OÍ ~fC.CIOrt ' 6frtERI\l
En
tor~no
al Turismo
al arrullo del\:éllro blendo, y mecerse voluptuou y apacible, entre brUól floridos Y suaves q11e la clílcmn, sin provocarla; y encontr¡ando aqul ate rfn·
cóndetlenabaja,colósounelladerondón. yeciendoenellacomo en lecho mullido Ygrandlllso, do~eleado por el paoell6a del cielo. cuyos pll- 1011 1u cimas de los montes verdcantes que en la mar·se miran y a la mar gu~reCen. iOh Y cuan bello debfa de ser el espectáculo de este pequeílo ITII1I /nt~rno en los primeros tiempos de su remoto formación¡ Porque, dada la configura· PROSIGUE LA CHARLA ción Y estructura del sen!> de s11 curva, no precisa ser geól¡,gos ni poetas de ···Y ¿qué sitios o parajes han visitado u~tedes en los días de su estancia brillante fantasfa, para colegir que tas aguas, en su prfstlna Irrupción, no pa· enrre nosotros? raron en sus actuales riberas, sino que se adentraron mucho més y se reman· ··!.'! parecen!~ V. muy natural y muy lógico que lo primero que ha Sl)licl· saron más all4. Las huertas más cercanas vléronse un tiempo cubiertas por ado nu~ra aten~1l>n y merecido nuestra visita, haya sido el puerto, vuestro las aguas marinas; a11tes de que se tapf1.aran con la alfombra esmeraldefta de su exuberante vcgctacil>r., brilló sobre sus f¡erras la hennosfslma coloradón puerto, hndo detatle de la costa, que indudablemente fi¡'a la vista d t d . Ba eoos del varde·mar, antts de que emergiera de sus entrru1as su lroctllera arboleda :os que vren(;Jl d<! rcelona a esta isla y están tocados de buen gusto. Vuestro puerto que es la nota mAs simpática de este valle, que sólo se vfóse pobladll lo acuática superliclé de la vorlada arboladura de las nav~ abre para dar paso al mar y formar la gracloSll, la profunda, la ~:uarecida en· antes de que sus ribazos se convirtieran en abundoSos bancalts sirvieron de senad.1. Vuestro puerto, cuya utilidad debió ser inmensa, en otro tiempo, para fácil atracadero para las pequellas embarcaclone~; y si, ayer y hoy y mallana esas tierras fueron, son y se¡in de una pródiga fecundidad, y si a poca pro'0$ buques do! vela salidos de la bah la de Palma, en la estación tormentosa, y !!ara todos los que navegnban desde la costa peninsular, en demanda de fundidad de su sobrehaz se encuentran los embalsamlentos del agua dulce, ,\1allorca. Vuestro puerto, cuya vista constante ha lnnuido a buen $Cguro y bien que siempre tocada de su salobrena condición natural, todo ello se debe, Jecldldamenle en el ilnímo de lo.s h:jos de este pueblo, h~ciendo que predo- como es obvio, al beso dilatado que a esas tierras dió el mar, que es depósito inexha!'sto de energfa, que es fuente inagotab'e de vida, que es veuero lna· m~'lt entre ellos el elemento marino, todavfa más que el pescador..... ...Bien lo cantó asi un gran poeta, (1) al hacer la desrrlptlón dt>l Puig cabable de salud• iAh, cuantos son los beneficio~ qut reporta el hombre de su proximidad al \ÜJyor y dP los rasgos cal'llcteristicns de los pueblos de la isla, que desde 1a liquido elemento, en su estado natural! No son bien conocidos, no son bien ' ""lbre de aquel se divisan. en bellfsimo panorama comprendidos, y por eso no son apreciados. Dins C'l cor de la serra s'amaga Valldemo!a Ab ses tallades costes i comtllars i afrau$: ¿Porqué •
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1/um¡, allá llont blavetjo la esquerpa Dmgonera, Ab qua/seco! vent {ossa, Androlg la marinera ra na11e¡¡ar ses naus. ··!Muy biéni !Muy biéni exclaman todos. Comprendemos perfectamente • <Mtulo de lo~ verros, aunque no podemos apreciar íntegramente toda su bel:~,.a de ~xpresión. ..p,rés, si, continua diciendo el preopinante. Si lindo es vuestro puerto, Al:'.eni~ímos y encantadores son ~u~ anaóales. ¡Ah qué grata impresión con· \•rvamos de 1111Cstra visna al primero. y de nuesrro paso por entre los se· ::undns! • •. ,.t.qut'lra conta blanca de breve y llana carretera que enlaza el puerto <"on ,Ctlmo se desarrolla culebreando entrC' alineados ahnendral;s •nrreve:ados d" al!osos olivos y algarrobos de fantástica configuración! ..... Corno ""rd<!a lo!rtiles huct1as, sobre cuya5 cercas alargan sU!' Sllrmlentos las IIO::.!If,~as vide.>~. asoma su copa el membrillero y muestra el granado su roja ''or! • Y al for• mr el ítltimo reCQdo, cuando la vistu aún se espacia deleito· Si:~•·nte 110r la feraz llanura, salpicada de blanco caserlo, CJu1.adA por la mo· •ob!e, w•nle faj11 del rumoro~o cunavtral que ribetea el torrente, Antes de ~ ·~11br.rsu dr.l tildo 1>1 bella en~cnada, ante!< de ver~!' la arboladura di' las -< ~es en ella ancla<1:os, o•nsánchase el pulmón ron rl hl!hto puro de la brisa 'll;orln;, c¡u.. c~hald el pu<.'rlo, como heraldo que ¡¡nnncia su presencia y Mlle tl dar ~~ blt:OV<.'n ida 8 Sil~ vislrao;teS .•..
~~ Pt:eblo!
ruin y cicatero de ganar ticrrn al mar, cerccntmdo paulatinamente Jos brazos que el amorosam~nte ha tendido y alargado tierra adentro para embellecer, para deleitar, paro purificar? El mar es un enamorado a toda prueba de la tierra; sólo por excepción traspasa los limites en que el Creador lo encerró; y hasta cuando la tierra ha invadido sus dominios y ha consolidado la usurpa· ci6n estableciéndose sobre ellos, no se dá el mar por ofendido, ni se retira airado. ni se desvla vengativo: consiente la su;>erposiclón¡ transige con el alla· namienlo; mantienese humilde en las capas inferiores pnra refrescar la tierr1, para mulllrla, p8ru enriquecerlo; y cuando la mano del hombre remueve la superficie ahogadora y ahonda un poco en ella, lue¡o al punto asoma su ojo frtsco, brotando de la obscuridad donde pacientemente ha esperado la hora del feliz alumbramiento. ·-¿Porqué habeis permitido que la prosa de una tierra mal labrada ajara Lo virgmal poesfa de la concha de vucsrro puerto, hollando el lis!ón de blanca arena que tan primoroSilmente debín festonearln? ¿Porc¡ue no culdais aquella nota bella, aqucl detalle d~leitoso de vuestro puerto, el
Saluet
Internado e11 el torro•nte, pr11dn arribn? !Oh sus agun~ verdes )' •lCeitosas¡ !Oh sus riberas cu:Jflldas de juncias y ln:rbajc! ;Oh el túpldo cull.tl"cral que a tr~cho' lo guarnl'<'<!, y. cruztlndos<! SO· bre el, blontlarn~oue lo ~ornbrc11! No es ruru. no, In quc nos contaron del Sa/111'1, en nu~srr.t l'i~lla :11 puerto 1'/ qué capricho más afortunado No e¡ ruro •tue. un tiempo, (u.ondo e~~ ~·ti<> ,•onservabd to.l.t ~u primitlv• Y ~·>. lo, lttvo h ~·r.•n~ .Vtlfluall'za en la form ICIÓn de eslt:' ~al11no exrenai6u y :tmt•nill~d. la< aw~ ncuáth·11s 11rrana1tltts de 1.1 ulbuf.:rn. p •tlnsu· ~· er o! fJtr(a C CJU~ t"an<at!H ID llloiT de bHIIr inutllnll'niC el peftascal de la tures pllr 1~ IIIOJil> dd t••mpt>r.rl )' tmldQ•ac4 ~n •llls olt• 1<~ t.:rnpcstlld, al CIICOII• c'-'111111'av;, ql"' !J 15!11 1~• fnmt'<lluci!Jn('' dl'l p1161o se orolon¡:o; fnliJlftdll dt' tmrse l'tl 1'5th cl!r.tr)n ro~ras, $0: refugluo~en Umldo1~ l'll la 1101bri11 del Slt/wt • d 1111itua brt ¡:.t, e .nsur.tldor¡¡ de la luer111 d" au oleaje y del hcr\'tll' de su• 0 discpmer>~·t n ..r~ll(l~u' en .,,~ "'P~Ao• janra'e~. ~:n:iJ y gJJnos~ ''" ' "' ;obrlga.tr, ulbtrgue, d•Hlde repoliilr y dormJr trllnqulla, VostJtrol P•l•lrcfs tcn<'r en m.•no•¡•n••IO e~r br '1/ • dt'ltll• de vut',tro puert t>a nll~otros 1n ~ '(16 muy ahlnc.r 11 tll!IICióJ1: n.'<'<Jrrlm.u ~UII"K'ti<"Ai rlbctb, IIJ [} Ma•t 1 (Jlmt•Jor tu pi)< ;la /.a Hoqul'ta.
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