Diego Corsini: “Los supervivientes son los grandes olvidados de la dictadura de Videla”

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dTRULENQUE Sábado, 9 de diciembre de 2017

DIEGO CORSINI

J

DIRECTOR DE CINE ARGENTINO, REALIZADOR DEL ‘THRILLER’ POLÍTICO ‘PASAJE DE VIDA’

BENJAMÍN REYES

El próximo 15 de diciembre llega a la cartelera española la cinta hispano-argentina Pasaje de vida, la segunda película de Diego Corsini, que viene con el marchamo de haber sido seleccionada en secciones paralelas de la Seminci de Valladolid y del Festival de Huelva. Protagonizada por Miguel Ángel Solá y Chino Darín se trata de un thriller político ambientado en los albores de la dictadura de Videla con el que Corsini homenajea la historia personal de sus progenitores. -¿Por qué necesitaba rodar esta película? “Porque soy nieto de gallegos exiliados durante la Guerra Civil Española e hijo de argentinos que vivieron la dictadura de Videla. Somos de aquí y de allí y de ninguna parte. La clave del filme es poder reflejar y transmitir lo que se siente cuando tenés que abandonar tu país forzadamente, lo que implica adaptarse a otra sociedad y el constante anhelo por la tierra en la que uno ya no vive”. -¿Qué piensan sus padres de la película? “Ellos están muy orgullosos y emocionados por la película. Fue difícil hacerles comprender dónde terminan los hechos reales y comienza la ficción, pero creo que cuando lograron asimilarlo, pudieron disfrutarla y darse cuenta que es un homenaje para ellos, su historia y su generación.Los hice pasar por una montaña rusa de emociones”. -¿Qué finalidad tiene el juego visual del prólogo? “Refleja parte del entrenamiento de militancia para estar siempre atentos a nuestro entorno y a los posibles peligros. Es un juego que realmente jugaba con mis padres, y fue ya de grande cuando comprendí que no era un juego tradicional sino que estaba vinculado con el miedo y la persecución que sufrieron mis padres. Esa escena era una manera de mostrar el vínculo entre padre e hijo”.

“Los supervivientes son los grandes olvidados de la dictadura de Videla” -¿Cómo se escribe un guion a cuatro manos? “Fran Araujo fue un gran compañero, un tipo muy talentoso con una metodología de trabajo que me ayudo a crecer mucho como guionista. En este caso, al vivir él en España y yo en Argentina, enriqueció mucho esos dos

mundos que se plasman en la película. Es un proceso, a veces, complicado porque uno tiene que estar explicando cosas que cuando escribe solo simplemente las plasma en el papel directamente; pero al mismo tiempo eso mejora la calidad del guion porque hay dos mira-

(c) Del documento, los autores. Digitalización realizada por la ULPGC. Biblioteca Universitaria.

das, cuatro manos y dos cerebros llevando adelante esa idea”. - Su ópera prima (Solos en la ciudad) era una historia romántica. Este un thriller político. ¿A qué obedece este cambio de registro? Podría decirse que Pasaje de vida narra una historia de

amor también; pero no voy a negar que son dos películas muy diferentes entre sí. Creo que es algo intencional. Me encantaría poder desarrollar una filmografía que pueda recorrer múltiples géneros e historias diversas. Admiro mucho a directores como Zemeckis, Fincher o Spiel-


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berg que no se encasillan en un solo género y logran realizar películas muy variadas. Me encantaría poder ir en esa misma dirección. De hecho la película que acabo de terminar, es un drama y la que fil-

maré a comienzos de 2018 es una comedia musical juvenil”. -A pesar de contar una historia ambientada en la Argentina pre-Videla no es tan cruda como Garage Olimpo o Buenos Aires, 1977. ¿Es algo intencionado? “Lo que es intencionado es el punto de vista y el momento histórico. Quería focalizar en unos protagonis-

tas que fueran militantes y contar esa experiencia desde su mirada. No la del hijo, no la de los familiares, no la de los que no sabían lo que pasaba, ni siquiera la de los desaparecidos. Sentía que faltaba esa mirada en primera persona del militante que vivía esa situación. Los supervivientes son los grandes olvidados de esa época

terrible de la historia argentina, y sentía que esta película era una buena manera de reconocerlos”. -¿Las generaciones actuales han olvidado la reciente historia de Argentina? “Creo que no. Por el contrario, me parece que mi generación fue la más negada a conocer lo que pasó. Quizá porque nacimos en esa época y había mucho miedo de nuestros padres de contarnos o de ponernos en riesgo. Obviamente no fue mi caso, pero sí lo fue con muchos de mis compañeros de clase. El kirchnerismo se encargó de recuperar la memoria, de retomar los juicios al régimen militar y focalizar en la defensa de los derechos humanos”. -Estrenada en 2015 en Argentina. ¿Qué repercusión tuvo? “Muchísima. Hemos tenido un lanzamiento en muchas salas en simultáneo y fue muy bien de taquilla. Pero más allá de lo comercial, ha generado mucho debate y revuelo. Se le ha reconocido mucho lo fiel que es con la época y los personajes. Ha gustado mucho el punto de vista humano y que fuera una película de género. En el plano histórico y emocional, me he cruzado con situaciones alucinantes. Gente que

EL REVENTÓN arece mentira que hayan tenido que pasar 25 años entre la prohibición de las corridas de Toros en Canarias y la decisión del Gobierno Autónomo de modificar la Ley de Protección y Tenencia de Animales de Compañía para hacer lo propio con las peleas de gallos. Yo, que soy muy mala, veo motivos económicos en la decisión primera y la “indecisión” segunda. Porque si hace dos décadas y media se prohibieron los toros se debió, por una parte, a una mediana afición existente que no se asemejaba a los niveles de seguidores de la Península y, sobre todo, a las molestias y problemas económicos que ocasionaba traer en barco a los animales cuando éstos eran “de los buenos”. La “indecisión” y el retraso a la hora de prohibir las peleas de gallo se debe también a la influencia de los grupos de presión relacionados con esta práctica que, además, se gastan cantidades importantes de “cuartos” en este “negocio” con los animales. Como

L

25 años después, llega el turno de los gallos siempre, en días siguientes a la noticia se publicaron artículos de los galleros, que pusieron el grito en el cielo sobre el intento de prohibir las peleas. Bueno, también a ellos les ampara el derecho a expresarse. A mí lo que me gustaría es que los animales tuvieran más derechos y esto pasa porque no tengan que picotearse hasta la muerte para que otros “lo pasen bien”. Ya oigo las voces de siempre. Es que la raza se va a perder. Pues muy bien, que se pierda, porque la supervivencia de una especie no merece su propio sufrimiento. Además, si tan preocupados están por la raza que adopten los gallos, pero sin hacerlos pelear. Dicho sea de paso, y por casualida-

(c) Del documento, los autores. Digitalización realizada por la ULPGC. Biblioteca Universitaria.

conocía a algunos personajes reales de la película, familiares, conocidos, gente emocionada que vivió esos años”. -Cecilia Roth dice que los efectos especiales del cine argentino son las emociones. ¿Comulga con ello? “Creo que últimamente el cine argentino ha crecido mucho y ya ha logrado desenvolverse también muy bien a nivel técnico y a nivel despliegue de efectos especiales, pero entendiendo a qué se refiere Cecilia Roth, sin dudas el cine argentino tiene muy buenos guiones y excelentes actores. Con esas dos patas fuertes, lograr emocionar al público es algo inevitable”. -Recientemente estrenó en Chile su tercer filme: Artax. ¿Qué nos puede contar de él? “Para esta película me contrataron tras haber visto precisamente Pasaje de vida. Consideraron que era el indicado para escribir el guion y dirigir la historia de Mariana, una mujer que tras escapar de Argentina hacia Chile por amor, termina teniendo que superar la muerte de su amado, enfrentando deudas millonarias y con las complejidades que tiene la crianza de su hijo con síndrome de Asperger. Es una historia de resiliencia y supervivencia”.

POR

EVA CASTILLO

des de la vida, yo tuve en mi casa un gallo de pelea. Era sólo un pollito abandonado en la calle que, a medida que crecía, se fue convirtiendo en un hermoso gallo de pelea y muchos conocidos me advertían que tuviera cuidado, porque me lo podían robar. El gallo seguía mis pasos, se acurrucaba sobre mi barriga y nunca dio la más mínima pista de querer ser violento. Ah y sobre el otro argumento manido del mantenimiento de las tradiciones, las sociedades evolucionan y antiguo no es sinónimo de bueno. Ojalá los políticos, una vez tomada la decisión de modificar la ley para prohibir las peleas de gallos y los circos con animales, no se dejen influir en los procesos burocráticos que siguen por los grupos con intereses económicos en este tema. Sería bueno no tener que esperar otros 25 años a que por fin los gallos se vean libres de peleas forzadas. Y ya se encargarán los santuarios de animales y las organizaciones medioambientales, en todo caso, de preservar la raza.


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