La charla literaria María del Mar Argüelles San Millán Introducción Aprender a conversar en grupo sobre los textos leídos es una herramienta elemental para quienes como docentes, están comprometidos con la formación de lectores. Asimismo, profundizar en el texto y sus diversas interpretaciones es elemental en la formación de significados individuales y colectivos en el ámbito escolar y más allá de las aulas. En ese sentido, este curso en línea busca ser un espacio de exploración de las posibilidades de la charla literaria a partir del diálogo y el intercambio de ideas. Marco de referencia Una conversación literaria puede estar basada en los principios del aprendizaje dialógico. Dichos principios pretenden aportar una guía para su reflexión, de manera que se consideren como un marco conceptual ineludible para la charla literaria y la conversación, así como para ser tomados en cuenta en cualquier situación de enseñanza. Igualdad de las diferencias Todos los seres humanos son diferentes, precisamente lo que nos iguala es que tenemos los mismos derechos. Diálogo igualitario Las diferentes aportaciones son consideradas por la validez de sus argumentos y no por una relación autoritaria y jerárquica. Inteligencia cultural No se reduce a la dimensión cognitiva de la inteligencia, sino que contempla todas las capacidades, de lenguaje y acción que nos hacen posible llegar a acuerdos sociales. Transformación Somos seres de transformación. La educación y el aprendizaje deben estar
enfocados hacia el cambio de la sociedad. Dimensión instrumental Lo que se aprende debe ser útil sobre todo para el acceso a la cultura, para la propia autonomía y la autoformación. Creación de sentido El aprendizaje que posibilita la interacción entre las personas, da sentido a la formación. Solidaridad Compartir el aprendizaje sobre las bases de la igualdad, la equidad y el diálogo; es una manera de asegurar el apoyo entre los miembros del grupo. Una vez que se han considerado estos aspectos, el docente puede introducir la propuesta de charla literaria como una forma de responder a los textos leídos. La charla literaria Cuando los lectores, sin importar la edad, terminamos un texto o hemos escuchado una lectura en voz alta, reaccionamos a esta. Reflexionamos si nos gustó o no, si hubiéramos hecho lo mismo que los personajes de la historia o algo diferente, meditamos sobre lo que consideramos importante; generamos hipótesis y sacamos conclusiones. La posibilidad de ahondar en la reflexión y el goce estético de una experiencia literaria se puede propiciar de muchas maneras. En este módulo plantearemos el uso de la charla literaria.Cuando en el aula comentamos un texto compartido e intercambiamos acuerdos, desacuerdos, observaciones sobre la edición, las ilustraciones, lo que hicieron o no los personajes, lo que nos desagradó o desconcertó; estamos haciendo una charla literaria. Consideraciones: Antes de iniciar la conversación es importante:
Tener un acuerdo grupal para escuchar al otro: solicitar turno, dosificar el
tiempo, opinar y escuchar con respeto.
Concebir a los alumnos como seres llenos de capacidades. Por pequeños
que sean, los participantes tienen una identidad propia, gustos, preferencias, miedos, necesidades y proyectos.
Como maestro, conocer el libro y sus posibles interpretaciones para prever
los distintos rumbos de la charla.
Evitar hacer juicios de valor sobre las opiniones de los demás.
Existe la diversidad de interpretaciones.
No hay discurso totalizador.
No hay respuestas específicas y todas son válidas.
Los niños son críticos.
Lo que queremos es escuchar la experiencia del lector: gozo o disgusto. Lo
que quiera comunicar.
En la charla literaria avanzamos, regresamos, cambiamos nuestras
decisiones, formamos expectativas y nos sorprende que no se cumplan…
Considerar que una buena charla requiere tiempo.
Basada en el enfoque DIME de AidanChambers, se propone recuperar en el aula las 4 formas del habla, que menciona el autor: Hablar para sí mismos Es una forma de pensar en voz alta. Invite a sus alumnos a enunciar lo obvio, pues lo que no es obvio deriva de establecer lo que sí lo es. Decir lo que pensamos que sabemos nos lleva a descubrir lo que no sabemos que sabemos. ¿Qué preguntas podemos hacernos los unos a los otros para liberar pensamientos? Hablar a otros Cuando hablamos para los demás, tenemos que estructurar nuestro pensamiento para que sea comunicable, otro tiene que interpretar lo que decimos. El efecto público es convertir nuestros pensamientos en posesiones colectivas.
Hablar a otros nos permite construir significados a través de un proceso colectivo. ¿Qué nos ayuda a escuchar atentamente? ¿Cómo pasar de hablantes egoístas a escuchas cooperativos? Hablar juntos Conversar sobre lo que hemos leído nos permite lograr un conocimiento, entendimiento y apreciación que excede lo que se logra solo. ¿Cómo se expresa el entendimiento? ¿Nos ayuda la conversación a saber más o comprender mejor? ¿Nos permite hacernos conscientes de lo que sabíamos? Hablar de lo nuevo Al analizar juntos nos vemos recompensados con una riqueza de sentidos. Se nos ocurren cosas que no habíamos pensado y podemos reconstruir nuestra interpretación y argumentarla.La charla ofrece imágenes para pensar y medios para crear y recrear la esencia de nuestras vidas individuales y colectivas. ¿Qué hacer cuando la conversación suscita un pensamiento nuevo? Desarrollar una charla literaria El trabajo de preparación de una charla, empieza desde la selección de un texto. En su conferencia Oír entre líneas, Cecilia Bajour lo describe así: La escucha de los docentes necesita entonces nutrirse de lecturas y saberes sobre el cómo de la construcción de mundos con palabras e imágenes para que los alumnos crezcan a su vez en el arte cotidiano de hablar sobre libros. Esa nutrición tiene un umbral ineludible que es la selección de los textos que se pondrán en juego en un encuentro social de lectura literaria. Por ahí se inicia la escucha: allí comienza el oído del mediador a afinarse. La elección de textos potentes, abiertos, desafiantes, que no se queden en la seducción facilista y
demagógica, que provoquen preguntas, silencios, imágenes, gestos, rechazos y atracciones, es la antesala de la escucha. Mientras elegimos qué leer con otros estamos imaginando por dónde podríamos entrar a los textos en las conversaciones literarias, por dónde entrarán los demás lectores, qué encuentros y desencuentros pueden suscitarse al discutir, cómo hacemos para ayudarlos en esos hallazgos, cómo dejamos abierta la posibilidad de que sea el propio texto el que los ayude con algunas respuestas o que les abra el camino para nuevas preguntas, cómo hacemos para intervenir sin cerrar sentidos. Aquí es interesante recuperar la metáfora de Barthes de “levantar la cabeza” y escribir la lectura de nuestras propias decisiones al elegir e inventar posibles caminos para conversar sobre los textos con los lectores.”(Bajour, 2009, p. 6) La formulación de preguntas es un medio de gran ayuda para centrar la atención, mantener el diálogo y descubrir lo que se piensa; sin embargo, es importante cuidar la motivación que genera la pregunta, pues a menudo el maestro o mediador amenaza con hacer preguntas para comprobar que los niños o jóvenes han estado atentos o para saber “qué entendieron” o lo que es peor “si entendieron algo”. Uno de los mayores inhibidores que puede haber de un diálogo creativo es subestimar la inteligencia de los participantes, subvalorando sus posibilidades de comprensión. El enfoque DIME Las preguntas básicas Están enfocadas a descubrir de manera inmediata las primeras impresiones que nos produjo la lectura: gusto, disgusto, desconcierto. Con esta forma de conversación los niños aprenden a charlar sobre lo que los desconcertó y buscar patrones dentro del texto. La respuesta a lo que les gustó y no les gustó se entreteje con el resto de la conversación. Algunas preguntas básicas:
¿Hubo algo que les gustara más de este libro?
¿Qué les llamó especialmente la atención?
¿Hubo algo que no les gustara?
¿Les aburrió alguna parte?
¿Hubo algo que los desconcertara?
¿Hubo algo que les pareciera extraño?
¿Encontraron algo que nunca hubieran visto en otro libro?
¿Hubo algo que los tomara por sorpresa?
¿Hubo algún patrón, alguna conexión que notaran?
Las preguntas generales Se pueden aplicar a cualquier texto. Este tipo de detonadores, ensanchan el ámbito del lenguaje y las referencias, proporcionan comparaciones y ayudan a traer a la conversación ideas, información y opiniones que apoyan la comprensión, estimulan diferentes maneras de acercarse a un texto, ayudan a redondear una conversación y sacar conclusiones. Asimismo, permiten descubrir que cualquier texto de calidad puede tener más de un sentido. Algunas preguntas generales:
¿Han leído otro libro como este? ¿En qué es igual o diferente?
Si ya lo habían leído, ¿notaron algo que no habían observado la primera
vez?
¿Si ustedes hubieran escrito este libro que hubieran hecho diferente?
¿Hay algo de lo que sucede en esta historia que les haya pasado a
ustedes?
¿En qué es similar o diferente de lo que les sucedió?
¿El libro te hizo pensar diferente acerca de esa experiencia similar?
Las preguntas especiales Cada libro tiene sus propias peculiaridades: de lenguaje, de forma y de contenido; y es la combinación de todas lo que le da su propia personalidad. Lo que esperamos con estas preguntas es que los lectores descubran estas particularidades.Las
preguntas básicas y generales pueden usarse en cualquier texto pero no todas las especiales aplican para todos. Tratar de contestar preguntas inapropiadas puede ser desalentador, por eso es importante prepararlas antes. El tiempo
¿En cuánto tiempo transcurrió la historia?¿Nos fuimos enterando de lo que
sucede en el orden real en que se dieron los eventos?Cuando hablamos nosotros de las cosas que nos pasan, ¿siempre contamos las cosas en el orden en que ocurrieron?¿Hay partes que pasaron muy rápido pero ocuparon mucho espacio para contarse?
El lugar
¿En dónde sucedió la historia? ¿Es importante dónde se sitúa? ¿Podría igual
haber sucedido en otro lugar? ¿Pensaron en el lugar mientras leíamos? ¿Conocen algún sitio similar o les recordó alguno que conocen?¿El lugar donde transcurre la historia se parece al de otro libro? Los personajes
¿Qué personajes te parecieron más interesantes? ¿Es ese personaje el más
importante de la historia o se trata de alguien más?¿Qué personajes no te gustaron?¿Alguno de los personajes te recuerda a alguien que conozcas o a personajes de otros libros?
La narración
¿Quién estaba contando la historia? ¿Cómo lo sabemos?¿Está narrada
por alguien a quien conocemos en la historia, o está afuera de la misma? ¿Qué piensa o siente la persona que cuenta la historia, el narrador, sobre los personajes? ¿Le gustan o no? ¿Cómo lo sabemos?¿El narrador aprueba o desaprueba lo que pasa en la historia? ¿Y ustedes?
Para finalizar una charla, no olvide quecomo maestros, debemos estar siempre atentos a lo que ocurre en una sesión de lectura, por eso, es importante observar y reflexionar sobre la dinámica del grupo: ¿Quiénes participaron de la charla? ¿Son siempre los mismos o todos participaron?¿Se escucharon entre ellos? ¿Argumentaron sus opiniones? Si registra en un cuaderno sus observaciones, podrá darle seguimiento a la evolución del grupo y a usted como maestro. La charla literaria en la educación especial: Desde el punto de vista de la inclusión educativa, es indispensable crear un ambiente en el que todos los niños se sientan valorados y respetados. Es fundamental que el grupo comprenda que las respuestas a la charla serán siempre diversas porque ellos son un grupo diverso. En la medida que se tenga un ambiente de confianza y respeto, los niños podrán sentirse más cómodos para participar en las charlas del grupo. Seguramente los niños y niñas con aptitudes sobresalientes no tendrán dificultad en comprender el origen e intención de las preguntas, pero tal vez habrá que motivarlos a que expresen sus opiniones. Con los niños y niñas que presentan dificultades en el desarrollo de competencias, será fundamental que la lectura haya sido adecuada para ellos (revisar el tema de etapas lectoras), para que puedan sentirse incluidos en la charla posterior. El tipo de preguntas que se les hagan deberán corresponder a sus propias competencias para no inhibir su participación y aprendizaje con el colectivo. En el caso de los niños con discapacidad visual, si hubo una buena lectura en voz alta, no tendrán problema en incorporarse a la charla colectiva y sólo habrá que motivar su participación. En el caso de los niños con discapacidad auditiva, la presencia de un intérprete o maestro sordo es imperativa si queremos que tanto lo que ellos escuchen de sus compañeros como lo que ellos tengan que decir sea comprendido claramente por todos los niños en el salón de clases. EJERCICIO PRÁCTICO
Elija alguno de los libros que tiene en su biblioteca da aula o escolar, léalo con detenimiento y anote algunos de los temas, reflexiones o situaciones sobre las que considere que podría girar la charla con un grupo. No olvide considerar las ilustraciones y los detalles que el libro tenga. Recuerde que este es sólo un ejercicio y que el grupo podría llevar la conversación por otro camino diferente al que usted has pensado. A continuación, construya de 5 a 7 preguntas específicas que se apliquen al texto y que utilizaría como detonantes de una conversación. No olvide tomar en cuenta las diferencias y competencias que existen entre los niños y niñas de su aula.