SINVERGÜENZAS. La expresión corporal y la infancia. Autora: Mónica PENCHANSKY Colección del melón-libros que piensan la infancia. Lugar editorial, Buenos Aires, 2009.
CAPÍTULO 6 La importancia de lo grupal en la producción individual La expresión “hacernos múltiples” ayuda a dar cuenta de otro de los propósitos fundamentales de nuestro enfoque de la Expresión Corporal. Si seguimos tomando como referencia distintas técnicas de aprendizaje del campo del movimiento, podremos notar que las metodologías que éstas utilizan ponen en juego modalidades de acercamiento al propio cuerpo que difieren substancialmente de la que privilegiamos en nuestro hacer. Se puede ver, por ejemplo, que en la mayor parte de los salones de danza clásica, contemporánea o jazz donde se llevan a cabo las clases, suele haber espejos que son utilizados por los alumnos para observarse y corregir sus posturas, posiciones, pasos y secuencias de movimiento en función de lo pedido o mostrado por el docente. En las clases de Expresión Corporal, en cambio, operan necesidades que requieren otra metodología, otro tipo y lugar de miradas. Poder concentrarse en uno mismo, en la zona del cuerpo a trabajar según los distintos momentos, en la energía necesaria para hacerlo, requiere de una visión distinta a la que brinda un espejo, ya que por una parte pide “mirarse desde adentro” para producir el propio movimiento, y por la otra, invita a cada uno a tomar como referencia múltiple y enriquecedora a los demás miembros del grupo, puesto que serán fundamentalmente ellos, ”los otros”, los que con sus distintas respuestas a la propuesta docente permitirán la proporción geométrica del aprendizaje que sólo el grupo es capaz de crear. Si bien en estos casos intervienen fuertemente la observación y la imitación del hacer de los compañeros, es bueno aclarar que también este hacernos múltiples implica estar abierto a corporizarlo todo. Cuando decimos “corporizar” nos referirnos no a ilustrar o a representar en movimiento, sino a contar con el cuerpo como un lugar en el que cualquier imagen puede encontrar resonancias (muchas veces se reduce la idea de corporizar simplemente a ilustrar o representar en movimiento). Decía Gastón Bachelard que la imaginación imagina sin cesar, que las imágenes no se acomodan a ideas tranquilas y mucho menos a ideas definitivas. En ese sentido observamos que la interacción que promueve una actividad compartida suele dar lugar a un torbellino de ideas, recuerdos y movimientos que en la situación misma de la clase obligan al docente a un hacer que se vincula con la tarea de creación del artista. Y con ésto nos estamos refiriendo a aquellos aspectos del rol docente que abarcan tanto la selección como la organización de un material que los alumnos en la etapa del jardín producen en general bastante desordenadamente; acciones que el 1