LA PRODUCCIÓN DE ALCACHOFA EN ARGENTINA. “Más de 50 años de experiencia y condiciones agroclimáticas excepcionales marcan el diferencial de calidad de su industria”. Argentina posee muchos años de historia productiva y comercial en este producto, iniciándose con la llegada de italianos y españoles a comienzos de 1900, acarreando un abanico de variedades que rápidamente se adaptaron. Unas 4000 hectáreas se plantaban tiempo atrás y como la mayoría de los productos atravesaron un ciclo de reducción de superficie (1980) y una estabilidad acorde con el consumo interno. En 2007, la superficie cultivada era de 4600 h, con una producción total de 90.000 Tn. Alcaucil es el nombre con que se lo conoce en Argentina, que deriva del árabe arscioh o al-karshuf y cuyo significado es “espina de tierra” o “planta que pincha”. Las estadísticas oficiales sobre la producción carecen de actualidad, con una distribución del cultivo establecida de aproximadamente 700 hectáreas plantadas en la localidad de La Plata (Buenos aires), alrededor de 400 en San Juan y Mendoza, 200 hectáreas en el cinturón hortícola de Rosario (Santa Fe), y cerca de 100 h. en Mar del Plata. Según estimaciones, la superficie actual de alcachofas en Argentina es de alrededor de 2000 hectáreas, con un rendimiento promedio de 12 t / ha. La producción se destina básicamente al mercado en fresco, con cifras de consumo anual per cápita de 2,6 kg, fomentado por la organización de fiestas y eventos a fin de dar a conocer las ventajas de consumir esta hortaliza. En San Juan, el 65% de la producción se destina a la industria conservera de la provincia de Mendoza, mientras que la producción de las cabezas se comercializa exclusivamente en el mercado nacional. La actual organización de grupos de producción y la comercialización en conjunto marcan una línea de trabajo positiva para el sector. “Alcachofas Platense” grupo referente de la zona de La Plata viene ensayando y tecnificando sus producciones con el objetivo de sostener y aumentar la rentabilidad y consolidar calidad industrial de exportación. Pocas y malas experiencias o la falta de una autocrítica nacional del mercado de exportación han provocado una inapropiada utilización de los canales de distribución y un pensamiento negativo sobre las posibilidades comerciales externas del producto en fresco e industria. Comentarios tales como… es que Perú tiene un tratado de libre comercio, que el tipo de cambio no es favorable… entonces planteo, si nos quedamos con este argumento no se podría exportar y competir a nivel europeo con frutas y hortalizas, se exportaría dos años si y tres no. Es algo que nos debe llevar a la reflexión. El sector de este producto esta carente de conocimientos amplios de los mercados cautivos y un estudio detallado de estrategias.
En relación a las variedades que se cultivan la Ing. Agr. Dra. Stella Maris García referente internacional en investigación de este cultivo, determina tres de importancia productiva en Argentina:
Romanesco: Es la principal variedad cultivada en la zona de La Plata y el Cinturón Hortícola de Rosario, conocido vulgarmente como el francés (francés), Francés precoz o Ñato francés. Se caracterizada por poseerlas cabezas semiesférica con brácteas violetas con esfumaciones verdes y carente de espinas. Su producción comienza a fines de junio y se extiende hasta finales de agosto. El rendimiento es de 6,7 cabezas / planta con peso medio de 200-250 gramos por cabeza.
Ñato: conocido también como Ñato criollo o Violeta en el Cinturón Hortícola de Rosario. Es una variedad con inflorescencias con brácteas violetas con verde, muy compactas. Pesan entre 200 y 300 g con un rendimiento de 7 cabezas por planta. La producción es más tardía que Romanesco, entre septiembre y noviembre.
Blanco o Blanco San Juan: De cabeza ovalada, color verde claro, compacto y pequeño (140 a 160 g). La producción se lleva a cabo desde principios de marzo a finales de mayo (otoño) y de julio a mediados de septiembre (invierno). Esta variedad responde totalmente al tipo de la variedad española Blanca de Tudela. .
Las nuevas variedades, de multiplicación asexual, que se están introduciendo y que han sido creadas por el grupo de investigación de la Universidad Nacional de Rosario son Oro Verde, Esmeralda, Gauchito, y Guri y Estrella del Sur esta última multiplicable por semillas. La corriente a nivel mundial en alcachofa, es plantar materiales obtenidos por semilla, dentro de ellas hay que diferenciar las variedades, como ser Imperial Star, A106, Lorca, Estrella del Sur, de los híbridos Madrigal, Simphony, Concerto; Opal o Tempo. Como docente-investigadora de prestigio de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, la Dra. Stella Maris García argumenta, que la forma asexual (hijuelos) determina una baja tasa de multiplicación, mucha variabilidad en vigor y producción, y facilita la diseminación de enfermedades (bacterias y virosis). Por eso, es recomendable la reproducción sexual (semillas), que permite un cultivo anual con rotación y mejor comportamiento ante enfermedades. Junto con la Dra. García es de destacar la labor constante del Dr. Enrique Cointry quienes integran un equipo con otros investigadores para llevar adelante un plan de mejoramiento genético de la alcachofa y la obtención de nuevos materiales en Argentina. Según el Ing. Agr. Gonzalo Villena especialista técnico en alcachofa, manifiesta que, “El amanecer de los híbridos, ensayados durante 5 años en Argentina y existiendo en forma comercial desde hace 2 años, se presenta como una herramienta imprescindible para trabajar con planteos de alta productividad y calidad para satisfacer a los mercados mas exigentes”.
El doble propósito de estos híbridos abre puertas para el mercado en fresco como industria, destacando a Madrigal como verde o blanco y Opal en el de los violetas. La utilización de híbridos aporta un mayor tiempo de terreno desocupado, ventaja obtenida por la demora ( 45 0 60 días) en arraigar un brote plantado a raíz desnuda o sin ella. De esta forma se economiza energía, riego, mano de obra, labores culturales y se logra una disminución de fallas de plantación de un 25 al 35 %. Gonzalo Villena destaca que el potencial de producción de los híbridos puede duplicar en cantidad de cabezas, la producción de un material vegetativo como el Romanesco o Francés. Si el material vegetativo produce en promedio de 5 a 7 cabezas por planta, con un Concerto u Opal podemos esperar por lo menos 10 a 12 alcauciles y en el caso del Madrigal no menos de 18 cabezas de calidad comercial, siempre pensando en tamaños adaptados al mercado fresco. Cortando los capítulos con calibres industriales (50 a 70 mm.) puede producir más de 25 inflorescencias cada planta. Como Consultor Internacional veo conveniente reflexionar sobre la incertidumbre del mercado internacional y sus acuerdos, los vaivenes de las monedas, el nuevo despertar de urbes, la necesidad latente del consumidor activo de ampliar los gustos y hábitos, la Opportunity to see, la innovación y el estudio estratégico de los comportamientos, son elementos claves y señales que Argentina tiene que advertir para plantear recuperar el mercado y el posicionamiento histórico en la comercialización internacional de alcachofa y su industria. Estamos inmersos en un mundo global donde vender con inteligencia supera a vender en cantidad. Es hora de utilizar nuestra creatividad y visión del negocio. Autores: Ing. Agrónomo. Mariano Larrazabal (Manager Bialar) mlarrazabal@bialar.com Dra. Ing. Agrónoma Stella Marís García. Docente-Investigadora. Facultad de Ciencias Agrarias Universidad Nacional de Rosario. Ha colaborado en este artículo el Ing. Agrónomo Gonzalo Villena. Técnico especialista en alcachofa.