L a rebelión de horus ensayo

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BENIGNO BENAVIDES NIETO

LA REBELIÓN DE HORUS O EL TRINAR DEL PAJARITO

2012


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BENIGNO BENAVIDES NIETO

LA REBELIÓN DE HORUS O EL TRINAR DEL PAJARITO

2012


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ÍNDICE


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A modo de introducción

El Relativismo Cultural es la idea que los sistemas morales o éticos, varían de una cultura a

otra cultura; otros afirman que son todos

igualmente válidos, y ningún sistema es en realidad “mejor” que otro. Está sustentado en la idea de que no existe ningún estándar definitivo del bien y del mal, así, que cualquier juicio acerca del bien y del mal es un producto de la sociedad. Por lo tanto, cualquier opinión sobre la moralidad o ética está sujeta a la perspectiva cultural de cada persona. Finalmente, esto significa que ningún sistema (incluye el político) moral o ético puede ser considerado como el “mejor” o el “peor,” ninguna posición particular moral o ética puede realmente ser considerada “buena” o “mala”. La sociedad por naturaleza es caótica, no es un sistema lineal determinístico, por su dinámica cae el campo de los eventos probabilísticos.

En general, todas las sociedades del mundo, se encuentran en estado caótico (la sociedad árabe no escapa a esta condición) cuando a la vista vulgar hay un orden particular estructurado en el modo en que éste cambia como un todo, pero la conducta futura de sus componentes individuales es completamente impredecible. El caos como el relativismo cultural es fenómeno natural y como tal, no es bueno ni malo, pero subyace en la dinámica de las relaciones sociales, el caos es un modo en que las cosas (las sociedades) cambian, el caos nunca desaparecerá, porque es


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parte integrante de la realidad, en otras palabras, no hay orden absoluto ni caos absoluto, todo es relativo, incluyendo los sistemas sociales, todo subyace en una unidad, es la dialéctica de la práxis social.

La cultura árabe no escapa al relativismo cultural y caos, no sólo en política, religión, no sólo los regímenes autoritarios árabes caen o ven sacudidos sus cimientos, también ocurre lo mismo con muchas falacias relacionadas con el mundo árabe. Durante décadas esos regímenes han manipulado el apoyo occidental utilizando la amenaza del fundamentalismo islámico: Esos islamistas provocarán otro Irán << para poner en jaque al mundo occidental incluyendo a Israel>>. El tímido y temeroso Occidente aceptó de modo irreflexivo el razonamiento: “Más vale diablo conocido que diablo por conocer”.

Las calles árabes <<en Túnez y Egipto>> acaban de poner de manifiesto la falsedad de semejante afirmación al tiempo que ofrecen su propia alternativa. Quienes fueron marginados durante años han alzado ahora su voz y han sorprendido a casi todo el mundo, incluidos ante todos los islamistas. Son muchos los mensajes pregonados por la revolución popular de los millones de tunecinos y egipcios.

La mayoría de los

ciudadanos árabes jóvenes están hartos del status quo y de cualquier posible futuro guiado por la religión. El Islamismo radical < teocrático> como elemento cultural general fracasa cuando es examinado desde una


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perspectiva puramente lógica, sea en la misma cultura musulmana o en los fundamentalismos occidentales. La premisa básica es que “la verdad es relativa.” Si cada afirmación de la verdad es válida, entonces la afirmación “algunas verdades son absolutas” tiene que ser válida. La afirmación “no existen verdades absolutas” es acertada, de acuerdo al relativismo – pero es una verdad absoluta por sí misma, yo no se trata de actos de fe ciega, el Ojo Horus, como talismán mágico estatal está abriendo los ojos a los géneros, ya no se trata de gobierno de Dioses terrenales, < esos son falsos dioses >, pero tampoco de faraones eternos con el poder, negando toda participación al relevo generacional. Estas contradicen el concepto mismo de relativismo, lo que significa que el relativismo cultural es auto-contradictorio e imposible. La juventud musulmana, ya no esconden tras peticiones a corto plazo, quieren cambiar los sistemas políticos

de inmediato, están

plenamente convencidos del rol histórico y del compromiso con su país y su cultura; pero tampoco al estilo occidental, solamente se evidencia que las cultural se están solapando en eventos comunes como es la participación en el sistema político – económico- social, como es la democracia plena en todo sus estamentos. La contradicción del relativismo cultural se hace inmediatamente aparente. Una sociedad que abrace la idea de que no existe ningún “bien” o “mal” definitivo, pierde la habilidad para juzgar de un todo. La manera en


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la cual el relativismo, incluyendo el relativismo cultural, ha perneado a la sociedad árabe, se demuestra en las maneras extrañas en que trata de lidiar con esta contradicción. La “tolerancia” ha pasado a implicar el apoyo incondicional y consentimiento con todas las opiniones o estilos de vida. Sin embargo, aquellos que eligen ser “intolerantes” no son apoyados ni admitidos. La tolerancia, por lo tanto, se convierte en un “bien absoluto” por sí mismo, son muchos los mensajes pregonados por la revolución popular de los millones de tunecinos y egipcios, la tolerancia tiende a un límite y todo influjo tiene su reflujo son eventos matemáticos y físicos, pero se evidencia en los hechos sociales, esa es la paradoja de la dialéctica de la “Primavera Egipcia”. El Faraón de Egipto

El faraón era el rey de Egipto, y existieron muchísimos a lo largo de toda su civilización. Estuvieron repartidos en treinta dinastías o familias reinantes, sucediéndose desde el inicio de su historia hacia el año 3100 a.C.,

hasta

la

llegada

de

los

griegos

en

el

año

332

a.C.

Pero no todos los faraones fueron tan famosos como Ramsés II o Tutankhamón. Algunos reyes fueron olvidados. ¿Qué significa la palabra faraón?

Es sencillo. El faraón residía en un espléndido palacio o per-aa, es decir, "casa grande". Y de ese modo se le llamaba faraón.


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El Faraón y su Poder El faraón tenía gran poder y fortuna, pero también muchas responsabilidades. Era jefe del gobierno, jefe del ejército y jefe religioso. Como gobernante dictaba las leyes debiendo guardar el maat (armonía y orden) y la vigilancia del Ojo de Horus, manteniendo unidas las tierras de Egipto. Por eso se le llamaba "Señor de las Dos Tierras" (Alto y Bajo Egipto). Contaba con un gran número de ministros y funcionarios para poder gobernar el país. Tenía un visir, que era una especie de presidente del gobierno, y siempre estaba junto al faraón. El resto de asistentes lo formaban los consejeros, escribas y gobernantes de las provincias o nomos, así conocidos como monarcas. Como jefe del ejército, los faraones eran entrenados como guerreros y dirigían el ejército egipcio en las batallas. Aprendía a manejar las armas desde niño. Practicaba el tiro con arco en las cacerías de leones por el desierto. Como jefe religioso, tenía el deber de construir templos para hacer en ellos ofrendas a los dioses. Realizaba multitud de ceremonias para solicitar el favor de los dioses, por ejemplo, para pedir que la crecida del Nilo fuese beneficiosa y fertilizara las tierras. Contaba con la ayuda de los sacerdotes.


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Dios-rey

Fue considerado como un dios viviente. Como gobernante se le igualaba al dios real Horus. A veces se le consideraba como Ra, dios del sol. Y después de su muerte se identificaba con Osiris, dios de los muertos.

Un faraón podía tener varias esposas, pero solamente una era la que reinaba junto a él. Así la reina reciba el nombre de "Gran Esposa". A veces se casaban con su propia hermana para fortalecer su acceso al trono, imitando a los dioses que igualmente se casaban entre hermanos. La sucesión de los faraones venía generalmente de padres a hijos. La Rebelión de Horus o el Efecto Magreb El Ojo de Horus, o Udyat "el que está completo", fue un símbolo de características mágicas, protectoras, purificadoras, sanadoras, símbolo solar que encarnaba el orden, lo imperturbado, es el estado perfecto. El Udyat es un símbolo de estabilidad Cósmico-Estatal, es el cambio. La rebelión popular en Túnez que acabó con el régimen autocrático de Ben Alí, el efecto lo está viviendo la vecina Egipto, tierra de faraones, mitos y misterios; la mirada de Horus está latente, en su percepción y óptica de lo que ve es cambio, purificación, el faraón traicionó a su pueblo y con ello la estabilidad del Estado en peligro. Tras las violentas protestas


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populares contra el presidente Hosni Mubarak, los hijos de Horus reclaman participación, democracia al estilo occidental. Una perspectiva que, igualmente, parece ampliarse en el contexto de sus vecinos, ¿Libia, Siria, Marruecos? ¿Será el verdadero cambio la “primavera árabe”? ¿Qué rol jugará el Islam Político en el cambio? él fenómeno es similar a una reacción

en

cadena,

con

liberación

de

grandes

energías

y

transformaciones, es el renacer de la “primavera árabe”. “No importa que destruyan las flores, porque siempre habrá una primavera, un renacer y nuevas flores tendremos”. Ubicación geográfica El Magreb está limitado por el mar Mediterráneo al Norte, el océano Atlántico al Oeste y el desierto del Sáhara al sur. La gran cordillera del Atlas se extiende por su zona occidental. Es una región de clima mediterráneo, con un índice reducido de precipitaciones, salvo en las zonas montañosas. En la antigüedad se dividía en tres partes de oriente a poniente: Al-Magrib al-Adnâ que comprendía desde Trípoli hasta Bugía, alMagrib al-Awsat que abarcaba desde Bugía hasta los Montes Taza y el Magrib lejano que iba desde los Montes Taza hasta el Atlántico. Con las protestas en Argelia e, incluso, hacia el área mediterránea, como son los casos de Albania y Líbano.


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Aparece el cisne negro, en el escenario El escenario actual afianza la posibilidad de que el mundo árabe esté a las puertas de una verdadera revolución democrática contra regímenes autocráticos, ¿Es posible una revolución democrática en un país árabe como Egipto?; evento casi imposible en la cultura árabe, hablar de democracia al estilo occidental, el término no existe en la lengua árabe, aparece un cisne negro en el escenario, según el empirista lógico Taleb. Algo nunca pensado en la cultura árabe, ¡democracia! Todo impulsado bajo un contexto de crisis económica y gobiernos dictatoriales. Parece ser que Horus que era hijo de Osiris, el dios que fue asesinado por su propio hermano Seth. Horus mantuvo una serie de encarnizados combates contra Seth, para vengar a su padre. En el transcurso de estas luchas los contendientes sufrieron múltiples heridas y algunas pérdidas vitales, como la mutilación del ojo izquierdo de Horus. Pero, gracias a la intervención de Thot, el Ojo de Horus fue sustituido por el Udyat, para que el dios pudiera recuperar la vista. Este ojo era especial y estaba dotado de cualidades mágicas. En tiempos modernos, las profecías de Horus se están cumpliendo el MUNDO ARABE ESTA DESPERTANDO, ESTAN RECUPERANDO LA VISTA (LOS OJOS MUTILADOS POR LA DICTADURA DE DE MUBARAK

EN

EGIPTO,

SUS

HIJOS

ESTAN

NUEVAMENTE

BUSCANDO ESA ESTABILIDAD COSMICA ESTATAL, COMO ES LA


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DEMOCRACIA). Sin gerencia de grandes potencias estos alzamientos populares, solamente manejan la tecnología moderna como son LAS REDES SOCIALES en sus manos LO ÚNICO QUE TIENEN ES UN TELEFONO CELULAR Y EL CIBERESPACIO << es el territorio de la nueva Geopolítica del Siglo XXI>>. El impacto de las nuevas tecnologías de la información en el Magreb como catalizadores de las protestas y el descontento social, especialmente a través de las redes sociales como Twitter << el Trinar del Pajarito llamando libertad >>. En Túnez, más de cuatro millones de usuarios de internet en un país de poco más de 10 millones de habitantes, lograron movilizar las protestas y provocar la caída de un régimen autocrático. En Egipto sucedió igual, de allí la inmediata supresión del servicio del twitter por parte de las autoridades egipcias una vez comenzaran las protestas, pero El Trinar del Pajarito seguía trinando, pidiendo libertad, participación, era la juventud revelándose, contra un faraón moderno, eternizado en el poder. En enero se vivieron fuertes enfrentamientos entre manifestantes y policías en Egipto, un país que acudirá a finales de 2011 a elecciones presidenciales donde el régimen autocrático de Hosni Mubarak, en el poder desde 1981, intentará perpetuarse en la figura de su hijo Gamel Mubarak, tan igual como los Faraones antiguos, el poder se hereda.


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El caso de Egipto resulta estratégicamente importante para Occidente, por constituir un aliado tradicional de EEUU en el mundo árabe y el Magreb, en especial en materia de lucha contra el yihadismo islamista y el terrorismo. Las protestas en El Cairo preocupan en Washington y en Europa, en especial a la Unión Europea, por tenerla al frente, al otro lado del mediterráneo, en especial ante la perspectiva de que el régimen de Mubarak siga el ejemplo de su vecino tunecino Ben Alí. El Presidente Barack Obama ha intentando desmarcarse de su irrestricto apoyo a Mubarak, pidiendo al gobierno egipcio que no responda con violencia a las protestas y que atienda las demandas sociales de reformas

políticas

democráticas

y

de

asistencia

económica.

Una

perspectiva similar a la manifestada por Obama en uno de sus Discursos del Estado a la Unión Americana coincidiendo con los

protestantes

egipcios. En ese discurso, Obama saludó la “revolución democrática” en Túnez, un anuncio que seguramente no debió de agradar a Mubarak y las elites egipcias. En determinados contextos, el autoritarismo oficial y la deficiencia de libertades políticas y de perspectivas de progreso profesional son factores que estimarían los niveles de frustración en las sociedades árabes, la Rebelión de Horus está presente. Horus,

como

talismán

simboliza

la

salud,

la

indestructibilidad del cuerpo y la capacidad de renacer.

El Ojo de

prosperidad,

la


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En el contexto de crisis económica, desempleo y frustración (los Egipcios actuales están protegidos por el Ojo de Horus) amenazan con un contagio regional y una crisis de estabilidad sumamente preocupante para Occidente, cómplice de estos regímenes autocráticos a través de una visión geopolítica y estratégica que parece ir derrumbándose poco a poco. La Revolución Democrática del Magreb, ha cambiado la atmósfera política en el mundo árabe y mediterráneo, lo cual obligará a la Unión Europea y EEUU ha modificar substancialmente sus pautas de relación con un mundo árabe en cambio político. El ciudadano común árabe sigue acusando a Occidente

de

complicidad

con

sus

autocráticos

regímenes,

una

perspectiva que obligará irremediablemente a atender las demandas de cambio que piden estas sociedades. El Ojo de Horus es tu protección, Osiris, Señor de los Occidentales, constituye una salvaguarda para ti: rechaza a todos tus enemigos, todos tus enemigos son apartados de ti.

La nueva ola: La revolución democrática árabe El escenario actual afianza la posibilidad de que el mundo árabe esté a las puertas de una verdadera revolución democrática contra regímenes autocráticos, impulsadas bajo un contexto de crisis económica y gobiernos dictatoriales. El Efecto en el Magreb, no se detiene, ayer fue Túnez, hoy es Egipto; Siria y Libia en guerra civil ¿Quién será mañana? Jordania, Marruecos.

La rebelión popular en Túnez que acabó con el

régimen autocrático de Ben Alí, el efecto lo está viviendo la vecina Egipto,


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tras las violentas protestas populares contra el presidente Hosni Mubarak. Estaba anunciado desde hace años, era el rumor

de la calle, se

hablaba de sus posibles y temibles consecuencias. El detonante, Túnez, siguiendo el ejemplo de esa generación que nació bajo el régimen de Ben Alí, es la misma generación que nació con el “Faraón Mubarak” a la muerte de Sadat; una juventud deprimida, sin oportunidades, sin bolsa de trabajo y con la corrupción a la máxima expresión que es típica del autoritarismo. ¿Qué se esperaba?, una reacción en cadena de jóvenes profesionales y universitarios reclamando participación, espacio en la vida política social y económica... y ¡por fin ya está aquí! Puede no ser inminente, quizás las manifestaciones callejeras sean sólo el primer asalto, pero el inevitable relevo de Mubarak en la presidencia hará inevitable la adopción de cambios importantes. La Juventud se alza, pidiendo más libertades Las grandes manifestaciones en Egipto eran convocadas por Mubarak, en la Plaza Tahrir (Plaza de la República), entre ellas manifestaciones contra la Guerra de Irak en 2003, la Guerra del Golfo en 1991, hoy en el convocante es otro. Jóvenes que aspiran a elecciones presidenciales auténticas, No la pantomima democrática que ha vivido siempre Egipto, elecciones arregladas y a la medida de cualquier autoritarismo ya conocido. En enero se vivieron fuertes enfrentamientos entre manifestantes y policías en Egipto, un país que acudirá a finales de


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2011 a elecciones presidenciales donde el régimen autocrático de Hosni Mubarak, en el poder desde 1981, intentará perpetuarse en la figura de su hijo Gamel Mubarak

<<nepotismo en cadena el heredero del trono, el

poder se hereda por sangre, igual que los antiguos faraones>>,

con la

complicidad de de las grandes potencias cuidando sus intereses económicos y armamentistas. Son los egipcios los que se han echado a la calle y serán los mandos militares y policiales, en paralelo a lo ocurrido en Túnez, los que en breve tendrán que adoptar decisiones fundamentales. Pueden abrir el camino hacia una dictadura más agresiva o sumarse a los manifestantes y garantizar unas elecciones limpias. De lo que no tenemos duda es de que hay una importante presencia islamista entre los manifestantes, los Hermanos Musulmanes se están movilizando para derribar el régimen y acceder al poder.

Para Israel, un giro hacia el

islamismo radical muy parecido a la teocracia Iraní << el cual creo que no se dé, por ello,

el apoyo del gobierno judío a Mubarak>> en Egipto

trasformaría la crisis de Oriente Medio, acabando con cualquier expectativa de una salida negociada. La estrategia seguida por Hamás en el campo palestino, bloqueando el proceso de paz y negando a Israel el derecho a existir, habría logrado ganar el tiempo necesario para que el equilibrio regional se modificara en un sentido favorable para sus intereses.


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De la diplomacia de la hipocresía a la prudencia y al respeto La buena noticia es que Unidos de América (EEUU),

La Unión Europea

(UE) y los Estados

criticaban con escandalosa hipocresía,

la

diplomacia que se ha venido ejecutando de corte realistas estructural, imponer orden al periferia, para jugar a la nueva geopolítica, tan igual como sucedió con la caída del Muro de Berlín,

estableciendo la

unipolaridad lateral americana, cínicos y antioccidentales, todos juntos han colaborado en crear los monstruos que ahora, les indigna; pero les son útiles, en el mundo de los intereses petroleros y el control energético en el mundo. Se puede estar, ante una coyuntura propicia para establecer una política común de europeos y norteamericanos ante el mundo árabe, con prudencia y respeto, que tenga la defensa de los derechos humanos, el combate contra la corrupción y la promoción del desarrollo social y económico como objetivos fundamentales. Esta circunstancia no siempre se da y cuando se da, obvio es decirlo, no siempre se aprovecha. Se inicia un nuevo ciclo geopolítico y diplomático en buena parte del mundo árabe. El Trinar del pajarito:

Las redes sociales

El discurso de Hosni Mubarak desconcertó a una oposición que esperaba un desenlace distinto. Desde su cuenta de Twitter (Trinar del Pajarito), Mohamed el Baradei fue contundente: "Egipto va a explotar. El discurso de Hosni Mubarak desconcertó a una oposición que esperaba un


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desenlace distinto. Desde su cuenta de Twitter, Mohamed el Baradei fue contundente: "Egipto va a explotar. El Ejército debe salvar al país ahora", escribió el premio Nobel de la Paz y ex director del Organismo Internacional de la Energía Atómica poco después de que el presidente egipcio pronunciara su alocución y la plaza de la Liberación estallara en ira. Los Hermanos Musulmanes << la antigua teocracia egipcia a la que Nasser liquido en su momento histórico >>, el movimiento opositor más organizado, optaron por guardar silencio. Su portavoz, Isam al Arian, dijo a las agencias periodísticas del mundo, que se pronunciará oficialmente. Pero nunca se manifestó. Horas antes, el Ejército había anunciado que respaldaba las propuestas de los manifestantes, lo que alentó las esperanzas de los opositores. Para entonces, los diferentes grupos habían dado el paso de reunirse con todos los movimientos juveniles y aunar esfuerzos para presionar al régimen y pedir el fin de la era Mubarak. "Somos un bloque, islamistas, izquierdistas, estudiantes. Somos uno. Queremos un Gobierno temporal que disuelva el Parlamento y unas elecciones libres que nos permitan ser de verdad partidos políticos, porque ahora ninguno de nosotros es un auténtico partido político", señalaba el ex parlamentario de los Hermanos Musulmanes Mohamed el Beltegy.


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El político consideraba que el papel del Ejército debería ser "en cualquier caso, el de tomar el control solo el tiempo necesario para devolver el poder al pueblo". Aun así no se atrevía a decir con rotundidad lo que podría ocurrir tras la declaración de las Fuerzas Armadas. De la misma opinión era el líder de la Asamblea Nacional para el Cambio, Mohamed Aboulghar. "Conocemos la historia de nuestro Ejército. El pueblo no debe temer lo que venga de ellos. Estoy seguro de que si Mubarak se va hoy, ellos tomarán el poder como parte de un Gobierno conjunto en el que tendrán que participar al menos uno o dos miembros independientes de la sociedad civil". Solo así, explicaba, sería posible iniciar una transición que esté respaldada por todos. "Vivir sin despotismo es el futuro de este país y se están sentando las bases para que eso pueda ser llevado a cabo", concluía Aboulghar, profesor de Medicina de la Universidad de El Cairo. La mayoría de los líderes se debatían

entre sus deseos y sus

expectativas. Resultaba difícil aventurar los que ocurriría pero la mayoría apostaba por una transición ordenada con el respaldo de la milicia. El líder del movimiento Kifaya (Basta), George Isaak, uno de los principales líderes opositores al régimen en los últimos años, manifestaba sin embargo sus dudas sobre la posición final de los militares: "Tengo mucho miedo de lo que pueda ocurrir hoy. Sé que esta noche << Trinaban de noche con sus teléfonos, aprovechando el satélite habilitado por las redes sociales, una forma de colaboración de occidente >> sabremos algo, pero


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me da miedo pensar qué puede ser", eran expresiones del común en las calles egipcias. Para el momento se habían producido, según explicaba el miembro de los Hermanos Musulmanes Mohamed el Beltegy, "dos negociaciones paralelas". El político afirmaba que sería difícil ver la confluencia de dichas negociaciones. Además, consideraba que el vicepresidente, Omar Suleimán, había estado intentando solo ganar tiempo. "Es el momento de tomar decisiones y la primera debe ser que el presidente Mubarak se vaya". Pero eso sería, según el ex parlamentario Osama el Ghazaly, solo el primer paso del cambio. El activista, en contacto permanente con el líder opositor Mohamed el Baradei, señalaba: "Puedo afirmar tanto en mi nombre como en el suyo que la salida de Mubarak debe ser solo un principio para el fin de un régimen corrupto desde la cabeza hasta la cola. No estamos hablando de personas, sino de un régimen que debe ser eliminado por completo". El propio El Baradei detalló

su plan de sucesión a un diario

austriaco Die Presse, informa France Presse: un triunvirato presidencial y un Gobierno provisional de unidad hasta la convocatoria de elecciones. "El líder del régimen debe dejar lugar a un consejo presidencial formado por tres personas y un Gobierno de unidad nacional compuesto por expertos creíbles", declara el premio Nobel de la Paz, que propone "elecciones


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libres y democráticas" tras "un periodo transitorio de un año", durante el cual se redactaría una "Constitución transitoria. El “faraón” se separa del poder La revolución egipcia, había logrado su primer objetivo. El presidente, “el faraón Mubarak”, había abandonado el cargo que ocupaba desde 1981 después de 30 años y 18 días de protestas. El vicepresidente del país, Omar Suleimán, ha anunciado que el rais deja el poder en manos del Ejército. Sus palabras han desatado la euforia en la plaza de la Liberación de El Cairo, donde centenares de miles de personas pedían desde el 25 de enero la caída del hombre que ha dirigido durante tres décadas al país más poblado del mundo árabe. El clamor popular ha sido irremediablemente escuchado. La multitud congregada en el centro de El Cairo había decidido ignorar el llamamiento del Ejército, esa mañana, para que desistiera de la protesta. A cambio, decían, sus demandas serían atendidas. Los manifestantes, han redoblado entonces sus esfuerzos para que el dictador abandonara el poder. La plaza de la Liberación de la capital egipcia se había convertido en una olla a presión cargada de frustración popular porque ayer “el faraón Mubarak” negó las palabras que todos esperaban. Primero han sido los rumores, confirmados horas después por un portavoz del partido oficial, de que el rais había abandonado la capital egipcia para poner rumbo junto a su familia hacia la localidad turística de


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Sharm el Sheij (este del país, junto al mar Rojo). El siguiente paso ha sido el anuncio de la televisión estatal, cuya sede había sido rodeada por los manifestantes, de que iba a emitir un importante comunicado. Minutos después, tres helicópteros militares han llegado al palacio presidencial, igualmente cercado por la multitud. Y finalmente Suleimán ha pronunciado las palabras que los egipcios querían oír. "El presidente Mohamed Hosni Mubarak ha decidido renunciar a su cargo de presidente de la República y ha encargado al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas administrar los asuntos del país". Ha sido la única frase del vicepresidente. En los militares está la clave El mensaje -al fin uno inequívoco- sitúa al Ejército como actor clave en el proceso político que se abre. El siguiente paso podría ser un nuevo comunicado del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas anunciando la revocación del Gobierno en pleno y la disolución de las dos cámaras parlamentarias, según la televisión Al Arabiya. La cadena ha añadido que la intención de los militares es dejar el poder en manos de la Corte Constitucional y que todo eso lo anunciarán en los medios oficiales. De momento, en su primera aparición en la televisión estatal tras la marcha del rais, el portavoz del consejo militar ha señalado que "no hay alternativa a la legitimidad popular" y ha anunciado que en breve


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concretaran las primeras medidas políticas, posiblemente una enmienda constitucional. La salida de Mubarak ha llegado horas después de un decepcionante comunicado de los militares, reunidos con el ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantaui, a la cabeza. Los generales exigían en torno al mediodía el fin de las protestas para recuperar la normalidad en el país. También se comprometían a levantar el estado de emergencia, una de las exigencias clave de la oposición, siempre y cuando los manifestantes regresasen a sus casas. Tras comprobar que el Ejército continuaba en la calculada ambigüedad que ha mantenido en los 18 días de protestas, el imán de la mezquita de Tahrir aprovechaba el sermón de la oración del viernes para reclamar

a

los

manifestantes

que

se

mantuvieran

"firmes"

y

perseverantes en sus demandas. También animaba a "celebrar el triunfo de la dignidad". La plaza, abarrotada con centenares de miles de personas, prorrumpía en gritos de "fuera, fuera", el mensaje más repetido desde que se iniciaron las revueltas. Ríos de gente ocupaban no solo la plaza que ha servido de emblema a la protesta, sino todas las calles del centro de El Cairo. También las de otras localidades como Alejandría o Suez. Nada que no fuera la dimisión del rais les contentaría. La renuncia ha aliviado así una situación que no paraba de tensarse con cada hora en la que Mubarak decidía continuar aferrado al poder . El


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líder opositor Mohamed el Baradei ha celebrado la dimisión a través de su twitter <<El Trinar del Pajarito, pidiendo libertad y participación>>: "El país ya está libre". "Este es el mejor día de mi vida", se ha emocionado. Los Hermanos Musulmanes <<partidarios de la Teocracia Islámica>>, considerados la principal fuerza opositora, han felicitado a los egipcios por lograr "la principal meta de la revolución". "Saludo al pueblo egipcio y sus mártires. Este es el día de la victoria para el pueblo egipcio", ha dicho un dirigente de la organización a Reuters. El Tesoro “del faraón Mubarak” estaba en Suiza Es también un respiro para la comunidad internacional. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha hecho un llamamiento inmediato a una "transición ordenada a la democracia", con elecciones "libres y limpias", mientras Israel ha dicho que espera que esa transición "sin sobresaltos". En EE UU, el país que más claramente había apostado por la marcha de Mubarak en los últimos días -tanto como lo sostuvo en el poder en los 30 años anteriores- el vicepresidente, Joseph Biden, ha dicho que el cambio emprendido por Egipto tiene que ser "irreversible". Se espera en las próximas horas una comparecencia del presidente estadounidense, Barack Obama. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha asegurado que la organización que dirige está lista para ayudar a Egipto a transitar hacia la democracia.


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En Zúrich, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Suiza, Lars Knuchel, ha anunciado la congelación de los activos que Mubarak tiene en el país. El Tesoro del faraón está en tumbas y bóvedas bancarias, no está en el Valle de los Reyes, como suele ser según la historia. La medida se ha aplicado de manera inmediata y será de aplicación durante los tres próximos años. Knuchel no ha aclarado de cuánto dinero se trata, pero sí ha dicho que la medida podría extenderse a otros fondos relacionados con el ex presidente egipcio. Se trata de una actuación similar a la que siguió a la caída de Zine al Abidine Ben Alí en Túnez. Las redes sociales se manifiestan, sobre todo, El Trinar del Pajarito, sigue trinando en busca de libertad, participación y democracia a gran escala, esa es la nueva ola del Mundo Árabe, sin fundamentalismo teocrático, pero con democracia verdadera, es el Efecto Magreb. En el movimiento

25 de Enero, el Islam Político el gran ausente

Las movilizaciones políticas que sacudieron a Egipto desde el 25 de enero del 2011 y cuyo epicentro estuvo situado en la plaza de Tahrir en el centro del Cairo, pero que de ningún modo estuvieron confinadas a ella, vieron un caudal humano como pocas veces se ha visto movilizarse en ese país. Esas multitudes representaban a prácticamente todos los sectores de la sociedad egipcia. Sin embargo, el sector más organizado de la sociedad egipcia, el Islam Político, estuvo sorpresivamente ausente de las movilizaciones del 25 de Enero, para posteriormente jugar un rol


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totalmente secundario, pese a que los medios internacionales agitaron constantemente el cuco del “fundamentalismo” como la mano oculta detrás de las protestas. Las movilizaciones del 25 de Enero, en realidad, respondieron a una presión social que se venía acumulando en el seno de la sociedad egipcia de la cual los Hermanos Musulmanes, por su propia naturaleza, no podían ser una expresión central. Dice Ali Mohamed Kadri (Líder opositor de Mubarak y crítico sectario del gobierno ): Los detonantes de la movilización de masas fueron “la frustración ante el presente, las enormes desigualdades del ingreso en la sociedad, la pérdida y erosión progresiva de los escasos derechos existentes, la manera en que los ricos se enriquecieron y los pobres se empobrecieron… la manera en que durante tres décadas el crecimiento económico promedio fue de un 5% y sin embargo, una tercera parte de los niños sufren de desnutrición. Obviamente, los Hermanos Musulmanes, aparte de entregar ciertos servicios básicos, no tienen respuesta para ninguno de estos asuntos. Acá no se trata de intervención divina”. Pero finalmente, advierte Mohammed, los Hermanos Musulmanes aparecieron en Tahrir en un momento crucial, cuando el destino de Mubarak estaba por definirse: “Los Hermanos Musulmanes contribuyeron a la Revolución en Egipto poniendo a su gente para los combates callejeros del 2 de Febrero, cuando la plaza de Tahrir fue atacada por los matones a


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sueldo de Mubarak. ¿Por qué se decidieron a participar en ese momento? Porque vieron que Mubarak estaba debilitándose y que ellos podían ser el próximo gobierno. En el pasado, se habían entrevistado con Condolezza Rice, entonces Secretaria de Estado de los EEUU, en el 2004, habían prometido que respetarían el libre comercio y la paz con Israel si alguna vez llegaban al poder. En ese sentido podemos decir que, de alguna manera, eran un Plan B para los EEUU. Pero el régimen de Mubarak los miraba con desconfianza desde el primer momento, sobre todo a sus brazos paramilitares. Cuando estas pandillas paramilitares comenzaron a inquietarlo, Mubarak las aplastó y luego los pasó por cortes marciales en 1995. Luego, los Hermanos Musulmanes pasaron los tres años siguientes tratando de ponerse a las buenas con el gobierno, y tras el fracaso de sus llamados a la reconciliación, se pasaron a la oposición. Con el paso de una década comprobaron que la oposición se estaba fortaleciendo y que las huelgas obreras

venían

en

ascenso,

y

consecuentemente

cimentaron

sus

credenciales de oposición, pero esto fue solamente en los últimos años. Aún así, no se sumaron a las movilizaciones para derrocar a Mubarak el 25 de enero, sino hasta bastante después, y de mala gana. Cuando vieron que la caída de Mubarak era inminente, comenzaron a negociar tras las bambalinas con el ejército.”


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Los jóvenes y las fracturas de los Hermanos Musulmanes en la era post-Mubarak Es algo conservador, que los líderes de los Hermanos Musulmanes no hayan participado en las movilizaciones, o que la organización no se haya sumado de manera orgánica, no significa que una buena cantidad de miembros de esta asociación no hayan estado presentes de manera individual en las movilizaciones desde el primer momento. Los vientos revolucionarios que soplan en Egipto desde Enero no podían dejar a los Hermanos Musulmanes inalterados. Durante la revolución egipcia, los jóvenes jugaron un papel fundamental, y por lo mismo, no es casual que el ala juvenil de los Hermanos Musulmanes haya entrado después del 25 de Enero

en

contradicción

con

los

líderes

más

conservadores

y

tradicionalistas. En una conferencia del ala juvenil de los Hermanos Musulmanes sostenida después de la caída de Mubarak, en Marzo, se ventiló una multiplicidad de diferencias que atraviesan la organización: mientras los líderes de los Hermanos Musulmanes están formulando un partido que represente a su asociación, los jóvenes no quieren un partido único, sino libertad para entrar a cualquier partido que se forme, argumentando que una asociación de carácter religioso no puede confundirse con una fuerza política –argumento que penetra al corazón mismo del debate centenario sobre la división del Estado y de la Iglesia. Otros temas que generaron


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divisiones con los “mayores” fueron las discusiones en torno a la representación de mujeres, de jóvenes y de cristianos coptos en el futuro partido que se fragua desde los Hermanos Musulmanes. Finalmente, los jóvenes abandonan la organización y terminan uniéndose a otros movimientos juveniles, incluido el Movimiento 6 de Abril (Quién convocó originalmente a las protestas en Tahrir), para formar la Coalición Juventud de la Revolución. El terreno se fue preparado durante las mismas jornadas de protesta, los jóvenes de los Hermanos Musulmanes se unieron a otros movimientos juveniles durante las protestas, y se relacionaron con cristianos coptos, con marxistas, y se dieron cuenta que éstos no eran monstruos, que no eran Satanás. Algunos de ellos hablaron por vez primera con cristianos, y en un segundo se demolieron barreras artificiales centenarias ancestrales entre musulmanes y cristianos. Conflicto con los cristianos: único caballo de batalla del salafismo Así, como importantes sectores musulmanes se hermanaron mediante la lucha con los cristianos, otros han optado por escalar la tensión sectaria. Tras la revolución, el ala juvenil de los Hermanos Musulmanes dejó la organización. Esos elementos conservadores han visto pasar por un lado la revolución de las fuerzas democráticas. Como resultado, no les queda otra bandera de batalla que estimular el conflicto sectario con los cristianos, el objetivo es la caída de Mubarak, reclamar


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espacios de participación y democracia; a los ojos de Alá, todos son egipcios. En Egipto, así como en la mayoría de la región, la cuestión religiosa moldea profundamente la cultura de las personas, al grado que cuando preguntaba si existían minorías nacionales en Egipto, la mayoría de las personas me respondían que sí, que los cristianos coptos eran una minoría nacional. Cuando trataba de explicar que no se refería a minorías religiosas, sino étnicas, se aclaraba la profunda diferencia que existía en todo sentido entre los credos, al punto de que se les consideraba comunidades separadas. Estas comunidades han tenido una relación compleja, pero que no ha sido históricamente caracterizada por la violencia sino por la coexistencia pacífica. En los últimos cincuenta años la política los había marginados en forma progresiva tanto a musulmanes y cristianos, pero estos han comenzado a ocupar espacios en el Estado. En la última década ésta marginalización del Estado, sumado a la ascendencia de tendencias ultra conservadoras en el Islam, ha degenerado en violencia esporádica en distintos puntos del país.

En el proceso inicial del

movimiento del 25 de Enero, se tenía noticias del incendio de dos iglesias coptas y de los enfrentamientos con piedras y cócteles molotov entre cristianos y musulmanes salafistas (ultra conservadores), los cuales dejaron por saldo una docena de muertos y varias decenas de heridos. Todo porque, según los salafistas, los coptos estaban reteniendo contra su voluntad a una cristiana convertida al Islam. De igual manera ha habido


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otros conflictos, inmediatamente después de la caída de Mubarak, por relaciones amorosas interreligiosas, así como el caso de la horrenda mutilación de un cristiano en la ciudad de Qena por supuestamente prostituir a mujeres musulmanas. Estos enfrentamientos son reproducidos de manera sensacionalista por unos medios de comunicación internacionales interesados en polarizar en

contra

de

intrínsecamente

los

musulmanes,

intolerantes,

representándolos

fanáticos,

irracionales,

como

pueblos

violentos

y

sectarios. Esto no mayoritario, pero que ha ganado terreno en el pasado inmediato -los llamados salafistas. Pero lo que no se ve en los medios es el enorme rechazo, que estas acciones producen en la sociedad egipcia, sin importar el credo. Incluso la dirigencia de los Hermanos Musulmanes se ha distanciado de estos actos de violencia, aún cuando quienes los perpetren sean cercanos a los sectores más reaccionarios de su base social de apoyo y aún cuando muchas de sus declaraciones y políticas sirvan para abonar el sectarismo. Desde Tahrir se viene viviendo el nacimiento de una conciencia de unidad inter-confesional cuando las muchedumbres cantaban “musulmanes y coptos, somos todos egipcios”. A donde, vaya en El Cairo, se ven pintadas en las paredes llamando a la unidad de los cristianos y los musulmanes, cuyo símbolo es la media luna, que representa al Islam, con una cruz superpuesta, la cual representa al cristianismo. En varios balcones se observa, la bandera egipcia, con sus tres franjas blanca, roja y negra, con la media luna y la cruz estampada al


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medio, en lugar del águila que es el emblema oficial. En la marcha del Primero de Mayo este símbolo flameó en varias banderas, era Horus reconciliando a su pueblo. Durante la revolución, la unidad entre cristianos y coptos no solamente se vivió en Tahrir, sino que en todos los lugares donde el pueblo se movilizó contra la tiranía. Los Comités Populares, por ejemplo, que surgieron en todo Egipto para hacer frente al vacío de poder que dejó el virtual colapso del Estado, tuvieron una ética unitaria muy importante, y en todos ellos se prohibió la exaltación del sectarismo y hubo una reacción muy fuerte del pueblo en contra de la promoción de ideas bárbaras en nombre del Islam. “La

primavera

egipcia”,

no

fue

caldo

de

cultivo

para

el

“fundamentalismo”, como advertían todos los medios al servicio de occidente a los intereses norteamericanos. Al no poder defender abiertamente a “su hombre”, Mubarak, agitaban el cuco <<Trinar del Pajarito gritando libertad>> del “nuevo Irán” para desvirtuar el contenido de la revolución egipcia. La revolución, de hecho, generó un espíritu de unidad que no se había visto en más de medio siglo. Si ahora los sectores religiosos más reaccionarios son más visibles, es solamente porque sus voces se escuchan sin tanta censura como existía durante el régimen de Mubarak, lo cual les da mayor visibilidad.


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¿Qué rol cumplen, entonces, estos enfrentamientos sectarios en el Egipto de post-Mubarak? Como lo expresó más de algún egipcio con el que pude hablar, parecieran ser el último caballo de batalla de los salafistas, los

cuales

fueron

acontecimientos

completamente

desde

el

25

de

relegados Enero.

al

margen

Mientras

los

de

los

medios

internacionales de manera sensacionalista advierten sobre la “amenaza islamista”, un nuevo espíritu nace en todo el territorio egipcio y los salafistas saben bien que ellos son ajenos a esto; estimular el conflicto sectario y promover el enfrentamiento religioso, pareciera ser su apuesta para retomar terreno perdido y mantenerse en el escenario político. Y parece ser que casi toda la prensa “occidental” los apoya en esta tarea, a juzgar por la cobertura noticiosa de Egipto. La cuestión islámica ante las fuerzas progresistas ¿Qué posición adoptarán las fuerzas progresistas ante el Islam Político? ¿Qué posición adoptarán las fuerzas progresistas ante la cuestión religiosa en el sentido más general? Esta no es una cuestión menor, sino que, considerando la profunda religiosidad del pueblo egipcio, es una cuestión crucial, que determinará, en cierta medida, si los sectores de izquierda o progresistas terminan aislados o no. Pese a su actitud tibia durante las movilizaciones contra Mubarak, los Hermanos Musulmanes siguen siendo el sector más organizado, con mayor infraestructura y recursos. Pero también es cierto que se están fraccionando en una


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multiplicidad de sectores, algunos más susceptibles que otros de trabajar junto a los sectores progresistas. Durante mucho tiempo, la presión ejercida por Mubarak mantuvo la unidad en las filas del Islam Político; cuando esta presión cesó de ejercerse, la organización comenzó a fraccionarse. Hay un sector de la izquierda que piensa que, al menos en Egipto, no puede haber ninguna clase de contacto de provecho con sectores del Islam Político. Mohammed es de esta opinión: “Hay quienes piensan, en la izquierda, que pueden ser aliados potenciales. Recuerdo que en el 2007 yo dije que ellos eran parte del régimen y ocho de cada diez compañeros me atacaron. Ahora se dan cuenta que estaba en lo cierto. Mubarak los reprimió física pero no ideológicamente, pues su ideología es la misma, le era funcional. Si Arabia Saudita los financia, tienen que tener la luz verde de los EEUU, sino no se explica. La actual Ley de Partidos, por ejemplo, que tiene exigencias ridículas sobre número de afiliados y montos de dinero para inscribirse, nos deja claro que se pretende que solamente el partido de Mubarak y los Hermanos Musulmanes puedan inscribirse y llegar al poder.” Según él, “la batalla más importante que tendremos a mediano plazo es por la secularización de Egipto. El Islam Político es la fuerza de choque, de reserva, del sistema”. Ali Kadri comparte la misma opinión: “Ellos no cuestionan los rasgos esenciales del régimen autoritario en Egipto, sino que propugnan el retorno a un sistema de caridad que existió en la Edad Media como respuesta a los problemas del presente. No se dan


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cuenta de que en nuestra era el problema principal es que el capitalismo expropia a una parte del pueblo mientras que otra es mantenida sin trabajo para beneficio del mercado laboral –lo que se necesita es empoderamiento político, no caridad”. Sin embargo, aun cuando hagan un juicio tan categórico sobre el rol del

Islam

Político,

reconocen

que

se

está

ante

un

fenómeno

extraordinariamente complejo, que tiene mil facetas y que no es reducible ni a la caricatura del “fundamentalista”, ni al salafismo. “Desde 1979, con la revolución iraní, podríamos decir que han surgido vertientes del Islam anti imperialistas e incluso progresistas, pero no democráticas”, reconoce Mohammed. “Los Hermanos Musulmanes no pertenecen a esta categoría, aun cuando tengan indirectamente contactos con estas tendencias a través de grupos disidentes. Así y todo, la complejidad de los Hermanos Musulmanes es muy grande.” En base a esa complejidad, hay quienes plantean una aproximación diferente al desafío planteado por el Islamismo Político. El defensor de derechos humanos Rabie Wahba afirma: “Hay que ser prácticos en cuanto a lo religioso. Debemos aislar los aspectos negativos a la vez que resaltar los valores positivos presentes, tanto en el cristianismo como en el Islam. Hay que entender que la mayoría de la población ha sido marginada y empobrecida bajo Mubarak y esto provee terreno fértil para el islamismo político, pero en la mayoría de los casos esta religiosidad no es de fondo,


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sino superficial, aferrada a ciertos ritos y cierta identidad. Los Hermanos Musulmanes no tienen proyecto, no tienen nada tangible que ofrecer al pueblo egipcio, más que lo que ya existe. Ahora están pensando en montar un frente político, pero sus posiciones son contradictorias entre sí.

Sobre la necesidad del cambio social profundo en Egipto, se tiene que ver la manera de incluir a estas fuerzas sociales para acumular fuerzas en este período de transición, para así construir un país de verdad y no el capitalismo deforme que tiene hoy la sociedad egipcia. Esto requiere determinar cuál es el enemigo primordial, clarificar nuestros objetivos”. Esto implica, obviamente, no centrarse exclusivamente en el Islamismo Político, sino que entender la religiosidad de las comunidades que, de una u otra manera, forma parte del relativismo cultural, se han convertido en los espacios donde éste prolifera. Según, El Trinar del Pajarito <<mensajes en las calles egipcias>>,

es posible desarrollar un

proyecto de cambio social profundo sin entablar una especie de diálogo con la religiosidad popular. Hay grupos de coptos que han comenzado a explorar las lecciones de la Teología de la Liberación en América Latina y ellos podrían plantear un puente ecuménico interesante con comunidades musulmanas. Reflexiones como éstas no son nuevas; ya habían sido adelantadas en cierta medida por un Ali Shariati y, de manera más clara, por el palestino Khalil Akkaoui en la década de los ‘70.


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Pero el contexto hoy, quizás, es más favorable que entonces para romper los bastiones del conservadurismo y abrir los vientos de cambio de la “Primavera Egipcia”, la Rebelión de Horus, que eleva su purificación del Estado, y sopla poderosamente en toda la región. Después de todo, la juventud de los Hermanos Musulmanes, los cristianos y los revolucionarios convivieron, lucharon, murieron, lloraron y celebraron su victoria parcial, juntos en Tahrir. Juntos, también, se han ido influyendo los unos con los otros. Así, como han ido cambiando juntos en el curso de su lucha, juntos tendrán que construir el futuro colectivo de su pueblo unidos por el Trinar del Pajarito, que al final fue el que decidió esta unión. Mubarak será juzgado el próximo 3 de agosto en El Cairo Hosni Mubarak, ex presidente de Egipto, ya tiene fecha para presentarse ante los tribunales. El subsecretario del Ministerio de Justicia, Mohamed Mania, ha confirmado hoy que el juicio tendrá lugar en El Cairo el próximo tres de agosto. Los dos hijos del ex mandatario egipcio, Alaa y Gamal, y el empresario Husein Salem, también deberán acudir a la cita. Tanto Mubarak como sus hijos están acusados de abuso de poder y enriquecimiento ilícito. Serán juzgados la próxima semana también por su implicación en los ataques contra los manifestantes que ocuparon la plaza Tahrir a principios de año y forzaron la caída del ex presidente el pasado 11 de enero. Durante las revueltas murieron 850 personas.


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Por los asesinatos de los manifestantes también tendrán que acudir a los tribunales el ex ministro del Interior, Habib al Adli, y seis ex responsables del Ministerio. Su juicio fue aplazado para incluirlo en el caso judicial del ex presidente. Mubarak, de 83 años, se encuentra hospitalizado en Sharm el Sheij, al este del país por su delicado estado de salud. El ex presidente de Egipto ha dejado de comer y solo ingiere líquidos, los médicos del hospital de la localidad turística del Mar Rojo destacaron el "estado agudo de debilidad" de Mubarak. Debido a la hospitalización de Mubarak, los medios locales habían especulado con la posibilidad de que el juicio sea trasladado a Sharm el Sheij. Por su parte, opositores del régimen de Mubarak sospechan que su mala salud sea usada por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armada, al frente del país desde la caída del ex presidente, para evitar la humillación que supondría ver a su antiguo jefe sentado en el banquillo. En las causas criminales en Egipto, los acusados tienen que comparecer en una celda-jaula. Para los egipcios, ver a Mubarak tras esos barrotes era, hasta hace unos meses, inimaginable, <<vuelve el cisne negro aparecer en el escenario>>. El juicio será retransmitido por la televisión egipcia. Es “El Ojo de Horus,” exigiendo justicia para sus hijos que fueron humillados, es la purificación del Estado, el talismán cósmico reclama democracia y el Trinar del Pajarito exige y libertad, participación en el


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ámbito de la sociedad egipcia. Todo es relativo, incluso el poder en la cultura árabe, el mundo está globalizado, estamos en ella, es la nueva geopolítica y la multipolaridad lo pide, alianzas, negociaciones y tratados. Pero con prudencia, ese es el juego de la hegemonía y de la interdependencia compleja. Es la nueva diplomacia. El despertar de la libertad, para hoy y mañana en el Magreb Esta defensa ambigua y de falsa moral de ciertos dictadores <<también forma parte del relativismo cultura del poder>>, se desvanece cuando el opresor envía sus fuerzas armadas y de seguridad contra aquellos cuyos derechos están siendo arrasados, y a pesar de ser encarcelados,

asesinados

y

torturados

buscan

defenderlos

y

reivindicarlos a través de su valiente lucha mas allá de las grandes dificultades que deben sortear para liberarse de tales crueldades. Lo cierto es que la “primavera árabe” nos está mostrando al

desnudo a

quienes han vociferado hasta el hartazgo en la defensa de los derechos humanos y hoy se los ve sumidos en un impúdico silencio que da por tierra con cualquier posición que pretendan defender. Aquellos que apoyan a Bachar al-Assad, claramente están contra los derechos civiles y humanos del pueblo sirio a pesar que panfleteen su apoyo a ese pueblo en lo que constituye un acto dual e inmoral. Esto es exactamente lo que está sucediendo dentro y fuera de muchos países árabes donde todos los


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regímenes, sin ninguna excepción, constituyen una ilegitimidad impuesta a la voluntad de sus pueblos a través de la fuerza y la represión.

Desde no pocos sectores en Occidente hemos escuchado y leído que muchos se oponen a decir basta al presidente Assad, pero sus grandilocuentes manifestaciones y comunicados pidiendo y festejando la caída de Mubarak en Egipto, Saleh en Yemen y Khadaffi en Libia no han faltado en su momento. La pregunta es ¿Por qué tantos en Occidente han pedido por los derechos de Túnez, Egipto, Yemen y Libia pero mantienen un inmoral silencio respecto de los derechos humanos del pueblo sirio? ¿En qué quedamos? Es poco creíble que alguien pretenda apoyar la libertad al tiempo que ofrece apoyo a un dictador y a su aparato represivo. La ilegitimidad nunca puede legitimarse, no importa cuáles sean las razones que se esgriman en el intento espurio por hacerlo. La ilegitimidad tiene una característica esencial de ilegalidad que no permite ser legalizada y es un acto absolutamente infame e incorregible. Todas las partes involucradas en las movilizaciones árabes, Oriente, Occidente, los partidos políticos, las ONG’s e instituciones comunitarias y aquellos individuos que están ocupados abogando como defensores de regímenes dictatoriales deberán asumir un costo político y serán responsables y despreciados de cara al futuro por sus actos y manifestaciones de apoyo en favor de los opresores. Nunca hay una justificación para una dictadura y ninguna circunstancia debe ser utilizada


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para justificar el terrorismo de Estado y las violaciones a los derechos humanos

sobre

ningún

pueblo

o

grupo

étnico

y/o

religioso.

Rara vez las revoluciones logran plenamente sus metas y objetivos, pero eso no significa que no debemos dar a las masas la oportunidad de aprender de sus errores en el intento por restaurar una apariencia de dignidad para ellos y sus conciudadanos. Aquellos que abogan por una mayor

represión

del

pueblo

sirio

son

personas

e

instituciones

patéticamente imbuidas de fanatismo ciego. ¿Cómo se puede exigir y declamar la libertad y los derechos para sí mismos y al mismo tiempo apoyar la injusticia y la represión de los demás? ¿Por qué consideraban regímenes ilegítimos a Mubarak y a Ben Allí en Egipto y Túnez y no al régimen de Assad en Siria? Obviamente estos sujetos fundamentan su apoyo en la ideología perimida y obsoleta que defienden. Pero lo concreto es que no hay nada, absolutamente nada, que pueda justificar una dictadura, pues toda deformación autoritaria y violenta del ejercicio del poder político se basa en el principio de que los ciudadanos no tienen derechos ni voz en la determinación de su bienestar y su futuro, en consecuencia los déspotas se arrogan decidir por ellos lo que es bueno o malo.

Los jóvenes del mundo, están cansados, de todas estas políticas, por ello, esas grandes protestas en Europa, en la Plaza del Sol en Madrid, no escapa a ella, parece ser que estamos reviviendo el mayo francés, con


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sus consignas existencialistas, auspiciadas por el filosofo Sartre: “Esta sociedad es una mierda has peso para que te hundas”…”Arréchate para que venga el cambio…”, eso es lo mismo, es la hipocresía de los organismos internacionales garantes de la Paz del mundo y del fiel cumplimiento del Derecho Internacional, que también forman parte de la complicidad de las grandes potencias, con “el silencio no basta”.

No hay que descartar que la actual primavera árabe pueda caer de bruces y reemplazar los regímenes autoritarios con períodos de incertidumbre e inestabilidad, pero es mejor tropezar mientras se aprende a caminar que estar atado a un limbo colectivo inducido y controlado por un amo de esclavos. Puede que no todas las movilizaciones en el mundo árabe tengan éxito en su cometido, pero una cosa es clara y no se puede negar: “Las masas árabes se levantarán tantas veces como sea necesario para ser libres. No habrá tirano, dictador o represor que detenga ese camino. El tiempo en que los pueblos árabes vivan bajo dictaduras, democracias simuladas y vacías de contenido o monarquías con falsa imagen parlamentaria, está agotado. primavera árabe

Lo que se observa en la

no es otra cosa que la manera y el modo en que la

historia de los pueblos se desarrolla y avanza. No habrá ningún Allí, Saleh, Assad, Mubarak, Khaddafi o ningún rey, emir o sultán que pueda interponerse en su camino. Solo es cuestión de tiempo. Horus busca sus


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espacios, el Trinar del Pajarito sigue trinando en busca de libertad, participación y democracia plena.

A modo de conclusión

Reflexionando, lo anterior es necesario evidenciar ciertos juicios de valor, con respecto al relativismo de la cultura árabe, para nosotros los occidentales, se hace dificultoso

comprender e interpretar la citada

cultura, motivado a su complejidad, pero se hace el esfuerzo de analizar su realidad bajo la óptica de ser un árabe más dentro del contexto y no hacer críticas y reflexiones occidentalizando a los árabes, esa es otra realidad y por lo tanto debe ser vista bajo su óptica antropológicamente árabe, con sus fortalezas y debilidades. Estas conclusiones se dejan como El Trinar del Pajarito <<mensajes que fueron captados bajo la óptica árabe, pero con sentido crítico, que dejamos como conclusiones>>; para que la imaginación y el análisis haga el juego de formar sus juicios, ya que son hechos vividos y narrados por árabes e interpretados por occidentales, El Trinar del Pajarito continua en el aire, por ello esto concluye de la siguiente forma:

El primer Trinar. Es de tipo general, es que los ciudadanos árabes están ya hartos de sus dictadores y de quienes los respaldan. Han tolerado a sus


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gobernantes durante mucho tiempo por diversas razones. En la época poscolonial, la edad media del Estado árabe es de 60 años. Durante todo ese periodo, los ciudadanos cedieron lugar a las élites para completar el proceso de construcción estatal y nacional. Tras la independencia, las élites gobernantes se enfrentaron a la abrumadora tarea de fusionar las nuevas entidades territoriales con las identidades locales dentro de las fronteras coloniales heredadas, y ello en contra de un sentimiento pan arabista y un deseo de unidad árabe muy arraigados. Para justificar la seguridad y el control autoritario, la mayoría de los regímenes árabes sostuvo que sus países necesitaban primero desarrollarse y que la democracia podía esperar. Otros recurrieron a la endeble noción de “especificidad cultural” y sostuvieron que la cultura árabe es diferente y que la democracia sólo es adecuada en un marco occidental. También se utilizó otro pretexto: la guerra con Israel. De ese modo, se denigró la apertura política y la democratización frente a las prioridades absolutas del desarrollo y el enfrentamiento con Israel. Sin embargo, el resultado final de todo ello fue la derrota contra Israel y el fracaso del desarrollo. Ocurrió que la mayoría de los estados árabes, ya fueran monarquías o repúblicas, se transformaron en corruptos negocios familiares, rodeados por pequeñas camarillas oportunistas, y protegidos todos ellos por unos draconianos aparatos de seguridad respaldados por un Occidente indiferente. El mal funcionamiento y la corrupción de esos regímenes no perdonó ningún aspecto de la vida sociopolítica y económica; y ahora las


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humilladas masas se han rebelado y consideran que ya se ha acabado el plazo concedido para alcanzar sistemas económicos y políticos viables.

El segundo Trinar. Las actuales revoluciones echa por tierra la afirmación común de esos regímenes de que son la alternativa a una toma del poder por parte de los partidos islamistas. Aunque es pronto todavía para juzgar, existen múltiples señales que indican una tercera vía que sortea esa dualidad ineludible. Tanto en Túnez como en Egipto o posiblemente Libia y Siria; las fuerzas impulsoras de la revolución han sido una nueva generación de jóvenes con estudios surgida del interior de la “mayoría silenciosa”. Su esfuerzo y su valor han llegado a todas las capas de la sociedad, saltando por encima de los ineficaces partidos de oposición tradicionales. El éxito logrado en la movilización de las masas ha demostrado que la mayoría de los ciudadanos está harta del statu quo y de cualquier posible futuro guiado por la religión << tan igual como sucede en Irán, con los dioses vivientes llamados Ayatolas, es la Teocracia hecha realidad>>. No cabe duda de que los islamistas son fuertes en esos dos países y en el resto del mundo árabe; pero no dominan todo el panorama político, sólo una parte. Y en ambos casos han hecho declaraciones según las cuales no desean lanzarse a controlar el poder y prefieren compartirlo y reconciliándose cristianos y musulmanes.


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El tercer Trinar. El cambio que surja al final de estas revoluciones está inspirado y efectuado directamente por el pueblo. No es un cambio que pueda atribuir a una élite o un grupo determinados << no hay embajadas tomadas ni banderas quemadas de países extranjeros>>, llegados al poder tras un golpe militar o tras una intervención o un apoyo extranjeros. Es un cambio sano cuyo padre legítimo es el pueblo y sólo el pueblo. Con un nacimiento tan vigoroso, la confianza de ser dueños por fin del propio destino alcanza en las sociedades árabes unos niveles nunca vistos. La nueva época estará marcada por el poder del pueblo. No por el de una junta revolucionaria que asalta el poder con sus tanques ni por el de un guardián monárquico que afirma su derecho de controlar tal o cual país y su población basándose en cualquier causa o pretensión.

El cuarto Trinar. Es que esa generalizada protesta árabe es, en la superficie y en sus profundidades, fundamentalmente política. Las peticiones de mejores trabajos y condiciones económicas o de vida no son más que los catalizadores, y las aspiraciones políticas no han tardado en pasar al primer plano. En Túnez, la principal consigna de la revolución de los jazmines ha sido: “Pan, agua, Ben Alí no”. Se afirmaba con ello de modo explícito que la gente estaba dispuesta a vivir con lo básico, el agua y el pan, pero que ya nunca volvería a aceptar a Ben Alí como presidente. Una consigna similar se oye en Egipto: “El pueblo quiere que caiga el régimen”. Se trata de un cambio de objetivos drástico e inflexible. Los ciudadanos


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no se esconden tras peticiones modestas y a corto plazo, quieren cambiar por completo los sistemas políticos.

El quinto Trinar. Debería haber sido comprendido hace tiempo por las élites gobernantes y sus apoyos exteriores, es que la estabilidad superficial basada únicamente en la seguridad y la opresión ha dejado de ser ya una opción. Aunque semejante estabilidad puede obtenerse y mantenerse cierto tiempo en algunos casos, al final se produce una implosión que tiene unas consecuencias perjudiciales incontenibles. La miope estrategia de respaldar durante décadas unos regímenes árabes estables y hacer caso omiso de su naturaleza autoritaria ha puesto al descubierto la vacuidad de las políticas y los valores democráticos occidentales. Bajo la superficie de una estabilidad engañosa, no dejan de acumularse todo tipo de problemas, que sólo esperan el momento oportuno para explotar.

Sexto y antepenúltimo Trinar. No es el último, y es que la otrora mano ágil y dura de los regímenes autoritarios y, entre ellos, los árabes se ha quedado tullida en un mundo globalizado muy interconectado por las redes sociales y la cobertura de las cadenas internacionales por satélite. Las revoluciones tunecina y egipcia, y las oleadas de los actuales movimientos de

protesta

que

recorren

los

países

árabes,

han

evolucionado

organizativamente en las redes sociales, facebook y twitter. En cuanto su


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presencia es visible en la calle, las televisiones internacionales y por satélite se hacen eco de ellas y transmiten los acontecimientos al momento. Todo ello dificulta en gran medida la vida de los servicios de seguridad y de inteligencia, e incluso del ejército. No son competentes ni tienen práctica en la represión de los “movimientos electrónicos de resistencia civil”. Frente a una revolución desarmada y masiva, y bajo la mirada vigilante de todo el mundo, esos aparatos de seguridad y sus regímenes han quedado desenmascarados como simples tigres de papel.

La tolerancia, tiene sus límites y como en la matemática, convergen en algún punto,

nada en el plano terrenal es infinito, en la tierra los

eventos son finitos y contables, eso está pasando en la sociedad árabe, el tiempo y espacio son una misma cosa, esa es la Relatividad, todo influjo tiene su reflujo es una ley física y a mayor velocidad las agujas del reloj se paran y las distancias se achican, ese es el Efecto Magreb o La Nueva Ola Árabe. Libia y Siria en el ojo del huracán, lo que allí se vive es una guerra civil, nada es absoluto en los sistemas sociales, todo es relativo incluyendo el orden mundial, esa es la una nueva Geopolítica del Poder. Es la juventud revelándose a sus dictadores. ¡Arréchate para que te escuchen por lo menos…! sigue echando….vaina…!

¡Qué molleja….ja...!. ¡ El Trinar del Pajarito


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Bibliografía Consultada Azaola Piazza Barbara . (2008) : Historia del Egipto Contemporáneo. Edit. Icaria. España Cimmino Franco. (2002) : Vida cotidiana de los egipcios. Edit. EDAF, S.A. Madrid. España Ruas Carlos. (2003): Egipto otra mirada. Edit. Edilpa. Madrid Montañés Martinez Pedro. (2008): Egipto: De Faruq a Nasser. Edit. Kálamo. Madrid Munqid Camila. (2008): El Islam en el Egipto Contemporáneo. Edit. Kálamo. Madrid Consultas en le Web www.elpais.com/ - España. Noticias internacionales: Medio Oriente www.lavanguardia.com/ - España. Noticias internacionales

Guía Especial. Sobre el Medio Oriente. Material facilitado por el Dr. Julio César Pineda.


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