La imagen como lugar inhabitable: la fotografía como reivindicación de un territorio indeterminado Belén Zahera, Londres 2012
Respecto a la naturaleza del medio fotográfico, surgen dos circunstancias que conviene analizar. Su relevancia reside en que ambas dejan entrever un tipo específico de relación con la fotografía, y, por tanto, una posición contemporánea desde la que hablar, hacer y pensar la producción de imágenes. En primer lugar, la democratización de la fotografía, su instantaneidad y los modos de su distribución han contribuido a transformar el mundo en imagen, y de esta forma, a percibir el rastro fotográfico en todas partes. Lo importante aquí no es ya el análisis de una realidad constituida por imágenes sino el ser susceptible de ejercer indistintamente de productor, manipulador, consumidor o transmisor de ellas. Por otro lado, cuando se piensa en fotografía uno se encuentra siempre ante la incómoda sospecha de su no existencia, de que ella no es, en sí, ni un algo determinado ni un concepto, sino un constante indicio de algo que nada tiene que ver con ella en sí. Esta no identificación de la fotografía consigo misma es el origen de numerosos debates en relación al medio, a su ser, pero también puede ser el punto de partida para pensar y hacer fotografía de otro modo. Lejos del escepticismo que estos dos problemas —la borrosidad de roles debido a su constante presencia y su aparente carencia de ontología— pudieran acarrear, esta situación no hace más que demostrar que la fotografía es, en la actualidad, tierra de todos y de nadie y que, por ello, constituye un espacio incierto pero también común para la aparición de discursos y para la producción de significados. 78