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Pese al pacto de no ataque, el MAS muestra cartas de Evo y Arce para las elecciones primarias
La lideresa de Fuerza Popular, ya investigada por el caso Cócteles, ahora es señalada por la Fiscalía como integrante del brazo político de esta organización criminal junto con Pier Figari, su exasesor, Keiko Fujimori es señalada por la Fiscalía como integrante del brazo político de la red criminal junto con Pier Figari.
Lima.- Keiko Fujimori, la lideresa de Fuerza Popular y tres veces candidata presidencial, ha sido implicada por el Ministerio Público en una organización criminal liderada por Fidel Ramírez, tío del excongresista Joaquín Ramírez, contra quien se ejecutó este martes un megaoperativo de incautación de bienes por presunto lavado de activos. Fujimori es señalada por la Fiscalía como integrante del brazo político de la red criminal junto con Pier Figari, su exasesor, con quien captaba “bienes ilícitos para obtener poder político” y “blindar” a la organización en agravio de la Universidad Alas Peruanas (UAP) y del Estado. Por este caso se han incautado 214 inmuebles en nueve regiones del país y hay otros 14 imputados. En el brazo dirigencial, que tenía como trabajo instrumentalizar a la UAP para la comisión de actos fraudulentos, el Ministerio Público ubica a Nancy Ramírez Gallegos y Maribel Ramírez Gallegos. Y en el brazo comercial, encargado de instrumentalizar empresas de fachada para obtener ganancias ilícitas, menciona a la gran familia:
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Joaquín Ramírez, Osías Ramírez, Rosa Castañeda, Luisa Gamarra de Ramírez, Edmon
Jordan Montes, Harold Morales, Marcos Aponte, Maribel Ramírez, Marco Antonio Urteaga, Nancy Gallegos de Vela, Nancy Ramírez Gallegos y Yohny Ramírez. Según la Fiscalía, el excongresista de Fuerza Popular (2011-2016) —elegido como alcalde provincial de Cajamarca el año pasado— había financiado la campaña electoral de Fujimori, en 2016, con fondos de la universidad fundada por su tío. En rigor, el acaudalado empresario hizo uso de préstamos otorgados por la institución para una serie de empresas suyas de importación, construcción e inmobiliarias por más de ocho millones de soles, un monto que ingresó presuntamente a la bolsa de la lideresa naranja.Las investigaciones empezaron en 2014 por la compra de dos inmuebles que fueron usa- dos en la campaña electoral del 2011 y en una organización sin fines de lucro dirigida por la excandidata en Lima. Para el Ministerio del Interior, se trata del segundo caso más grande de lavado de activos en Perú tras el escándalo Orellana, que implicó al empresario Rodolfo Orellana, ahora encarcelado, y que desentrañó una poderosa red criminal extendida por casi todo el país, con casi 80 involucrados en 112 hechos de lavado de activos. Para la lideresa naranja, actualmente investigada por el caso Cócteles ― sobre presunto lavado por aportes ilegales en las contiendas de 2011 y 2016―, es también el segundo entramado en el que la involucra el Ministerio Público.Entre las aportaciones investigadas está un millón de dólares de la constructora brasileña Odebrecht, además de los 3,65 millones de dólares de Credicorp. La acusación fiscal se formuló, además, por la presunta comisión de crimen organizado, obstrucción a la justicia y falsa declaración en procedimiento administrativo. En junio pasado, la Corte Suprema rechazó un recurso presentado por la Fiscalía para que se ordenara el regreso a prisión preventiva de Fujimori, quien ya cumplió un primer período de prisión preventiva desde noviembre de 2018, hasta que el Tribunal Constitucional (TC) ordenó su liberación en noviembre de 2019. Sin embargo, en enero de 2020 el Poder Judicial dictó otros 15 meses adicionales de prisión preventiva en su contra, que cumplió hasta mayo de ese año, luego de que un tribunal de apelaciones ordenara su excarcelación tras el pago de una fianza de unos 20.500 dólares. La hija y heredera política del exmandatario Alberto Fujimori (19902000) abandonó la prisión en el momento más crítico de la pandemia, luego de que denunciara el riesgo de contraer la enfermedad al igual que las presas que permanecían en la hacinada cárcel de mujeres. Ahora vuelve a estar cercada por las pesquisas fiscales.
La Paz.- El presidente Luis Arce reveló en una entrevista que ni el MAS ni el Gobierno iban a hablar de candidatos para las primarias de 2024, pero desnudó su carta “renovadora” apoyada por el ala del MAS que rechaza a Evo Morales como candidato, con esa alusión de que se debe saber cuándo “colgar los cachos (chuteras)” para dar paso a las nuevas generaciones. Ayer, los ‘evistas’ respondieron que su líder seguirá “metiendo goles”. De esta forma, Arce y Morales ya están en campaña y en pugna por la candidatura presidencial del MAS para las elecciones generales de 2025 mientras en el país hay escasez de dólares, crisis económica, tensión social con los maestros que rebasaron ayer a la Policía y lograron ingresar a la Plaza Murillo; además de las protestas de los sectores que se oponen a que el Estado administre el dinero de sus pensiones. “Todo partido político está sujeto a cambios, a modificaciones, no hay estática en política. Lo que está sucediendo con el Movimiento Al Socialismo es que el proceso continúa, nosotros pasaremos a la historia y hay que saber cuándo uno ya cuelga los cachos, como en el fútbol, hay que saber retirarse”, dijo Arce, efectivamente, sin citar a Evo Morales, como hizo notar la madrugada de ayer el
El presidente Arce proyecta un nuevo perfil. Ofrece por primera vez una entrevista a un medio privado. Se reúne con los empresarios. Busca alianzas, viaja con dirigentes y les construye sedes. No lo admite, pero analistas ven que está en campaña, como Morales.
Viceministerio de Comunicación a este medio. El jefe de Estado consideró que se debe dar paso a las “nuevas generaciones” y aseguró que “es prematuro” hablar de elecciones. “Estamos abocados a hacer gestión”, dijo Arce. Pero aclaró: “Hay que dar paso a los jóvenes y retirarse en su momento. Nosotros, en esa línea, dejaremos que el proceso continúe. Biológicamente, nos vamos a morir algún día, pero no puede morir todo el proceso. Éste debe continuar y seremos actores que formaremos parte de la historia del país y del instrumento que se mantendrá por muchos años más si nos mantenemos con esta unidad”. La postura “renovadora” de Arce encendió los ánimos de la facción del MAS que impulsa el retorno de Evo al poder. El mandatario reveló que hay un compromiso con su partido de no hablar de candidatos ni elecciones hasta 2024. El senador Leonardo Loza, uno de los políticos más próximos a Evo Morales, afirmó que el líder de su partido no se retirará de la política y respondió a lo que entendió como una alusión formulada por el presidente Luis Arce en clave futbolera. “Si le están diciendo que cuelgue los cachos, hay que decir que Evo Morales seguirá jugando y metiendo goles, seguirá haciendo gambetas como siempre lo ha hecho”, declaró Loza al comentar la entrevista que Arce concedió el martes por la noche al canal privado Cadena A.