1. ~
·-~~~ l!!la.le-.
.¡~~u:\. ! W~tl22 ~ .. .. ·. . ·········
e
Octubro 1922
rxn=~Jtxr·x=~ ~ ~
•,
•
• e==::::, • c::=::::::::J • c::=:::J
®
_
• 1 50 2 4
ptu. •
{nquietudes de L~ Semc:u1q
1
~•on
_.,
,... ' ••., '-................
~
.
~ \ TKII'\eiT"· :
aep en d~ nte
~e mli nt\no m e::=:=:¡
r'reclo: suscrtpcl6n por •delontedo ·ÍI· Id. Id p l • • • • Id • en • me Y r,rovlnclos ----~-·-- Id. en ti eatr•n aro . . .
-1 ' .. . ...... ~·~...,~,;:..._ .:...- . : 1'50 Ptas. i
c:=::::J • e::==¡ • c:=::::J •
1
·..·. ~ .·...
......
Redi:IC:C:Ión: JUfonsr> XIII, 7 J\dmlnlstrac:IOn: eerd6, 4$
) . f.lbrica,. Pero donde no h ty una valle.. A cada :paw cncontramqs P•e<lra, cmcr·{c con la exuber:~ncia ur.a f.'\brica dé electricidad. El mis ri.:~ .,.;1~ ~1.1xima, el tupido césped E~ una J>!!quetlo salto de a~ua .,, aprove· ¡oya de acth•idad indu~trial en un chado cuidndosarnente para mover En este septiembre t)aióldo ~e' jubiló don Pcdco Antonio Pujo!, estuche de verdor. d pueblo bien las dinamo~ aunque solo sirva para )l;lc,tr-o Nacional de nuestra villa urbanizado y limpio cnlrc la ti<:rra abastecer un pcq•wno taller. • Durant~ mlls de cincuenta anos ha venido 11 abajandu desde la virgen. Porque hacic11tlo ju,ticia, he A los 30 kilómetros de bajar, e;cuel.l pubhca, sobre l.as men te~ de nuestros ninos. Han pa,ado por mo~ de achacarles c;l descuidt> en llegamos a Azcoitia, Al llegar a.la s11' manos do$ generac1ones entera;, padres, hijos, nietos. Sobre ella• que tienen a la agricultura. Todo• entrida del pueblo, veo como mi Slh cabellos se le han vuelto cana>; su cabeza calva. 1,\, ~erros y montanas que circundan, acompananu: pone en marcha almo· . En cada hombre; ~ .cada espfritu, encontramos cualidades prt al nsueno pueblo, apar~ccn \'(rg.,no:s torpor primera vez desde que salimos • do:mnantes. En nuestru ''ICJO Maestro, que ha pasado por la línea de del arado. Algún castalio en Jás de Zum:irra¡.ra. A•f puede entrar a lo~~et~ntC\ allos, su. condición prcdominant : ha sido u11a fdiz re.>i,u:nci:t IJdcras es el único arbolado. Lo r:uanecerlo 1:m su g.•rage. Pago, me a J:~, fauga, una ace1ón desmesurada, una tra)•CCtoria rectilfnea haci:l d d1:más, h¡crL....s p~ra pasto de. bu.:y..s despedido de él y atra,•ie.so Azcoitia, .._¡r.¡'e.jojSu luz era la primera luz encendida en los primeros a'•ance~ )' cabras. pcqucno pueblo, del mismo aspecto dd alba, llamando a los escolar.::;. Su lut, era la última apagada en la~ Las casas de Zumárraga plr•:ccn que Zum:l.rraga aunquu mucho mú h· r;~s d e vela sub~iguít:nte al crepúsculo ''espertino. • con&~ruidas por el mi~mo arquitecto. pequet!o. ¿Qué queda de la obra de nuestro viejo maestro? Nu ya de cin· Ninguna pa~a de los dos pisos y sú Eq cada ·acera, muestran al turis· cuenta, de veinte anos a esta' pnrtc queda arrinconada toda la Pedago· constrncció:l especial de defensas ta, los azcoitianos, su esp<.-cialidad, ~la tradicional, quedan arrincónados por rancios todos los procedimientos pnra la nieve les dan un aspecto A cada paso, una mt5a y Jos utensi que engcndr.aba el uniiansmo absurdo de una cnsellanza oficial mal pintoresco de Nacimiento. Las calles lios propios para la fabricación de cuidada por el Estado. Sobre· los restos de la~ viejas concepciones edu tarugadas .corno e;tán en las capi· las alpargatas. Y sobre una banque· cadora-1, ,.a aumentándose una ONC1'3 cie;1cia. de culti1·ar el intelecto y la tales mas Importantes del glnbo. Y ta, sentados como si cabalgaran a ,·oluntad, ,.a formándose la Pedagogfa wc:ial. Pero en la nueva y c:n la las carreteras.... ¡Ah, las carreteras, caballo, ''emos a los hombre5 de 1·ieja ciencia ha)' un hilo que ha de unirlos siempre, que hace que no queridos compalleros de infortunio inseparable boina, golpeando las 1 ~ean cxtratlos uoa a otra. E~te hilo t.'S el impulso, es la energía, es el en el tr3)'Ccto Palma Andraitxl las trenzas de eánamo con que se con· drseo Je hacer. Este hilo fué agjt:tdo por las n¡aoos de don Pedro carrt:reras son todas asfnltadas don f~-ccionan Jas .sudas. de puede patinarsc con suma faci 1 El más lerdo, nota enseguida el Antonio. Que sean, pues, estas lineas un reconocimiento. lidad. 1espíritu m.is que religioso, fanático, Pronto hixe Jos oportuncs diligen· ,de aquellas gentes. A cada esquina, •• cios para saber a que atenerme, con una hornacina con una imágen, en Dos palabras que mlls que alusiones son formas básicas d~ buena el fin d.: llegar á Azpeitia la misma l cada calle un u:m¡.olu, pequeno. o manana, donde dcbfa visitar un ami· grande. Algunn quinta de importaD· doctrina periodfstica. De los sueltos que sin ninguna fint~a se publican en los periódicos, go y tu,·e la grata suerte tic encon- lcia adorna sus jardines con estatuas r~;ponde la Dirección, cuando ésta n.> concre~a el nombr~ del autor. trar un dwufer de A1.coitia que' religiosas. Publicar un suelto sin firma 6 ponerle la colecttva de Rédacc1ón no revela prometió lle,·arme hasta dicho pue 1 Salgo del pueblo )' echo a andar ¡por la magnifica carretera. (¡Quién -r;¡n diferencia. Ponerle esta firma podrá ser una petulancia, podrá blo cl.ln !¿U hcnnoso Hispano. Acomodado Ctl el mullido asiento la tuviera!..) La misma \'isión de ~'> llegar al limite de la plena jus~ific:ación; pero a. excepción. de casos muy contados que hay que examinarlos con lupa, d1cha firma s1rvc latcr,tl al del mecánico vasco, ob· antes, los castalios, los campos in· para sentar una doctrina del periódico o querer q~e ll~gue ~~- l~ctor, que servé como solamente puso en mar· meosos de verdor, cuajados de en la Casa se defienden de algún reproche o hum1llac1ón dmg1da a uu cha el motor para arrancar el coche. arroyuelos... ' A los ttes kilómetros me sorpren· C?mpanero que bien puo.!de ser un corn:sponsal. No significa ~sto. que en Inmediatamente después, cerró . la ena defensa coadyuven todos los redacton.!s. P~eden v.e rsc m1l e;emplos espita de la bencina y empezamos de la grata 1•isión del espléndido en la~ prensas, puesto que por otra. part~ hay s1empr~ r:dacto~es repo~· a descender, bordeando precipicios Santuario de S. Ignacio de l.oyola, t•,ros y otros dedicados al aspecto htcrano. Lo 9ue s1gmfica es qnc en y serpenteando por JI¡\ txcelcnte ca- hermoso edificio de cúpulas bizan· 'a Redacción se solidarizan con d atacado. Y s1 esta d.efen~a cntrana rretera que cual cinta blanqufsima tinas... it la puerta, el consabido •trO ataque, se pelea refiriéndose al que de un modo tácno se encarga dejaba a sus lados el verdor impeca· puesto de medaOas, estampas y es· capularios. Pretendo visitar el tero· ;!~! trabajo determinado. Si se ignora, se refiere concretamente a u~1o, ble de Jos campos. En plena ruta y con su acento plo;_pero mt es imposible: porque a fj.e c.1da cual mirará por si. Tambien se puede dirigir a la Redacc1ón aquellas horas permanece cerrado. rn:sma sin especificar conforme a la firma. Pero nombrar de ella a un?s vasco, dljome el t"hauftr -Ha tenido suerte, pues. Llega Sigo camino adelante y llego a ttant~ senores solo 'por el mero capricho de hacer alarde de efectiS ma-, a sabienda's de su participación nula, (tal ve~ bus~ndo una desau do que sea 3. A1.coitia, irse puede a Azpcitia donde mi amigo me cspcr3 pie a Azpcitia. Asegúrole gustarle y donde ''u~h·ese a ratiñc~r el as· torización qut; no puede venir nunca); eso es una ~dehcad<:z~Í ~~~:s g~= mucho, pues. Cuatro kilómeuos <¡11c pccto pcct!har de. los ~ntenore~ p~e· indelicadeza, que no se comprende en la.~ cost:l;r::~op:r~t~r~os nun te hay. /lluy bonito que te es, san blos descfllos. /111 am1go, me mv1ta ~stutas que se presenten y en cuyo terreno, no , tuario de Loyola que encontrar por a dar un paseo por :~qucllos contor· ca, nunca . Y ni una palabra más. nos en una ttsla. Ellos dan este d camino. - ¡1\h! - exclamo yo. ¡Es que no nombre a unos coches e.~actame~te mento y al pisar el suelo are(lad? me acompallará Vd. hasta Atpcitia? iguales a nuestros coches funcranos El place r de caminar -Imposible que me <.os. Comida aunque desde luego un. poco n.>ás del ap,,adero noté que era yo. el único viájcro que habfa descendtdo. que me espera. Esposa que no bajos cuyo fondo construido de ~un 'l\a~~ Seguidamente bres negros c:s lo que les da la c:~hlica· vi .lesaparecer el c:otl· ¡¡uiere que: a la hora falte. Admframi: la bondad del excelen· ción de <Ce>tas •. El toldo tamb1én ne· VO)' por el re~coldo de una hondo· llf te "asco y me decido para recorrer ¡:ro con su~ corre<pon.dicntcs rortini· zum'rr•t•· A zco1tlo, S. 11• nada... . h bf 11 a pié los cuatro kilómetros. El auto llas dcltetru:o Cl)lor. Stnceramente he En mi artfculo antenor a 3 '1 nec: lo de Loyole, Aapelll• • 'ado a Zumárraga, el pueblo verde. marcha, en rápida carrera. /lli aten de confesar que dc,\:0! fcr''lcntemen_., ,ueblo clón se fija en los innumerables te que ce>.ara el pa•c"<l con t~l de no ;Zum~rraga, un minuto!-v~ci m Hice bien. Zumárra¡:·• es un 1 f,:r6 un empleado de la cstac1ón. induAtrioso, con profu,i6n de bancos arroyuelos que •urc~n los pcr¡uenos seJluir en tan imponente \'chltlllo. llaj~ rapídamente de mi departa·
-......,.. ,..
•
i\M\ac\ones ó.e