CAPÍTULO 20
El delicado País de Porcelana Mientras el Leñador hacía la escalera con troncos delgados que halló en el bosque, Dorothy se acostó a dormir, pues la larga caminata la había fatigado. El León también se echó a descansar y Toto se acurrucó a su lado. El Espantapájaros se quedó mirando al Leñador mientras éste trabajaba. —No se me ocurre por qué razón está aquí este muro ni de qué está hecho —le dijo. —No canses tu cerebro ni pienses en el muro —repuso el Leñador—. Cuando lo hayamos salvado, ya sabremos lo que hay detrás de él. Al cabo de un tiempo estuvo lista la escalera, que parecía un tanto rústica, aunque el Leñador afirmó que era fuerte y serviría para lo que la necesitaban. El Espantapájaros despertó a los 240 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx