29 Mayo 2015
En medio de preocupante enfriamiento del mercado laboral
Imacec habría crecido 2,5% en Abril de 2015. Los indicadores de actividad sectorial publicados por el INE nos permiten estimar una expansión del Imacec del orden de 2,5% en 12 meses para el mes de abril, levemente por sobre nuestra estimación previa (2,2%), y en la parte alta de la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central de Chile, situadas entre 1,5% y 2,4%. Con este nuevo registro, el crecimiento del primer cuatrimestre se ubicaría en 1,9%, permitiendo mantener nuestras estimaciones de crecimiento del PIB para el año 2015 en 2,8%. Los indicadores de actividad muestran una recuperación moderada pero transversal respecto del mes de marzo, que estuvo afectado por los efectos negativos provocados por el desastre natural en el norte del país. La industria manufacturera creció marginalmente en 0,8%, tras haber presentado cifras en rojo en los dos meses anteriores. Las ventas del comercio minorista crecieron en 3,3%, su mejor desempeño de los últimos diez meses, en lo que no se descarta la reposición de bienes dañados por la catástrofe del norte. Es especialmente llamativo el giro en las ventas de bienes durables, que tras persistentes descensos en los últimos nueve meses, tuvieron al alza de 1,9% en 12 meses. Los bienes de consumo habitual también aceleraron su trayectoria a 3,9% en 12 meses (2,4% en marzo).
Los demás indicadores de actividad muestran un panorama similar, de leve mejoría. Las ventas de supermercados avanzaron a 2,6% en 12 meses (1,3% en marzo), la generación eléctrica a 2,1% (1,9% en marzo), la actividad de la construcción, medida a través del IMACON, aunque va con un rezago de un mes, muestra las primeras cifras en azul en marzo (0,2% en 12 meses), tras nueve meses de contracciones consecutivas anteriores. Las importaciones de bienes de capital si bien mantuvieron su tendencia declinante al caer en 2,7% en 12 meses, moderaron la caída de marzo (-14,4%) y también la del primer trimestre 2015 (-8,9%).
En definitiva, los resultados del mes de abril están en línea con la parte alta de las expectativas del mercado, lo cual no puede ser desvinculado del esfuerzo de reconstrucción tras el desastre del norte durante la última quincena de marzo. Sin embargo, el nivel de crecimiento no logra mostrar signos de un despegue más definitivo y pronunciado, que permita ser más optimista en relación al crecimiento de mediano plazo. En este sentido, es inquietante lo que ocurre en el mercado laboral, cuyas persistentes bajas tasas de desempleo desvían el análisis del problema de fondo que muestran las cifras: una significativa desaceleración en la creación de empleos, ligado a un recorte en la percepción de crecimiento de tendencia y a reformas que pueden desincentivar la contratación. En efecto, el número de plazas laborales creadas durante abril fue de 66 mil en 12 meses, la mitad lo observado como promedio mensual en 2014 (126 mil), y el tercer registro más bajo desde la crisis de 2009. Los empleos asalariados específicamente crecieron en 129 mil, pero de ellos 56 mil son únicamente empleos generados por el sector público. Los empleos por cuenta propia se redujeron en 39 mil, sugiriendo una creciente dificultad en el emprendimiento y trabajos no asalariados. Al agrupar el empleo creado por los sectores de Administración Pública, Salud, Enseñanza y otras actividades de Servicios Comunitarios, todas básicamente asociadas al sector público, se aprecia que estos rubros fueron básicamente los generadores de ocupaciones en el período, con un total de 71 mil puestos. Los sectores Comercio, Minería, Construcción, Transporte, Servicios financieros e inmobiliarios, perdieron en su conjunto más de 86 mil empleos. Además, en medio de este importante enfriamiento del mercado laboral, se aprecia que la población que se retira de la fuerza laboral creció en 149 mil empleos, que está muy por encima de los valores promedio de largo plazo que son del orden de 30 mil personas promedio en 12 meses. Este fenómeno es lo que mantiene la tasa de desempleo en estos valores de 6,1%. Estimativamente la tasa de desempleo sería de aproximadamente 7,2%, de haber ocurrido un retiro de fuerza laboral más cercano a los promedios históricos.