La Voz Arraconense 1926-04-25 (59)

Page 1

DECENAL INDEPENDIENTE .. ..:.: :: 1\ño 111. Núm. S9 ::

Redacción y Administt>ación Fra.J3oia~ .13. 0

2

..~~

..

U

S' Arracó 25 de Abril de 1926

PRECIOS POR TRIMESTRE: Pueblo . . . . . . . . . 1 ':zs ptas. Pueblos de la isla y provincias. 1 '75 • Extranjero. . . . . . . . 3'50 •

recuerdo de uuos amores lejanos, muy l yo, a un montecillo pequeño que hay • 1 ¡lejanos, pasa rozando su memoria con junto a su casa y le conté los pensamien--~~~~~, ~~~~ ¡aleteos de ternuras ya muertas..... Y sus ; tos que me habían venido junto al fuego Bonita, no lo era. Y sin embargo, i manos suaves se osan psobre la cabeza 1 la noche anterior. toda ella era de una atracción irresistible. ! de la hija, como si quisieran defenderla 1 Y la buena anciana, me dijo, muy Sus hojas nansas a veces, dominadores ajl de las primeras ilusiones del amor..... cariñosa. No es el humo que forma las ratos, cautivaban como algo suave e ineEl sol ha ido subiendo y traza, una nubes, no son las chispas las que se fable que se entraba en las almas, como raya de oro, que parte por mitad del : convierten en estrellas. Tú, no puedes perfume delicado. Hacía ya algún tiempo jardín. . comprenderlo, porque eres demasiado que Rolando no había visto a Sara, y . Z. pequeño, pero son los vapores que se ah ora, al volver de la corte a pasar unos 1ÜÜ~~~- elevan de los lampos, de los bosques y m e s~s en el pueblo natal; la encontraba de los mares, se reunen allá arriba y hecha una mujer. L 1\ S E S T R E L L 1\ S forman las nubes. Continuó diciéndome. -¿Por qué te ries, Sara? • -Las estrellas que a tí te parecen chis-Madre, me acordé de un suetío que Me acuerdo muy bien, de que en !' pas, son otros tantos soles, tan grandes tu ve anoche. Dime; tú crees acaso en los otro tiempo después de cenar en familia, o aún más que el que nos alumbra duran. sueños?... .. . , íbamos mi madre, mis hermanos y yo, a ¡ te el día. Y yo la miraba sin pestanear; . . Una mujer que se encorva bajo el · una casa vecina a pasar la velada. este espacio que vemos no tiene límites, 1 peso de sus años, sentada en un canapé Una noche, estábamos sentados sobre : ves aquel monte es Campas que parece antiguo, adornado con un paisaje borroso, los poyos que formaban círculo dentro 1 que su cúspide toca el cielo, pues si subes hace media y cuyas agujas a impulsos de de la coci1~a; el ama de la casa la más a ella te convencerás que está tan lejos los dedos apergaminados, voltejean ver · anciana de todas, hilaba en un rincón de allí como de aquí. La luna también tiginosas, mientras su hija Sara que se acurrucada un vellón de lana blanquísima 1nos parece que besa al cielo si pudiéseencuentra en la flor de la juventud, la! con su rueca y su huso, satisfechísima mas subir a ella nos pasaría igual, ayuda hilvanando una madeja. 1 porque había llovido mucho y habí;1 veraímos otra estrella más lejos y si El día es un triunfo glorioso de luz. j llenado la cisterna, como pocas veces 1volásemos a ella tendríamos el cielo tan Flota en el ambiente un suave perfume . había visto; rezando el Santo rosario con ¡ cerca como lo ves ahora, estos son los de flores mañaneras. Una enredadera so -! voz clara y potente, a la antigua, muy ¡límites del espacio. Mi asombro era tal, bre la tápia del jardín se tiende vuluptuo ¡largo con los pasos, el acto de contrición ' que no la entendía. Te acuerdas que al sa salpicada de capanillas azules. Hay : (godolada), los Dolores de María etc., esta 1 mirar el campanario de la iglesia te parealegría de sol, y alegría de almas bajo el l viejecita que todavía vive con plenitud ~ cía una delgada aguja? Ves aquellos homensuefio de la matíana. de todas sus facultades mentales a pesar bres que pasan por la carretera parecen 1 -¡Madre! Sofié que Rólando me de haber visto sus 86 abriles, rogando al hormigas. Y la otra noche, aquella granofrecía flore.s en este j:t:rdín ... .. Muchas !Todopoderoso nos la conserve muchos 1de hoguera de carrizo que los pastores rosas blancas, muchos claveles rojos y 1. atíos más . Mis hermanos trazaban en el encendieron sobre la colina del puig den muchos jazmines ..... Y parecía que todo 1 aire círculos de fuego haciendo girar Guziia al mirarla desde aquí, no creíste estuviera iluminado por un rayo de sol.. ... rápidamente varitas con un extremo en- que era una lámpara próxima a apa• -Hija, tu suetío es un poco peli- !cendido todos removían las áscuas y garse? groso..... j hacían brotar de ellas haces de chispas 1 Observa, puesr que todo objeto dis. semejantes a pequetíos fuegos de artificio. tante aparece pequefio a nuestra vista. -¿Por qué? ·-¡Quien sabe~ Yo, miraba salir de la leña verde boca Cada estrella es un hermoso sol, tal vez 1 -Pero 'mira, ¡s.i me da risa!. .. .. Ro- ~ nadas de espeso humo que subían, mez más grande y más brillante que el nues1 !ando estaba dis.tinto de lo que es. Tenía , ciadas con chispas, girando en espirales, 1 tro. Pero como están tan lejos nosotros los ojos muy negros y las mejillas cha- ; y yo pensaba.-Sin duda este humo sale ¡las vemos como puntitos de fuego encenpeadas, como si viniera de tierra fría. : por la chimenea, sube muy arriba hasta , didos en el espacio y sus lucecitas nos ¡Que buen mozo estaba! Esta mafiana ~ el cielo y allí forma las nubes, mientras ! parecen tan débiles como de las luciérlo ví y me dió risa el castraste..... que las chispas que suben con el humo, nagas que relucen entre las hierbas por La madre se ha quedado pensativa. ! deben ser las estrellas que vemos por la noche. 1 Ella alguna vez tuvo su misma edad y un .la noche. Otra noche, levanté la cabeza ¡:)ara sueño así, au~que real y efectivo ..... El ' Al día siguiente, subimos mi veciná y mirar el cielo a través de las hojas

Ensueñ.os

J

'

1

1

l

!

!


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.