres, así como un libro sobre la historia de los primeros 12 años de Baúl Teatro reseñados por Edmundo Derbez y publicado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, bajo el nombre de Solitarios que andan el camino. Se presentó también el libro Titiritextos, publicación artesanal de Baúl Teatro sobre ejercicios de dramaturgia creados en los talleres de Freddy Artiles.

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(Baúl Teatro)... es líder en nuestro medio donde han impulsado un sinfín de proyectos que han beneficiado a la comunidad cultural particularmente y al público en general apostando siempre a nuevas exploraciones escénicas y organizativas, sirviendo además como vínculo entre las diferentes regiones de nuestro País en la búsqueda constante de agrupar y elevar el nivel profesional. Lourdes Aguilera, Secretaria General Unima-México 2008-2012

Conferencias y coloquios para reflexionar sobre la profesión


A pesar del éxito de público, la extraordinaria convivencia y la participación de grupos nacionales como observadores: El Tenderete, Vestalia, Guillermo Azanza, Antonio Velasco, Las marionetas de Fely y otros, la experiencia fue extenuante ya que César trabajó como chofer que en la mañana llevaba un grupo a Reynosa, los regresaba a Monterrey para recoger aquí otro grupo y llevarlo a Saltillo y de nueva cuenta traerlo a Monterrey. Eso además de las funciones locales. Así que se tomó la decisión de que los Festibaúles no duraran más allá de 7 días. Sexto Festibaúl En 1999, el VI Festibaúl volvió a ser nacional con la participación de El Tenderete, Carlos Converso, Guiñoleros, La Carrilla de San Luis Potosí y Baúl Teatro. Marionetas de la Esquina canceló su participación un día antes de la inauguración que correría a su cargo. Sin embargo desde aquí ya se empezaban a perfilar los encuentros de titiriteros con esta reunión anual de compañías que ya habían estado juntas en ocasiones, lo que nos permitía ir viendo el crecimiento propio y él de los otros. 31 funciones y como evento paralelo la presentación de Teokikixtli. Ese año también hubo extensiones a Coahuila y Tamaulipas. Séptimo Festibaúl En el 2000, el séptimo Festibaúl Nacional de títeres se realizó con una beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Nuevo León, del 12 al 17 de marzo. Participaron cuatro grupos de provincia: El Retablo y Chololito de Jalisco, Gente de Morelos, El Tenderete de Chihuahua y dos locales: Baúl Teatro y La Luna y El Dragón de Nuevo León. Fue a instancias de estos últimos, Gerardo Garza y Marcela del Río, que se realizaron las primeras sesiones de análisis de los espectáculos presentados. Otto Minera, Hernando Garza y Hugo Salcedo, presentaron dos libros de dramaturgia de Elvia Mante y César Tavera, editados por CONARTE: Teatro para niños y Maniobras femeninas. Hubo funciones en Reynosa y Saltillo gracias a ICOCULT y la Casa de la Cultura de Reynosa y, en Monterrey, apoyaron CONARTE, la Dirección de Cultura de Monterrey y el INBA

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Los aportes de Baúl Teatro a.c. se han proyectado desde México a toda Iberoamérica en realizaciones teatrales, publicaciones, investigaciones y en los espacios de intercambios técnicos y estéticos que como gestor cultural ha impulsado desde Monterrey, con notable incidencia en diversas regiones de México y otros paises, entre ellos Colombia. Ciro Gómez, Asociación Cultural hilos Magicos , Colombia.

El Festibaúl es un punto de encuentro para los titiriteros nacionales


Octavo Festibaúl A partir del 2001, el VIII Festibaúl sufre un cambio radical: Como actividad paralela se empiezan a realizar los Encuentros de Titiriteros de provincia. El objetivo era conocer quiénes éramos y que estábamos haciendo en diferentes puntos de la geografía mexicana. En el programa de mano de la emisión número 8 se leía: “Este año el carácter del Festibaúl es de muestra, estaremos más enfocados a disfrutar y aprender, a conocernos y compartir nuestras experiencias, a estrechar nuestros lazos, a enriquecernos profesionalmente, por ello, además de la presentación de espectáculos tendremos un curso de especialización y mesas de trabajo, sesiones de análisis de espectáculos y de videos, presentaciones de libros y revistas. Los participantes tanto de observadores como actuantes vienen todos de provincia” La sede única fue La Casa de los Títeres con su recién inaugurada sala para doscientas personas. Ahí, además de las funciones que se dieron del primero al 6 de julio, se impartió un curso sobre dirección de Teatro para Niños a cargo de Luis Martín Solís. Se trabajaba de 9 a 2 pm, las mesas de análisis eran de 3 a 5 pm, sólo había tiempo para una única función a las 7 pm. Los grupos participantes fueron: Guillermo Azanza de San Luis Potosí, Gente de Morelos, El Tlakuache de Jalisco, El Teatrillo de Celuna de Nuevo León (que nació y murió con el festival), El Tenderete de Chihuahua, Guiñoleros de Sinaloa y Juan José Vargas de Tamaulipas a quienes se le dio un reconocimiento por su trayectoria. Todos se presentaron de forma gratuita, destinando estos recursos para invitar a observadores del resto de la república: Rogelio Palos de Saltillo, David Luciano Ruiz de Oaxaca, Katty Amador de Guanajuato, Olga Ponce de Sonora, Sergio Peregrina de Veracruz, Mario Ruiz de Reynosa, Martín Letechipía de Zacatecas, Jorge Vega y Lourdes Miramontes de Hidalgo y Gerardo Garza y Marcela del Río de Nuevo León. En esta emisión también se presentó un nuevo número de Teokikixtli y gracias al INBA tuvimos nuevamente la colección de Los Rosete Aranda y títeres de la época de oro del Guiñol mexicano. Los resultados a nivel de convivencia y cohesión fueron contundentes. Por lo que así se continuó por varios años, con la modalidad de programar sólo una función por grupo; función que no era remunerada pero nos permitía traer observadores y ofrecer cursos gratuitos de profesionalización. La consigna era que, quien ya hubiera venido, pudiera regresar con o sin espectáculo al siguiente año; así como sumar más y más nuevos grupos. Baúl Teatro… a 25 años

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Hacer teatro para niños es algo serio. Y más si trabajas con textos y montajes de teatro de títeres de diferentes tamaños y materiales. Requieres sensibilidad, imaginación, inteligencia, curiosidad y esa cualidad distintiva de conectarte con el mundo de los infantes, eso se tiene o no se tiene, y por supuesto, una entrega total y sin condiciones. No cualquiera. Baúl Teatro, Elvia Mante y César Tavera, se han dedicado no sólo a trabajar teatro de títeres para niños, también para adultos. Tarea doblemente difícil en estos tiempos de complacencias, obviedades y de divismos fatuos. Mante y Tavera congregan, organizan, reúnen, crean, dirigen, promocionan. Son creativos y talentosos. Detrás de todo, hay miles de horas de esfuerzo, trabajo, rigor, desveladas, contratiempos, alegrías, sinsabores, encuentros. Por un cuarto de siglo, contra vientos, mareas y huracanes, puertas cerradas, actitudes y eternos nos, Baúl Teatro han seguido empeñados en la lucha, imaginando universos, creyendo y convocando a la poderosa capacidad humana de la creación, la invención, la reflexión y de la libertad. A Elvia y César y a todas sus criaturas, muchas gracias por continuar en este arduo camino de seguir de frente, saltándose los obstáculos. Hernando Garza, dramaturgo, periodista, investigador de teatro

Presentación de materiales editoriales


Festibaúles y Encuentros de titiriteros En el 2002, 2003 y 2004 (Festibaúles 9, 10 y 11), Carlos Converso impartió un curso secuenciado de Dirección de Teatro de Títeres; luego vinieron Ciro Gómez de Colombia en el 2005, con uno de marionetas; uno más de iluminación teatral en el 2006, impartido por Gerardo Valdés; y el último sobre realización de proyectos a cargo de José Luis Solís, en el 2007. La presencia de observadores internacionales atrajo nuevos participantes. Las tareas que nos dejábamos para el siguiente año desanimó a otros. Muchos continuaron asistiendo año tras año; algunos ya son parte esencial en la logística, pues tomaron en sus manos la coordinación de diversos aspectos; por ejemplo Ars Vita y Tenderete se encargan de coordinación de hospedaje y transportación. Grupos extranjeros también se integraron a la programación. La asistencia del público se fue incrementando y se empezó a salir a otros espacios pero siempre dentro de la zona metropolitana. Algunos grupos siguieron repitiendo y otros sumándose. Se estableció una red de titiriteros de provincia para comunicarnos vía internet; poco a poco y gracias sobre todo a que el CONARTE asignó una partida anual para la realización de los festibaúles pudimos nuevamente pagar las funciones a las compañías que por años habían venido sin cobrar, y –curiosamente- fue entonces que nuevos grupos se mostraron interesados en participar. A lo largo de los años que duraron los encuentros, los grupos pagaban su traslado, donaban sus funciones y nosotros les correspondíamos ofreciéndoles un curso de profesionalización totalmente gratuito, así como el alojamiento y la comida por una semana; además de contar con la posibilidad de realimentarnos con sesiones de análisis y críticas. También venían observadores; es decir, compañeros que venían sin su grupo o montaje, pero compartían la experiencia de convivir durante 6 días con grupos de toda la República. De invitar sólo a cuatro grupos de 2 ó 3 integrantes, nos abrimos a recibir entre 30 y 40 asistentes por año. Ahí se nos iba todo el presupuesto por lo cual era imposible pagar honorarios. Para el año 2007, después de 7 emisiones, nos volvimos a replantear nuestros objetivos. Como la UNIMA-México ya estaba funcionando pensamos que a ella le correspondía seguir con esta labor que estábamos realizando con Baúl Teatro… a 25 años

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“El gran Baúl Teatro” Realmente admiro la voluntad y el tesón de ustedes. El camino es largo o corto lo principal “es” el que hacer y el hacer aquí y ahora y el ahora es real. Bravo y a trabajar. Con cariño y admiración Isabel Quintanar. Directora general del Centro Mexicano ITI-UNESCO

Homenajes por trayectoria dentro de los Festibaúles


los encuentros. El Festibaúl entonces se enfocó a la reflexión. Por dos años dejamos de ofrecer cursos. Festibaúl XV, XVI y XVII En el 2008 abrimos las puertas, los escenarios y los micrófonos a lo femenino dentro del teatro de titeres, se otorgó un reconocimiento a la maestra Virginia Ruano, hubo ponencias y los espectáculos fueron seleccionados entre aquellos dirigidos o escritos por mujeres. En el 2009 se hizo un coloquio dedicado a recuperar nuestra historia reciente, la de los títeres en México durante los últimos 50 años. En el 2010 nuevamente se recuperó el curso de actualización, la depresión tropical Alex destruyó las vías de comunicación y la función social del Festibaúl fue hacer labor de acopio de agua purificada y despensas para poder repartir entre los miles de damnificados a traves del DIF y la Cruz Roja. En este 2011 el objetivo es realizar una Muestra nacional de titiriteros con la participación de 18 estados de la Repuública, un coloquio sobre los 30 años de Unima-México y la celebración de 25 años de Baúl teatro. En el 2002, Cecilia Andrés me hizo una entrevista vía internet sobre los 10 años del Festibaúl, en ese momento le dije: “Han sido años difíciles, donde compañeros de siempre nos dieron la espalda y nuevos conocidos metieron el hombro. Del espíritu inicial de diagnóstico pasamos a ser agencia de empleo para titiriteros foráneos y al fin llegamos al espíritu de fiesta gremial donde la solidaridad es el eje (aunque de repente aparecen despistados que desbalancean la carreta) Algunos han repetido y nos hemos visto crecer en muchos sentidos, a otros no les abriría nunca más las puertas de mi casa a menos que tuvieran un montaje excepcional ya que una de nuestras líneas es invitar buenos trabajos no buenos amigos. El encuentro de titiriteros nos hizo recuperar la fe en el gremio y nos hizo Baúl Teatro… a 25 años

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Conocí a Elvia en Ciudad Victoria hace unos cuatro años y a César un año después en Querétaro. Poco después esta pareja de aguerridos y talentosos titiriteros, me invitaron al Festibaúl a dar un taller y así, tuve oportunidad de conocer la Casa de los Títeres, su proyecto de vida… conformado por un museo en donde corazón y alma están puestos en cada vitrina, una biblioteca, pequeña como un corazón, un foro para títeres, más cuidado que un santuario (y es que lo es) y el amable espacio para los talleres. Los asistentes al Festibaúl, pasamos horas fantásticas en ese lugar maravilloso. La casa de los títeres, como Monterrey, como el país entero, merecen mejores tiempos que estos que corren, donde la ausencia de público por la violencia y la inseguridad reinante, comienza a golpetear y amenaza con dejar vencer los hilos de los títeres. Pero ahí están, Elvia y César , dispuestos a sostenerlos para seguir contando historias, ahora que es cuando más les necesita para alimentar el alma. Abrazosss Verónica Maldonado, dramaturga

Titiriteros participantes en el XVII Festibaúl


darnos cuenta que los de provincia somos la clave para hacer de nuestra profesión un movimiento. Hoy por hoy en provincia se realizan varios festivales: En Sinaloa, Chihuahua, Tlaxcala, Veracruz, Sonora, Guanajuato, Jalisco, pero esa es otra historia.” Ahora, el recuento, no de los daños, sino de los beneficios: Los grupos que han participado: España: Asvinenea, Yheppa, Los claveles, Tanit Teatro, Los Titiriteros de Binéfar y Zur Teatro. Latinoamérica: Agárrate Catalina de Argentina, Títeres en acción y Duo Anfibios de Brasil, Hilos mágicos de Colombia, Tico Títeres de Costa Rica, La Rama de Plata de Ecuador, Guachipilín de Nicaragua y Adalett y sus títeres de Cuba, La Charada de Guatemala, El Baúl de la Fantasía de Colombia De la provincia de México: El Tenderete de Chihuahua; Guiñol Ajax de Coahuila; Producciones animal en extinción de Durango; La Rana, Ludus Teatro y Los Tiliches del Baúl de Guanajuato; Ars Vita de Hidalgo, Colectivo el Tlakuache, Chololito y El triciclo de Jalisco; Artimañas y Gente de Morelos; El Topil y Marcela del Río de Michoacán; A Escena Teatro de Puebla; Vestalia, La Cartelera y Leonardo Kosta de Querétaro; La Carrilla y Marionetas de Azanza de San Luis Potosí; Guiñoleros de Sinaloa; Pedro Carreón y Delta Teatro de Sinaloa; Animalejos de Sonora; Juan José Vargas y Alfredo Villarreal de Tamaulipas; Carlos Converso, Dragón Rojo”y Merequetengue de Veracruz; así como de Zacatecas, Hilos de la invención, Monini de San Luis Potosí Del Distrito Federal Badulake Teatro, Palleti, Ticueni, Lourdes Aguilera, Teatro Negro de Salta, Teatro y Títeres Piel de papel, Titizú, Tiripitipis, Títeres Herrera, Tlacuache Títeres y Teatro Demediado. De Nuevo León: ArSax, Baúl Teatro, Crearti, Compañía de títeres, El teatrillo de Celuna, La luna y el dragón y Las Marionetas de Fely.

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Estamos festejando la consagración de un proyecto artístico que ha demostrado estar más vivo que nunca, que se critica y ensaya, que emprende y arriesga, que comparte, enseña y disfruta del arte de los títeres. Estamos recorriendo este camino, agradeciendo a César y Elvia con dejar sus marcas que nos sirven de guía y de inspiración. Lorenzo Portillo y David Aarón Estrada Merequetengue producciones, Xalapa, Veracruz

Cartel del XVIII Festibaúl Internacional de títeres


CONCLUSIÓN Recapitulando brevemente, los objetivos siempre cambiantes del Festibaúl han pasado de buscar quienes somos, lo que hacemos y hacia a dónde vamos, al deseo de aprender y compartir lo que otros hacen. Mostrar lo que sabemos (en las jornadas y primeros festivales), conocernos y reconocernos para establecer lazos de unión entre los titiriteros hasta llegar al momento actual de reflexión. El Festibaúl seguirá siempre revisándose, siempre buscando lo mejor para la profesión y para sus organizadores. De acuerdo a las condiciones de cada momento, seguirá -sobre todo- para proporcionar a los espectadores de Nuevo León, la oportunidad de enamorarse de este arte y que lo hagan suyo en todos los sentidos. Porque como dice Otto Minera: “El arte nos da la posibilidad de hacer posible el verbo humanar”.

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Héctor Adolfo Torres Peña

Dramaturgo e historiador del teatro regiomontano. Ha escrito más de 50 textos de teatro, montado algunos 20 de estos y escrito algunos ensayos sobre teatro en Nuevo León:¿Qué diablos eran los mitotes? sobre los rituales que realizaban las tribus que habitaron esta región antes de la llegada de los españoles; Diversiones públicas durante la Colonia en Nuevo León, donde se comentan algunas de las actividades que realizaban o festejaban nuestros antepasados en su tiempo libre, así como Historia del Teatro 'El Globo', donde hace una revisión de los grupos teatrales que existieron en Monterrey de 1945 a 1962 y la biografía de tres teatristas homenajeados por la comunidad teatral: Luis Martín, Delia Garda y Nena Delgado. Cabe mencionar que también fue cofundador de la Base de Datos 'Teatro en Nuevo León' (2005-2009) con información sobre las obras montadas en Monterrey; donde se incluye datos sobre: autor, director de escena, reparto y personal técnico. Baúl Teatro… a 25 años

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Esta edición de colección consta de 50 ejemplares numerados y se imprimió con el apoyo de Ediciones del Baúl y el Centro de Documentación de Teatro Infantil y de Títeres del Norte de México. (CDTIT) Diseño: Isaias de Dios Muñoz Identidad Activa, S.A. de C.V.

El cuidado de la edición estuvo a cargo de: Baúl Teatro A.C.




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