CAMINO A YALDAD
CARLOS ALBERTO CARRERA LILLO 2009
Dedicado a la gente de mi Ñuque Mapu YALDAD Reducto indómito del sur de Chiloé
INDICE
Amanda.……………………..………………………………………..5 Amanecer en Quellón………………………………………………………….6 Doncella Huilliche…………………….……………………………………..7 El Botón de una Rosa…………………………………………..8 Ingratitud……….………………..…………………………………………………9 Las gaviotas…………………………………….…….……………………………………10 Luna y Estrellas………………………………………..…..……………………………….11 Madre DINA………………………………….………………………………………….12 Magali…………………………………..…..……………………………..13 Mensaje…………………………………….14 Niños…………………15 Padre José Luis Burgos…….16 Reflexión………………………………17 Los Pecados Capitales….18 Soñar en Yaldad………………………………………..…………………………………19
Amanda Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Quell贸n, julio 06 del 2009
Que sea invierno y este lloviendo, no es motivo para no servirse una manzana cogida del árbol que en primavera floreció frente a mi ventana. El sonido de las gotas de lluvia sobre el techo componen la melodía de una canción, la letra la escribo recordándote en mi habitación. Siento frío en la yema de mis dedos, el aire helado se filtra por rendijas invisibles copando el espacio tibio de mí alrededor. Tu rostro permanece latente en mi memoria de un amanecer a otro; durante mi sueño sobresaltado me acompañas, en noches de desvelo invisible estás presente, trato de alejarte pero sigues en mi mente. Tu nombre no lo dejaré escrito como lo hice esa noche en la playa, escuchando el rumor de las olas que muriendo como suaves ondas se acercaban a la arena para poderlo borrar. El día con su vorágine loca, el mar con sus rugientes olas, la noche con sus diferente sonidos y el cielo con su sinfín de estrellas: ¿Alguna vez podrán conjugar mis sentimientos puros hacia ti? He prometido en otro escrito “Por otra mujer no lloraré” pero lágrimas se deslizan de mis ojos cansados, los párpados se cierran como celosías leyendo eternamente tu nombre en mi mente que lentamente se está quedando fría.
Amanecer en Quell贸n Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Camino a Yaldad, Diciembre 08 del 2008.
En las lomas camino a Yaldad tras el Colegio Mon Mapu diviso punta de lapas, Isla Laitec, al frente isla Cailin donde hace siglos el Cristianismo tenía fin. Al fondo un cordón cordillerano, sobre sus cimas el cielo de suave color rosado anuncia la venida del astro dorado. Las avecitas somnolientas aún ensayan sus trinos para entonar la sinfonía que recibirá el nuevo día. Una brisa tibia y suave danza con la hierba, árboles, arbustos, los cuales se desprenden de las gotas del rocío y las entregan a la tierra. La claridad va en aumento y los rayos solares tratan de disipar un banco de negras nubes. El cielo se ilumina, ¡ha nacido el día en la Fabulosa ciudad de Quellón!
Doncella Huilliche Autor Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Quell贸n, Febrero del 2004
Con una doncella Huilliche me deseo casar así podré vivir siempre cerca del mar. Tomados de la mano por las blandas arenas caminaremos tranquilos serenos, el pausado aleteo de las gaviotas nos indican cadenas de esclavos están rotas. “Chau Guenechen” guiará nuestra ruta Y volverán a ser nuestras las tierras en disputa.
El Bot贸n de una Rosa Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Quell贸n, Junio 08 del 2009.
Era un botón de rosa hermoso como sus mejillas. no se abrió para ser una flor igual que mi corazón para su amor. Quedó prisionero en un vaso sumergido su péndulo en el agua el que fue muriendo de a poco, día a día igual que mi alma. Las hojas fueron cayendo resecas, plomizas, dejando ver las espinas color café. El botón sin sus verdes sépalos mostró los pétalos rojo vivo, semejando un corazón que no pudo ser tocado por los dardos del amor. quedando seco para su conservación.
Ingratitud Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Camino a Yaldad, Diciembre 08 del 2008
Este poema debería llevar tu nombre pero no será así, tú marcasteis la ruta, el vehículo que te transporta no me consideró y quede en una de las estaciones de tu vida. Las cosas deben ser como quiere el destino, fui un oasis en el desierto que atraviesas buscando la estrella fugaz de la felicidad. El tiempo pasa rápido, otras veces lento, Impasible lo dejo ir sin sentir remordimiento, considero que es un amigo alejándote de mí para que no recuerde el amor que te dí. A veces vuelven a mi memoria esas alboradas, la brisa fría no se sentía, eran más bellos los arreboles que al parecer preparaban la cuna al naciente Sol. Otras veces a la orilla del mar, en la arena construía castillos de ilusiones, donde tú eras reina. La luna contemplando nuestro idilio, las estrellas pestañeando como cómplices auguraban una felicidad plena. Yo pensaba que así sería y tú sonreías. Te miraba a los ojos los que siempre me evadían, tus mejillas rosadas al parecer era rubor, es porque comprendías que lo mío no era pasión: era simplemente amor. De pronto te perdiste para siempre tú figura, tu mirada, tu voz… te busque en el silencio de la obscura noche, en el diáfano día lleno de luz, fue todo inútil… el tiempo sigue su paso inmutable solamente debo expresar después de tantos años, por qué tal ingratitud.
Las gaviotas. Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Camino a Yaldad, Diciembre del 2008.
Cuando mueren las gaviotas ¿a que lugar de la tierra se van? he preguntado a los marineros si han visto sus restos en la mar. Me miran sorprendidos ante esta simple pregunta, dan vuelta la espalda otra espina se clava en mi alma. Levanto mis ojos al cielo y pregunto al dueño del universo, ¿su vuelo es cada vez más alto? ¡que a la tierra no vuelven nunca más!
Luna y Estrellas. Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Camino a Yaldad, Diciembre 08 del 2008.
En mi dormitorio está de visita la luna, Entró por la ventana y reposa en mi almohada. Me encuentro solo y no pienso en nada, me cuenta que las estrellas me quieren y desean que me vaya con ellas. Semidormido alagado me sonrío, el subconsciente me alerta: - “ten cuidado el inconciente no vuelve”– la vida que posees por don de DIOS es más bella que todas las estrellas Ellas están fijas en su posición Así las dejo el Creador del universo. Tú en cambio te puedes mover, Verlas desde distintas latitudes y longitudes. Cuida tu vida, mantente despierto No creas lo que te cuenta la luna, Está contaminada ya no es pura Fue visitada por el Hombre.
Madre DINA. Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Camino a Yaldad, Diciembre del 2008.
El año 1937, un 21 de diciembre con la llegada de la estación deseada, con la que todos soñamos siempre llego a este mundo Madre Adorada. En estos que son sus años dorados deseamos que goce la vida a plenitud y que los sueños y anhelos que ha deseado se cumplan todos en vuestra senectud. Los años han pasado por su lado y no han querido dejar su huella, pues la vitalidad que “DIOS” le ha otorgado es para que siga haciendo la vida más bella. Estas pocas letras no reflejan la bondad que nace desde el fondo de su alma, para mitigar las necesidades de su hermandad. Rogamos al Creador; le preserve por tiempo infinito para que reciba de sus hijos todo el amor.
Magali Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Quell贸n, Marzo 04 del 2009.
Si una persona se aleja la despedida siempre es triste, más en esta ocasión compleja la lluvia lo impidió y no me viste. Me dormí pensando en verte de día: y regalarte un ramo de rosas, las que se marchitarían ante tu presencia por no poder igualar tus rosadas mejillas. La claridad matinal asomo en la ventana en un día de lluvia, me imaginé que Quellón lloraba por no poder impedir tu partida. El agua caía del cielo igual que plumillas, finas como tus pestañas las guardianas de tu tierna mirada. Me invente un sinfín de trabajos, tu siempre latente en mi mente. Al caminar por calle Ladrillero imaginaba que de pronto te vería como sucedió en varios días. Una sensación de abandono me invadió indicando que ya no te vería caminando serena, sonriente para saludarnos amiga mía. Envidio tu Bolivia con su ciudad La Paz que me niegan tu presencia que esperaba día a día. Una amistad bella como las estrellas nació al extremo sur de la Isla Grande de Chiloé. ¿Me recordarás en ese rincón de tu corazón? En el altiplano boliviano: Yo, con todo mi corazón en el Hito Cero, punto geográfico, en la ciudad donde te conocí Quellón.
Mensaje Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Quell贸n, Noviembre del 2004.
Le recuerdo Madre, Usted está en mí alma, al cielo le envío este mensaje, por una razón. La tarde es hermosa, tibia y en calma. Quería ver los manzanos en flor: ¡Que belleza! esto es divino me recuerda de la naturaleza lo mejor desde cuando fui niño. Por eso es mi cariño a la ciudad de Quellón, la tranquilidad se adentra de a poco en el corazón...
Ni帽os Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Quell贸n Junio 23 del 2009.
Los niños son todos bellos en especial al acariciar sus cabellos; Si el color es negro, rubio o castaño no es motivo para segregarlos como antaño, si observas sus ojos negros, verdes o azules su mirada es franca sin vicisitudes. Las mejillas de diferentes colores son hermanas pálidas, rosadas o rojas como una manzana. Labios de diferentes comisuras dan forma a esas sonrisas puras. Cuando mires la cara de un niño observa los rasgos con cariño, piensa y siéntelo como si fuera tu hijo el que debes cuidar con mucho prolijo. No hagas distinción por ningún motivo y lo escrito no lo dejes en el olvido. Recuerda lo dicho por JESUS, siéntelo en ti: -“Dejad que los niños vengan a mi”-
Padre JosĂŠ Luis Burgos. Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Camino a Yaldad, Diciembre 11 del 2008.
En la Sagrada Biblia libro de DIOS en Salmos libro I capítulo 1, versículos del 1 al 3 está escrita la personalidad del Padre José. Gracias a nuestro Padre DIOS, lo conocí en Quellón y sus sabios consejos tranquilizaron mi espíritu y mi vida cambió. El futuro era una nebulosa; Extraviado era mi camino, pero un día navegando hacia la Isla Cailin conversamos. La bondad de su mirada y su rostro angelical por un instante hicieron pensar, es Jesús que me vino a visitar. La suavidad y serenidad de su voz otorgan una tranquilidad que solo el Padre José Luis Burgos sabe dar. Sus oficios religiosos no son latosos, sus predicas amenas y educativas con atención las escuchan diferentes edades. Rezando el Padre Nuestro en el altar con los niños tomados de las manos, los adultos nos sentimos más hermanos. En las procesiones de San Pedro con los pescadores, entonando himnos con guitarra y acordeón, celebrábamos la fecha con gran devoción. Será muy difícil olvidar su gallarda figura en la puerta principal de la parroquia del Carmen, despidiendo a sus devotos feligreses. Querido e inolvidable Sacerdote en la localidad de Dalcahue sea bienvenido, ellos serán beneficiados de sus dotes. Los Quelloninos con nostalgia, sin tristeza le recordaremos; Usted se quedo en nosotros con sus consejos y deseos de bien común.
Pecados Capitales Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno).
Quell贸n, Agosto 10 del 2009.
Deambulan como fantasmas a la orilla del mar: Buscando sustentos que ellos mismos sin pensar los lograron exterminar. Con sus botas blancas y bolsas que no se saciaban días tras día, los recursos acababan no dejando la semilla si alguien se los decía se reía la Madre y la chiquilla. Ahora lloran sobre las piedras infértiles que antes guardaban bajo ellas alimento. Hurgan con gualatos y cuchillos, nada encuentran pero siguen buscando hasta quedar sin aliento. Se preguntan ¿será la marea roja, el Caleuche o la Pincoya los que no quieren de nuevo a los niños hambrientos llenar la olla? Esto demuestra la ambición del ser humano no dejar recursos para sus hermanos. Sabiendo que no tendrán en el futuro un miserable sustento seguro. Lo escrito al principio es pasado y presente, más no deseo que se sienta tocada u ofendida la gente por haber en parte ocasionado la situación actual y no digamos que es un asunto cultural, es más bien el deseo inconfesable de hacer daño para descargar su impotencia ante el que tiene más. Desde tiempos inmemoriales son pecados capitales la envidia y la ambición, nos la llevamos en el corazón sin querer a pesar de todo es parte de nuestro ser. -“No quiero mezclar religión o creencias en lo que manifiesto por escrito”Pero está en conocimiento de todos que, DIOS volverá a la tierra algún día y el jardín del edén que el dejó la mano del hombre lo exterminó.
Reflexi贸n Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Quell贸n, Mayo 15 del 2009.
Me pasé la vida mirando las estrellas, al final de mi existencia me doy cuenta que Tú. ¡Eres la más bella!
So単ar en Yaldad. Autor: Carlos Alberto Carrera Lillo (Chileno)
Camino a Yaldad, Diciembre del 2008.
Con mi hermano Huilliche me deseo juntar. Así la naturaleza la podré con ellos contemplar. En el sector de Yaldad el bosque nativo y la fauna son reserva de lo hermoso del planeta. Con mi hermano Huilliche igual que en tiempos ancestrales, usaremos lo necesario para vivir dejando a nuestros descendientes los recursos para mantenerse en el porvenir. Es un sueño posible de lograr, viviremos no lejos del mar. Gaviotas peregrinas revoleteando por los cielos llevaran a “Chau Guenechen” nuestros anhelos, vivir en paz con nuestros hermanos, árboles, animales y humanos.
FIN
CAMINO A YALDAD
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