Segundo Concurso de Cuentos y PoesĂas CCS.
Biblioteca CCS 2013
Bases: II CONCURSO DE CUENTOS Y POESÍA DE LA ESCUELA CÁMARA DE COMERCIO DE SANTIAGO
1. Podrán participar todos los estudiantes matriculados para el periodo 2013 de la Escuela de comercio de Santiago, indistintamente de la carrera y jornada que curse. 2. Los cuentos pueden ser de la temática que el alumno estime conveniente. No serán considerados aquellos cuentos que atente a la integridad de cualquier persona en sus Derechos Fundamentales. 3. Los cuentos o poemas no deben superar las dos planas tamaño carta. 4. Cada participante puede presentar un máximo de tres cuentos o poemas. 5. Los cuentos y poemas pueden ser entregados en papel directamente en Biblioteca o a través de correo electrónico. Mauricio Saldaño Cristian Rivera
msaldano@ccs.cl crivera@ccs.cl
6. El plazo de recepción se abre el día 08 de Abril y se cierra el día 27 del mismo mes. 7. Quienes estarán encargados de la revisión de los cuentos y poemas será un jurado seleccionado para este efecto. 8. Una vez hecho el proceso de selección y votación serán premiados los tres primeros lugares y se hará un reconocimiento de igual manera para todos los participantes. 9. Los cuentos y poemas deben ser absolutamente originales y de propia autoría, de infringir esto, el cuento y/o poema será descartado inmediatamente. 10. Biblioteca se encuentra con la facultad para la utilización posterior de los trabajos recibidos.
¡LOS ESPERAMOS A TODOS!
Afiche:
Cuentos Seleccionados.
1- El trabajo era una maquina de tortura
Tengo dos trabajos, una polola y estoy volviendo a estudiar, en todos lados tienes que ser responsable, no puedes dejar de lado a la persona que amas por el sucio dinero, tampoco puedes dejar de lado tus trabajos, ya que tu tiempo lo gastas para poder tener dinero que luego es gastado en un par de cervezas o algún regalo, es el único momento de relajo, es la única instancia donde estas con tu yo interno. Ya no sé lo que es comer bien, ya se me olvido lo que es estar bien, tu cuerpo se envejece, no sabes cuánto tiempo más vas a durar sorteando a la muerte, ya me es complicado creer en un Dios creador, prefiero pensar que es un cosmonauta, un ente de otra planeta que llego a la tierra porque su mundo ya se estaba destruyendo. ¿Qué es la vida?, me pregunte hoy en la mañana antes de ducharme, todo el día he andado con esa interrogante, algunos de tus amigos se ríen de tu pregunta y otros no la entienden, ¿cómo explicarles el verdadero sentido del ser?, si todos los días nos bombardean con información y publicidad, creándonos una libertad falsa, creemos que ser libre es poder elegir la marca de tus zapatillas o el lugar donde vacacionar. Si tan solo pensáramos en las personas sin ponernos un parche político, ya que siempre que hablas sobre los derechos humanos o la libertad, te tildan como comunista o revolucionario, si odias al sistema que nos vio nacer, eres anarquista, si odias a toda clase de política incluso a los anarcos, eres tan solo una hormiga que no encuentra su hormiguero. Es difícil poder definir los caminos que se deben tomar, mis sueños y mis ideales constantemente son manipulados por el sistema capitalista, los grandes burgueses te obligan a que uno solo sea un pequeño engranaje en el funcionamiento de sus propios ingresos, te crean necesidades falsas, somos estrujados cada día que pasa por nuestros jefes, todos los días nos subimos al transporte público donde nos encontramos con un espacio amplio, pero la gente te
empuja y golpea, ya no se qué hacer con el cansancio del ayer, un viaje eterno a un cálido lugar, en el cual dormiré para un nuevo amanecer, que poco lo veo al igual que el atardecer. ¿Qué es la vida? Me volví a preguntar antes de dormirme, estando solo en mi cama, ya que no tengo tiempo de visitar a mi novia, no tengo tiempo de tomarme una cerveza, no tengo tiempo de ver una película de Kim Ki Duk, no tengo tiempo de terminar de leer El señor de los Otori, solo tengo tiempo de preguntarme si lo que hago es realmente vivir, o tan solo soy un ente como todos los mortales, que se cansaron de preguntarse, no hay tiempo para quererse, amarse, respetarse y para dejar de lado todo lo que nos hace mal. El sueño empieza a invadir todo mi ser, veo la hora y son las 01:49 de la mañana, apago mi computador, estiro mi cubre cama, cierro mis ojos y empiezo a sentir la libertad por primera y única vez en el día. Walter Thompson F.
2- Un puente solitario Subí a la baranda, abrí mis brazos, mire hacia abajo y vi como los autos pasaban velozmente sin saber que era lo que dejaban a tras Sentía como el viento movía mi pelo junto a mi rostro que se helaba, tenía a 10 personas a tras de mí, que me hablaban, gritaban, corrían, lloraban, pero nadie hacia nada, yo solo cerré los ojos y deje a tras todo mi pasado, mis alegrías, mis sufrimientos, mis enojos, los concejos, mis pensamientos, todo eso que me daba vida, pero yo lo quise olvidar cayendo en un profundo vació, con un coro que gritaba sin parar. Walter Thompson F.
3- Matilde y Renato (título no definitivo)
Matilde y Renato son los hermanos mayores de una humilde familia pueblerina.
Los hermanos están en la pieza que comparten junto a sus tres hermanos.
- Matilde: Duérmete luego que mañana tenemos que levantarnos temprano - Renato: ¿Ya hiciste dormir al Jorgito? - Matilde: Si, ya están todos durmiendo - Renato: ¿El papá estará dormido? - Matilde: Ese viejo curao debe estar durmiendo hace rato, mi mamá no, creo que la escuché en la cocina, estaba llorando. - Renato: Tengo hambre - Matilde: Da lo mismo, mañana se te va a pasar, mañana se nos va a pasar todo. Duérmete luego. Pasa la noche. Matilde se despierta muy temprano, se viste con cuidado, para que nadie la oiga. - Matilde: Renato despierta, vístete bien, ponte los zapatos cafés que son los únicos sin hoyos y ponte chaleco. - Renato: ¿Qué hora es? - Matilde: No sé, pero ya va a amanecer y tenemos que salir antes de que se despierten la mamá y el Jorgito, porque o si no nos van a pillar. - Renato: ¿Hace frío? - Matilde: Sí, ta nublao, hay neblina.
Los hermanos salen con cuidado. La calle está silenciosa y no hay nadie despierto todavía en el pueblo. - Renato: ¿Y qué va a pasar con los chiquillos?, ¿quién los va a cuidar?, ¿quién va a hacer dormir al Jorgito y al Luchín? - Matilde: ¡La mamá po, ese es su trabajo, ¡que lo aprenda a hacer de una vez! - Renato: ¡El papá se va a volver loco cuando se de cuenta, ¡les va a pegar a todos! - Matilde: ¡Como si eso fuera raro! - Renato: Pero, ¿Quién los va a defender? Silencio - Matilde: ¡Estoy cansada de poner la cara, estoy cansada de que me duela la espalda y de tener moretones!, ¡de luchar contra un ogro sin que nadie me apoye, y tu sabes que me refiero a la mamá!, ¿tu no?, ¿se te olvidó lo que hablamos? - Renato: Si sé, pero me da miedo dejarlos solos. - Matilde: Te estay arrepintiendo hueón?. No me hagai esto! - Renato: ¡No, no!, no me arrepentí, pero tengo miedo. - Matilde: ¡Córtala po Renato, si ya tenemos todo arreglao!. La plata que juntamos está dentro de la almuá y ya le dejé la nota al Eduardo, el va a saber que hacer, él los va a cuidar. - Renato: Sí, él los va a cuidar. - Matilde: Sí, estoy segura. Silencio. - Renato: ¿Por qué no los trajimos con nosotros? - Matilde: ¡Pero si ya te dije po!, son muy chico!, ¿cómo los vamos a traer?, ¿te parece justo que les hagamos esto?
- Renato: ¿Pero te parece mas justo que los dejemos allá con ellos, sufriendo como perros pa siempre? ¡Y nosotros nos vamos a arrancar y los vamos a dejar indefensos con ese viejo curao pa que les siga pegando todos los días!. No sé, mejor devolvámonos hermana, no quiero irme ahora. Mejor cambiemos de plan. - Matilde: ¡Puta Renato que soy hueón cabro chico!. ¡Debería haberme quedao callá, debería haber venío sola! - Renato: ¿Y me ibai a dejar solo? - Matilde: ¡Viste!, tu tampoco querí quedarte, ¡decídete po!, te quedai en ese infierno o te vai conmigo. Silencio - Renato: Mejor sigamos no más, tení razón. ¿qué hora es? - Matilde: Las 5.30 - Renato: ¡Uuuu!, ¿de aonde sacaste ese reloj? - Matilde: Se lo saqué a la monja de la escuela, ¡parece que es de oro! - Renato: Uuuu!, ¡me gustaría tener todo de oro! - Matilde: A mi también. ¡Todo!, ¡hasta zapatos de oro! - Renato: ¡Primero tení que tener zapatos sin hoyos! Los hermanos ríen mientras caminan entre la niebla. Renato recoje un palo del suelo. - Matilde: ¿Pa que querí el palo? - Renato: Pa poner nuestros nombres en la tierra, pa que se acuerden de nosotros cuando nos vayamos. - Matilde: Pero si en la tierra se borra lo que uno escribe po tonto!, mejor escribamos con tiza. - Renato: Y ¿tení tiza?
- Matilde: Sí, acuérdate que tengo todo planificado, también se la saqué a las monjas. - Renato: Hay que buscar una piedra o una roca grande. - Matilde: aquí hay una, ya yo escribo. - Renato:¡No po Matilde!!,¡yo quiero escribir!! - Matilde: ¡No!, ¡yo soy la mas grande, yo escribo, o si no te devolví pa la casa! - Renato: Ya bueno. Matilde escribe con su mejor letra “ Matilde y Renato estuvieron aquí….y amamos a nuestros hermanitos y a nadien mas” - Matilde: Ya, listo, sigamos - Renato: ¿Eso no más? - Matilde: ¿Qué mas querí poner? - Renato: Nada. - Matilde: ¡Oye apurémonos que el tren pasa a las 6! - Renato: ¿Qué hora es? - Matilde: Las….chucha!!, apúrate!, faltan 5 minutos!! - Renato: (mientras corren) ¿qué hacemos cuando lleguemos? - Matilde: Nos acostamos po, si ya te dije! - Renato: ¿Me vai a dar la mano Matilde? - Matilde: Bueno, yo te la doy - Renato: ¿Nos va a doler? - Matilde: ¡No sé!, no creo si el tren es rápido, yo creo que ni vamos a sentir. ¡Apúrate Renato! Los hermanos corren hacia las líneas, llegan casi sin aliento y se recuestan.
- Renato: ¿Qué hora es? - Matilde: Falta 1 minuto - Renato: Dame la mano Matilde - Matilde: ¡No llorí po Renato, no seai cobarde! - Renato: Es que tengo miedo…¿y si quedamos vivos? - Matilde: ¡Cómo se te ocurre que vamos a quedar vivos! - Renato: Pero, ¿y si quedamos?, ¿qué hacemos?, ¿qué hacemos Matilde? - Matilde: ¡Cállate Renato, concéntrate, faltan 30 segundos! Los hermanos se toman las manos y aprietan, cierran los ojos fuertemente. - Matilde: ¡Ya!, ¡como lo ensayamos! - M y R: ¡Chao viejo culiao, chao mamita, chao zapatos rotos, chao hambre, chao miedo, chao Jorgito, chao Luchín, chao Eduardo!... Silencio. - Renato: Matilde, ¿cuánto falta?¿qué hora es? - Matilde: Son las 6.5… Silencio. - Renato: ¿A que hora pasaba? - Matilde: A las 6 po! Los hermanos aún están temblando, Renato se seca las lágrimas, se sientan. - Renato: ¿Qué hacemos ahora Matilde?, ¿esperamos? - Matilde: ¡Ya para de preguntarme! - Renato: Pero.. - Matilde: ¡No sé! ¿Ya? ¿Entendiste? ¡No sé que hacemos!
Se oye un silbido a lo lejos, es Don Juan que se acerca con su carreta. - Don Juan: ¿Qué tan haciendo aquí mijos? - Matilde: Tabamos…..¡jugando! - Don Juan: Tengan cuidado pa la próxima, ¡los puede haber pescao el tren chiquillos lesos! - Renato: ¿ A qué hora pasa el tren? - Don Juan: Hoy pasó más temprano, a las 5.30 o algo así, oigan, ¿y por qué tan temprano por aquí? - Matilde: Es que vamos donde Don Tito a comprar….harina!, y usté sabe po que se le acaba al tiro los lunes! - Don Juan: Ah bueno, tengan cuidado mis chiquillos. El viejo sigue su camino con la carreta. - Renato: ¡Que soy tonta Matilde!, Seguro que te creyó eso de la harina!. ¡Le va a contar al papá que nos vió aquí! Silencio. - Renato: ¿Qué hacemos ahora? Matilde llora. - Matilde: ¡No sé!...no sé.
Matilde y Renato van de regreso al pueblo. - Renato: Se supone que a esta hora estamos en la escuela!! - Matilde: Si sé Renato, no necesito que me digas eso! - Renato: ¿y qué hacemos?, no podemos llegar y entrar! - Matilde: Tú si, te voy a dejar y listo, si en tu escuela no hacen atao, pero en la mía me van a preguntar las monjas! - Renato: Mejor no vayamos
- Matilde: Ya sé!, vamos al fundo de los González y nos escondemos ahí, nos pasamos y listo, y a las 2 nos vamos pa la casa. - Renato: Pero y si Don Juan le dice a los papás que nos vio? - Matilde: No creo, además el papá fue a hacer un trabajo fuera del pueblo Pasan las horas y los hermanos regresan a casa, la mamá los espera en la puerta de la casa con Jorgito en brazos. - Mamá: ¿Qué andaban haciendo por las líneas en la mañana? - Renato: si nosotros estábamos en la escuela mamá! - Mamá: Don Juan los vio, me contó cuando fui al centro al almacén. ¡No me mientan! - Matilde: ¿Por qué no?, si tu también nos mientes? - Mamá: ¿Qué?, ¿por qué dices eso? - Matilde: ¡Tú nos mentiste!, nos dijiste que nos querías más que a nadie y no te quisiste ir con nosotros! - Renato: Nosotros en verdad no queríamos dejarlos solos - Matilde: Sí, si queríamos, queríamos dejarte sola a ti!, para que sepas lo que sentimos! - Renato: Mamá, yo tenía miedo, no me quería morir! - Mamá: Morir?!!! Qué!!!??? Silencio. - Mamá: ¿qué hicieron hijos? - Renato: fuimos a las líneas, pero llegamos atrasados. La madre se pone a llorar y deja a Jorgito en el suelo. - Matilde: ¿Pa qué vamos a estar aquí si tu no nos quieres? - Mamá: ¿Quién dijo eso?, ¿Quién dijo que no los quiero?
- Matilde: Entonces por qué nos obligas a estar acá con ese viejo curao?, ¿te gusta que te peguen mamá?, ¿te gusta sufrir?......a mi no! - Mamá: Ese “viejo curao” es tu padre!, así que ten más respeto!, o él va a saber lo que dijiste! - Renato: ayer te dijimos que nos fuéramos a otra parte todos juntos con mis hermanos, que nos escapáramos a otro lugar para vivir felices, tu prefieres al papá antes que a nosotros.(con ojos llorosos) - Matilde: No seai llorón Renato!, no le llorí a la mamá que no le damos pena. - Mamá: ¡Cómo hicieron esto!, ¡cómo hicieron esto!! (Lamentándose). Silencio - Matilde: ¿Acaso te acuerdas de ayer?, ¿te acuerdas de lo que pasó? - Renato: Mamá, ya no llores más, nosotros estamos aquí contigo, no nos íbamos de verdad, era un juego, era mentira - Matilde: (interrumpiendo) Renato ándate, anda a jugar con el jorgito al patio. Renato se va. - Matilde: ¿Alguna vez te has cansado de vivir como vivimos? - Mamá: Claro que sí hija, todos los días - Matilde: y ¿por qué no nos escuchas? - Mamá: Porque tu sabes como es tu padre, tu sabes que podría llegar a hacer Se oye un ruido que irrumpe bruscamente, es el papá que llega pateando todo y con los ojos rojos, evidentemente ebrio. - Papá: (gritando) Dónde está la puta chica!, dónde está la puta grande!
- Matilde: (con rabia) No me llamo así! - Papá: Pero si eso son po!, putas!, no me contradigas!, son putas porque yo lo digo! - Matilde: (a su madre) vamos al patio. - Mamá: No, anda tu, yo me quedo acá cuidando a tu padre. El papá se tira en el sofá. - Papá: ¡tráeme vino puta grande! Matilde llega al patio donde están sus hermanos. Jorgito llora, Luchín también. Renato y Eduardo están peleando en la tierra. - Renato: Matilde!, el Eduardo dijo que tu eres una puta chica!, y yo le pegué! - Matilde: Paren los dos!, vengan! Matilde toma a los dos niños del pelo y los lleva junto a Jorgito y Luchín. - Matilde: Hagamos un círculo Matilde toma un tarro con cera y comienza a hacer fuego. - Renato: ¿vamos a comer? - Matilde: Sí, la mamá me dijo que prepare el fuego. - Renato: ¿Qué vamos a comer? - Matilde: Carne - Renato: Carbonada? - Matilde: No, vamos a comer asado con puré. - Renato: Yaaaaaa!, y de aonde sacaste que tenemos carne de asao? - Matilde: El papá trajo, hoy le pagaron más, y no compró vino! - Renato: Que rico!! Nos estamos poniendo cuicos como los González!
Todos están alrededor del fuego con los ojos bien abiertos y una gran sonrisa. Jorgito y Luchín dejaron de llorar. Los padres aún están adentro, se escuchan gritos como siempre. - Renato: Tengo hambre Matilde! - Matilde: Da lo mismo, en un rato se te va a pasar, en un rato se nos va a pasar todo. Matilde toma a Luchín y lo aprieta contra su pecho. Renato: Matilde ten cuidado que le duele! Matilde: Shhhh, cállate Renato: Matilde se está ahogando! Le voy a decir a la mamá Matilde: No!, no le digas!, ayúdame Matilde mira a Renato a los ojos y esta comprende, toma a Jorgito y comienza a hacer lo mismo. Eduardo se tapa los ojos y comienza balbucear. - Eduardo: lalalalalalalalala - Matilde: quiero que sepan que los amo a todos, yo sí los amo! - Renato: y qué va a pasar con nosotros? - Matilde: ahora, a las 4 pasa de nuevo el tren. - Renato: Pero ahora vamos a tener que ir con el Eduardo. - Matilde: sí, si sé, todavía tengo tiza.
Dann Barnachea
4- Ríos y lagos de Chile Lindos recuerdos se plagan en las rocas, al igual que el caminante cuando mira el desgaste de las rocas, y con un pensamiento deja escrito en la arena; ¿El desgaste lo hará el rio o la roca quiere dejar de existir, por vergüenza a esa casa adinerada que acabó con la virginidad y la tranquilidad d nuestras almas?. Tú suave piel, que me hace recordar a una mujer, El oleaje de la cascada inmensa y con su increíble violencia, me recuerda el pasar de tus costillas y el enojo de tu tristeza. Más lejano a esas cascadas están los lagos, Que permanentemente lloran por la humillación del hombre; Basura en el interior, Comercio en el exterior, Privados que gozan de las lagrimas de esa mujer intranquila, Que solo quiere recordar el amor del pasado, Con la música del pueblo, El latido de cada ser vivo, Donde el lago era primordial en la vida, Junto a los cerros que vigilan el decaimiento de cada latido. Ahora yo pienso, Es mejor despertar y ver lo que queda De esa hermosa mujer y tratar de enamorarla y recordarla, Aunque ya no se acuerde del porque lloraba.
5- Pequeño café oscuro.
Ceremonia de Premiaci贸n.
FELICITACIONES A TODOS/AS USTEDES.