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ARTE Paloma Torres: “El hilo de la tierra”
Hijos pintitos de tigre (II)
SAMUEL MÁYNEZ CHAMPION
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Acorde con lo adelantado en la entrega previa, ahora nos corresponde ocuparnos del tercer heredero del destacado hombre de letras y distinguido funcionario público Francisco Ortega Martínez (1793-1849), empero, no debemos omitir compartiros, dilectos lectores, ulterior información que ratifica la extraordinaria labor formativa de este dedicado Pater familia, gracias a la cual su prole contó con un modelo ejemplar para distinguirse por sí misma, especialmente a la hora de educar a sus propios hijos.
Anotamos que en la casa del licenciado Ortega se imprimió una disciplina de estudio en la que el tiempo de ocio estéril se desterró por completo, y que a los cinco vástagos y la hija, amén de haber recibido ahí las primeras letras y los conocimientos generales, se les exigió que estudiaran una carrera, aprendieran un oficio y cultivaran alguna de las bellas artes. De estas últimas fue el arte de Euterpe aquel al que más énfasis se le otorgó. En estos términos poéticos don Francisco concibió los poderes de la música: Los corazones todos/ a tu albedrío mandas;/ los subyugas y mueves de mil modos;/ ¡Cómo a los duros delicada ablandas!/ y en ellos de piedad la llama pura/ encendiendo, los llevas con dulzura/ del amor a las aras adorandas.// ¡Para qué quiero el oro,/ si tú, Música, eres/ mi más precioso, mi mayor tesoro!/ Feliz yo, si de rígidos deberes/ libre algún día, puedo a ti entregarme,/ y en tus delicias sólo recrearme/ ¡Oh fuente perenne de mis placeres!”.
Igualmente, asentamos que las lecciones de piano fueron impartidas indiscriminadamente, y no como un mero adorno o pasatiempo, sino como una herramienta insustituible para cincelar la sensibilidad y refinar las emociones
de los niños en formación. El primogénito Eulalio María Ortega del Villar (1820-1875) lo expresó de esta guisa: “Las lecciones que recibimos en los colegios y establecimientos públicos fueron nada comparadas con las que recibimos en el seno de la familia, de los labios y con el ejemplo de nuestro padre. En el hogar domestico no vimos sino ejemplos dignos de imitarse, honradez a toda prueba, virtudes de todo género y, cual verdadera punta de lanza educativa, los elevados trabajos del espíritu, el cultivo de las ciencias y bellas letras y la práctica cotidiana de la música, con el Piano Forte como catalizador”. Sobre la valía intelectual de Eulalio digamos, nada más, que desde los 15 años de su edad comenzó a escribir poemas y ensayos. Su debut literario –en el primer número de la revista Año Nuevo de 1837– versó sobre la Batalla de Otumba, refriega acaecida el 7 de julio de 1520, en la que los ejércitos mexicas sufrieron una derrota de la que ya no pudieron reponerse y que los fue empujando hacia la capitulación definitiva del 13 de agosto de 1521. El tono antiespañol, emanado de la postura ideológica familiar y acentuado por las directrices de las tertulias familiares de las que derivará la Academia de LeCartón de Maricruz Ruiz Gallut trán en 1836, no tuvo miramientos. Leamos su apertura para confirmarlo: El sol se hundía ya en el horizonte: sus rayos iluminaban apenas las cúspides de las montañas, dándoles un color tan sangriento como el que tenían los llanos que habían sido teatro de las horribles crueldades de la barbarie española. Y
Arte
Paloma Torres: “El hilo de la tierra”
BLANCA GONZÁLEZ ROSAS
Con una espléndida propuesta que asimila concepto, manufactura y contemporaneidad artística, Paloma Torres, en El hilo de la tierra, desborda los límites de su propia creación.
Sin abandonar la interpretación geométrica de esa mirada urbana que caracteriza toda su obra, la artista conjuga dualidades convirtiendo la suavidad del textil en contundentes volúmenes, y la solidez del barro en sobrios y fascinantes relieves intervenidos como si fueran gofrados.
En toda la obra, la narrativa gráfi ca se impone registrando huellas, construyendo espacios y diluyendo alevosamente la distinción entre bidimensión y tridimensión.
Emplazada en la galería del Seminario de Cultura Mexicana, en Mazaryk 526, en la ciudad capital, la muestra integra piezas realizadas entre 2013 y 2020 que evidencian el tránsito a una nueva etapa creativa. Sobresaliente por la originalidad de los lenguajes, la selección manifi esta un equilibrio de las poéticas características de Paloma Torres: el vigor del color, la síntesis del volumen y la marca en la superfi cie escultórica. En cuanto al lenguaje, la abstracción geométrica se mantiene como la identidad de toda la obra.
Al margen de un conjunto de sus características columnas de gran formato producidas en 2020, lo más interesante de la exhibición se encuentra en los textiles y relieves.
Reconocida desde la pasada década de los noventa como una de las principales artistas de la tridimensión en barro, la escultora, sin abandonar el concepto urbano que defi ne su propuesta, ha susti-
para reforzar su inclinación –que tendrá un eco más objetivo en el “Episodio” Guatimotzin de su hermano Aniceto en 1871–no dudóen profetizar una revancha indígena en la cual la déspota Madre Patria sería borrada del mapa: El valle de Otumba brillará en la historia de España con la luz siniestra de los cometas. Los despojos de los iberos nos enseñarán el modo de fabricar el rayo; i traspasando el océano, los atacaremos en sus hogares; incendiaremos sus habitaciones; talaremos sus campos i convertiremos en ruinas toda la España. Cuando no se halle un español en todo el mundo, forzaremos al destino a que borre la Iberia del padrón de las naciones.
Así pues, con la venia de la genealogía orteguiana, dilucidemos quién fue Aniceto de los Dolores Luis Gonzaga Ortega del Villar y qué magnitud tuvo su legado. Ve la luz en Tulancingo el 17 de abril de 1825, exactamente el día en que arranca en la Ciudad de México el primer conato de Conservatorio merced a la iniciativa del músico Mariano Elízaga (1786-1842) y el efímero apoyo del presidente Guadalupe Victoria. Este dato es de capital importancia, ya que 41 años después, al cabo de otros dos intentos fallidos, Aniceto será pieza clave en la fundación del Conservatorio de la Sociedad Filarmónica Mexicana, simiente del actual Conservatorio Nacional de Música. ¿Por qué su cuna aviene en Tulancingo, deformación lingüística de Tollantzinco, o lugar de los tules?1 Por la sencilla razón de que su padre es nombrado en octubre de 1824 prefecto de esa urbe que entonces pertenecía al flamante Estado de México y donde, curiosamente, Agustín de Iturbide buscó refugio antes de su deportación.
El bautismo que se planea un par de días después del alumbramiento es profético y merece que lo mencionemos. Por las buenas amistades que el genearca Ortega construye a su llegada a la cabecera del Estado, un rico minero de nombre Pedro Fernández de la Regata pavimenta con lingotes de plata el trecho de la parroquia hasta el hogar de su ahijado, en aras de augurarle que la fortuna siempre lo acompañe. Lo único que podemos comentar a ese respecto es que las dotes intelectuales, la capacidad de trabajo y el reconocimiento a sus logros serán una parte inequívoca de su riqueza humana, sin embargo, una salud delicada y las marchas forzadas que habrá de imponerse para cumplir con su multiplicidad de actividades lo llevarán a la tumba en la plenitud de sus facultades (morirá el 17 de noviembre de 1875).
Según algunas fuentes, Aniceto recibe sus primeras lecciones de música a los ocho años de edad, teniendo por maestro a su hermano Francisco. No obstante, es un dato endeble. Lo más plausible es que haya habido un tutor musical –pudo serlo el distinguido compositor José María Bustamante, amigo de su padre, que arma junto a éste el drama musical Méjico Libre estrenado durante la declaración oficial de la Independencia–, que se encarga de la enseñanza del piano para todos los miembros de la familia. Lo que es indudable es que, como niño inteligente y sensible, sus acercamientos al teclado tienen una gran componente lúdica y que su verdadero acicate para desarrollarse como pianista reside en la ejecución de la música misma (ya se ha comprobado que los estudiantes de música avanzan más rápido sometiéndolos, desde el inicio, a la ejecución del repertorio en lugar de atiborrarlos primeramente con los ejercicios técnicos y las nociones teóricas que debieran prepararlos para encararlo). Una crónica familiar apunta: Sin tener los conocimientos necesarios [que sí adquirirá de manera autodidacta más adelante] era muy afecto a componer, no diremos piezas, pero sí trozos de música de tal o cuál carácter, y en este trabajo permanecía horas enteras arrancándole sus secretos al piano.
Hacia 1833 se reinstala en la capital la morada familiar y cuatro años después Aniceto se inscribe en el Seminario Conciliar de Méjico, sitio tétrico donde estudia gramática, retórica, latín, filosofía, teología y rudimentos de leyes y medicina. Su bachillerato lo concluye en el Colegio de San Ildefonso y, huelga decir, como uno de los alumnos más aventajados, precisamente por su férrea disciplina de trabajo. Concluida esta etapa, aceptando su interés por las ciencias y el precepto paterno de cursar una carrera, se inscribe en la Escuela de Medicina donde, nuevamente, descuella por su aprovechamiento.
Al finalizar los estudios universitarios obtiene un puesto como médico de la fábrica de hilados y textiles La Magdalena, donde es contratado por su dueño, el acaudalado español Lorenzo Carrera. Es este personaje quien sufragará, desde finales de 1849 hasta mediados de 1851, el viaje de Aniceto a Europa, teniendo a los hospitales de Madrid y París como fulcros para su especialización en la obstetricia (de ello se desprenderá que al regreso se convierta en el introductor de la gineco-obstetricia moderna de la nación).
Es también de interés que apuntemos que durante la invasión norteamericana Aniceto empuña las armas junto a su hermano Francisco y que providencialmente salvan la vida, tanto en la batalla de Churubusco como en la de Molino del Rey. Fueron reclutados por el insigne doctor Leopoldo Río de la Loza, el pionero de la química en México, quien organizó al gremio médico para que defendiera la soberanía patria y curara a los heridos.
Datan de esos años sus primeras composiciones formales y, a pesar de que la mayoría están perdidas, nos complace sacar a la luz un vals inédito que puede atribuirse a esa época. (Pulse el código QR impreso para escuchar esta primicia mundial. James Pullés, pianista). __________________________
1 Aunque la toponimia no es clara, se relaciona también con el paso de Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, sacerdote a quien se considera como la verdadera reencarnación del dios Quetzalcóatl. Por ello, fue asentamiento de la civilización tolteca.
La escritora. Especialidad callejera
tuido la interpretación visual de imágenes urbanas por la apropiación simbólica del espacio público. Como ella señala, el confi namiento social que exigió el covid-19 la llevó a realizar caminatas que convirtieron los trayectos en rutas y trazos que, “como hilos, o como un cordón umbilical, nos conectan al territorio que caminamos. De ahí el título de la exposición”.
Trabajados en barro de Zacatecas, con la superfi cie en blanco y en formatos amorfos que refi eren a mapas sin límite precisos, los relieves denominados Huellas destacan por los registros que, al marcar la superfi cie, la convierten en un ente autónomo de gran protagonismo. Estampados con residuos de materiales utilizados en la construcción, intervenidos con fi nas líneas y pequeñas retículas de intensos negros, y con algunos campos azulosos o invadidos de rayones que recuerdan el caos de nuestra urbe, las piezas de mediano formato materializan la memoria gráfi ca de una artista que en el 2020 trató de liberarse
del confi namiento apropiándose de la espacialidad callejera.
No tan recientes, las bidimensiones en fi bras –petates, fi eltros, afelpados y un gobelino– recuperan los cromatismos geométricos con los que inició su trayectoria a mediados de los ochenta. Producidas con distintos maestros artesanos, todas las piezas destacan en su individualidad: el gobelino de gran formato y burda textura que reinterpreta el impacto visual de un plano aéreo de Ciudad Neza; los afelpados reticulares o de intensos matices que transfi guran estructuras de los túneles del Metro; los fascinantes tapices en fi eltro de dos vistas, en los que el añadido de distintos campos se transmuta en un discurso gráfi co de poética pictórica; y por último, dos estupendos petates de intensos y profundos colores, uno verde con líneas bordadas en amarillo que refi ere a un plano urbano, y otro en tonos lilas y rojos que se expande en un relieve al enrollarse en sí mismo.
De formato muy pequeño, las atractivas columnas en fi eltro develan una exploración escultórica de huecos y vacíos que se doblan y enciman entre ellos. Excelente museografía.
Teatro
Josefina Brun, gran investigadora
In memoriam
ESTELA LEÑERO FRANCO
Josefi na Brun fue una mujer de teatro que todavía se recuerda por sus grandes aportaciones a la investigación sobre la historia de la escena mexicano, el impulso a distintas revistas especializadas y su ambicioso y enriquecedor libro sobre dos siglos de teatro infantil en México.
Josefi na Brun (1944-2012) fue directora de teatro y maestra en el Taller de Teatro en el CCH (Colegio de Ciencias y sobre el Teatro Profesional en la UNAM, incluido en la Historia del teatro en la UNAM.
Josefi na Brun también se desarrolló como directora y escenógrafa. Dirigió más de 40 obras de teatro estudiantiles entre las que destacan Enrique IV de Shakespeare en 1967, El sueño del Ángel de Carlos Solórzano y La cábala de los hipócritas de Bulgákov en 1972. De sus últimos trabajos como directora fue Anillos para una dama de Antonio Gala, que presentó en 1991 en el Foro de la Conchita dirigido por Olga Marta Dávila, la cual también era actriz de esta propuesta. Josefi na Brun comentó en su momento: “Esta obra tiene rasgos posmodernistas donde conviven vocablos de la jerga actual más corriente, donde se juega y se refl exiona con la Historia, y donde la lógica de una época se ve rota al traslaparla con mentalidades extemporáneas.”
Además de las revistas especializadas de teatro, sus colaboraciones en diferentes equipos de investigación y sus ensayos, dejó libros signifi cativos, como Historia del teatro en la Escuela Nacional Preparatoria, que publicó en 2009, y su máximo esfuerzo: El teatro para niños y jóvenes en México 1810-2020, editado por el Conaculta un año antes de su muerte.
Josefi na Brun fue una mujer de gran generosidad y calidad humana que, con su amplia visión del teatro y su ímpetu para trabajar, coordinar equipos e investigar, dejó un testimonio fundamental para la historia del teatro mexicano.
El registro escénico
Humanidades de la UNAM). Su compromiso con la Universidad Nacional Autónoma de México fue total, y desde ahí impulsó diversas revistas especializadas de teatro; revistas sin parangón que fueron perfeccionándose hasta tener entre nuestras manos la revista Escénica, de alta calidad. En un primer momento fue la revista La Cabra, que fundó Héctor Azar en 1971 con perspectiva universitaria, cuyo antecedente en el mundo del teatro fue la revista de los cincuenta Panorama del Teatro. El consejo editorial de La Cabra estaba conformado en 1980 por Josefi na Brun, Armando Partida, Alejandra Zea y Cuauhtémoc Zúñiga, y es en 1982 que se consolida como la revista Escénica con Josefi na Brun a la cabeza. Su diseño permitía mantener actualizado al lector y al mismo tiempo daba una visita histórica al teatro latinoamericano, pero sobre todo al teatro mexicano de su momento y al teatro universitario.
En 1988 formó el Equipo de Investigación Diteatral, en el que participaron Ángeles Moreno Moreno, mancuerna fundamental en sus procesos de investigación y su amiga entrañable; Rafael Pimentel, Mario Ficachi, Jaime Chabaud y la que esto escribe, donde diseñó catálogos de teatro como el dedicado a Clementina Otero y a Julio Castillo.
Posteriormente fue Josefi na Brun la que realizó el diseño original de la revista Teatro del ITI-UNESCO, que hasta el presente sigue con vida, y después de un intento de consolidar la revista Artes escénicas desde la iniciativa privada, que no prosperó, continuó su trabajo de investigación y realizó un ensayo exhaustivo que menciona con admiración Armando Partida
Cine
JAVIER BETANCOURT
Después de años de ausencia y distancia con la familia, Artemis (Sofía Kokkali) regresa a su natal Atenas porque su padre, Paris (Lazaros Georgakopoulos) se encuentra paralizado a causa de un ataque de esclerosis múltiple; un tanto reticente, la joven griega comienza a hacerse cargo de él y a ayudarlo en sus terapias, mientras se destapa un gran secreto que le permite entender y aceptar la fi gura de este padre ausente y hermético.
La trama importa poco, la imagen y la corporalidad funcionan a manera de composición plástica. El de Jacqueline Lentzou es un caso raro, al igual que el título internacional de este primer largometraje, Moon, 66 Questions (Francia-Grecia, 2020), donde yuxtapone palabras con una cifra en griego moderno (Selini 66 Erotiseis); el lenguaje adquiere fuerza de símbolo, y las imágenes de su cine –fenómenos astronómicos, guisos, helados, animales– funcionan como frases y palabras.
El arranque de la historia cuesta… amenaza con tratarse de una cinta experimental con visos de ego trip, videos rayados, formatos incómodos, roles poco claros, pero la cosa va tomando forma cuando el espectador cae en cuenta que ya se ha involucrado con los personajes; la incapacidad física del padre, la preocupación de Artemis por aprender el método de apoyo, están cargados de la tensión que resulta de tener que aceptar algo rechazado de antemano… todo ocurre sin sentimentalismo ni chantaje.
Luna, 66 preguntas se divide en capítulos, especie de diario de una artista que comienza cada parte con las fases de la luna y con una carta del Tarot; el satélite de la tierra es, a la vez, un cuerpo astronómico y un símbolo: cuando Sofía va a buscar a su madre, que vive separada de la familia, la cámara sostiene la imagen del cuarto menguante, la voz en off menciona “madre”, y la mujer aparece sin mostrar el rostro; escenifi cación perfectamente concreta, dramática, pero que ilustra un símbolo a la manera de una carta del Tarot.
La elección de nombres como Artemisa o Paris muestra de antemano la intención de la directora de anclar su narrativa en la raíz del mito.
Lentzou es una realizadora joven (1989), pertenece a estas generaciones que han asimilado el arte de la instalación de manera natural; por ejemplo, el método que utiliza el terapeuta corporal para enseñarle a Sofía cómo cuidar del padre sirve también para que el público entienda las limitaciones físicas, la distribución y el costo afectivo, especie de catexias freudianas que aquí se ven y se hacen sentir; además, Sofía reensaya las dinámicas a solas con su propio cuerpo, como una niña que libera tensiones.
Estupenda secuencia, a manera de instalación, cuando Sofía observa a su padre que come una fruta junto con otra persona en paralelo, y entonces entiende, claramente, el tipo de relación que han tenido; la escenifi cación es simple, plano y contraplano, pero revela algo tan íntimo que resulta casi obscena. En cuanto al secreto, el tema es casi banal, lo que Jacqueline Lentzou explora es el agobio de vivir con él y el daño que el silencio provoca en una familia.
Revive en Condesa la Casa de Cultura Jesús Romero Flores
ROBERTO PONCE
Remodelada, la Casa de Cultura “Profesor Jesús Romero Flores” volverá a abrir el sábado 31 de julio con las exposiciones del artista plástico Mongo Sánchez Lira Mis amigos muertos y LUCC: memoria subterránea, ésta acompañada con 30 fotos del fotorreportero sonorense Salvador Jessie Torres.
Lo explica así el promotor Eduardo Lalo Barajas, quien en 1987 fundó la sala de rock y performance LUCC (La Última Carcajada de la Cumbancha) y hoy dirige el centro artístico Arte Obrera (ArO), en Isabel la Católica 231:
“Durante los tres años de la gestión morenista de Néstor Núñez en la alcaldía Cuauhtémoc, se creó un Consejo de Cultura para el Fomento de las Artes, al cual nos integramos diversos colectivos y empresas culturales, como la Universidad del Claustro de Sor Juana, la Universidad Autónoma Ciudad de México, Tepito Arte Acá, Para Leer en Libertad y ArO, por ejemplo.
“Formamos juntos una figura de promotoría cultural híbrida, en donde se dio mucha interacción e impulso entre la alcaldía y nosotros. Continuando esa política, con el Consejo de Cultura de la Cuauhtémoc proponemos ahora una relación diferente, original, para que las casas de cultura, los inmuebles, los teatros y todos los recintos afines en la demarcación, cuyo manejo se ha dado a partir de la normatividad que rige a los trabajadores de base en la alcaldía y del gobierno de la Ciudad de México, atiendan los intereses ciudadanos de la zona, en una manera cada vez más amplia.”
La idea es que las casas de cultura trabajen con la comunidad inmediata para integrar “un pequeñísimo pero muy dinámico consejo de programación conformado por miembros de la misma comunidad artística del lugar”, que incluya “literatura, artes escénicas, pintura, escultura, instalación, fotografía, teatro o música, y abarque expresiones contemporáneas o artistas visuales con talleres de espectro muy extenso para cualquier edad”.
Obras de Mongo y Salvador Torres
En el centro del giro
Ubicada en Culiacán 103, colonia HipódromoCondesa, la “Jesús Romero Flores” tomó su nombre del diputado michoacano (1885-1987) al Congreso Constituyente del 1917, autor de Chapultepec en la historia de México, así como biografías de Lázaro Cárdenas y Vasco de Quiroga.
“Queremos –continúa Barajas– que se integren los artistas y talleristas de esa zona, específicamente las colonias Roma Norte, Roma Sur, Condesa, Hipódromo-Condesa, Escandón y Narvarte, para potencializar las bondades de la ‘Jesús Romero Flores’, pues se trata de un inmueble espléndidamente remodelado, con un equipamiento nuevo e increíble y en una ubicación maravillosa, cerca del Metro Chilpancingo. “Vamos a tener el gran foro, las galerías, los salones de lectura, realmente es una casa de cultura con un buen número de beneficios. Luego, la comunidad artística va a participar en la programación y en los talleres de artes escénicas y contemporáneas, aunque más que nada se trata de atraer lo que hemos detectado que le interesa al público cautivo de esas colonias.”
A su vez, Mongo Sánchez Lira dice de su instalación de pintura sobre papel y escultura en madera Mis amigos muertos:
“Esta serie la escribí en los ochenta en homenaje a los muchos amigos cercanos que murieron en forma prematura por la terrible epidemia de sida. A esos muertos se han sumado otros por el covid-19 y los que han muerto por buscar la libertad, por protestar y expresarse, muertos por hambre y represión, por la ineficacia de los gobiernos de uno u otro signo.”
LUCC: memoria subterránea exhibirá carteles y 30 imágenes captadas hasta los primeros años de la década de los noventa por la lente de Salvador Torres en La Última Carcajada de la Cumbancha, apareciendo “figuras de la cultura urbana tanto de teatro como en danza y performance”, como Miroslava Salcido. Destacan fotos de conjuntos que diera a conocer el LUCC hasta los noventa: los ya fallecidos Rita Guerrero y Roberto González, más Armando Rosas, Café Tacvba, Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio…
“Con ellas queremos evocar una década básica dentro de la cultura urbana cuando en el LUCC se generaron múltiples tendencias estéticas y de varias maneras se iba conformando un proceso de identidad urbana contemporánea propia del entonces Distrito Federal”, expresó Salvador Torres. Y Barajas culmina:
“El fantasma del LUCC me perseguía, siempre alguien me recuerda por haber sido el dueño. Esa generación de rockeros sigue activa creando, y yo decidí enfrentar el llamado del presente invitando a la inauguración a músicos como Poncho Figueroa y a Patricio Iglesias, de Santa Sabina, a Alejandro Marcovich, de Caifanes”.
El sábado 31 habrá asimismo un espectáculo de danza aérea con Fernanda Parra de Teatro Frederick, además de otros eventos musicales, para reactivar el sitio y poner a girar una llamativa colonia artística de la CDMX.
Cómo filmar estos
Juegos Olímpicos
Del 23 de julio al 8 de agosto de este año se programó la Olimpiada cancelada por la pandemia en 2020 en Tokio, Japón. Este artículo gira en torno a qué tanto hoy podría sostenerse el ideal griego con el cual el barón Pierre de Coubertin reestableció los juegos en la era moderna, con base en la mirada de dos cineastas que los capturaron en su momento, Leni Riefenstahl, en Berlín 1936, y Kon Ichikawa, en Tokio 1964.
JAVIER BETANCOURT
Documentales sobre las Olimpiadas ha habido muchos, buenos y mejores, siempre interesantes en tanto que reportaje, reseña y testimonio de un acontecimiento grandioso que se celebra cada cuatro años; ejemplos destacados: Un día en septiembre (Kevin Macdonald, 1999), sobre el secuestro y la masacre de los atletas israelíes durante los Juegos Olímpicos en Munich 1972, o el monumental trabajo de Alberto Isaac sobre la Olimpíada en México durante el crucial año de 1968, documental mexicano nominado al Óscar.
Debido al contexto en que fueron realizadas y a las innovaciones cinematográficas, ha sido difícil superar, sin embargo, dos obras magnas: Olimpia (1936), documental concebido por la controvertida Leni Riefenstahl, y La Olimpiada en Tokio 1964, de Kon Ichikawa.
Las condiciones actuales en las que se celebran los juegos de Tokio 2020 (crisis sanitaria que podría resultar devastadora, luchas políticas, intereses económicos multibillonarios que, sin embargo, no logran extinguir del todo la llama olímpica) sugieren la oportunidad de que surja un talento capaz de inventar el culto lenguaje cinematográfico apropiado para captar el espíritu de la época, culto a la celebridad, ansiedad y desasosiego colectivo.
La Olimpiada de Tokio en 1964, primera celebrada en Asia y a sólo 19 años de la derrota en la segunda Guerra Mundial, representó un triunfo enorme para la nación pulverizada por los bombardeos del ejército estadunidense; Japón resurgía, literalmente, de sus cenizas, y Tokio se revelaba internacionalmente como ciudad modelo de progreso y orden. La suspensión del año pasado, Tokio 2020, a causa de la pandemia, y posteriormente la determinación del gobierno de celebrar la olimpiada este verano de 2021 frente a la incertidumbre y el recelo por parte de la población y de círculos políticos de oposición, parece tener una carga ominosa, sobre todo si se recuerda que ya en 1940 se cancelaron los juegos que iban a celebrarse precisamente en Tokio.
Las Olimpiadas se inventaron y comenzaron a celebrarse desde el año 776 a. de C., con el fin de abrir un corredor de luz y oxígeno, precisamente, en medio de guerras y catástrofes naturales y sociales; 12 siglos más tarde el emperador cristiano Teodosio las prohibió por considerarlas paganas. Muchos siglos después, el ideal del Barón Pierre de Coubertin, fundador de las Olimpiadas modernas (1896) para fomentar la salud y la paz, suena un tanto cursi, pero no debería; ojalá que las dificultades y restricciones de Tokio 2020, en medio de la peor crisis de salud, sir-
van para recuperar algo del espíritu original, más allá del mero espectáculo y la comercialización.
No hay manera de justificar la posición política de Leni Riefenstahl, manchada por el apoyo de Hitler y del régimen nazi, como ocurrió con tantos otros talentos de la época, sólo hay que apuntar que fue absuelta por los tribunales más severos antinazis de los Aliados después de la guerra, y pagó luego el precio de vivir en el ostracismo, sin trabajo ni reconocimiento. La cineasta se reinventó, posteriormente, como fotógrafa de la tribu africana de los Nuba, y más tarde, nonagenaria ya, aprendió a bucear para dedicarse a la fotografía submarina.
Con Olimpia Riefenstahl creó, para las Olimpiadas de Berlín 1936, un lenguaje total, mismo que ha sido copiado con puntos y comas, hasta el cansancio, por admiradores y detractores; las tomas en contra-picada, por mencionar un ejemplo, de los atletas con fondo de cielo que los hacen aparecer como esculturas gigantescas, inspiraron a Orson Wells la visión del Ciudadano Kane (1941). Con el apoyo de lo último de la tecnología alemana de aquel entonces, Riefenstahl concibió largos desplazamientos para captar la cinemática de las carreras de los atletas, organizó tomas submarinas, vistas aéreas con grúas que parecen volar. Además de los múltiples operadores dispuestos a cumplir el menor de sus caprichos, la señora Riefenstahl contó con un equipo de 38 cámaras e igual número de camarógrafos. El siniestro Goebels, a quien Hitler impuso apoyar a la cineasta, se queja, en una página de sus diarios, de la pesadilla que era trabajar con ella. ¿Cómo podría crearse un nuevo tipo de documental para las Olimpiadas de ahora?
Una mirada superficial sobre este documental de los Juegos Olímpicos en Berlín 1936 tiende a quedarse en la solemnidad de las ceremonias, el esteticismo de las formas, los desfiles, el esplendor de rostros y cuerpos, la coreografía del movimiento, y el conjunto se descalifica como mero culto a la belleza asociado a la propaganda nazi de la época; y si se menciona que la presencia y la imagen del atleta negro americano Jesse Owen es tratada con respeto y admiración, se explica como mera concesión. Este tipo de comentario pierde de vista, por completo, la clave de la obra, el hecho de que Leni Riefenstahl no hace otra cosa más que continuar la tradición que establece el Barón de Coubertin a partir la celebración de la primera Olimpiada moderna (Atenas, 1896), a quien mueve el adagio de “mente sana en cuerpo sano”, aspiración romántica de paz y cosmopolitismo, claro, pero sobre todo el culto a la belleza, el del ideal griego, al igual que amigos y socios aristócratas que apoyaron la gran propuesta de celebrar las Oimpiadas a gran escala.
A Coubertin está dedicado el documental de Riefenstahl. La herida que nunca curó el barón fue no haber logrado que los Juegos Olímpicos incluyeran eventos y competencias artísticas.
Visto más a fondo, podría afirmarse que con Leni Riefenstahl culmina el ideal del humanismo clásico. Olimpia es el secreto adiós, lo que sigue es guerra y destrucción; los primeros 15 minutos de la edición que rescata Criterion Collection (la versión aceptada americana está mutilada) reviven a dioses y atletas griegos en Olimpia; en forma magistral, la realizadora recurre a la técnica de disolvencia de imágenes, primero en el sitio arqueológico para ilustrar el paso del tiempo, y luego, de manera espacial, para mostrar el viaje de la antorcha olímpica desde Grecia a Berlín. De dioses, diosas y superhombres se halla poblado el Olimpo de este documental de 1936; y por más que se ataque a la realizadora, Hitler aparece demasiado humano, un tipo banal como era, insignificante frente a la grandeza de esos atletas sobrehumanos (esto, gracias también a que se suprimieron ciertas escenas que lo glorificaban).
En Tokyo Olimpics 1964, Kon Ichikawa opta por el camino opuesto: imperios se habían desmoronado, el emperador Hirohito, presente en la ceremonia de inauguración, había dejado de ser un dios; aunque Ichikawa confiesa su admiración por Leni Riefestahl, y cuenta que cuando le encargaron documentar los juegos, Olimpia se convirtió en el libro de texto que estudiaba a diario; no se libera del lenguaje cinematográfico, de los tropos y de las innovaciones que introdujo la cineasta, pero este gran humanista, compasivo y pacifista auténtico (en El harpa Birmana, de 1956, un soldados deserta para convertirse en monje budista), sólo se interesa por la escala humana, el esfuerzo y padecimiento de los deportistas.
A Kon Ichikawa le interesan más los perdedores que los ganadores, como muestra con el atleta del maratón que llega en último lugar a la meta del estadio sin haber abandonado la carrera, y el público lo ovaciona aún más que a los campeones; es célebre, asimismo, la toma de las plantas de los pies descalzos de los maratonistas, sucios y lastimados. Ichikawa elabora un caleidoscopio de los eventos, se muestra fascinado por la ecuación física del esfuerzo: los récords de juegos, campeones y nacionalidades, casi no se mencionan; mejor vale para él ese atleta africano único enviado del Chad sobre el que pesa la esperanza de todo su pueblo, pero que pierde la competencia y, deprimido, se sienta solo a comer.
En una entrevista en los años noventa, el maestro Ichikawa comenta con humor que las autoridades japonesas y los productores quedaron muy desilusionados con La Olimpiada en Tokio 1964, que lo regañaron porque esperaban un documental, no una obra de arte. Hoy en día, cuando nadie pone en duda el estatus artístico de un documental dentro del Séptimo Arte, sucede lo contrario: la expectativa de ver un reportaje sorprendente resulta abrumadora, paralizante diría yo, para quien acometa el reto de dirigir un documental sobre el tema. En 1964 seguramente nadie imaginaba que después de la Guerra Fría, abajo el Muro de Berlín, la Unión Soviética desmembrada y el capitalismo rojo de China, gracias a capitales ultra billonarios, asociaciones de deportes, agregados olímpicos, la mera ceremonia de inauguración de una Olimpiada (Barcelona, Beijín, Atlanta o Sydney) se convertiría en un espectáculo Blockbuster que intenta deslumbrar al público y superar sistemáticamente anteriores escenificaciones.
Visto dentro de un esquema convencional, se requiere una forma de síntesis que supere la tesis que plantea Riefenstahl y frente a la respuesta antitética de Inchikawa, cada uno en momento crítico de la historia del siglo XX.
Reflexionar un poco sobre el espíritu auténtico de la antigua Grecia implica hacerse consciente de la diferencia entre cosmopolitismo y globalización. Porque el derroche y los manejos poco éticos, las directivas económicas, el dopaje, pueden convertir el gran acontecimiento en una infernal Torre de Babel.
Afortunadamente, en 2021, año de pandemia, incertidumbre y Olimpiadas a puerta cerrada, sin espectadores, el documental deportivo, que realizadores como Riefenstahl y Kon Ichikawa elevaron a la categoría de arte, invita a ensayar otra mirada, o miradas, esa voz que deje un testimonio auténtico de esta época, liberada, un tanto del consumismo y de la colección de meras celebridades.
huracán Cuba en el
Se recogen aquí diversas posturas recabadas en el medio artístico de la isla y del extranjero, en torno a los acontecimientos recientes que han puesto a Cuba una vez más en el centro de la polémica. La polarización es frontal entre la frase castrista “Patria o Muerte” y la canción “Patria y Vida”. También los músicos mexicanos se dividen: el rockero Guillermo Briseño, la baladista Julieta Venegas, el cantautor León Chávez Teixeiro y el tenor Fernando de la Mora. En recuadro, el actor y dramaturgo cubano Yunior García Aguilera, tras las manifestaciones, narra su arraigo domiciliario en La Habana.
ROBERTO PONCE
La icónica formación cubana Los Van Van estará encargada de inaugurar el 49 Festival Internacional Cervantino (FIC), en colaboración especial al lado de la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila, el estado invitado, el próximo 13 de octubre en la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas de la ciudad de Guanajuato.
Esta agrupación forma parte de una docena de actividades programadas por la República de Cuba, el país invitado de honor (ver recuadro), en medio de una crisis desatada desde los bombardeos de hashtags #SOS CUBA y #Patria y Vida por internet, que promovieron las manifestaciones mayoritariamente juveniles el pasado 11 de julio (Proceso 2333) dividiendo al pueblo entre opositores y aliados del gobierno comunista de Miguel Díaz-Canel por las redes sociales.
La banda fundada por Juan Formell fijó su postura de manera reciente:
“Los Van Van de Cuba existen gracias a nuestro pueblo cubano, por lo tanto siempre apoyaremos al pueblo, sea quien sea, piense lo que piense, defienda la ideología que defienda siempre con el máximo respeto, no olvidemos que somos cubanos, de la misma raza. Apoyamos a los miles de cubanos que reclaman sus derechos, debemos ser escuchados. Digamos no a la violencia, y al atropello, llamemos a la paz en nuestras calles.”
Los creadores de “El baile del buey cansa’o” se dieron a conocer en la década de los años setenta. Fueron tiempos cuando las relaciones culturales entre Cuba y México repuntaron con intercambios oficiales recíprocos. Un ejemplo indiscutible fue la primera bailarina cubana Alicia Alonso en la danza contemporánea de nuestro país, a quien se le otorgó en 1982 la Orden del Águila Azteca junto al Nobel colombiano Gabriel García Márquez.
Musicalmente, la conexión fue espléndida. La Nueva Trova Cubana, encabezada por Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, o jazzistas de la talla de Chucho Valdés y Paquito d’Rivera con la fusión yoruba de Iraquere, los cantautores tradicionales como Carlos Puebla y boleristas del estilo feeling con Elena Burke marcaron rumbos del arte y la política en México (recordemos que hasta Chico Che cantaba “Y en eso llegó Fidel”).
Mientras Celia Cruz y el rock anglosajón habían sido vetados por los barbudos en la isla, y los rockeros mexicanos luego del Festival de Avándaro sufrían la censura al ritmo del gobierno de Echeverría en 1971, un trío se dio a conocer en los teatros de la UNAM rompiendo esquemas: Briseño, Carrasco y Flores, cuyo primer disco Briseño salió en 1977. Hoy, su líder Guillermo Briseño alzó la voz para Proceso expresando en torno a los sucesos del 11-J y el bloqueo económico (o “embargo”) de Estados Unidos a la isla:
El actor Yunior García, a la espera de un juicio
COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE
El actor y dramaturgo cubano Yunior García Aguilera fue encarcelado el domingo 11 de julio, durante las manifestaciones de miles de sus compatriotas en las calles de varias ciudades de la isla caribeña.
De acuerdo a su relato, se manifestaba pacíficamente con varios creadores para ser escuchados, en protesta por los precios de los productos, la falta de alimentos, la escasez de medicinas, las tiendas de Moneda Libremente Convertibles (MLC), los cortes de luz, y en favor de la libertad de expresión.
Apresado frente al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) en La Habana, se le condujo al centro de detención El Vivac, donde permaneció 26 horas, dice a Proceso por WhatsApp:
“Estoy en contra de la violencia. Salimos a la concentración en paz ante el ICRT. Ahí nos golpearon, nos lanzaron sobre un camión de basura y nos trasladaron a una cárcel sin derecho a una llamada telefónica. Me soltaron con una acusación de desorden público. Me encuentro bajo una medida cautelar en mi casa. Hoy miércoles 21 frente a la puerta de mi hogar hay un auto y una moto con cuatro agentes de la seguridad del Estado, y lo único que he hecho es llegar a las instituciones culturales, con las que he trabajado, a expresarme.”
Espera un juicio que no sabe si lo llevará a la cárcel, y denuncia que todo el tiempo vive bajo amenaza:
Tranquilo, García Aguilera (Holguín, 1982) explica que las agresiones no sólo son en las redes sociales, sino que ha sido atacado en la revista cultural del Ministerio de Cultura La Jiribilla (lajiribilla.cu):
“Me han dedicado más de nueve artículos difamatorios, por esa misma razón el 14 de julio renuncié a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), a la cual había pertenecido durante años, porque nos ha
García Aguilera. Diálogo con Silvio
dado la espalda a las personas que pensamos distinto.”
García Aguilera se graduó del Instituto Superior de Arte como dramaturgo. Con su grupo de teatro Trébol ha estrenado varias obras. Está casado con la productora cinematográfica Dayana Prieto. Narra que de la celda donde lo encerraron, fueron liberados sólo artistas:
“A los muchachos que no eran tan conocidos los dejaron adentro, hay uno de 17 años. Tratamos de memorizar sus nombres, cuando salimos contactamos a sus familias haciendo campaña por ellos, y muchas llamadas telefónicas para intentar su liberación. El destacado cineasta Fernando Pérez (Hello Hemingway y Suite Habana) investigó junto con nuestros familiares que varios artistas estábamos en El Vivac, se apareció en la cárcel para interceder por nosotros.” –¿Sabe el número de presos que hay? –No han querido decirlo. Hemos intentado realizar una lista por nuestra cuenta, la sociedad civil, y ya contiene más de 500 nombres. Hay muchas familias que no quieren hacer público los nombres de sus hijos e hijas por miedo a que les vaya peor en el juicio. Calculo que fueron unos mil jóvenes detenidos entre el 11, 12 y los días sucesivos de las protestas. “Es muy compleja la situación de
Cuba. Existe una insatisfacción real y por eso fueron las marchas del 11 de julio.
Hay una buena parte de la sociedad cubana que no quiere este pacto social que lleva 60 años, porque es caduco, ya no funciona y desea uno nuevo.”
La sociedad cubana se encuentra fragmentada, dice:
“Hay un grupo conservador, aunque se dice revolucionario, que en realidad
Fidel con Silvio y Milanés
“Si alguien subestima los efectos del estrangulamiento imperial durante 60 años, se está impidiendo entender el por qué fundamental de las protestas. Las carencias en primer lugar, y la campaña militar permanente desde el ataque frustrado en Bahía de Cochinos (Playa Girón) en 1961 hasta hoy; las fuerzas reaccionarias en Estados Unidos, en España y hasta en México, vociferando en contra del régimen cubano. Abrevio: Cuba representa la dignidad de todos los seres humanos ante el país más poderoso militarmente de la tierra. Que se levante el bloqueo y entonces los cubanos podrán elegir el camino futuro con libertad y con la convicción de
quiere mantener a toda costa el status quo. Otro estrato desea reformas sin renunciar a las conquistas de los últimos años. También existe un conjunto que es de izquierda, pero quiere que Cuba avance hacia una democracia más abierta, más plural, donde se tolere y respete el criterio de cada cual y su posición ideológica. Pero otro grupo quiere un cambio radical, no desea saber nada de ideologías de izquierda, ni de la revolución.”
Revela que siempre se ha considerado “de izquierda”, y resalta:
“Es cierto que hay un embargo económico, que se reforzó una política negativa por parte de los Estados Unidos (con Donald Trump), que la pandemia trajo nuevos problemas, pero el gobierno también se ha equivocado mucho. Lo peor que ha pasado en plena pandemia es el impulso en 2020 de una política económica llamada Tarea Ordenamiento, la cual aumentó las diferencias entre los cubanos. Se crearon las tiendas de MLC, de moneda extranjera, a las que una buena parte de la población no tiene acceso porque ahí sólo pueden comprar los productos básicos aquellos que poseen familiares en el extranjero que les envían remesas.”
A decir suyo, los cubanos sabían que en cualquier momento “iba a ocurrir un estallido social”. Anexa:
“Cuando vimos que cortaron el internet para que no pudiéramos ser testigos de la represión por parte del Estado en la marcha de San Antonio de Los Baños del 11 de julio, supimos inmediatamente que debíamos salir a las calles, y eso ocurrió simultáneamente en todo el país. Ese día el propio presidente Miguel Díaz-Canel convocó por televisión a la población a defender la revolución, no puede negar que hizo un llamado a la guerra civil y eso trajo mucha más violencia. La parte simpatizante del gobierno que salió con piedras y palos a las calles a violentar, no está en la cárcel. Son elogiados en la televisión nacional.”
Tampoco descarta que ese día reluciera el enojo que existe en los barrios más marginados desde años atrás:
Debido a los llamados de la comunidad internacional de que se libere a los detenidos, el día 15 Díaz-Canel expresó por televisión que los arrestados tendrán “garantías procesales” y les aplicarán las leyes “sin abusos”.
Silvio cumplió
Cabe destacar que el pasado 13 de este mes, el cantautor cubano Silvio Rodríguez escribió en su sitio de internet Segunda Cita que las protestas habían sido “preparadas y alentadas por el régimen imperial”. Y agregó que “no me ha tocado ver un solo video que muestre el momento en que una manifestación pacífica es agredida por la policía”. Por esto, el 20 de julio García Aguilera le escribió una carta al trovador por Facebook:
Entonces lo invitó a conversar, y el autor de “Mi unicornio azul” aceptó. El encuentro fue la tarde del miércoles 21 en los estudios Ojalá. García Aguilera menciona a este medio que los policías se fueron antes de que saliera de su vivienda, pero vio su auto donde se reunió con el exponente de la Nueva Trova. Fue una charla “respetuosa”, de 70 minutos, “donde ninguno convidó al otro a renunciar a sus posiciones ni principios”, enfocándose en “cómo aportar al bien de la sociedad cubana, él se comprometió a abogar por la liberación de todos los presos que participaron en las protestas”. Silvio Rodríguez cuenta en su blog Segunda Cita: “No sé cuántos presos habrá ahora; dicen ellos que cientos. Pido lo mismo (libertad) para los que no fueron violentos y cumplo con la palabra empeñada”.
García Aguilera fue parte de los alrededor de 300 artistas, músicos, escritores, pintores, actores que se manifestaron el 27 de noviembre de 2020 (27N) frente al Ministerio de Cultura de Cuba, para solicitar mayor libertad de expresión, la liberación de la cárcel del rapero Denis Solís, y apoyaron al Movimiento San Isidro (MSI), debido a que el día anterior la policía disolvió una huelga de hambre de sus miembros.
Lograron acuerdos con el viceministro Fernando Rojas y representantes de la UNEAC y la Asociación Hermanos Saíz (AHS), como una reunión con Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura; pero el 3 de diciembre el gobierno anunció que consideraba roto el diálogo. Fue el 5 de ese mes cuando se reunieron con Alonso Grau para hablar del sistema de las instituciones.
“Desde el 27N demostraron que no están dispuestos a tener un diálogo real y transformador”, subraya García Aguilera.
El MSI, cuyo titular es el artista visual Luis Manuel Otero Alcántara (quien sigue en prisión desde el 11 de julio), fue creado en 2018 en protesta por el Decreto-349 del gobierno, que “establece sanciones y penaliza la libertad de creación, expresión, elección del trabajo y la difusión en el campo del arte y la cultura, siendo estos controlados directamente por el Ministerio de Cultura, específicamente por la figura de un inspector cultural y constituyendo una violación de los Derechos Culturales” (movimientosanisidro.com). En la enciclopedia oficial EcuRed (www.ecured.cu) se lee sobre el MSI:
que su resistencia y creatividad han sido admirables e inspiradoras.”
Compositor y director de la Escuela de Música del Rock a la Palabra, Briseño añadió:
“Sólo agrego lo necesario que es que los jóvenes cubanos no permitan que se esfume el espíritu revolucionario. Con todo el mundo en su contra, los gringos mantienen el criminal embargo; cuando caiga será una victoria del sentido común, y muchas cosas tendrán que reflexionarse, renovarse, sin traicionar principios ni objetivos. Que los logros de la revolución se sostengan y crezcan. La caída del bloqueo será un justo tributo a la paz.”
Entre julio y agosto de 1978, una fuerte delegación de músicos populares mexicanos tocó en el muy concurrido XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes de La Habana, entre ellos: Amparo Ochoa, Gabino Palomares, Los Folkloristas, La
Briseño. Defensa
Nopalera y Briseño. El va y viene no se interrumpiría, aunque un bolerista de corazón como el maya Armando Manzanero no quiso visitar Cuba sino casi al final de su vida pues, aclaró a Proceso, “con el velo del comunismo no nos pagan a los artistas mexicanos”.
Al año siguiente, el presidente demócrata de Estados Unidos Jimmy Carter permitió viajar a un importante contingente musical para los conciertos Havana Jam’79 con ejecutantes locales (Orquesta Aragón, Sara González, Irakere), grabados y difundidos en discos LP de Columbia: Bi-
Cuba y Coahuila, hermanados en el Cervantino
NIZA RIVERA
Será un concierto de la agrupación cubana Los Van Van en colaboración con la Orquesta Filarmónica del Desierto (OFD), de Coahuila, la que en el foro de la Alhóndiga de Granaditas guanajuatense inaugure el 49 Festival Internacional Cervantino (FIC), a efectuarse del 13 al 31 de octubre.
El acto se pronostica como “una de las grandes e históricas presentaciones del Cervantino”, a decir del poeta Waldo Leyva, Consejero Cultural de la Embajada de Cuba en México, “por ser fruto de hermanar esfuerzos entre la nación caribeña y el estado de Coahuila”, invitados de honor este 2021, luego de que el año previo el FIC se volcó únicamente a lo virtual.
Entrevistado vía telefónica, Leyva anunció:
“La inauguración será una de las cartas fuertes cubanas. La presencia de la música será importante, pero también tendremos danza contemporánea, exposiciones, teatro en la calle, conferencias sobre José Martí y la literatura cubana. Habrá un ciclo con lectura de poetas de México y Cuba, y yo hablaré brevemente de mi antología Una gota de luz inapresable (2017), en fin que la programación es interesante y fue pensada con mucho afecto para México.” Entre los artistas mencionó al Septeto Santiaguero, José María Vitier Cuarteto, Steel Band de El Cobre, Hectico y Aramís (los guajiros de Cuba), Ray Fernández y Eduardo Sosa; además de Alain Pérez Quinteto, quien brindará un viaje a través del jazz, el flamenco y el son cubano tradicional, mientras que Daniel Herrera e invitados “sorprenderán con sus voces en el espectáculo De Lecuona a Manzanero, al igual que la Camerata Romeu”, primera orquesta femenina de cuerdas de América Latina dirigida por Zenaida Romeu (cuyo disco La bella Habana, para la disquera Cubagate de Memo Rhein, incluye la banda sonora del video homónimo dedicado al 500 aniversario de La Habana, del realizador Alejandro Reyes).
Perteneciente a una familia de notables músicos cubanos, estudió piano con su madre (llamada igual que ella, Zenaida Romeu), dirección coral con Agnes Kraslovszky y conducción orquestal con Gonzalo Romeu, convirtiéndose en 1983 en la primer mujer graduada de Dirección Orquestal en el Instituto Superior de Arte de Cuba.
Coahuila también ofrecerá sorpresas. La titular de cultura de ese estado, Ana Sofía García Camil, reveló en la conferencia de prensa del programa de actividades 49 FIC, efectuada el miércoles pasado, que se contará con 590 artistas coahuilenses en 65 actividades artísticas y académicas, aparte de la OFD, la Camerata de Coahuila, Eliezer Jáuregui Arrazate, Martín Madrigal y Alejandro Vela.
Fueron un par de presentaciones oficiales, una en la CDMX y otra en la ciudad de Guanajuato. El FIC consta de un total de 110 actividades, 81 de ellas presenciales y 29 virtuales, con danza, conferencias, exposiciones, música, ópera, teatro y actividades infantiles y juveniles, incluyendo 55 grupos nacionales y mil 865 artistas mexicanos (consultar en línea https://festivalcervantino. gob.mx, y su aplicación móvil).
lly Joel, Bonnie Bramlett, John McLaughlin, Rita Coolidge, Dizzy Gillespie, Kris Kristofferson, Weather Report, Stephen Stills (de Crosby, Stills, Nash & Young), Fania All Stars y Stevie Wonder. Todo pintaba muy bien, pero…
Comparaciones (apariencias)
Fidel Castro permitió en 1980 a unos 125 mil inconformes navegar de Puerto Mariel a Miami.
Pronto, Estados Unidos cayó en la cuenta de que miles de aquellos llamados “los marielitos” eran delincuentes; entre los demás estaban familiares de Mike Porcel, autor del himno del XI Festival de la Juventud y Los Estudiantes 1978 e integrante de los rockeros Síntesis, quien no logró salir y fue hecho a un lado por sus colegas de la Nueva Trova Cubana (a excepción, se dice, de Sara González y Amaury Pérez). Las políticas agresivas de Reagan, Bush y Trump únicamente prendieron mala gasolina a la pólvora de buenas intenciones que acariciaron quizá Clinton u Obama, retrasando o negando Estados Unidos visas a músicos cubanos para asistir a los Premios Grammy, como sucedió con los veteranos de Buena Vista Social Club.
Finalmente Porcel se exilió en Miami; sin embargo, cuando el documental que narra su odisea Sueños al pairo, de los cubanos José Luis Aparicio Ferrera y Fernando Fraguela Fosado, iba a estrenar en su isla natal durante la Muestra Joven ICAIC 2020, fue censurado. No se proyectó hasta el pasado abril en Cuba, cuando la bola comenzaba a armarse.
Las recientes declaraciones de Memo Briseño, autor de “Comparaciones (apariencias)”, contrastaron con las tempraneras de Julieta Venegas. Desde Argentina, donde radica la tijuanense (nacida en San Diego, California, en noviembre de 1970), ella realizó un video por Instagram pro #SOS CUBA:
“…Quiero expresar toda mi solidaridad al pueblo cubano que el día de hoy, domingo 11 de julio, está tomando las calles por toda Cuba para protestar y poner el fin a la dictadura. Estamos todo el mundo con los ojos puestos en Cuba…”
La cantante de Tijuana No! había apoyado a las víctimas del terremoto en Perú en 2007 con América Latina en Acción Solidaria (ALAS) y la Cruz Roja. Su primera visita a Cuba data de hace 18 años. Fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad por la UNICEF y, unida a la campaña del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer y la artista cubana Rochy Amemeiro, se presentó ante cerca de 3 mil personas en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba en La Habana, a finales de 2012.
La mitad de la galleta
primeros en suscribir la carta Cesar el bloqueo es la mejor forma de ayudar a Cuba, lanzada el 21 de julio por la Coordinadora Americana de Derechos de los Pueblos (que incluye numerosas agrupaciones de #Patria y Vida se originó del tema musical derechos humanos en Latinoamérica): homónimo escrito por el rapero Yotuel Ro- “Llamamos a la comprensión de los mero –quien de manera reciente expresó a orígenes del problema económico y social medios que “la juventud cubana ya no está y la más amplia solidaridad con el pueblo y del lado de Díaz-Canel, sino del lado de la el Estado soberano de Cuba.” libertad y la democracia”–. Desde febrero El saxofonista chileno Raúl Gutiérrez pasado es la bandera anti-gubernamental Villanueva, quien huyó de la dictadura de cubana de la chamacada y los milenials, Augusto Pinochet para producir y tocar con en contraposición a la frase “Patria y Muer- estrellas de la mejor rítmica cubana y del te. Venceremos” con que Fidel Castro aren- jazz, tanto las de adentro de la isla como gaba al término de sus discursos. las del exilio, actualmente es profesor en ¡Ya no gritemos patria o muerte, sino Xalapa, Veracruz. La cosa es simple, afirma: patria y vida! “Si el oficialismo cubano cataloga
El trovador y cómico Virulo compuso como delincuentes y marginales a los misu respuesta con “La conga de los hoyos: les de cubanos que salieron a las calles el ¡Con Cuba no te metas!”, y fue tundido en 11 de julio, significa que la magnífica eduredes sociales, algo inimaginable en 2015, cación que tanto cacarean pues fue un cuando el propio Pablo Milanés (artífice de fracaso.” “Yolanda”, la pieza que en México popu- A su vez, el tenor mexicano Fernando larizó Lupita Pineda como “Te amo”) hizo de la Mora, en entrevista con Niza Rivera, las primeras recomendaciones a los jerar- se animó: cas del Partido Comunista Cubano para “Creo que los artistas están en su deatender demandas urgentes de la ciuda- recho a expresarse, apoyo a mis compadanía sin excepción ni privilegios. ñeros artistas. Yo considero que el pueblo
Pero en gustos se rompen géneros. cubano es grande, lindo, admirable; no Para febrero de 2019, Maná y Paulina Ru- obstante, ya es hora de que vuelva a flobio se unieron a los colombianos Juanes recer y es importante que pueda elegir y los españoles Alejandro Sanz y Miguel a sus gobernantes democráticamente y Bosé (sí, el mismo que ahora promueve su no por las armas, pues la represión exisrechazo a las vacunas para el covid-19) en te. Díaz-Canel debe entender que hay un la caravana musical Venezuela Aid Live or- sector que anhela ser escuchado también ganizada por el multimillonario londinen- en las urnas, de otro modo las cosas acase Richard Branson, dueño de la disquera barán mal y no será bueno para Cuba ni Virgin, en la ciudad fronteriza de Cúcuta, para Latinoamérica.” Colombia, contra el gobierno de Nicolás Maduro. El rocker inglés Roger Waters de la banda Pink Floyd criticó entonces: “El evento no tiene nada que ver con ayuda humanitaria, tiene que ver con Bran- Alejandro Saldívar son. No hay ningún tipo de guerra civil en Venezuela.”
Ahora Waters no aguantó y trinó al periodista en Peoples Dispatch:
“Cuba siempre ha sido un símbolo de la lucha contra el imperialismo estadunidense. Ha resistido desde que derrotó a la tiranía de Batista liderada y dirigida por EU, Cuba es una espina en el costado de la Doctrina Monroe y de lo peor del imperialismo norteamericano… Si fuera dado a apostar, apostaría que sí hay problemas económicos en Cuba; pero si se entregara el país de nuevo a la mafia, al gobierno de EU, que tiene una historia de saquear y violar dondequiera que esté en este mundo, ¿estaría el pueblo mejor? No, para nada.”
Viejo lobo de mares embravecidos, el compositor mexicano León Chávez Teixeiro, radicado en Inglaterra, fue de los Venegas. Reproche
RAÚL OCHOA
Con temple y seguridad, Ana Paula Vázquez ya demostraba su puntería a los 12 años, cuando su gemelo Emilio y su hermano Diego probaron suerte en el juego de tiro con escopeta en la feria de pueblo, en Saltillo, Coahuila.
La importancia de este tradicional pasatiempo está en derribar todas las figuras de plomo –que como parte del truco suelen ser mucho más pesadas de lo que realmente parecen– para conseguir el ansiado premio.
En su turno, Ana Paula Vázquez tomó el rifle y, con mucho tino, derribó uno por uno los venaditos y patos alineados en cada tabla. Sin embargo, para tener derecho al muñeco de peluche aún tenía que tumbar dos tornillos extremadamente delgados. Su madre, Laura Olivia Flores, impaciente le pidió al encargado de la cabina: “Pues ya entréguenos el juguete…”. –De ninguna manera, señora, porque todavía le quedan los tornillos –replicó el encargado del negocio. –¡Ay, señor!, ¿cómo cree que mi pequeña va a tirar esos tornillitos, que los tiene pegados?
Con voz aguda, Ana Paula sólo pidió su oportunidad: “Espérenme…”. Más tardó en hablar que en tirar los dos espirales.
Sin salir del asombro, Laura Olivia la procuraba en atenciones: “Tienes tino, mi niña, la verdad. ¿Y si te llevo a que te calen en el tiro? Mira que no pasa nada. Si no te gusta, buscamos otro deporte”.
Su vínculo con el arco comenzó justo al cumplir 12 años. Su mamá la llevó a probarse a la escuela de tiro con arco de Coahuila, un lunes, apenas la niña terminó sus clases del día en el colegio. Al atardecer regresó por la pequeña. Enseguida, el entrenador Jorge Chapoy se dirigió a la señora con estas palabras: “Esta huerca tiene bastante fuerza”, y luego lo hizo con su nueva discípula: “¿Qué onda, Ana Paula, jalas o te enclochas?”. –Nunca me enclocho –respondió tajante la chamaca. –Entonces, mañana te espero con lunch y suficiente agua para rehidratarte.
Pero el padre de la menor, Hugo Vázquez, objetó la decisión, reprimiendo a su esposa: “¿No sé por qué llevas a la niña a clases de tiro con arco? Nadie conoce el tiro con arco. Ahí nunca va a destacar jamás. Mira que hay otras opciones…”.
A los pocos días el entrenador pidió hablar con el papá de la niña. Le dijo que Ana Paula “tira súper bien” y, por lo tanto, era necesario conseguirle un equipo de arquería, así fuera de medio uso, ante la proximidad del control selectivo previo a la Olimpiada Nacional; incluso le sugirió que, por lo pronto, comprara material “de medio callo, porque no es nada barato”.
La escuela de tiro con arco estaba a cargo del matrimonio formado por Jorge Chapoy y Almendra Ochoa, la primera entrenadora de Ana Paula en la modalidad de arco compuesto y hermana de Linda, reconocida como la deportista que consiguió el mayor número de medallas de la delegación mexicana en los Juegos Centroamericanos y de Caribe Mayagüez 2010, nada menos que ocho preseas (dos de oro, cinco de plata y una de bronce).
Ante la proximidad de la competencia, los padres de Ana Paula adquirieron el primer arco, de color morado, que perteneció a Linda Ochoa. “Fuimos a hablar con los encargados de la escuela. No sabíamos nada de este deporte. Sólo escuchamos: ‘Y que la mira… y esto y lo otro…’. Haga de cuenta que nos estaban hablando en un idioma distinto. Nos decían los precios y sólo preguntamos: ‘¿Por qué están tan caras estas cositas?’. No teníamos ni la remota idea”.
Los padres pagaron 6 mil 500 pesos por el primer arco (recurvo) de Ana Paula. “Haga de cuenta que es un modelo ochentero. Ahí lo tenemos de recuerdo. Esa vez lo único que mi hija estrenó fueron las flechas y las puntas, que todavía eran baratitas. Compramos el arco porque nos dijeron que Pau estaba tirando muy bien y que en dos meses sería el control estatal en Monclova para clasificar a la Olimpiada Nacional”, recuerda Hugo Vázquez.
Un par de meses después la familia se trasladó a Monclova, donde Ana Paula ganó todas las medallas en su primera competencia. La fecha no se olvida: 2 de diciembre de 2012. “Ella terminó de competir y enseguida se durmió, como que no sabía qué pedo”, refiere su mamá, quien admite que le heredó a su hija “lo mal hablada”, aunque todavía se sorprende de su comportamiento: “No sé por qué, cuando la entrevistan, no se le sale una mala palabra”.
AP photo /Moises Castillo
Román. Compañera y ejemplo
El presagio
Luego de ganar con creces su lugar en el representativo de Coahuila, a los 15 días
Visita www.proceso.com.mx para más historias sobre los deportistas mexicanos en Tokio 2020.
Ana Paula viajó con su familia a la Ciudad de México, con motivos del Nacional Indoor de Tiro con Arco (justa que se desarrolla bajo techo), en diciembre de 2012. Fue ahí donde comenzó otra historia que perfiló su carrera deportiva.
En el torneo, la chica –fanática del futbol americano y del basquetbol– conoció a Aída Román; apenas la identificó entre los participantes corrió a su encuentro, le pidió un autógrafo, se tomó la fotografía con ella y le soltó el presagio: “Un día voy a tirar contigo”.
A diferencia de Aída, Ana Paula tiraba con arco compuesto. Aun así continuó compitiendo con buenos resultados, hasta que sucedió lo impensado: nada más bajó del podio luego de ganar en la Olimpiada Nacional, en 2014, sorprendió a sus padres y entrenadores: “Hasta aquí llegué con este arco”.
Era un arco nuevo, blanco “y hermoso, que se lo acababa de regalar el gobierno de Coahuila”, cuenta su mamá. El caso es que los entrenadores, preocupados, trataban de convencer a la adolescente: “Pau, ¿sabes que hay varios niños que tienen muchísimo tiempo queriendo ganar la Olimpiada Nacional, y no lo han logrado? El otro arco (recurvo) es muy difícil”.
Con entereza, Ana Paula les respondió: “No, no, no… Mi sueño es ir a unos Juegos Olímpicos y con este arco no lo voy a lograr porque sólo da para clasificar a Copas Mundiales. Por eso necesito cambiar de arco”.
Hugo Vázquez cuenta que todos le decían a su hija que no cambiara de arco porque en poco tiempo se convirtió en la mejor de México. “Pero ella insistía en cambiar de arco. Cuando Pau decidió dejar el compuesto le dije: estás acostumbrada a subirte al podio en arco compuesto. Nada más sé paciente uno, dos o tres años para empezar a ganar podios, porque con el recurvo será más difícil”.
A medio año de distancia de la Olimpiada Nacional, y luego de cambiarse de modalidad, Ana Paula no tenía entrenador. De tal manera que se ejercitaba sola y, en ocasiones, con los chicos que entrenaban con arco compuesto. Una vez que la madre acudió por ella a la escuela de tiro con arco la encontró sola y desesperada. Su instructor no llegaba. La ocasión le sirvió para reprocharla: “Te lo dije, para qué te cambiabas de arco. Ya ves, nada más no te quiero chillando y regreses con las manos vacías.
“–¿Me estás retando, mamá?
“–Tómalo como quieras, pero no te quiero chillando porque no me gustan las chillonas.”
“Aprendimos de todos que el arco recurvo requería de muchos años para poder dominarlo; es más celoso y completo que el arco compuesto”, dice su papá.
A cinco meses de la Olimpiada Nacional, realizada en Monterrey, finalmente se presentó el entrenador de Ana Paula, Eduardo Magaña, quien le enseñaría la técnica del arco recurvo. “Ana Paula viajó a Monterrey, ¡Y zas!, que gana la Olimpiada Nacional. Lo primero que hizo fue llamarme por teléfono: ‘¡Qué te dije!, ¡Qué te dije…!’. Nada, sólo te estaba picando la cresta”, cuenta Laura Olivia.
Ni siquiera el padre se salvó de las cargadas de su hija: “¡Aquí están tus dos años!”, le reviró mientras le entregaba las medallas. “Así es ella”, admite Hugo Vázquez.
Ascenso vertiginoso
En noviembre de 2015 se inició el proceso para integrar la selección nacional que asistiría a los Juegos Olímpicos de Río 2016. En el primer clasificatorio, en el que avanzaron ocho arqueras, Ana Paula, siendo una desconocida, venció a todas en el primer corte, entre ellas a Alejandra Valencia, Aída Román y Mariana Avitia. Pero no logró superar un tercer control.
Su primer llamado a la selección nacional llegó en 2018, a los 17 años, rumbo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez que se realizaron ese año. Así fue como se formó el equipo femenil mexicano de tiro con arco recurvo, entre las que también estaban Valencia y Román, la arquera con la que Ana Paula presagió de niña que haría equipo.
En Mayagüez 2018 la selección tricolor logró una actuación completa: medalla de oro en equipo femenil de tiro con arco recurvo, y en el plano individual Alejandra Valencia obtuvo la presea dorada, Ana Paula se hizo de la plata y Aída Ro-
mán el bronce. Desde entonces, las seleccionadas han trabajado todo el proceso olímpico rumbo a Tokio 2020. Ana Paula, de 20 años, es gemela de Emilio, quien, a diferencia de ella, anda por vereda distinta. Estudia licenciatura en derecho, practica el boxeo y el futbol americano, pero son personalidades muy diferentes. “Ana Paula es más abierta y arriesgada. Es más espontánea y le vale madres todo”, cuenta su mamá. Emilio es más práctico. “Él no anda volviéndose loco para busMagaña. Técnica del arco recurvo car ser el primero del mundo. Emilio pretende ser buen jugador de americano en la facultad y hasta ahí. Vamos a decirlo: un deportista normal de la facultad, y Ana Paula es de: ‘Si le voy a entrar, tengo que ser la primera del mundo’”, así describen los padres a sus hijos. En lo único que se parecen, refiere la madre, “es que cuando están dormidos y los despiertas avientan chingadazos”. El ascenso de Ana Paula en la arquería mundial ha sido vertiginoso: al término del Campeonato Panamericano de Tiro con Arco, realizado en marzo último en Monterrey, Valencia, Román y Vázquez ganaron la presea de oro en equipo femenil de tiro con arco recurvo –la prueba olímpica– tras vencer 6-2 a Colombia. Para entonces, Ana Paula figuraba en el lugar 50 del ranking mundial. Un mes después Vázquez estableció un nuevo récord mundial en la Copa Mundial de Tiro con Arco, en Guatemala: completó una ronda de clasificación con 680 puntos en los 70 metros. De la misma manera la marca significó un registro histórico para el equipo tricolor, que combino 1988 unidades. El equipo femenil mexicano de tiro con arco recurvo se colgó la presea de plata en el Mundial de Guatemala, mientras que Vázquez consiguió la medalla áurea con Ángel Alvarado, en pareja mixta. Instalada en la clasificación mundial de la Federación Internacional de Tiro con Arco (FITA) en el sitio 36, Ana Paula y el equipo nacional sumaron la medalla de plata en la Copa del Mundo, disputada en Suiza en mayo reciente. Posteriormente, a mediados de junio, el equipo ganó el oro en el clasificatorio realizado en París. Una semana después se acreditaron la plata en la Copa del Mundo, que también tuvo lugar en la Ciudad Luz. Ana Paula Vázquez llega a sus primeros Juegos Olímpicos posicionada en el sitio 19 del ranking de la FITA.
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BEATRIZ PEREYRA
Gabriela Agúndez estaba haciendo gimnasia cuando el entrenador cubano Yunieski Hernández se le acercó a su mamá con una sentencia: “Mándemela a clavados; en gimnasia no tiene ninguna oportunidad”.
Gaby era una chiquita de cinco años con mucha elasticidad y muy flexible. Cometió el pecado de haber elegido un deporte que es prácticamente ignorado en México y en el que su estado, Baja California Sur, compite por región.
El entrenador, con su fino ojo para el reclutamiento deportivo, imaginaba desde entonces a Gabriela en su escuelita de clavados y en el futuro yendo juntos a unos Juegos Olímpicos. Eso le dijo a la señora Guadalupe García, no una, sino muchas veces.
Ahora, Agúndez participará en Tokio 2020 en las pruebas de plataforma individual y sincronizados, donde tendrá como pareja a la medallista de plata en Londres 2012, Alejandra Orozco. Yunieski Hernández falleció en mayo de 2020. Antes de morir se aseguró de que su alumna cumpliera la promesa que le hizo a ella y a su madre.
Desconsuelo
Gabriela Agúndez seguía siendo una niñita de seis años y rizos oscuros cuando manifestó que ya no le encantaba la gimnasia. También hacía ballet, pero tenía ganas de algo distinto. Optó por la natación, pero al cabo de una semana abandonó porque no le gustan esas distancias tan largas de recorrer una y otra vez en la alberca.
Para la clavadista Gabriela Agúndez, la imagen del entrenador cubano Yunieski Hernández representa un círculo virtuoso. Él descubrió su potencial cuando ella apenas tenía cinco años. Pese a ser una pequeña dotada, su carrera deportiva ha sido agridulce, con ascensos inolvidables y descensos de pesadilla, como los vividos con la entrenadora china Ma Jin hasta el punto de pensar en el retiro. Sin embargo, Hernández, antes de morir de cáncer, rescató a la joven con la promesa de llevarla a los Juegos Olímpicos. Ahora, en Tokio 2020 ella busca la gloria en plataforma individual y sincronizados.
Clavados, maltrato…
y una promesa olímpica
Al lado tenía a los niños de la escuelita de clavados. De tanto contemplarlos se le antojó subirse a los trampolines y plataformas para saber qué se siente dar vueltas y giros en el aire. Yunieski Hernández fue el más feliz cuando la chamaca se integró al grupo.
El entrenador chino Lu Doureng fue el primero que trabajó con ella. A Gabriela le salían con tal facilidad los saltos que dio el mismo pronóstico: “Señora, que nunca deje este deporte. Será buena clavadista, va a ganar muchas medallas”.
La vida de Gabriela Agúndez quedó marcada el día que su paisana, Paola Espinosa, se presentó en el Gimnasio de Usos Múltiples de La Paz. La clavadista llevaba la presea de bronce que ganó en Beijing 2008 en la prueba de plataforma sincronizados. Fue a motivar a las niñas, a decirles que entrenaran bien fuerte para que fueran como ella.
Guadalupe García es una soñadora que anhelaba una hija olímpica y triunfadora. El talento lo tenía y la veía entrenar sin descanso, rebasando los límites de la perfección. Aunque seguía siendo una niña, Gabriela no paraba de hacer algo hasta que se sintiera satisfecha con el resultado.
En la Olimpiada Nacional 2010, en Jalisco, la señora García se enteró de que la persona que le ayudaba a la entrenadora china Ma Jin a reclutar clavadistas talentosas andaba por ahí. Le pidió una prueba para ver si Gabriela se podía unir al grupo donde estaban Paola Espinosa, otros clavadistas destacados y también los que estaban en desarrollo, como Alejandra Estrella, Dolores Hernández y Samantha Jiménez.
La familia Agúndez no tenía dinero para hacer el viaje en avión de La Paz a la Ciudad de México, así que Guadalupe juntó lo poco que pudo de su gasto diario y tomó un barco que las llevó a Mazatlán. Ahí abordaron un camión de segunda clase y dos días después ya estaba en la capital del país con su hija lista para la prueba.
Las dos llegaron a las Villas Tlalpan de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, donde se hospedaron y se alimentaron en el comedor de deportistas. Era una mamá sin dinero que buscaba el mejor entrenamiento para su hija. Gabriela fue aceptada en el equipo de Ma Jin. Tenía 10 años.
Lo primero que la china le advirtió a Guadalupe es que tenía que mudarse a la Ciudad de México, viviría en las villas y para que la niña se adaptara, la mamá no podía ir a verla en dos meses. La señora dijo que sí a todo.
“Ma Jin no habla mucho, no es muy expresiva. Yo confiaba ciegamente en ella. sé qué pasó, porque Gaby sólo me dice que hubo ‘ciertas situaciones’ que le ganaron. Veo las imágenes y mi hija está llorando, está deshecha, está hecha pedazos. Ma Jin le tenía mucha fe, esperaba que diera esa medalla de oro y no se dio”, explica.
La entrenadora china no habló con la madre de Gabriela; fue José Luis Canales, esposo de la preparadora, quien espetó el reclamo: “Esperábamos que ganara oro y apenas alcanzó bronce”.
García dice que Gabriela jamás le ha dicho una palabra, pero que ella interpreta que lo que quisiera decir es “les fallé” o “me presionaron porque saben que podía dar el resultado y no lo di”. Lo que sí sabe es que su hija, y ella misma, quería seguir en el equipo de Ma Jin, pero que se sentía rebasada.
Entre ese 2014 y 2016 la carrera de Gabriela Agúndez se fue en picada, aunque entrenaba de sol a sol. El 21 de febrero de 2016, cuando en la Copa del Mundo de Río de Janeiro fue a buscar el pase para los Juegos Olímpicos en la prueba de plataforma individual, no lo logró porque terminó en la posición 10.
Guadalupe García habló por teléfono con Ma Jin. A cinco años de distancia aún trae sus palabras encajadas. La escuchó decir que Gabriela es muy talentosa, pero que es tan noble que raya en lo tonta.
“Yo le tenía tanto respeto a Ma Jin que quería que mi hija siguiera con ella. Ella no habla bien español, pero como pudo me dijo: ‘A mí tristeza, para ser exitosa ella también debe ser cabrona’. Me quedé callada. Gaby vino a pasar las vacaciones con nosotros y la vi normal, pero a finales de octubre estaba con mi esposo (Martín Agúndez) y sonó su teléfono. Se salió de la habitación para hablar con Gaby. Cuando regresó me dijo: ‘Me voy a México, voy por tu hija’.”
El desconsuelo invade a Guadalupe. Llora porque recuerda que Gabriela estaba sufriendo y en lugar de llamarla a ella buscó a su papá. Sabía que, si le contaba lo que le ocurría, la madre se aferraría a decirle ‘quédate allá, estás en el mejor equipo’.
Era tal la desesperación de Agúndez por salirse del equipo de Ma Jin que, como no había vuelos directos a La Paz, viajó a Guadalajara y en el aeropuerto se durmió esperando el avión que la llevaría a su casa. En cuanto entró sólo dijo: “No quiero saber nada de clavados ni del deporte, quiero dormir” y se encerró en su cuarto.
“Durmió una semana completa, si acaso comía y se volvía a acostar. Yo me salía a trabajar a las siete de la mañana y la dejaba dormida, regresaba por la noche y Gaby seguía dormida. Estaba desgastada emocional y físicamente”, cuenta.
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Hernández. Mentor y visionario
Los primeros años para Gaby fueron muy buenos, con armonía, tranquilidad, estaba en el equipo infantil y se protegían mucho entre todos. La entrenaba Pa Jin, uno de los chinos del equipo.
“Durante cuatro años fue todo en ascenso y fue maravilloso cuando con apenas 14 años clasificó a los Juegos Centroamericanos de Veracruz 2014. No pude acompañarla al selectivo, pero hablamos por teléfono y era la más feliz del mundo. Tiró un clavado hasta de nueves de calificación”, relata Guadalupe García.
Lo que parecía un lindo sueño terminó en terror nocturno. La expectativa de Ma Jin era que en los Centroamericanos Gabriela Agúndez ganara oro en la plataforma individual. Terminó en el tercer lugar.
“Me reprocho no haber ido con ella a esa competencia. No supe y hasta hoy no
Orozco. Dupla de Agúndez
AP Photo/Moises Castillo
Pasó esa semana y se levantó. “Voy a ir a pedirle una oportunidad al profe Yunieski. Lo que pueda hacer de clavados en mi casa lo voy a hacer con mucho amor”, le dijo Gabriela a sus padres. No importó que la relación con el cubano se había roto años atrás, cuando Guadalupe le informó que se llevaría a su hija a la Ciudad de México en busca de un mejor entrenamiento que potencializara su talento.
En la cabeza a Guadalupe resonaron las palabras que Yunieski Hernández le había dicho un día de 2015, cuando se lo encontró en una competencia en León: “¿Qué estás esperando para darle un descanso a esta niña?”. Cómo habrá visto el cubano a Gabriela Agúndez que se animó a hablar con la madre después de cinco años de no haber cruzado una palabra con ella.
Promesa
El cambio de ambiente favoreció a la clavadista. Entrenaba al máximo, igual que siempre, y los resultados internacionales volvieron de a poco. Estaba feliz viviendo en su casa y conviviendo con sus hermanos. Gabriela Agúndez volvió a sonreír.
“Yunieski creía en ella, era un entrenador visionario, soñador. Le dijo claramente: ‘No creas que vas a perder nivel, haremos una mancuerna e iremos a cada evento a ganar’. ¡Qué empedrado es el camino de la vida! Gaby estuvo con él sólo tres años, porque en 2019 a Yunieski le detectaron un tumor y murió un año después. Fue poco tiempo, pero de la mejor calidad. Él la ayudó a levantarse.”
Desde antes de que se enfermara, Hernández y el entrenador mexicano Iván Bautista, quien trabaja con Alejandro Orozco en Guadalajara, ya habían comenzado a prepararse para que sus pupilas hicieran el sincronizado rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Tenían algunos meses tirando cuando llegaron los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y ahí obtuvieron una medalla de plata. Apenas regresó a México, Gabriela corrió a ver a su entrenador para llevarle el metal. Yunieski Hernández ya había sido operado y estaba resistiendo el tratamiento.
“Aquí está plasmado nuestro trabajo”, le dijo la clavadista a su profe al tiempo que le enseñaba la medalla. “Vete a Guadalajara y trabaja el sincro, porque es nuestro sueño. Le voy a hablar a Iván para decirle que te dé un lugar en su equipo en lo que me recupero y yo te voy a alcanzar, porque vamos a ir juntos a Tokio”.
Yunieski Hernández ya era una vela que se apagaba.
TAEKWONDO
Una mancuerna perfecta
Moreno y Acosta. Dupla exitosa
Juan Moreno
“La suerte es muy pequeña en los deportes”, piensa Juan Moreno, entrenador méxico-estadunidense de Briseida Acosta, taekwondoista mexicana que buscará coronar una vida de esfuerzo, valentía y coraje en estos Juegos Olímpicos. En entrevista, Moreno explica su exitoso sistema de enseñanza, la relación que construye con sus deportistas y cómo paso a paso él y Acosta lograron derrotar a la mejor deportista de México: María Espinoza.
BEATRIZ PEREYRA
Las vidas de la taekwondoista mexicana Briseida Acosta y del entrenador méxico-estadunidense Juan Moreno se cruzaron en los tatamis del US Open 2019, en Las Vegas. La deportista viajó a esa competencia con sus propios medios y sin nadie que la acompañara en la silla de coach. Ni tantita pena sintió por ir a buscar a Marlene Ramírez, la esposa de Moreno, quien la preparó cuando la sinaloense participó en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2010, donde se colgó una medalla de bronce.
La propuesta fue así de simple: si Juan no tenía un atleta en la división de los pesos pesados, la misma en la que compite Briseida, ¿la podría ayudar en sus combates? Moreno no dudó y ahí nació una mancuerna tan perfecta que su actuación culminó con una presea dorada.
La sinaloense venció en esa final (1211) a la tres veces campeona mundial Bianca Walkden. Es la primera y única vez que Acosta la ha derrotado. Fueron dos contra una. Así de importante fue la fusión de la atleta y el entrenador.
“La ayudé pelea tras pelea y le ganó en la final a la número uno del mundo. Briseida peleó fabuloso. Para mí fue sólo una pelea más, pero para ella fue algo muy especial ganarle a alguien de ese nivel. Sintió mi energía y pasión y luego me dijo: ‘Quiero más de esto’. Vino a Miami, a mi escuela, y abrió los ojos por lo que vio. ‘Estoy lista para venir’, dijo. Ella es una mujer inteligente; sabía de mi reputación, de mi historia, de mi programa de trabajo y que soy un buen coach”, dice Juan Moreno.
Briseida Acosta, entonces, decidió dejar la concentración de la selección mexicana de taekwondo, donde también figura la multimedallista olímpica y mundial María Espinoza, quien era la apuesta de la Federación Mexicana de Taekwondo y de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) para llegar a Tokio 2020. Mientras María recibió toda la ayuda, a Acosta le dieron la espalda.
A partir de entonces, Peak Performance Taekwondo Academy se convirtió en su escuela y en su hogar. Con la ayuda de sus padres y algunos patrocinadores, Acosta se ha encargado de pagar los más de 4 mil dólares mensuales que cuesta el entrenamiento y el hospedaje.
Las comidas, servicios de fisiatría y cualquier otro gasto no incluido también corren por cuenta de la atleta, quien desde entonces está a la espera de que la Conade le reembolse ese dinero.
Al principio, Briseida Acosta llegó a hospedarse en la casa donde Juan Moreno vive
Miguel Dimayuga Meneses
Espinoza. Inspiración
con Marlene Ramírez, la hija de ambos y la madre del entrenador. Fue bienvenida como un miembro más de la familia. Después se mudó a la casa que comparte con otros alumnos de Juan que también salieron de sus países o ciudades con el objetivo de prepararse rumbo a los Juegos Olímpicos.
“También fui atleta y pobre. La gente hizo cosas por mí y yo lo devuelvo ahora. Cuando ella no tiene dinero o no puede pagar, yo puedo esperar uno o dos meses. Ella es buena, honesta y me dice: ‘Coach, no tengo’. Para que ella no se desconcentre, la ayudo. Cuando tiene dinero paga, y si no, no hago preguntas.”
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Tokio 2020. El objetivo
Juan Moreno es nieto de Ricardo Moreno, un regiomontano que se casó con una texana. Ambos procrearon a Juan Manuel Moreno, quien en los setenta partió de Texas para avecindarse en Chicago. Ahí, en 1975, nació el coach y también sus hermanos Carlos, Gina y Melissa. La falta de recursos les dio como opción vivir en las orillas de la ciudad, en un barrio de pandillas donde el tráfico de drogas era común entre jóvenes y adolescentes.
A Juan Moreno le dio por el deporte desde pequeño. Practicó de todo, pero el taekwondo lo cautivó a los nueve años. Por la televisión seguía las ligas profesionales de Estados Unidos, y siempre se imaginó siendo un gran deportista. El taekwondo le dio éxito y lo sacó de las calles.
Tenía 17 años cuando representó a Estados Unidos en Seúl 88. Se convirtió en medallista de plata. Para Barcelona 92 otra vez estuvo en la selección olímpica y se agenció otra presea de segundo lugar.
“Tuve suerte porque mi papá nos daba casa y comida. Muchos de mis amigos no tenían ni eso. Yo tenía dos o tres playeras, un par de zapatos, un pantalón, y tenía que cuidarlos porque no había para más. Donde yo vivía era peligroso. Tengo muchas historias de personas que fueron baleadas, mis amigos muertos. No me gusta hablar de eso, pero es verdad. Hubo muchas cosas malas y mucha gente muerta cerca de mí. Todos mis amigos estaban en pandillas.
“Tomé el camino del deporte y me hizo mejor que ellos. Me protegían, no me dejaban estar con ellos, me decían: ‘Vete a tu casa, tú sí tienes futuro’. Me protegieron especialmente cuando se acercaban mis primeros Juegos Olímpicos. Me convertí en alguien importante. He tenido una familia que me ha apoyado y eso es muy importante en el deporte. Hemos batallado, pero aprendí de ellos y soy afortunado”, narra el entrenador.
Tras haber participado en sus terceros Juegos Olímpicos en Sídney 2000, donde ya no subió al podio, Moreno se retiró como deportista, pero comenzó su camino como entrenador. Se mudó a Miami para abrir Peak Performance. Aprovechó su experiencia como taekwondoista y entró a una fase de capacitación y aprendizaje para subir al siguiente nivel: enseñar.
“No sólo es saber taekwondo, hay que saber cómo entrenar, cómo desarrollar al atleta, la preparación psicológica. Cinco o seis años después mi equipo se volvió muy fuerte en Estados Unidos y mis deportistas comenzaron a ir a torneos internacionales y luego a la selección nacional.
“Mi filosofía es entenderlos y desarrollar una relación personal para ayudarles a
llegar a sus metas, no a las mías. Es la filosofía de todos los deportes en Estados Unidos: siempre creer en que puedes ganar. Tengo mi propio sistema que me ha funcionado durante 20 años.
“Primero, tengo un plan, un sistema, un programa; ésta es la manera para triunfar. No es suerte ganar una medalla, tienes que ir por pasos para tener un éxito sostenido. Yo trabajo fuerte y creo mi propia suerte. La suerte es muy pequeña en los deportes. Dos: soy una persona de fe, creo en el karma, en que, si haces las cosas correctas, te irá bien. Si las haces mal, tomas un atajo o te aprovechas de alguien, te irá mal.” –Dice que la familia es muy importante, ¿cómo es su relación con Briseida Acosta? ¿Diría que usted se ha convertido en un padre para ella? –Cuando abrí mi escuela vinieron deportistas de Nueva York, Chicago y California a entrenar conmigo. Es una gran responsabilidad cuidarlos. No sólo entrenarlos, darles lo que requieren cuando se sienten solos y necesitan una familia. Lo he hecho durante años. En 2010 yo estaba empezando a salir con mi esposa cuando ella entrenaba a Briseida en la selección juvenil de México, así que cuando quiso venir a Miami, hablé con ella y su familia.
“Mi promesa fue que la iba a cuidar como si fuera mi propia hija. Una relación basada en la comunicación. No como un coach; como padre, hermano, como algo más importante. Ella sabe que si necesita algo, ahí estaré. Hemos creado una relación muy especial.
“No sólo porque eres un buen atleta significa que te voy a aceptar; me tengo que asegurar que somos parecidos, que nos entendemos. Empezamos a trabajar juntos, y como soy muy directo le dije lo que esperaba y también que me dejara hacer mi trabajo, y dijo: ‘sí, señor’. No me ha decepcionado ni una sola vez, es una atleta fabulosa.”
El primer objetivo
Como entrenador, Juan Moreno ha formado parte del staff de coaches de la selección olímpica de Estados Unidos en 2008, 2012 y 2016. También ha trabajado para los Comités Olímpicos de Grecia y de Brasil. Señala que cuando comenzó a entrenar a Briseida Acosta, lo hizo con la mentalidad de que la sinaloense sería capaz de vencer a María Espinoza para llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“Pienso que yo creía más en ella de lo que ella misma creía en sí misma. Yo veía lo que ella no veía. El primer paso era ganarle a María.”
Briseida Acosta tuvo que quitar del camino varias veces a la tres veces medallista olímpica. La primera ocasión la derrotó en la evaluación para asistir a los Juegos Panamericanos Lima 2019; después en el control interno para ganar su lugar en el Torneo Preolímpico de Costa Rica, donde consiguió el pase para Tokio 2020, y finalmente en la evaluación interna para ponerle su nombre a ese boleto olímpico.
Después de dos ciclos olímpicos de haberse quedado en la orilla, y más de 10 años de carrera en el taekwondo, donde siempre estuvo a la sombra de María Espinoza, Acosta por fin logró lo impensable: ganarle a quien es considerada la mejor deportista mexicana y alcanzar sus primeros Juegos Olímpicos.
“María claro que es la más grande estrella, no sólo del taekwondo, sino de todo el deporte de México. Soy un gran fan de ella y sabía que era un reto enorme ganarle, pero ahora es el momento de Briseida. Mucha gente dice que es difícil lo que ella hace porque no es alta, no es flexible, no es superrápida.
“Para mí, ella es muy dura, patea muy fuerte. Cuando entra al área es muy diferente: es explosiva, tiene gran concentración, tiene mucho coraje, es valiente. Son un montón de cosas juntas que la vuelven una rival difícil de vencer. Desde que Briseida está conmigo, cree y tiene confianza. Tiene la idea estadunidense de saber que puede ganar.” –¿Qué posibilidades tiene de ganar una medalla? –Definitivamente, es posible. ¿Es difícil?, sí; esto es Juegos Olímpicos. Ella es capaz de lograrlo. A algunas de las taekwondoista que enfrentará les ha ganado aquí y allá. –¿Qué significaría para usted que Briseida Acosta gane una medalla para México? –Tener la oportunidad de apoyar a una deportista mexicana me enchina la piel. Es mucho orgullo para mí, por mi abuelo que fue una persona importante y por mi papá que tiene sangre mexicana. Me emociona representar al país de mi familia y llevar la bandera de México en mi pecho. Quiero ayudar a Briseida a alcanzar su sueño, que es subir al podio. Estoy muy orgulloso de ella.
“Dos semanas antes de que peleara contra María, hablé con Briseida; vinieron sus papás y sus hermanos. Los veía y les dije: estoy tan orgulloso y emocionado de ser capaz de darles este momento de felicidad. Ahora juntos podemos ser parte de algo muy grande. Que suba al podio me daría felicidad por México, por Briseida, por su familia, y ten la seguridad de que cuando eso pase voy a llorar como un bebé.”