Emotividad Otoñal

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ALICIA AGUIRRE SALINAS -3-


EMOTIVIDAD OTOÑAL

EDITORIAL BIBLIOTECA PÚBLICA QUELLÓN

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Dibujo Portada/contratapa

Bastián Rivera Ojeda®

PRIMERA EDICIÓN 2018 100 EJEMPLARES ISBN: 789-3020-2762-2716 Impreso en Quellón Biblioteca Pública N° 093 de Quellón

Todos los derechos reservados. Queda expresamente prohibida la reproducción total o parcial de todos los poemas sin previa autorización del autor. -5-


A los últimos eslabones de mi existencia, que veré en vida, mis bisnietos: Mía Ignacia, Maximiliano Andrés, Antonella Paz y Joaquín Andrés.

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PRÓLÓGÓ Alicia va en el coche lleno de poesía. Grande fue mi sorpresa cuando Alicia Aguirre Salinas, me saluda un día por el chat de una red social, me recuerda nuestros tiempos de amigas y luego me invita a un acto de lanzamiento de una serie de libros publicados por escritores agrupados en el Círculo de Escritores de la Cisterna que tuvo lugar en el Centro Cultural Víctor Jara a mediados de marzo Fui especialmente a dicho acto a encontrarme con ella, quería conocer su poesía. Varias lagrimas derramé al escuchar su poema: ¡Qué más puedo pedir a la Existencia! Su poema favorito. No la veía desde hace 42 años y es más, tampoco sabía nada de ella. Había salido de mi vida tal como entró, junto a un par de amigos periodistas con quienes nos juntábamos al son de unas copas de vino y el miedo de aquellos años de larga noche oscura. El amor parecía nos ofrecía la libertad que necesitábamos y ansiábamos. Cuando la conocí me llamaba la atención su mirar profundo de sus ojos claros, algo así como si estuviesen preguntando. También sus múltiples gestos al hablar. Conocí a Otilia, su madre. De ella recuerdo su caminar lento, su hablar a baja voz y su sonrisa casi dibujada. Muchas veces me aconsejó como si también fuese mi madre. Ahora que nos encontramos, tal como antes, bastó nada más que vernos y escucharnos para llenar el vació dejado por tanto años. Nuestras vidas nuevamente se encontraban en un mismo caminar. Ha sido como un regalo, aunque igual me he preguntado respecto de los hilos que atan y desatan una amistad, sus vaivenes, los acercamientos y distanciamientos. Por el momento lo único que se me ocurre es pensar que ello responde a las vicisitudes del coexistir, y la magia del vivir nuestro de cada día. -8-


Alicia ahora es abuela y bisabuela. Yo también soy abuela. Vive en Chiloé y en Santiago y yo en Las Cruces y en Santiago. Ella escribe y yo también. Ambas buscamos silencio y dar un nuevo sentido a nuestras vidas. Creo que esto nos unirá y el sello de ello será este prólogo; un texto que escribo en este momento, bajo las hojas doradas que empiezan a caer de los árboles… es el otoño de 2018. He leído este libro con mucha atención y dedicación. Me he detenido en cada uno de los poemas. A modo de comentario, puedo decir que hay aquí una poesía de una mujer que saca su voz desde el amor para el amor, de ese amor por el otro, por la vida a todo lo que nos rodea; una poesía de corte existencialista que testimonia el espacio de “infaltables Marías”; la mujer nueva en los tiempos de hoy; aquellas que saben que quieren, qué necesitan y qué anhelan. Se trata de una poesía intensa y guerrera; una poesía de añoranzas y denuncia social. Alicia va en un coche lleno de poesía, de vida y amor. Aquí está la voz de una mujer que ha vivido en plenitud; que ha amado, que ha sufrido y que pide perdón. Aquí está la voz de una profesora que se ganó el pan frente a los pizarrones negros de las salas de clases, la voz de una madre que al paso de los años se vuelve abuela y bisabuela. Aquí está también, la mujer hija y mujer indígena americana. Envío por aire, mar y tierra mis más sinceras felicitaciones a mi querida amiga Alicia; mi primera amiga tras arribar a Santiago desde Antofagasta, sin conocer prácticamente a nadie. Me ha conmovido esta voz que sabe llegar al alma., que nos invita a agradecer cada minuto que vivimos y sumamos a nuestro vivir, esta voz que nos invita además a un recorrido paisajísticos, adentrándonos en su hábitat y los espacios que la han acogido. Su poesía llega como si fuera un libro abierto. Y ello porque viene de una mujer empoderada en ella y su poesía como si fueran una sola, algo así como una suerte de filosofía amorosa; una mujer alegre y apasionada, como ella se describe… una mujer permanentemente enamorada “que no cocina”, “que se quema las manos al hacer -9-


tostadas”, que dice que no tiene el “consuelo del creyente” y que quiere “morir un día de sol lleno”, tal vez de primavera…

A ello me permito agregar como le decía su madre, una mujer que nació del amor y para el amor “un día de primavera con duraznos en flor”. Espero que Alicia siga llenando su coche de poesía y me siga invitando a sus presentaciones y recitales poéticos. Allí estaré y tendrá nuevamente mis aplausos.

Myriam Carmen Pinto Periodista y escritora

Las Cruces, 8 de abril de 2018

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BIÓGRAFIA Nací un día de primavera con duraznos en flor decía mi madre Otilia, con cambio de casa agregaba papá Juan tal vez por eso soy soñadora, alegre, y andariega. He vivido en Melipilla, donde abrí los ojos a la vida, Inicie mis estudios en una escuelita rural en el fundo El Cuadro, cerca de Casablanca, mi primera maestra se llamaba Rebeca., Ahí ya tenía el sentido social de la igualdad heredado de mi padre. En el colegio todos éramos iguales; la hija del patrón, los de los campesinos y yo hija del empleado, veterinario encargado del ganado y la lechería. Después hice dos años en la escuela superior número 11 de Melipilla. Pasé casi toda mi niñez en el campo, así finalicé esta primera etapa en la escuela mixta número 46 de Cumpeo, cercana al fundo Santa Lucia, donde vivíamos, mi maestra se llamaba Lidia. Luego nos trasladamos a Talca, ingresé al Liceo de Niñas donde hice las humanidades, me marcaron positivamente dos maestras: La de historia, Ruth, de música, Sabina. Una vez licenciada entré a la Escuela Normal Rural de Talca, donde afiancé mi vocación de maestra, recibiendo el título de Profesora Normalista. Y a trabajar se ha dicho. Nos fuimos a Santiago para poder continuar en la Universidad, posteriormente comencé a trabajar en un colegio particular Graciela Letelier, de La Cisterna, cien niños de primer año en una barraca de madera, mi primer logro, todos aprendieron a leer con aquel silabario Lea, pizarrón y tiza. Luego de esto ingresé a la Educación Pública en San Bernardo, en la Escuela número 36 de esa ciudad, tomando primeros años de enseñanza básica. Después trabaje con séptimos, octavos en Santiago, en diferentes comunas de la capital, en enseñanza media de primero a cuarto, en el - 11 -


Liceo Valentín Letelier, Recoleta, Instituto Comercial La Cisterna, Liceo Catorce hoy Juan Gómez Millas El Bosque donde me desempeñe en jornada diurna y nocturna, realizando además Talleres Artísticos complementando la poesía, la música y la pintura. Me trasladé a Rancagua, donde hice clases, talleres culturales en la Escuela España y en la Escuela de Doñihue. Luego realice Talleres en el que fue mi Liceo y en el Instituto Comercial de Talca auspiciado por La Corporación de Educación Municipal de dicha ciudad. Regresé a Santiago trabajando con primer año básico en el Liceo Baldomero Lillo de San Bernardo, donde jubile. Radicada en la Comuna La Cisterna de Santiago viajé a Chiloé, invitada por la abuela de mi bisnieto, vine acompañada de mi nuera y mi nieto menor, Juan Pablo, nos enamoramos del lugar, mágico, donde se junta el monte con el mar, los caminos de tierra, el césped de los cerros, los pájaros surcando el cielo cada amanecer, y decidí venir a vivir acá cerca del hito cero en el sector de Chanco en la comuna de Quellón en el extremo sur del mundo. Mis estudios universitarios los realicé en La Universidad de Chile en el Instituto Pedagógico, donde obtuve el título de Profesora de Estado, en Historia y Geografía. Y de Periodista. Como periodista nunca ejercí excepto un tiempo en Radio Portales. Toda mi vida la he dedicado a los niños de mi país porque ser maestra ha sido mi verdadera vocación, me ha hecho muy feliz. Mi actividad literaria, comenzó en el primer encuentro artístico cultural del magisterio de la comuna El Bosque, donde yo trabajaba en jornada nocturna en el Liceo Juan Gómez Milla, leyendo mi poema Monólogo, con sorprendente éxito. Con motivo del fallecimiento de mi colega de música Romeo Piñeiro, me designaron para leer algo en su última despedida, nació así otro poema, se acercaron a mi dos poetizas, Ana Veliz y María Hevia, una presidenta del Círculo de Escritores de La Cisterna, y la otra miembro activo de la - 12 -


Unión de Escritores Americanos, invitándome a participar en ellos, donde he sido socia por muchos años. Allí conocí al escritor presidente del Instituto Chino de cultura, quien revisó lo que yo había escrito desde la adolescencia, me animó a escribir y publicar mi primer libro, titulado, Inquietudes del Alma, que él me prologó. Después, participé en la SECH, donde un poeta José Flores, envió un poema mío, para un concurso en Barcelona, saqué mención honrosa e invitada a participar en un encuentro poético, al cual asistí, y donde todos los años me publican en la antología catalana uno o dos poemas. Después de visitar y conocer Madrid, Sevilla, Toledo y Palmas de Mallorca, me fui a Francia, Paris y sus alrededores donde participe en bibliotecas en tertulias literarias. Finalmente pasé a Italia, conociendo Roma y Venecia, acá no participe en nada literario, pero aún llegan a mí la magia de las góndolas, la plaza San Pedro sus palomas y violines. Luego retomé mis talleres artísticos culturales con adolescentes, llevándolos a ciudades de diferentes regiones del país, con entrevistas en radios y diarios de las localidades visitadas: Iquique, Ovalle, Rancagua, Talca y Panguipulli. Además he asistido a encuentros poéticos en Perú, Lima y El Callao. En México, Ciudad de México, Acapulco. En Venezuela, Caracas, en Cuba, en La Habana, en el encuentro Ibero americano de poesía, donde asistieron personalidades como Joaquín Sabina, en Santa Clara, y Cienfuegos. He escrito dos libros más, Al Claro Día y Emotividad Otoñal. Ahora me encuentro en Quellón, después de haber participado de un taller dirigido por el Director de la Biblioteca Pública don Robinson Vargas Raimapo, quien me colaboró para poder editar mi tercer libro, que pronto será lanzado en esta comarca encantada, junto a otros trabajos de Carmen Ibáñez Barrera y el Cantautor y poeta José Alberto “Tito” Muñoz Martínez… En este bello lugar, también seguiré participando gustosa en toda actividad poética cultural que se realice. - 13 -


Fui casada con mi primer amor, Raúl, tuvimos un hijo, Juan Pablo, cuatro nietos Pablo Ignacio, Pablo Andrés, Valeria Paz, Juan Pablo, tres bisnietos, Mia Ignacia, Maximiliano Andrés, Antonella Paz y Joaquín Andrés… Y como dice mi poema favorito, QUE MAS PUEDO PEDIR A LA EXISTENCIA…

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EMOTIVIDAD OTONAL

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A MI PADRE Padre, ya te has ido, ¡Cuánta pena me invade hoy! Yo sé que te acabaste en el último suspiro, tú sabes que yo no creo en dios. Por eso te evoco en silencio, por eso te clamo a vos… yo no tengo el consuelo del creyente, que tiene la esperanza de un encuentro posterior. Te fuiste, yo te adoro padre, cuanto te quise, me rebela no haberte demostrado cuán importante fuiste en mi vida, mi reto era una admiración escondida, no sé por qué destino, no sé por qué dolor. Sabes, quisiera creer que Dios existe. Pero no. Hoy más que ayer estoy sola, sola con mi carne, sola con mi dolor. En mi carne vives, padre. Por eso te dije hasta pronto, por eso no te he dicho adiós.

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AL HIJÓ INGRATÓ Gracias por el beso en la mañana, por tu sin par preocupación, la charla amena de los atardeceres por las cuitas compartidas las alegrías perennes, tu sonrisa pacificadora, el empuje afiatado para la lucha cotidiana, el estímulo ilimitado a seguir viviendo tu gratitud consolidada en un dulce gesto. Gracias por todo aquello que no fue.

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AMÓ Amo las noches silenciosas y tristes, los silentes crepúsculos, los abúlicos atardeceres. Los amo porque son como mi alma, mustia de caminar y de buscarte, agónica de desengaños, moribunda de ensueños, esperanzas. Amo la soledad, el viento que vuela errante sin detenerse ni posarse siquiera, en la piedra del camino, en el cristal de la ventana. Pero, acaricia al niño, al anciano, que si perciben su celestial caricia. Amo la tierra con su olor a polvo que todo lo transforma. Amo los arboles con sus nidales pájaros con sus retoños grises con sus retorcidas copas. Amo el fango que todo lo condena. El final del cristalino cielo con su arrebol violáceo, con su misterioso velo. Amo el mar con toda su bravura con toda su belleza, con todo lo que encierra. Amo al ser humano, con todas sus bondades, con todas sus miserias.

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ANTÓNELLA Mi niña carita de azucena, ojo de aceituna te enseñaré a jugar con las estrellas soñar con la luna serás el sol que abrigue los inviernos de tu hogar la luz que ilumine a Nicol y Pablo Andrés. Ojalá pueda acunarte entre mis brazos cantarte dulce melodías relatarte cuentos, de princesa como tú, mi tercera bisnieta.

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ANÓRANZAS Un halito extraño envejeció el nido, mustios los recuerdos vuelan cual pelusas a refugiarse en el incinerador llevándose lejos, carcajadas reventadas de alegría,. pasiones retorcidas en la sangre ferviente que acompasaban las sienes del corazón. El irracional deseo de metamorfosearse, piel con piel. No respirar para otorgar el oxígeno purificador Y atrapar los amaneceres desgranarlos junto a la luna en un preludio de sones coherentes. Hasta la sabia naturaleza muestra tristeza con sus caídas ramas polvorientas. Un dejo de muerte se apodera del entorno que era todo vida.

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ATARDECER EN DÓNIHUE El viejo palto se enseñorea en medio de la invernada tarde estival. Reflejo de tiempos cansinos embellecidos con aroma de casa señorial. Las tejas son adornos cuan mazorca de oro, embellecen el paisaje de campo sin igual. La cordillera pura, como el ayer entonces, derrama su bravura junto al Cachapoal. Los cerros la bordean, con su zigzag de espinos, sauces, que saludan al pasar. Los viñedos placidos destilan vino dulce que un labriego sencillo lo hará degustar a la china moza que canta las tonadas olvidadas en el tiempo, en el viejo andar. la chicha, chacolí alegre como la gente que vive en estas tierras sin contaminar. La tarde trae magia de infancias que ya fueron, más traen a la ronda de niños otro cantar.

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La Escuela de Doñihue perdida en los espacios viviendo como quisieran tantos seres humanos estar. Quietud, paz, sosiego en medio de la tierra del mundo vertiginoso caótico sin par, con olor a manzana, cereal pan amasado que hornea allá a lo lejos en el hogar que ríe junto al cerro que baña el rio Cachapoal.

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A VALERIA PAZ ¿Qué sentirá mi niña cuando despierte al alba? Y deje sus sueños prendidos en la almohada dando pasos menudos junto a su cama, donde duermen muy quedas sus muñecas incautas que velan los suspiros que vierte su alma. ¿Qué sentirá mi niña tras su piel tan alba? Su mirada tan dulce como son sus palabras, y esa risa que infunde fuerza y paz a mis ansias. ¿Que sentirá mi niña en esta tarde aciaga? En que sopla brisa amarilla de otoño y plomizo se pinta poco a poco el ocaso de este día fecundo que deslizo la pluma para saber que siente mi nieta tan amada. ¿Qué sentirá mi niña solo Dios aguarda?

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CÓMÓ PUEDES DECIR QUE NÓ ME AMAS Como puedes decir que no me amas si me has dado mucho más de lo que pudiera recibir esta alma inquieta ilusionada, has compartido sueños, esperanzas me has regalado la luna en su esplendor máximo dorando las quietas aguas donde juegan los peces desde la noche al alba. como puedes decir que no me amas si cuando coges mi mano siento que un hálito de pasión me envuelve entera y al beber tus besos me refrescan la piel que a tu contacto se me quema. Me has hecho tan feliz con tus gestos simples, tus palabras mágicas la dulzura con que me tratas que tengo miedo de morir mañana de tanta dicha que me embarga. Eres la riqueza más grande que atesoro soy toda tuya en cuerpo y alma, eres el amor que siempre soñé, el que esperaba.

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CUANDÓ VENIA A SANTIAGÓ Cuando venía a Santiago de recónditas provincias misterioso era Santiago con sus luces, sus casas tan unidas, vivían dos, tres familias en una media pocilga junto a todos los chiquillos que eran unas sabandijas. Cuando venía a Santiago como añoraba mi isla radiante con aguas mansas sin malhechor en la esquina. Recuerdo aquellos luceros, esas luces encendidas, eran adornos de pascua para mí que era muy niña, viajar en tren me gustaba porque todo era alegría, el sándwich, la bilz y pap, las viejas con sus gallinas no dejaban de piar… De pronto pasaba el ciego tocando su acordeón divina. Como recuerdo los versos de esos boleros antiguos que cantaban al amor puro, correspondido. Los faroles en las casas la misa de los domingos, jugar en plaza Brasil era todo mi delirio… Se unía la familia toda, en torno al abuelo, símbolo de respeto y cariño. Recitábamos los niños, los grandes tocaban cuecas y bailaban otros ritmos. - 25 -


Como quisiera Santiago, verte como antes sencillo, jugando en viejos tranvías todos los que eran mis primos, cuando íbamos al circo, al parque a jugar a los indios. Tus letreros luminosos eran como un espejismo cuando el puente Mapocho pasábamos apurados para tomar helados en copas que eran de vidrio. Que rico era el chocolate en las tardes invernales como quisiera, Santiago, que fuéramos hoy los mismos. Cuando venía a Santiago a visitar a los tíos las casas eran tan grandes con escaleras en círculos donde nos escondíamos de tío Mario, que era un payaso mejor que todos los circos. Mis primas me contaban de sus escuelas y líos yo describía la mía rural, pura, sencilla, donde con ojotas iban casi todos los niños y con delantales albos las pocas niñas que íbamos. Ahora vengo a Santiago en tren salón, muy tranquila no deja ni una emoción de esas que ayer sentíamos al divisar las viejas luces, cuando con un pito, un señor de traje azul avisaba ¡Ya llegamos a Santiago, chiquillos! - 26 -


MIA, CUANDÓ SEAS GRANDE Mía Ignacia, Cuando seas grande yo te llevare a pasear por las calles polvorientas que adornan el trigal, los álamos de luna su sombra nos regalara. Yo te guiñaré un ojo tú me sonreirás. Cuando vayamos a la playa a juguetear con el mar la brisa te acaricie tu rostro angelical. Cuando tu seas grande Yo te enseñare a jugar con la luna, con los astros con los misterios del mar. correrás con las gaviotas cantaras como un zorzal. Cuando tú seas grande te enseñaré a soñar con mundos maravillosos de hadas y Peter Pan. Cuando tú seas grande enfrentaras la realidad con fe, optimismo, constancia, vencerás la adversidad Cuando tú seas grande yo estaré en otro lugar; de donde no se regresa allá en la eternidad.

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DESENGANÓ Si la silueta del espíritu blasfema que será de la carne, los huesos. Máscara sarcástica, de sonrisas rosadas que punzan triturando en polvo el camino hecho. Necesaria es la mortaja, para adornar este cuerpo deshecho.

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DÓNA AMANDA Había silencio… algo faltaba era doña Amanda que vacacionaba como no extrañarla si era el alma y la vida de la barriada… Personaje pintoresco, nada ignoraba, estaba al tanto de todo lo que pasaba. Tenía su manía barrer de la noche al alba, regar todas las plantas, hubiese sol o nevara. Entre barrido y barrido ella siempre conversaba algunas veces reía, otras también se enojaban, con los niños que eran traviesos o los perros que ladraban, a veces porque una hoja en el pasaje quedaba. De compra todos los días por el barrio caminaba del brazo de don Guillermo que cincuenta años la soportaba. Solícita como nadie cuando alguien se enfermaba, pero al instante lo sabía casi toda la comarca. Era culta, preocupada nunca se vio despeinada, su pelo que antes era rubio ahora blanco de canas. Han transcurrido treinta años barre que barre y que lava, ella es la historia del barrio que poco a poco se acaba.

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EL LLANTÓ DE ESE NINÓ El llanto de ese niño trituro mis entrañas, pienso en tantos hijos que se quedan sin padres sin hogar, sin destino, como tiritan al dolor y la inclemencia sus cuerpecitos oprimidos. Sus pupilas se dilatan en las noches preguntando sin hallar ecos sus oídos. Cada mirada es una daga que lastima de éstos niños criados al azar pudiendo ser sus vidas más gratas en sus trinos al despertar, las noches al callar sus suspiros. El llanto de ese niño me conmovió hasta lo más recóndito. Como me conmueven todos los niños que se crían sin sus padres porque éstos torcieron sus caminos.

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EL MÓSCÓ No había otro canto a la hora de la siesta que el mosco susurrando alrededor. Él se enseñoreaba en las cálidas tardes campesinas rompiendo la quietud… Único protagonista el Rey del zumbido. Ahora frente al cuerpo yerto es el único que acompaña el féretro eterno.

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EL RELÓJ Nada más monótono y desagradable que el tic tac del reloj a media noche, todo es silencio, él es el rey. Indica que agoniza un día… Más, nos acerca al misterio de la muerte. es como si contara burlón, el tiempo que nos queda.

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EL TRÓMPÓ Trompo multicolor vuelves de nuevo a la escuela a reinar entre los niños que ríen mientras tu ruedas y giras con gran estilo, enorme magnificencia que te cimbras cual los lirios en medio de la floresta. Trompo hecho de madera torneado por manos diestras, rueda que gira en las pistas serpenteando sueños de niños como tú en la rueda misma. Trompo multicolor las canchas no son las mismas, pero danzas en el aire, mientras los niños te aclaman para perpetuar tu arista.

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ESPERARE Esperaré Que extrañes mis besos, mi manera de reír las noches de sexo con la luna bañando el jardín iluminando tu silueta desnuda y la mía en el confín, perdidos en el aroma que exhala tu cuerpo cuando está dentro de mí. Esperaré a que tus ojos destellen cuando te retratas en los míos anhelando decir lo sietes por mí lo que guardas tan dentro de ti que tus brazos me deshagan cuando me aprisionen junto a ti y tus labios se abran cual volcán, para decir que nadie te ha hecho tan feliz y pintes con tus besos todo mi cuerpo en abril.

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HAY QUE CUIDAR EL AMÓR “Hay que cuidar el amor” Me dijiste aquella noche en que bailaban los astros con cariños sin reproches una sonrisa esboce más hoy tan cerca de ayer como cambiaron las cosas sin sonrisas con reproches si hasta el cable enmudeció esta noche misteriosa envuelta en sobresaltos palabras empañadas dudas no despejadas ¿Sabes tú que nos pasó? vocablos se confundían todo paso tan de prisa volaron las ternuras, las caricias el cariño se esfumo como se evapora el agua cuando el sol las abrazo. Ya no se escuchan suspiros tampoco tiembla la voz ni el cálido hasta mañana… Hoy simplemente adiós. No olvides “Hay que cuidar el amor”

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ILUSIÓN Quisiera a cada instante llevarte mis pensamientos estos mis locos sueños estos mis buenos momentos en que siento amarte mucho cifro en ti todo mi empeño en hacer toda mí meta en ese hogar risueño que nos espera allá lejos… Donde la charla será amena al quemar los duros leños… Tú leerás un filósofo. yo a los niños leeré cuentos… Luego nos miraremos muy profundo a los ojos una sonrisa leve se vislumbrara en el rostro habrán pasado los años correrán otros niños por el huerto nuestra carne nuestro acento y nos dirán entonces sus voces cristalinas abuelos, por favor ¡Cuéntanos un cuento!

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INEXPLICABLE Esta inexplicable pena mía ilusión fugaz que me arrebata el sosiego tan mío, tan nuestro de poeta callejero y loco, se refleja en este crepúsculo rosa que tiñe el firmamento, mientras la brisa marina trata de refrescar mi rostro lánguido y mi inseparable roto espíritu.

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INTANGIBLE Inquieta tu silueta se me escapa en vano trato de asirla, se evapora como un tempano al sol infinito no logro construirla se esparce como acuarela diluida en el espejismo las pinceladas de mi pensamiento te buscan para construirte mĂĄs, te consumes en la distancia de no sĂŠ quĂŠ orificio.

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JUAN PABLITÓ (nieto ) Roce tu tez de lirio bebiendo tú aliento diminuto mientras dormías en mis brazos la seda de tu pelo se marcó en mi cara brindándote mi amor infinito, cuando llegaste te albergó la espuma de mis ternuras marchitas que con tus gorjeos insipientes reviven muy de prisa. Tus ojos abiertos a la vida se clavaron en mis huesos fundidos sentí que la mañana y el roció refrescaban mi alma, regándola de vida y optimismo. Me duermo con tu imagen de luna dulce que se mece en mi solsticio.

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LA CÓNTIKET La Contiket se enseñorea en el lago Panguipulli tras el arpegio de pájaros aplaudidos por el viento. Cristales que se reflejan en el agua, es una cuna que mece ángeles que sueñan. Los guijarros de sus playas son estrellas que amanecen junto al verde de sus aguas que la floresta refleja. Cae la lluvia en el alma como algodones agrestes, la contiket parpadea a la luna que aparece. La blancura del volcán Choshuenco es pureza que enceguece.

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LAS CARTAS Que de cosas que encierran las cartas son tan livianas y cuanto pesan, desde el sincero cariño de un amigo al beso cálido del amante. Es un foco de esperanza arrulladora, la promesa esperada. a veces las cartas se cruzan, otra ruta toman las ansias. Cuando no llegan, cuantos amores, ilusiones mueren todo porque se extravió una carta. Tal vez, si hubiesen llegado las cartas a su destino otro seria el rumbo del camino… Cada diciembre aguardaba tu carta con la frescura y dulzor que da el verano, se perdieron nuestras cartas, la juventud, envejecieron.

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MADRE El amor de una madre es inconmensurable demostrado en diminutas actitudes, desde el vaso de leche para la fatiga la tajada de pan o los porotos, el aliño, el perejil para el curanto, el pebre cuchareado para el chancho, pan amasado, un rico postre… Es el silencio si a uno lo ven triste, es soportar todas nuestras abrupticas, estar pronta a brindarnos la caricia y colocar el chal en la intemperie, es construir el vestido de muñecas, coser en la máquina del tiempo a todas sus raíces., Al brote pequeño que está emergiendo, crece. es la comprensión más abnegada con sus desvelos, sus horas de misterio, es siempre dar lo que queremos sin mencionarlo siquiera en nuestros sueños. Es la palabra puesta en una lámpara es el calor del crudo invierno es la frescura, el rocío que se esparce en nuestras sienes en las noches ardientes del verano. Son los sueños de la primavera la hoja solitaria del otoño que acompaña siempre. Esta con uno aunque haya sido pisoteada, la que tanto bienestar nos daba. Es inventar mil cuentos en la cuna para no dormir desesperada, transportarnos a mundos de belleza y olvidar las tristezas más amargas. Es querer que alcancemos las estrellas recibirnos del vuelo al infinito - 42 -


Para que el golpe no sea tan duro el descender sea despacito. No sabía cuánto me querías, no valoré tus ritos, pero anoche al llegar a casa sentí una sensación, fue como un grito, leí tu nota en el teléfono: “Ahí te dejé el pancito”… Era tan simple…pero fue todo. Sí, fue todo lo vivido…lo sentido desde que me albergaste en tu nido.

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MAPUCHES El aullido del indio, lamento que estremece, cordillera y mar, tu sangre fermentada clama libertad. Veo tus ojos saltar entre la selva. Las araucarias te saludan en esta fecha inmortal, los ríos son tus penas que espuman el mar. Fiero, indomable, luchador algún día tus ojos hallarán otro fulgor.

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MAXIMILIANÓ ANDRES ¿Cómo serás mi pequeño? ¿Cuándo despertarás? Te estaré esperando para poderte arrullar como lo hice con tu madre que creciendo aún está pensará que eres muñeco con el cual podrá jugar anhelo que seas sano qué más puedo desear con ojos soñadores heredados de mamá como serás ángel mío impregnado de la ternura del “Mora” que aún le parece extraño que a sus cortos años luego será papá.

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MIA IGNACIA Mía Ignacia le pusieron para identificar esa luminosa estrella que alumbrará éste hogar. Mi pequeño ángel mío luego nos conocerás con tus ojos soñadores herencia de tú papá los hoyuelos en tú cara qué te entregará mamá. Tus manitas diminutas que yo he de acariciar se abrirán hacia el mundo tu tez de rosa y azahar para recibir la paz el cariño que ya sientes en el vientre donde estás. Quizás si ya escuchas los susurros de papá que te cantan con la luna y las olas del mar eres todo un prodigio el que nazcas quizás ya unas gotas de mi sangre en tu cuerpo cuajará ya se asoman en mis canas el cansancio y demás me puse a pensar como voló fugaz el tiempo si mi primera bisnieta serás.

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MI ULTIMÓ PABLÓ Ese incipiente latido, última prolongación de mi sangre, Me ha golpeado despertándome a la vida para vivir tus pasos, tú risa, y que puedas escuchar mis arrullos. Pequeño ser en gestación, me cuidaré para esperarte. ¡Apúrate en llegar! no tardes para poder amarte… En este atardecer de primavera te he mirado, te he sentido, espero verte volar, dulce pájaro del nido… La noche cae, pero siento en mis manos el infinito.

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MÓNÓLÓGÓ ¡Sabía que estabas ahí! te había esperado tanto tiempo, no sabía tu rostro, pero te conocía… Habíamos platicado bajo la curiosidad de las estrellas, contemplando la inmensidad del mar. ¿Recuerdas nuestras caminatas por las dunas?, bajo la piedra de los enamorados ¡Cuánto susto nos invadió al cruzar en el ferri aquella tarde! Más, nada importaba, era nuestra última carta, y lo jugamos todo… Empezaron a caer las primeras hojas de aquel otoño y cual hoja desgarrada de un viejo árbol caíste a mi lado, cuajado montón de células sonrosadas, envuelto en espumosa lana, tejida en mis tristes sueños en la rueca del que presiente que va a perderlo todo. Pero me aferraba a ese todo más que tú a la vida que empezabas a percibir… de pronto abriste los ojos y tuve miedo. Eras mío, mi obra, mi juego. ¡Qué extraña sensación tenía el cielo Fuiste mi compañero, el más sabio, el más viejo, el más nuevo. No conocí el sosiego. como me llega hoy tu risa, tu bullir, tú chamuscado pelo. Eres lo más indescriptible, pero te tengo. todo lo perdimos aquella tarde… Hijo, eras mi última carta. ¿Qué importa? Me quedas tú.

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NÓ QUIERÓ MÓRIR No quiero morir un día frio, triste de otoño melancólico, en el que el ataúd vaya muy solo con los entumecidos llevaderos. Quiero morir un día de sol lleno, tal vez de primavera, suave y grata porque morir no es algo feo, es un tránsito al más allá más puro y casto. Me llevarán junto al pino del camino, los aromas de las flores vendrán a saludarme, encontraré los huesos cálidos de mis padres, que se abrirán para hospedarme. Comenzaremos la gran algarabía de encontrarnos de nuevo en ese instante en que naceré a otra vida para transmutarme. No quiero verlos tristes sangres de mi sangre………. Los quiero alegres porque habré descansado, terminado mi oleaje de caminos. Estaré tranquila, plácida porque los conocí, disfruté desde antes. Porque me voy quieta, el espíritu, y la conciencia todos podrán mirarme. moriré en mis carnes, en mis huesos, y en este corazón que late. Pero, viviré mientras ustedes vivan en el césped, en el ave, en el aire no quiero morir un día frio y triste, sino un día con sol, alegre y cálido.

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NÓ PUEDÓ No puedo ofrecerle la lozanía de mi piel ya cansada pero si la suavidad de mis manos rosando las suyas cálidas, fraternas, amadas. Las caricias tiernas, reflejadas en la mirada, que atrapando las suyas siente que en el corazón, se clavan. Solo puedo darle las ansias de volar junto a usted como las aves que traspasan el cielo cantando, cada mañana y entregarse al amor en el amanecer, en cada tarde en el nido echo de sueños y esperanzas solo puedo entregarle esta alma soñadora, mi corazón errante y lo que soy en este instante

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PABLÓ IGNACIÓ Anoche soñé contigo, fue un hermoso sueño. Te llevaba en mi espalda cansada cargado cual racimo de espigas. Nos deslizábamos por el tobogán de la cordillera con sus nieves eternas, y tú reías, me hablabas con tal sabiduría. Por qué los niños, los ancianos son tan sabios, son el comienzo y fin de la vida. ¡Cómo te soñé anoche¡ Contándote mil cuentos y aventuras, yo vigilaba tu respirar, profundo te veía, te contaba de otros niños que jugaban cada día. Con su imaginación corren por el planeta sin contaminación en sus cuerpos, en sus almas, en sus pupilas, como juegan con su cambucha hecha de diario. Por trompo ahuecan un palo, lo hacen girar con mil colores que destellan sus pupilas. La bolsa plástica del deshecho era el trineo más bello que existía para deslizarse por el cerro, por el valle o la montaña, que felices son con sus porfías. Tú mi nieto soñador sigue adelante, la existencia no es tan vacía, coloca todos tus sueños, anhelos en la bolsa plástica y verás cuán luminosos son tus días.

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PABLÓ ANDRES Te mira pletórica de orgullo… calladamente, quien se va al compás del otoño que se avecina. Mi hermoso niño donde se esfumó tu sonrisa el hilo que nos ataba ¿Cuándo se rompió? Salta a mi mente tu cabellera, risada azabache brillando como lámpara, cuando atrapado cual Garfield al ventanal de la parcela, callado testigo gritabas…. mi Ali mi Ali… te arrancaron de cuajo… evaporándose tus ansias de guardarte en mis brazos para plasmarte con mi ternura y mis mudas lagrimas fruto de mi impotencia. Evoco tu voz, dulcemente ronca cantando a tus cortos dos años encamarado en una vieja banca “caete on caete ”... Apenas pronunciabas las palabras que dibujaban sonrisas multicolores en tu “oti y a mi ”… ¿Será cantante trovador, actor, cineasta? ¡Nada de eso!… Fuiste un hombre maravilloso, artesano de tu existencia forjando con tus manos y tu alma, la maravillosa familia que tienes: Padre, esposo ejemplar, a quien Dios ha premiado con un nuevo hijo, el insipiente Joaquín Andres.

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PADRE Padre, hoy te fui a ver, te necesito como entonces cuando me subía en tus rodillas, desordenaba tus cabellos grises que blanqueaban día tras día, escuchaba tu música, tú arpegio de palabras enternecidas. Como me haces falta, padre ahora que estoy crecida para que me cuentes historias de mineros, campesinos, intelectuales de la pampa árida fría pero que reconforta como las praderas violáceas de otros días como este regalo de paisajes que me llegan a través de las retinas, tierra, césped, agua, aire hay que saber disfrutar con la naturaleza que siempre esta e invita. Padre, estuve contigo en el sepulcro cálido te conté mis desazones y mis cuitas como siempre tu respuesta fue sigue adelante, hija, no te rindas.

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PERDÓN Te pido perdón, por lo insondable, por el misterioso silencio que nos alejó… Pero lo intuyo… te pido perdón por los besos silenciosos de mi boca por buscar tus sueños en arquitecturas que se deshojan. Te pido perdón por evocarte hasta en las noches de lujuria cuando vienes a mi mente voluptuosa, transformando en rosa la fatiga. Te pido perdón por arrebatarte de celestes altitudes, traer el consuelo de tu imagen a mis interminables atardeceres tristes. Te pido perdón por amarte tanto, haber albergado en mi vientre tu primer hijo, que se desgrana en tus múltiples nietos perpetuando tus raíces… Mis raíces… Te pido perdón para morirme en paz con tu sonrisa.

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PÓR SER AMERICANA ¿Cuánta mezcla tengo por ser americana? Los sueños de los incas entran por mi ventana y su quena triste parece alguien que llora como lloró la selva ante la empresa conquistadora. Traían sus costumbres, sus dioses, su comercio, sus balines de acero que apenas los recuerdo. Traicionaron al inca que era de noble cuna trajo el español el vicio de su cólera más el cura bendito nos presentó a Cristo, mezclándose las razas, también todos los mitos. ¿Qué sangre es la que llevo por ser americana? La indígena del norte, tan triste y melancólica o la rebelde del araucano indómito que fiero, luchador se enfrentó a los magos de la lejana España, que por varios siglos les brindó batalla. Tal vez por lo rebelde, gentil y soñadora mi sangre son muchas sangres sumisas y orgullosas, dura como los cerros fijos de la montaña blanda como la espuma del mar que atraviesa largamente mi patria, tranquila como el césped que adorna las colinas, explosiva cual volcán cuando erupciona de noche y de día, reflejo de las noches, sutil algarabía esta de estar contenta, tan solo de estar viva. ¿Qué sangre es la que llevo en estas venas mías? ardiente como el rayo que surge en la colina mansa como el agua tranquila y cristalina. Por ser americana a veces soy tan india, otras alegre y frágil como las de Sevilla parezco una gitana cuando te amo, vida mía. ¡Que hermoso es haber nacido en esta tierra tan querida!

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QUE MAS PUEDÓ PEDIR A LA EXISTENCIA ¡Qué más puedo pedir a la existencia! Si formo parte del contexto, estoy viva, sana, con mil cosas por soñar, por hacer, por darme, extasiarme en la natura que me invita, con su follaje cromático de cien verdes, adornado con mil formas y matices, desde el lineal, abstracto y puro, al rococó más sutil de sus raíces. De pronto, un tren, un burro, rompen el espejismo, los pájaros que corren por el valle, el rancho que aún queda en ese sitio. ¡Qué más puedo pedir a la existencia! Que ver y disfrutar todo lo que he visto. ¡Qué más puedo pedir a la existencia! Si en los ojos de mis nietos sé que brillo, y sus risas son mis risas de otro tiempo y aflora la ternura cual racimo nunca más moriré, porque he dejado mis huellas bien marcadas para que se renueven, como en la consagración lo hace Cristo. Es el misterio más grande de la vida, es el dogma más perfecto que se ha escrito. Soy diminuto eslabón en la cadena que une todas las generaciones: Abuelos padres, nietos, hijos. ¡Qué más puedo pedir a la existencia! Si mi padre vive en mi rictus, y en esta forma de ver todo distinto, y aquella con la que engendró mis huesos me acompaña con su fuego, cuando riega los jacintos. ¡Qué más puedo pedir a la existencia! Si conocí el amor y tuve un hijo.

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QUE PÓDRA SER Tu presencia desprende una llama que envuelve y quema mi piel, estremece mi cuerpo, mi sangre se aligera, ¿Sabes tú que puede ser? Tu mirada me traspasa, me detengo en tu punzante mirar candorosamente se bajan mis párpados, ¿Sabes tú que puede ser? Tu voz, tus gestos ,tu sonrisa, las veo desde el alba al anochecer. en cada niño tierno que se acerca tú apareces. ¿Sabes tú que pueda ser? El trinar de los pájaros es más hermoso, la luna que destella al anochecer. Desde que apareciste todo se renueva, adquiere otro prisma. ¿Sabes tú que puede ser? Ha tomado mi espíritu otro roce, mi sonrisa se desprende sin saber cuando tu recuerdo me acecha. ¿Sabes tú que puede ser?

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QUE PRÓNTÓ SE RÓMPIÓ LA MAGIA ¡Que pronto se rompió la magia…! El encanto en las miradas, el adivinar el alma, los suspiros, las palabras, las sonrisas que brotaban como si desgranarás, los capis de sentimientos que ocultabas desde el alba. ¡Que pronto se rompió la magia…! solo metros de distancia a segundos, otros cielos, otras comparsas, otros cantos, otra guitarra, susurrando en nuestras almas. ¡Que pronto se rompió la magia…!

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REGRESÓ A TALCA ¡Oh!, viaje maravilloso lleno de encantos, sueños, trinos, volver al terruño amado que nunca se fue al olvido. muñecas, niños, amores, mi liceo, mis vecinos, la ermita donde rezaba casi todos los domingos. El rio con sus guitarras sus sones de alegres ritmos la tetera que volaba cuando jugaba en el rio, mientras mis padres se amaban en las tardes del estío. Hoy vuelvo, a Talca añorada retorna adolescencia fluida mis maestras, Ruth, Mitzi, condiscípulas Luzmenia, Norma, Zulema, las infaltables Marías que aún viven en los bancos, del colegio de la Escuela Normal, del Liceo de Niñas.

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Esa esquina, de la plaza testigo de tertulias con el primer amor a hurtadillas. Como anhelaba regresar, evoco que era tan niña media loca, divertida siempre escribiendo mis versos luchando por mejor vida. Hoy vuelvo como era entonces inquieta por llegar a la estación, la Plaza de Armas, al Corazón de María, al Liceo, la Normal la Alameda, las Colinas, al Río Avasallador, al Estadio, cada calle, cada esquina, y en un árbol un corazón con tu nombre que fuiste todo en mi vida.

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SE QUE NÓ ENCÓNTRARAS ÓTRA CÓMÓ YÓ ¡Sé que no encontraras otra como yo!

Alegre, apasionada, que no cocine, que se queme las manos al hacer las tostadas, que te amarre el pijama en la mañana. Que con ternura infinita acaricie tu cuerpo, tu cabello, tu cara. ¡Sé que no encontraras otra como yo! Que se eleve contigo al arcoíris, que se sienta mensajera de la paz cuando tú la acaricias. Que bendiga a tu madre por haberte nacido, y de gracias a Dios, por ponerte en mí camino. ¡Sé que no encontraras otra como yo! Que te cante, te haga poemas, que te escuche, que confié en ti con fe ciega. ¡Sé que no encontraras otra como yo! Que los ojos se le trasformen en estrellas al mirarte, que se ría a carcajadas, que la espontaneidad le dignifique el alma.

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¡Sé que no encontraras otra como yo! Que a pesar de los años hayas sido el primer aventurero que atravesó su selva y que camino con ella por la montaña. Sé que no encontraras otra como yo transparente como el agua, que te entregue en forma tan incondicional y desinteresada su cuerpo, su amor, su alma. ¡Sé que no encontraras otra como yo!

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SIENTÓ Siento que atisbo la primavera, en el cemento, en la madre tierra, el paisaje, el metro que es una trinchera pero, ahí también sueña primavera en las caras lánguidas, juventud coqueta, todo se entremezcla en la tarde tibia, de esta calle tierra.

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SÓY FELIZ Soy feliz, aún conservo la alegría de las albas mañanas de la montaña, el cielo azul limpio de impurezas como el alma, recibiendo las caricias de los niños, que se desgrana cada mañana en medio del frio, de la lluvia o la nevada. Soy feliz sintiendo que golpea en mis mejillas la brisa al respirar el aire, se acelera mi pulso y la sangre en mis arterias y venas. soy feliz porque me fluye una fuerza imperiosa, por dejar huellas, hacer cosas, una sonrisa, un beso en la tez andrajosa del que pide limosna de amor y rosas, no del beso frio, lapidario, como la choza que naufraga a la deriva clamando misericordia, misericordia. Soy feliz porque poseo mis sentidos, vivo, canto, lloro, clamo con el que a mi paso llega envuelto en su mortaja. Soy feliz porque tengo en paz mi corazón, mi alma. Mi carne se desgrana como larvas que volaran muy alto cuando las mariposas estén de fiesta. Soy muy feliz porque te tengo a ti… Artesano, poeta, amigo, cantante, trovador ilusionado, compañero de todo y ningún camino desde la noche al alba.

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SUS SILUETAS La juguetona espuma traía la silueta de sus cabelleras tordas balanceándose al compás del mar. En la furtiva arena buscaba sus pisadas, el eco de sus voces, su alma, su cantar. La playa solitaria extrañaba sus ecos, mis viejos oídos sus risas, su chillar, mis Pablos tan amados y la dulce sirena llamada Vale Paz. La abuela que envejece, los sueña en un velero flamante de alegría, pletórico de armonía, que cruce los océanos bravíos de la vida, reventándoles paz en un puerto, donde puedan fondear.

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PENSE QUE ERAS ETERNÓ Pensé que eras eterno pegado a mi sombra a mis huesos hasta que bajaras mis párpados cuando me llamara el Sereno. A través del tiempo me convenciste que eran míos tus sueños. Me despertaba la alondra de tu canto apaciguabas en las noches negras mis tormentos mas, hoy tus pupilas no brillaban por mi encuentro aunque sembraste de pétalos de rosa mi camino las espinas hirieron mi cuerpo. Un grito desgarrador me dice que si tu no eras, nada es eterno.

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PÓR QUE NÓ ME CÓNÓCISTE ¿Por qué no me conociste cuando tenía las carnes apretadas los labios jugosos y un manantial de aroma juvenil brotaba de mis pechos? ¿Por qué no me conociste cuando la piel tersa blanqueaba como la nieve en las arenas y elevaba un barco de papel para que te llevara mis sueños? Pero… el canal los atrapó. ¿Por qué no me conociste cuando mis brazos eran fuertes para fundirte con mi piel y volar al abismo de ternuras que se albergaba en tu pecho? ¿Por qué no me conociste cuando mi útero era fértil para sembrar el mundo de nobles seres soñadores que alegraran nuestros aciagos atardeceres con voces de luna y poemas hechos de Sol?

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TARDE DE DÓMINGÓ Los muñecos están tristes, porque se fueron los niños, dejando sola a la abuela, la casa un remolino. Los muñecos están tristes, no se escuchan sus chillidos, ni sus pasos menuditos corriendo en el pasillo. Los muñecos están tristes, mi corazón un gemido, mis lágrimas suspendidas se fue el domingo y los niños.

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TE VAS Te vas, vuelve pronto mi ave peregrina, para que anides en mi regazo de espuma Y poses tu cansado cuerpo vagabundo. Vuelve y lleva alto la espina que tritura este corazón, que apasionado y loco vehemente aguarda tu regreso. Vuelve y llévame a la cima a construir sueños inconclusos, a terminar en un alero el nido otoñal, que un día nos atrapó.

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TRISTEZA El otoño me entristece, Las hojas mustias crujen a mi paso Como el lamento desgarrador Del moribundo que desea aferrarse Al último suspiro. Lo ahoga el poco oxígeno, Como me ahoga esta tarde sin ti. Pero, ¿Qué reflexión es esta? Si tú no existes, Aun no te ha creado el Hacedor, Solo mi loca imaginación Que anhela desesperadamente hallarte. Cuando aparezcas sentiré Miles de alondras volando, Y en mi corazón sabré que eres El de ayer, el de hoy y el de siempre… Para entonces nuestras almas Se habrán petrificado.

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VALERIA PAZ Cuando yo no esté, Tú seguirás mis pasos. Viajaras con la luna, Conversaras con los astros. Tus ojos luminosos Salpicaran el cielo, Como mariposa Levantaras el vuelo, Fundiéndose tu alma Y mi espíritu travieso.

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VALERIA Y MAXI

Creí que estarías en otras galaxias que no vería mí proyección en tus ojos…. Más se fecundó tu casi infantil útero dando una vida a tu vida. Cuan frágil será ese capullo que día a día se hila en tu vientre. Aun te veo correr con tus trenzas al viento hacia la playa para jugar con los guijarros, arena y brincar con las olas… Mi dulce niña no sé si tu hijo será fruto de amor o inocencia. Que traiga tu color y tu sonrisa y del “Mora”, su noble corazón.

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INDICE A MI PADRE A UN HIJO INGRATO AMO ANTONELLA AÑORANZAS ATARDECER EN DOÑIHUE A VALERIA PAZ COMO PUEDES DECIR QUE NO ME AMAS CUANDO VENIA A SANTIAGO MIA, CUANDO SEAS GRANDE DESENGAÑO DOÑA AMANDA EL LLANTO DE ESE NIÑO EL MOSCO EL RELOJ EL TROMPO ESPERARÉ HAY QUE CUIDAR EL AMOR ILUSIÓN INEXPLICABLE INTANGIBLE JUAN PABLITO (nieto) LA CONTIKET LAS CARTAS MADRE MAPUCHES MAXIMILIANO ANDRÉS MIA IGNACIA MI ÚLTIMO PABLO MONÓLOGO NO QUIERO MORIR NO PUEDO PABLO IGNACIO PABLO ANDRES PADRE PERDÓN POR SER AMERICANA QUE MÁS PUEDO PEDIR A LA EXISTENCIA QUE PODRA SER

16 17 18 19 20 21 22 24 25 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57

QUE PRONTO SE ROMPIÓ LA MAGIA

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REGRESO A TALCA

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SE QUE NO ENCONTRARAS OTRA COMO YO SIENTO SOY FELIZ SUS SILUETAS PENSE QUE ERAS ETERNO PORQUE NO ME CONOCISTE TARDE DE DOMINGO TE VAS TRISTEZA VALERIA PAZ VALERIA Y MAXI

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Se terminó de imprimir en Talleres Programa BiblioRedes Dirección de Bibliotecas Públicas, Archivos y Museos Biblioteca Pública N° 093 de Quellón ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE QUELLÓN

14 de mayo de 2018

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- “Nací un día de primavera con duraznos en flor decía mi madre Otilia, con cambio de casa agregaba Papá Juan tal vez por eso soy soñadora, alegre, y andariega”-.

Dibujo tapa y contratapa Bastián Rivera Ojeda®

- “Mi actividad literaria, comenzó en el primer encuentro artístico cultural del Magisterio de la comuna El Bosque, donde yo trabajaba en jornada nocturna en el Liceo Juan Gómez Milla, leyendo mi poema “MONÓLOGO”- con sorprendente éxito. - “Y como dice mi poema favorito, QUE MAS PUEDO PEDIR A LA EXISTENCIA…” - “He escrito dos libros más, “INQUIETUDES DEL ALMA” y “AL CLARO DÍA”-.

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MUNICIPALIDAD DE QUELLÓN BIBLIOTECA PUBLICA 093 de QUELLLÓN


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