“Antonio González es el científico canario más universal”

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dTRULENQUE

Sábado, 3 de febrero de 2018

BENJAMÍN REYES

Juan Ramón Herrera Arteaga (Santa Cruz de Tenerife, 1960), junto a Álvaro Díaz Torres, se ha propuesto, con el apoyo de la Real Academia Canaria de Ciencias, reivindicar la figura del único investigador de las Islas que posee el premio Príncipe de Asturias a través del libro Antonio González. El triunfo de la voluntad, en el que, a través de sus 143 páginas, con un tono divulgativo, se van desgranando las diferentes facetas de su vida y la trascendencia de sus investigaciones en el campo de la química orgánica, así como su impulso a la red de centros educativos en Canarias en la década de los 60 del siglo XX. -¿Cuáles fueron sus fuentes documentales? “La principal fuente documental fue tenerlo como profesor. Junto a Álvaro Díaz Torres escribimos una primera biografía: Conociendo a Antonio González, en 2005, partiendo de una primigenia que escribió Enrique González, su médico personal, que llegaba hasta 1985. El propio Antonio González nos facilitó todo el material. Además, emprendimos una sistemática búsqueda en diversos periódicos, algunos ya inexistentes, como La Tarde. -Alumno de Antonio González, ¿qué aprendió de él? “Lo tuve como profesor en el curso 1981-1982 y me inculcó el amor por la química de los productos naturales. Lo aprendí todo de él”. -¿Cómo se dividieron el proceso de escritura? “Nos asignamos una serie de tareas. Primero nos repartimos el trabajo, luego lo elaborábamos, y finalmente teníamos puestas en común, tratando de mejorar la labor del otro”. -¿Quién despertó la vocación por la química en Antonio González? “Nunca se hablará lo suficiente sobre la influencia de los antiguos docentes sobre el devenir laboral del

JUAN RAMÓN HERRERA ARTEAGA

J

DOCENTE Y ESCRITOR

“Antonio González es el científico canario más universal” alumno. Sin la existencia del profesor Ramón Trujillo, posiblemente no se habría dedicado a la química. Primero le impartió clases en el Instituto Cabrera Pinto, inoculándole el bacilo de los estudios de química, y luego en su etapa universitaria”. -¿Cómo influyó la Guerra Civil española en él y su familia? “Le influyó de manera dramática. No sé sabe por qué motivo su familia fue tildada de comunista. Las Islas Canarias de la juventud de Antonio González tenían uno de los mayores niveles de analfabetismo del país. Sus padres, Antonio y Úrsula, que eran labradores, procuraron que sus seis hijos supieran leer y escribir. Esto estaba mal visto por las clases dirigentes. Su padre y su hermano Tomás estuvieron presos en los salones de Fyffes. Ade-

más, le expropiaron su casa en Valle de Guerra para cedérsela a un gerifalte militar. Antonio González fue movilizado por el bando nacional, mientras su hermano Tomás, por el republicano”. -¿Qué trascendencia tuvo Manuel Lora Tamayo en su carrera? “Lora Tamayo era afecto al régimen franquista, pero por encima de eso era un eminente químico orgánico. Recibió varias cartas anónimas advirtiéndole de que estaba trabajando con un rojo peligroso. Hizo caso omiso. Tuvo una influencia decisiva, ya que por su intermediación obtiene la Cátedra de Química de la Universidad de La Laguna. Este hecho fue un punto de inflexión en el desempeño cultural de las Islas Canarias por todo lo que vendrá después”. -¿Qué papel desempeñó

(c) Del documento, los autores. Digitalización realizada por la ULPGC. Biblioteca Universitaria.

como rector de la Universidad de La Laguna entre 1963 y 1968? “Lora Tamayo lo nombra rector. Lo que logró Antonio González en ese periodo solo se puede calificar de mágico. La educación en Canarias en 1963 era lamentable. Los estudios reglados se podían contar con los dedos de una mano. No construyó la casa por el tejado. Primero fomentó la creación de escuelas primarias y de centros de Secundaria, a la par que ampliar la oferta universitaria. La actual red de institutos se basa en el 75% en su labor de la década de los 60”. -¿Cuáles son sus principales aportaciones a la química orgánica? “La mayor aportación que hizo fue montar en Canarias un instituto de investigación sobre productos naturales. Fue un hito que a tanta distancia de

Madrid se pudiera crear un centro de tanta resonancia internacional. Antonio González y sus discípulos fueron capaces de estudiar los componentes químicos de 250 especies endémicas de Canarias”. -¿Qué aplicaciones prácticas tuvieron estas investigaciones? “A lo largo de estos años se han generado cerca de una cincuentena de patentes de sustancias naturales y sintéticas para su posible uso farmacológico para aliviar multitud de dolencias”. -¿Para investigar en Canarias hay que salir al mundo? “Lo que logró Antonio González lo hizo en su tierra con el afán de sacar a las Islas del ancestral atraso en que se encontraba científicamente hablando. Sin embargo, en la actualidad, hay que abrirse al mundo. Sus discípulos hemos contrastado nuestros saberes en universidades extranjeras”. -¿Cuál es su legado? “El haber creado una escuela de investigación en química orgánica en Canarias. Gracias a él, sus discípulos desarrollan su labor en tres organizaciones: en el Instituto que lleva su nombre, el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología del CSIC -ambos en Tenerife- y el grupo de Química Orgánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria”. -Actualmente se están celebrando charlas en institutos de las Islas sobre Antonio González. ¿Cómo recibe el alumnado del siglo XXI su figura? “Antes de empezar las charlas siempre decimos que Antonio González es el científico canario más universal. En líneas generales, los adolescentes no conocen su figura. No obstante, la aceptación de las charlas por parte del alumnado ha sido de un gran entusiasmo, lo cual se manifiesta en la ingente cantidad de preguntas. Les llama la atención que siendo de origen humilde y sin salir de Canarias llegará tan lejos”.


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