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Los que observan

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Fiebre

Fiebre

Los que observan

La madre, sigilosa, observa a la niña, que peina con esmero a su muñeca y le cuenta a esta que un monstruo de ojos amarillos vive dentro del armario. La mujer entorna con cuidado la puerta de la habitación y vuelve al salón.

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El hombre, sigiloso, observa a su mujer que habla por teléfono con su hermana. Le cuenta que su hija ve monstruos que no existen en el armario.

El hombre, sin hacer ruido, cierra la puerta y coge su móvil para llamar al psiquiatra de su esposa. Le cuenta que esta vuelve a ver a una hija que no existe dentro de la habitación de invitados.

El psiquiatra, sin interrumpirlo, con sigilo, anota en su cuaderno que su paciente vuelve a hablar de una esposa inexistente.

Y usted, lector, sigiloso, cierra la página del libro mientras piensa que ese hombre no existe.

Y yo, a sus espaldas, sigiloso, lo observo a usted.

Arantza Portabales Santomé Teo (A Coruña)

Ganador mensual noviembre y anual

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